Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

domingo, 30 de junio de 2013

Un clásico: El manisero (en versión nada clásica)

Argenpress Cultural
¿Quién no escuchó alguna vez la rumba “El manisero”, del cubano Moisés Simons? Como clásico de la música popular del siglo XX, la canción fue grabada en las más diversas versiones, siendo hoy, casi 100 años después de su aparición, un innegable ícono cultural.

Presentamos aquí una versión novedosa, sin dudas interesante. ¡A gozarla, chico!



sábado, 29 de junio de 2013

La muerte del instigador del asesinato de Roque Dalton

 Edgar Alejandro Rivas Mira habría muerto sin pedir perdón a la sociedad salvadoreña por sus crímenes
 
Por Juan José Dalton


SAN SALVADOR – Edgar Alejandro Rivas Mira, principal instigador y autor intelectual  del asesinato de Roque Dalton y de Armando Arteaga, el 10 de mayo de 1975, está presuntamente muerto. Conocido en la clandestinidad como Luis Ríos, Sebastián Urquilla, el Choco Sebastián o El Capitán, habría fallecido hace un poco más de cuatro años, es decir, aproximadamente en 2009.

No sólo eso: su esposa Ana Angélica Meardi Araujo, habría fallecido también hace poco más de dos años, aproximadamente en 2011; ambos murieron en la capital mexicana, sumidos en la soledad, el olvido y el más absoluto deterioro de sus facultades morales, mentales y físicas.

Habría acabado así, en cierta medida, el misterio que encierra a esta pareja, al menos en lo que se refiere a su última ubicación geográfica y las circunstancias finales de sus vidas.

No tenemos la fecha ni lugar exacto de sus fallecimientos, tampoco dónde fueron sepultados ni bajo qué nombres. Sólo sabemos que murieron, con dos años de diferencia entre uno y otro, en el Distrito Federal de los Estados Unidos Mexicanos.

Con la muerte de Sebastián Urquilla llegó el final físico del hombre que en su polémica vida sembró el terror y el miedo en la sociedad salvadoreña, y que de manera especial, hizo grave daño a la izquierda local.

Pese al daño que ocasionó Sebastián Urquilla, sus crímenes aún se tratan como circunstanciales del pasado; ha sido preferible esconderlos debajo de la alfombra que someterlos al análisis crítico y al enfrentamiento valiente de las problemáticas y errores que la insurgencia revolucionaria cometió en el proceso de antes y durante la guerra civil. Desentrañar y transparentar lo ocurrido durante el mandato de El Capitán abonaría al derecho a la verdad y a la justicia que merecen sus víctimas (los asesinados, sus familiares y la sociedad salvadoreña en su conjunto).

En el caso de Roque Dalton, el cuarteto de Rivas Mira, Rogel, Villalobos y Meléndez, fueron quienes planearon la trama para asesinarle, así como a Armando Arteaga; urdieron una campaña difamatoria en su contra; quienes los torturaron física y mentalmente estando detenidos

Sebastián Urquilla fundó “El Grupo”, que en su acción más destacada el 11 de febrero de 1971 secuestró y asesinó al empresario Ernesto Regalado Dueñas; en febrero del siguiente año creó el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), al que se integraron universitarios, en su mayoría provenientes de las juventudes demócrata-cristianas y comunistas, sectores radicalizados que se integraron a la lucha anti-dictatorial.

Edgar Alejandro Rivas Mira, sin embargo, fue un enigmático “genio del mal”, en todo el sentido de la palabra. Durante su jefatura fueron asesinados, entre otras personalidades relevantes de la vida nacional, Ernesto Regalado Dueñas, Roque Dalton y Roberto Poma. Se sabe también que bajo sus órdenes fueron aniquilados otros líderes sindicales y políticos ligados al entonces Partido Comunista de El Salvador (PCS), a quienes consideró “enemigos revisionistas”. Todos estos delitos están impunes.

Los investigadores e historiadores salvadoreños y extranjeros interesados en esta parte de la historia local, deberán llegar a la profundidad que encierra este personaje en la vida nacional y desentrañar realmente el por qué de sus acciones: si estuvo al servicio de algún Estado o de inteligencias extranjeras o bajo órdenes del Ejército salvadoreño; o si actuó por cuenta propia de acuerdo a su mentalidad extremista, con la cual logró arrastrar a otros individuos con cuestionada ética y moral que le siguieron sus pasos y que tienen un registro igualmente nefasto en la historia nacional, como Vladimir Rogel, Joaquín Villalobos y Jorge Meléndez, especialmente.

En el caso de Roque Dalton, el cuarteto de Rivas Mira, Rogel, Villalobos y Meléndez, fueron quienes planearon la trama para asesinarle, así como a Armando Arteaga; urdieron una campaña difamatoria en su contra; quienes los torturaron física y mentalmente estando detenidos; los asesinaron a traición y finalmente sepultaron en un lugar que hasta el momento mantienen en secretos, como símbolo del odio que aún destilan contra de las víctimas. Todo ello está categóricamente comprobado.

Hemos sabido por testimonios que cumpliendo órdenes de “El Capitán”, el comando ejecutor estuvo integrado por tres personas: Rogel, quien se encargó de matar a Armando Arteaga; mientras que Villalobos disparó contra Dalton. Meléndez supervisó el cumplimiento de las órdenes. Horas después, “El Capitán” mismo, junto con Meléndez, así como dos acompañantes más, llevaron los cadáveres a un punto desconocido aún, pero ubicable en la zona del Playón (lava del Boquerón), donde les dieron sepultura.



De izquierda a derecha: Roque Dalton, Armando Arteaga, Ernesto Regalado Dueñas y Roberto Poma, víctimas de Edgar Alejandro Rivas Mira, conocido en la clandestinidad como Luis Ríos, Sebastián Urquilla, el Choco Sebastián o El Capitán, quien habría muerto de forma trágica en México, lugar hacia el que huyó tras fugarse de El Salvador.

