Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

martes, 26 de octubre de 2010

El fin de las ballenas?





Queridos amigos y amigas,


Quedan solamente 300 ballenas francas boreales en el mundo, y el 99% de las ballenas azules ya han sido exterminadas. Estos majestuosos gigantes son una de las muchas especies amenazadas. De hecho, un tercio de todas las formas de vida del planeta están al borde de la extinción.

La Naturaleza está siendo devastada por la actividad humana, por los residuos que generamos y por su sobreexplotación. Pero contamos con una plan que podría salvarla: un acuerdo mundial para crear, financiar e garantizar la existencia de áreas protegidas que cubran un 20% de nuestras tierras y océanos para el 2020. Y en estos momentos, 193 países se están reuniendo en Japón para abordar esta crisis.

Quedan apenas 4 días para esta crucial reunión. Analistas epecializados dicen que los políticos están indecisos sobre si adoptar este ambicioso objetivo, pero que una ola mundial de protesta ciudadana podría inclinar la balanza, mostrando a nuestros dirigentes que los ojos del mundo están puestos sobre ellos. Firma esta petición urgente en favor de los objetivos del 20/20, y reenvía este email a todos tus contactos: el mensaje será entregado directamente durante la reunión de Japón.

Irónicamente, 2010 es el Año Internacional de la Biodiversidad. A estas alturas, se esperaba que nuestros gobiernos ya habrían "alcanzado una reducción significativa de la tasa de pérdida de la biodiversidad." Pero han fracasado, sucumbiendo a menudo al poder de los intereses comerciales cada vez que han tenido que elegir entre favorecer los beneficios de unos pocos o la protección de determinadas especies. Nuestros animales, plantas, océanos, bosques, tierras y ríos se están asfixiando bajo las inmensa cargas derivadas de la sobreexplotación y otras presiones.

La humanidad es el principal causante de esta destrucción. Pero aún podemos darle un vuelco: no sería la primera vez que logramos salvar a ciertas especies de la extinción. Las causas de la pérdida de la biodiversidad son numerosas y acabar con ellas va a requerir que abandonemos el recurso a las promesas vacías y vagas en las que nadie se compromete a pagar la factura. En su lugar, necesitamos un plan audaz que contenga mecanismos que aseguren su aplicación y con una financiación acorde. 20/20 es precisamente eso, un plan por el cual los gobiernos se verán obligados a ejecutar programas estrictos para garantizar que el 20% de nuestro planeta está protegido antes del 2020 y el aumento de la financiación disponible a tal fin.

Tiene que ser ahora. En todo el mundo, el panorama cada vez es más sombrío: sólo quedan 3.200 tigres en su hábitat natural; nuestros océanos se están quedando sin peces y estamos perdiendo fuentes únicas de alimentos debido a los enormes monocultivos. La naturaleza es resistente, pero tenemos que darle un respiro y espacios protegidos para que se recupere. Es por eso que esta reunión es fundamental - un momento clave para acelerar un programa de acciones sobre la base de compromisos claros que protejan el capital que nos ofrece la naturaleza.

Si nuestros gobiernos sienten una abrumadora presión pública alentándoles a mostrar coraje político, podremos lograr que se comprometan con el plan 20/20 en esta reunión. Pero para ello, cada uno de nosotros debemos enviar este mensaje y hacerlo resonar durante la convención de Japón. Firma esta petición urgente y reenvíala a todos tus contactos:

Este año, los miembros de Avaaz han desempeñado un papel fundamental en la protección de los elefantes, la defensa de la prohibición de la caza de ballenas, y la creación del área de protección marina más grande del mundo en las Islas Chagos. Nuestra comunidad ha demostrado que se pueden establecer metas ambiciosas y alcanzarlas. Esta campaña es el siguiente paso en la batalla esencial para crear el mundo que la mayoría de nosotros, en cada rincón del mundo queremos: uno donde los recursos naturales y las especies sean valorados y nuestro planeta esté protegido para las generaciones futuras.

http://www.avaaz.org/es/the_end_of_whales/?vl

Con esperanza,

Colombia, el origen de las FARC

Descripción del documental

 

