Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

lunes, 9 de enero de 2012

20 Años de desacuerdos I


Dagoberto Gutierrez

El régimen político de El Salvador se basa en una clase dominante que ha impuesto sus directrices a partir de su poder incuestionable y su poder político ideológico movedizo, estos sectores han dominado a la sociedad desde los albores de 1811 y hasta ahora el fenómeno de la dominación no ha sido acompañado de la dirección.

En el ejercicio de estos poderes oligárquicos, ha predominado la imposición. La dirección de la sociedad basada en el consenso no ha sido el factor predominante del poder político en el país. La ausencia de niveles útiles de consenso ha establecido que la negociación no constituya   el camino de los acuerdos políticos tomados.

Negociar no ha sido la practica, hacer concesiones tampoco, escuchas las posiciones y los intereses de la otra parte mucho menos, ha sido la fuerza y su uso exclusivo la que ha marcado el rumbo del país hasta la ultima guerra de 20 años.

En la sociedad salvadoreña se han desarrollado, desde 1821, tres grandes expresiones de confrontación que con sus definidas características han echo referencia dramática y sangrienta a la ausencia de solución política, de intereses confrontados que se convierten en antagónicos y chocan sangrientamente, se trata de un proceso que se inicia en 1832 con el levantamiento de Anastasio Aquino, pasa por el levantamiento de 1932 con Farabundo Martí como figura central y culmina con la guerra de 20 años resuelta mediante acuerdos políticos.

Aquí aparecen, en medio de la sangre el odio implacable, la guerra sin cuartel entre los bandos y la intervención extranjera, figuras nuevas como el dialogo, la negociación, los mediadores, acuerdos de paz y los negociadores de esos acuerdos; en cierto modo se rompe con el curso de los acontecimientos porque aparecen una nueva correlación de fuerzas que, construida durante la guerra de 20 años puso a los sectores dominates ante la disyuntiva ineludible de negociar, estamos diciendo que la negociación no se basa ni en la confianza ni en la buena fe de las partes y que esta figura aparece solamente cuando hay una correlación de fuerzas que la torne inevitable, y no se trata, como se podía pensar, de una comprensión o de un elevamiento de la inteligencia o mucho menos de una luz celestial que indique el camino.

Toda negociación contiene un acto de fuerza empezando porque los negociadores han de ser fuertes y  la búsqueda del acuerdo parte, inevitablemente, de los desacuerdos, y esto quiere decir que el acuerdo nace y depende de la prioridad, tratamiento y abordaje que se haga de los desacuerdos existentes; pero no solo de eso porque por muchos desacuerdos que existan nunca un fuerte negocia con un débil a menos que éste débil deje de serlo y el fuerte no tenga otro camino mas que negociar. Al mimo tiempo toda negociación resulta ser una confrontación porque solo los que confrontan negocian aunque no todos porque terminan negociando aquellos confrontados en donde no hay derrotados, dado que al darse una derrota desaparece la necesidad de negociar y aparece la oscura figura de la rendición cuyos términos no son negociables.

Toda mesa de negociación es un escenario de confrontación pero en busca de un acuerdo, esto quiere decir que entre negociar y confrontar hay puentes no siempre visibles pero que resultan necesarios cruzar.  No todo dialogo se convierte en negociación aunque toda negociación presupone dialogo, de nuevo el mero dialogo, por útil que resulte, se tornará negociación solo si las partes que dialogan cuentan con la fuerza necesaria para convertirse en interlocutores válidos.

La figura de la paz termina siendo, por contar con fronteras sinuosas, la mera ausencia de guerra y, por engañoso que este uso resulta para los seres humanos, fue ésta noción de paz la que en definitiva se impuso en El Salvador.

Porqué fue posible la negociación en El Salvador, aun cuando negociar no se usa en el régimen imperante ¿se trata de tres factores muy relacionados: el primero es la disolución de la Unión Soviética, el segundo es la ofensiva militar del FMLN de noviembre de 1989 y el tercero  es la decisión del Gobierno Estadounidense de negociar el fin de la guerra.

Resulta necesario precisar que en ningún momento la oligarquía dominante o la fuerza armada gubernamental compartieron la decisión política de negociar la guerra porque ambos sectores buscaron siempre y con gran afán una solución militar.

La ofensiva militar del FMLN de 1989 demostró que una solución militar solo era posible al mas largo plazo y para que la fuerza armada contara con posibilidades de vencer era necesaria, además del plazo una intervención militar directa de los Estados Unidos, para este país el derrumbe de la Unión Soviética señaló el momento de terminar su apoyo a la larga guerra que la oligarquía desarrollaba en El Salvador y, de esta manera, la Casa Blanca pasó a imponer a la oligarquía salvadoreña y a sus fuerzas armadas una solución negociada, este viraje convirtió el dialogo en negociación y apreciemos el peso que el factor externo jugó en ese movimiento.

Importancia de la fundación del Partido Independiente de Color y la amplitud de su programa


Tomás Fernández Robaina • La Habana

Nuestros pueblos caribeños y latinoamericanos presentan, por lo general, dos aspectos que bien pueden considerarse dos caras de una misma moneda. Una de ellas es la construcción de una historia narrada, transmitida y difundida  para su conocimiento y estudio por el poder hegemónico de cada una de nuestras sociedades, la cual solapa, y manipula los hechos sociales e históricos, así como el papel desempeñado por determinadas figuras, como una forma de legitimarse histórica y actualmente; la otra es la versión, y narración de esa historia según el punto, o los puntos de vista, de los que tratan de subvertir ese orden, en pos de la construcción de una sociedad donde los ciudadanos y ciudadanas, históricamente marginados, tengan mayores posibilidades de acceder a posiciones económicas, laborales, educacionales, y culturales, tanto de forma individual como colectiva.

El estudio y análisis de la historia, por lo tanto, se transforma en un espacio de debate, de denuncia y deconstrucción de la manipulación histórica ejercida por los grupos y sectores de las diferentes clases sociales que han compartido el poder en cada uno de nuestros países.
Muchos son los ejemplos de hechos y personalidades de  nuestra historia que pueden nombrarse. Narciso López1 es una de esas figuras, que durante mucho tiempo se enseñó en nuestras escuelas como un venezolano que murió por  la independencia de Cuba, cuando en realidad fue un instrumento del grupo de esclavistas cubanos que buscaba la anexión a los EE.UU., como una forma  de mantener la esclavitud en la Isla, amenazada ante la posibilidad de su abolición.

