Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

martes, 31 de enero de 2012

(VIDEO) Vea "Dossier" con Walter Martínez (30.01.12)

Autor:

Los sucesos internacionales y noticias de resonancia mundial en "pleno desarrollo" analizados por el periodista y corresponsal de guerra, Walter Martínez, a través de la señal del canal de todos los venezolanos, Venezolana de televisión.

“Dossier”, único en su estilo en la televisión venezolana, es una herramienta necesaria, que brinda información de actualidad, en un lenguaje directo y de fácil comprensión.



"Si no lees y no reflexionas, correrás el gran riesgo de ser diputado" D...

El necio

Julia Evelyn Martínez (*)   

Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.
Silvio Rodríguez
 
 
SAN JOSÉ VILLANUEVA - Aquiles Montoya vivió como murió: intolerante con los pendejos, los malos y los mediocres;   amado y odiado;   sin ceder en nada en su lucha contra el  capitalismo,  y sobre todo,   sin perder la esperanza  de que es posible y necesario construir en este mundo una sociedad alternativa y mejor a esta.
 
Este año se cumplirían  30 años de mi primer encuentro con Aquiles Montoya y del inicio de la intensa y apasionada vida que compartiríamos juntos, primero como su alumna, después como su ayudante de cátedra y de investigación y luego como su amante, su amada, su compañera intelectual y la madre de tres de sus cinco hijos e hijas.
 
Estuvimos juntos  en las buenas, en las malas, y en las peores. Tuve el privilegio de acompañarlo en sus momentos de éxtasis y en sus momentos de frustración y de agonía, de escuchar sus confidencias y de opinar sobre las ideas inéditas de sus principales ensayos y trabajos teóricos (subsunción indirecta del trabajo en el capital, la sobre explotación, la economía solidaria)  pero sobre todo, tuve el privilegio de compartir con Aquiles los grandes momentos que hacen que la vida valga la pena de vivirla. Estuve a su lado  cuando nuestro primer hijo, José Ernesto,  ante nuestros atónitos ojos  aprendió a montar en bicicleta sin la ayuda de nadie. Cuando Héctor, nuestro segundo hijo,  se convirtió en el indiscutible campeón de ajedrez de la liga familiar de la Casa Montoya, después de derrotar a Aquiles en tres sucesivas e  impecables partidas. O cuando hace  apenas dos meses con nuestras mejores galas, escoltamos  a nuestra preciosa hija Isabel a recoger su diploma de bachiller  del Externado y nos vimos en el aprieto de participar en un acto protocolario que nos era tan extraño y ajeno.
 
No es la intención de este escrito escribir la reseña completa del legado teórico y humano de Aquiles Montoya, eso lo dejaré para cuando mi ánimo no esté tan atribulado y la razón se imponga al sentimiento,  pero si me gustaría compartir en esta oportunidad, tres momentos especiales de las últimas 24 horas de su vida
 
El jueves 26 por la tarde  me pidió que le leyera la  página de Opinión Estudiantil del COLATINO en donde dos de sus jóvenes estudiantes,  habían publicados sendos artículos con denuncias criticas y puntuales sobre el enfoque y la ética institucional de la UCA.
 
Como algunos/as  sabrán,  Aquiles fue notificado el pasado mes de diciembre por las autoridades de la UCA, que después de 30 años de dedicación completa e integral a esta casa de estudios, sus servicios ya no serían requeridos más, debido a su edad (68 años),  para dar oportunidad a  profesionales más jóvenes. Se le dio la opción de re contratarlo a medio tiempo por servicios profesionales  a partir de de marzo de 2012, lo que significó que quedo desempleado a partir de esa fecha. Esta noticia  sumió a Aquiles en una profunda melancolía, de la cual no pudo recuperarse, y de la que salía esporádicamente cuando publicaba sus columnas en CONTRAPUNTO, y sobre todo, cuando debatía (y a veces peleaba) con los detractores o críticos del marxismo y/o de la economía solidaria.
 
Después de leer los mencionados artículos de Opinión Estudiantil, Aquiles se rió a carcajadas,  y me pidió que le recordara que tenía que llamar a estos estudiantes  para felicitarles por su excelente y valiente postura: “Con chavos así, hay  esperanzas en este país de mierda”, me dijo en su proverbial e irreverente lenguaje. No tuvo tiempo ya de  hacer esa llamada.
 
Ese mismo día por la noche, en mitad del insomnio que desde hace un mes le consumía el cuerpo y el espíritu, me informó que dejaba en la carpeta de documentos de su computadora dos cartas abiertas, una para el rector de la UCA y  la otra para sus compañeros/as del departamento de economía. Me pidió que de pasarle algo,  las entregara a sus destinatarios, sin censurarlas no editarlas, como era a veces mi costumbre frente a sus polémicos trabajos.  He cumplido con la entrega de ambas misivas.
 
Extraigo de la carta abierta al rector de la UCA, el siguiente pasaje: “Cuando uno se aproxima al ocaso de su vida y se te margina de tus actividades laborales, no por incapaz, sino por viejo. Me hago las siguientes reflexiones. Primero, si es realmente porque los viejos necesitamos bajarnos del tren para que puedan viajar los jóvenes, o es porque en la sociedad algo falla. Porque la labor de los de mayor edad es capacitar a los de menor edad. El viejo, o el de la tercera edad, ha tenido tiempo para capacitarse, formarse e informarse, y ese saber acumulado debió haberlo transmitido a las nuevas generaciones. Si no lo hizo caben, al menos, dos posibilidades: la primera sería que fue egoísta con su saber y no lo quiso compartir. La segunda sería, que aún proponiéndoselo, no fue capaz de hacerlo, lo cual ameritaría cierta comprensión que nos induciría a exculparlo” y en su despedida le dice; “…. debo de manifestarle, que los treinta años que he trabajado en la UCA, son los años más felices de mi vida y volvería, de ser ello posible, a repetir la experiencia”. En la segunda carta, se lee un consejo que en mi opinión debería ser tomado en cuenta para todo/as los que quieren hacer de la docencia una carrera: “Ojalá que se formen, que se cultiven y tengan lo honestidad intelectual que yo tuve. Dar clases no es vomitar las ideas de otros es preciso digerirlas y a partir de allí desarrollar nuestro propio pensamiento”.
 
Unas horas más tarde aproximadamente  a medianoche,  tomo la decisión de enviar una nueva colaboración a CONTRAPUNTO,  titulada “La necesidad de mantener la mente abierta”, en donde invita a los jóvenes de edad y de mente, a leer a los autores anarquistas, para mejorar la capacidad de analizar el sistema capitalista y la capacidad de soñar y construir la economía solidaria. No es un artículo para dogmaticos, ni tampoco para personas que han perdido la capacidad de ser jóvenes, en la introducción se lee: “Estoy viejo en edad, pero mi mente sigue joven y abierta a las nuevas y a las viejas ideas, por tal razón es que en esta ocasión deseo compartir con los jóvenes y los viejos, de mente joven, algunas ideas de los anarquistas. No para que se hagan anarquistas –aunque esa es una decisión muy personal- sino para que se percaten, si es que no lo han hecho, de que así como el ¨Mundo es ancho y ajeno¨ en términos de propiedad, también el mundo de las ideas es ancho y ajeno, en términos de conocimiento” y finaliza con una despedida: “Adiós muchachos, los quiero mucho, pero por favor cultívense!
 
A las 4 de la mañana del viernes 27 de enero, mientras veíamos y comentábamos  el noticiero de Telesur, Aquiles se levantó del sofá y  me dijo que estaba muy cansado y que necesitaba dormir. Me pareció una buena noticia después de una semana de mutuo desvelo,  ya que podía ser un síntoma de que estaba mejorando, y que la necesidad de dormir había finalmente derrotado a su insomnio. Siete horas después y en medio del desgarrador aullido de sus perros, me di cuenta que había muerto mientras dormía, y que finalmente  había logrado el descanso que tanto buscó durante toda su atormentada e intensa vida. El acta de defunción dice “murió de un paro cardíaco respiratorio”  pero yo no lo creo, yo creo simplemente que se murió de tristeza.
 
Aquiles murió como vivió, como dice la canción de “El Necio” de Silvio Rodríguez: Descanse en paz y que su ejemplo nos ayude a no ser mediocres, malos ni pendejos.
 
Nota aclaratoria: esta es una versión editada de las palabras pronunciadas por la autora durante el funeral de Aquiles Montoya el 29 de enero de 2012.


(*) Académica y columnista de ContraPunto

sábado, 28 de enero de 2012

El presidente Funes y los caminos electorales del 2012


Roberto Pineda

El 11 de marzo de este año marcara una parteaguas en la historia política de El Salvador. Serán las primeras elecciones en el marco del primer gobierno de izquierda. La gente dará en las urnas  su aprobación o rechazo al proyecto impulsado por la amplia coalición encabezada por el presidente Funes y el FMLN, que derrotó a ARENA en marzo de 2009.  Y a diferencia de otras elecciones, no se percibe con claridad un seguro ganador. A continuación se presentan algunas valoraciones sobre el actual momento político.

La seguridad es la llave que abre la cerradura del apoyo popular

Para la inmensa mayoría del pueblo salvadoreño el desenlace de las próximas elecciones municipales y legislativas esta vinculado a la solución del agudo problema de la seguridad pública. Es claro que el alto costo de la vida y el desempleo golpean a las mayorías populares, pero lo principal es la delincuencia.

Y parece ser que el presidente Funes se ha lanzado a una cruzada desesperada -pero decisiva e inevitable- para lograr disminuir o por lo menos controlar los escandalosos índices delincuenciales. Es en este marco que entra en escena el general Munguía Payes, como caballero medieval dispuesto con su espada a vencer a los dragones del crimen organizado.

Es obvio que si el presidente Funes logra resolver aunque sea medianamente el problema de la delincuencia o modificar la percepción de este en la población, se habrá colocado en una ventajosa posición para determinar y quizás decidir sobre el futuro político de las fuerzas que competirán en las elecciones del 2014. Será un valioso as bajo la manga. Pero la tarea no esta fácil. Y nada garantiza que podrá lograrse.
Funes se gradúa de estadista en El Mozote

Desde su llegada al gobierno mas no al poder, el presidente Funes ha caminado por la cuerda floja de los compromisos y las vacilaciones. Por lo general, ha bailado un conocido bolero que consiste en un paso para adelante y dos pasos para atrás. Y el rasgo principal de su gobierno ha sido la subordinación a Washington. La realidad política engendró un gobierno de izquierda subordinado a Washington.

Pero este 16 de enero sorprendió a la nación. Lo más probable es que este discurso del XX Aniversario de los Acuerdos de Paz, en el que pidió perdón por esta masacre y ordenó en su carácter de Comandante General de la Fuerza Armada, que sus autores ya no sigan apareciendo como héroes, además de reconocer que es necesario eliminar la Ley de Amnistía, perdure a través del tiempo como un ejemplo de fortaleza moral y convicción democrática y humanista. El presidente Funes se graduó como estadista en las aulas populares de El Mozote. Y esto merece el reconocimiento.
Un FMLN golpeado, pero seguro de su fuerza

El FMLN, no obstante su indiscutible fuerza política y popular, esta siendo desalojado violentamente al interior del GOES de territorios conquistados en marzo de 2009. Y son golpes fuertes que debe asimilar con una sonrisa en el rostro, para evitar que la derecha oligárquica los aproveche.

La perdida de posiciones estratégicas en el área de seguridad representa un significativo revés para su estrategia de ir acumulando fuerza institucional. En un corto periodo ha perdido su presencia en Gobernación, Seguridad, OIE y PNC. Y el proceso puede continuar indefinidamente, e incluso afectar otras áreas, como son las del gabinete social. Nada esta escrito.

Únicamente un crecimiento significativo en su fuerza electoral permitirá establecer un nuevo balance político, que le permita al FMLN recuperar presencia. Y esto no esta asegurado. Todo parece indicar que la proyección se orienta hacia el mantenimiento de lo que se tiene.
ARENA se repone de derrota histórica

Por su parte, ARENA ha logrado recuperarse de su derrota histórica del 2009 y amenaza con incrementar su presencia legislativa, la cual fue seriamente erosionada a partir de la fractura sufrida en diciembre de 2009 con el surgimiento de GANA. Lo más seguro es que recuperen su peso promedio, entre 20 y 25 diputados. Y con esto tienen para agriarle la vida al presidente Funes.

