Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

lunes, 11 de julio de 2011

¿Quién mató a Facundo Cabral?


(...) sicarios... bala perdida, se escucha de los más cínicos. Víctima de un “Estado fallido” vociferan... Pero quién en verdad mató a Cabral, fueron los mismos a los que él cantó su crítica social.
por José Antonio Gutiérrez D. | Para Kaos en la Red | 
Parece increíble. Mataron a Facundo Cabral. Al trovador de prosa libre y libertaria, al cantautor que sobrevivió una infancia de penurias, la cárcel, los interminables días de la dictadura. Un sobreviviente. Lo mataron así no más, a sangre fría, 16 tiros. Unos sicarios que no valen lo que valía un moco de Cabral. Con clarividencia, en una entrevista dada en México en Septiembre del año pasado, dijo sobre el sicariato: “Pendejos siempre hubo. Y existe el secuestro y el narcotráfico porque hay pendejos que no tienen cojones para vivir la vida y prefieren asesinar". Lo asesinaron cobardemente, en una calle de Ciudad de Guatemala llamada, paradójicamente, Liberación. Varios presidentes (entre ellos el ultraderechista colombiano Juan Manuel Santos) salieron a expresar sus condolencias. Cosa curiosa, pues Cabral nunca se llevó muy bien con los presidentes. Con ninguno. En esa misma entrevista dijo “Soy un anarquista, que es algo peor que un comunista. Por eso, nunca he votado, jamás me he involucrado en la política, porque divide y yo me alejo de lo que divide. Nadie, ningún político va a venir a cambiar la realidad nuestra".

Y sin embargo, con su guitarra, esa “máquina para matar fascistas” como diría el trovador norteamericano Woody Guthrie, hizo política la mejor parte de su vida. Política buena, la sacude la indiferencia, la que despierta conciencias, la que nos hace darnos cuenta que no estamos solos en el mundo, la que rima con solidaridad, la que nos llama a ponernos de pie y enfrentar al poderoso. Ese era Cabral, el niño analfabeto de la calle, que hizo escuela en la cárcel, que no conoció padre… ese corazón prodigioso que en lugar de endurecerse como el mármol con las dificultades de la vida, se enterneció y adquirió esa comprensión de las insondables profundidades del ser humano que caracterizó su obra.

¿Quién mató a Cabral? Esa es la pregunta que todos se hacen. Fueron los sicarios, dicen unos. El narco, dicen otros. Una bala perdida, se escucha de los más cínicos. Una nueva víctima de Guatemala, un “Estado fallido” vociferan los periódicos argentinos. Pero quién en verdad mató a Cabral, fueron los mismos a los que él cantó sus prosas de crítica social.

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que mutilaron y asesinaron al trovador chileno Víctor Jara y han convertido al cantante-guerrillero colombiano Julián Conrado en un detenido desaparecido.

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que asesinan sindicalistas en Guatemala, país que ocupa, después de Colombia, el segundo lugar del mundo en el récord de sindicalistas asesinados. 16 sindicalistas fueron asesinados el 2009. 10 en el 2010. Y este año ya van por lo menos 5. 

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que asesinaron salvajemente a unas 600 mujeres solamente el 2010.

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que asesinan a cientos de campesinos mayas todos los años para despojarlos de sus tierras. Los mismos que desplazan a miles más para dar paso a la minería y los agronegocios. 

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que, luego de graduarse de la Escuela de las Américas, asesinaron a más de 250.000 guatemaltecos, desaparecieron a más de 500.000, torturaron y vejaron a millones durante la guerra civil, desde finales de la década de 1950 hasta 1996. Y siguen matando…

¿Quién mató a Cabral? Los mismos que, teniendo los medios para acabar con la miseria, condenan a decenas de miles de guatemaltecos a la más brutal y sáduca de las muertes: a la muerte por hambre, a la muerte por carencias de todo tipo.

