Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

domingo, 12 de septiembre de 2010

Libertad para los 5

Cambio con realismo




 "En El Salvador piensan que yo agarro el violín con la izquierda y lo tocó con la derecha, pero la verdad es que así es"

Róger Lindo
La Opinión
Mauricio Funes es la primera figura de izquierdas que toma las riendas de la presidencia de El Salvador en los casi 200 años de historia independiente del país centroamericano. Pero eso no lo condujo a volcarse hacia la izquierda dura latinoamericana, uno de los fantasmas levantados por la derecha durante la campaña electoral en la que resultó elegido. Lejos de eso.
"En El Salvador piensan que yo agarro el violín con la izquierda y lo tocó con la derecha, pero la verdad es que así es", afirmó en un encuentro con la junta editorial de La Opinión al final de una visita de tres días a Los Ángeles.


Entrevista en video: Cambio con realismo: Mauricio Funes
Desde que asumió su gestión, dijo, ha tratado de gobernar con moderación, sensatez y pragmatismo. La realidad de la vida política salvadoreña, explicó, es que hay que tratar —y negociar— con derechas y izquierdas, y en ese juego su rol, puso el acento, es administrar las diferencias.
Durante su visita a este diario, el ex periodista convertido en jefe de estado fue abordado sobre la violencia que atenaza a su país y sobre otros temas temas como el TPS, el voto en el exterior, el futuro de su plan fiscal y las tareas pendientes de la democracia en El Salvador.

¿Quiénes son los dos estadounidenses que afirman que, según Fidel Castro, el modelo cubano no funciona?


Por eso yo, en lugar de leer y escuchar a periodistas, para conocer a Fidel prefiero leer sus reflexiones sin mediadores y, para conocer Cuba, hablar con los cubanos...

Pascual Serrano
Kaosenlared.net


      

Los medios de todo el mundo han recogido en sus portadas las supuestas declaraciones de Fidel Castro al periodista estadounidense del periódico The Atlantic Jeffrey Goldberg y a su “acompañante” Julia E. Sweig hace pocos días en La Habana. Según afirma el periodista, el líder de la revolución cubana afirmó: “El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros”. El clamor mediático presentó esta frase como la prueba de que Castro reconocía el fracaso del socialismo cubano. “No es un gran descubrimiento, pero es el reconocimiento de una realidad largamente negada. Los defensores de la ortodoxia marxista se ven huérfanos de su último héroe”, afirmaba eufórico en los sumarios el periódico italiano Il Giornale, propiedad de la familia Berlusconi. Hasta The Atlantic incluye en su página web un viejo fragmento de un capítulo de Los Simpson donde Fidel Castro propone a la dirigencia cubana abandonar el comunismo1. 

Hicieron falta sólo cuarenta y ocho horas para que el comandante cubano desmintiera el segundo titular de Goldberg y afirmase precisamente lo contrario: "El sistema capitalista ya no sirve ni para Estados Unidos"2. Aunque esta reflexión es suficientemente clarificadora de su pensamiento, no debemos dejar de analizar lo publicado por el periodista estadounidense para comprender cómo las ideas de Fidel Castro y lo publicado no podían tener nada en común. 

Pasemos a conocer las dos partes en las que se divide el texto publicado por Goldberg en su blog, el 7 de septiembre3 y el día siguiente4.
El primero lo titula enfrentando a Fidel Castro con el presidente iraní Ahmadinejad: “Fidel a Ahmadinejad: Deje de calumniar a los judíos”. Goldberg comienza relatando que, al conocer la invitación del líder cubano, “entonces llamé a una amiga al Council on Foreign Relations, Julia Sweig, quien es una destacada experta en Cuba y Latinoamérica”. Más tarde hablaremos de esa mujer y de esta organización. El vuelo de Estados Unidos a Cuba despierta en Goldberg dos afirmaciones con clara intencionalidad: que en su avión viajan numerosos cubanoamericanos que llevan televisores de pantalla plana y computadoras para sus familias en Cuba “tecnológicamente desprovistas”, y que el aeropuerto de La Habana está “casi vacío”. Sus primeros comentarios al ver a Fidel son igualmente intencionados: “Un débil y envejecido Fidel se levantó para saludarnos”. 