Otro  hecho, de los varios que pueden comentarse, radica en la Agrupación Independiente de Color, convertido en Partido, poco tiempo después de su fundación. La importancia de esa acción no ha sido aún subrayada de la forma que merece por nuestra historiografía.
En  1950 Serafín Portuondo Linares2 dio a conocer la primera historia panorámica de esa organización política, surgida el 7 de agosto de 1908, pero esa acción no fue analizada de manera amplia por los investigadores anteriores a él, y solo Fermoselles3, Aline Helg, Alejandro de la Fuente4 y  María de los Ángeles Meriño Fuentes5 han efectuado reflexiones notables, a partir de la valoración de la documentación existente en los archivos de Cuba y los EE.UU., y por la consulta de la huella del PIC en nuestra prensa periódica. El libro de Castro Fernández6, La Masacre de los independientes fue una notable contribución en su momento, pues puso a disposición de nuevas generaciones el recuento de los hechos, y su valoración historiográfica y la propia del autor, en la misma dirección se encuentra Guantánamo en el vórtice de los independientes7. Pero aún quedan muchas interrogantes que deberán ser respondidas mediante el análisis más riguroso de ciertos aspectos mencionados, y mantenidos como posibles hechos reales en algunos textos de la prensa de la época, pero que no cuentan con fuentes documentarias que corroboren las hipótesis ni testimonios orales llevados a la escritura. Todo queda en un decir, o decires, como la supuesta carta que evidencia el acuerdo entre Estenoz y José Miguel Gómez.

En un informal y espontáneo debate sostenido  en la oficina entre  Roberto Zurbano, Víctor Fowler, ambos poetas y ensayistas, y yo, (el mediodía del viernes 19 de septiembre), Víctor fundamentó de forma muy clara sus reparos al proyecto de los Independientes, por considerar que el mismo iba en contra de la idea de la democracia, que no había habido un partido político solo para blancos, como no lo había habido los chinos, ni para los españoles. Que no podía pasarse por alto el papel que jugó, sin duda alguna, el gobierno de Washington, en el desenlace final de la protesta. Se sabe que la misión de Ferrara era demostrar y garantizar que el gobierno ejercía el control del país, y evitar de ese modo una nueva intervención. Tampoco puede sorprender, de ser cierta la especulación de Fowler, de que la represión y matanza de los Independientes se llevó a cabo para impedir la tercera intervención, y ante la posible amenaza de que un tercer desembarco de tropas estadounidenses pusiera punto final a la República.

Lamentablemente no se han encontrado documentos o partes oficiales que posibiliten corroborar esa idea de Víctor, pero sí está bien claro que los independientes en ningún momento buscaron y propiciaron la intervención, ya que de haber sido ese uno de sus objetivos, las propiedades extranjeras hubieran sido blancos directos de sus ataques. Justamente ese hecho pudo haber sido altamente valorado por Washington, ya que se conocía muy bien que los independientes buscaban una sociedad donde objetivamente el sector negro era el llamado a buscar el equilibro tan necesario para que la patria fuera realmente justa para blancos y para negros.
Por otra parte,  los investigadores, historiadores y periodistas han debatido más la  Enmienda Morúa8, sus consecuencias,  la protesta y masacre final de cientos de sus miembros en 19129, que las causas de la fundación del PIC.

Debe tenerse muy en cuenta que el nacimiento de esa agrupación marcó un hecho muy importante en nuestra historia, y en particular en la recién inaugurada República Burguesa: la existencia de un partido político integrado solo por miembros de una raza. Además, era la demostración más palpable de que la Revolución Redentora de José Martí (1853-1895)10, se había ido a bolina, como dijera año más tarde el Canciller de la Dignidad, Raúl Roa11, de la Revolución del Treinta.

Todos los cubanos, negros, mulatos y blancos, patriotas, intelectuales, trabajadores calificados o no, campesinos y/o trabajadores agrícolas, artesanos, empleados de la administración pública y del comercio, sabían objetivamente que los partidos tradicionales existente hasta entonces manipulaban las demandas reivindicadoras de los sectores sociales necesitadas de ellas, en los que la población negra era la que se encontraba más marginada social y laboralmente.

Nada se había hecho para disminuir hasta eliminar la diferencia de origen,  apuntada objetivamente por Juan Gualberto Gómez (1854-1933)13, quien recalcaba que el negro había sido traído como un instrumento de trabajo, sin tener en cuenta su condición humana, y que era necesario incorporarlos a la sociedad moderna. El empeño juangualbertista en esa dirección, al fundar el Directorio Central de Sociedades de Color12, no tuvo el resultado esperado por su promotor.

Las ideas de que con la independencia y la República, los sectores obreros, campesinos y en particular, los negros que formaban parte mayoritaria de los mismos, como ya he expresado, podrían acceder a una mayor instrucción y tendrían más espacios laborales, sobre todos los cubanos negros con instrucción, fueron acicates que movilizaron a los negros de forma amplia y consciente a engrosar las filas mambisas, mucho más que los que se aliaron a los españoles.

No pasó mucho tiempo para que no pocos de ellos, sin llegarse aún a la república, se percataran de que algo estaba funcionando mal en nuestra sociedad. Se cuenta con una numerosa muestra de cómo muchos de ellos acudieron a los tribunales, y de forma legal y disciplinada demandaron derechos planteados por las leyes, en pleitos y demandas muy casuísticamente, satisfechas en algunos casos.

No fue casual, como ya he dicho, que el 29 de junio de 190213, a solo semanas de inaugurada la primera república, figuras prominentes del mambisado negro, participaran en una asamblea en el teatro Albizu en donde demandaron atención y solución a las demandas enarboladas en aquel momento. ¿En qué momento surgió la idea de la formación de un partido político integrado solo por negros y mulatos? ¿Era realmente una idea nueva? ¿Qué significación tuvo en su momento y tiene en la actualidad el nacimiento de la Agrupación de los Independientes de Color?

Para dar respuesta a las anteriores interrogantes debemos recordar algunos elementos que nos ayudarán a comprender mis razonamientos.
Históricamente se ha dicho, como bien me apuntó el historiador e investigador Jorge Ibarra Cuesta, que existía la creencia generalizada de que los africanos y sus descendientes no habían tenido ideas independentistas, que las sublevaciones de esclavos y posteriores conspiraciones habían tenido el único objetivo de abolir la esclavitud, sin que se haya tenido presente, que en el caso de Cuba, la abolición conllevaba de forma obligatoria a la independencia. No puede ignorarse el espíritu de amor a la libertad, siempre presente en los esclavos, que los llevó al cimarronaje individual, y a la fundación de palenques de diversas dimensiones, en todos los países y épocas donde dicho fenómeno se manifestó, como el de Palmares, en Brasil14, que sobrevivió durante un siglo a todos los intentos del poder colonial hasta que fue destruido porque era intolerable la existencia de un amplio territorio y una numerosa población africana y afrodescendiente libre.
¿Qué hubiera ocurrido si aquellos cimarrones, en lugar de adoptar una posición defensiva en Palmares, hubieran marchado a tambor batientes sobre las plantaciones, liberando y sumando a los esclavos de cada una de ellas?