ANEP a la expectativa

ANEP logró mediante costosas campañas publicitarias evitar que la Administración Funes implementara una reforma tributaria seria. Lograron sortear el año pasado con excusas y ahora esperan ansiosos que la correlación legislativa les sea favorable, y así poder seguir evadiendo su responsabilidad fiscal como lo han hecho a lo largo de la historia.
Por otra parte, parece ser que la cúpula de la ANEP la ha bajado volumen a su campaña antigubernamental, dado el desgaste experimentado, que por poco le cuesta la cabeza a su beligerante presidente.
Regresan los militares

El nombramiento por parte del presidente Funes de dos generales para conducir instituciones claves del combate a la delincuencia – Ministerio de Seguridad y PNC- ha generado la preocupación en amplios sectores democráticos, sobre una orientación o retroceso a un pasado –sesenta años- caracterizado por el predominio de  los militares, así como por una involución de compromisos derivados de los Acuerdos de Paz de 1992.
Lo que se encuentra en el centro del debate es el perfil de sociedad que queremos y que papel deben de jugar en esta el sector militar. Parece ser que el consenso generalizado en el espectro político es que los militares deben estar subordinados al gobierno civil. Y esto es un logro importante. Manifiesta un cambio en nuestra cultura política. Y son minorías las que se oponen a esta visión, como es el caso folklórico de Ochoa Pérez, de la Cruzada Paz y Trabajo.  

Y si bien el rol de los militares en nuestra sociedad y su papel en la democracia es un debate necesario, asimismo existen otros sectores que deben ser incorporados a esta discusión. En especial el papel que juega Estados Unidos como beneficiario directo de estos cambios en el área de la seguridad y por otra parte, el papel de la gran empresa privada, que saca altos beneficios de la actual situación pero se niega a invertir en el país.
El militarismo no es el problema de actualidad. El capitalismo si lo es.
Banco colombiano Davivienda comprara HSBC El Salvador

La oligarquía financiera colombiana parece estar muy interesada en apoderarse de los bancos centroamericanos, ya que se esta desarrollando un acelerado proceso para que el banco Davivienda compre las filiales del HSBC en Costa Rica, Honduras y nuestro país.

Efraín Forero Fonseca, presidente del Banco Davivienda, informo sobre estas acciones orientadas a fortalecer la presencia colombiana en la región. El monto del acuerdo asciende a 800 millones dólares.
Con esta acción, el capital financiero colombiano pasa a ser el mayoritario en el país, en relación con el capital canadiense (Scotiabank) y estadounidense (Citi), ya que suman este tercer banco a los que ya controlan por medio del Banco de Bogotá, el Banco de América Central- Credomatic, y por medio de Bancolombia el Banco Agrícola de El Salvador.
Estados Unidos pierde a  su embajadora estrella

No obstante las febriles acciones de cabildeo, que incluyeron exhibir públicamente al expresidente Cristiani por las oficinas de los más connotados congresistas ultraderechistas en la ciudad de Washington, la suerte estaba echada y al final pudo más la denuncia realizada por Regina de Cardenal contra la puertorriqueña María del Carmen Aponte, embajadora “de lujo” del presidente Obama durante quince meses en El Salvador. No logró los votos en el Senado para ser confirmada.
La ultraderecha local, aprovechó la publicación de un artículo de la diplomática Aponte sobre la diversidad sexual, para lanzar todo su odio homofóbico y cerrar filas con la derecha estadounidense para sepultar la carrera diplomática de la simpática y muy hábil boricua, que había logrado en poco tiempo abrirse espacios en los diversos sectores sociales y políticos del país.

La perdida debe registrarla la Administración Obama que se ve privada de una operadora diplomática de primer nivel, que había logrado la visita del presidente Obama, en marzo pasado, el financiamiento para el centro de escuchas telefónicas, la firma del Asocio para el Crecimiento, y la designación de El Salvador para un segundo compacto de los Fondos del Milenio. El actual ministro consejero Sean Murphi asumirá el cargo provisionalmente.
Este segundo compacto de Fondos del Fomilenio viene a darle un espaldarazo al presidente Funes y a garantizarle recursos para modernizar el litoral salvadoreño.

Las elecciones salvadoreñas de noviembre

Las elecciones estadounidenses de noviembre de este año constituyen referencia obligada para la elaboración del diseño político local. Parece ser que la candidatura Republicana la corresponderá a Mitt Romney, candidato que según fuentes periodísticas de EE. UU. logró su fortuna a través de negocios realizados con sectores de la oligarquía salvadoreña, radicados en Miami durante los años de la guerra civil, por medio de su empresa financiera Bain Capital.  
Por otra parte, el presidente Obama desde el partido Demócrata hace esfuerzos por garantizar su reelección, enfatizando la necesidad de fortalecer la economía y limitar la presencia militar imperial alrededor del globo.  
Una victoria de los republicanos –cualquiera que sea su candidato- afectará a la Administración y al presidente Funes; vendrá a favorecer las pretensiones de ARENA de lograr la restauración oligárquica y continuar los cambios a favor de sus intereses que fueron iniciados en 1989 y que comprendieron amplias privatizaciones y actos de corrupción.
Por otra parte, una victoria de Obama le permitirá a la amplia alianza que derrotó a ARENA, que incluye principalmente al FMLN, consolidar sus posiciones y repararse para la gran batalla del 2014 en la que la derecha salvadoreña va pretender recuperar el gobierno central.

El movimiento social y popular sigue paralizado

Durante enero de 2011 se desarrollaron amplios movimientos laborales en demanda de reivindicaciones salariales. Durante enero de este año el movimiento más significativo o llamativo fue el de los excombatientes que se tomaron Catedral Metropolitana para exigir reivindicaciones sociales.
Continúa el letargo en el movimiento social, provocado tanto por los Acuerdos de Paz de 1992 como por la Victoria Popular de marzo de 2009. Ambos acontecimientos sumieron al movimiento social y popular en una modorra histórica, los desactivaron, lo desmovilizaron. Y se pasó de la exigencia  a la suplica, de la lucha al cabildeo. Y continuamos empantanados en esta realidad, fundamentalmente porque no existe en la izquierda la voluntad política de combinar la lucha social con la lucha electoral.
Perspectivas electorales
Al estar en el gobierno, se asumen tanto los logros como las falencias. No se puede seguir culpando a ARENA de nuestras debilidades. Y la gente sin duda alguna, va a estar agradecidas por los uniformes, los útiles escolares, los zapatos, los créditos, las semillas, etc. pero a la vez la gente, sin duda alguna, va estar molesta por el clima de inseguridad, el desempleo y el alto costo de la vida.
Del balance entre estos dos aspectos es que surge la visión sobre el actual gobierno. La derecha tratara naturalmente de sobredimensionar los aspectos negativos, mientras que nosotros trataremos de embellecer el panorama, aunque este sea sombrío en muchas áreas.  
Y existen diversas capas poblacionales que procesan de manera diferente la acción gubernamental. Los sectores más pobres, son los que más reciben beneficios pero a la vez los más plegables a la propaganda de la derecha, incluyendo sectores rurales y de la tercera edad.  Los sectores populares, entienden más el proceso pero pueden confundirse y los sectores medios, ven sus niveles de vida afectados.

Los sectores más atrasados políticamente anhelan la restauración oligárquica, mientras que los sectores más avanzados están en una actitud de expectativa. Y no de lucha, y esto es sintomático de una estratégica que privilegia la lucha parlamentaria sobre la lucha popular.

Parece ser que nos acercamos a un enfrentamiento cerrado, en el que habrá que defender cada centímetro de nuestros avances y posiciones. Y esto es preocupante ya que señala que no tuvimos capacidad para “enterrar a ARENA” porque después de dos años y medio en el gobierno central, deberíamos de esta muy por encima de la derecha en  las preferencias populares. Y no lo estamos. Y no es cuestión de encuestas, es cuestión de realidades.

Si ARENA ha logrado recuperarse después de marzo de 2009 es debido a nuestras debilidades, entre las que sobresalen las siguientes: la gente no comprende la disputa entre el FMLN y “su presidente Funes”; falta de relación con los sectores organizados, no se perciben cambios del modelo neoliberal; se mantiene la dependencia frente a Washington, entre otros elementos.

La tendencia principal es a una lucha cerrada entre FMLN y ARENA que  volverá a repetir la situación legislativa surgida en marzo de 2009, con ligeras variantes. Lo mismo a nivel municipal. Esto afectara a la Administración Funes ya que le dificultara concluir su periodo. Este es el escenario más probable. Es un escenario de equilibrio, en el que los cambios son extremadamente graduales, casi imperceptibles.

Un segundo escenario de crecimiento de la presencia legislativa de FMLN y sobrevivencia de GANA como fuerza de apoyo es lo que más beneficiaría tanto al presidente Funes como al FMLN, pero no es lo más seguro.
Y un tercer escenario de predominio de la derecha encabezada por ARENA, si esta logra pasarle la factura en las urnas al FMLN por la actual crisis de seguridad y económica existente. Tampoco es seguro.
Pronto sabremos cual de estos escenarios es el predominante

Roberto Pineda
San Salvador, 27 de enero de 2012

viernes, 20 de enero de 2012

Dagoberto Gutiérrez “La exclusión política fue un factor determinante”

 DEM

Es imprescindible señalar la relación dialéctica que existe entre la guerra y la negociación.

Entre los factores que contribuyeron a arribar a la solución política del conflicto, identifico al menos los siguientes: Primero, la lógica del capital, que no entiende más política que su negocio y si en función de su negocio, de su inversión y de su ganancia, parte del capital salvadoreño concluyó que terminar la guerra en el país era una cosa necesaria, había llegado ese momento para hacerlo. Segundo, la realidad mostrada en el campo de batalla, los acontecimientos de 1989, la exitosa ofensiva militar que desatamos en noviembre de ese año, demostró que no era viable una solución militar. Tercero, la presión de Washington, porque a ellos se les habían caído sus castillos teóricos en el sentido que la guerra nuestra era un escenario del “conflicto entre el bien y el mal”, y no era rentable continuar con este conflicto. Había que terminar esta guerra de baja intensidad para pasar a montar en el país una democracia de baja intensidad y ensayar una forma nueva de resolver esta guerra.

Ycuarto, los cambios en toda la correlación de fuerzas internacionales. Me refiero específicamente al derrumbe del sistema del socialismo real, a los cambios y a las crisis de la Unión Soviética y Europa Oriental, que tienen una trascendencia bastante permanente y cuyos efectos duran hasta nuestros días y sin duda durarán muchos más años.

Llegó el momento de resolver la guerra y quien estaba en el Gobierno era Alfredo Cristiani. Es imprescindible señalar la relación dialéctica que existe entre la guerra y la negociación; en esa relación, la guerra es la madre de la negociación y esta segunda es un resultado inevitable que a su vez terminó con la guerra. Ésta, a mi juicio, es una verdad inmensa tomando en cuenta que en nuestro país y en nuestra sociedad no hay ni ha habido nunca, ninguna tendencia, corriente o pensamiento político orientado a resolver los conflictos por la vía de la negociación; jamás ha sido así, al menos que yo sepa.

Por eso es que los acuerdos de Chapultepec constituyen una cosa rara en nuestra historia, y solo se explica a la luz de los 12 años de guerra que proporcionaron la fuerza militar y la fuerza política para sentar en la misma mesa de negociación a los insurgentes, a los jefes militares y al partido de gobierno de ese momento, que representaba a la derecha política y solo en cierto modo a la derecha social.



Persuadir militares

Ahora bien, resolver políticamente el conflicto implicaba en nuestro país más de una cosa: persuadir a los militares de que había que resolver políticamente el conflicto, habida cuenta que la guerra era para una parte del capital y para la misma Fuerza Armada un importante negocio.

Estados Unidos destinaba a este conflicto millones y millones de dólares y esos recursos no se veían en el frente de batalla; por eso es que nosotros, que no teníamos ese torrente de recursos, íbamos ganando en el terreno militar frente al adversario que sí tenía ese torrente de recursos, para quien el fin de la guerra significaba la conclusión de sus ingresos extraordinarios.

Es igualmente importante incorporar esa reflexión porque cuando el mundo cambiaba y dejaba de ser un mundo bipolar y tendía a convertirse en un mundo unipolar y pluricentrista, el poder de Washington era representado por su puño y para Centroamérica era un puño muy fuerte, grueso, armado, pero además muy cercano; pareciera ser que no era el momento oportuno para que la región se aglutinara ante Washington, pero sí era el momento oportuno y lo sigue siendo para que la región se aglutine ante la región misma; por cierto esto es una cosa que sigue siendo necesaria y cuando uno mira, oye o lee esfuerzos de integración, siempre conviene reflexionar en quién integra a quién, porque los países centroamericanos sí debemos de establecer principios de relación satisfactorios, políticos y económicos.