Sobre las personas que le acompañaban afirma el periodista que había: “varios guardaespaldas, todos los cuales parecían haber sido reclutados en el equipo de pressing catch de Cuba. Dos de estos guardaespaldas sostenían a Castro por el codo”. He estado en varias ocasiones con Fidel Castro, alguna de ellas en el lugar que deduzco de ese mismo encuentro, una sala del Palacio de Convenciones, y puedo asegurar que, al tratarse de un sitio oficial y suficientemente custodiado desde fuera, no requiere guardaespaldas de pressing catch que, por otro lado, nunca he visto en Cuba. 

La primera pregunta de Goldberg a Fidel es bastante vacua: si su enfermedad ha provocado en él un cambio de opinión acerca de la existencia de Dios, momento en que el periodista se califica de ex socialista. Después afirma que “Castro es el abuelo del antiamericanismo global”. Una vez más, el estadounidense confunde América con Estados Unidos, Fidel Castro es americano, no puede ser antiamericano. Pero tampoco es antinorteamericano, cientos de veces ha recordado su admiración y reconocimiento por el pueblo de Estados Unidos, recordemos su oferta de enviar una brigada de cientos de médicos a Nueva Orleans tras el huracán Katrina. Quién sí es anticubano es el gobierno de Estados Unidos que impide a todo el pueblo de Cuba, mediante el bloqueo, acceder a productos necesarios para su desarrollo.
A continuación todos los comentarios de Goldberg -recordemos que es de religión judía- son para poner en boca de Castro simpatía por los judíos, defensa y apoyo del derecho de Israel a existir y críticas al presidente iraní (“criticó a Ahmayinehad por negar el holocausto”, “explicó por qué el gobierno iraní serviría mejor la causa de la paz reconociendo la historia singular del antisemitismo y tratando de comprender por qué los israelíes temen por su existencia”, “dijo que el gobierno iraní debería comprender las consecuencias del antisemitismo teológico”). Incluso el periodista insinúa que las críticas del líder cubano al presidente iraní se las transmite para que se las comunique a Ahmadinejad: "Digo esto para que tu lo comuniques". Como si Fidel Castro necesitara una publicación estadounidense para decirle algo al presidente iraní.
Según Goldberg, Fidel le dijo que en caso de un ataque al país persa "la capacidad de Irán para causar daños no es evaluada". En realidad, si Israel o Estados Unidos atacan a Irán, quienes hacen daño son los dos primeros. El periodista presenta a la víctima como el provocador del daño. 

En la segunda parte publicada el 8 de septiembre el estadounidense califica sutilmente a Fidel Castro de autócrata comunista: “ He tenido una experiencia limitada con autócratas comunistas”. Y no es mejor su opinión del actual gobierno cubano: “Fidel nos demostró que realmente estaba semi-retirado. El día siguiente era un lunes, cuando se espera de los máximos líderes el estar sin ayuda manejando sus economías, metiendo disidentes en prisión y cosas de ese tipo”. 

Según el periodista, mientras comían y charlaban relajadamente es cuando explota la supuesta bomba informativa. Goldberg le pregunta si consideraba que el modelo cubano era algo digno de exportar y, siempre según el periodista estadounidense, Fidel Castro le responde: “El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros”. En lugar de pedirle al líder cubano que le aclarase esa impactante afirmación se lo pide -asombrosamente- a su amiga Julia, quien -más asombrosamente- se ve cualificada para desarrollarla:
Le pedí a Julia que interpretara esta impresionante declaración para mi. Ella dijo, “Él no estaba rechazando las ideas de la Revolución. Lo he tomado como un reconocimiento de que bajo “el modelo cubano” el Estado tiene un rol demasiado grande en la vida económica del país.