La muerte de la pareja Rivas-Meardi

En años recién pasados el escritor salvadoreño David Hernández, quien ha investigado y escrito acerca de Roque Dalton, su obra, su vida y su muerte, publicó en La Prensa Gráfica varias columnas en las que hacía referencia a la persona de Edgar Alejandro Rivas Mira, o “El Capitán”.

Hernández aseveraba que sus fuentes le hicieron saber del supuesto retorno de “El Capitán” a El Salvador; primero lo ubicaba, junto a su hermano mayor Alfonso, en una casa a las orillas de la laguna de Apastepeque, presuntamente enfermo de Alzhéimer.

En otro artículo, Hernández ubicó a los hermanos Rivas Mira, en la región montañosa occidental entre Apaneca y Ataco, siempre con “El Capitán” enfermo y en los estertores de una próxima muerte.

Aquellas aseveraciones nos obligaron a hacer varias consultas en El Salvador y en el extranjero, pero no hubo fuente que verificara las aseveraciones de Hernández.

Durante el proceso de producción del documental “Roque, Fusilemos la Noche”, de la directora austriaca Tina Leisch, le entregamos a la documentalista las señas que teníamos, entre otras personas, de Alfonso Rivas Mira, distinguido académico, quizás ya retirado, de la Universidad de Colima, de México.

Leisch logró un contacto telefónico con el profesor Alfonso, pero este fue escueto: “ambos, mi hermano y mi cuñada, están muertos…” Con la misma colgó el teléfono sin dar mayor explicación.

Como familia, no nos hemos detenido en averiguar el paradero, vivo o muerto, de Edgar Alejandro Rivas Mira, debido a que es fundamental su inclusión en el proceso judicial y en el reclamo de justicia que estamos siguiendo y que en breve podría tomar nuevos bríos si la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admite nuestra denuncia puesta en noviembre de 2011 contra el Estado Salvadoreño por denegación de justicia para Roque Dalton, víctima de una serie de delitos de lesa humanidad que se cometieron en su contra.

Nuestras indagaciones nos llevaron a una fuente que consideramos seria y confiable, además de muy cercana a la pareja Rivas-Meardi.

Esta fuente, cuya identidad mantendremos en el anonimato, nos relató una versión dramática  del fin que habría tenido “El Capitán”. Lo decimos todavía como una suposición, hasta que se verifiquen los pormenores y los detalles no aclarados, como fechas y lugares exactos de los fallecimientos. También habría que tomar en cuenta que en una investigación judicial todos los hechos deben tener certeza.

No obstante, lo que divulgamos serían las circunstancias de los fallecimientos de la pareja Rivas-Meardi, así como el estado deplorable en que se encontraba “El Capitán” cuando le habría sobrevenido la muerte.

La fuente nos cuenta que la pareja Rivas-Meardi residía en México desde hace muchos años; es probable que desde que “El Capitán” huyera -o negociara su salida del ERP con Villalobos y Meléndez- después del secuestro y asesinato de Roberto Poma, en 1977. Algunas versiones indican que “El Capitán” cobró el rescate de la familia Poma y que se quedó con ese y otros dineros de las recompensas por los empresarios secuestrados en aquella época.

Otra cosa que nos cuenta la fuente es que siempre vivieron en México, con documentación e identidades falsas; nunca usaron sus nombres propios ni tuvieron documentos salvadoreños (excepto al final de su vida, Ana Angélica retornó -ya viuda- en 2011 y pudo sacar DUI y pasaporte legal).

La fuente nos narró  que “El Capitán” se había convertido en un alcohólico empedernido, incrementando su mal con prolongados estados depresivos, paranoia y psicosis.

“El Capitán”  tuvo momentos de violencia intrafamiliar, producto de sus estados mentales deteriorados, a tal grado que la única hija de la pareja terminó por abandonarlos y se refugió en una ciudad europea, rompiendo para siempre con su núcleo familiar.

Así las cosas, Edgar Alejandro Rivas Mira habría fallecido en el Distrito Federal de México, al estallarle el hígado producto de una incurable cirrosis hepática, un día de 2009.

La muerte de Angélica

Ya en estado de viudez, Ana Angélica Meardi Araujo, como dijimos antes, regresó a El Salvador, casi dos años después del fallecimiento de su marido.

Narra la persona que brindó el testimonio que  Ana Angélica padecía –igual que “El Capitán”- de una profunda paranoia ó delirio de persecución.

“No quería salir a la calle por miedo que la identificaran y la mataran… Costó hacerle ver que las cosas habían cambiado en El Salvador; costó que fuera a sacar sus documentos de identidad, porque desde hace años no los usaba”, contó el testigo.

La estadía de Ana Angélica no fue prolongada en San Salvador; regresó a México, donde al cabo de  dos meses falleció, también en la soledad y el olvido más absoluto.

En nuestras averiguaciones, llegamos al perfil abierto de Ana Angélica Meardi Araujo en el Facebook, el cual sólo registra su nombre; no cuenta con un solo amigo ni fotografías ni más información. Fue abierto el 6 de diciembre de 2008 y nunca se cerró…


Edgar Alejandro Rivas Mira fue el principal instigador y autor intelectual del asesinato de Roque Dalton (en la imagen), el más reconocido poeta de las letras salvadoreñas, cuya obra a trascendido las fronteras de su país.

Más interrogantes

Edgar Alejandro Rivas Mira habría muerto sin enfrentar sus culpas por los crímenes que cometió. En vida, y después de haber salido del ERP, nunca tuvo la valentía política siquiera de argumentar ni de justificar sus acciones, mucho menos pedir perdón a la sociedad salvadoreña por sus responsabilidades en los hechos graves que dirigió.

