Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

jueves, 13 de diciembre de 2012

El Salvador: movimiento social o la llave que cierra la puerta a la derecha en el 2014


Roberto Pineda

El año 2012 ha mantenido en nuestro país la ya prolongada tendencia predominante a la inercia y parálisis del movimiento popular y social, con algunas notables excepciones. La última gran batalla popular fue la lucha por evitar la privatización de la salud en el 2002.


De nuevo y ya por varios años, la hegemonía ideológica de la derecha impactando en medios de comunicación y medios de diversión, en universidades e iglesias, en ONGs y en partidos políticos, incluso de izquierda, ha logrado adormecer las conciencias y silenciar los gritos de la protesta popular.

El peso de la lucha parlamentaria como forma principal y exclusiva de lucha, aplasta, anula y mediatiza la posibilidad de impulsar la lucha social, que sigue siendo esporádica en el tiempo y fragmentaria en el territorio. Lo anterior ha permitido que la derecha política supere el golpe demoledor de marzo del 2009, se rehabilite y contraataque en marzo del 2012 y amenace con dar el zarpazo para la restauración oligárquica en febrero del 2014.


Los que en la izquierda sostienen la tesis que el camino hacia la derrota de la derecha pasa por el fortalecimiento exclusivo del sujeto político, mientras se mantiene debilitado y atomizado el sujeto social, olvidan las enseñanzas de la riquísima historia de la clase obrera y movimiento popular de nuestro país, que es la base social sobre la que descansen los actuales avances electorales.

Estos avances reales de la izquierda, en lo electoral, en lo institucional e incluso en la disputa económica, al no existir una fuerza social organizada y educada políticamente, que los sostenga y los profundice, se vuelven frágiles y temporales, reversibles, sometidos a la inclemencias de los huracanes neoliberales, ya que descansan en el clientelismo social y no en la militancia social. La gente desde el asistencialismo aprende a pedir y recibir y se olvida de luchar.


La izquierda política en sus expresiones principales ahora lanzadas a lo electoral, debería analizar, reevaluar esta compleja situación y comprender que la organicidad del movimiento social y popular, situación necesaria y ventajosa durante la dictadura y durante la guerra, hoy se convierte en una camisa de fuerza que bloquea el despliegue de la lucha popular frente a una situación de ofensiva del capital sobre los sectores populares.

La construcción de una poderosa fuerza social y popular que de manera unificada desafíe y derrote la ofensiva neoliberal presente en el gabinete económico de este gobierno de centro izquierda, como resultado de su composición social, y que incline la balanza hacia una nueva victoria de la izquierda en el 2014, es una necesidad impostergable. Pero avanza a paso de tortuga cuando lo que se necesita es la agilidad del jaguar.


A continuación, se hace un balance de esta situación desde diversos escenarios de enfrentamiento social, que fueron activados durante este año que está próximo a concluir así como se señalan tendencias de desarrollo de las diversas fuerzas sociales y políticas hacia futuro.


Un movimiento popular y social débil y fragmentado


Las principales luchas sociales y populares durante este año fueron emprendidas fundamentalmente por maestros, empleados estatales, trabajadores municipales y vendedores informales y se desarrollaron en la ciudad capital.

Los campesinos, los trabajadores de la industria, de la construcción, del comercio y de la banca, estuvieron ausentes de estas batallas. Aunque la crisis golpea a todos y todas. Una excepción notable fue la huelga de los trabajadores de la fábrica de pan LIDO.
Los aumentos salariales para enfrentar la crisis, el rechazo a despidos injustificados y el derecho a vender sus productos en las calles fueron las principales banderas de lucha. Y últimamente el esfuerzo en contra de la Ley de Función Pública que amenaza con flexibilizar aún más las condiciones de empleo.

No se registran desde el movimiento popular acciones en contra del alto costo de la vida, por un empleo digno, por una vivienda segura, en contra de la situación de delincuencia, por una reforma agraria. Y si los hubo fueron fragmentarios. La atomización del movimiento popular continúa reflejando su debilidad. Incluso dentro del mismo sector popular organizado, influenciado por el FMLN, que es el mayoritario, aparecen varias bifurcaciones. 