Durante una visita que realizan todos a un espectáculo de delfines, Goldberg muestra su imaginación para sacar conclusiones políticas. Castro invita a Adela Dworin, la presidenta de la Comunidad Judía de Cuba, y como la besa delante de las cámaras, el periodista deduce que eso no es “por casualidad” y que quizás se trataba de “otro mensaje para Ahmadinejad”. La visita al acuario está salpicada de comentarios maliciosos de Goldberg insinuando el poder arbitrario y absoluto de Castro: por abrir las instalaciones un lunes, día que está cerrado el acuario; y entrecomilla la expresión “de manera voluntaria” para referirse a cómo los funcionarios fueron ese día a su puesto. Además, al serle presentada la trabajadora Celia Guevara, hija del Che, le espeta “¿Y eres veterinaria de delfines?”, en tono despectivo.
Es evidente que el estilo, tono e insinuaciones de Goldberg no convierten sus textos en un testimonio muy riguroso del desarrollo de las conversaciones. Pero más elementos aclaratorios encontraremos si investigamos un poco sobre su perfil y el de su “amiga” y “acompañante” Julia E. Sweig.

Jeffrey Goldeberg escribió un artículo para el New Yorker en 20025, durante el período previo a la guerra de Iraq. Allí reproduce todas las acusaciones del gobierno Bush contra Sadam Hussein que después se demostraron sin fundamento y que sirvieron para justificar la invasión: que era una amenaza para Estados Unidos, que existía una estrecha relación entre Hussein y Al Qaeda, y concluye su artículo con acusaciones sobre las supuestas armas de Hussein de destrucción masiva:

No hay desacuerdo en que el Iraq, si no se controla, las tendrá muy pronto ... Hay pocas dudas de lo que Saddam podría hacer con una bomba atómica o con sus reservas de armas biológicas y químicas. 

En un debate a finales de 2002, en la revista Slate, Goldberg describe a Hussein como "singularmente malo" y aboga por una invasión sobre una base moral:
Existe consenso en la creencia de que Saddam podría estar a pocos meses de la adquisición del material radioactivo necesario para construir la bomba atómica. (...) La administración estadounidense tiene previsto lanzar hoy lo que muchos, sin duda, calificarán de un acto miope e injustificable de agresión. En cinco años, sin embargo, creo que la inminente invasión de Iraq será recordada como un acto de profunda moralidad6.
El escritor judío Norman Fienkelstein, opositor a la política del gobierno israelí, escribió una crítica7 al libro de Goldberg Prisoners: A Muslim and a Jew Across the Middle East Divide”, donde muestra claramente el sionismo sectario de este último. Fienkelstein denuncia que Goldberg considera las prisiones israelíes para palestinos como la de Ketziot como, “un gran taller de manualidades porque los palestinos podían allí organizar sus vida política, más o menos a medida de lo que eligieron". Según Goldberg, “las claves del conflicto entre Israel y Palestina se fundamentan en el antisemitismo: el mundo islámico no puede soportar un estado judío próspero en su seno”. "Fue terriblemente duro para los musulmanes aceptarlo", afirma Goldberg en su libro. 

Fienkelstein recuerda que Goldberg se declara abiertamente sionista. Según el entrevistador de Castro, “el sionismo exigió la igualdad de derechos para los judíos como una nación, y esta aspiración evocó violenta hostilidad”. Vale la pena recordar que la resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU, aprobada el 10 de noviembre de 1975, equiparó al sionismo con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular, y llamó a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial.8 

Es de destacar también el papel de Julia E. Sweig, como amiga y acompañante del periodista en su visita a La Habana. Ya señalábamos que, sobre la interpretación de la impactante frase de Castro sobre el fracaso del sistema cubano, en lugar de pedirle aclaración al propio líder cubano, Goldberg se la solicita a su acompañante Sweig. Esta mujer es la experta para estudios latinoamericanos del think tank estadounidense Council Foreign Relations, que se califica de “grupo independiente no partidista”. Veamos quiénes se encuentran en su directiva9. El presidente es Richard N. Haass10, quien ha desarrollado toda su trayectoria profesional como alto cargo del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa. Entre enero de 2001 y junio 2003 era el director de planificación del Departamento de Estado, donde ejerció como principal consejero de Collin Powell y se ocupó de coordinar la política de Estados Unidos para Afganistán. Entre 1989 y 1993 fue el asistente especial de George Bush padre, en 1991 fue premiado por su contribución al desarrollo de la política de EEUU en la primera guerra de Iraq. Anteriormente, entre 1981 y 1985 sirvió en el Departamento de Estado y entre 1979 y 1980 en el Departamento de Defensa. 