Quizás ese sentido de culpa lo persiguió hasta matarlo sin el protagonismo que algún día enarboló, cuando se creyó dueño del mundo y de la verdad; dueño de las vidas humanas que segó.

Su presunta o real muerte, nos deja otras muchas interrogantes: ¿Por qué Edgar Alejandro Rivas Mira se estableció en México? ¿Quién en México lo protegía y quién lo mantuvo en la sombra durante tanto tiempo?

Por extraña coincidencia muchos de los dictadores salvadoreños de antes y durante la guerra civil tuvieron también como refugio las tierras mexicanas.

¿Puede vivir en México, sin ser identificado y durante tanto tiempo, un hombre que un día fue el perseguido número uno de El Salvador? ¿Podría permanecer así sin saberlo las inteligencias de México, Estados Unidos y El Salvador?

jueves, 27 de junio de 2013

Dagoberto y Jonás


Por Álvaro Rivera Larios
elfaro.net

El Dagoberto del título, como ustedes supondrán, es Dagoberto Gutiérrez: una persona a la que muchos admiran por su talante reflexivo, su trayectoria política y su condición moral. Jonás, claro está, es Jorge Meléndez: uno de los presuntos asesinos del poeta y revolucionario Roque Dalton.

La historia siempre nos depara sorpresas, giros que sacuden las imágenes que nos habíamos formado de ciertos hechos y ciertas personas. A Gutiérrez se lo ha visto en los últimos años como una especie de reserva moral de la izquierda y por eso desconcierta su diálogo con una figura que aun no ha clarificado ante la opinión pública un oscuro pasaje de su biografía política.

Hace poco, en una entrevista, pusieron contra las cuerdas a Dagoberto por ese diálogo político que ahora mantiene con Jonás. Felicito al entrevistador, David Ernesto Pérez, por poner en dificultades a una conciencia tan reflexiva. Por un momento, el juego de las preguntas y las respuestas adquirió la dimensión de un diálogo platónico. Pérez, un periodista mayéutico, interrogó a Dagoberto sobre la legitimidad de Jonás como jefe de un partido. Y las respuestas del dirigente del MNP se tambalearon como las ideas de un boxeador al que le han propinado un buen golpe.

Acorralado, Dagoberto armó su defensa y trazó la moderna distinción entre los ámbitos de la moral, la política y la historia. Estas dimensiones pueden separarse analíticamente con el propósito de hacer juicios relativamente objetivos y cálculos políticos realistas. Pero un político sabio nunca olvida las implicaciones éticas de sus juicios y cálculos prácticos. Para Gutiérrez, además, el asesinato de Dalton –como la revolución rusa y el asesinato de Trotsky– ya es un hecho histórico cuyo análisis no debería mezclarse con la moral ni afectar las decisiones que hoy nacen de una política ajena a la pureza. Si esto es así, y no lo malinterpreto, Dagoberto piensa de modo semejante a Mauricio Funes y como muchos dirigentes del FMLN.

Para que Gutiérrez advierta la complejidad del caso, le recomendaría que se acercase a los familiares del poeta y les dijera que su asesinato ya es un hecho histórico, un fenómeno del pasado que debe analizarse con el lenguaje de las ciencias sociales. Está claro que los familiares de la víctima no admitirían de buena gana “ese punto de vista restrictivo” porque para ellos esa muerte, aunque ya sea un hecho histórico, es un duelo que permanece vivo y que se renueva al ver la vida pública de los presuntos asesinos. Ni el cálculo político realista, ni el análisis sociológico, ni las precisiones jurídicas (siempre tan relativas y modificables) pueden negar la existencia y la actualidad de ese duelo familiar y el conflicto que plantean sus demandas de justicia.

Por otro lado, Roque Dalton es un mito y aunque la muerte del mito pueda localizarse en un punto del tiempo histórico siempre es una muerte que sucedió ayer mismo y por la cual el pueblo guarda un luto colectivo que se renueva cada mes de mayo. Esto trasciende el derecho y los juegos de poder para ubicarse en otra dimensión. El tiempo del mito es otro. Quienes asesinaron al poeta se echaron encima una losa de cuyo peso simbólico va a ser bastante difícil que escapen. Todos los protagonistas de aquel crimen, los que siguen teniendo una vida pública, saben que el asesinato de Dalton los ha dejado medio muertos, por mucho que ahora destaquen en su nuevo rol de consejeros del príncipe o de fundadores de partidos políticos.

Y hay algo más. Quienes participaron en aquel asesinato no han podido salir airosos y limpios del fango en que ellos mismos se metieron. En vez de aclarar los hechos y asumir con nitidez sus responsabilidades se han dedicado a enturbiar las aguas del asunto, posiblemente con el objetivo de salvar sus ambiciones de poder. Si el duelo por Dalton se vuelve contra ellos es porque tampoco han sabido asumir la verdad y las consecuencias de lo que hicieron ante la familia del poeta y ante el pueblo. Cuando Meléndez nos dice que la muerte de Roque fue un proceso y no un asesinato revela que, muchos años después del crimen, no está dispuesto a asumir la verdad.

En el mejor estilo sofista, Jonás nos quiere presentar la muerte de Roque como si hubiera sido la culminación de “un proceso legal revolucionario”, como si hubiera sido la ejecución emanada de un órgano de la justicia popular. Tal como hizo el nazi Adolf Eichmann, el antiguo dirigente del ERP diluye su responsabilidad personal en la decisión colectiva y los procedimientos institucionales. Se le puede preguntar a Dagoberto ¿Qué confianza merece un político que ante un asunto tan complejo es capaz de auto-engañarse con triquiñuelas de abogado?

Aquí no se discute si Jonás tiene principios –seguramente los tiene–, se discute cómo daña a sus principios y a su legitimidad moral como político el que no haya clarificado públicamente su participación en el torticero asesinato de Roque Dalton.