En Colombia se lleva desarrollando una guerra durante cuarenta años entre las guerrillas de las FARC y los diferentes regí­menes del gobierno, y ha ido siendo más o menos opresiva, dependiendo de la época. La situación no ha sido siempre así­, hace casi veinticinco años, las FARC se inclinaron hacia las elecciones y la democracia. Sin embargo, después de varios intercambios de prisioneros, cesaron las comunicaciones y los dos bandos se radicalizaron. En este espacio se narran los relatos de las familias de los rehenes, de los polí­ticos que continúan luchando por una Colombia pací­fica y democrática, y de los militantes encerrados en prisiones de máxima seguridad. Mostramos también archivos, algunos de los cuales pertenecen a las propias FARC o a los paramilitares...



El corrido de Rosendo




Juan Gaudenzi (Desde México. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Tal vez sentado a la diestra de Xochipilli Macuilxochitl, el dios azteca de la música, Rosendo Radilla Pacheco, al compás de su guitarra, este componiendo otro “corrido”, esa tradicional manifestación musical y literaria del pueblo mexicano para difundir y perpetuar acontecimientos de la vida cotidiana.
Su compromiso con las luchas sociales en su estado natal, Guerrero, donde nació el 20 de marzo de 1914, y su vocación por difundirlas en forma de corridos, fueron los “delitos” por los que el Ejercito mexicano lo hizo desaparecer en 1974.

El de hoy no es un corrido amargo y de derrota, sino uno alegre y de triunfo: la victoria de un humilde agricultor sobre el poderoso Estado mexicano.

Después de décadas de resistencia de los poderes públicos, el presidente de la Republica, Felipe Calderón acaba de enviar una iniciativa de ley al Senado para modificar el Código de Justicia Militar, poniendo a salvo de la jurisdicción castrense los delitos de desaparición forzada de personas, la tortura y la violación.

Se trata del cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de diciembre del 2009, a favor precisamente de Rosendo Pacheco y condenatoria del Estado mexicano.

Años de “guerra sucia”. Con la sucesión presidencial de 1970 como telón de fondo, cientos de activistas pasaron a la clandestinidad como paso previo a la formación de pequeñas organizaciones guerrilleras como la Liga Comunista 23 de Setiembre, el Partido de los Pobres, dirigida por el profesor Lucio Cabañas, y la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, comandada por el también profesor Genaro Vásquez Rojas.

Contra esos grupos, sus bases de apoyo, simpatizantes o simples sospechosos se desato una campaña de represión y terror prácticamente sin limitaciones, a cargo del Ejército, los organismos de Seguridad y bandas paramilitares como la “Brigada Blanca”, organizada por la Dirección Federal de Seguridad.

Las detenciones ilegales, las torturas, las desapariciones forzadas y ejecuciones extralegales se convirtieron en moneda corriente.

Rosendo formó parte de la Unidad Agraria de la Sierra Cafetalera de Atoyac de Álvarez; entre junio del 55 y agosto del 56 fue presidente del Consejo de ese municipio; entre 1956 y 1960 fue secretario general del Comité Regional Campesino y en 1965 participo en la fundación de la Liga Agraria del Sur “Emiliano Zapata”.

Pero, al parecer ninguna de esas actividades lo convirtió en un “subversivo peligroso” más que el hecho de propagandizar las luchas agrarias y denunciar los abusos de la contrainsurgencia a través de sus “corridos”.

Al menos ese fue la explicación que le dieron los soldados que lo detuvieron en un reten, el 25 de agosto de 1974, cuando a bordo de un autobús y en compañía de su hijo de 11 años, se trasladaba de Atoyac a Chilpancingo, la capital de Guerrero.

Rosendo les dijo que eso no era ningún delito. “Pos ya te chingaste”, le respondieron, tras acceder a dejar al menor en libertad.

Los últimos que lo vieron con vida en el cuartel militar de Atoyac atestiguaron que tenía los ojos vendados y señales de haber sido torturado, “pero cantaba a todo pulmón”.