En Cuba nunca el cimarronaje y los palenques pusieron en peligro el sistema colonial, ni hubo un palenque comparable al de los Palmares, pero los hubo, y tanto esos palenques como el cimarronaje individual expresan el espíritu rebelde, de resistencia al sistema social al cual habían sido obligado a vivir los africanos y afrodescendientes. 

En la conspiración que dio lugar a la Guerra de los Diez Años (1868-1878) el negro libre no estuvo presente en su organización, y mucho menos el esclavo. El hecho de que desde el primer día Carlos Manuel Céspedes (1819-1874)15 liberara a los esclavos de su ingenio fue un hecho sorpresivo para muchos, pero objetivamente fue el resultado, una vez más, de que la realidad social, política y bélica en un lugar y tiempo determinado de una sociedad, obliga el modo o los modos de resolver las adversidades y necesidades inmediatas para lograr el objetivo principal planteado; en el caso concreto de Cuba: la separación política y económica  de España.

No se ha valorado de forma debida que independientemente de los problemas regionales que debilitaron las fuerzas independentistas en su primera guerra, la abolición de la esclavitud, fue un elemento que dividió a los criollos y perjudicó a las fuerzas cubanas. Los españoles tuvieron en ese sentido un saldo más positivo, al menos históricamente, con la ley de vientre libre, y la creación de tropas integradas por negros. ¿Eran estos mayoritariamente negros criollos, o africanos, y eran esclavos o negros libres? Son algunas de las preguntas que les hago a los historiadores que se han ocupado de esos temas, entre algunas más que nunca han sido respondidas desde mucho antes de 1959.
La Protesta de Baraguá16 se llevó a cabo contra el acuerdo de aceptar la paz propuesta por los españoles. Ella estuvo apoyada por importantes patriotas blancos, liderada por Antonio Maceo (1845-1896), un mulato, y secundada por la casi totalidad de la oficialidad negra y mulata que buscaba materializar el gran sueño de la independencia, de la cual ellos se habían apropiado, batallando, y muriendo en hazañas heroicas que les había proporcionado el prestigio y valentía, así como los grados que muchos ostentaban finalizada ya la contienda. Todo lo anterior reflejaba ya de manera indiscutible la existencia de un sentido de pertenencia e identidad  total que los había hecho luchar para materializar la independencia, anhelada ya no solo por los poseedores del poder económico, sino también por los pertenecientes a los más diversos sectores populares de nuestra población.

La experiencia posterior, adquirida durante  la llamada Paz fecunda17, y las vivencias  a partir de la guerra independentista iniciada en 1895, la Guerra Hispano-Cubano-Yanqui (1898-1899) y la Primera Intervención Estadounidense (1899-1902) enriquecieron extraordinariamente la mentalidad de todos los cubanos, y en particular la de algunos afrodescendientes sensibilizados con la situación de marginalidad que padecían no pocos de ellos a pesar de tener un nivel de instrucción adecuado para desempeñar puestos laborales en la administración pública.
Justamente, no pocos de ellos fueron oradores en el acto celebrado en el ya mencionado Teatro Albizú. La indiferencia de Estrada Palma ante las demandas más esenciales de justicia social, y más bien la adopción de una política discriminatoria y humillante como la realizada contra Quintín Banderas (1834-1906)18 hicieron ver muy claramente cuál era el papel desempeñado por los partidos políticos Liberal y Conservador, en sus diferentes tendencias.

Por lo tanto, era lógico que se planteara una forma diferente de organizarse los cubanos negros para luchar contra esa situación imperante, y una de esas  tendencias, fue la asumida por Evaristo Estenoz de constituir una agrupación con fines políticos que hiciera objetivamente lo contrario de las otras organizaciones políticas.

Mas esa propuesta no era realmente nueva. No debe olvidarse el rechazo de Juan Gualberto Gómez a presidir una organización política integrada solo por negros en la década ochenta del siglo XIX19. No pocas de las razones por las cuales se formuló tal propuesta fueron similares a las esgrimidas por la Agrupación Independiente de Color a principios del Siglo XX: La falsedad y manipulación de las promesas de los políticos y de sus partidos con vista a satisfacer las demandas de los cubanos negros.
Si bien la propuesta colonial no prosperó, fundamentalmente, por la negativa de Juan Gualberto Gómez, ya en la primera década republicana, el contexto era objetivamente diferente. Cuba era independiente, y aunque teníamos como una amenaza constante la Enmienda Platt20, impuesta por el gobierno de Washington, la constitución del partido fue un acto legal, aprobado por la autoridad estadounidense durante la segunda intervención (1906-1909). No resulta difícil intuir que probablemente la aprobación de tal organización, se hacía con objetivos más allá de los visibles de favorecer a la sociedad civil.
La fundación de la Agrupación Independiente de Color denotó la madurez a la cual había llegado un sector de la población negra, que no veía otra opción para luchar por sus derechos que por los medios políticos establecidos legalmente en el país. Su programa formulaba ideas que los mostraban como negros identificados plenamente con la Patria y con la Revolución Redentora de José Martí; sus demandas perseguían eliminar las diferencias sociales que marginaban de forma amplia a los cubanos negros, así como posibilitar su acceso a la instrucción, de la cual habían estado marginado de forma amplia por siglos.

Un análisis sereno del programa del PIC motiva admiración, y aplauso por las demandas tan justamente planteadas, beneficiosas no solo para la población afrodescendiente, pero que tenía muy en cuenta la necesidad histórica de elevar el nivel educacional y cultural  de ese sector de nuestra población. Todas las demandas se enmarcaron dentro de las necesarias reivindicaciones sociales, económicas,  políticas y educacionales.
No hubo un espacio para el reconocimiento oficial de los valores culturales de origen africano, los surgidos como consecuencia de la transculturación de los elementos africanos entre sí y entre ellos y los códigos eurocéntricos de la cultura oficial  dominante.
Lo anterior refleja parte del proceso de asimilación de una parte del sector de la población negra de Cuba: la poseedora de instrucción y por lo tanto con derechos objetivos para competir por puestos laborales junto con los blancos educados. Era evidente que para alcanzar ese propósito tenían que alejarse, al menos de los espacios públicos, de todo lo que se identificaba con la cultura de origen africana.

