Escoger cualquiera de las formas del socialismo desde arriba es mirar hacia atrás, al viejo mundo, a la "vieja mierda".
La izquierda
debe empezar a leer a Marx y sus seguidores fundantes, y no a John
Dewey y su pragmatismo. Hay que volver a repensar y reevaluar muchos
conceptos, entre ellos el concepto y contenido del llamado período de
tránsito.
…Desde el comienzo de la sociedad,
han existido un sinfín de teorías "probando" que la tiranía es
inevitable y que la libertad sin democracia es imposible; no hay otra
ideología más conveniente para una clase dominante y para sus
intelectuales lacayos. Se trata de predicciones autosatisfechas, ya que
ellas solamente son ciertas mientras son tomadas como ciertas. En último
análisis, el único camino de demostrar su falsedad es la lucha misma.
Esta lucha desde abajo nunca ha sido detenida por las teorías desde
arriba, y ha cambiado el mundo una y otra vez. Escoger cualquiera de las
formas del socialismo desde arriba es mirar hacia atrás, al viejo
mundo, a la "vieja mierda". Escoger el camino del socialismo desde abajo
es afirmar el comienzo de un nuevo mundo. H. Drapper
*
Los encomiables trabajos de
varios compañeros sobre la situación actual cubana y los problemas
teóricos del Socialismo, en especial los de la serie La Izquierda cubana, merecen algunos comentarios que pretendo intercambiar…aquí.
Con este trabajo solo tratamos de promover la discusión, es un asunto
complejo y difícil, no hay respuesta definitiva, pero algunas cosas ya
están bien claras.
Preguntémonos ¿En que situación esta la transición en Cuba hoy? , ¿El Congreso y la Conferencia prefiguraron un nuevo programa de transición al Socialismo o no? ¿El Estado, tal como existe, es un instrumento de transición? ¿El culto a la personalidad y el productivismo son parte esenciales de la proyección liberadora? Y ¿Cual es la esencia de una transición socialista?
Muchas cosas están cambiando, pero no en
función de profundizar la emancipación que seria la dirección de avance
de cualquiera transición después del intento de más de 50 años. La
frustración dejada por los magros resultados del Congreso y la
Conferencia no es poca. Cuba se encuentra en un momento de bifurcación
histórica. El llamado Socialismo de Estado
vuelve a mostrar sus insuficiencias y su incapacidad para la renovación
real. En ese escenario confuso y conflictivo no se logró el consenso
deseado y la confrontación de ideas está mutando, del avance en
paralelo, al enfrentamiento.
El PERÍODO DE TRANSICIÓN DEL CAPITALISMO AL SOCIALISMO es un período
histórico que se inicia cuando la clase obrera, aliada con el
campesinado conquista el poder político y comienza la edificación del
socialismo, primera fase de la sociedad comunista.
La
sociedad socialista se diferencia, por principio, de la capitalista y no
puede nacer en el seno del capitalismo. Bajo el capitalismo únicamente
se crean las premisas materiales del socialismo. La producción
socialista se basa en la propiedad social sobre los medios de
producción, tipo de propiedad que excluye la explotación del hombre por
el hombre. La propiedad social sobre los medios da producción no puede
surgir espontáneamente dentro del capitalismo- aseguran los teóricos.
.«La primera fase
del comunismo», según los teóricos acarrea en todos sus aspectos el
sello de la vieja sociedad de cuya entraña procede. Mientras se comience
desde mayor atraso civilizatorio mas prolongado y difícil es ese
periodo. Se trata de culminar la derrota del poder y la conciencia pro
capitalista, cambiar las bases de la propiedad, desarrollar los cambios
culturales, técnicos y defensivos de nuevo tipo para el avance hasta
que la siguiente fase se desarrolle según bases propias. La lucha entre
la vieja mentalidad del capital y la nueva es lo que caracteriza esta
fase.
Dice el Manual de economía política de la AC…. El
período de transición se caracteriza porque en él actúan las leyes del
socialismo y del capitalismo. La esfera de acción de las leyes
económicas del socialismo se amplía sin cesar, mientras que la de las
leyes económicas del capitalismo, por el contrario se reduce. La
transformación de la sociedad, en el período de transición, transcurre
en las condiciones de la lucha de clases…
En la
economía del período de transición, al lado del sector socialista
existen otras formas económico-sociales, basadas en la propiedad privada
sobre los medios de producción. Entre ellas se cuentan el tipo
económico capitalista y la pequeña producción de mercancías Por
consiguiente, en el período de transición se dan varios tipos de
economía. El dominante es la socialista. El sector estatal desempeña el
papel decisivo en la creación de la base material y técnica del
socialismo
La victoria del socialismo
significa que se ha llegado al término del período de transición y que
la sociedad ha entrado en el estadio de la transición gradual a la fase
superior del comunismo.