Lamento que el líder del MNP repita las mismas palabras de Joaquín Villalobos y hable de este caso como de “un error”. Llamar error a lo que pasó en mayo de 1975 es un eufemismo, un intento de maquillar lo que en verdad fue una acción torticera. Eso que Dagoberto llama “error histórico” y que Meléndez denomina “proceso” no fue más que un turbio, alevoso y vulgar asesinato político; uno de esos crímenes que a veces perpetran los mafiosos o los pistoleros, cuando dirimen quién es quién en sus jerarquías internas de poder. Para justificar el crimen previsto, los asesinos montaron la pantomima de un juicio. Stalin, el oscuro, también montó juicios –con sus pertinentes acusadores, defensores y acusados– para darle una pátina legal a la eliminación física de sus adversarios políticos. A los dudosos juicios estalinistas también se les llamó “procesos”. Con las elegantes y neutras palabras se pueden dulcificar los más oscuros crímenes.

Quienes decidieron y ejecutaron la muerte de Dalton y de Pancho habían caído en un profundo agujero moral. Aquellos años dentro del ERP son dignos de ser trasladados al universo de la novela negra: se inició la caza de los miembros de la RN; los cazadores también se mataron entre ellos, así murió Vladimir Rogel; otro de los asesinos de Dalton, anticipando que también lo eliminarían, huyó con el dinero de los secuestros. Díganme ustedes, si no había algo ahí que estaba profundamente podrido y que no merece ennoblecerse con palabras como “error” o “proceso”.

No se hace un bien a la historia ni a la conciencia moral de la izquierda ideando subterfugios para eludir la cruda realidad. Me sorprende que a Jorge Meléndez le incomode que se le llame asesinato a lo que fue un turbio asesinato. A nadie le gusta que lo llamen asesino, pero si las cosas fueron así, no hay más remedio que aceptarlo. Peor es matar y después tapar el crimen con mentiras y auto-engaños.

Comprendo que si hay que negociar se negocia, pero sé que no se puede negociar a cualquier precio. Comprendo que hay que negociar, pero también sé que hay negociaciones y negociaciones ¿Qué papel juegan las bases del MNP en la actual conversación con Jorge Meléndez? ¿Participan o son meras invitadas de piedra?

El líder del MNP no quiere que una moral enemistada con el realismo comprometa sus movimientos. El caso es que su oposición al FMLN, en los últimos años, ha tenido un acento ético muy fuerte. De ahí que se mire a Dagoberto Gutiérrez como a una figura “con principios”. Es normal que aquellas personas a las que ha dado esperanzas en la posibilidad de una izquierda “honesta”, ahora se pregunten dónde pone Dagoberto “los principios” hoy que dialoga con un dirigente que no ha esclarecido de forma satisfactoria un pasaje turbio de su biografía.

Como ciudadano no me acaba de convencer el MNP. No sé hasta qué punto es nuevo en realidad. A pesar de eso, creo que las figuras como Dagoberto son necesarias en nuestra izquierda. Lamentaría que por culpa de una mala decisión suya, un sector de sus propios seguidores y de la opinión pública lo acabaran devorando.

miércoles, 26 de junio de 2013

Un mexicano mas


Esta es la historia de un jovencito llamado Antonio quien vive en un pueblo de México siempre siguiendo las costumbres de su pueblo y las reglas allí impuestas, sin tener la oportunidad de un nuevo pensamiento, hasta que llega al pueblo un nuevo maestro, quien les dará una nueva forma de pensar y las herramientas necesarias para poder ser dueño de sus ideas y exponerlas ante sus autoridades con el fin de lograr un bien común.


martes, 25 de junio de 2013

Sandra Viviana



"Un pequeño homenaje a nuestra amiga Sandra Viviana, Ingeniera ambiental desaparecida...

 
DIGNIFICADA

Soy una mujer que llora
Soy una mujer que habla
Soy una mujer que da la vida
Soy una mujer que golpea
Soy una mujer espiritu
Soy una mujer que grita

Hay en la noche un grito y se escucha lejano
Cuentan al sur, es la voz del silencio
En este armario hay un gato encerrado
Porque una mujer, defendió su derecho

De la montaña se escucha la voz de un rayo
Es el relámpago claro de la verdad
En esta vida santa que nadie perdona nada
Pero si una mujer, pero si una mujer
Pelea por su dignidad

Te seguí los pasos niña
Hasta llegar a la montaña
Y seguí la ruta de Dios
Que las ánimas acompañan

Ay morena, morenita mía,
No te olvidaré

Virgen Hermosa, ruega por ella
Virgen cariñosa, ruega por ella
Virgen misericordiosa, ruega por ella



¿Futuro?


Marcelo Colussi


Roberto se consideraba un “nativo digital”. En realidad, no sabía con exactitud qué significa eso…, pero le agradaba cómo sonaba la palabra. Vagamente la asociaba con “aborigen”, con “primitivo”. Los “nativos”, según su parecer, eran siempre gente sana, pura. En este caso, esa pureza estaba asociada con el desarrollo. Confusamente, sin mayores disquisiciones, la mezcla en cuestión le parecía fabulosa: alguien “que no contamina el ambiente” pero con “actitud de progreso, que usa inteligencia artificial”.


 

Todo esto lo había ido escuchando por ahí. A su modo -fragmentario, por cierto- sabía que todas esas cosas (no contaminar el planeta, respeto hacia los diferentes, desarrollo sostenible, tecnologías de la información y la comunicación), aunque no pudiera explicar bien qué significaban, no podían dejar de mencionarse en un discurso correcto. ¿Esa “corrección” era el progreso? ¿O lo era el uso de las tecnologías de punta? No se lo cuestionaba mucho, en verdad. En realidad, aunque era un fiel representante de la cultura digital que lo envolvía, no hubiera podido jamás dar una definición convincente de “progreso”. Ni de “domótica”, que era lo que hacía su padre, de la que sólo sabía que implicaba “muchos botones para oprimir…” Es más: mucho de lo que hacía, no sabía por qué lo hacía. Simplemente, “así son las cosas” se decía, y esa explicación le bastaba.