Y lo mismo se repite a nivel campesino, sindical, comunal, estudiantil, etc. La construcción de un espacio de unidad entre CONPHAS, FSNP, CIRAC, MDP y UDPC es una necesidad para avanzar en la defensa de los intereses populares, pero no se registra ningún esfuerzo orientado a lograr esta meta. Lo que predomina es la desconfianza y la rivalidad. La lucha parlamentaria como la reina de la fiesta Desde diciembre de 1979 hasta enero de 1992 la lucha armada fue la principal forma de lucha de la izquierda salvadoreña.

Y el ejército popular estuvo nutrido, alimentado, oxigenado por un amplio movimiento popular inicialmente disperso en cinco agrupaciones populares (FAPU, BPR, LP-28,MLP y UDN) luego en la CRM y finalmente en la UNTS. La guerrilla del FMLN nadaba y se sumergía en un mar de apoyo popular organizado. 


Los principales cuadros estaban distribuidos en la lucha militar, diplomática, de masas, de solidaridad, etc. En un periodo anterior, en los años sesenta del siglo pasado, la lucha sindical era la principal forma de lucha. Y cuando surgió la lucha electoral a finales de 1966 fue vista con desconfianza. Y los principales cuadros de la izquierda estaban inmersos en los sindicatos. A partir de 1992 la lucha electoral se convierte en la principal forma de lucha de la izquierda salvadoreña. En la reina de la fiesta. Y en una de sus principales orientaciones, la dirección del FMLN toma la decisión de desmontar y separarse de todo el andamiaje organizativo popular que se había construido.

Y el movimiento popular pasa de una situación de control cuasi militar a una de autonomía repentina. Los resultados fueron diversamente adversos: la UNTS terminó extinguiéndose, algunos sindicatos muy combativos como FENASTRAS se derechizaron, otras organizaciones populares desaparecieron o se debilitaron, los sectores sindicales y universitarios fueron abandonados, etc. 


El grueso de cuadros que integraban el movimiento popular pasaron luego de 1992 a integrar los comités municipales del partido político FMLN y posteriormente a 1994 a ocupar espacios como alcaldes, concejales, funcionarios municipales o diputados. El movimiento popular fue debilitado y el partido político FMLN potenciado. El FMLN pasó de ser una alianza de cinco organizaciones de cuadros políticos y militares a un gran partido de masas. Han pasado ya veinte años del inicio de este proceso. Y desde 1994 electoralmente se ha venido avanzado hasta el 2012, que marca un peligroso punto de inflexión. Gradualmente la Asamblea Legislativa se ha transformado en el centro de la lucha política del país.

Y en la fracción parlamentaria del FMLN desde hace algunos años se encuentra la mayor concentración de cuadros de nivel superior. En la actualidad hay once miembros de la comisión política del FMLN en ese espacio, incluyendo al Coordinador General, dos en el Gobierno Central, dos en Albapetróleo, uno en el TSE y una en el Parlacen. Mientras no se modifique esta visión de la Asamblea Legislativa como el centro del mundo, difícilmente se podrá seguir avanzando, porque parece ser que la lucha electoral ya llegó a su límite, a su techo, en términos de avanzar la correlación de fuerzas y lo único que pueda convertirse en un nuevo vector de acumulación social es la lucha popular. Fundamentalmente porque la lucha popular organiza y educa, tiene un efecto a largo plazo, a diferencia de la lucha electoral, que moviliza y electriza pero en periodos cortos. Y se apaga hasta la próxima contienda electoral. En alguna medida debido también a que el estilo electoral de confrontación no incluye la educación política, la formación de cuadros.

Existen considerables avances en la lucha parlamentaria. Se ha logrado en diversas batallas aislar a ARENA. Se ha logrado construir alianzas legislativas. En este tema es preciso considerar la relación entre política y ética. Para los revolucionarios el fin no justifica los medios.


La correlación legislativa continúa modificándose y la realidad mágica enseña que pueden ganarse diputados sin elecciones. El problema radica en que la opinión pública puede objetar este camino y los votantes pueden a futuro castigar a los que lo adopten, incluyendo al FMLN.


Finalmente debe reconocerse que el grueso del liderato de la izquierda política ocupa curules legislativos o aspira a ocuparlos. Y que lamentablemente perciben como un retroceso regresar a posiciones de liderato en el movimiento popular y social. Esta situación objetiva vuelve aún más difícil la construcción de un movimiento popular y social poderoso, anticapitalista y pro socialista. Pero no imposible.