El haber cumplido con éxito
el plan de Lenin para la edificación del socialismo permitió al pueblo
soviético, ya al final del segundo plan quinquenal, suprimir la
diversidad de tipos económicos y construir en lo fundamental el
socialismo. ..La victoria del socialismo significa que en el país domina
de manera absoluta el sistema socialista de economía y que se ha
acabado con las clases explotadoras. La sociedad
socialista consta de dos clases amigas: la clase obrera y el campesinado
koljosiano, y la capa de la intelectualidad socialista.
Eso afirmaba los manuales. No era real.
Los ejemplos de las
tres principales revoluciones del siglo XX son contundentes. Durante
más de medio siglo la evolución de todas fue momificada, mientras los
teóricos oficiales trataban de explicar la larga marcha hacia la nada.
China, lleva, de momento, 63 años de “transición” y cada día está más
cerca del…capitalismo. Cuba lleva 53, -nadie sabe en que etapa esta -…Y
el programa para avanzar expuesto en el Congreso y la Conferencia no
solo es muy limitado y confuso sino que peor es la política práctica de
su implementación.
Regresemos a los orígenes.
Marx siempre defendió dos premisas para
la revolución socialista y su consolidación, formuladas muy
tempranamente en 1844…la formación de individuos universales, individuos cultos reformados y en crecimiento permanentemente mediante su participación en la transformacion social y una clase revolucionaria que se levantaría contra toda la vida vigente y no contra una parte de ella. Marx nos dice que la futura sociedad socialista debe promover el desarrollo universal, única manera de acabar con la alienación universal.
Pero Marx nunca
imaginó un periodo de transición desde el subdesarrollo y casi el
feudalismo como sucedió en la URSS y su concepción de dictadura no fue
de un grupo sino de una clase. Fue Lenin quien apostó a hacerlo desde el
poder, mediante un grupo de revolucionarios profesionales y con ayuda
de la revolución mundial. Una apuesta llena de audacia y peligros.
Lenin puntualizó…La
contradicción fundamental del período indicado es a que se da entre el
socialismo ascendente y el capitalismo agonizante. "El período de
transición no puede dejar de ser un periodo de lucha entre el
capitalismo agonizante y el comunismo naciente: o en otras palabras:
entre el capitalismo vencido pero no aniquilado y el comunismo ya
naciente pero aún muy débil" La lucha entre el socialismo y el capitalismo responde al principio de "quien vencerá a quién".
Lenin se preocupaba por « ¿qué significa
la palabra transición? respecto a la economía», así como intento
aconsejar sobre evitar «imaginadas definiciones escolásticas,
artificiales y disputas estériles sobre palabras (qué es el socialismo,
qué es el comunismo)».Al respecto Lenin señaló: «no podemos dar una
definición del socialismo; cómo será el socialismo cuando alcance sus
formas definitivas, no lo sabemos, no podemos decirlo. Decir que la era
de la revolución social ha comenzado, que hemos hecho tal y cual cosa y
nos proponemos hacer tal otra, esto lo sabemos, lo diremos, y esto
mostrará a los obreros europeos que nosotros, por así decirlo, no
sobreestimamos en modo alguno nuestras fuerzas: he aquí lo que hemos
empezado a hacer y lo que nos proponemos hacer. Pero en cuanto a cómo
será el socialismo en su forma definitiva, eso ahora no lo sabemos [...]
Afirmación, debemos decirlo, justa antes
de 1920, aclarada por Lenin en 1923 antes de su muerte y no aceptable
hoy, aunque algunos la repiten.
Che por su
parte concebía la transición sin descuidar el aspecto ideológico y la
conciencia. No creía que surgiría la conciencia socialista solo mediante
el consumo y el desarrollo económico. En las condiciones de Cuba jamás
pensó que se debía debilitar el trabajo cultural y político. Consideraba
que ese trabajo no debía jerarquizar la tarea inmediata –práctica
habitual de nuestra propaganda- sino siempre fortalecer la firmeza ante
los ideales finales, los ideales de emancipaciones totales y no
parciales.
Como muy bien han explicado varios compañeros,
el Socialismo pensado por los fundadores se identifica por una
alternativa totalizadora, compleja y sistémica a la civilización del
capital. No es definido por una sola característica,. Es un sistema de ideas basadas prioritariamente en el campo de la emancipación total,
que aborda integralmente la economía, la política, la sociedad, la
enseñanza, la espiritualidad. Cualquier reducción del marxismo a una
característica es hoy más que una confusión un error medular que hace
daño inmenso a la revolución, desvía a los partidarios del socialismo y
facilita el combate y triunfo de la burguesía.