Acá no hay un misterio por resolver. Los que asesinaron a Cabral fueron los ricos, los poderosos, la oligarquía, los capitalistas, los imperialistas, de todos los pelajes, que han construido un “Estado fallido” a su gusto en Guatemala, y lo han hecho con la generosa contribución de Washington, sin ningún contrapeso desde la rendición de la insurgencia en 1996 (tome nota Colombia de lo que les espera si el conflicto se resuelve con una rendición según los términos del “presidente”). Son ellos, los poderosos, los que alimentan a las bandas de sicarios como ayer alimentaron a los escuadrones de la muerte. Esas bandas actúan con la total impunidad que les otorga el ejército y la policía, debidamente entrenados y adoctrinados por los EEUU en la era de la barbarie contrainsurgente. 

Las notas de prensa arrojan una cortina de humo sobre Guatemala, como si la violencia se redujera a una mera cuestión de narcos y mafias. “El primer narcoestado de América Latina” según la Nación de Argentina… olvidándose, claro de que ese dudoso honor lo ostenta Colombia desde comienzos de los ’90. “Un país gobernado por los Zetas”, dicen otros diarios, olvidándose que el control oligárquico en Guatemala es férreo, y que en realidad el territorio completo es gobernado por empresas trasnacionales que hacen y deshacen con las comunidades. ¿Con quién está aliado el narco? ¿Quién mantiene a los sicarios? ¿A quiénes matan las balas de la mafia? ¿Qué intereses se benefician y amasan riquezas con esta violencia?

Cuando se comiencen a hacer estas preguntas seriamente, tal vez logren encontrar la respuesta a la pregunta que todos hoy nos hacemos: ¿Quién mató a Cabral?

Para nosotros tú no estás muerto Facundo, hombre de canto fecundo. Para nosotros tú vives en los que luchan, en los que piensan con su propia cabeza, en los que desafían lo mismo a dictadores que a prejuicios milenarios. Junto a tantos otros trovadores de canto libre, como Víctor Jara, como tantos otros cuyo canto es una cadena sin comienzo ni final, donde en cada eslabón se encuentra el canto de los demás. 

Creen que te mataron, pero sencillamente te han elevado a la eternidad. Un artista, cuando no canta por cantar, nunca muere Facundo, nunca…

José Antonio Gutiérrez D.
10 de Julio, 2011

Música: La canción latinoamericana de protesta de los años 70



ARGENPRESS CULTURAL

La canción de protesta social, posteriormente llamada “Nueva Canción latinoamericana”, tuvo su máxima expresión en los años sesenta y setenta, y continúa desarrollándose hasta hoy. Es un género de creación poética y musical que apareció conectado con los movimientos de izquierda simultáneos y posteriores a la revolución cubana de 1959, con claros objetivos ideológicos y dentro del optimismo por el triunfo que Fidel Castro y el Che Guevara habían obtenido en Cuba. Se buscaba crear conciencia, especialmente en la clase media y obrera, de la necesidad de un cambio radical de las estructuras socioeconómicas, presentando temas relacionados con la represión militar o la desigualdad social. 

También buscó fomentar un sentido de unidad latinoamericana en torno al objetivo común de “despertar” y movilizarse políticamente en contra de la élite y de los intereses de las corporaciones multinacionales, en particular las norteamericanas. La mayoría de estas canciones han sido escritas por intelectuales y artistas de clase media, muchos de ellos universitarios. El género se desplegó principalmente en el Cono Sur, pero ha sido cultivado en toda Suramérica, Nicaragua, El Salvador y también, aunque con menor intensidad, en el resto de Centroamérica, Puerto Rico y México

El venezolano Alí Primera es un ejemplo clásico del cantautor de protesta, opuesto a la comercialización, creador e investigador de tradiciones musicales de su tierra, y también, como miembro del Partido Comunista de su país, interesado en un programa político de izquierda, razón por la cual sus discos fueron censurados en varios países. Soledad Bravo es otra representante de la Nueva Canción venezolana que ha tenido considerable difusión internacional.