Esas expresiones entonces eran consideradas manifestaciones cultivadas por un sector de la población apegada al pasado, sin instrucción. Se tenía la certeza de que a medida que los miembros de ese sector se instruyeran, se alejarían de esas prácticas. Por eso Fernando Ortiz(1881-1969) en su Hampa Afrocubana21, llamó la atención sobre la necesidad de estudiarlas como expresiones de la cultura tangible e intangible de los africanos y de sus descendientes para que no se perdiera el conocimiento de ellas y las huellas de las mismas habían existido en nuestro país.
Los cubanos negros asimilados tenían que  demostrar que eran portadores de los valores eurocéntricos. Muchos habían peleado en nuestras guerras independentistas por lo cual sus demandas eran legítimas y nobles. Probablemente, no pocos de ellos, a pesar de sus posiciones abiertas en contra de las manifestaciones de origen africano, las practicaban de forma oculta, mientras que los vinculados a los sectores más populares las cultivaban de modo más visible.

Se debe destacar que en las demandas del movimiento social del negro, anterior a 1959, el respeto e identidad hacia las culturas de origen africano nunca apareció de forma orgánica; mucho menos la valoración de las creencias afrocubanas como religiones del mismo nivel que las diferentes iglesias cristianas. Una vez más esa actitud indicaba la posición eurocéntrica adoptaba también en ese sentido por los cubanos negros asimilados, al menos en su mayoría. Por otra parte, como ya he señalado, la mayoría de los integrantes de los sectores más populares, y marginados de la sociedad, no solo las practicaban abiertamente, sino que las expandían horizontal y verticalmente, entre hombres y mujeres de diferentes clases sociales, quienes a veces las practicaban de manera oculta, disimulada, de tal forma que oficialmente, y muy particularmente después de 1959, se consideró que las religiones, y de forma muy singular, los llamados cultos sincréticos, estaban  disminuyendo de forma muy objetiva.
El Partido Independiente de Color no se pronunció en este sentido en ninguna dirección notable, pero se infiere que al ser su mayoría negros de los sectores más populares, fueron practicante de las religiones afrocubanas, como también del catolicismo popular, al  menos sus dos líderes principales, parecen haber sido católicos.  
 
Evaristo Estenoz en la prensa anterior a la fundación AIC.
En El negro en Cuba: apuntes para la historia de la lucha contra la discriminación racial22 se relacionan las acciones y hechos que el movimiento social ejecutó en pro de sus derechos desde las primeras semanas de inaugurada la república burguesa que ayudan a entender el porqué de la creación de la Agrupación Independiente de Color el 7 de agosto de 1908.
La primera referencia que he encontrado sobre Evaristo Estenoz en la prensa cubana se halla cuando da a conocer  un comunicado dirigido “A mis amigos” 23. Dicho documento había sido enviado a varios órganos de la prensa grande, pero no publicado. El análisis de dicho texto nos muestra un análisis justo y sereno de la presencia de los negros en los diferentes partidos hasta ese momento. Estenoz expresó su negativa a aceptar una posición en la Vanguardia Liberal del barrio de Cristo, por la siguiente razón:
…yo aceptaré puesto en el  Partido (Liberal), cuando allí los hombres de color se sientan capaces de defender los derechos de los que todos estén asistidos y mientras los que allí se encuentren no se den cuenta de que harán nada, no volveré a él. En una palabra, no quiero pertenecer a nada en que la raza de color tenga deberes solamente, y esta conducta solo la rectificaré cuando se tenga en cuenta, que servimos, pero con plena conciencia de que valemos y podemos hacer mucho, cuando en una palabra, se hagan respetar, porque no es posible ser libres, pelear por la libertad y sufrir ser tratados al estilo del liberto romano, que a eso no pueden prestarse más que los degenerados, esos pobres de espíritu que viven sin parámetros en la ridícula situación en que se les coloca. Los hombres dignos, los que aspiran a merecer el título de hombres libres, necesitan para vivir en una sociedad que merezca ese nombre dos cosas: ser queridos y respetados. Si no se consigue lo primero, que depende de un sentimiento mutuo y espontáneo, debe imponerse lo segundo, que es lo justo y lo legal, de cada uno y de todos los hombres. También debo hacer constar que no pretendo ser candidato a nada, no consentiré que se me postule para nada. Y diré por qué.  Porque nosotros, si se nos da una escoba o una chapa de mensajero, se nos exige que tengamos los conocimientos de los señores Gómez o Morúa, o las heroicidades del gran Maceo. 
A pesar de los años transcurridos, no dudo en afirmar que algunos de sus criterios tuvieron vigencia durante toda la república burguesa, y también en la República Revolucionaria. Uno  de ellos es bien objetivo, porque es aún muy visible: la exigencia de un nivel educacional al negro, muy superior al que se le ha exigido históricamente a un blanco para el desempeño de cualquier trabajo.

1907 parece haber sido el año en que los negros cubanos dieron más señales de la urgente necesidad de organizarse como bien lo demuestra Fermoselles23, quien  relaciona  algunas de las comunicaciones enviadas por el capitán J.W. Furton, jefe del Servicio de Información Militar del Ejército estadounidense, al mayor General T.H. Barry, y a otros funcionarios en Cuba. En ellas se mencionan las reuniones que sostenían los dirigentes negros, proclamas y manifiestos  impresos que circulaban en  varios lugares del país.

En una de esas comunicaciones se habla de Evaristo Estenoz, como propiciador y líder de una de las tendencias presentes en la mente de los negros cubanos, como la  expresada en el manifiesto  aparecido en Lajas, en el que se pedía la constitución de un partido independiente de negros.
El manifiesto, firmado por Ricardo Bartrell y Alejandro Neniger24, exhortaba a los negros a unirse en sus partidos para hacer un frente único y de ese modo presionar para una mayor justicia social para los históricamente discriminados.
Un manifiesto publicado en Camagüey aseveraba que: “no nos propendemos a la formación de un partido político independiente, que respetamos la filiación de cada cual, que cada cual podrá moverse independientemente de ese partido al objeto de asegurar la efectividad de nuestros derechos en la práctica25

Sus firmantes de declaraban  respetuosos  de las preocupaciones y convencionalismos sociales, por eso aseguraban que: “Queremos que conste que no nos anima sentimiento de odio de ningún género como insinuosamente se propala por los elementos  interesados en que fracasen estas gestiones, sino por el contrario, con nuestra dignificación, ansiamos la dignificación de las demás clases democráticas… A los que dicen que es  prematuro nuestro movimiento porque colocados en un nivel que les permite el disfrute  de alguna comodidad (que nos deben a nosotros mismos) ven con malos ojos que los demás elementos aspiren a ese a ese mismo disfrute, les diremos que hace nueve años que estamos esperando y cada vez la vemos alejarse más porque los llamados  a imponer equidad son los primeros en alejarse, a mistificar ese derecho26”.