Lo poco que sabía sobre estos temas, muy escasamente lo había extraído de alguna precaria lectura; de hecho, casi no leía. Igual que todos sus compañeros de clase (estudiaba tercer año de Administración de Empresas en esa universidad privada de aquella ciudad de país sub-desarrollado), lo más que leía era algún documento digital (corto) y eventualmente fotocopias de partes de capítulos de algunos libros técnicos. Cuando hacía esto, sonreía y nunca dejaba de decir socarronamente: “estas prácticas del pasado”. Literatura ni siquiera sabía bien qué era; vagamente, también, la asociaba a aquello de “los molinos de viento, el flaco alto y el gordito simpático” que había visto alguna vez en alguna de sus numerosas pantallas (¿del televisor?, ¿de la computadora familiar?, ¿de su tabla?, ¿en el teléfono celular?, ¿en la agenda electrónica que tenía instalada frente al inodoro de su baño?) La biblioteca de su abuelo (más de tres mil ejemplares) le parecía algo inconcebible. ¿Cómo se podía leer todo eso?

-Abue, ¿y por qué leíste tanto en tu vida?-

-¿Tanto? Si yo casi no he leído nada, m’hijo.-

-¿¡Cómo que no!? ¿Y esa biblioteca gigante?-

-¡Ojalá fuera gigante! Es una modesta bibliotequita, Roberto. Me voy a morir sin haber leído ni la mitad de lo que hubiera querido.-

-Pero ¿cómo, abue? ¿Me vas a decir que no leíste nada? ¡Si es impresionante la cantidad de libros que hay aquí…! Esto me hace acordar lo que alguna vez papá me contó en comunicación en tiempo real y tres dimensiones sobre esos genios del pasado que pasaban su vida entera leyendo. Por ejemplo, ese escritor uruguayo, o argentino, no recuerdo, tan famoso…. Borgia creo que se llamaba.-

-¡Borges! Jorge Luis Borges.-

-¡Ése! Sí… Papá me contaba que este Borges, solito, leyendo en su casa, aprendió a hablar chino mandarín. El mismo endemoniado idioma que yo ahora estoy aprendiendo con el nuevo programa de Linux 45, versión 8.0, y que en realidad no me está resultando tan difícil. ¿Cómo habrá hecho este fulano sin computadora?-

-Eran otros tiempos, Robertito.-

-Sí, claro… La verdad que a veces me pregunto cómo haría esa gente. O el tal Freud, el psicólogo ese, judío creo, de Suiza me parece, que aprendió a leer español también solito, con un diccionario. ¿Cómo hacían eso, abue? ¿Eran más inteligentes?-

-¿Más inteligentes? Mmmm…, no creo. ¿O acaso hoy la gente, o los jóvenes, son más tontos que antes?-

-Bueno…, creo que no. No sé…, no estoy muy seguro. Yo diría que no, porque hoy nadie necesita ponerse a estudiar un idioma extranjero solo, en su casa, luchando con un diccionario. Los programas de e-learning te lo facilitan todo. En tres meses se puede aprender a la perfección cualquier idioma. Y para fabricar esos programas no hay que ser muy tontos que digamos, ¿verdad?…-

-Es cierto, ¿no? Yo, te lo confieso, jamás en la vida usé uno de esos… ¡Soy de otra época! Pero me parece que son útiles, claro que sí.-

-¡Of course, abue! Yo, que de verdad no me considero ninguna lumbrera, hablo ya siete idiomas gracias a estos programas interactivos. ¡Son buenos! Deberías probarlos.-

-¿Y para qué a esta altura de mi vida, con más de 70 años?-

Bueno, no sé…, para no estar out. Pero retomando lo que decíamos: creo que no somos más tontos ahora. No sé si seremos más inteligentes…, pero no veo por qué seríamos más estúpidos sólo porque no leímos tanto como ustedes.-

Para el septuagenario lector, connotado intelectual de su medio, militante de izquierda de toda la vida, la lectura era una pasión. Si bien no era refractario a la explosión tecnológica que había visto precipitarse en la segunda mitad de su vida, no se sentía fascinado por ella. Al contrario, guardaba una cierta distancia con todo eso. De todos modos, el audífono de última generación que portaba -tecnología japonesa fabricado en China- le había hecho cambiar bastante su punto de vista sobre estos aspectos. Ahora sí escuchaba…

-En un tiempo se decía que “las armas las carga el diablo…, y las descargan los tontos”. Pues bien, Robertito: con la tecnología llevada a estos extremos como se ve hoy día, podríamos parafrasear y decir lo mismo.-

-¿Cómo? ¿Las computadoras también las carga el demonio? ¿Y tu audífono, abue?-

-Eh…, no es exactamente así, claro…. Quiero decir que….-

-No te justifiques, abue. Yo sé que ustedes, los de otra generación, nos ven como unos tontos consumistas, banales, superficiales, a todos los que nos pasamos la vida ante una pantalla.-

-En realidad, yo no dije exactamente eso, Robertito. Pero, ¿no hay algo de verdad en ello?-

-Bueno… sí y no. ¿Qué se podría decir de alguien que se pasa la vida delante de un libro?-

-¡Eso es otra cosa!-

-No sé… ¿Por qué otra cosa? En todo caso, me parece, es un punto de vista. ¿Es mejor leer o resolver los problemas con estas máquinas? Y la mujer astronauta que acaba de descender en ese satélite de Marte, Fobos me parece que se llama, ¿no te parece que es un avance? Aunque no se lea como en otros tiempos, la gente sigue haciendo cosas maravillosas…, como tu audífono, por ejemplo. O estos viajes espaciales.-

-Yo sigo pensando que es mejor leer, Roberto. Te abre otros mundos, otras posibilidades.-

-¿Y acaso la nube de internet no lo tiene todo? -

-No te lo sabría decir… No sé.-

-Creo que la idea de la tecnología te asusta un poco, ¿verdad, abue?-

-Tanto como “asustarme”, creo que no… Pero definitivamente no soy como los de tu generación, ustedes que nacieron ya con un chip pegado en el cerebro.-

-¿Y te parece malo eso?-

-¡Qué pregunta! Creo que es imposible decir que eso sea malo, ¿no? Es distinto, profundamente distinto a lo que yo viví… Vez pasada leí una encuesta que me hizo reír.