La Nueva Canción chilena ha tenido un desarrollo extraordinario, con obras de gran belleza poética y figuras altamente representativas, tales como Inti-Illimani, Quilapayún, Violeta Parra y Víctor Jara. Todos estos artistas contribuyeron de manera importante en el proceso de elección del candidato socialista Salvador Allende en 1970, así como en el desarrollo de sus programas de gobierno. Cuando una junta militar tomó el poder en 1973, muchos de ellos fueron asesinados, y otros se exiliaron en Europa. Los que sobrevivieron, han regresado a su país durante los años 1990. Nuevos grupos y solistas chilenos siguen cultivando con gran éxito y creatividad este género musical, con particular énfasis en la instrumentación indígena andina.

En Argentina, la Nueva Canción tiene una presencia considerable, con cantautores tan reconocidos como Horacio Guaraní, Facundo Cabral, Alberto Cortez y Atahualpa Yupanqui. Originaria de Tucumán, en la zona norte de Argentina donde predomina la población mestiza y de ascendencia indígena, la cantante Mercedes Sosa –“la negra” –, es una embajadora de la Nueva Canción latinoamericana, que ha llevado los temas más populares a todas partes del continente americano y europeo. Su bella voz es reconocida por cualquier latinoamericano, joven o viejo.

La “Nueva Trova” es la versión cubana de la Nueva Canción latinoamericana. Aparece a mediados de los años sesenta, como expresión de la alegría y el orgullo con que las generaciones jóvenes percibían los cambios revolucionarios en Cuba, de las nuevas relaciones socioculturales que se estaban formando, y de solidaridad con las luchas por la justicia social en otros países latinoamericanos. Se estableció como movimiento a partir de un concierto de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola en La Habana, en 1965. Su creación estética se presenta como continuación de la tradición de la trova o canción popular –hija de los trovadores medievales–, que ha existido desde los tiempos coloniales. Silvio Rodríguez define al trovador como “un poeta con guitarra”. En efecto, muchas de las obras de la Nueva Trova pueden interpretarse sencillamente con una guitarra, y su letra contiene a menudo imágenes sugerentes, un lenguaje complejo, y temas universales. La experimentación musical también ha sido fecunda, incorporando grandes orquestas e instrumentación contemporánea. Otros trovadores que han alcanzado fama internacional son Sara González, Vicente Feliú y Amauri Pérez.




Asesinato de Facundo Cabral. Violencia en Guatemala: Que se calle el cantor

Juan Francisco Coloane (especial para ARGENPRESS.info)



Argentina es quizás la nación latinoamericana más fecunda en generar autores e intérpretes de música popular que abordan la crónica social con poesía y profundidad sin ser distantes o aburridos. En las composiciones se desprende por lo general un dejo de reflexión sobre la vida que oscila entre el encantamiento de estar vivos y la ironía aguda por esa condición del ser humano de provenir del mar y del aire y tener que estar tan anclado en la tierra. Las letras de tango y de muchas zambas y chacareras y en las baladas modernas está presente esa forma de interpretar la vida.


El cancionero de Facundo Cabral expresaba justamente eso y formaba parte de la cultura de una nación que ha producido encantamiento artístico a raudales. Su cantar pertenece a una ilustre y larga lista de próceres de la verdadera libertad.

El cable señalaba duramente que “De ocho a 10 disparos de fusiles de asalto recibió Cabral en cabeza y tórax”. Rigoberta Manchú la Premio Nobel declaraba que se trataba de un “crimen político, también dirigido a afectar las relaciones entre Nicaragua y Guatemala, un sabotaje a la democracia en Guatemala”.

Antes de la Trova Cubana, antes de la generación de autores e intérpretes de lo que se llamó tal vez equivocadamente “canción protesta”, ( un concepto importado de Norteamérica vía Disc Jockeys), estaban, Chango Rodríguez, Atahualpa Yupanqui, Cuchi Leguizamón, Horacio Guarany, Horacio Ferrer, Manuel Castilla, Armando Tejada Gómez, Eduardo Falú, Jaime Dávalos, Hamlet Lima Quintana, César Isella, José Larralde por citar los de fácil ubicación en el recuerdo.