Unas Fuerzas Armadas seguras y poderosas

 
Durante sesenta años, de 1932 a 1992, los militares administraron políticamente a El Salvador. Y respondieron con represión ante cualquier intento de transformar el país y desplazar del poder a los sectores económicamente poderosos, a la oligarquía agroexportadora que luego se ha transformado en una oligarquía comercialimportadora, hoy sometida al capital internacional.

Pero hay que reconocer que al interior del ejercito siempre surgieron corrientes que anhelaban vincularse a la lucha popular por una verdadera democracia y en contra de los sectores entreguistas y represivos. Al final una larga guerra concluyó regresando a los militares a sus cuarteles. Y desde los Acuerdos de Paz de 1992 se han esmerado en cultivar una imagen de respeto y profesionalismo.

Esto les ha permitido que la opinión pública vea como positivo su salida a las calles a enfrentar la delincuencia y que un militar haya asumido la conducción de la PNC. Los sectores populares debemos de superar nuestra tradicional visión antimilitarista e ir al encuentro de sectores progresistas que hay que identificar y buscar en las fuerzas armadas.


La fuerza armada es una institución en disputa, en la cual tanto los Estados Unidos como la derecha trata de influenciar, de ganar terreno. Lo mismo sucede en la PNC. No debemos de quedarnos al margen y evitar así que en un futuro pueda ser de nuevo instrumentalizada por la reacción como sucede en Honduras y en Guatemala.


La mano que paga y mece la cuna


Los niveles de influencia para usar un eufemismo de la Administración Obama sobre el país son evidentes. Y no solo de Obama, parece también que de Merkel, por las últimas declaraciones del embajador alemán. Y quizás también de Roussof, quien sabe.

Parece ser que la Administración Obama apoya y confía en América Latina en dos gobernantes de izquierda: el uruguayo y el salvadoreño. Ambos gobernante llegan al gobierno montados en una plataforma programática e institucional de izquierda, pero ya en la silla presidencial se niegan a romper con el esquema neoliberal y se muestran como “aliados” del imperio.


El inicio del segundo paquete de la Cuenta del Milenio representa el principal proyecto de inversión del actual gobierno y se realizara en la zona costera. El primero se desarrolló en la zona norte. Son proyectos orientados principalmente a crear condiciones para la llegada de inversión extranjera, pero que benefician adicionalmente a sectores populares de estos lugares.

Desde el estallido de la segunda guerra mundial en 1941 los Estados Unidos se convirtieron en la potencia dominante en El Salvador. Y por cuarenta años apoyaron a la dictadura militar. Y participaron activamente para no decir que condujeron y pagaron la larga guerra de los años ochenta que concluyó en los acuerdos de paz de 1992.


En la primera década del presente siglo impusieron a gobiernos entreguistas del partido ARENA un lesivo tratado de libre comercio, así como la instalación de una Base Militar en Comalapa y de la ILEA; y la presencia de variadas agencias federales como el FBI, DEA, etc.


El gobierno del presidente Funes en ningún momento ha cuestionado estas medidas sino que por el contrario ha profundizado estas relaciones, impulsando entre otros, el proyecto de Asocio para el Crecimiento. Y parece ser que a nivel de todos los partidos políticos, incluyendo al FMLN, predomina la idea de acercarse y fortalecer lazos con la potencia del Norte.

Uno de los argumentos para justificar esta posición es la presencia en suelo norteamericano de más de dos millones de salvadoreños, que con sus remesas sostienen la economía nacional. La construcción de una posición política respecto a Estados Unidos es un desafío para la izquierda salvadoreña.


Una posición que tome en cuenta esta presencia poblacional pero también el papel imperial que sigue jugando en su apoyo a Israel, y en sus guerras imperialistas en Irak y Afganistán. La pérdida del perfil antiimperialista es uno de los aspectos más preocupantes de la identidad actual de la izquierda salvadoreña.

Habría que preguntarse desde la óptica posmoderna salvadoreña: ¿es posible un gobierno de izquierda proimperialista? ¿es posible un partido de izquierda proimperialista? ¿es posible un movimiento popular proimperialista? ¿es posible una estrategia política progresista y proimperialista? Un presidente popular y antioligárquico.


Los sectores populares aplauden la independencia del presidente Funes y lo premian en las encuestas ante la mirada iracunda de los dueños de los medios de comunicación y de la derecha política, que no se explican las razones de esta popularidad.