Mientras hablaban, el abuelo permanecía sentado en su cómodo sillón con apoyabrazos jugueteando con el control remoto de su pierna ortopédica -última generación, de fabricación alemana, la cual le permitía caminar a buen ritmo pese a sus dos infartos-, en tanto Roberto hacía varias cosas: leía mensajes en su teléfono celular, escuchaba música con sus audífonos y tecleaba en su tabla buscando una información urgente para un trabajo en la universidad del que le acababan de avisar en una de sus siete redes sociales, echando cada rato una miradita tanto a la foto en tres dimensiones de su pareja (la de carne y hueso, no la virtual) así como a otras donde se veían orgías con lujos de detalle, en tres dimensiones y con opciones interactivas. Por supuesto, el abuelo no se daba cuenta de esto último.

-Estaban investigando sobre los hábitos de la juventud actual- comentó el anciano. -No sé si el estudio se dedicaba específicamente a la sexualidad o las tecnologías digitales. Quizá a ambas cosas. Lo cierto es que había una pregunta que se le hacía a los jóvenes, francamente hilarante.-

-“Hilarante”… ¿Y qué significa eso, abue?-

-¿¡Nunca escuchaste esa palabra!?-

-“Que inspira alegría o mueve a risa”, según el Diccionario de la Real Academia Española en su última edición. “Que provoca ganas de reír. Por ejemplo: un montaje con lo mejor del humor negro hilarante y jubiloso”, según el Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. El término proviene del latín “hilărans”, sustantivo neutro de tercera declinación, cuyo genitivo hace: hilarantis; es el participio activo de hilarāre, que se pude traducir por “alegrar” o “regocijar”. Sus antónimos son: “triste”, “serio”, y por si te interesa saber -perdón por hacerme el erudito, abue-, en polaco se dice “wesoły”, y en vietnamita “vui nhộn”-.

-¡Por dios, Robertito! ¿No era que hace un instante no sabías lo que significaba esa palabra?-

-Cuando la ibas pronunciado, activé el decodificador de sonidos, y casualmente toqué las teclas del polaco y del vietnamita. Por eso, más rápido de lo que ibas diciéndolo, pude tener esa información. Pero te debo el árbol de sinónimos, que recién ahora estoy viendo en la pantalla de mi reloj/agenda electrónica: hilarante significa también gozoso, contento, alborozado, complacido, alegre, satisfecho, irrisorio, ridículo, grotesco, cómico, absurdo, festivo, risueño, jocoso, divertido, contento, placentero, jubiloso, jovial…-

-¿Y de dónde tanto conocimiento, Roberto?-

-De todos estos aparatitos, abue-, dijo señalando la miríada de equipos que llevaba adosados, sin contar los que tenía implantados ya en forma fija, dentro del cuerpo.

El anciano quedó deslumbrado, al mismo tiempo que impresionado, o quizá golpeado, para ser más exactos. Tanto, que le reapareció el inveterado tic en su ceja izquierda, que sólo se activaba en circunstancias difíciles, y que inexorablemente estaba unido y reactivaba el recuerdo de las torturas sufridas en la juventud, cuando su militancia en el Partido Comunista. Ante cualquier situación emotiva fuerte, le regresaba. Como ahora.

-Felicitaciones, Robertito. Veo que estás muy familiarizado con todo ese mundo tecnológico.-

-Así es, abue. Aunque…, ¿por qué felicitarme? Si yo ya nací con todo esto…-

En realidad, para el anciano intelectual, ese mundo fabuloso de las tecnologías digitales, de la inteligencia artificial y todo lo que él intuía como “de avanzada”, tenía algo de mágico, de portento incomprensible…, pero también peligroso. Su preocupación fundamental, nunca ocultada, era el crecimiento de una cultura no lectora y acrítica que ya hacía tiempo se había consolidado. Eso, según su parecer, era un déficit irrecuperable. “¡Un verdadero peligro. Quizá, el peligro más grande de estos tiempos!”

-Bueno, abue: pero ¿cuál era esa pregunta tan “hilarante” que ibas a contar hace un momento?-

-Aunque te rías, Robertito, la situación era esta: en esa investigación se le preguntaba a jóvenes de tu edad qué harían si suena su teléfono celular justo cuando están haciendo el amor.-

-¿Aha?-

-Y al menos la mitad afirmó que por supuesto contestaría.-

El nieto guardó silencio. Esperaba que su abuelo siguiera con el relato; no entendía por qué se había detenido. Ese silencio lo único que lograba, para Roberto, era volver más incomprensible la anécdota.

-Abue… ¿y qué tiene de hilarante eso?-

Más desconcertado aún quedó el abuelo. No entendía cómo su nieto no reaccionaba airado, o divertido, o simplemente… ¡no reaccionaba! ante el relato. Para él era inconcebible algo así. Evidentemente, para Roberto -quizá para todos los jóvenes de su generación- no. “¿Es que estos muchachos viven sólo para andar manipulando maquinitas?”, se preguntó acongojado.