Como copresidente encontramos a Robert E. Rubin , antiguo secretario del Tesoro de Estados Unidos. También aparece como alto cargo de esta organización “independiente” Madeleine K. Albright, la que fuera secretaria de Estado de Bill Clinton; el propio Collin Powell, secretario de Estado con George Bush; Sylvia Mathews Burwell, de la fundación de Bill & Melinda Gates; Donna J. Hrinak, responsable de negocios para América Latina de PepsiCo, Inc.; James W. Owens , ejecutivo de Caterpillar Inc., la empresa de excavadoras y bulldozer que derriban las viviendas palestinas y que es objeto de boicot por las organizaciones humanitarias de solidaridad con Palestina (11). Por último, entre sus presidentes honorarios también aparece el multimillonario David Rockefeller. Ya en 2008, Michael Barker detallaba en la prestigiosa revista estadounidense Znet (12) que Council on Foreign Relations trabajaba “con el respaldo de las principales fundaciones liberales de Estados Unidos y muchas personas vinculadas a la CIA”. Es curioso, cuando la periodista Rosa Miriam Elizalde visitó a España y se dejó acompañar en una entrevista por un conocido novelista cubano, la prensa española insinuó que iba acompañada de un comisario político castrista (13). Parece que el periodista que viaja con comisario político es el estadounidense. 

Para terminar, recordemos que el líder de la revolución ha mostrado en numerosas ocasiones su capacidad de crítica y sinceridad, pero el tono y el estilo de los dos textos publicados por el periodista Jeffrey Goldberg, sus antecedentes y sus acompañantes, no hacen pensar en que sea el mejor intermediador para que conozcamos los pensamientos del comandante cubano. El desmentido publicado por Fidel Castro el 10 de septiembre vuelve a demostrarnos que recurrir a muchos de los periodistas actuales y sus medios de comunicación no suele ser una buena forma de conocer lo que sucede en Cuba y lo que piensan sus dirigentes. Por eso yo, en lugar de leer y escuchar a periodistas, para conocer a Fidel prefiero leer sus reflexiones sin mediadores y, para conocer Cuba, hablar con los cubanos. 

NOTAS

2. Castro, Fidel “El sistema capitalista ya no sirve ni para Estados Unidos” http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2010/09/mensaje-de-fidel-el-sistema-capitalista.html
5. Goldeberg, Jeffrey, "The great terror". The New Yorker 25-3-2002 http://www.newyorker.com/archive/2002/03/25/020325fa_FACT1
6. Goldberg, Jeffrey “Should the U.S. Invade Iraq?” 3-10-2002 http://www.slate.com/id/2071670/entry/2071900/
7. Finkelstein, Norman. “Pre-Packaged Opinions on Israel and Palestine. Jeffrey Goldberg's Prison”. Counterpunch 6-10-2007 http://www.counterpunch.org/finkelstein10062007.html
8. Resolución 3379 de la ONU "Eliminación de todas las formas de discriminación racial", tercer párrafo
11. Campaña de boicot a Caterpillar. 21-10-2006 http://www.medioscomunitarios.org/libano/index.php?id=33&idn=545
12. Barker, Michael. “Tthe Council on Foreign Relations and the Center for Preventive Action (Part 2 of 2)”. Znet, 5-3-2008 http://www.zcommunications.org/tthe-council-on-foreign-relations-and-the-center-for-preventive-action-part-2-of-2-by-michael-barker
13. Serrano, Pascual. “El portal Cubadebate sufre un atentado terrorista mediático”. 22-5-2010 http://www.pascualserrano.net/noticias/el-portal-cubadebate-sufre-una-atentado-terrorista-mediatico