Tita Radilla, una de sus hijas, espero hasta el 14 de mayo de 1999 para presentar una denuncia formal por la desaparición de su padre. “Tuvimos que desaparecer de la región”, explicó. “Si lo hubiésemos hecho en esa época nos hubieran detenido”.

De las investigaciones que esa denuncia produjo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) concluyo que “las instancias de gobierno que constitucionalmente tenían la obligación de procurar justicia y resguardar los derechos de los ciudadanos, mostraron su incapacidad y negativa para investigar y sancionar los hechos, así como brindar el auxilio necesario a las personas que se interesaban por establecer el paradero de las victimas de detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas”.

Por recomendación de la CNDH el Ejecutivo instruyo al procurador general de la Republica para que designara un fiscal especial para tales casos.

En el 2002 esta Fiscalía Especial examino 532 expedientes tramitados los CNDH y recibió denuncias entre ese año y el 2006.

El resultado: un “Informe Histórico a la Sociedad Mexicana” en el que se refirió a la existencia, en la época en que fue detenido Rosendo Radilla Pacheco, de un patrón de detenciones, torturas y desapariciones forzadas de personas militantes de la guerrilla o identificados como sus simpatizantes.

En el mismo indico que: “En el lapso de un año –del 22 de noviembre de 1973 al 19 de noviembre de 1974- encontramos en los reportes de la Secretaría de Defensa Nacional, el registro de 207 detenidos por el Ejército reportados como ‘paquetes’. Todas esas detenciones fueron ilegales. Los detenidos fueron interrogados, torturados, y muchos de ellos forzados a ser delatores. No fueron entregados a la autoridad competente. Se les mantuvo en cárceles militares y centros de detención clandestinos, durante periodos muy largos y, muchos de ellos continúan desaparecidos”.

“El objetivo explícito de la tortura a los detenidos era conseguir información. Los métodos no importaban. Debido a que el preso no era nunca puesto a disposición de la autoridad competente, se le podría aplicar todo tipo de tortura, incluyendo, desfiguraciones en el rostro, quemaduras de tercer grado, darles de tomar gasolina, romperles los huesos del cuerpo, cortarles o rebanarles la planta de los pies, darles toques eléctricos en diferentes partes del cuerpo, amarrarlos por los testículos y colgarlos, introducir botellas de vidrio en la vagina de las mujeres y someterlas a vejación, introducir mangueras por el ano para llenarlos de agua y luego golpearlos”.
Sin embargo, desde entonces ningún militar ha sido procesado por tales delitos.
El denominado “fuero militar” ha sido el principal obstáculo para ello.
“Este ha resistido los embates del liberalismo mexicano que fue, desde un principio, antagónico a los fueros de todo tipo, ya que la igualdad ante la ley implicaba para esa ideología política la homogeneidad de tribunales y leyes y repudiaba la existencia de tribunales especiales, según se deriva del propio articulo 13 constitucional”, escribió el magistrado Manuel González Oropeza.
Tal articulo indica que “Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales. Ninguna persona o corporación puede tener fuero, ni gozar mas emolumentos que los que sean compensación de servicios públicos y estén fijados por ley. Subsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra la disciplina militar, pero los tribunales militares en ningún caso y por ningún motivo, podrán extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan al ejercito. Cuando en un delito o falta del orden militar estuviese complicado un paisano conocerá del caso la autoridad civil que corresponda”.
Por su parte, en el caso Rosendo Radilla Pacheco, el Tribunal de la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló que la actuación de la justicia penal militar constituye una violación de los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, ya que no cumple con los estándares del sistema interamericano respecto a casos que involucran violaciones a derechos humanos, principalmente por lo que se refiere al principio de tribunal competente.