Ahora bien, siempre en el caso nuestro, el factor decisivo para terminar la guerra de manera negociada, lo constituyeron el ejército guerrillero y el ejército gubernamental y las fuerzas de derecha, sociales y políticas. Justamente en el momento de la guerra los partidos políticos eran fuerzas que expresaban una crisis muy común; si por algo estalla la guerra en nuestro país fue precisamente por el fenómeno de exclusión política, y el rasgo más sonoro del fin de la guerra y de la negociación tiene que ver precisamente con el hecho que finaliza la exclusión política.

Ahora bien, durante la guerra los partidos políticos prácticamente desaparecieron y el conflicto se entabla, al menos de manera directa, entre la Fuerza Armada y el Ejército Guerrillero; y ningún partido se atrevió durante la guerra a plantear de manera franca e independiente de la oligarquía y de la Fuerza Armada la vía negociada.

A mí me parece que buena parte de los partidos políticos pensaban que el conflicto había de resolverse por la vía militar. Así las cosas, difícilmente los partidos políticos podían jugar un papel activo en la solución política del conflicto solo al final se mira, y por cierto a insistencia del FMLN es que los partidos empiezan a moverse ya cuando en el mundo habían una serie de señales inequívocas de que el conflicto podía y debía resolverse políticamente y cuando Washington al fin se da cuenta de que no era rentable seguir sosteniendo esta guerra ni a los ejércitos; en ese momento, los partidos abren su cabeza a la negociación. Durante la concertación de los acuerdos, los partidos políticos no jugaron el papel que pudieron haber jugado.

Cuando pensamos y hablamos de partidos políticos nos estamos refiriendo a los partidos políticos del sistema, que funcionan en base a las reglas del sistema y al servicio del sistema, eso es lo que está establecido en la Constitución. Veamos a la Democracia Cristiana por ejemplo. Durante la guerra fue el fundamento del gobierno demócrata cristiano con una política contrainsurgente y su pensamiento estaba al servicio de una solución militar a la crisis; éste era además el pensamiento de la Fuerza Armada, y porque además, en virtud de la base de la relación del gobierno con Washington, difícilmente un partido político iba a pensar de manera diferente y estar metido dentro de la contrainsurgencia, eso era imposible; de modo que en ese momento resulta muy improbable hablar de partidos políticos moviéndose independientemente de la fuerza del conflicto militar y la posición que los partidos adoptaban tenían que ver con el conflicto militar y no de otro modo.

¿Qué partido político en esas condiciones iba a hacer un planteamiento de ese tipo?, ninguno y por eso no lo hicieron, eso lo entiendo yo perfectamente. Una vez abierto el camino de la negociación y una vez registrado también los cambios en el mundo y hasta cierto punto legitimado el esfuerzo por resolver políticamente el conflicto, los partidos políticos efectivamente pasan a jugar un papel más activo; yo siempre tuve en cuenta esa reunión de Oaxtepec, tengo bien presente esas reuniones que se hicieron en Caracas donde acordamos precisamente la agenda de negociación; ahí llegaron los partidos políticos, entiendo que todos, ahí había un proceso en pleno desarrollo.

El papel y el aporte de los partidos políticos en esa etapa fue de estímulo a la negociación; eran receptores de un generalizado sentimiento en la sociedad salvadoreña para buscarle a la guerra una solución negociada, y el partido político que no recogiera eso y que no lo trabajara estaba de espalda a lo que ocurría en la sociedad; los partidos supieron ponerse de cara al viento.

El factor decisivo sin embargo siguieron siendo las fuerzas beligerantes, pero los partidos funcionaron como una polea de transmisión con lo que la gente estaba pensando. Para el FMLN fue oxigenante entablar esta relación con las fuerzas políticas, por cierto que fue una relación armoniosa que preparó, pienso que positivamente, el camino para el proceso de ejecución de esos acuerdos que empiezan con la aprobación de reformas constitucionales que tenían que pasar por la Asamblea Legislativa; que era una etapa y un momento muy delicado porque yo no recuerdo otro momento en donde se haya negociado reformas a la Constitución como lo hicimos en esta ocasión; pero eso tenía que pasar por la Asamblea Legislativa para ser aprobado y en verdad los partidos ahí representados podían decidir cualquier cosa, incluso rechazar, y ahí no había ningún problema constitucional, legal en absoluto, lo podían hacer perfectamente.

jueves, 19 de enero de 2012

El Salvador 1932: Cantata de Luz y Lucha

Producto de la colaboración entre el poeta tecleño Heriberto Montano y el compositor Luis Herodier, se llevó a cabo, a  finales de los años 70s, la Cantata de Luz y Lucha o Cantata sobre 30 mil cadáveres. En esa época, tanto el poeta como  el músico eran estudiantes en la Unión Soviética, uno en historia, el otro en música.

Para la elaboración del texto llevaron a cabo una investigación documental con las fuentes a su alcance, que en esos años y a esa distancia no eran muchas, sin embargo los autores habían tenido la oportunidad de conversar en varias ocasiones con Miguel Mármol, sobreviviente de la masacre, quien con su extraordinaria memoria era capaz de alumbrar la oscuridad debida a la falta de información.

En corto tiempo el poeta había escrito un texto, que fue revisado entre ambos y perfeccionado hasta que quedaron conformes. Posteriormente y haciendo gala de mucha disciplina, Luis Herodier se dispuso a elaborar la música. Debido a que el compositor estudiaba en la escuela de música del Conservatorio Tchaikovsky, pudo contar con la ayuda de latinoamericanos de diferentes paises que contribuyeron a enriquecer la orquestación de la obra, que incluye violines, cello, flautas, guitara, percusión y voces.

A los pocos meses de la llegada de Luis Herodier a la escuela de música, se dedicó a formar un grupo de música al estilo del grupo que había formado en El Salvador y que había logrado reconocimiento público por su calidad musical y los textos de las canciones, este grupo llevaba el nombre de Mahucutah, nombre tomado de la mitología maya-quiche, expresada en el Popol-Vuh, donde Mahucutah aparece como el último de los cuatro intentos por crear el hombre nuevo. Mahucutah era el hombre recién creado por los dioses, tanto que aún no había sido cepillado ni pulido.

En Moscú se creó un grupo musical bajo el nombre de Mahucutah que cantaba canciones salvadoreñas, latinoamericanas y composiciones propias.
Este grupo formado por: Alberto Celarié, Karen Granadino, Luis Herodier y Alvaro Manzano, de Ecuador,  se dedicó a ensayar la obra, la cantata es una obra compleja que incluye recitados con mucha fuerza dramática, puentes instrumentales y las canciones que han sido muy bien elaboradas, tanto poética como musicalmente.

Esta obra fue grabada en los estudios de Radio Moscú, en 1980 y posteriormente prensada en un disco de acetato de 33 RPM, en  la República Democrática Alemana.
El contenido del disco se puede escuchar al hacer clic sobre cada enlace.

1. Introduccion musical








20 Años de desacuerdos II


Dagoberto Gutiérrez.  

En la guerra civil salvadoreña aparece el diálogo desde 1982, y el gobierno de Estados Unidos designa a Philip Habib, su negociador estrella de los Acuerdos de Camp David, que amarró a Egipto a la política israelita, como su representante en las conversaciones con la guerrilla. Posteriormente designa al señor Richard Stone. Este diálogo tenía como propósito lograr la rendición de la naciente guerrilla para que se pudiera negociar.

Conviene saber que toda negociación supone diálogo, pero no todo diálogo es negociación. Esta aparece cuando se adoptan acuerdos, para empezar, el de una agenda de negociación, y se entra al juego de los acuerdos y desacuerdos, y al avance del cumplimiento de esa agenda. A esto entramos solamente después de la ofensiva militar de 1989, cuando estaban dadas las condiciones nacionales y, sobre todo, internacionales.

Los acuerdos políticos de Chapultepec no fueron acuerdos de paz, sino una serie de puntos necesarios para terminar con la guerra y otros puntos para establecer aparatos políticos vinculados con el fin de la guerra. El nombre de acuerdos de paz apareció en determinado momento sin que esto exprese la esencia de los mismos, a menos que se entienda por paz la simple ausencia de guerra.

El fin de la guerra no supuso el fin del conflicto porque éste no fue negociado. Recordemos que lo que llamamos conflicto resulta ser parte de la realidad, aunque no siempre este se convierte en guerra, a menos que se acumulen y produzcan antagonismos insuperables. Estos acuerdos políticos produjeron el fin de la guerra pero no el abordaje del conflicto social, económico y político que generó precisamente la guerra.

Pero hay algo más grave, porque llegados a este punto, se decide renunciar a la post guerra y se produce un caso que no funciona así en la historia, y una guerra sangrienta e inclemente que ha durado 20 años, pasa de inmediato a algo que se llamó paz, sin construir nada que pudiera restañar, restaurar, reparar, reconstruir, todo el tejido social, humano, psicológico, mental y material de los seres humanos involucrados directa o indirectamente. La paz, entonces, aparece como un listón de papel de china que pasa a funcionar como un adormecimiento de la combatividad del pueblo y aparece como una especie de conquista de la guerra, que era necesario cuidar y preservar, no protestando, no reclamando, porque, en caso contrario, podía regresar la guerra. Este diseño tenía un claro contenido electoral para los partidos de derecha y para el nuevo partido FMLN, que había sucedido al FMLN guerrillero, que había muerto incluso antes de que se firmaran los acuerdos.

La sola palabra guerra desaparece del lenguaje político y la palabra paz pasa a ser la red más conveniente para la captura de votos. En realidad se están sentando las bases para que la guerra civil, que terminó como negociación, se convirtiera durante 20 años en la actual guerra social que estremece a la sociedad.

El factor internacional resultó ser el decisivo para la negociación porque fue la decisión de Washington, luego del derrumbe de la Unión Soviética y la brillante ofensiva militar del FMLN en noviembre de 1989, el factor que determina el viraje, y es necesario destacar que ni la Fuerza Armada, ni las oligarquías, entendían y mucho menos respaldaban una política de negociación. Fue la Casa Blanca la que determinó abrir las mesas, en contra de la voluntad de estos sectores.

Internamente, una vez terminada la guerra, El Salvador se convierte en un laboratorio neoliberal, el más completo, total y abarcante. Por eso, durante 20 años se desmantela el Estado, se impone el reinado del mercado, se convierte al ser humano en consumidor, se aniquila la agricultura, se renuncia a la soberanía alimentaria, se convierte a la naturaleza en simple mercancía, se abre y se entrega la economía a las empresas transnacionales, se convierte la emigración en política de Estado y sostén de la economía, y así, 20 años después de los acuerdos, El Salvador se encuentra en el momento mas oscuro de su historia, siendo el país más vulnerable del mundo, el más atrasado y débil de Centroamérica, el más pobre y empobrecido, y con una democracia que solo comprende a las elecciones, pero no a la economía, ni a la política, ni a la vida de las personas. Puestas las cosas así, se puede afirmar que la situación actual resulta ser una consecuencia inevitable de toda aquella política que se diseño al fin de la guerra.

La guerra, sin embargo, produjo 2 consecuencias políticas de importancia histórica que no aparecen en los acuerdos ni podían aparecer en los acuerdos, y estos son: el fin de la dictadura militar de derecha, montada desde 1932, y el fin del papel de la Fuerza Armada como clase gobernante. Estos dos aspectos, son los de mayor profundidad e impacto en el régimen político, pero que sin embargo, no logran conmover el autoritarismo del poder político, ni la forma de hacer política de los sectores dominantes, que siguen, hasta el día de hoy, siendo autoritarios, aunque perdiendo el control de la economía del país que aparece en manos de empresas transnacionales extranjeras.

El MDP ante los Acuerdos de Paz


Hace  veinte años la guerra civil terminó  política y militarmente, por primera vez la oligarquía y su poder político se vieron ante la necesidad de negociar; el heroísmo de los combatientes del  FMLN, la sangre sagrada de los mártires y la lucha de todos los hombres y mujeres del pueblo hicieron posible que la guerra de veinte años  terminara con una serie de acuerdos sobre el régimen político.En realidad estos acuerdos terminaron con la guerra pero no abordaron el conflicto dentro del cual ésta guerra se gesto.

La guerra civil fue parte de un solo hilo histórico que da inicio con el levantamiento de Anastasio Aquino en 1832, pasa por el levantamiento de 1932 y culmina con la guerra civil de veinte años. El pueblo debe saber que toda negociación es posible siempre y cuando se construye la correlación de fuerzas que la  hace inevitable y además cuando existen los interlocutores y, desde luego, cuando no aparece la derrota de ninguna de las partes. Estamos diciendo que la negociación sigue siendo un acto de fuerza y que hace veinte años se dieron en nuestro país las condiciones históricas, internas y externas, que hicieron inevitable los acuerdos políticos alcanzados.