Coincidimos con otros amigos. El llamado tránsito,
debiera ser redefiniendo por el incremento paulatino de la
socialización, la democratización y la cultura ideológica y
civilizatoria integral de la sociedad cuestión esbozada por Marx y
Engels. Se trata de construir una sociedad que no reedite los mecanismos
de dominación, sin estado, sociedad sin clases, autogestionarios,
autónomos, de democracia preferentemente directa, libertaria partiendo
de la realidad concreta que enfrenta.
El núcleo duro de
la alternativa debiera ser que todo lo relativo al pleno humanismo, la
democracia, la transparencia informativa, la participación y el control
popular en todas las áreas, -y en especial en la economía-resultan
cuestiones medulares, sin las cuales cualquier camino nos regresará al
capital o peor nos mantendrá en un sistema conservador, y por tanto no
pueden ser relegadas, ni postergadas bajo ningún argumento. Una nación
soberana incluye una ciudadanía también soberana, libre y solidaria.
Comencemos por definir nuestra concepción. Estamos por
una república socialista de democracia preferentemente directa, Donde
el poder se horizontalice y se acerque al pueblo, un estado de derechos
modernos y economía solidaria en manos, básicamente, de los productores,
donde las decisiones vitales deben tomarse preferentemente en forma
plebiscitaria. Donde se acepte la diversidad y la pluralidad, las
discriminaciones abolidas todas las minorías deben ser respetadas y
escuchadas y la naturaleza y el medio ambiente sean protegidos.
Es claro e irrebatible que los lineamientos y la conferencia no incluyen estas concepciones.
Otras preguntas también nos perturban pero una básica-no respondida en los lineamientos y la Conferencia tampoco-
atormenta a todo revolucionario honesto cuando se enfrenta a la dura
realidad que significó ver a los pueblos por los que tanto hemos luchado
derribar el Muro y no defender la justicia conquistada, o la
permanente crisis, desilusión y desangre de la sociedad cubana. ¿Por que
no triunfaron los revolucionarios a pesar de sus nobles ideales y
sacrificios inmensos?
¿Como es posible proponer otros
programas y concepciones de desarrollo socialista sin responder esta
interrogantes? ¿Como es posible que se considere seriamente
explicaciones unilaterales, simples? , ¿Como es posible que muchos sigan
creyendo que una conspiración de la CIA o los errores de un solo hombre
fueron las causas esenciales de la derrota? ¿Que de seria, científica o
marxista tiene esa explicación?
Intentemos complejizar y
reiterar un poco las respuestas sobre las causas profundas de la derrota
con el objetivo de impedir su repetición en la isla. Vayamos a las
raíces.
En ningún texto de Marx aparece que la
propiedad estatal sería la meta definitiva de la transición socialista.
En ningún texto de Marx se considera la dictadura del proletariado como
la dictadura de un partido y unos funcionarios, En ningún texto de Marx
se menosprecia la democracia, ni la libertad personal o social, para
Marx la alienación y la enajenación en todos los aspectos de la sociedad
eran un aspecto decisivo a enfrentar y derrotar.
En La Guerra Civil en Francia, Marx escribe: “...las
sociedades cooperativas unidas han de regular la producción nacional
con arreglo a un plan común,…, ¿qué será eso entonces, caballeros, más
que el comunismo, comunismo “realizable”?.. Lenin afirmó muy claramente, en uno de sus últimos artículos sobre la cooperación."Nos
vemos obligados a reconocer que se ha producido un cambio radical en
todos nuestros puntos de vista sobre el socialismo"… el régimen de los
cooperativistas cultos es el socialismo.”
En su trabajo sobre La Comuna de París, Marx escribió: “El proletariado sólo necesita el Estado temporalmente. Y en el Manifiesto Comunista él y Engels abogaban por “sustituir
la máquina del Estado, una vez destruida, por la organización del
proletariado como clase dominante, por la conquista de la democracia”.
Lenin, por su parte, escribía en El Estado y la Revolución:
“La supresión del Estado proletario, es decir, la supresión de
cualquier tipo de Estado solamente es posible mediante un proceso de
extinción"
.El por qué en la ex URSS y el resto de
los países socialistas el camino para la supuesta extensión fue su
fortalecimiento y el incremento de la lucha de clase mientras mas se
avanzaba, es algo inexplicable…o explicable si se parte que desde
posiciones estatistas, elitistas y antidemocráticas solo era posible… la
putrefacción y no la extinción ni tránsito alguno.
Es evidente que en este marco de un
Estado destinado a desaparecer, es la propiedad estatal la que tiene un
carácter temporal y que la autogestión y el cooperativismo se
constituyen en la meta final de ese proceso.