Sin dudas había dos códigos en juego, dos cosmovisiones, dos proyectos de vida. Incluso, proyectos enfrentados. Eso no quitaba que se quisieran entrañablemente. De hecho, Robertito había sido criado en gran parte de su infancia por sus abuelos, dado que sus padres habían marchado al exilio durante la última dictadura que asoló su país algunos años atrás. Durante ese período el abuelo, en ese entonces más joven y con mayor energía, había hecho lo imposible para lograr que su nieto -era el único que tenía- se inclinase por la lectura, por los valores de criticismo que él levantaba como los más importantes. No entendía que un joven fuera conformista, apegado al sistema de cosas imperantes, que lo más importante le resultara tener las máquinas de moda. Para él, tal como alguna vez lo dijo el ahora ya lejanísimo Salvador Allende del Chile socialista, no podía entenderse la juventud sin rebeldía, sin irreverencia.

-Hoy día estos jóvenes parecen viejos. No se cuestionan nunca jamás una cosa. Sólo compran y compran. ¡No saben hacer otra cosa…!-, reflexionaba amargamente. Para él, un amante furioso de la lectura, era impensable que un estudiante universitario no armara ya desde su primer año una nutrida biblioteca. Llegó a derramar lágrimas en silencio viendo que su nieto no se interesaba por las mismas cosas que él: no leía, no le importaba la política, sólo pensaba en estar a la moda tecnológica, aceptaba pasivamente lo que sus mayores le decían…

Pero había algo más que lo tenía triste, profundamente afligido. En realidad, eran dos cosas. La muerte de su hija en el exilio, la madre de Roberto (un cáncer fulminante), y el estilo de vida elegido por su otro hijo, el ingeniero, a quien consideraba “perdido”. Vladimir Libertario -así lo habían bautizado, aunque el muchacho prefería hacerse llamar Jimmy-, quien siempre estuvo en una relación de tensión con el ahora anciano militante. Vladimir era exactamente la antítesis de lo que su padre -y también su madre, miembro del Partido Comunista igualmente, hoy ya fallecida- querían. Era, quizá, como Roberto, pero en un grado superlativo.

Prefería hablar en inglés y no en español. Se mofaba de los indígenas de su país, miraba el imperio con profunda admiración reverencial y era un consumidor de tecnologías de punta infinitamente más exagerado que Roberto. Tenía cuatro chips insertados (el último, de la más reciente generación, le permitía cambiar de sexo indistintamente). En este momento vivía en Los Ángeles, y hacía años que no se comunicaba con su padre. La última vez que nuestro héroe -el anciano militante- había tenido conocimiento de su hijo ingeniero fue cuando leyó un artículo de difusión de él, en inglés, donde adoraba la tecnología como nueva deidad, poniéndola como el elemento que “le hace falta a los países pobres, subdesarrollados y salvajes del Sur del mundo para salir de su atraso”. Lo que no le perdonaba era la frase con que cerraba el texto de marras, escrito sin dudas con saña y con secreta dedicatoria para su padre, quien siempre regañaba/acusaba a Vladimir por su racismo: “el día que nuestro país se desarrollará será cuando cada indio posea un teléfono celular inteligente”. Hoy, años después de escrito ese artículo, en el país había casi el doble de teléfonos móviles que de habitantes… y el “progreso” no había llegado.

El abuelo era reticente a ese endiosamiento de la tecnología, pero no la denostaba. El día después de esta escena que relatamos más arriba, llamó a su nieto a su estudio, y con aire ceremonial le comentó:

-Robertito querido, tengo que contarte algo que te va a hacer caer de espaldas.-

-¿Qué cosa es, abue?-

-Bueno…, durante el exilio de tus padres en Europa, cuando la guerra civil aquí, pasaron cosas muy desagradables.-

-Aha…-

-Por lo pronto, murió tu madre.-

-Sí, eso ya lo sabía. Me lo contaste muchas veces, ¿te olvidaste? De un tumor canceroso en la cabeza, cuando tenía 35 años. Y también mi papá, las pocas veces que ahora lo veo en la pantalla, me lo dijo.-

-Bueno, Robertito: de eso se trata… Tu padre nunca regresó del exilio. Esa persona que a veces te habla por la computadora no es tu papá de carne y hueso. ¡Es un holograma!-

-¡Ah! ¡Qué bien! Debe ser el mismo programa que uso yo a veces, cuando no tengo ganas de hablar en persona aquí, y monto mi holograma. ¿No lo habías notado? Ahora, el verdadero Robertito está en un motel, abue, con una de sus parejas. Pero si recibe una llamada por teléfono seguramente contesta. ¿Lo llamamos?-

Tomado del libro “Cuentos filosóficos”, de próxima aparición.

lunes, 24 de junio de 2013

Coronel asesor del FMLN refugió en 2011 a militares acusados en España por asesinato de jesuitas


El domingo 7 de agosto de 2011, la Policía buscaba a los militares salvadoreños requeridos por España por el asesinato de los sacerdotes jesuitas en 1989. Sorpresivamente, lograron refugio en un cuartel cuyo comandante era el coronel René Roberto López Morales, quien desde hace 10 días es asesor del partido de izquierdas para la elección presidencial de 2014 y que según el informe de la Comisión de la Verdad supo de antemano del plan de asesinar a los religiosos y no hizo nada por evitarlo.

Sergio Arauz
elfaro.net 


René Roberto López Morales era teniente cuando la noche del 15 de noviembre de 1989 el director de la Escuela Militar, coronel Guillermo Alfredo Benavides, comunicó al grupo de oficiales de la institución que había órdenes de asesinar al sacerdote jesuita Ignacio Ellacuría "sin dejar testigos". Al siguiente día, Ellacuría y otros cinco sacerdotes jesuitas, más una empleada y la hija de esta, fueron asesinados por tropas que salieron de la Escuela Militar. 22 años más tarde, en agosto de 2011, René Roberto López Morales, ya con grado de coronel, abrió las puertas del cuartel militar a su cargo para que se refugiaran los militares requeridos por la justicia española para ser juzgados por el crimen perpetrado en 1989.