A pesar de las objetivas condiciones de injusticia y discriminación social de un buen sector de los cubanos negros, hubo quienes plantearon que muchas de esas demandas ya estaban satisfechas27.  Se aprecia, sin mucho esfuerzo que a nueve años de República se mencionen expresiones defensivas como “no nos anima ningún sentimiento de odio”, “que es prematuro nuestro movimiento” expresiones  que son también empleadas en la actualidad cuando se nos dice que hablar de la problemática racial es fomentar la división, el odio, entre los cubanos, o que  no es necesario abordarlo, que es prematuro, porque algo se ha hecho, y se sigue haciendo.
Esa valoración contrasta extraordinariamente  con la opinión oficial  del Departamento de Guerra de los EE.UU. sobre la conspiración de Masó Parra28 que contó con el apoyo de un buen número de exmambises afrodescendientes. Por esa razón Washington estimó que la agitación había tenido  su  origen en que los cubanos negros  no habían recibido una parte adecuada  de los puestos del gobierno. Masó Parra declaró también que había recibido apoyo de los que buscaban la anexión. Por lo que queda bien claro que sin existir aún un partido integrado solo por negros, los que anhelaban ver a Cuba como un estado más de la Unión, habían patrocinado tal movimiento con el objetivo propuesto.

Justamente, una de los aspectos que más dignifica al Partido Independiente de Color, que no se fundó buscando un propósito como el planeado por Masó Parra, y que a pesar de que pudo haber sido utilizado también con ese fin, su posición fue  opuesta y muy vertical en ese punto.
1907 también fue un año notable en referencias a Evaristo Estenoz desde la prensa periódica de la época. Un año antes de la fundación de la Agrupación de los Independientes apareció en La Lucha una caricatura donde se veía a una mujer, símbolo de la raza negra, expresando en tono sorpresivo e interrogativo las siguientes frases:
¡Qué apóstol me ha salío más caliente! ¿Querrá don Evaristo ser Presidente? 29
Era evidente que Evaristo Estenoz estaba moviéndose, negociando la posibilidad objetiva de entrar en la vida política. Muchas veces las caricaturas, los chistes, nos descubren aspectos, intenciones que no siempre se pueden mostrar por fuentes, históricamente consideradas  más confiables.

Fermoselles también nos aporta un importante documento donde se informa de las actividades de Estenoz en Cienfuegos durante el año de 1906, donde trataba de agrupar a los negros de esa ciudad. Llama la atención el informe del coronel  George F.C Chase en cuanto a que los cubanos negros estaban  descontentos con el tratamiento del Partido Liberal y que habían fundado un partido independiente. 30
Indiscutiblemente, se aprecia la existencia ya del rumor sobre la fundación de un partido integrado solo por negros, un año antes de que se efectuara legalmente su fundación. Y por supuesto, ese rumor estaba motivado por las gestiones del futuro líder con esa finalidad, como bien se corrobora por la respuesta que le da Estenoz a una carta pública de Tomás Aguilar. Este le manifestó que la creación de tal organización política no era conveniente. Estenoz le respondió del siguiente modo:
“Mis actos jamás se han escudado de que sean conocidos de blancos y de negros y solo con marcada malignidad (de lo que no culpo a Usted) podía traerse como nueva, la carta que dirigí a mis amigos en julio del pasado año con un propósito que tuvo su resultado bastante satisfactorio en su oportunidad y que  en la actualidad tan solo tiene el valor que quieran darle los que combaten con malas artes y a quienes nunca les falta quien les cargue el fardo. Pero a pesar de ello voy a consignar que todo lo que en esa se dice padece del mismo defecto y es el de ritual que en estos casos se usa, cometiéndose los mismos errores, se hacen las mismas comparaciones con el marcado propósito  de querer demostrar que no hace falta tratar de nuestro mejoramiento porque  aquí estamos muy bien; y en cuyo plato hacen y hacen todos los hombres que nos combaten que al conocer nuestras quejas se nos habla del patriotismo a los que somos la personificación del sacrificio y los condenados a soportarlo todo en bien de la República  y de la democracia cuyo sol no brilla aún para nosotros”31.
Las propias palabras de Estenoz corroboran sus movimientos en pro de la fundación de una organización política diferente a las conocidas hasta aquel momento. Una vez más él contraataca el criterio de que no se debe tocar el problema de la discriminación racial, de la cual mayoritariamente los negros eran víctimas. Y se aprecia la constante de que ante las demandas, y el supuesto riesgo político y social de la lucha por una sociedad más justa, se llama la  atención sobre la importancia del patriotismo para evitar la posibilidad de la división de la población cubana en blancos y en negros. Y que, como bien señala Estenoz, los afrodescendientes han sido “la personificación del sacrificio y los condenados a soportarlo todo en bien de la República”. Aspectos estos que bien podrían ejemplificarse con la actitud de Antonio Maceo durante la Guerra de los Diez Años, la Guerra Chiquita, y la Guerra de 1895.

La fundación de la Agrupación Independiente de Color
Cinco meses después, el 7 de agosto de 1908,  se redactó el acta mediante la cual quedaba constituida la Agrupación Independiente de Color, con Evaristo Estenoz como presidente y Gregorio Surín como secretario32.
Las razones por las cuales se constituía esa organización política reiteraba de forma sólida las razones que se habían esgrimido para promover la incorporación de los hombres negros que deseaban luchar por una sociedad más justa racial, social y económicamente. Se declaró de forma abierta que la no consideración de las propuestas de los candidatos negros en las elecciones realizadas el primero de agosto, patentizaban de modo inobjetable la significación que tenían los políticos negros en las  nóminas electorales de los liberales y conservadores. Por lo tanto, llegaban a la conclusión de que: 
“…recogiendo el general sentir  de todos los elementos de la raza de color de toda la Isla, que nos consultaba  a diario, demostrando su inconformidad, con el actual estado de cosas, entendemos que para llevar a la práctica una era de paz moral para todos los cubanos, presentemos una candidatura formada por hombres de color, (…) Este propósito no integra odio, ni animadversión hacia nadie, que todos los cubanos tienen el derecho de apoyarnos o combatirnos, pero que nosotros inspirados en una obra alta y generosa, tenemos  el deber de mantener el equilibrio de todos los intereses cubanos, y que la raza negra tiene el derecho de intervenir  en el gobierno de su país  no con el fin de gobernar a nadie, sino con el propósito  de que se nos gobierne  bien”33.
Sana y justa demanda, viable solución que hubiera aportado una rica experiencia de haberse ensayado, al menos. Ese equilibrio al cual aspiraban pudo haberse materializado de forma objetiva mediante la implantación de su Programa Político.

