Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

martes, 6 de noviembre de 2012

¿Somos más o menos violentos?


Marcelo Colussi

"La guerra diferencia al hombre de los animales."
Pierre-Joseph Proudhom

I

La violencia -"partera de la historia", como decía Marx- en cierta forma define al ser humano. La historia de la humanidad es, sin más, una larga sucesión de hechos violentos: guerras, invasiones, conquistas, revoluciones. Pero no sólo violencia -como estamos tan acostumbrados a entenderla- en el sentido de explotación económica, opresión social, ataque bélico o ejércitos blandiendo sus armas. También, y con la misma virulencia - aunque sus efectos no sean todavía igualmente deplorados- discriminación de género, segregación étnica, verticalismo, autoritarismo de los adultos sobre los niños.

El tema de género, por ejemplo, recientemente en la historia comenzó a formar parte de las reivindicaciones sociales por la justicia. En la Revolución Francesa, inicio del mundo moderno con sus ideales de igualdad y libertad, llevada a cabo enteramente por varones, las mujeres a duras penas entraban en la categoría de ser humano; y el mismo marxismo -indiscutible adalid en la defensa de los explotados- no las tuvo en cuenta como un eje fundamental para la transformación de la sociedad. Todo se redujo a la lucha de clases; mientras tanto, a la espera de la victoria final, los varones podían seguir ejerciendo sus privilegios (solapada forma de violencia de la que casi no se ha hablado hasta ahora, que por supuesto no "supera" a la lucha de clases, pero que se complementa con ella como una forma más de inequidad).

Hoy día, con la caída de las primeras experiencias socialistas surgidas en el siglo XX, queda claro que la violencia no se ejerce sólo en el orden de la expoliación de las masas paupérrimas por parte de las élites dominantes; si no, para demostrarlo, ahí están los fusilamientos en masa de disidentes en la era estaliniana, o el genocidio de Pol Pot contra población urbana en Camboya. Escudándose en "sacrosantos" intereses justicieros, se puede ser ferozmente violento. Las guerras religiosas -por el "amor de dios"- nos lo demuestran de modo trágico.

Violencia ha habido siempre, con distintas formas, con expresiones culturales particulares. Pero ahí está persistentemente, incólume, más allá del tiempo. Quizá hoy día se comienzan a cuestionar ciertas manifestaciones que, hasta hace muy poco, ni siquiera se consideraban como el ejercicio de una violencia. Por ejemplo, en la actualidad va ganando terreno el obligado respeto hacia la comunidad homosexual, incluida apenas unos años atrás en la Clasificación Internacional de Enfermedades como expresión de una psicopatología.

¿La sociedad, entonces, se va haciendo más "civilizada"? ¿Condenamos hoy más formas de violencia, que antaño no eran tenidas por tales? -piénsese en el respeto hacia los discapacitados, una nueva actitud ante las diferencias étnicas, ante las poblaciones marginales-. Esto plantea la pregunta respecto a si el mundo evoluciona hacia formas de mayor tolerancia, de menos violencia y solidaridad.

Respuesta muy difícil, por cierto. Sí y no. No hay dudas que en la historia humana se han dado algunos pasos importantes en el proceso civilizatorio. Actualmente contamos con una serie de mecanismos y procedimientos que -se supone- deberían hacer la vida de toda la población más digna, más agradable, menos violenta. Hay una legislación, ya universalizada, que protege la vida en todos sus aspectos, así como su dignidad y calidad. El discurso de los derechos humanos, en tanto intrínsecos al mismo hecho de existir como seres humanos, y por tanto inalienables, se ha ido incorporando en el grado de desarrollo global que toca a los más de siete mil millones de almas que poblamos el planeta. Existe -aunque pueda abrirse el interrogante respecto a su real efectividad- un sistema supranacional que regula (o debería regular al menos) la vida planetaria: las Naciones Unidas. Para responderlo con un ejemplo quizá sarcástico, pero real: hoy día no se mata al mensajero portador de malas noticias. ¿Progresamos entonces?

II

Vistas las cosas en este sentido, la sociedad global actualmente es menos violenta que antaño. Hasta las guerras están reguladas por marcos jurídicos: la Convención de Ginebra. Se puede seguir matando al enemigo, pero hay que hacerlo conforme a normas. Las "guerras sucias" -aunque de hecho se hagan- están prohibidas, por lo que son condenables. Hoy día un general puede ir preso como "asesino de guerra". ¿Podríamos decir, entonces, que eso es progreso humano?