La ofensiva militar de noviembre de 1989, más el derrumbe de la Unión Soviética y la decisión del gobierno de los Estados Unidos de terminar con la guerra civil fueron el escenario adecuado para que la negociación se abriera paso. Los acuerdos tuvieron que ver con diversos aspectos del régimen político pero sin amenazar a este y así, la disolución de los cuerpos de seguridad, la reforma al sistema electoral, el cese al juego, la creación de la policía nacional civil, la reducción y depuración de la fuerza armada, el plan de trasferencia de tierras, resultan ser medidas democratizadoras que se inscriben perfectamente bien en el marco del juego de la democracia establecida en el país.

Hay que hacer notar que estos acuerdos no abordaron la solución del conflicto que generó la guerra aunque pusieron fin a esa guerra y abrieron un nuevo momento histórico para la sociedad. Se inicia una transición a partir del fin de la dictadura militar de derecha establecida en 1932 y de la finalización del papel de la fuerza armada como clase gobernante, esta resultan ser dos conquistas estratégicas lograda por la guerra popular a aunque la transición no significó una democratización de la sociedad sino el marco adecuado para  hacer de El Salvador una espécie de laboratorio político para levantar un modelo neoliberal en donde todo es mercancía con todo tiene precio, todo se compra y se vende y todo ser humano es consumidor.

A veinte años de estos acuerdos, aquella guerra civil se convierte en la actual guerra social y el país sufre la mayor crisis económica social y política que jamás hayamos visto, cuando el pueblo es más pobre que nunca y en mayor número; igualmente nos encontramos ante la mayor crisis del régimen político, cuando sus instrumentos los partidos políticos, sufren el mayor descrédito y falta de prestigio de la historia, el surgimiento del movimiento por la democracia participativa expresa, precisamente la decisión de la parte organizada del pueblo de hacer política de manera independiente y fuera del control de las coyundas partidarias.

Nuestro país, en estos veinte años, ha llegado a ser el mas vulnerable del mundo, ha perdido su soberanía alimentaria y también su agricultura y año tras año los desastres ambientales nos hacen cada vez más pobre mientras la riqueza es controlada por empresas transnacionales y los sectores oligárquicos tradicionales, anteriormente poderosos se convierten en empresas venidas a menos.

Para nuestro país a veinte años de los acuerdos, el problema crucial es el de la supervivencia y nos encontramos, por eso, en un momento en el que la capacidad de alcanzar acuerdos  entre sectores diferentes y confrontados determinará la factibilidad del país. Se trata de abordar las bases estructurales del conflicto que generó la guerra, se trata de avanzar hacia acuerdos que definan un nuevo estado y a partir de aquí, de una nueva relación con economía, una nueva relación con  naturaleza, una nueva relación con la democracia, una nueva relación con la cultura, una nueva relación con el género, una nueva relación con el mercado, una nueva relación con Centroamerica, una nueva relación con los Estados Unidos y una nueva relación con el mundo.

Es dentro de estos acuerdos de país que se sitúan los términos para la superación de la actual guerra social y la solución al inmenso y creciente abismo que separa a los ricos de los pobres.

A veinte años del fin de la guerra civil los movimientos sociales estamos situados de cara a la historia, le damos continuidad al proceso político, luchamos por una política popular, respaldamos  las candidaturas independientes que desafían el orden partidario y trabajamos por un acuerdo de país en el que los intereses del pueblo mayoritario no sean sacrificados ni en el altar del mercado, ni en el estado ni en sus instrumentos.

Llamamos a todo el  pueblo trabajador, a los desempleados, a los desocupados a prepararse para el año de lucha popular que hoy iniciamos, necesitamos luchar contra la privatización de lo que todavía queda por privatizar, luchar por una reforma agraria integral como el único camino para asegurar la soberanía alimentaria, recuperar a la clase campesina y volver a tener agricultura, hemos de luchar en defensa de la naturaleza y el medio ambiente, frente a las consecuencia del cambio climático que nos azota, hemos de luchar para garantizar la libertad sindical y construir un nuevo sindicalismo, hemos de defender los interés estratégicos de los trabajadores del sector informal de la economía, los interés de las comunidades y de todos los sectores sociales víctimas del capitalismo salvaje.

La  lucha popular es el único camino que nos garantiza nuestra supervivencia como país y como seres humanos.
 
 Enero de 2012

martes, 10 de enero de 2012

Izalco: A ochenta años del etnocidio de 1932 y la apertura de una campaña electoral


Jorge Vargas Méndez*
jvargasmendez@yahoo.com

Precisamente en este mes de enero se cumplen 80 años del oprobioso etnocidio cometido contra comunidades indígenas y campesinas en el occidente del territorio nacional, uno de los crímenes más abominables que se registran en la Historia salvadoreña y que en aquella ocasión fuera ejecutado por órdenes directas del general Maximiliano Hernández Martínez, el dictador que se hiciera del poder mediante un golpe de Estado en diciembre de 1931, es decir, apenas un mes antes.

En cuatro departamentos se ubican los municipios y comunidades que fueron mayormente afectadas por las espeluznantes masacres: La Libertad, Sonsonate, Ahuachapán y sur de Santa Ana.

El siguiente telegrama indica cómo debió ser la magnitud de la represión y la violencia de Estado al cierre de aquellos días: “El jefe de Operación de la Zona Occidental de la República, general de división José Tomás Calderón, saluda atentamente, en nombre del gobierno del general Martínez y en el suyo propio, al almirante Smith y comandante Brandeur, de los barcos de guerra Rochester, Skeena y Wancouver, y se complace (en) comunicarles que declaramos situación absolutamente dominada (por las) fuerzas (del) gobierno (de) El Salvador. Garantizadas vidas, propiedades, ciudadanos extranjeros acogidos (que sean) respetuosos (de las) leyes de la República. La paz está establecida en El Salvador. Ofensiva comunista desechada y sus formidables núcleos dispersos. Hasta hoy cuarto día de operaciones están liquidados cuatro mil ochocientos bolcheviques. General José Tomás Calderón”. (Los paréntesis y énfasis son nuestros).

El pueblo que amaba Ama
En el departamento de Sonsonate hubo varios municipios que vieron morir a centenares de sus habitantes, entre mujeres y hombres, siendo uno de ellos Izalco. En esta población las fuerzas gubernamentales fusilaron a varias personas y las hordas reaccionarias locales capturaron y ajusticiaron al recordado líder indígena Feliciano Ama, cuyo cuerpo pendiendo de la rama de un ceibo que estaba frente al templo de La Asunción, fue exhibido y fotografiado por la prensa de la época como ejemplo de castigo para quienes osaran reclamar sus derechos.

Ama, siguiendo el ejemplo de su difunto suegro, reclamaba la devolución de las tierras comunales a la población indígena. Ese sería la verdadera causa de su óbito, aunque la historia oficial y el conservadurismo se encargaron de mistificar los motivos y hechos con el supuesto de que Ama era un delincuente y comunista, como si con eso quedara justificado el crimen.

“(…) Cuando Feliciano Ama fue ahorcado en su pueblo de Izalco, sus ejecutores creían que estaban salvando el país del comunismo; ese era en cambio el punto final de una lucha larga y desigual, que habían iniciado los conquistadores españoles en el siglo XVI (…)”. Así lo consigna Héctor Pérez Brignoli, en La rebelión campesina de 1932 en El Salvador (Ver El Salvador, 1932, de Thomas R. Anderson, Dirección de Publicaciones e Impresos, CONCULTURA, El Salvador, 2001).

En el mismo sentido, el Diario del Pueblo, de Santa Ana, publicó en esos días una nota que un medio impreso capitalino retomó, y que entre otras cosas señalaba: “(…) es necesario que se estudie la situación social del país, pues últimamente se ha hablado de levantamientos comunistas y choques armados, pero a la vez se sabe que los salarios son bajos en las fincas y que por eso no hay braceros. Se habla asimismo de agitadores, cosa que debe ser investigada para buscar la justicia” (La Prensa, miércoles 11 de enero de 1932).

Así pues, documentos de la época y algunos análisis históricos posteriores no viciados, indican claramente que el levantamiento indígena-campesino tuvo sus propias causas: la injusticia histórica y el hambre que campeaban entre la mayoría de la población, algo que el Estado y los sectores económicamente influyentes procuraron ocultarle a las sucesivas generaciones.

Un partido de derecha rememora aquel etnocidio al iniciar su campaña electoral Ochenta años después aún existen grupos políticos y económicos que parecen celebrar la forma brutal y totalmente desigual con que fue aplastado aquel levantamiento que en definitiva diezmó a la población indígena del país. Esa actitud que, dicho sea de paso, sugiere la persistencia de actitudes racistas en algunos grupos sociales, parece emerger cada vez que el otrora partido oficial inaugura su campaña electoral.

Al respecto, un prominente líder político declaró recientemente a un importante rotativo local: “Siempre hemos considerado Izalco un lugar simbólico para las campañas de ARENA y es por eso que nuevamente daremos el banderazo de salida desde ese lugar” (EDH, 3 de enero, 2012, p. 4).

En tal sentido, al leer ese tipo de declaraciones toda la ciudadanía debe preguntarse: ¿Es aceptable que un partido festeje el derramamiento de sangre de 1932? ¿Se puede aplaudir una actitud prepotente y belicista como esa? Claro que no. Por el contrario, la población en general, y la de Izalco en particular, debe exigir el cese inmediato de ese tipo de actos por respeto a la memoria de todas aquellas personas que fueron víctimas de aquel oprobio. Es inadmisible que un partido quiera demostrar su fuerza a los oponentes mancillando la sangre derramada. Celebrar algo semejante es, sin duda, un insulto a nuestra dignidad. Así de sencillo, y hay que señalarlo sin tapujos.


* Poeta, escritor, miembro del Foro de Intelectuales de El Salvador. 

lunes, 9 de enero de 2012

20 Años de desacuerdos I


Dagoberto Gutierrez

El régimen político de El Salvador se basa en una clase dominante que ha impuesto sus directrices a partir de su poder incuestionable y su poder político ideológico movedizo, estos sectores han dominado a la sociedad desde los albores de 1811 y hasta ahora el fenómeno de la dominación no ha sido acompañado de la dirección.

En el ejercicio de estos poderes oligárquicos, ha predominado la imposición. La dirección de la sociedad basada en el consenso no ha sido el factor predominante del poder político en el país. La ausencia de niveles útiles de consenso ha establecido que la negociación no constituya   el camino de los acuerdos políticos tomados.

Negociar no ha sido la practica, hacer concesiones tampoco, escuchas las posiciones y los intereses de la otra parte mucho menos, ha sido la fuerza y su uso exclusivo la que ha marcado el rumbo del país hasta la ultima guerra de 20 años.

En la sociedad salvadoreña se han desarrollado, desde 1821, tres grandes expresiones de confrontación que con sus definidas características han echo referencia dramática y sangrienta a la ausencia de solución política, de intereses confrontados que se convierten en antagónicos y chocan sangrientamente, se trata de un proceso que se inicia en 1832 con el levantamiento de Anastasio Aquino, pasa por el levantamiento de 1932 con Farabundo Martí como figura central y culmina con la guerra de 20 años resuelta mediante acuerdos políticos.

Aquí aparecen, en medio de la sangre el odio implacable, la guerra sin cuartel entre los bandos y la intervención extranjera, figuras nuevas como el dialogo, la negociación, los mediadores, acuerdos de paz y los negociadores de esos acuerdos; en cierto modo se rompe con el curso de los acontecimientos porque aparecen una nueva correlación de fuerzas que, construida durante la guerra de 20 años puso a los sectores dominates ante la disyuntiva ineludible de negociar, estamos diciendo que la negociación no se basa ni en la confianza ni en la buena fe de las partes y que esta figura aparece solamente cuando hay una correlación de fuerzas que la torne inevitable, y no se trata, como se podía pensar, de una comprensión o de un elevamiento de la inteligencia o mucho menos de una luz celestial que indique el camino.