Ellos representaban “la nueva canción popular”, como una forma de construir y reforzar una identidad artística local en medio de la globalización de entonces, y en ese grupo Facundo Cabral quizás haya sido el menos clasificable en el arquetipo del cantante llamado de protesta.

Si hay algo que caracteriza distintivamente al pueblo argentino es el sentido de ave libre, soñadora y creadora. Una tierra que ha abrazado al inmigrante por estar abierta al Atlántico como pocas en la región. El famoso lápiz patentado como BIC, es el Birome, como se le llama en Argentina por llevar el apellido de los autores del invento. Los hermanos BIRO, dos húngaros que emigraron a la Argentina y que desarrollaron el proyecto después de una invitación que les hiciera el entonces presidente argentino Agustín Pedro Justo para refugiarse en Argentina al ser perseguidos por los nazis.

Facundo Cabral era un fiel representante de ese ambiente y era un iconoclasta, hasta para las posiciones extremas del espectro político. Nunca quiso que lo encasillaran excepto en eso de ser libre. Tampoco reconocía ser anarquista. Su canción "No Soy De Aquí, Ni Soy De Allá" lo retrata, y lo catapulta a la fama en 1970. Era un integrado constructivista y por sobre todo un luchador de la justicia social y la paz. En reconocimiento a su trayectoria abogando por la paz la UNESCO lo nombró en 1996 “Mensajero Mundial de la Paz".

En Guatemala y América Central la violencia despiadada no descansa y habrá que preguntar una vez más el por qué. Esto obliga a indagar exhaustivamente como lo ha solicitado Rigoberta Manchú, el móvil de este crimen y sus ramificaciones. Por las informaciones, ya comienzan a detectarse obstáculos para conocer más los hechos.

Viene a la memoria la tragedia del 27 de julio de 2004, cuando uno de los guardias de la embajada chilena en San José de Costa Rica emprende una balacera asesinando a tres chilenos. Rocío Sariego secretaria cultural, el cónsul Cristián Yussef y el primer secretario Roberto Nieto, terminan fulminados después de un secuestro que demoró más de medio día. De inmediato se montó un cerco a la información y el suceso como hecho político y criminal comenzó a desdibujarse a partir de la decisión del gobierno costarricense de no continuar con la investigación. El gobierno chileno tampoco la exigió, y hasta hoy Jorge Sariego, el padre de Rocío, continúa solicitando a las autoridades del gobierno chileno que encause una reapertura de las investigaciones. La nota que escribí para un diario electrónico en el momento para denunciar el cerco a la información fue censurada.

Algo sucede en el submundo que se construye entre la autoridad pública y la delincuencia a secas, que se hace inasible al espectador común o al que se convierte en víctima.

Da mucha rabia que se calle al cantor de esta manera. No es creíble que el plan de los asesinos intelectuales haya sido matar al supuesto blanco (el Señor Fariña) en medio de personajes como Facundo Cabral entre otros que iban en el coche, que no están ligados a las cuentas pendientes en Guatemala o Centro América. Cuando se es un buen asesino y de reputación, y eso no es de novelas sino que se observa hasta en la más elemental de las criminalidades, se escoge el momento y el espacio para la mayor eficacia.

Lo que ha sucedido con Facundo Cabral es un indicador fiel del estado de situación de la violencia estructural que tiene no solo Guatemala, sino que la región adyacente, y que no es más que el deterioro de sociedades que han estado sometidas al terrorismo extranjero por una parte y al terrorismo interno de una elite que explota sin pausas.

Ya sabemos, y con esto no se trata de estigmatizar ni a una nación ni a un pueblo. Por esas tierras donde ha habido violencia extrema prolongada en la arena política – y donde se escapan pocos países en la región de América Latina- hay que andar con mucho cuidado porque hasta un cantante por la Paz como Facundo puede morir asesinado en la desesperación del que no trepida para cumplir un objetivo a toda costa. Es el espíritu de cómo viven las elites del poder en esta etapa de decadencia y descomposición de la matriz ética de la sociedad política, la que vemos operar sin restricciones. Si no se puede negociar, entonces hay que asesinar.