También en los otros aspectos a que hacíamos alusión como formas de violencia hasta no hace mucho tiempo no visibilizadas en el discurso dominante -la de género, el autoritarismo de padres sobre hijos, etc.- igualmente ahí se ha avanzado. Si bien se puede problematizar en tanto tradición cultural, no deja de abrirse la pregunta sobre la práctica de la forzada circuncisión femenina de tantos pueblos -una mutilación, dicho en términos más ajustados-. Hoy día, aunque no ha cambiado en lo sustancial -el grueso de las propiedades materiales del mundo lo sigue detentado varones- el lugar de obligada sumisión de las mujeres está en entredicho, y las mismas van ganando un protagonismo social desconocido hace apenas una décadas atrás. En otro ámbito, hay ya desde años toda una nueva tendencia que promueve el respeto absoluto y la no violencia para con los menores. El trabajo infantil tiende a estar prohibido -aunque, de hecho, tenga lugar y sea imprescindible para completar el ingreso familiar en innumerables lugares del mundo-. Una vez más, entonces: ¿progresan las sociedades?

Dicho todo esto estaríamos tentados de afirmar que sí, en efecto, el mundo -aunque lejos de ser un paraíso- cuestiona cada vez más el recurso a la violencia (ya no va quedando lugar para dictadores, las mujeres seguirán su paso ascendente hacia la igualdad de derechos y un funcionario corrupto puede ir preso).

No obstante, la violencia está lejos de desaparecer (¿crece incluso?). No sólo eso; podría decirse que se presenta con otra cara, más sutil tal vez, o simplemente: acorde a los tiempos que corren, tiempos de modernidad, o de post modernidad. Tiempos de inimaginables logros científico-técnicos, que abren posibilidades ni siquiera soñadas décadas atrás, no digamos ya siglos o milenios.

Hoy no hay esclavismo, al menos oficialmente; y si nos enteramos que en algún paraje todavía persiste esta infame práctica (y de hecho persiste: alrededor de 30 millones de trabajadores en condiciones de esclavitud, según datos confiables), el mundo puede poner el grito en el cielo seguro que en instantes -medios de comunicación mediante- la opinión pública internacional se indignará ante tamaña forma de violencia. Esto es cierto, y podría hacer pensar -honestamente sin dudas- que le vamos cerrando espacio a la violencia. Pero las formas de la violencia se hacen más sutiles, más refinadas. No hay esclavismo abierto, no se venden esclavos en subastas públicas, pero las condiciones laborales de muchos lugares, con el silencio cómplice de quienes deberían hablar, son realmente esclavizantes (maquilas, unidades agrarias cerradas, prostíbulos). Hoy día, aunque de hecho en algunos lugares aún se puedan escuchar denuncias de tratos esclavistas, la productividad alcanzada por el despliegue técnico no necesita de esta modalidad laboral. El esclavismo actual es más "exquisito": bastan 8 horas de trabajo, y después a mirar televisión (eso funciona mejor que el látigo).

Es, al menos en este momento, quimérico pensar en la erradicación de la violencia de la dinámica humana. Ella es tan fundante, tan constitutiva del hecho humano que conocemos como lo puede ser su calidad de racional, o su capacidad de mentir (lo cual no es sino una forma de la violencia). Se puede, en todo caso, reducirle su espacio, ponerle las cosas más difíciles, lo cual no es poco. Normas, leyes, reglas de convivencia, autocrítica, liberación de prejuicios; la lista para ayudar en tamaña empresa es grande. Y por supuesto, una horizontalización -hasta donde sea posible- del poder, junto a la repartición más justa de la riqueza que la especie ha producido.

III

Ahora bien: retomando la pregunta inicial respecto a si ahora el mundo es más o menos violento, puede decirse entonces que junto a este "mejoramiento" -si no es muy osado llamarlo así- en las condiciones generales con que ahora podemos enfrentar el problema, por la misma potencia que hemos ganado en el desarrollo de nuestras fuerzas productivas, los efectos de la obra humana (al menos en el ámbito material) hoy día son más impactantes; la tecnología es más eficaz, las guerras son más mortíferas, las torturas consiguen mejores resultados. A lo que podría agregarse: las mentiras son más convincentes. "Naturalmente la gente común no quiere guerra. Pero son los líderes de un país quienes determinan su política, y siempre es un asunto simple involucrar a la gente. Con voz o sin voz, la gente siempre puede verse forzada a acatar los mandatos de sus líderes. Esto es fácil. Sólo tiene que decírsele a la gente que está siendo atacada, y denunciar a los pacifistas por su falta de patriotismo y por exponer al país a peligro. Funciona igual en todos los países." (Herman Goering, asesor de Hitler, discurso que podría pronunciar hoy cualquier dirigente de cualquier potencia).