El programa del Partido Independiente de Color34

La lectura  objetiva del Programa evidencia, ante todo, la conciencia y conocimiento  de sus fundadores de la trascendencia histórica del proceso  que se iniciaba en la vida política y social del país. Su primer párrafo es bien ilustrativo y convincente:

La “Agrupación Independientes de Color se constituye en todo el territorio de la república  con carácter nacional, para mantener  el equilibrio de todos los intereses cubanos, difundir el amor a la Patria, desarrollar relaciones cordiales, e interesar a todos en la conservación de la nacionalidad cubana, haciendo participar por igual, en la administración a los nacidos en esta tierra”.
Hay un fin noble, por eso la necesidad de que sea de carácter nacional, para que todos entonces puedan mantener el equilibro de los intereses cubanos. No dice de los cubanos negros, sino de todos los cubanos, por eso el objetivo supremo de difundir el amor a la Patria para que teniendo como premisa de suma importancia ese hecho, tanto para los cubanos negros como blancos, porque solo así  podrían desarrollarse las relaciones cordiales entre todos los cubanos y, particularmente, interesando a todos en la conservación de la nacionalidad cubana. Esta frase me resulta de suma importancia, porque evidencia el conocimiento que tenían de la Enmienda Platt; por eso llaman la atención que para  la conservación de la nacionalidad se hacia imprescindible hacer participar a todos los cubanos en la administración. ¿Podía ser innoble una organización que se planteare tales principios?

El segundo párrafo del programa especificaba:

“La República igualitaria soberana e independiente, sin preocupaciones de raza, ni antagonismos sociales, será nuestra divisa. Propendemos a que figuren en el Cuerpo Diplomático todos los cubanos que sean dignos de estar en él, y que como asunto preferente y de urgente necesidad, se nombren ciudadanos de la raza de color, para que la República esté representada cual ella es”.
No cuesta trabajo percibir la huella martiana en ese fragmento, cuando nuestro Héroe Nacional  planteaba la república integrada por pequeños propietarios, la Patria con todos y para el bien de todos sin antagonismos sociales ni raciales. Obviamente, se destaca cierta ingenuidad, porque ya las clases sociales existían y estaban muy definidas las contradicciones entre la ya naciente clase obrera y el capital, entre los sectores ilustrados, asimilados, y los populares, y era evidente que las preocupaciones de raza existían, de forma muy dialéctica, tanto para los que ostentaban el poder y discriminaban a los que no fueran blancos, como para los negros que se veían marginados. Ese párrafo debió haber dicho: La Agrupación luchara por la República, soberana e independiente, luchando contra la desigualdad social, económica, laboral, para que de ese modo disminuir los antagonismos sociales que como consecuencia de la desigualdad, provocan preocupaciones sociales.
El llamado en particular a que figuren los negros en el cuerpo diplomático, primer llamado político en ese sentido, cien años después evidencia la justeza de aquel reclamo entonces, que solo a partir de 1959 comenzó a satisfacerse de manera más amplia pero no siempre de forma progresiva, porque aún no siempre la República ha estado representada tal cual ella es. Recuérdese el segundo llamado de nuestro líder, el Comandante Fidel Castro, en 1986, a la representatividad femenina, juvenil y étnica de nuestro pueblo en los diferentes niveles de la administración, del Estado, del Gobierno y del Partido35. Por lo tanto, aquí también se corrobora lo justo de lo expresado en esta parte del Programa.
“Somos partidarios de los juicios por Jurados en todos los actos de Justicia que tengan lugar en la República, siendo obligatorio y gratuito el cargo de los jurados”.
Este párrafo nos expresa de forma clara que había una voluntad de de la organización de  hacer participar a los ciudadanos como jurados en los análisis de las pruebas acusatorias y defensoras de los hombres y mujeres encausados en los procesos judiciales del país.
“Abogaremos por la abolición de la pena de muerte, y por la creación de penitenciarias que respondan a las necesidades de la civilización  moderna”.
Este párrafo siempre me resultó interesante, porque refleja un sentimiento contrario a la pena capital, así como la consideración ya en aquella época de la creación de cárceles con un sentido no solo punitivo, sino de reinserción a la sociedad, de acuerdo con las tendencias más progresistas entonces.
“La creación de Barcos-escuela de carácter correccional para los jóvenes que con arreglo a la ley no pueden sufrir condena mayor”.
El análisis de la anterior propuesta nos patentiza la preocupación e interés por los jóvenes, de incorporarlos a la sociedad, mediante su estancia en estos barcos- escuela.
“La enseñanza gratuita y obligatoria para los niños de seis a catorce años”.
Esta determinación era un paso de suma importancia,  tanto por la gratuidad de la enseñanza, como por la obligatoriedad. 
 
“Creación de escuelas politécnicas en cada una de las seis Provincias, gratuitas y obligatorias para los adultos quedando considerada la segunda enseñanza obligatoria, y comprendida las Artes y Oficios”.
Esta propuesta también era una de las más interesantes, pues evidenciaba el conocimiento  de la necesidad que había de formar a los adultos técnicamente para beneficio de ellos y de la comunidad y, en particular, la obligatoriedad de tales estudios. 
“La instrucción universitaria ofrecida a todos gratuitamente, siendo esta oficial y nacional”.