Toda negociación contiene un acto de fuerza empezando porque los negociadores han de ser fuertes y  la búsqueda del acuerdo parte, inevitablemente, de los desacuerdos, y esto quiere decir que el acuerdo nace y depende de la prioridad, tratamiento y abordaje que se haga de los desacuerdos existentes; pero no solo de eso porque por muchos desacuerdos que existan nunca un fuerte negocia con un débil a menos que éste débil deje de serlo y el fuerte no tenga otro camino mas que negociar. Al mimo tiempo toda negociación resulta ser una confrontación porque solo los que confrontan negocian aunque no todos porque terminan negociando aquellos confrontados en donde no hay derrotados, dado que al darse una derrota desaparece la necesidad de negociar y aparece la oscura figura de la rendición cuyos términos no son negociables.

Toda mesa de negociación es un escenario de confrontación pero en busca de un acuerdo, esto quiere decir que entre negociar y confrontar hay puentes no siempre visibles pero que resultan necesarios cruzar.  No todo dialogo se convierte en negociación aunque toda negociación presupone dialogo, de nuevo el mero dialogo, por útil que resulte, se tornará negociación solo si las partes que dialogan cuentan con la fuerza necesaria para convertirse en interlocutores válidos.

La figura de la paz termina siendo, por contar con fronteras sinuosas, la mera ausencia de guerra y, por engañoso que este uso resulta para los seres humanos, fue ésta noción de paz la que en definitiva se impuso en El Salvador.

Porqué fue posible la negociación en El Salvador, aun cuando negociar no se usa en el régimen imperante ¿se trata de tres factores muy relacionados: el primero es la disolución de la Unión Soviética, el segundo es la ofensiva militar del FMLN de noviembre de 1989 y el tercero  es la decisión del Gobierno Estadounidense de negociar el fin de la guerra.

Resulta necesario precisar que en ningún momento la oligarquía dominante o la fuerza armada gubernamental compartieron la decisión política de negociar la guerra porque ambos sectores buscaron siempre y con gran afán una solución militar.

La ofensiva militar del FMLN de 1989 demostró que una solución militar solo era posible al mas largo plazo y para que la fuerza armada contara con posibilidades de vencer era necesaria, además del plazo una intervención militar directa de los Estados Unidos, para este país el derrumbe de la Unión Soviética señaló el momento de terminar su apoyo a la larga guerra que la oligarquía desarrollaba en El Salvador y, de esta manera, la Casa Blanca pasó a imponer a la oligarquía salvadoreña y a sus fuerzas armadas una solución negociada, este viraje convirtió el dialogo en negociación y apreciemos el peso que el factor externo jugó en ese movimiento.

Importancia de la fundación del Partido Independiente de Color y la amplitud de su programa


Tomás Fernández Robaina • La Habana

Nuestros pueblos caribeños y latinoamericanos presentan, por lo general, dos aspectos que bien pueden considerarse dos caras de una misma moneda. Una de ellas es la construcción de una historia narrada, transmitida y difundida  para su conocimiento y estudio por el poder hegemónico de cada una de nuestras sociedades, la cual solapa, y manipula los hechos sociales e históricos, así como el papel desempeñado por determinadas figuras, como una forma de legitimarse histórica y actualmente; la otra es la versión, y narración de esa historia según el punto, o los puntos de vista, de los que tratan de subvertir ese orden, en pos de la construcción de una sociedad donde los ciudadanos y ciudadanas, históricamente marginados, tengan mayores posibilidades de acceder a posiciones económicas, laborales, educacionales, y culturales, tanto de forma individual como colectiva.

El estudio y análisis de la historia, por lo tanto, se transforma en un espacio de debate, de denuncia y deconstrucción de la manipulación histórica ejercida por los grupos y sectores de las diferentes clases sociales que han compartido el poder en cada uno de nuestros países.
Muchos son los ejemplos de hechos y personalidades de  nuestra historia que pueden nombrarse. Narciso López1 es una de esas figuras, que durante mucho tiempo se enseñó en nuestras escuelas como un venezolano que murió por  la independencia de Cuba, cuando en realidad fue un instrumento del grupo de esclavistas cubanos que buscaba la anexión a los EE.UU., como una forma  de mantener la esclavitud en la Isla, amenazada ante la posibilidad de su abolición.

Otro  hecho, de los varios que pueden comentarse, radica en la Agrupación Independiente de Color, convertido en Partido, poco tiempo después de su fundación. La importancia de esa acción no ha sido aún subrayada de la forma que merece por nuestra historiografía.
En  1950 Serafín Portuondo Linares2 dio a conocer la primera historia panorámica de esa organización política, surgida el 7 de agosto de 1908, pero esa acción no fue analizada de manera amplia por los investigadores anteriores a él, y solo Fermoselles3, Aline Helg, Alejandro de la Fuente4 y  María de los Ángeles Meriño Fuentes5 han efectuado reflexiones notables, a partir de la valoración de la documentación existente en los archivos de Cuba y los EE.UU., y por la consulta de la huella del PIC en nuestra prensa periódica. El libro de Castro Fernández6, La Masacre de los independientes fue una notable contribución en su momento, pues puso a disposición de nuevas generaciones el recuento de los hechos, y su valoración historiográfica y la propia del autor, en la misma dirección se encuentra Guantánamo en el vórtice de los independientes7. Pero aún quedan muchas interrogantes que deberán ser respondidas mediante el análisis más riguroso de ciertos aspectos mencionados, y mantenidos como posibles hechos reales en algunos textos de la prensa de la época, pero que no cuentan con fuentes documentarias que corroboren las hipótesis ni testimonios orales llevados a la escritura. Todo queda en un decir, o decires, como la supuesta carta que evidencia el acuerdo entre Estenoz y José Miguel Gómez.

En un informal y espontáneo debate sostenido  en la oficina entre  Roberto Zurbano, Víctor Fowler, ambos poetas y ensayistas, y yo, (el mediodía del viernes 19 de septiembre), Víctor fundamentó de forma muy clara sus reparos al proyecto de los Independientes, por considerar que el mismo iba en contra de la idea de la democracia, que no había habido un partido político solo para blancos, como no lo había habido los chinos, ni para los españoles. Que no podía pasarse por alto el papel que jugó, sin duda alguna, el gobierno de Washington, en el desenlace final de la protesta. Se sabe que la misión de Ferrara era demostrar y garantizar que el gobierno ejercía el control del país, y evitar de ese modo una nueva intervención. Tampoco puede sorprender, de ser cierta la especulación de Fowler, de que la represión y matanza de los Independientes se llevó a cabo para impedir la tercera intervención, y ante la posible amenaza de que un tercer desembarco de tropas estadounidenses pusiera punto final a la República.

Lamentablemente no se han encontrado documentos o partes oficiales que posibiliten corroborar esa idea de Víctor, pero sí está bien claro que los independientes en ningún momento buscaron y propiciaron la intervención, ya que de haber sido ese uno de sus objetivos, las propiedades extranjeras hubieran sido blancos directos de sus ataques. Justamente ese hecho pudo haber sido altamente valorado por Washington, ya que se conocía muy bien que los independientes buscaban una sociedad donde objetivamente el sector negro era el llamado a buscar el equilibro tan necesario para que la patria fuera realmente justa para blancos y para negros.
Por otra parte,  los investigadores, historiadores y periodistas han debatido más la  Enmienda Morúa8, sus consecuencias,  la protesta y masacre final de cientos de sus miembros en 19129, que las causas de la fundación del PIC.

Debe tenerse muy en cuenta que el nacimiento de esa agrupación marcó un hecho muy importante en nuestra historia, y en particular en la recién inaugurada República Burguesa: la existencia de un partido político integrado solo por miembros de una raza. Además, era la demostración más palpable de que la Revolución Redentora de José Martí (1853-1895)10, se había ido a bolina, como dijera año más tarde el Canciller de la Dignidad, Raúl Roa11, de la Revolución del Treinta.

Todos los cubanos, negros, mulatos y blancos, patriotas, intelectuales, trabajadores calificados o no, campesinos y/o trabajadores agrícolas, artesanos, empleados de la administración pública y del comercio, sabían objetivamente que los partidos tradicionales existente hasta entonces manipulaban las demandas reivindicadoras de los sectores sociales necesitadas de ellas, en los que la población negra era la que se encontraba más marginada social y laboralmente.

Nada se había hecho para disminuir hasta eliminar la diferencia de origen,  apuntada objetivamente por Juan Gualberto Gómez (1854-1933)13, quien recalcaba que el negro había sido traído como un instrumento de trabajo, sin tener en cuenta su condición humana, y que era necesario incorporarlos a la sociedad moderna. El empeño juangualbertista en esa dirección, al fundar el Directorio Central de Sociedades de Color12, no tuvo el resultado esperado por su promotor.

Las ideas de que con la independencia y la República, los sectores obreros, campesinos y en particular, los negros que formaban parte mayoritaria de los mismos, como ya he expresado, podrían acceder a una mayor instrucción y tendrían más espacios laborales, sobre todos los cubanos negros con instrucción, fueron acicates que movilizaron a los negros de forma amplia y consciente a engrosar las filas mambisas, mucho más que los que se aliaron a los españoles.

No pasó mucho tiempo para que no pocos de ellos, sin llegarse aún a la república, se percataran de que algo estaba funcionando mal en nuestra sociedad. Se cuenta con una numerosa muestra de cómo muchos de ellos acudieron a los tribunales, y de forma legal y disciplinada demandaron derechos planteados por las leyes, en pleitos y demandas muy casuísticamente, satisfechas en algunos casos.

No fue casual, como ya he dicho, que el 29 de junio de 190213, a solo semanas de inaugurada la primera república, figuras prominentes del mambisado negro, participaran en una asamblea en el teatro Albizu en donde demandaron atención y solución a las demandas enarboladas en aquel momento. ¿En qué momento surgió la idea de la formación de un partido político integrado solo por negros y mulatos? ¿Era realmente una idea nueva? ¿Qué significación tuvo en su momento y tiene en la actualidad el nacimiento de la Agrupación de los Independientes de Color?

Para dar respuesta a las anteriores interrogantes debemos recordar algunos elementos que nos ayudarán a comprender mis razonamientos.
Históricamente se ha dicho, como bien me apuntó el historiador e investigador Jorge Ibarra Cuesta, que existía la creencia generalizada de que los africanos y sus descendientes no habían tenido ideas independentistas, que las sublevaciones de esclavos y posteriores conspiraciones habían tenido el único objetivo de abolir la esclavitud, sin que se haya tenido presente, que en el caso de Cuba, la abolición conllevaba de forma obligatoria a la independencia. No puede ignorarse el espíritu de amor a la libertad, siempre presente en los esclavos, que los llevó al cimarronaje individual, y a la fundación de palenques de diversas dimensiones, en todos los países y épocas donde dicho fenómeno se manifestó, como el de Palmares, en Brasil14, que sobrevivió durante un siglo a todos los intentos del poder colonial hasta que fue destruido porque era intolerable la existencia de un amplio territorio y una numerosa población africana y afrodescendiente libre.
¿Qué hubiera ocurrido si aquellos cimarrones, en lugar de adoptar una posición defensiva en Palmares, hubieran marchado a tambor batientes sobre las plantaciones, liberando y sumando a los esclavos de cada una de ellas?

En Cuba nunca el cimarronaje y los palenques pusieron en peligro el sistema colonial, ni hubo un palenque comparable al de los Palmares, pero los hubo, y tanto esos palenques como el cimarronaje individual expresan el espíritu rebelde, de resistencia al sistema social al cual habían sido obligado a vivir los africanos y afrodescendientes. 

En la conspiración que dio lugar a la Guerra de los Diez Años (1868-1878) el negro libre no estuvo presente en su organización, y mucho menos el esclavo. El hecho de que desde el primer día Carlos Manuel Céspedes (1819-1874)15 liberara a los esclavos de su ingenio fue un hecho sorpresivo para muchos, pero objetivamente fue el resultado, una vez más, de que la realidad social, política y bélica en un lugar y tiempo determinado de una sociedad, obliga el modo o los modos de resolver las adversidades y necesidades inmediatas para lograr el objetivo principal planteado; en el caso concreto de Cuba: la separación política y económica  de España.

No se ha valorado de forma debida que independientemente de los problemas regionales que debilitaron las fuerzas independentistas en su primera guerra, la abolición de la esclavitud, fue un elemento que dividió a los criollos y perjudicó a las fuerzas cubanas. Los españoles tuvieron en ese sentido un saldo más positivo, al menos históricamente, con la ley de vientre libre, y la creación de tropas integradas por negros. ¿Eran estos mayoritariamente negros criollos, o africanos, y eran esclavos o negros libres? Son algunas de las preguntas que les hago a los historiadores que se han ocupado de esos temas, entre algunas más que nunca han sido respondidas desde mucho antes de 1959.
La Protesta de Baraguá16 se llevó a cabo contra el acuerdo de aceptar la paz propuesta por los españoles. Ella estuvo apoyada por importantes patriotas blancos, liderada por Antonio Maceo (1845-1896), un mulato, y secundada por la casi totalidad de la oficialidad negra y mulata que buscaba materializar el gran sueño de la independencia, de la cual ellos se habían apropiado, batallando, y muriendo en hazañas heroicas que les había proporcionado el prestigio y valentía, así como los grados que muchos ostentaban finalizada ya la contienda. Todo lo anterior reflejaba ya de manera indiscutible la existencia de un sentido de pertenencia e identidad  total que los había hecho luchar para materializar la independencia, anhelada ya no solo por los poseedores del poder económico, sino también por los pertenecientes a los más diversos sectores populares de nuestra población.