Durante muchos años el ahora presidente Funes se fue ganando este respeto desde su espacio televisivo Al Día. Muchos políticos desfilaron por este programa de entrevistas y fueron desafiados por un periodista caracterizado por un alto nivel académico y rigor periodístico.


Y este mismo espíritu pudo mantenerlo como candidato desafiante y seguro. Y el estilo lo mantiene ya como gobernante durante estos tres años y medio. La gente respeta la independencia frente al FMLN, frente a la Asamblea Legislativa, frente a la derecha y frente a la oligarquía. La gente incluso apoya su alineación con los Estados Unidos. Le complace la relación con sus ministros. Encaja perfectamente en la matriz autoritaria de nuestra cultura clasista, racista y patriarcal.


Uno de las instituciones que le han permitido al presidente Funes este nivel de popularidad es la ANEP. Cada vez que el presidente Funes se enfrenta a esta gremial empresarial el pueblo aplaude. Y esto es muy significativo, refleja la comprensión popular de donde se encuentra el enemigo.

El capital colombiano viene para quedarse

 
La casita roja que simboliza al banco colombiano Davivienda se ha instalado en el paisaje financiero salvadoreño. La presencia del capital inglés de HSBC fue muy corta. Estamos hablando de un banco que en un no muy lejano pasado y como metáfora de país, se llamaba Banco Salvadoreño.


Y lo mismo pasó con el Banco Agrícola que aunque conservó el nombre sus dueños son hoy colombianos, el Banco Grancolombia. Y lo mismo pasó con el Banco de Comercio que se convirtió en el canadiense Scotiabank. Y lo mismo le pasó a Banco Cuscatlán que pasó a ser el norteamericano Citi.


Parece ser que hay una disputa entre colombianos y mexicanos como nuevas expresiones de capital extranjero en el país. Los colombianos tomándose la banca y los mexicanos tomándose la telefonía. Es parte de la reconfiguración provocada por los acuerdos de libre comercio.
Y coloca al capital internacional como la principal fuerza económica de país. Es un cambio histórico. Y esto necesariamente repercute en lo político y fue uno de los elementos que permitió la victoria de marzo de 2009 ante la expresión política de una oligarquía debilitada en lo económico.

Perspectivas para el 2014

Lo electoral va a determinar las dinámicas sociales en los diversos terrenos. El ajedrez electoral no esta todavía completo, hay piezas ocultas, reyes o quizás reinas todavía escondidas, alfiles y torres. Hay jugadas secretas. Hay candidatos reales y candidatos simbólicos. El escenario electoral es indiscutiblemente el principal teatro de operaciones de las fuerzas y movimientos sociales y políticos hasta el 2014 y el 2015.


La derrota de los sectores más derechistas de ARENA representados por Norman Quijano es la clave para avanzar en todos los terrenos, incluyendo el de la lucha popular. Al interior de ARENA, la lucha entre clanes se ha definido a favor del sector más antipopular, antidemocrático y represivo.

Una victoria de ARENA va significar un ataque de grandes proporciones sobre los niveles de vida de los sectores populares, incluso perder logros hasta de los años cincuenta del siglo pasado, como el derecho de organización.
Hay dos contendientes principales y uno que viene en camino y no termina de aterrizar. Y es que la tardanza en llegar es parte de su estrategia. Es la búsqueda del momentum de la alineación favorable de los astros. Pero el reloj de arena y del fmln avanza y Saca necesita ubicarse para marcar terreno.


Parece ser que el FMLN electoralmente sigue empeñado en priorizar su dinámica interna sobre la dinámica de las alianzas y de seguir fielmente el mismo guión utilizado con el candidato Funes. Ojala no se equivoquen. El contexto y el enemigo político es distinto. Por su parte el MNP ha surgido ya a la palestra pública.

Dos proyectos electorales desde la izquierda no es lo más adecuado pero es la realidad. De lo que se trata ahora es de acercar posiciones. Y de impulsar la lucha ideológica. Cuando se discute con la cabeza y la mano en el arado de la lucha no hay confusión. Todos los caminos conducen a Farabundo.


A nivel electoral, compartimos la visión que alcanzar y educar políticamente a miles de luchadores sociales es la tarea política principal. La gente tiene que construir las defensas para protegerse la avalancha mediática de la derecha. Lo decisivo es construir una amplia coalición de fuerzas democráticas y revolucionarias, de izquierda y de centro, que logre derrotar de nuevo a la derecha y prolongar el proceso iniciado en marzo de 2009, y mantener esa puerta abierta para los sectores populares y cerrada para la derecha.