Tal vez no pueda dirimirse la cuestión respecto a si ahora somos, o no, más violentos. Antes había sacrificios humanos; hoy no. Pero hoy hay armas de destrucción masiva que pueden exterminar millones de personas de un golpe. Antes el poder del emperador era incontrolado; hoy día la "democracia" moderna (representativa, por cierto, de la directa no se habla) va ganando espacio. Pero ¿quién controla hoy a los mega-bancos globales, verdaderos dictadores omnipotentes de la escena mundial, que pueden decretar el hambre de millones y millones de seres humanos con una decisión desde un lujoso pent house? Hoy existen otros códigos, hay otra cosmovisión en relación a las culturas de hace 500, 1.000 o 10.000 años atrás. Hay mayores resguardos para la vida humana, para nuestro entorno. Tiempo atrás era inconcebible preocuparse por el deterioro de nuestra casa común: el planeta, simplemente porque la tecnología no era tan dañina. Hoy, hacerlo, es una cuestión de vida o muerte como especie. Ahora existen seguros de salud, de vida, seguros de desempleo, cobertura para la vejez, todos avances en términos humanos, innegablemente. Pero al mismo tiempo vemos códigos culturales que, sin la apología de la tecnología de la que hoy somos víctimas, no hubieran podido concebirse. Ha cambiado el valor de la vida. Las guerras históricamente la hacían los ejércitos combatiendo entre sí cuerpo a cuerpo; en la actualidad vivimos lo que los estrategas estadounidenses han llamado "guerras de cuarta generación", donde la población planetaria es objetivo militar por medio de sutiles manipulaciones mediático-psicológicas sin que siquiera lo sepan, y lo peor de todo: ¡hasta contentas! La violencia, en tal sentido, se ha ido incorporando como normalidad cotidiana.

En el mundo surgido de la era moderna, de la revolución industrial, de la cosmovisión capitalista en definitiva, importa más una máquina, un robot, un automóvil, que un ser humano. Explosión demográfica por medio -que hace cada vez más problemática la vida en este golpeado planeta, pues crece la población pero no la repartición equitativa de los recursos- el mundo que se fue forjando en el siglo XX (el capitalismo hiper desarrollado, digamos con más propiedad) ha generado nuevos valores, desconocidos tiempo atrás (panegírico de la tecnología, del consumo por el consumo mismo, del dinero), que en cierta forma desprecian el valor de la vida humana. Por eso, seguramente, se puede haber concebido (¡y usado!) armamento nuclear. Y nada asegura que no se vuelva a usar. De hecho, las hipótesis de conflicto de la gran superpotencia actual lo contemplan, aunque ello sea una locura en términos humanos. ¿Progresamos humanamente entonces? De ahí también la violencia gratuita que vemos crecer como epidemia -Rambo podría ser su payasesco arquetipo-; de ahí, pandillas juveniles que matan por diversión, consumo alocado de drogas, cultura cotidiana plasmada en mensajes audiovisuales (televisión, cine, videojuegos) que hacen del desprecio por la vida la norma obligada: se puede matar a alguien para robarle un reloj, se pueden dejar morir impasiblemente miles de de personas (Pearl Harbor, torres gemelas de Nueva York) para justificar proyectos de dominación. La vida humana pasa a ser una ecuación matemática más -por eso es posible clonarla-.

Avanzamos en la legislación universal (se comienza a aceptar el aborto, la eutanasia, los matrimonios homosexuales) al mismo tiempo que se fabrican -¡y utilizan!- bombas "inteligentes". En definitiva, eso somos los humanos: podemos avanzar a velocidades vertiginosas en los aspectos materiales, mientras que los progresos culturales -si los hay- son pasitos de hormigas.