Este inciso es también relevante, no solo porque hace la instrucción universitaria gratuita, y por lo tanto al alcance de los miembros de la sociedad imposibilitados de acceder a esa enseñanza por el costo de la misma, sino que la reglamenta como oficial y nacional.
“La reglamentación de la enseñanza  privada y oficial, debiendo estar al cuidado del Estado para que resulte uniforme la educación de todos los cubanos”.
Este aspecto fue alcanzado posteriormente, pues bien recuerdo que los alumnos del bachillerato y de otros niveles, los exámenes finales que tenían que rendir eran preparados por el Estado.
“Creación de la Escuela naval y Militar”.
Esta propuesta también se materializó mucho después.
“La admisión franca y leal en el servicio militar, en el administrativo, gubernativo y judicial de  ciudadanos de color, para así estar representadas todas las razas en los servicios del Estado”.
Una de las demandas principales era la de poder  acceder a los  puestos laborales sin ser marginados por el color del piel. La reiteración de esta desigualdad fue la causa principal de la lucha y fundación de la agrupación. No se puede pasar por alto que una de las demandas más reiterativas a todo lo largo de la historia del negro en Cuba fue la representatividad del negro en los diferentes niveles del Estado, el Gobierno.
Recuérdese la intervención del Comandante en Jefe en la clausura del Tercer congreso del Partido. 
“La inmigración debe ser libre para todas las razas, sin hacer preferencias de ninguna. La libre entrada para todos los individuos que dentro de las prescripciones sanitarias, vengan de buena fe a contribuir al fomento y desarrollo de la riqueza pública”.
El análisis de este fragmento evidencia lo lejos que estaban los independientes de ser racistas, sino que comprendían que la inmigración era necesaria para el fomento y desarrollo del país, sin privilegiar una raza sobre la otra. 
“La repatriación por cuenta del Estado, de todos los ciudadanos que de extranjeras playas quieran retornar al suelo natal y carecieran de recursos necesarios”. 
Este acápite denota la generosidad del programa en facilitar a los que desearan repatriarse y no tuvieran los fondos requeridos.
“La creación de una ley que garantice en el Servicio de las Empresas Públicas, domiciliadas en Cuba o en el extranjero, la admisión de empleados cubanos, con preferencia a los extranjeros, hasta tanto no sean nacionalizados, evitando que las nuevas empresas que se establezcan puedan ser domiciliadas en otro país”.
Un aporte de la Agrupación fue consignar la necesidad estatal de procurar empleo a los cubanos, pues ya se veía la preferencia que tenían los comerciantes extranjeros en darle trabajo a sus paisanos. Justamente el descontrol que existió en este sentido motivó una de las medidas más radicales de la revolución de los años treinta: la ley que prohibía la existencia de centros laborales y comercios integrados únicamente por extranjeros, ya que el 50% de ellos debían ser trabajadores nacionales.
“Laboraremos para que en todos los  territorios de la República sean ocho horas las que se entienda por día laborable”. 
Sin duda alguna, otro elemento importante se encuentra en este intento de  regular el horario laboral. Tuvieron que pasar muchos años para que se legislara tal petición.
“Creación de un Tribunal de trabajo que regule las diferencias que surjan entre el capital y el trabajo”.
El enunciado de este párrafo evidencia el conocimiento que se tenía de las contradicciones clasistas entre capitalistas y asalariados, y una forma sensata de llevar a cabo la lucha por disminuir las desigualdades sociales y económicas y lograr la república igualitaria, sin preocupaciones raciales, ni antagonismos sociales.
“Promulgación de una Ley prohibitiva de inmigrantes menores de edad y de las mujeres, a excepción de las que vengan en familia”.
Esa promulgación era una forma de luchar contra la explotación de menores y de las mujeres que formaban parte de la trata blanca, que no siempre eran blancas las que ejercían el oficio más antiguo de la tierra. Un año después de la masacre de cientos de independientes, incluidos sus dos máximas figuras, ocurría el cierre de la zona de tolerancia que había funcionado hasta ese momento en el barrio de San Isidro, justamente tres años después del asesinato del  famoso chulo Yarini36, a manos de un chulo francés, evidenciando lo justo de la propuesta planteada en el Programa.
“La distribución de colonias de los fondos del Estado, o de las que adquiera para el efecto, entre los veteranos de la guerra por la independencia que carezcan de recursos y quieran dedicarse a las faenas agrícolas, prefiriendo siempre a los que tengan aptitudes para el desempeño de los destinos públicos”.
Y por último, se contemplaba la distribución de tierras, un buen indicador de que se sabía cómo contribuir a que los veteranos que así lo desearen pudieran aspirar a tener un sitio donde vivir, trabajar.
Evidentemente el programa presenta aspectos novedosos, avanzados para el momento, pero no tiene una proyección explícita acerca del desarrollo industrial, y de la expansión azucarera que ya tenía lugar en el país.
Surgido durante la segunda ocupación yanqui, era lógico que no se pronunciaran abiertamente  en contra de la enmienda, pero si se lee bien entre líneas hay un llamado a la difusión  del amor a la Patria e interesar a todos en la conservación de la nacionalidad cubana.
Si bien, desde el punto de vista de la educación, el programa proyecta cambios importantes en la educación en aspectos generales, siempre, como es de esperar, dentro de una concepción eurocéntrica, no se expresa abiertamente el rechazo a las prácticas culturales y creencias  de origen africano, presente en algunos textos que abordaron el problema del progreso de la comunidad afrodescendiente. Aspecto que considero interesante. 
Pero, independientemente de ese detalle, la fundación del Partido, su organización, su programa y su prensa demostraban que un sector de la comunidad negra cubana había llegado a una madurez tal que la reflejaba de un modo como nunca antes se había hecho, y creaba un hito en la historia del país y de toda la América: La fundación de un partido político integrado solo por negros no con la finalidad de gobernar a nadie, sino procurar que se nos gobierne bien. Esa frase, presente en el acta fundacional, mostraba que en realidad el interés de sus creadores, conociendo muy bien la contextualidad de nuestra sociedad en aquella época, al menos por el  momento, era alcanzar algunas bancas de las cámaras del congreso.  Probablemente, con el ejercicio y el proceso que se hubiera abierto, la historia hubiera sido completamente diferente, pero los sucesos que se desarrollaron posteriormente impidieron llevar a la práctica lo que hubiera sido algo muy importante: contar ahora con la experiencia que pudo haberse adquirido. 

No obstante, el saldo dista mucho de ser negativo. A medida que pase el tiempo, se valorará más esa fundación, se ampliarán y  profundizarán más los estudios, en virtud de la documentación que irá apareciendo y  de los enfoques de nuevas y no tan nuevas generaciones que se acerquen a este olvidado por mucho tiempo Partido Independiente de Color. Partido que muestra del nivel al cual llegó el movimiento social del negro en Cuba, único en la historia de los movimientos sociales del negro en América. Por lo tanto, inaceptable para el racismo criollo y mucho menos para la política imperial estadounidense, que sí conocía los nobles objetivos de los independientes. Por lo  que no sería sorprendente especular, como dijera Víctor Fowler, que desde el Norte se dictara la orden de exterminio, pero no tanto para evitar la tercera, definitiva y deseada ocupación y anexión posterior de nuestra Isla, sino para impedir el gran ejemplo que se hubiera dado para los propios negros estadounidenses y de otras partes de nuestro continente.