Que nuestro dolor no sea un grito de guerra


 
 
Carlos Molina Velásquez (*) 
 contrapunto.com/sv
 

SAN SALVADOR-Luego de su fatídico 11 de septiembre, el lema de muchos en Nueva York fue: “Nuestro dolor no es un grito de guerra”. Esta anécdota, narrada por Amy Goodman, me pone a pensar en nuestro propio septiembre de terror, el de esta misma semana. Comparto la decepción que debieron sentir muchos parientes de las víctimas del World Trade Center, al escuchar el anuncio de la guerra en Afganistán. En El Salvador de hoy, a muchos les encantaría convertir el dolor de la población en una guerra que, así como la de Afganistán, nadie podrá ganar.

No justifico la violencia cometida por miembros de las bandas criminales, maras o pandillas, así como tampoco se justifica la que realizan policías abusivos, conductores criminales o el gangster de saco y corbata (que te mata, aunque más despacio). Pero tampoco pienso sumarme a los tambores de guerra que se escuchan en todas partes, tanto si hablan de venganza pura y dura, como si profieren “mantras” como: “Hay que garantizar el imperio de la ley”. Definitivamente, no los acompañaré.

Mis razones son, en un inicio, pragmáticas: Hasta este día no sirvió de nada la pura y llana represión, por muy dura que tuviera la mano. Más de lo mismo es una condena al fracaso. Las nuevas medidas contra las pandillas tienen la misma visión simplista que las anteriores impulsadas por la derecha, y me parece que insistir en lo mismo no es sólo irresponsable, sino que hasta se podría pensar en astutas y oscuras complicidades.

Pero hay otras razones. Estoy convencido de que las iracundas reacciones a la propuesta de diálogo supuestamente emanada de las pandillas, así como el ataque al Padre Antonio Rodríguez, quien diera a conocer dicha propuesta, muestran más que pura desconfianza. ¿Será que se teme a una verdadera solución? ¿Por qué se tiene temor a que los pandilleros del comunicado hablen y manifiesten sus ideas? ¿Podrían revelar “amistades peligrosas”?

Es comprensible que quienes se ven a sí mismos como antagonistas en la lucha se tengan mutua desconfianza, pero eso no impide que se pueda considerar la posibilidad de llegar a acuerdos para poner fin a la guerra. No obstante, prácticamente nadie en este país piensa que se trata de una guerra contra un “ejército regular”: todo el mundo se apresuró a decir que los pandilleros que quieren dialogar no son más que criminales, que el dichoso diálogo es pura farsa, engaño, broma macabra o “un acto propio de Satanás”, y que, en todo caso, “no se negocia con criminales” (Sólo que esto ya lo habíamos oído antes, en los setenta y ochenta: “No se negocia con subversivos”).

Así como sucedió durante nuestra pasada guerra, caeremos en excesivo simplismo si pensamos que esta es una cuestión de “ellos o nosotros”, en primer lugar, porque “la línea roja” es en verdad muy delgada. En cierta manera, “ellos son nosotros”: la vendedora y su hijo marero; el niñito de cinco años y su madre pandillera; el policía y su primo, que es jefe de una clica... Pero, además, muchos de “nosotros” formamos parte del mundo de “ellos”: el médico que distribuye drogas, el importador de armas que se las proporciona, el capo que les cobra la renta… Sí, el que les cobra la renta “a ellos”.

Cuando veo los rostros del popular “Don Ramón”, en muros y autopistas, entiendo el mensaje (“Don Ramón se cansó de pagar la renta”, etc.), pero parece que quienes idearon la campaña nunca vieron “El Chavo del Ocho”. Se les olvida que quien cobra la renta es el Señor Barriga, un sujeto con traje y corbata. Claro que la pinta de marero pertenece al primero (además, nos consta que es vago, lleva tatuajes y camina con un contoneo intimidante), mientras el segundo podrá ser desagradable pero nunca un malandrín.