Sin dudas los fundadores sembraron dragones, pero cosecharon otra cosa.
Uno de los errores más graves ha sido el considerar prácticamente el
socialismo como un régimen diferente y autónomo con respecto al
comunismo y el menosprecio a la democracia
Además.
1.- El marxismo
practico aplicado olvido, relego el papel de la dialéctica y la
autocrítica revolucionaria verdadera, castrando así sus posibilidades
de desarrollo y arma principal contra los errores. La divinización de la
dirección fue causa esencial de ello
2.-. No sustituyeron,
sino que esencialmente copiaron las formas de dominación de su enemigo y
sus valores y conductas, por los cuales se convirtieron en otra clase
excluyente, que daba la impresión no ser guiada por principios
emancipatorios sino por principios de venganza y sustitución de
posiciones.
3.- La denominada vanguardia, El Partido, sufrió Lo que Gramsci describe como un proceso de
distorsión del “centralismo democrático”, que va perdiendo su “continua
adecuación al movimiento histórico real”, para ser reemplazado por lo
que denomina el “centralismo burocrático”, sistema en el que una pequeña
minoría comienza a convertirse no en estímulo y orientación, sino en
freno para las iniciativas y el crecimiento político que parten de
“abajo”
4.- Se subordinó
todo a la necesidad –real la más de las veces, artificial no pocas- de
defenderse de un enemigo muchas veces superior y muchas veces creado.
5.- El pueblo fue
defraudado muchas veces con promesas que jamás se cumplieron. El pueblo
perdió el poder con la bolchevización de los soviets y porque miles de
revolucionarios fueron represaliados, desde el plan piyama hasta la
prisión y la muerte; resultado general: la conciencia social quebró.
Por otra parte, no fueron
suficientemente consecuentes con los principios y dudaron en romper
decididamente con el predominio del trabajo asalariado; permitieron que
la burocracia estatal devorara a la burocracia del partido; se dejaron
robar banderas revolucionarias -como los derechos humanos- por el
enemigo; porque quedaron entrampados entre los capitalistas y los
burócratas; No triunfaron porque confiaron en promesas del imperio,
porque subestimaron su presión ideológica y cultural, porque la
combinación de Socialismo de cuartel y enajenación cultural y social,
despolitizó a la juventud y muy especialmente porque olvidaron el
Marxismo para “tiempos mejores”. Las elites que se formaron en el
estatismo, no estaban dispuestas a entregar el poder a los trabajadores y
prefirieron entregárselo al nuevo aliado de clases: su viejo enemigo,
que en definitiva les permitió ser una nueva aristocracia, ya sin la
careta de socialistas y “justos”.
La existencia de un único empleador -el
estado- que tomaba decisiones desde arriba sobre cargos y
responsabilidades y hasta la supervivencia de las personas, fue más
decisivo incluso que la coacción o represión abierta para enajenar a
quienes tuvieron que soportar el experimento. Ese estado hipertrofiado
fue tan poderoso, que su burocracia y sus sectores tecnocráticos
devoraron a la dirección partidista y colaboraron en fortalecer la
burocracia militar e ideológica, las que convirtieron en sus aliadas.
Especialmente, porque el valor y la
audacia no fueron acompañados por la cultura civilizatoria necesaria, e
iniciaron los cambios que realmente hacían dueños a los trabajadores de
sus condiciones de existencias, demasiado tarde y el capitalismo se
afincó en la conciencia social.
Pero hay algo que, como expuso el compañero Javier Couso recientemente, ha sido desastroso y causa esencial de la derrota… Uno de los mayores pecados de la izquierda real, a mi juicio, es la imposibilidad de gestionar el disenso o la discrepancia,
ese fenómeno asociado a la acción humana que, de hecho, constituye un
poderoso factor para evitar el acomodo y además permite, en los
diferentes ámbitos de la vida, la evolución .Todas y cada unas de las
corrientes políticas de la izquierda en general, con casi ninguna
excepción, tienden a construir un discurso homogéneo que muchas veces se
convierte en dogma u ortodoxia inamovible. A la vez, en la gestión del
poder, se tiende al tribalismo o a la familia como elemento de
pertenencia que condiciona todas las acciones dentro de una
organización.
Las gentes de izquierda
aspiramos a transformar la sociedad y pensamos que nuestras propuestas
tendrán la capacidad, al menos, de mejorar la vida humana, convertida
hoy en día en un mero producto más dentro del mercado global del
capitalismo. Pero es
curioso, y sobre todo desmoralizador, que no apliquemos nuestra forma de
sociedad en los espacios de militancia. Burocracia, autoritarismo,
doble moral, mesianismo,… son algunos de los grandes pecados que
cometemos a diario a pesar de la teórica intención de contrición
eternamente renovada.