“El Tribunal considera pertinente señalar que reiteradamente ha establecido que la jurisdicción penal militar en los Estados democráticos, en tiempos de paz, ha tendido a reducirse e incluso a desaparecer, por lo cual, en caso de que un Estado la conserve, su utilización debe ser mínima, según sea estrictamente necesario, y debe encontrarse inspirada en los principios y garantías que rigen el derecho penal moderno. En un Estado democrático de derecho, la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance restrictivo y excepcional y estar encaminada a la protección de intereses jurídicos especiales, vinculados a las funciones propias de las fuerzas militares. Por ello, el Tribunal ha señalado anteriormente que en el fuero militar sólo se debe juzgar a militares activos por la comisión de delitos o faltas que por su propia naturaleza atenten contra bienes jurídicos propios del orden militar”.
Años de guerra contra el narcotráfico
Queda por ver que impacto tendrá de ahora en más la iniciativa de reforma del Código de Justicia Militar enviado por Calderón al Senado.

Durante su administración, hasta el 25 de agosto de este año, se han presentado ante la CNDH 4,167 quejas por presuntas violaciones cometidas por personal militar. De ellas se han desprendido 62 recomendaciones. Como consecuencia de estas la Justicia Militar ha investigado a 227 uniformados (ningún general, 21 jefes, 37 oficiales y 169 elementos de tropa). De ellos solo proceso a 42 y sentencio únicamente a 7. El resto, 178 militares, solo tienen la calificación de indiciados en los procesos aún en proceso de investigación.

Fin

El deshonor de Estados Unidos





The Independent

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández


Como es lógico, los árabes lo sabían. Lo sabían todo de la tortura masiva, de los promiscuos tiroteos contra civiles, del escandaloso uso del potencial aéreo contra los hogares de las familias, de las actuaciones de los crueles mercenarios británicos y estadounidenses, de los cementerios anegados de víctimas inocentes. Todo Iraq lo sabía. Porque ellos son las víctimas. Sólo nos quedaba fingir que no sabíamos nada. Sólo nosotros, los occidentales, podíamos responder a cada reclamación, a cada denuncia contra los estadounidenses o británicos haciendo que apareciera algún general importante –me viene a la mente el desagradable portavoz del ejército estadounidense Mark Kimmitt y el horrible presidente de la Junta del Alto Estado Mayor Peter Pace- que se ponía a envolvernos con todo tipo de mentiras. Encuentren a un hombre que haya sido torturado y le dirán que eso no es más que mera propaganda terrorista; descubran una casa llena de niños asesinados por un ataque aéreo estadounidense y también dirían que es propaganda terrorista, o “daños colaterales”, o una simple frase: “No tenemos nada que ver con eso”.

Por supuesto que todos nosotros sabíamos que siempre tenían algo que ver con eso. Y el océano de registros militares recién publicado nos lo demuestra una vez más. Al-Yasira ha llegado hasta extremos extraordinarios para localizar a las actuales familias iraquíes con hombres y mujeres asesinados en los controles –he identificado uno de los memorandos porque informé sobre él en 2004, el coche acribillado a balazos, los dos periodistas muertos, hasta el nombre del capitán local estadounidense- y fue el The Independent on Sunday el primero en alertar al mundo sobre las hordas de indisciplinados pistoleros que volaban a Bagdad para proteger a diplomáticos y generales. Esos mercenarios que se abrían paso asesinando a todo el que se pusiera en su camino en las ciudades de Iraq; me insultaron cuando les dije que estaba escribiendo sobre ellos, allá por el año 2003.

Es siempre tentador evitar una historia diciendo “no es nada nuevo”. Los gobiernos utilizan la idea de que un hecho es una “vieja historia” para desalentar el interés periodístico, de la misma forma que nosotros la podemos utilizar para encubrir la pereza periodística. Y es verdad que los periodistas han visto algo de todo eso antes. Fue el Pentágono quien en febrero de 2007 envió la “prueba” de la implicación iraní en la fabricación de bombas en el sur de Iraq a Michael Gordon, del The NewYork Times. La materia prima, que podemos leer ahora, es mucho más dudosa que la versión vendida por el Pentágono. Por todo Iraq había aún material iraní depositado desde la guerra entre Irán-Iraq de 1980-88 y fueron los insurgentes sunníes quienes llevaron a cabo en aquel período la mayoría de los ataques contra los estadounidenses. 