Para los que llegaron tarde, la renta a la que se refiere la campaña es un chantaje que realizan miembros de las pandillas (pero también algunos chiquillos que “se ofrecen” a limpiar nuestro parabrisas), del tipo “me das un varo o si no...”. Se trata de una vileza, qué duda cabe. Pero podría quedarse corta frente a los chantajes a que nos tienen acostumbrados en este país, no precisamente sujetos como Monchito, sino un tipería como el papá de Ñoño. Desde los paros y cacerolazos organizados por grupos de la extrema derecha, pasando por la más reciente campaña de terror electoral implementada por reconocidos miembros de la farándula y el “jet set” guanaco, hasta las empresas que amenazan con irse del país si no les garantizan sus privilegios (cuotas fijas, contratos “flexibles”, impuestos “blandos”), el chantaje parece ser un deporte nacional.

¿Esto convierte a todos los banqueros, funcionarios y empresarios en “criminales”? Es cierto que algunos de los primeros se robaron una buena tajada en FINSEPRO. ¿Deberíamos decir que “son criminales” todos los banqueros? O qué me dicen de los funcionarios estatales. Sospechamos varias cositas turbias acerca del dinero que estaba destinado a la reconstrucción de los hospitales públicos. ¿Son criminales todos los funcionarios públicos? O tal vez los empresarios. El fraude en las cotizaciones al Seguro Social y la violación de los derechos de los trabajadores y trabajadoras parecen estar a la orden del día. ¿Diremos por eso que todos los empresarios son criminales?

Incluso si cuestionamos de raíz las actividades profesionales mencionadas, convertir a todos los que se dedican a ellas en criminales sería un grave error, porque (1) sin duda no obedece a la realidad, (2) invalida la utilidad del mismo concepto de “crimen” —con el que podemos distinguir faltas muy precisas, relacionándolas con mecanismos de retribución, compensación, reparación— y (3) nos volvería sus enemigos de por vida. Si ser banquero, funcionario o empresario son sinónimos de crimen y actuamos en consecuencia, algo está fallando en nuestra visión del mundo y en nuestra capacidad para enfrentar sus problemas.

Igual de grave sería considerar “criminal” a un miembro de pandilla por el simple hecho de pertenecer a una. La realidad sobre las maras es más compleja. Para empezar, lo que llamamos “crimen” debería estirarse de tal manera que pudiera abarcar toda clase de prácticas contestatarias (grafitis), alternativas (nuevas formas de organización social) o meramente diferentes (tatuajes). Luego tendríamos que cerrar los ojos a la variedad de sus integrantes (niños y adultos mayores están relacionados o son miembros) o al hecho innegable de que un número considerable de ellos no tuvo una mejor alternativa en su vida que entrar en la pandilla. Unos dirán que siempre puede uno elegir, pero en El Salvador es frecuente que las otras opciones sean mínimas o incluso suicidas. Para muchos jóvenes salvadoreños sólo hay dos caminos, el del migrante o el de la pandilla, y bien sabemos que en ambos es muy alta la probabilidad de terminar dentro de una caja de pino.

Agreguemos que muchos miembros de las pandillas no sólo son victimarios, sino también víctimas de los que les dirigen, de quienes les acompañan, y de quienes los reprimen. Muchos cadáveres encontrados en las cunetas prueban que los miembros de maras son también el objetivo de una extrema violencia, violencia de exterminio. Incluso es posible que algunas de las masacres más recientes contasen entre sus victimas a pandilleros descontentos, en vías de reinserción, o simplemente condenados por jefes o camaradas. 

Para ver esto debemos optar por una visión de la complejidad, que tiende a ser incómoda. Es más fácil dejar que el hígado gobierne a la razón o creer los cuentos que nos cuenta la TV. Cuando es así, no extraña que las personas pongan en duda la autenticidad de un comunicado difundido por los pandilleros, pues les suena “muy intelectual”. Más allá del hecho concreto de si lo escribiera un miembro de las pandillas o no, seguro que las mentes de los salvadoreños fueron preparadas para negarse a aceptar esa posibilidad. Está claro: los monstruos no leen ni escriben. Y es mucho más cómodo pensar que nuestro antagonista es una bestia y no un ser humano, no vaya a ser que antes fuera “uno de nosotros” (un ex soldado o mi antiguo vecino) o que tengamos vínculos familiares o de negocios, lo cual resultaría terriblemente comprometedor.