La experiencia posterior, adquirida durante  la llamada Paz fecunda17, y las vivencias  a partir de la guerra independentista iniciada en 1895, la Guerra Hispano-Cubano-Yanqui (1898-1899) y la Primera Intervención Estadounidense (1899-1902) enriquecieron extraordinariamente la mentalidad de todos los cubanos, y en particular la de algunos afrodescendientes sensibilizados con la situación de marginalidad que padecían no pocos de ellos a pesar de tener un nivel de instrucción adecuado para desempeñar puestos laborales en la administración pública.
Justamente, no pocos de ellos fueron oradores en el acto celebrado en el ya mencionado Teatro Albizú. La indiferencia de Estrada Palma ante las demandas más esenciales de justicia social, y más bien la adopción de una política discriminatoria y humillante como la realizada contra Quintín Banderas (1834-1906)18 hicieron ver muy claramente cuál era el papel desempeñado por los partidos políticos Liberal y Conservador, en sus diferentes tendencias.

Por lo tanto, era lógico que se planteara una forma diferente de organizarse los cubanos negros para luchar contra esa situación imperante, y una de esas  tendencias, fue la asumida por Evaristo Estenoz de constituir una agrupación con fines políticos que hiciera objetivamente lo contrario de las otras organizaciones políticas.

Mas esa propuesta no era realmente nueva. No debe olvidarse el rechazo de Juan Gualberto Gómez a presidir una organización política integrada solo por negros en la década ochenta del siglo XIX19. No pocas de las razones por las cuales se formuló tal propuesta fueron similares a las esgrimidas por la Agrupación Independiente de Color a principios del Siglo XX: La falsedad y manipulación de las promesas de los políticos y de sus partidos con vista a satisfacer las demandas de los cubanos negros.
Si bien la propuesta colonial no prosperó, fundamentalmente, por la negativa de Juan Gualberto Gómez, ya en la primera década republicana, el contexto era objetivamente diferente. Cuba era independiente, y aunque teníamos como una amenaza constante la Enmienda Platt20, impuesta por el gobierno de Washington, la constitución del partido fue un acto legal, aprobado por la autoridad estadounidense durante la segunda intervención (1906-1909). No resulta difícil intuir que probablemente la aprobación de tal organización, se hacía con objetivos más allá de los visibles de favorecer a la sociedad civil.
La fundación de la Agrupación Independiente de Color denotó la madurez a la cual había llegado un sector de la población negra, que no veía otra opción para luchar por sus derechos que por los medios políticos establecidos legalmente en el país. Su programa formulaba ideas que los mostraban como negros identificados plenamente con la Patria y con la Revolución Redentora de José Martí; sus demandas perseguían eliminar las diferencias sociales que marginaban de forma amplia a los cubanos negros, así como posibilitar su acceso a la instrucción, de la cual habían estado marginado de forma amplia por siglos.

Un análisis sereno del programa del PIC motiva admiración, y aplauso por las demandas tan justamente planteadas, beneficiosas no solo para la población afrodescendiente, pero que tenía muy en cuenta la necesidad histórica de elevar el nivel educacional y cultural  de ese sector de nuestra población. Todas las demandas se enmarcaron dentro de las necesarias reivindicaciones sociales, económicas,  políticas y educacionales.
No hubo un espacio para el reconocimiento oficial de los valores culturales de origen africano, los surgidos como consecuencia de la transculturación de los elementos africanos entre sí y entre ellos y los códigos eurocéntricos de la cultura oficial  dominante.
Lo anterior refleja parte del proceso de asimilación de una parte del sector de la población negra de Cuba: la poseedora de instrucción y por lo tanto con derechos objetivos para competir por puestos laborales junto con los blancos educados. Era evidente que para alcanzar ese propósito tenían que alejarse, al menos de los espacios públicos, de todo lo que se identificaba con la cultura de origen africana.

Esas expresiones entonces eran consideradas manifestaciones cultivadas por un sector de la población apegada al pasado, sin instrucción. Se tenía la certeza de que a medida que los miembros de ese sector se instruyeran, se alejarían de esas prácticas. Por eso Fernando Ortiz(1881-1969) en su Hampa Afrocubana21, llamó la atención sobre la necesidad de estudiarlas como expresiones de la cultura tangible e intangible de los africanos y de sus descendientes para que no se perdiera el conocimiento de ellas y las huellas de las mismas habían existido en nuestro país.
Los cubanos negros asimilados tenían que  demostrar que eran portadores de los valores eurocéntricos. Muchos habían peleado en nuestras guerras independentistas por lo cual sus demandas eran legítimas y nobles. Probablemente, no pocos de ellos, a pesar de sus posiciones abiertas en contra de las manifestaciones de origen africano, las practicaban de forma oculta, mientras que los vinculados a los sectores más populares las cultivaban de modo más visible.

Se debe destacar que en las demandas del movimiento social del negro, anterior a 1959, el respeto e identidad hacia las culturas de origen africano nunca apareció de forma orgánica; mucho menos la valoración de las creencias afrocubanas como religiones del mismo nivel que las diferentes iglesias cristianas. Una vez más esa actitud indicaba la posición eurocéntrica adoptaba también en ese sentido por los cubanos negros asimilados, al menos en su mayoría. Por otra parte, como ya he señalado, la mayoría de los integrantes de los sectores más populares, y marginados de la sociedad, no solo las practicaban abiertamente, sino que las expandían horizontal y verticalmente, entre hombres y mujeres de diferentes clases sociales, quienes a veces las practicaban de manera oculta, disimulada, de tal forma que oficialmente, y muy particularmente después de 1959, se consideró que las religiones, y de forma muy singular, los llamados cultos sincréticos, estaban  disminuyendo de forma muy objetiva.
El Partido Independiente de Color no se pronunció en este sentido en ninguna dirección notable, pero se infiere que al ser su mayoría negros de los sectores más populares, fueron practicante de las religiones afrocubanas, como también del catolicismo popular, al  menos sus dos líderes principales, parecen haber sido católicos.  
 
Evaristo Estenoz en la prensa anterior a la fundación AIC.
En El negro en Cuba: apuntes para la historia de la lucha contra la discriminación racial22 se relacionan las acciones y hechos que el movimiento social ejecutó en pro de sus derechos desde las primeras semanas de inaugurada la república burguesa que ayudan a entender el porqué de la creación de la Agrupación Independiente de Color el 7 de agosto de 1908.
La primera referencia que he encontrado sobre Evaristo Estenoz en la prensa cubana se halla cuando da a conocer  un comunicado dirigido “A mis amigos” 23. Dicho documento había sido enviado a varios órganos de la prensa grande, pero no publicado. El análisis de dicho texto nos muestra un análisis justo y sereno de la presencia de los negros en los diferentes partidos hasta ese momento. Estenoz expresó su negativa a aceptar una posición en la Vanguardia Liberal del barrio de Cristo, por la siguiente razón:
…yo aceptaré puesto en el  Partido (Liberal), cuando allí los hombres de color se sientan capaces de defender los derechos de los que todos estén asistidos y mientras los que allí se encuentren no se den cuenta de que harán nada, no volveré a él. En una palabra, no quiero pertenecer a nada en que la raza de color tenga deberes solamente, y esta conducta solo la rectificaré cuando se tenga en cuenta, que servimos, pero con plena conciencia de que valemos y podemos hacer mucho, cuando en una palabra, se hagan respetar, porque no es posible ser libres, pelear por la libertad y sufrir ser tratados al estilo del liberto romano, que a eso no pueden prestarse más que los degenerados, esos pobres de espíritu que viven sin parámetros en la ridícula situación en que se les coloca. Los hombres dignos, los que aspiran a merecer el título de hombres libres, necesitan para vivir en una sociedad que merezca ese nombre dos cosas: ser queridos y respetados. Si no se consigue lo primero, que depende de un sentimiento mutuo y espontáneo, debe imponerse lo segundo, que es lo justo y lo legal, de cada uno y de todos los hombres. También debo hacer constar que no pretendo ser candidato a nada, no consentiré que se me postule para nada. Y diré por qué.  Porque nosotros, si se nos da una escoba o una chapa de mensajero, se nos exige que tengamos los conocimientos de los señores Gómez o Morúa, o las heroicidades del gran Maceo. 
A pesar de los años transcurridos, no dudo en afirmar que algunos de sus criterios tuvieron vigencia durante toda la república burguesa, y también en la República Revolucionaria. Uno  de ellos es bien objetivo, porque es aún muy visible: la exigencia de un nivel educacional al negro, muy superior al que se le ha exigido históricamente a un blanco para el desempeño de cualquier trabajo.

1907 parece haber sido el año en que los negros cubanos dieron más señales de la urgente necesidad de organizarse como bien lo demuestra Fermoselles23, quien  relaciona  algunas de las comunicaciones enviadas por el capitán J.W. Furton, jefe del Servicio de Información Militar del Ejército estadounidense, al mayor General T.H. Barry, y a otros funcionarios en Cuba. En ellas se mencionan las reuniones que sostenían los dirigentes negros, proclamas y manifiestos  impresos que circulaban en  varios lugares del país.

En una de esas comunicaciones se habla de Evaristo Estenoz, como propiciador y líder de una de las tendencias presentes en la mente de los negros cubanos, como la  expresada en el manifiesto  aparecido en Lajas, en el que se pedía la constitución de un partido independiente de negros.
El manifiesto, firmado por Ricardo Bartrell y Alejandro Neniger24, exhortaba a los negros a unirse en sus partidos para hacer un frente único y de ese modo presionar para una mayor justicia social para los históricamente discriminados.
Un manifiesto publicado en Camagüey aseveraba que: “no nos propendemos a la formación de un partido político independiente, que respetamos la filiación de cada cual, que cada cual podrá moverse independientemente de ese partido al objeto de asegurar la efectividad de nuestros derechos en la práctica25

Sus firmantes de declaraban  respetuosos  de las preocupaciones y convencionalismos sociales, por eso aseguraban que: “Queremos que conste que no nos anima sentimiento de odio de ningún género como insinuosamente se propala por los elementos  interesados en que fracasen estas gestiones, sino por el contrario, con nuestra dignificación, ansiamos la dignificación de las demás clases democráticas… A los que dicen que es  prematuro nuestro movimiento porque colocados en un nivel que les permite el disfrute  de alguna comodidad (que nos deben a nosotros mismos) ven con malos ojos que los demás elementos aspiren a ese a ese mismo disfrute, les diremos que hace nueve años que estamos esperando y cada vez la vemos alejarse más porque los llamados  a imponer equidad son los primeros en alejarse, a mistificar ese derecho26”.

A pesar de las objetivas condiciones de injusticia y discriminación social de un buen sector de los cubanos negros, hubo quienes plantearon que muchas de esas demandas ya estaban satisfechas27.  Se aprecia, sin mucho esfuerzo que a nueve años de República se mencionen expresiones defensivas como “no nos anima ningún sentimiento de odio”, “que es prematuro nuestro movimiento” expresiones  que son también empleadas en la actualidad cuando se nos dice que hablar de la problemática racial es fomentar la división, el odio, entre los cubanos, o que  no es necesario abordarlo, que es prematuro, porque algo se ha hecho, y se sigue haciendo.
Esa valoración contrasta extraordinariamente  con la opinión oficial  del Departamento de Guerra de los EE.UU. sobre la conspiración de Masó Parra28 que contó con el apoyo de un buen número de exmambises afrodescendientes. Por esa razón Washington estimó que la agitación había tenido  su  origen en que los cubanos negros  no habían recibido una parte adecuada  de los puestos del gobierno. Masó Parra declaró también que había recibido apoyo de los que buscaban la anexión. Por lo que queda bien claro que sin existir aún un partido integrado solo por negros, los que anhelaban ver a Cuba como un estado más de la Unión, habían patrocinado tal movimiento con el objetivo propuesto.