FC conocía la vida como pocos porque dejó de ser adolescente a muy temprana edad cuando arbitrariamente lo internaron en un reformatorio. En una ironía fatídica, lo asesinan el día de la Independencia de Argentina camino a Nicaragua para seguir catando por la paz.

“Si se calla el cantor calla la vida
porque la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor muere de espanto
la esperanza, la luz y la alegría.

Si se calla el cantor se quedan solos
los humildes gorriones de los diarios.
Los obreros del puerto se persignan,
quien habrá de luchar por sus salarios.”

(De Horacio Guarany. “Si se calla el cantor”)

La agonía del presidencialismo en El salvador















Arturo Méndez Azahar.El Decreto 743 no es otra cosa más que el arma histórica que está aniquilando definitivamente el sistema presidencialista en El Salvador.

Lo que sucede es que, más o menos, hace unos 30 años, fue sembrada la semilla de los verdaderos cambios estructurales en El Salvador. Y, en este momento comienzan los frutos de todo ello. Y, por supuesto que, nuestra sociedad salvadoreña se conmueve; y, con mucho dolor, comienza a dar origen a una nueva República sin presidencialismo.

De alguna manera siempre se tuvo el temor de que nunca se podría disfrutar lo que se sembró en 1980: la muerte al sistema presidencialista. Proceso social que tardó un poco, como consecuencia de la forma como terminó la guerra, tolerando que la mediocridad política y la mediocridad jurídica, apoyada fielmente en una burocracia servil, reinara en nuestro país la corrupción y la impunidad, bajo un “régimen de libertades” como estructura jurídica paralela a la Constitución de 1983.

Las nuevas generaciones no deben desesperarse pues deben de saber y entender que, más tarde que nunca, todo cambia. Y, en política, que es donde se originan los verdaderos cambios, los que perduran, los que son eternos, ¡Siempre  tardan un poquito más!

Es que lo más fácil es pegarle un tiro entre ceja y ceja a todo aquel que se atreva a disentir. Pero nadie debe olvidar que con la vara que midiereis seréis medidos y que el que a hierro mata a hierro muere. Es que los cambios que produjo la guerra del 80-90 más sus Acuerdos de Paz, fueron construidos con arena y  sobre arena. Y, lo más grave: con y sobre arena movediza que ahora se está tragando toda su propia podredumbre.

Es que las nuevas generaciones deben entender que el político, como sujeto de cambios, debe adelantarse a su pueblo de tres a cinco años; implementarlos en los próximos cinco a diez años; y, consolidarlos en los próximos diez a veinte años. ¡Solo así se construye sobre piedra!

Es que las nuevas generaciones deben de saber que, en 1980; cuando la guerra que duró 12 años y se alimentó con la sangre de 80,000 salvadoreños; cuando los ricos huían despavoridos para Estados Unidos a disfrutar de la riqueza de todos los salvadoreños y a los militares se les mandaba a la montaña a matarse entre hermanos, todo era una confusión pues parecía que el fin del mundo había llegado a El Salvador.

En ese contexto, y desde la clandestinidad intelectual, los ideólogos democráticos del país comenzaron a sembrar los cambios que terminaría con la verdadera causa de todos nuestros males, que no era otra cosa más que el sistema presidencialista. ¡Claro que la cosa no era fácil! pues el enfrentamiento entre capitalista y comunistas procedían a eliminar, intelectual y físicamente, todo pensamiento sobre derechos humanos, propiedad privada, libertad de empresa, justicia social y libre mercado siempre que respondiera única y exclusivamente a la satisfacción del interés social, pero por sobre todo ello producto de la democracia popular.