A propósito, los informes que sugieren que Siria permitió que los insurgentes penetraran en su territorio son correctos. He hablado con las familias de los suicidas-bomba palestinos cuyos hijos llegaron a Iraq desde el Líbano por el pueblo libanés de Majdal Aanjar y después a través de la ciudad siria de Aleppo, al norte, para atacar a los estadounidenses.
Pero, escrito todo con el gris estilo militar habitual, aquí está la prueba de la vergüenza de Estados Unidos. Este es un material que los abogados pueden utilizar en los tribunales. Si 66.081 –me encantó ese “81”- es la cifra más alta de civiles muertos de que EEUU dispone, entonces el balance real de muertos civiles es infinitamente mayor ya que esos registros sólo recogen las muertes de civiles de las que los estadounidenses tenían conocimiento. Algunos de ellos fueron llevados a la morgue de Bagdad en mi presencia, y fue el funcionario de alto nivel allí presente quien me dijo que el ministerio iraquí de sanidad había prohibido que los médicos realizaran autopsias a los civiles muertos llevados por las tropas estadounidenses. 

¿Por qué no debieron hacerlas? ¿Porque los iraquíes que trabajaban para los estadounidenses les habían torturado hasta matarlos? ¿Había alguna conexión con los 1.300 informes estadounidenses independientes de torturas practicadas en las comisarías iraquíes?
Los estadounidenses no consiguieron mejores resultados la última vez. En Kuwait, los soldados estadounidenses oyeron que los kuwaitíes estaban torturando a palestinos en las comisarías una vez que liberada la ciudad de las tropas de Saddam Hussein en 1991. Había incluso un miembro de la familia real kuwaití implicado en las torturas. Las fuerzas estadounidenses no intervinieron. Sólo se quejaron ante la familia real. A los soldados se les dice siempre que no intervengan. Después de todo, ¿qué fue lo que le dijeron el teniente Avi Grabovsky, del ejército israelí, cuando informó a su oficial en septiembre de 1982 de que los aliados falangistas de Israel acababan de matar a varias mujeres y niños? “Ya lo sabemos, no es de nuestro agrado, pero no interfieras”, le dijo a Grabovsky el comandante de su batallón. Eso ocurrió durante la masacre en el campo de refugiados de Sabra y Chatila.

La cita viene del informe de la Comisión Kahan creada en Israel en 1983, sólo Dios sabe lo que podríamos llegar a leer si Wikileaks metiera la mano en los archivos militares del ministerio de defensa israelí (o la versión siria, puesto el caso). Desde luego, en aquellos días no sabíamos cómo utilizar un ordenador y menos aún cómo escribir con él. Y esa, desde luego, es una de las lecciones importantes de todo el fenómeno de WikiLeaks.

En la Primera o Segunda Guerra Mundial o en Vietnam, escribías tus informes militares en papel. Podían mecanografiarse por triplicado pero se podías numerar las copias, rastrear cualquier espionaje e impedir las filtraciones. Los documentos del Pentágono están escritos actualmente en papel. Necesitas encontrar un topo para conseguirlos. Pero el papel siempre se puede destruir, mojar, tirar a la basura, triturar todas las copias. Al finalizar la guerra de 1914-18, por ejemplo, un subteniente disparó contra un hombre chino después de que un grupo de trabajadores chinos saqueara un tren militar francés. El chino le había amenazado al soldado con una navaja. Pero durante la década de 1930, se eliminó en tres ocasiones el archivo del soldado y por eso no queda rastro alguno del incidente. Sólo queda un débil fantasma de aquello en un diario de guerra del regimiento que recoge la implicación china en el saqueo de “trenes franceses de aprovisionamiento”. La única razón por la que conozco el asesinato es porque mi padre era el teniente británico y me contó la historia antes de morir. No había WikiLeaks en aquel momento.

Pero sospecho que este tesoro masivo de material de la guerra de Iraq tiene implicaciones graves tanto para los periodistas como para los ejércitos. ¿Cuál es el futuro de los Seymour Hershes y del periodismo de investigación de viejo estilo que The Sunday Times solía practicar? ¿Cuál es el motivo de enviar equipos de reporteros a examinar los crímenes de guerra y encontrar “gargantas profundas” en el ejército, si casi medio millón de documentos secretos militares van a aparecer en una pantalla frente a ti?