Si se tuviera que dar una respuesta sintética -sí o no- a la pregunta sobre el crecimiento de la violencia, habría que decir que actualmente -era cibernética, era post moderna- se ha generado una nueva forma de la misma. La actual violencia de las megápolis se muestra inaudita; esto es cierto, sin dudas, pero debe reconocerse que esos "monstruos" poblacionales son un elemento nuevo en la historia. Por lo que se podría concluir que somos tan violentos como los imperios de la antigüedad clásica, como cualquier cultura que realizaba sacrificios humanos o como la inquisición medieval, con el agravante que tenemos 1) más capacidad técnica y 2) una nueva forma de desprecio por la vida.

Lo que sí ha crecido, caído el bloque socialista soviético y con un neoliberalismo triunfante, es la injusticia, que no es sino una forma de la violencia. Por último, preguntarse en términos comparativos si somos ahora más o menos violentos que en el pasado, puede ser ocioso, irrelevante; lo importante es ver qué nuevas formas de violencia se han generado y qué hacer al respecto. Hablar de "cultura de paz" mientras se acumulan arsenales termonucleares puede ser un contrasentido. Si tiene sentido hacerse preguntas es para buscarle salida a los cuellos de botella. Y la violencia es un desafío siempre abierto que nos convoca a pensar.

Guerras del Siglo XXI


Enrique Amestoy (Desde Uruguay)

“Si un gobierno llega a la conclusión de que debe realizar ciberataques por intereses nacionales o por seguridad podría decirse que es una opción civilizada” señalaba hace algunos meses el ex ministro de estado para las Fuerzas Armadas británico Nick Harvey. Sin balas, ni ejércitos convencionales los nuevos formatos de guerra son potencialmente más devastadoras que las tradicionales. El siglo XXI al igual que toda la historia de la humanidad ha sido signado por conflictos bélicos de mayor o menor envergadura. Afganistán, Irak, Chiapas, la insurgencia en el Magreb, la guerra civil Siria o la invasión a Libia son apenas un puñado de ejemplos donde las guerras convencionales se han desarrollado. Sangre derramada, territorios conquistados, espacios de poder económicos y políticos ganados o perdidos en diferentes escenarios. Mucho hemos leído sobre todos y cada uno de estos acontecimientos. Quizá menos conocidos son los nuevos modelos de guerras “sin balas”. El 3 de junio de 2012 concluyó en Singapur la Conferencia Asiática de Seguridad con una advertencia sobre la creciente amenaza de la "ciberguerra" y la necesidad de reforzar la protección marítima en momentos en que la región toma cada vez mayor importancia a nivel mundial. Los ejemplos utilizados como motivos fueron los ataques de EEUU a Irán y los regulares ataques a sistemas de vigilancia entre Corea del Norte y Corea del Sur. "El control y dominio del ciberespacio es hoy primordial antes y durante cualquier despliegue militar", señaló el ministro malayo de Defensa, Ahmad Zahih Hamidi.


Mientras tanto Nick Harvey indicó en su intervención que los ciberataques con carácter preventivo para neutralizar supuestas amenazas contra la seguridad nacional son un recurso a tener en cuenta. "Diré que, si un Gobierno llega a la conclusión de que precisa hacerlo por intereses nacionales o por seguridad, enviar un efecto contra un adversario podría decirse que es una opción civilizada", señaló Harvey, miembro del panel que abordó los nuevos escenarios bélicos que surgen en el siglo XXI. "Es necesario una cerrada cooperación entre el Estado y el sector privado en este escenario, y además un esmerado trabajo de los servicios de Inteligencia", señalaba Peter Gordon Mackay, Ministro de Asuntos Exteriores de Canadá. Por su parte, el ministro malasio de Defensa dijo a sus homólogos y expertos que se dieron cita en la conferencia, denominada Diálogo de Shangri-La, que, aunque la ciberguerra ha empezado, la mayoría de los Estados están escasamente preparados para ella, sobre todo en materia de inteligencia. En el mes de junio del 2011 la policía española anunciaba haber desarticulado a la “cúpula” de “hacktivistas” de Anonymous que operaba en España. La prensa y portales web indicaban que las investigaciones permitirán concluir si también incurrieron en revelación de secretos. En las requisas practicadas se intervinieron un gran número de programas para crear malware e infectar computadoras de terceros. "Esta investigación supone la primera operación policial en España contra Anonymous y cuenta con precedentes similares únicamente en EEUU y Reino Unido, debido a las complejas medidas de seguridad que toman sus miembros para salvaguardar su anonimato", señalaba la Policía española. Mucho se ironizó en internet sobre el concepto de “cúpula” de una organización de ciber activistas o ciber atacantes.