Identificado el sistema presidencialista como el objetivo a destruir se diseñó la estrategia para implementarlo. Conocida la vocación democrática de los Estados Unidos que en ese momento histórico de nuestro país, había tomado la decisión de imponernos cambios estructurales más represión masiva para arrebatarle banderas al comunismo internacional, no fue nada fácil pero tampoco imposible convencerlos de que había que aprovechar el momento histórico de modernizar nuestro Estado de Derecho con una nueva Constitución de la República que habiendo nacido en el contexto de la guerra, ahora es necesario que se termine la tarea de suprimirle las imperfecciones que quedaron como consecuencia de la guerra misma a que nos llevaban.

Así, la Constitución de 1983 fue diseñada sobre dos pilares fundamentales: en la parte dogmática el fortalecimiento de los derechos humanos: en la dimensión tanto de persona natural,  como familiar, social, económica y política. Y en la parte orgánica la destrucción del sistema presidencialista a partir de fortalecer al Órgano Legislativo y al Órgano Judicial. Por supuesto que esto implicó un cambio al resto de Órganos Constitucionales.

Aquellos ideólogos de la democracia fueron lo suficientemente inteligentes en comprender que inmersos como se estaba en la crisis del bipolarismo mundial (capitalistas contra comunistas) la guerra era inevitable; que toda vía civilizada de subsistencia  podía pagar muy caro el meterse como cuña en el proyecto bélico de los Estados Unidos (represión masiva más cambios estructurales).
Por lo tanto, habría sido un suicidio si al proyecto se le hubiera denominado “destrucción del sistema presidencialista”. Por lo que en círculos muy reducidos se le denominaba “debilitamiento del sistema presidencialista”. Y, para las elecciones a la Asamblea Constituyente de 1982, como  oferta electoral, en la respectiva “Plataforma” se denominó distractoramente “DIGINIFICACION DEL ORGANO LEGISLATIVO y DEL ORGANO JUDICIAL”. Y, Estados Unidos más el PODER REAL de aquella época, así pudieron asimilarlo.

Otro día se escribirá lo relativo al Órgano Ejecutivo más lo del Órgano Legislativo y el resto de Órganos Constitucionales diferente a los fundamentales. 

Es que en este momento interesa la dura prueba a que ha sido sometido el Órgano Judicial con el Decreto 743. La conmoción social ha sido producto de ese fallido esfuerzo del Órgano Legislativo queriendo someter al Órgano Judicial. ¡Ahora sí! ………… podemos afirmar que comienzan a alejarse aquellos tiempos en los que los Magistrados se ponían en “dos patitas” al chasquido del latigazo antes del Presidente de la República y recientemente del Órgano Legislativo. Para tener la capacidad de rechazar este tipo de agresión es que, en la Constitución de 1983, se “dignificó” al Órgano Judicial invistiéndolo del poder político y jurídico suficiente a partir de una estructura muy especial. ¡Y todavía hay que, junto a todos los Órganos Constitucionales,  fortalecerlos más! Pero lo que sí es innegable es que los otros dos Órganos Constitucionales están claudicando ante el Órgano Judicial. Y, los otros Órganos Constitucionales mejor que ni se asomen porque también pueden tener lo suyo.

¡Así es el Estado de Derecho!   ¡Que viva la democracia popular!

¡Claro! Especial relación merece traer a cuenta de que las instituciones (tanto privadas como públicas) tienen el prestigio, la capacidad, la honradez pero especialmente la valentía que solo pueden darle las personas naturales que las integran. Es que ya es innegable que ha bastado que cuatro Abogados honestos, humildes, capaces y por sobre todo sin más compromisos que con sus propias conciencias le hayan dado el tiro de gracia al “sistema presidencialista”. Por supuesto que el estertor de la fiera herida (presidencialismo) se dejó sentir, y reaccionó compulsivamente aprobando el Decreto 743 tratando de amarrarlos y posteriormente con los intentos ahora si fallidos de quitarlos o cambiarlos de sus cargos. Ya los calificativos de “rebeldes”, o las imputaciones que han cometido desacato, etc. Si bien es cierto son ofensivos los Magistrados han tenido la sabiduría de saber tolerarlos y seguir adelante en su misión.