Justamente, una de los aspectos que más dignifica al Partido Independiente de Color, que no se fundó buscando un propósito como el planeado por Masó Parra, y que a pesar de que pudo haber sido utilizado también con ese fin, su posición fue  opuesta y muy vertical en ese punto.
1907 también fue un año notable en referencias a Evaristo Estenoz desde la prensa periódica de la época. Un año antes de la fundación de la Agrupación de los Independientes apareció en La Lucha una caricatura donde se veía a una mujer, símbolo de la raza negra, expresando en tono sorpresivo e interrogativo las siguientes frases:
¡Qué apóstol me ha salío más caliente! ¿Querrá don Evaristo ser Presidente? 29
Era evidente que Evaristo Estenoz estaba moviéndose, negociando la posibilidad objetiva de entrar en la vida política. Muchas veces las caricaturas, los chistes, nos descubren aspectos, intenciones que no siempre se pueden mostrar por fuentes, históricamente consideradas  más confiables.

Fermoselles también nos aporta un importante documento donde se informa de las actividades de Estenoz en Cienfuegos durante el año de 1906, donde trataba de agrupar a los negros de esa ciudad. Llama la atención el informe del coronel  George F.C Chase en cuanto a que los cubanos negros estaban  descontentos con el tratamiento del Partido Liberal y que habían fundado un partido independiente. 30
Indiscutiblemente, se aprecia la existencia ya del rumor sobre la fundación de un partido integrado solo por negros, un año antes de que se efectuara legalmente su fundación. Y por supuesto, ese rumor estaba motivado por las gestiones del futuro líder con esa finalidad, como bien se corrobora por la respuesta que le da Estenoz a una carta pública de Tomás Aguilar. Este le manifestó que la creación de tal organización política no era conveniente. Estenoz le respondió del siguiente modo:
“Mis actos jamás se han escudado de que sean conocidos de blancos y de negros y solo con marcada malignidad (de lo que no culpo a Usted) podía traerse como nueva, la carta que dirigí a mis amigos en julio del pasado año con un propósito que tuvo su resultado bastante satisfactorio en su oportunidad y que  en la actualidad tan solo tiene el valor que quieran darle los que combaten con malas artes y a quienes nunca les falta quien les cargue el fardo. Pero a pesar de ello voy a consignar que todo lo que en esa se dice padece del mismo defecto y es el de ritual que en estos casos se usa, cometiéndose los mismos errores, se hacen las mismas comparaciones con el marcado propósito  de querer demostrar que no hace falta tratar de nuestro mejoramiento porque  aquí estamos muy bien; y en cuyo plato hacen y hacen todos los hombres que nos combaten que al conocer nuestras quejas se nos habla del patriotismo a los que somos la personificación del sacrificio y los condenados a soportarlo todo en bien de la República  y de la democracia cuyo sol no brilla aún para nosotros”31.
Las propias palabras de Estenoz corroboran sus movimientos en pro de la fundación de una organización política diferente a las conocidas hasta aquel momento. Una vez más él contraataca el criterio de que no se debe tocar el problema de la discriminación racial, de la cual mayoritariamente los negros eran víctimas. Y se aprecia la constante de que ante las demandas, y el supuesto riesgo político y social de la lucha por una sociedad más justa, se llama la  atención sobre la importancia del patriotismo para evitar la posibilidad de la división de la población cubana en blancos y en negros. Y que, como bien señala Estenoz, los afrodescendientes han sido “la personificación del sacrificio y los condenados a soportarlo todo en bien de la República”. Aspectos estos que bien podrían ejemplificarse con la actitud de Antonio Maceo durante la Guerra de los Diez Años, la Guerra Chiquita, y la Guerra de 1895.

La fundación de la Agrupación Independiente de Color
Cinco meses después, el 7 de agosto de 1908,  se redactó el acta mediante la cual quedaba constituida la Agrupación Independiente de Color, con Evaristo Estenoz como presidente y Gregorio Surín como secretario32.
Las razones por las cuales se constituía esa organización política reiteraba de forma sólida las razones que se habían esgrimido para promover la incorporación de los hombres negros que deseaban luchar por una sociedad más justa racial, social y económicamente. Se declaró de forma abierta que la no consideración de las propuestas de los candidatos negros en las elecciones realizadas el primero de agosto, patentizaban de modo inobjetable la significación que tenían los políticos negros en las  nóminas electorales de los liberales y conservadores. Por lo tanto, llegaban a la conclusión de que: 
“…recogiendo el general sentir  de todos los elementos de la raza de color de toda la Isla, que nos consultaba  a diario, demostrando su inconformidad, con el actual estado de cosas, entendemos que para llevar a la práctica una era de paz moral para todos los cubanos, presentemos una candidatura formada por hombres de color, (…) Este propósito no integra odio, ni animadversión hacia nadie, que todos los cubanos tienen el derecho de apoyarnos o combatirnos, pero que nosotros inspirados en una obra alta y generosa, tenemos  el deber de mantener el equilibrio de todos los intereses cubanos, y que la raza negra tiene el derecho de intervenir  en el gobierno de su país  no con el fin de gobernar a nadie, sino con el propósito  de que se nos gobierne  bien”33.
Sana y justa demanda, viable solución que hubiera aportado una rica experiencia de haberse ensayado, al menos. Ese equilibrio al cual aspiraban pudo haberse materializado de forma objetiva mediante la implantación de su Programa Político.

El programa del Partido Independiente de Color34

La lectura  objetiva del Programa evidencia, ante todo, la conciencia y conocimiento  de sus fundadores de la trascendencia histórica del proceso  que se iniciaba en la vida política y social del país. Su primer párrafo es bien ilustrativo y convincente:

La “Agrupación Independientes de Color se constituye en todo el territorio de la república  con carácter nacional, para mantener  el equilibrio de todos los intereses cubanos, difundir el amor a la Patria, desarrollar relaciones cordiales, e interesar a todos en la conservación de la nacionalidad cubana, haciendo participar por igual, en la administración a los nacidos en esta tierra”.
Hay un fin noble, por eso la necesidad de que sea de carácter nacional, para que todos entonces puedan mantener el equilibro de los intereses cubanos. No dice de los cubanos negros, sino de todos los cubanos, por eso el objetivo supremo de difundir el amor a la Patria para que teniendo como premisa de suma importancia ese hecho, tanto para los cubanos negros como blancos, porque solo así  podrían desarrollarse las relaciones cordiales entre todos los cubanos y, particularmente, interesando a todos en la conservación de la nacionalidad cubana. Esta frase me resulta de suma importancia, porque evidencia el conocimiento que tenían de la Enmienda Platt; por eso llaman la atención que para  la conservación de la nacionalidad se hacia imprescindible hacer participar a todos los cubanos en la administración. ¿Podía ser innoble una organización que se planteare tales principios?

El segundo párrafo del programa especificaba:

“La República igualitaria soberana e independiente, sin preocupaciones de raza, ni antagonismos sociales, será nuestra divisa. Propendemos a que figuren en el Cuerpo Diplomático todos los cubanos que sean dignos de estar en él, y que como asunto preferente y de urgente necesidad, se nombren ciudadanos de la raza de color, para que la República esté representada cual ella es”.
No cuesta trabajo percibir la huella martiana en ese fragmento, cuando nuestro Héroe Nacional  planteaba la república integrada por pequeños propietarios, la Patria con todos y para el bien de todos sin antagonismos sociales ni raciales. Obviamente, se destaca cierta ingenuidad, porque ya las clases sociales existían y estaban muy definidas las contradicciones entre la ya naciente clase obrera y el capital, entre los sectores ilustrados, asimilados, y los populares, y era evidente que las preocupaciones de raza existían, de forma muy dialéctica, tanto para los que ostentaban el poder y discriminaban a los que no fueran blancos, como para los negros que se veían marginados. Ese párrafo debió haber dicho: La Agrupación luchara por la República, soberana e independiente, luchando contra la desigualdad social, económica, laboral, para que de ese modo disminuir los antagonismos sociales que como consecuencia de la desigualdad, provocan preocupaciones sociales.
El llamado en particular a que figuren los negros en el cuerpo diplomático, primer llamado político en ese sentido, cien años después evidencia la justeza de aquel reclamo entonces, que solo a partir de 1959 comenzó a satisfacerse de manera más amplia pero no siempre de forma progresiva, porque aún no siempre la República ha estado representada tal cual ella es. Recuérdese el segundo llamado de nuestro líder, el Comandante Fidel Castro, en 1986, a la representatividad femenina, juvenil y étnica de nuestro pueblo en los diferentes niveles de la administración, del Estado, del Gobierno y del Partido35. Por lo tanto, aquí también se corrobora lo justo de lo expresado en esta parte del Programa.
“Somos partidarios de los juicios por Jurados en todos los actos de Justicia que tengan lugar en la República, siendo obligatorio y gratuito el cargo de los jurados”.
Este párrafo nos expresa de forma clara que había una voluntad de de la organización de  hacer participar a los ciudadanos como jurados en los análisis de las pruebas acusatorias y defensoras de los hombres y mujeres encausados en los procesos judiciales del país.
“Abogaremos por la abolición de la pena de muerte, y por la creación de penitenciarias que respondan a las necesidades de la civilización  moderna”.
Este párrafo siempre me resultó interesante, porque refleja un sentimiento contrario a la pena capital, así como la consideración ya en aquella época de la creación de cárceles con un sentido no solo punitivo, sino de reinserción a la sociedad, de acuerdo con las tendencias más progresistas entonces.
“La creación de Barcos-escuela de carácter correccional para los jóvenes que con arreglo a la ley no pueden sufrir condena mayor”.
El análisis de la anterior propuesta nos patentiza la preocupación e interés por los jóvenes, de incorporarlos a la sociedad, mediante su estancia en estos barcos- escuela.
“La enseñanza gratuita y obligatoria para los niños de seis a catorce años”.
Esta determinación era un paso de suma importancia,  tanto por la gratuidad de la enseñanza, como por la obligatoriedad. 
 
“Creación de escuelas politécnicas en cada una de las seis Provincias, gratuitas y obligatorias para los adultos quedando considerada la segunda enseñanza obligatoria, y comprendida las Artes y Oficios”.
Esta propuesta también era una de las más interesantes, pues evidenciaba el conocimiento  de la necesidad que había de formar a los adultos técnicamente para beneficio de ellos y de la comunidad y, en particular, la obligatoriedad de tales estudios. 
“La instrucción universitaria ofrecida a todos gratuitamente, siendo esta oficial y nacional”.