El programa económico-social es clave: empleos, seguridad, costo de vida y reforma tributaria. Los candidatos son clave. Pero lo decisivo son los sectores populares organizados y sus luchas políticas y sociales.

San Salvador 12 de diciembre de 2012

Señor Funes, ¡¡¡por favor!!!



Benjamín Cuellar (*)

SAN SALVADOR - Usted es quien presume de haber desempeñado un “ejercicio periodístico” valiente y atrevido durante veinte años, antes de que la gente creyera en la “esperanza” y el “cambio” que le vendió para instalarse en la casa presidencial –de donde deberá salir dentro de unos meses– y reposar con su familia en la respectiva residencia con semáforo incluido por su altanera decisión. Usted, cuando lo despidieron del canal 12 en marzo del 2003, cuestionaba –haciendo alarde de criticar “sin censura” a los gobiernos de turno– a quienes pretendían “atribuir al pensamiento y obra de monseñor Romero motivaciones de tipo partidista y alejadas del Evangelio”. Esos, decía el periodista Funes, pasaban “por alto que no existe otra forma de vivir la fe, la espiritualidad cristiana, en una sociedad donde la exclusión y la marginalidad constituyen la nota dominante, que mediante la toma de postura frente a esta realidad”.

Y entonces afirmaba que El Salvador no había cambiado lo suficiente “como para renunciar a la exigencia histórica de transformarlo”. Por eso, continuaba proclamando en ese su editorial de despedida por su despido, fiel a ese “espíritu” inauguró ese “espacio de opinión que […] intentaba seguir los pasos de monseñor Romero al contribuir con la denuncia publica de las arbitrariedades del poder”, desde el convencimiento de “que la experiencia humana fundamental que debemos vivir los cristianos es la de la indignación ética ante una realidad estructuralmente injusta”. Presumía entonces de que sus “señalamientos editoriales incomodaron, como lo hizo la denuncia profética de monseñor Romero”. Reivindicaba, además, que “una sociedad democrática se asienta en la libre difusión de ideas así como en el debate abierto de conceptos y opiniones”; también la tolerancia, como “una de las divisas más caras del proceso de paz que inicio hace más de diez años”.

¿Qué le pasó entonces? ¿Por qué el recién pasado lunes 10 de diciembre dijo lo que dijo? Sin tener nada que ver con la pregunta que le hizo un periodista después de un evento público, sobre la sentencia de inconstitucionalidad de la Sala de lo Constitucional en lo relativo al reglamento de la Ley de transparencia y acceso a la información pública y la elección de los comisionados del respectivo instituto, se sacó de la manga cual “Mandrake el mago” un ataque “sin censura” contra el Instituto de Derechos Humanos de esta Universidad. Literalmente dijo, sin tener nada que ver con el asunto y tal como está publicado en el sitio electrónico oficial de la Presidencia de la República, lo siguiente:

“Lo que pasa que muchas de las instituciones que hacen estas críticas viven del financiamiento externo que les dan algunos cooperantes para hacer críticos y como tienen que ser críticos, sino no tienen fondos y no existen. Esos son como las instituciones de derechos humanos, que viven de las violaciones de los derechos humanos, cuando un estado no viola los derechos humanos, estas instituciones no tiene razón de ser”.

Y agregó: “Entonces para que el IDHUCA siga existiendo, para que la Iniciativa Social para la Democracia siga existiendo tienen que plantear como que en el país se violan los derechos humanos o como que en el país no hay transparencia, porque si no las instituciones que les dan dinero y que pagan sus salarios no se los dan porque les va a decir bueno y ustedes para qué están si en El Salvador no se violan los derechos humanos en forma sistemática, si en El Salvador no hay dificultades para el acceso a la información pública, entonces para qué están. Entonces tienen que criticar para justificar la ayuda que les dan los organismos internacionales y para justificar sus salarios”.

Usted, señor Funes, varias veces ha dicho refiriéndose al partido ARENA que “el ladrón juzga por su condición”. ¿No será este el caso que hoy ha obligado Usted a comentar en este espacio sin ninguna censura? ¿No será que Usted acusa al IDHUCA de eso porque, precisamente, era lo que usted hacía en sus entrevistas diarias y en sus reportajes para medios internacionales? ¿No será que, peor aún, esa fue su estrategia para sentarse en la silla presidencial y ganar muy buen dinero para gozar del “buen vivir” mientras la gente apenas sobrevive allá abajo y adentro, en El Salvador profundo y doliente en medio de la sangre, el hambre y la impunidad? ¿Será por eso que se dedicó a hacer pedazos a los Gobiernos anteriores?