Pero, además, si conviertes al otro en monstruo justificas cualquier violencia en su contra. Si bien puede ser aceptable que el último recurso contra quien te ataca sea causarle la muerte (legítima defensa), eso no equivale a que se emprenda una lucha de exterminio contra un sector de la población que dista de ser uniforme. No obstante, si piensas que es tu deber emprender esa cruzada o quizás que podría ser un buen negocio, primero debes despojar al otro de su humanidad. Pero el precio a pagar será seguramente muy alto: tú también deberás convertirte en monstruo.

No me cabe duda que el Padre Antonio Rodríguez sabía esto, por eso no me extraña ni asusta que aceptara el papel de “vocero de la paz” que tanto le ha costado personalmente. Eso explica sus palabras luego de las iracundas reacciones en su contra: “Nuestro país vive un conflicto social del cual los jóvenes son protagonistas como víctimas y victimarios. El camino sólo es el diálogo”. ¿Cómo no recordar en sus palabras a Monseñor Romero, quien pudo haber continuado su vida tranquila de Arzobispo, pero decidió jugársela “incluyendo” a los mareros de esa época: los subversivos, los “delincuentes terroristas”, los comunistas?

En los setenta, poco importaba si pertenecías o no a una organización revolucionaria para que te persiguieran y te cazaran como a un animal. Bastaba que fueras “sospechoso”. De los campesinos organizados, los maestros de ANDES y los estudiantes de AGEUS se decían cosas similares a las que ahora decimos de los pandilleros o incluso peores. Muchos podemos confirmar que “la opinión pública” de la época —igual de manipulada que la de ahora— pedía para ellos no sólo mano dura, sino que los eliminasen a sangre y fuego. Pero eso no impidió al Arzobispo Romero ayudarles a que tuvieran una voz. 

Si el Padre Antonio se hubiese limitado a “cuidar” de los pandilleros, tratándolos como objetos de su caridad, no se habría metido en líos. Su “problema” es que fue capaz de reconocerlos como sujetos, personas conscientes y libres, que pueden hablar, proponer y negociar. Este reconocimiento no supone que se les considere angelitos o inocentes, como piensan algunos despistados. Estos no terminan de ver que el reconocimiento subjetivo implica comprender, pero también responsabilizar (algo que no puedes exigirle a un monstruo). 

Sin importar si lo hace por sus ideales de justicia, su sed de venganza o pura desesperación, quien se sumerge en la lucha contra el poder —si es “legítimo” o “fáctico” no importa para el caso— recibe de éste toda la fuerza y la violencia de que es capaz. A él o a ella, a sus familias, sus amigos, a quien esté cerca, los tratan como a bestias. Así es como tratamos a los pandilleros ahora. No les permitimos hablar porque no estamos dispuestos a aceptar que puedan hacerlo. No necesitamos pruebas de sus crímenes, porque pensamos que ya es un crimen su mera existencia, sus tatuajes, sus señas... Si ese es el camino que elegimos para tratarlos, no vayamos luego a llorar o a poner cara de ofendidos si no se comportan como monjes tibetanos. 

Ideas quiere la guerra, pero más la construcción de la paz, sin duda. En lugar de recurrir a la irracionalidad, mejor actuemos con valor, con coraje auténtico y responsable, y abramos cauces para el diálogo con quien esté dispuesto. Hoy por hoy y a pesar de los riesgos razonables que deberemos correr, ese diálogo es la única esperanza para que juntos alcancemos una existencia verdaderamente humana. Si nos cerramos a esa posibilidad, seremos estúpidos y también suicidas.


(*) Académico y columnista de ContraPunto
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...