Durante la nacionalización de hidrocarburos en Venezuela, en el año 2003, la derecha organizó un paro petrolero que durante varios meses paralizó la economía del país. El PIB registró una caída de 15,8% durante el cuarto trimestre de 2002, y de 24,9%, durante el primer trimestre de 2003. En el sector petrolero la caída del PIB fue de 25,9% y 39,3% respectivamente. El estado trató de recuperar el control de su industria pero la “cabeza” de PDVSA estaba controlada por empresas privadas de software privativo que impedían la recuperación del control de la industria. Todo un país sometido y bloqueado a través del control del software. En febrero de 2010 la Cámara de Representantes de los EEUU aprobaba por mayoría un presupuesto cercano a los 400 millones de dólares destinado a mejorar y reclutar nuevos elementos para su “ejercito virtual”. El pasado 26 de abril de 2012 la cámara baja norteamericana aprobó "Cyber Intelligence Sharing and Protection Act" (CISPA o HR-3523), proyecto que permite el intercambio de información de tráfico por “seguridad”. Empresas como Microsoft, Facebook, Intel, AT&T o Verizone han apoyado decididamente esta enmienda a la Ley de Seguridad Nacional. Tanto SOPA como PIPA se encuentran latentes y su aprobación significaría legitimar el control de la red y un enorme ataque a las libertades individuales tras la excusa de la lucha contra la piratería o la Seguridad Nacional.


El Ejército de defensa de Israel, Tsahal, aporta una contribución decisiva a la seguridad de la información a través de sus centros de investigación organizados en espacios cooperativos. La tecnología nace y se desarrolla en el seno de sus unidades especiales y secretas: Mamram o unidad 8200. Estos centros militares son el semillero de varias centenas de expertos que luego se distribuyen en el Silicon Valley (nombre asociado con el territorio en los EEUU donde históricamente se instalan la mayoría de las empresas informáticas) israelí guardando un contacto permanente con el ejército gracias a los períodos militares obligatorios. La selección de los futuros genios es realizada bien temprano en el ciclo escolar israelí puesto que desde los 10 años, algunos alumnos ya son seleccionados y orientados hacia los liceos tecnológicos que los convertirán en "animales informáticos". Los jóvenes postulantes son detectados por institutores y guiados desde muy jóvenes por la universidad antes de ser movilizados en esas unidas militares especiales.


En junio de 2010 Stuxnet tomaba estado público como el gusano o virus informático espía responsable del ataque al programa nuclear iraní. Fueron muchos los comentarios en la prensa y absoluto el silencio por parte de los gobiernos de Israel y EEUU. “The New York Times” apuntaba sin embargo a la responsabilidad de ambos países en la creación y propagación del virus. Se indicaba que en una central nuclear al sur de Israel se ensayaba con el virus con el objetivo de sabotear centrales nucleares en Irán. Mahmud Alyaee, secretario general de los servidores informáticos industriales de Irán, incluidos los que sirven para el control de las instalaciones nucleares, confirmó el 25 de setiembre de 2010 que 30.000 computadoras instaladas en complejos industriales fueron infectadas con el virus al punto de volverlas inoperantes. Sin embargo Stuxnet no está solo: se lo menciona como integrante de una familia de al menos cinco armas cibernéticas donde Duqu, Flame, descubierto hace un par de meses o Gauss, descubierto hace pocos días en Oriente Medio como un voraz virus capaz de espiar transacciones bancarias e incluso atacar infraestructura crítica, parecen ser de las más complejas. El 11 de agosto de 2012 el portal elmundo.es indicaba que “El experto en guerra cibernética, director de una pequeña empresa de seguridad (Taia Mundial), Jeffrey Carr, señaló que el gobierno de EE. UU. siempre ha monitoreado los bancos libaneses. La idea era buscar pistas sobre las actividades de grupos militantes y cárteles de la droga. Carr indicó que, probablemente, Gauss fuese una adaptación de la tecnología desplegada en Flame.”