No crea que no deja de sentirse algo de inquietud al decirle esto, sobre todo sabiendo que Usted justifica que sus escoltas muelan a patadas a quien –con o sin razón– le silba “la vieja” o le saca el dedo cuando va en su ostentosa caravana imperial. Y no crea, tampoco, que la gente que trabaja en el IDHUCA no se acuerda de que ya antes, siendo periodista, había descargado su insidioso verbo contra el trabajo que se desempeña desde hace más de veintisiete años. Si no se acuerda, basta que revise sus archivos del famoso “sin censura” del 30 de julio del 2002. Es probable que ese su carácter ya conocido ampliamente hizo que, molesto por no haberle dado un simple diploma de reconocimiento en el marco del día del periodista, lo llevó a editorializar –entre otras cosas– lo que a continuación se transcribe:

“El halago, viniendo de instituciones o empresas que no creen que el periodismo deba ser ejercido de esta manera, busca la compra de voluntades y acaba corrompiendo al mas débil. Son precisamente estas fuerzas las que más se oponen a la existencia de un periodismo democrático y bloquean su desarrollo atentando contra su estabilidad y sobrevivencia. Ejemplos de esta práctica sobran. Pero están también aquellos que navegan con bandera de democráticos pero que en el fondo acaban promoviendo un tipo de homenaje que tiene el mismo efecto pernicioso sobre la construcción de una prensa independiente”.

Luego se soltó. ¿O ya no se acuerda? “Hace unos días –aseguró sin el valor para mencionar al IDHUCA– una institución promotora de los derechos humanos tuvo la ocurrencia de homenajear el trabajo de medios de prensa que en su opinión han contribuido a la difusión y defensa de los derechos humanos en el país. Por supuesto que a la institución que patrocina el homenaje le asiste el derecho de decidir a quien premia y a quien no. Sin embargo, lo paradójico de esta acción ese uno de los medios galardonados es el mismo que en todos estos años ha contado entre su ‘staff’ de generadores de opinión con el personaje que las propias investigaciones de esta institución llevan a incriminar como responsable de graves violaciones a los derechos humanos”.

Y no conforme con lo anterior, señor Funes, Usted mismo se preguntó y respondió así: “¿De qué se trata en este caso: de ingenuidad o de cinismo? ¿Que favores se están pagando? 
Como quiera que sea esta evidente falta de criterio termina oxigenando un quehacer periodístico que debería ser depurado y cuyo compromiso con la difusión de la verdad no pasa del diente al labio. Una institución promotora de los derechos humanos no puede ni debe darse este lujo. De ella se esperaría una actuación más congruente, sobre todo, cuando se trata de respaldar un esfuerzo comunicacional y periodístico comprometido con la defensa y tutela de los derechos humanos en el país”.

Evidentemente, señor Funes, estaba molesto porque ese sencillo reconocimiento no fue para Usted. ¡Qué triste! Por eso bien dicen que el pode no corrompe, sino que descubre a la persona que lo llega a tener.

Bueno, por suerte ya le quedan menos de dieciocho meses para entregar la banda. Y el IDHUCA, le guste o no le guste, seguirá existiendo fiel a su compromiso con las mayorías populares e intentando por ello mantener vivo el legado de quienes verdaderamente sí estaban comprometidos con la defensa valiente de sus derechos; no como aquella gente que solo lo hacia “del diente al labio”.

Por eso, lea bien y aprenda mejor de lo que decía monseñor Romero. “La conversión será duradera y profunda –sostuvo el pastor mártir– si somos capaces de criticar nuestra falsa manera de ver el mundo y a los hombres. Quiero insistir en esto, hermanos, porque yo creo que lo que hoy más necesita un salvadoreño maduro es sentido crítico […] Por sus frutos se conoce el árbol. Miren qué produce, y critiquen, de acuerdo con las obras, al Gobierno, a la organización política popular, al partido político, al grupo tal. No se dejen llevar, no se dejen manipular. Son ustedes, el pueblo, el que tiene que dar la sentencia de justicia a lo que el pueblo necesita. Por eso, cada uno tiene que ver al mundo con sus propios ojos. Y tiene que prescindir del ambiente en que se encuentra. Yo pienso: ¡Cuántas pobres empleadas tienen que pensar como piensan sus señoras! No tiene que ser así; tienen que pensar libremente. Y así se manipulan muchedumbres, porque se les tiene cogido del hambre a mucha gente”.