Este inciso es también relevante, no solo porque hace la instrucción universitaria gratuita, y por lo tanto al alcance de los miembros de la sociedad imposibilitados de acceder a esa enseñanza por el costo de la misma, sino que la reglamenta como oficial y nacional.
“La reglamentación de la enseñanza  privada y oficial, debiendo estar al cuidado del Estado para que resulte uniforme la educación de todos los cubanos”.
Este aspecto fue alcanzado posteriormente, pues bien recuerdo que los alumnos del bachillerato y de otros niveles, los exámenes finales que tenían que rendir eran preparados por el Estado.
“Creación de la Escuela naval y Militar”.
Esta propuesta también se materializó mucho después.
“La admisión franca y leal en el servicio militar, en el administrativo, gubernativo y judicial de  ciudadanos de color, para así estar representadas todas las razas en los servicios del Estado”.
Una de las demandas principales era la de poder  acceder a los  puestos laborales sin ser marginados por el color del piel. La reiteración de esta desigualdad fue la causa principal de la lucha y fundación de la agrupación. No se puede pasar por alto que una de las demandas más reiterativas a todo lo largo de la historia del negro en Cuba fue la representatividad del negro en los diferentes niveles del Estado, el Gobierno.
Recuérdese la intervención del Comandante en Jefe en la clausura del Tercer congreso del Partido. 
“La inmigración debe ser libre para todas las razas, sin hacer preferencias de ninguna. La libre entrada para todos los individuos que dentro de las prescripciones sanitarias, vengan de buena fe a contribuir al fomento y desarrollo de la riqueza pública”.
El análisis de este fragmento evidencia lo lejos que estaban los independientes de ser racistas, sino que comprendían que la inmigración era necesaria para el fomento y desarrollo del país, sin privilegiar una raza sobre la otra. 
“La repatriación por cuenta del Estado, de todos los ciudadanos que de extranjeras playas quieran retornar al suelo natal y carecieran de recursos necesarios”. 
Este acápite denota la generosidad del programa en facilitar a los que desearan repatriarse y no tuvieran los fondos requeridos.
“La creación de una ley que garantice en el Servicio de las Empresas Públicas, domiciliadas en Cuba o en el extranjero, la admisión de empleados cubanos, con preferencia a los extranjeros, hasta tanto no sean nacionalizados, evitando que las nuevas empresas que se establezcan puedan ser domiciliadas en otro país”.
Un aporte de la Agrupación fue consignar la necesidad estatal de procurar empleo a los cubanos, pues ya se veía la preferencia que tenían los comerciantes extranjeros en darle trabajo a sus paisanos. Justamente el descontrol que existió en este sentido motivó una de las medidas más radicales de la revolución de los años treinta: la ley que prohibía la existencia de centros laborales y comercios integrados únicamente por extranjeros, ya que el 50% de ellos debían ser trabajadores nacionales.
“Laboraremos para que en todos los  territorios de la República sean ocho horas las que se entienda por día laborable”. 
Sin duda alguna, otro elemento importante se encuentra en este intento de  regular el horario laboral. Tuvieron que pasar muchos años para que se legislara tal petición.
“Creación de un Tribunal de trabajo que regule las diferencias que surjan entre el capital y el trabajo”.
El enunciado de este párrafo evidencia el conocimiento que se tenía de las contradicciones clasistas entre capitalistas y asalariados, y una forma sensata de llevar a cabo la lucha por disminuir las desigualdades sociales y económicas y lograr la república igualitaria, sin preocupaciones raciales, ni antagonismos sociales.
“Promulgación de una Ley prohibitiva de inmigrantes menores de edad y de las mujeres, a excepción de las que vengan en familia”.
Esa promulgación era una forma de luchar contra la explotación de menores y de las mujeres que formaban parte de la trata blanca, que no siempre eran blancas las que ejercían el oficio más antiguo de la tierra. Un año después de la masacre de cientos de independientes, incluidos sus dos máximas figuras, ocurría el cierre de la zona de tolerancia que había funcionado hasta ese momento en el barrio de San Isidro, justamente tres años después del asesinato del  famoso chulo Yarini36, a manos de un chulo francés, evidenciando lo justo de la propuesta planteada en el Programa.
“La distribución de colonias de los fondos del Estado, o de las que adquiera para el efecto, entre los veteranos de la guerra por la independencia que carezcan de recursos y quieran dedicarse a las faenas agrícolas, prefiriendo siempre a los que tengan aptitudes para el desempeño de los destinos públicos”.
Y por último, se contemplaba la distribución de tierras, un buen indicador de que se sabía cómo contribuir a que los veteranos que así lo desearen pudieran aspirar a tener un sitio donde vivir, trabajar.
Evidentemente el programa presenta aspectos novedosos, avanzados para el momento, pero no tiene una proyección explícita acerca del desarrollo industrial, y de la expansión azucarera que ya tenía lugar en el país.
Surgido durante la segunda ocupación yanqui, era lógico que no se pronunciaran abiertamente  en contra de la enmienda, pero si se lee bien entre líneas hay un llamado a la difusión  del amor a la Patria e interesar a todos en la conservación de la nacionalidad cubana.
Si bien, desde el punto de vista de la educación, el programa proyecta cambios importantes en la educación en aspectos generales, siempre, como es de esperar, dentro de una concepción eurocéntrica, no se expresa abiertamente el rechazo a las prácticas culturales y creencias  de origen africano, presente en algunos textos que abordaron el problema del progreso de la comunidad afrodescendiente. Aspecto que considero interesante. 
Pero, independientemente de ese detalle, la fundación del Partido, su organización, su programa y su prensa demostraban que un sector de la comunidad negra cubana había llegado a una madurez tal que la reflejaba de un modo como nunca antes se había hecho, y creaba un hito en la historia del país y de toda la América: La fundación de un partido político integrado solo por negros no con la finalidad de gobernar a nadie, sino procurar que se nos gobierne bien. Esa frase, presente en el acta fundacional, mostraba que en realidad el interés de sus creadores, conociendo muy bien la contextualidad de nuestra sociedad en aquella época, al menos por el  momento, era alcanzar algunas bancas de las cámaras del congreso.  Probablemente, con el ejercicio y el proceso que se hubiera abierto, la historia hubiera sido completamente diferente, pero los sucesos que se desarrollaron posteriormente impidieron llevar a la práctica lo que hubiera sido algo muy importante: contar ahora con la experiencia que pudo haberse adquirido. 

No obstante, el saldo dista mucho de ser negativo. A medida que pase el tiempo, se valorará más esa fundación, se ampliarán y  profundizarán más los estudios, en virtud de la documentación que irá apareciendo y  de los enfoques de nuevas y no tan nuevas generaciones que se acerquen a este olvidado por mucho tiempo Partido Independiente de Color. Partido que muestra del nivel al cual llegó el movimiento social del negro en Cuba, único en la historia de los movimientos sociales del negro en América. Por lo tanto, inaceptable para el racismo criollo y mucho menos para la política imperial estadounidense, que sí conocía los nobles objetivos de los independientes. Por lo  que no sería sorprendente especular, como dijera Víctor Fowler, que desde el Norte se dictara la orden de exterminio, pero no tanto para evitar la tercera, definitiva y deseada ocupación y anexión posterior de nuestra Isla, sino para impedir el gran ejemplo que se hubiera dado para los propios negros estadounidenses y de otras partes de nuestro continente.

Notas y bibliografía citada.
1. Narciso López (1798-1851). Venezolano que luchó a favor del poder español. Realizó dos expediciones con la finalidad de iniciar la guerra de independencia en nuestra Isla (1850, 1851), pero en realidad fue un instrumento de los esclavistas cubanos que buscaban la anexión de Cuba a los EE.UU. para evitar la abolición de la esclavitud. En su segundo intento fue atrapado y ajusticiado. La bandera cubana actual fue enarbolada por él en ambas ocasiones. Para ampliar sobre él puede consultarse: 1) G. García Galase. “Pedro Figueredo, autor del himno bayamés. Narciso López, creador de la bandera cubana”: conferencia.—Logia Colón, La Habana, 1959. 2) Sergio Aguirre. 150 0bjeciones a Narciso López. (anexionismo, esclavitud, mercenarios).—La Habana, 1962.
2. Serafín Portuondo Linares.  El Partido Independiente de Color.—Dirección de Cultura, La Habana, 1950.
3. Rafael Fermoselles. Política y color en Cuba. La guerrita de 1912.—Editorial Colibrí, Madrid, 1974. (Ediciones Géminis)
4. Durante mi visita a la familia de Pedro Ivonet en el reparto Sueños, Santiago de Cuba en 1974, aún se recordaban comentarios familiares acerca de la carta que reflejaba el acuerdo entre José Miguel Gómez e Ivonet con vista a la derogación de la Enmienda. Pero que nadie había visto objetivamente.
5. Aline Helg. Lo que nos corresponde: la de los negros y mulatos por la igualdad en Cuba. 1886-1912.—Imagen Contemporánea, La Habana, 2000.
6. Alejandro de la Fuente. Una nación para todos: raza, desigualdad y política en Cuba (1900-200).— Editorial colibrí, Madrid, 2000.
7. María de los Ángeles Meriño. Una vuelta a mayo de 1912.—Pinos Nuevos, La Habana, 2006.
8. Silvio  Castro Fernández.  La masacre del Partido Independiente de Color en 1912, Editora Política, La Habana, 2002.
9. F. Riquelme. Guantánamo en el vórtice de los independientes
10. Enmienda Morúa.  Llamada así por ser redactada y presentada al Congreso para ser agregada a la Carta Magna por Martín Morúa Delgado. Dicha enmienda prohibió la formación de partidos políticos integrados por hombres de una sola raza. Sin embargo, a pesar de su aprobación el PIC continuó su campaña política y la lucha por su derogación.
11. Hasta ahora se consideraba que fueron miles los muertos por la represión contra los independientes. La investigadora María de los Ángeles Meriño demostró que la cifra de los masacrados fue mucho menor, como lo expresa en su libro. Ver Meriño, Ob. Cit.
12. José Martí (1853-1895). Su proyecto independentista y su idea de una patria con todos y para el bien de todos ganó el apoyo y simpatía de la mayoría de los cubanos, quienes pensaron que con el triunfo de la Revolución Redentora y la República Martiana se solucionarían todos los problemas de los sectores más necesitados de reivindicaciones, entre los que encontraba la población afrodescendiente.
13. Raúl Roa (1907-1982). Intelectual de larga lucha revolucionaria durante la república burguesa. Llamado el canciller de la Dignidad por su vertical posición y aguda palabra  como ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país.
14. Juan Gualberto Gómez (1854-1933). Consideró que esa diferencia sólo se eliminaría mediante la superación educacional de cada individuo, hombre o mujer.
15. El Directorio Central de Sociedades de Color fue uno de sus intentos para promover la superación educacional de negros y mulatos que formaran parte de las diferentes sociedades que integraban el Directorio.
16. 1) Ramiro Cuesta, Lino Dou y Silverio Sánchez Figueras. “Discursos”. La República Cubana 5 julio 1902:2; 2) Generoso Campos Marquetti. “Discurso” La República Cubana 9 julio 1902: 2;  3) Juan Gualberto Gómez. “Discurso”. La República Cubana. 15 y 16 julio 1902:2.
17. Palenque de Palmares. En 1594 un grupo de esclavos se convierten en cimarrones y fundan un palenque que logró sobrevivir a todos los ataques de los colonialistas hasta 1694, cuando Zumbí, el líder de aquel momento fue traicionado.
18. Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874). Llamado El Padre de la Patria, se alzó en armas antes de la fecha prevista, al conocer que los españoles se disponían a detener a los involucrados en la conspiración.
19. Protesta de Baraguá. Se efectuó el 15 de marzo de 1878. Fue liderada por Antonio Maceo (1845-1896) al no aceptar un sector del mambisado cubano la paz  firmada entre el poder colonial español y los representantes de la República en Armas. Se acordó  continuar la beligerancia; la llamada Guerra Chiquita (1878-1879) fracasó por el cansancio de diez años de guerra, las divisiones regionales, la falta de apoyo material y por estar integrada la mayoría de las tropas por mambises negros.
20. La Paz Fecunda. Se denomina así al período transcurrido entre 1880 y el comienzo de la guerra de 1895. Durante esos años se efectuó el proceso final de la abolición de la esclavitud (1880-1886).
21. Quintín Banderas (1834-1906). Peleó en todas nuestras guerras de independencia. Se alzó en 1906 contra el gobierno de Tomás Estrada Palma (1835-1908). Ese mismo año fue sorprendido en su campamento y asesinado a machetazos mientras dormía. Ver:1) Abelardo Padrón. General de tres guerras.—Editorial Letras cubanas, La Habana, 1991.
22. Juan Gualberto Gómez. Un documento importante. Carta  de …. —Imprenta El Pilar, La Habana, 1885.
23. Enmienda Platt. Impuesta a propuesta del senador Platt por el Gobierno Interventor para poder intervenir en los asuntos internos del país como un modo de garantizar  la paz y la protección de los intereses económicos.
24. Fernando Ortiz (1881-1969). Hampa afrocubana…—Editorial América, Madrid. 1917. 1.ed.  1906.
25. Tomás Fernández Robaina. El negro en Cuba.— 2.ed.— Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1994.
26. Evaristo Estenoz. “A mis amigos” El Nuevo Criollo.1905:1-2.
27. Rafael Fermoselles.  OB. Cit.pp 197, 182-192.
28. Ricardo Batrell y Alejandro Neniger. “Manifiesto al Pueblo de Cuba y a la raza de color”. La Discusión. 11 agosto 1907: 8.
29. “Manifiesto al pueblo cubano y a los ciudadanos de color”. Impr. Maceo, Camaguey, 1907. (Una hoja. Aparece firmado por Emilio céspedes y otros. Consultado en el Archivo Nacional de Cuba. Fondo Especial. Legajo Fuera de Caja. Signatura 6-4. Reproducido en el periódico La Debacle, 11 septiembre 1907:1,2,3.).
30. Ob.cit.
31. Lorenzo Despradel. “El Manifiesto”.    El Liberal. 22 septiembre 1907:1;  Rafael Reina.  “La raza de color” El Liberal 20 septiembre 1907:1.
32. Tomás Fernández Robaina. Ob. Cit. pp. 58-59.
33. ¡Qué apóstol me ha salio! ¿Querrá don Evaristo ser Presidente? La Lucha 9 agosto 1907:1.
34. Rafael Fermoselles. Ob. Cit. p. 101.
35. Evaristo Estenoz. “Carta abierta…” El Triunfo 20 febrero 1908:9.
36. “Acta de Constitución de la Agrupación Independiente de Color”. Pp. 195-200. En: Tomás Fernández Robaina. Ob. Cit.
37. Ob.cit. 192-195.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...