Las nuevas generaciones deben saber que en la Constitución de 1983 se determinó un Órgano Judicial fuerte. Muy fuerte. Capaz de soportar y responder a las agresiones antidemocráticas de que han sido víctimas. Esa fortaleza se les instituyó a partir de lo siguiente: 1) La ESTABILIDAD EN SUS CARGOS de Jueces y Magistrados. Para que no tuvieran que andarle llorando ni a Presidente ni Diputado alguno la conservación de los mismos. 2) Un PRESUPUESTO elaborado a partir de sus propias necesidades para que no tuvieran que andarle mendigando al Ministerio de Hacienda  los recursos para administrar justicia. 3) Una Sala de lo Constitucional prácticamente blindada, con elección de segundo grado en lo legislativo y con quórum especial,  con designación específica para esa Sala y con determinación especial de su Presidente que también debería ser Presidente de la Corte Suprema de Justicia y también Presidente de todo el Órgano Judicial.   Y 4) La titularidad de la INICIATIVA DE LEY en todos los proyectos legislativos relativos al Órgano Judicial.

Esto quedó así porque el proyecto original era un TRIBUNAL CONSTITUCIONAL AUTÓNOMO ajeno a la Corte Suprema de Justicia. Guatemala si lo logró y para los salvadoreños quedó como una aspiración. Pero el PODER REAL de aquel entonces a esto si le tuvo recelo, temor, desconfianza  y quería que se mantuviera la SALA DE AMPAROS de antaño. Y, para evitar que sus sospechas se profundizaran, se tuvo que negociar, se tuvo que transar aceptándose que quedara dentro de la Corte Suprema de Justicia pero con todas las características anotadas anteriormente. Así mismo se tuvo que claudicar en suprimir la facultad que la máxima autoridad jurisdiccional tenía de calificar previamente la constitucionalidad de los Proyectos de Ley. El pretexto fue que la Sala estaría impedida de instruir y decidir los Procesos de Inconstitucionalidad promovidos por los ciudadanos.

Así las cosas, la realidad confirma que, en política, los verdaderos cambios se consolidan por lo menos veinte o más años después. En nuestro caso, después que pase todo esto y la calma se imponga debemos entender que está llegando el momento en que deben crearse las condiciones para que al ejercicio de los cargos públicos deba llegar la excelencia a sustituir la mediocridad que quizás más que la guerra nos ha hecho tanto daño. Cuatro Magistrados en el Órgano Judicial han sido suficientes. La posibilidad de las candidaturas a Diputado fuera de los Partidos Políticos será un buen ejercicio.

Las elecciones del 2012 pueden ser el inicio de la nueva República ya sin presidencialismo alguno. Y en cuanto a la Constitución de 1983 – con todas sus bondades y sus defectos – merece ser revisada cuando no sustituida. Si bien es cierto que tiene el privilegio de que fue redactada y escrita del puño y letra de salvadoreños para salvadoreños, políticos ideólogos criollos que quisieron lo mejor para nuestro país que inmediatamente lo primero que hicieron fue rechazar toda presencia de tecnócratas, asesores, ya fueran nacionales y peor extranjeros, pagados o gratuitos para su redacción, desgraciadamente tiene el componente de la realidad bélica en que nació; y en muchas cosas es necesario perfeccionarla. Por ello mejor termino con las palabras del gran jurista: Maestro de Maestros, el Dr. Reynaldo Galindo Pohl, que en su discurso de inauguración de la Asamblea Nacional Constituyente para la Constitución de 1950, refiriéndose a la Constitución de 1886, entre otras cosas, dijo: “”””Hay mucho que destruir; pero hay que destruir lo que ya no tiene savia para la vida. Y hay que ayudar a lo que nace, a lo que está en gestación. Digamos el responso a lo que se va, con respeto, con el sentido de una nación que la forman los que dejaron la vida ofrendándonos la permanencia objetiva de su pensamiento, y los que hoy se afanan en construir. Se requiere firmeza para enterrar aquello que es objeto de cariño pero que ha terminado su misión histórica””””.

Adiós al PRESIDENCIALISMO. Comencemos a decirle adiós a la Constitución de 1983.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...