(*) Clumnista de ContraPunto

El mercado libre, la moral y el HSBC

 Editorial UCA
12/12/2012


En nuestro país, todavía hay defensores de un mercado libre y sin control. Sin embargo, la crisis económica mundial, que comenzó como crisis financiera y bancaria, tiene demasiado que ver con el libre comercio, y especialmente con la libertad bancaria. Esa misma libertad que en El Salvador pocos se atreven a criticar y que abandera una ANEP con escasos recursos intelectuales. No obstante, la moralidad bancaria está seriamente cuestionada en muchos lugares. Y cada vez más los Estados tratan de tener mayor control sobre estos bancos capaces de crear una verdadera catástrofe económica y salir ellos adelante mientras los ciudadanos de a pie quedan en la ruina. Por eso es interesante analizar el caso del HSBC, que recientemente abandonó El Salvador.

El Banco Salvadoreño, inicialmente de capital local, había sido comprado por el grupo panameño Banistmo, que mantuvo el nombre original. Unos años después, en 2006, lo vendió al banco de capital inglés HSBC, con sede en Hong Kong. Y lo primero que hizo este fue cambiar el nombre de Banco Salvadoreño y promover, aburrida y repetitivamente, su marca: HSBC. La propaganda decía que este banco, con nombre de sopa de letras, incidiría seriamente en el desarrollo de El Salvador y ayudaría al ciudadano. Seis años después, a principios de 2012, HSBC vendió sus acciones en El Salvador a un banco colombiano llamado Davivienda.

Así, a principios de diciembre se produjo el nuevo cambio de nombre: de HSBC a Davivienda. Y casi simultáneamente salieron dos noticias referidas al banco inglés, una internacional y otra nacional. La primera nos informa que el Gobierno de Estados Unidos le ha impuesto una multa al HSBC de 1,900 millones de dólares por no tomar medidas de control frente al lavado de dinero. Los protagonistas del lavado, junto al banco, eran nada menos que narcotraficantes mexicanos que movían dinero en territorio norteamericano y bancos de Arabia Saudita vinculados a grupos terroristas. Según la noticia, al HSBC se le ha impuesto solamente una multa, sin llevarlo a juicio penal, precisamente porque es un banco muy grande. Cualquier persona que hubiera sido responsable de lavado de dinero en cantidades mucho menores estaría siendo procesada penalmente. Pero parece que las grandes empresas se pueden salvar de las sanciones mejor que las personas. A pesar del delito y de lo elevado de la multa, el banco goza de privilegios, precisamente por ser una de las corporaciones más grandes del mundo.

La noticia local, simultánea a la internacional, nos informa que HSBC no pagó en El Salvador ni un centavo de impuestos por la millonaria venta que hizo a Davivienda. En otras palabras, este banco lavador de dinero vino al país, sustituyó el nombre de una institución financiera, hizo dinero a costa de los salvadoreños y se marchó cuando le dio la gana eludiendo los impuestos de venta, incluidos los que los ciudadanos normales pagamos de plusvalía de terrenos y edificios.

Ante esta noticia, podemos hacernos muchas preguntas. La primera, sobre nuestra legislación bancaria y si es justo dar estas facilidades a bancos sin ética ni moral, que desprecian los nombres propios del país y evaden impuestos con tranquilidad. La segunda, sobre el control de lavado de dinero. Si a pesar de la dura supervisión estadounidense el HSBC lavó dinero en ese país, no sería malo desarrollar una mayor capacidad de investigación de depósitos y recursos bancarios entre nosotros. Tenemos el pésimo precedente de lo que hizo la Corte Suprema de Justicia cuando hace 7 años restringió las atribuciones y facultades de la sección de Probidad para investigar los capitales y cuentas bancarias de los políticos. Y tenemos la elusión de impuestos del HSBC. Más control de los bancos es necesario. Abogar por la falta de control con el cuento del libre mercado puede ser simplemente una forma de justificar el enriquecimiento ilícito o la corrupción.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...