Todavía no hemos llegado al fondo de la historia de WikiLeaks, y mucho me temo que hay bastantes más, aparte de unos cuantos soldados, implicados en estas últimas revelaciones. ¿Quién sabe si todo no llega hasta lo más alto? Por ejemplo, Al-Yasira, en sus investigaciones, encontró un extracto de una conferencia de prensa rutinaria ofrecida por el Pentágono en noviembre de 2005. Peter Pace, el aburrido presidente de la Junta del Alto Estado Mayor, informa a los periodistas de cómo los soldados deberían reaccionar ante un cruel trato hacia los prisioneros, señalando orgullosamente que el deber de un soldado estadounidense es intervenir si ve indicios de tortura. Después la cámara se mueve un poco más y enfoca la siniestra figura del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, quien de repente le interrumpe –casi susurrando, ante la consternación de Pace- “No creo que quieras decir que ellos [los soldados estadounidenses] tienen la obligación de detenerla físicamente. Su deber es tan sólo informar”.

Por supuesto que la importancia de esta observación –crípticamente sádica a su manera- no apareció en periódico alguno. Pero el archivo secreto Frago 242 llena de significado aquella conferencia de prensa. Presumiblemente enviada por el General Ricardo Sánchez, esta es la instrucción que traslada a los soldados: “Teniendo en cuenta el informe inicial que confirma que las fuerzas estadounidenses no estaban implicadas en los malos tratos al detenido, no se producirá investigación alguna a menos que venga ordenada desde el Alto Mando”. Abu Ghraib se produjo bajo el observatorio de Sánchez en Iraq. A propósito, fue también Sánchez quien, en una conferencia de prensa, no pudo explicarme por qué sus tropas habían matado a los hijos de Sadam en un tiroteo en Mosul en vez de capturarles.

Parece, por tanto, que el mensaje de Sánchez contaba con el imprimátur de Rumsfeld. Y por eso el General David Petraeus –tan querido por la prensa estadounidense- fue presuntamente responsable del espectacular aumento de los ataques aéreos estadounidenses durante más de dos años; 229 bombardeos en Iraq en 2006, pero 1.447 en 2007. Curiosamente, los ataques aéreos de EEUU en Afganistán han aumentado un 172% desde que Petraeus se hizo cargo del ejército allí. Lo que hace más sorprendente aún que el Pentágono esté ahora rebuznando con que WikiLeaks puede tener sangre en sus manos. El Pentágono ha estado cubierto de sangre desde el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima en 1945, y para una institución que ordenó la ilegal invasión de Iraq en 2003 –según su propio recuento, ¿no eran 66.000 la cifra de muertos civiles de un total de 109.000 registradas?-, ponerse a afirmar que WikiLeaks es culpable de homicidio es ridículo.

La verdad, por supuesto, es que si este inmenso tesoro de informes secretos hubiera demostrado que la cifra de víctimas era mucho menor que el pregonado por la prensa, que los soldados estadounidenses nunca toleraron las torturas de la policía iraquí, que raramente dispararon contra los civiles en los controles y que siempre exigían responsabilidades a los mercenarios asesinos, los generales de EEUU deberían haber entregado esos archivos gratis a los periodistas en los escalones del Pentágono. Están furiosos no porque se haya roto el secretismo o por la sangre que pueda haberse derramado sino porque les han pillado diciendo las mentiras que siempre supimos que decían.

Documentos oficiales estadounidenses detallan una escala extraordinaria de actuaciones malvadas