El escenario de la ciberguerra se hace mucho más complejo cuando el espionaje y ataque no solamente es realizado desde los gobiernos: es imposible calcular cuántos son los ciber-mercenarios o “locos sueltos” que juegan a la guerra, a vulnerar sistemas informáticos o a bloquear computadoras en el mundo entero; en muchos casos sin responder a un Estado, organización o estrategia de guerra alguna. Es claro, sin embargo, que los Estados deben tomar muy en serio las nuevas amenazas para poder diseñar estrategias de Defensa Nacional capaces de desarticular estos ataques no tradicionales. En la web del Centro de Estudios de Software Libre del Uruguay (CESoL) se señala que “El Estado tiene la responsabilidad y la obligación de velar por los derechos de los ciudadanos. La forma de adquisición y desarrollo de software en el Estado no escapa a esta obligación. En tal sentido entendemos que dichos derechos se pueden analizar en el entorno de 3 grandes ejes: la generación de conocimiento, la mejora de la gestión y la reducción de costos.” Los países miembros del MERCOSUR, en diferentes estadios de desarrollo, han legislado e implementado Software Libre en el Estado. La defensa de la Soberanía Nacional es tema central en el desarrollo de políticas de Estado. Integrantes de CESoL señalan la “importancia geopolítica” de que el Uruguay tome el tema del Software Público como política de Estado.


¿Por qué se indica la necesidad de la utilización de Software Libre en el Estado?


El Software Libre tiene la particularidad de no ser una “caja negra” de lo que solamente conocemos un paquete o un DVD (como es el caso de Windows, Autocad, Office, un juego, el propio antivirus o programas que se utilizan en computadoras de gran parte del país y el mundo) y nada sabemos de cómo funciona: podemos llegar a saber QUE hace pero nunca COMO lo hace. Tampoco tenemos acceso al conocimiento de cómo fue programado ni que cosas hace dicho programa mientras lo estamos utilizando (cualquier programa, un procesador de textos por ejemplo, puede estar revisando todo nuestro disco duro, leyendo archivos o direcciones de correo y eventualmente enviándolos por la red mientras escribimos una carta, sin que logremos percibirlo). El Software Libre incluye, además del binario o programa que ejecutamos (los conocidos archivos .EXE) el código fuente (todo lo que escribieron los programadores para generarlo) y está expresamente permitido leer dicho código, realizar cualquier tipo de investigación o modificación así como compartirlo con o sin las modificaciones, con otros usuarios o instituciones. La creación y utilización por parte del Estado de Software Libre permite saber exactamente y sin ningún lugar a equívocos las funciones que dicho programa ejecuta. Podemos investigar, probar sus vulnerabilidades, modificarlo, corregirlo, compartirlo con otros organismos estatales. ¿Alguien puede imaginar que los sistemas de Defensa Nacional yankies sean manejados por programas creados por terceros a modo de “caja negra”? Toda la maquinaria bélica actual está controlada por computadoras y ellas ejecutando programas: ¿Podemos garantizar la Soberanía Nacional, por ejemplo, en computadoras y programas utilizados por nuestro Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior o Banco de la República, si utilizamos programas desarrollados bajo licencias de copyright privativas? ¿Cómo nos defendemos de eventuales ciberataques (sean de “locos sueltos”, de trasnacionales o de ciberejércitos) utilizando programas adquiridos en cajas negras?


El pasado 20 de setiembre el nunca bien ponderado semanario Búsqueda informaba que luego de quince años de no estar presentes en nuestro país (al menos en forma pública), la DEA instala sus oficinas en el Uruguay. La CIA no tiene necesidad de tener oficinas en nuestro país, puede espiarnos y controlarnos a través de internet pero sin embargo pusieron una pata en el país, el argumento: apoyar en el control del tráfico de drogas. De paso cañazo las fuentes citadas por el semanario le dan con un palo a los proyectos de autocultivo de canabis o de cultivo y control por parte del Estado. Es claro que este tema deberá ocupar un capítulo aparte, pero uno se pregunta: ¿Sabemos quiénes y de qué manera nos controlan por internet? ¿Estamos preparados para repeler ciberataques como los sufridos por Irán o Venezuela? ¿Está el tema del control del software desarrollado y utilizado por el Estado en la agenda política? ¿Esperaremos a que sea tarde, como le sucedió a PDVSA o al programa nuclear iraní, para tomar medidas? Es muy claro que vamos lento (por no decir que no estamos moviéndonos) y que estos temas no ocupan la agenda de la mayoría de los tomadores de decisiones. Pareciera ser muy claro también que no deberíamos continuar dejando pasar el tiempo para no tener luego que ir a llorar al cuartito.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...