Notas y bibliografía citada.
1. Narciso López (1798-1851). Venezolano que luchó a favor del poder español. Realizó dos expediciones con la finalidad de iniciar la guerra de independencia en nuestra Isla (1850, 1851), pero en realidad fue un instrumento de los esclavistas cubanos que buscaban la anexión de Cuba a los EE.UU. para evitar la abolición de la esclavitud. En su segundo intento fue atrapado y ajusticiado. La bandera cubana actual fue enarbolada por él en ambas ocasiones. Para ampliar sobre él puede consultarse: 1) G. García Galase. “Pedro Figueredo, autor del himno bayamés. Narciso López, creador de la bandera cubana”: conferencia.—Logia Colón, La Habana, 1959. 2) Sergio Aguirre. 150 0bjeciones a Narciso López. (anexionismo, esclavitud, mercenarios).—La Habana, 1962.
2. Serafín Portuondo Linares.  El Partido Independiente de Color.—Dirección de Cultura, La Habana, 1950.
3. Rafael Fermoselles. Política y color en Cuba. La guerrita de 1912.—Editorial Colibrí, Madrid, 1974. (Ediciones Géminis)
4. Durante mi visita a la familia de Pedro Ivonet en el reparto Sueños, Santiago de Cuba en 1974, aún se recordaban comentarios familiares acerca de la carta que reflejaba el acuerdo entre José Miguel Gómez e Ivonet con vista a la derogación de la Enmienda. Pero que nadie había visto objetivamente.
5. Aline Helg. Lo que nos corresponde: la de los negros y mulatos por la igualdad en Cuba. 1886-1912.—Imagen Contemporánea, La Habana, 2000.
6. Alejandro de la Fuente. Una nación para todos: raza, desigualdad y política en Cuba (1900-200).— Editorial colibrí, Madrid, 2000.
7. María de los Ángeles Meriño. Una vuelta a mayo de 1912.—Pinos Nuevos, La Habana, 2006.
8. Silvio  Castro Fernández.  La masacre del Partido Independiente de Color en 1912, Editora Política, La Habana, 2002.
9. F. Riquelme. Guantánamo en el vórtice de los independientes
10. Enmienda Morúa.  Llamada así por ser redactada y presentada al Congreso para ser agregada a la Carta Magna por Martín Morúa Delgado. Dicha enmienda prohibió la formación de partidos políticos integrados por hombres de una sola raza. Sin embargo, a pesar de su aprobación el PIC continuó su campaña política y la lucha por su derogación.
11. Hasta ahora se consideraba que fueron miles los muertos por la represión contra los independientes. La investigadora María de los Ángeles Meriño demostró que la cifra de los masacrados fue mucho menor, como lo expresa en su libro. Ver Meriño, Ob. Cit.
12. José Martí (1853-1895). Su proyecto independentista y su idea de una patria con todos y para el bien de todos ganó el apoyo y simpatía de la mayoría de los cubanos, quienes pensaron que con el triunfo de la Revolución Redentora y la República Martiana se solucionarían todos los problemas de los sectores más necesitados de reivindicaciones, entre los que encontraba la población afrodescendiente.
13. Raúl Roa (1907-1982). Intelectual de larga lucha revolucionaria durante la república burguesa. Llamado el canciller de la Dignidad por su vertical posición y aguda palabra  como ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país.
14. Juan Gualberto Gómez (1854-1933). Consideró que esa diferencia sólo se eliminaría mediante la superación educacional de cada individuo, hombre o mujer.
15. El Directorio Central de Sociedades de Color fue uno de sus intentos para promover la superación educacional de negros y mulatos que formaran parte de las diferentes sociedades que integraban el Directorio.
16. 1) Ramiro Cuesta, Lino Dou y Silverio Sánchez Figueras. “Discursos”. La República Cubana 5 julio 1902:2; 2) Generoso Campos Marquetti. “Discurso” La República Cubana 9 julio 1902: 2;  3) Juan Gualberto Gómez. “Discurso”. La República Cubana. 15 y 16 julio 1902:2.
17. Palenque de Palmares. En 1594 un grupo de esclavos se convierten en cimarrones y fundan un palenque que logró sobrevivir a todos los ataques de los colonialistas hasta 1694, cuando Zumbí, el líder de aquel momento fue traicionado.
18. Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874). Llamado El Padre de la Patria, se alzó en armas antes de la fecha prevista, al conocer que los españoles se disponían a detener a los involucrados en la conspiración.
19. Protesta de Baraguá. Se efectuó el 15 de marzo de 1878. Fue liderada por Antonio Maceo (1845-1896) al no aceptar un sector del mambisado cubano la paz  firmada entre el poder colonial español y los representantes de la República en Armas. Se acordó  continuar la beligerancia; la llamada Guerra Chiquita (1878-1879) fracasó por el cansancio de diez años de guerra, las divisiones regionales, la falta de apoyo material y por estar integrada la mayoría de las tropas por mambises negros.
20. La Paz Fecunda. Se denomina así al período transcurrido entre 1880 y el comienzo de la guerra de 1895. Durante esos años se efectuó el proceso final de la abolición de la esclavitud (1880-1886).
21. Quintín Banderas (1834-1906). Peleó en todas nuestras guerras de independencia. Se alzó en 1906 contra el gobierno de Tomás Estrada Palma (1835-1908). Ese mismo año fue sorprendido en su campamento y asesinado a machetazos mientras dormía. Ver:1) Abelardo Padrón. General de tres guerras.—Editorial Letras cubanas, La Habana, 1991.
22. Juan Gualberto Gómez. Un documento importante. Carta  de …. —Imprenta El Pilar, La Habana, 1885.
23. Enmienda Platt. Impuesta a propuesta del senador Platt por el Gobierno Interventor para poder intervenir en los asuntos internos del país como un modo de garantizar  la paz y la protección de los intereses económicos.
24. Fernando Ortiz (1881-1969). Hampa afrocubana…—Editorial América, Madrid. 1917. 1.ed.  1906.
25. Tomás Fernández Robaina. El negro en Cuba.— 2.ed.— Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1994.
26. Evaristo Estenoz. “A mis amigos” El Nuevo Criollo.1905:1-2.
27. Rafael Fermoselles.  OB. Cit.pp 197, 182-192.
28. Ricardo Batrell y Alejandro Neniger. “Manifiesto al Pueblo de Cuba y a la raza de color”. La Discusión. 11 agosto 1907: 8.
29. “Manifiesto al pueblo cubano y a los ciudadanos de color”. Impr. Maceo, Camaguey, 1907. (Una hoja. Aparece firmado por Emilio céspedes y otros. Consultado en el Archivo Nacional de Cuba. Fondo Especial. Legajo Fuera de Caja. Signatura 6-4. Reproducido en el periódico La Debacle, 11 septiembre 1907:1,2,3.).
30. Ob.cit.
31. Lorenzo Despradel. “El Manifiesto”.    El Liberal. 22 septiembre 1907:1;  Rafael Reina.  “La raza de color” El Liberal 20 septiembre 1907:1.
32. Tomás Fernández Robaina. Ob. Cit. pp. 58-59.
33. ¡Qué apóstol me ha salio! ¿Querrá don Evaristo ser Presidente? La Lucha 9 agosto 1907:1.
34. Rafael Fermoselles. Ob. Cit. p. 101.
35. Evaristo Estenoz. “Carta abierta…” El Triunfo 20 febrero 1908:9.
36. “Acta de Constitución de la Agrupación Independiente de Color”. Pp. 195-200. En: Tomás Fernández Robaina. Ob. Cit.
37. Ob.cit. 192-195.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...