WikiLeaks publicó el 22 de octubre en su página de Internet alrededor de 391.832 informes del ejército de EEUU documentando actuaciones en Iraq durante el período 2004-2009. Los principales aspectos recogidos son:
  • Torturas, violaciones y asesinato de prisioneros:
    Hay cientos de incidentes de malos tratos y torturas a prisioneros por parte de los servicios de seguridad iraquíes, que incluyeron violaciones y asesinatos. Debido a que estos hechos aparecen detallados en los informes estadounidenses, las autoridades de ese país se enfrentan ahora a acusaciones por no haberlos investigado. Dirigentes y activistas de las Naciones Unidas están exigiendo una investigación oficial.
  • Encubrimiento de muertes de civiles:
    Los dirigentes de la Coalición han dicho siempre que no “recogían cifras de muertos”, pero los documentos revelan que se registraron muchas muertes. El grupo británico de Iraq Body Count dice que, tras una examen preliminar de una muestra de los documentos, hay una cifra estimada de 15.000 civiles muertos más, lo que aumentaría el total a 122.000.
  • Disparos contra hombres que intentan rendirse:
    En febrero de 2007, un helicóptero Apache mató a dos iraquíes sospechosos de haber lanzado morteros cuando intentaban entregarse. Se cita a un asesor militar diciendo: “No pueden rendirse a un avión y siguen siendo objetivos válidos”.
  • Malos tratos y abusos por parte de las firmas privadas de seguridad:
    El Buró del Periodismo de Investigación de Gran Bretaña dice que encontró documentos en los que se detallaban nuevos casos de supuestas matanzas de civiles que implicaban a Blackwater, rebautizada después como Xe Services. A pesar de esto, Xe sigue disfrutando de amplios contratos del gobierno de EEUU en Afganistán.
  • La utilización por Al-Qaida de niños y “minusválidos mentales” para la colocación de bombas:
    Un adolescente con síndrome de Down, que mató a seis personas e hirió a 34 en un ataque suicida en Diyala, representa un ejemplo de la estrategia de Al-Qaida para reclutar a personas con dificultades de aprendizaje. Al parecer, un médico vendió a los insurgentes una lista de pacientes femeninas con dificultades de aprendizaje.
  • Cientos de civiles asesinados en los controles:
    De los 832 muertos recogidos en los controles en Iraq entre 2004 y 2009, el análisis del Buró del Periodismo de Investigación sugiere que 681 eran civiles. Se disparó contra 50 familias, matando a 30 niños. En los incidentes en los controles sólo murieron 120 insurgentes.
  • Influencia iraní:
    Los informes detallan la preocupación de EUU de que agentes iraníes estuvieran entrenando, armando y dirigiendo militantes en Iraq. En uno de los documentos, el ejército de EEUU advierte que cree que un comandante de milicia que estaba detrás de la muerte de soldados estadounidenses y del secuestro de funcionarios iraquíes había sido entrenado por la Guardia Islámica Revolucionaria de Irán.
Fuente: http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/fisk/robert-fisk-the-shaming-of-america-2115111.html

Wikileaks e Iraq: una parte de la historia


Todo esto está muy bien, pero aún hay porquería debajo de la alfombra

Sección:Iraq

 Por Samuel
INSUMISSIA

Los casi cuatro cientos mil archivos que ha filtrado Wikileaks y que la prensa internacional ha tratado en sendos especiales cuentan sólo una parte de la historia: la anotación burocrática de «incidentes» en Iraq por parte del ejército estadounidense durante el período 2004-2009. Los medios que pretenden servirse de estos archivos para establecer «la verdad» definitiva sobre la guerra de Iraq continúan de algún modo empotrados en el ejército ocupante. El fetichismo del documento no debería hacernos olvidar que estos ficheros todavía necesitan un trabajo de análisis y contraste de fuentes (¿qué tal si hablamos con los iraquíes?), algo imprescindible para precisar mejor los hechos y las responsabilidades. Porque los documentos que se han filtrado son los de un invasor. Y viendo la preocupación que existía en el ejército estadounidense por las consecuencias legales de sus actos -que lleva a sus soldados a pedir consejo a un abogado militar justo antes de asesinar a dos iraquíes dispuestos a rendirse- sería bueno mantener un sano escepticismo con la versión que dan de algunos sucesos. ¿Todos los muertos que de lo que denominan «fuerzas antiiraquíes» (insurgentes anti-ocupación) lo eran realmente?.

Es cierto, Wikileaks ha hecho un notable esfuerzo por traducir y la prensa internacional por dar forma a unos ficheros que, tomados de forma aislada, con sus códigos militares y su mecánica exposición, no nos dirían nada. Pero no deja de ser su representación, un trabajo de cocina en el que los medios de comunicación no han podido evitar volcar sus prejuicios y apriorismos, que son los de la fuente originaria, con la que mantienen contra viento y marea una empatía difícil de encontrar con respecto a los propios iraquíes.

Dicen que Estados Unidos miró para otro lado frente a las torturas del ejército y la policía iraquíes de las que tenía conocimiento. Pero no era un simple espectador pasivo. Fue Estados Unidos el que disolvió el ejército de Saddam Hussein, desbaazificó la administración, equipó y entrenó a las nuevas fuerzas iraquíes. Y fueron soldados norteamericanos los que torturaron en Abu Ghraib y en otras prisiones. Con estos elementos en la mano, sólo desde el apoyo ciego a la misión estadounidense en Iraq o desde una actitud acrítica cabe alegar que el ejército norteamericano simplemente ignoró y encubrió las torturas llevadas a cabo por su subcontratista local: el ejército iraquí. 

Claro que el encubrimiento de un crimen constituye una ofensa menor que su autoría dolosa. Pero la evidencia es otra: una política deliberada y una práctica habitual de la tortura alentada desde lo más alto del gobierno estadounidense, es decir, por personajes como Donald Rumsfeld, Richard Cheney y George W. Bush. Es ridículo que Manfred Nowak, relator de la ONU contra la tortura, pida al gobierno de los Estados Unidos -que todavía mantiene decenas de miles de soldados en Iraq- que investigue las torturas que revelan sus propios documentos, los mismos que pretendía mantener ocultos.

Resulta que el ejército sí que contaba los muertos iraquíes. A su manera. Pero las cifras de muertes violentas de iraquíes representan una pequeña muestra del total. La filtración de Wikileaks no incluye el año 2003, que es el año de la invasión. No incluye el asalto genocida a la ciudad de Faluya (2004). En la toma de Samarra de octubre de 2004 no se mencionan los cuerpos de 23 niños y 18 mujeres que acabaron en el hospital general de la ciudad. Tampoco contabilizan las víctimas de los bombardeos aéreos, los muertos que inicialmente se contabilizaron como heridos graves ni los afectados por el uranio empobrecido. Y al contrario que la filtración sobre Afganistán, donde opera una coalición internacional bajo mando de la OTAN, no aparecen datos sobre los crímenes cometidos por las tropas británicas en Basora y por los soldados iraquíes bajo su supervisión, salvo algún caso aislado.

Para The New York Times -que merece un premio a la desfachatez- lo que importa es que los documentos «dejan claro que la mayoría de los civiles fueron asesinados por otros iraquíes», como si el ocupante no tuviera nada que ver. Como en los años ochenta del pasado siglo, cuando el prestigioso diario decía que los centroamericanos se mataban entre ellos en Nicaragua o en El Salvador o morían por culpa del «terrorismo». Los artefactos explosivos improvisados (IED) empleados por la resistencia iraquí a menudo provocan numerosas víctimas civiles.

Los grupos takfiristas vinculados a Al Qaeda también han cometido atentados especialmente cruentos. Pero la guerra civil iraquí consistió sobre todo en enfrentamientos entre las milicias de los partidos sectarios chiíes aupados al poder por Estados Unidos y fuertemente influenciados por Irán, países con los que siempre han mantenido un doble juego, y en matanzas con las que pretendían erradicar la base social de grupos considerados hostiles -como los suníes- y toda posibilidad de una insurgencia de alcance «nacional». Para completar este macabro cuadro haría falta otra filtración: la que atañe a los asesinatos cometidos por la CIA, organización cuyas siglas no se mencionan en los archivos del Pentágono.

Los cientos de miles de ficheros funcionan como auténticos atestados policiales. Si alguien quería encontrar una prueba de la difuminación entre las funciones militares y de policía -colonial, en este caso- ahí lo tienen. Los hechos violentos que anotan y clasifican corresponden a una rutina administrativa, no tanto la de una guerra como la de una ocupación. Así se gobierna una población que resiste.

Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

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Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...