La Brigada Especial de Seguridad Militar, de la que López Morales era comandante, sirvió de refugio a los nueve militares que, al percatarse que estaban siendo vigilados por la Policía, se presentaron al recinto a solicitar resguardo. Llegaron el domingo 7 de agosto de 2011 en carros polarizados con los que habían intentado confundir el seguimiento realizado por unidades de la Policía Nacional Civil.

Ahora, dos años después de aquel episodio y a casi un cuarto de siglo del asesinato de los jesuitas, el coronel López Morales encabeza el grupo de militares que hace dos semanas declararon su apoyo al candidato presidencial efemelenista, el excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén.

En el FMLN, partido que cuando estuvo en la oposición siempre pregonó la importancia de acabar con la impunidad en crímenes como el de los jesuitas, sus dirigentes repentinamente han adoptado el discurso de sus grandes rivales del partido de derechas Arena, y ahora dicen que hay que pasar esa página de la historia en aras de la consolidación definitiva de la reconciliación nacional.

Los nueve militares que se presentaron a la Brigada Especial de Seguridad Militar para escapar de una eventual detención preventiva debido a que la Interpol había emitido código rojo contra ellos, fueron el general Rafael Humberto Larios López, exministro de Defensa; el general Juan Rafael Bustillo Toledo, exjefe de la Fuerza Aérea; el general Juan Orlando Zepeda Herrera, ex viceministro de Defensa; el coronel Francisco Helena Fuentes, excomandante de la Primera Brigada de Infantería; el teniente José Ricardo Espinoza Guerra, oficial de la sección del Batallón Atlacatl que irrumpió en la UCA; el teniente Gonzalo Guevara Cerritos, condenado a tres años de encarcelamiento por instigación y actos de terrorismo por su rol en la masacre; el soldado Óscar Mariano Amaya Grimaldi, quien confesó que había matado a Ellacuría, a Ignario Martín-Baró y a Segundo Montes; el sargento Antonio Ramiro Ávalos Vargas, quien confesó que había matado a Amando López y a Juan Ramón Moreno, y el sargento Tomás Zárpate Castillo, quien confesó que había matado a la empleada Julia Elba Ramos y a la hija de esta, Celina.

Los primeros nombres de la lista formaron parte de la jerarquía militar de finales de la guerra y, al igual que el coronel López Morales, recibieron formación en la desaparecida Escuela de las Américas, del ejército de Estados Unidos, por la que durante décadas desfilaron algunos de los militares latinoamericanos más identificados con violaciones a derechos humanos durante los años de las dictaduras.

El acto de abrir las puertas de un recinto militar a salvadoreños con orden de captura internacional lo consignó el coronel López Morales en un acta con sello de confidencial dirigida al ministro de Defensa de ese entonces, el general David Munguía Payés.

El acta firmada por el coronel y ahora asesor en Defensa del FMLN consigna que los 10 militares quedaron en “depósito” y “guardando detención preventiva”. En el documento se lee que López Morales recibe al grupo y lo pone a la orden del ministro Munguía Payés: “Las personas en mención fueros recibidas en esta seda militar por el suscrito, a las dieciocho horas y quince minutos del día siete de agostos de dos mil once, quienes quedan a su orden y disposición, en depósito en estas instalaciones, guardando detención preventiva con la debida custodia.”

Aunque en el parte dirigido al ministro López Morales da a entender que él tomó la iniciativa de refugiar a los militares requeridos por la justicia española, al ser consulado aseguró que abrir las puertas del cuartel a sus compañeros de armas no fue idea de él: “Yo era el comandante de esa brigada en ese momento y obedecía a instrucciones del mando superior”, dijo vía telefónica. Al preguntarle quién específicamente le ordenó refugiar a los militares, se rehusó a precisar nombres: “No le voy a decir ningún nombre, pero usted debe saber cómo funciona la institución”

El Faro pidió una entrevista personal con López Morales para profundizar en su versión, pero respondió que para dar entrevistas a la prensa debe antes gestionarse la aprobación del secretario de comunicaciones del FMLN, el diputado Roberto Lorenzana.

El FMLN le llama reconciliación

En el FMLN ya sabían que el coronel López Morales aparecía en el informe de la Comisión de la Verdad como uno de los militares que supo de antemano del plan de asesinar a los jesuitas, aunque su vocero asegura que no sabían del rol del coronel en el refugio a los militares procesados en España por los ocho asesinatos.

El militar niega la exactitud de la investigación que hizo la comisión, y el secretario de comunicaciones efemelenista, Roberto Lorenzana, dice que en su partido no creyeron conveniente profundizar en detalles. “Confiamos en el coronel y esto debe ser leído como un acto de reconciliación de dos partes que antes estuvieron en conflicto”, dijo.

-¿Ya sabía que el coronel era el encargado de la brigada militar que resguardó a los militares implicados en la masacre de los jesuitas requeridos por un juez de España? -preguntó El Faro a Lorenzana.

-No tenía tanto detalle, no lo tengo en la mente.

-¿Y no le parece relevante el hecho de que su socio aparezca en el informe de la Comisión de la Verdad como parte de los oficiales que supieron que iban a matar a los jesuitas y guardaron silencio, y luego esta misma persona les dio resguardo para evitar una detención por parte de la Policía?

-Es que ya ha explicado y se ha dicho que en ese momento todos los oficiales estaban en las instalaciones de la Escuela Militar, pero eso no quiere decir que él escuchó o que él participó.

-¿No le parece que asociarse con él riñe con los principios de su partido?

-No. ¿Por qué?

-Ustedes pregonan el derecho de las víctimas a conocer la verdad y a obtener justicia.

-Es que eso siempre lo hemos mantenido.

-¿Le puede autorizar al coronel a dar una entrevista para que profundice sobre su participación y a esclarecer algunas aspectos sobre este crimen?

-Tendría que hablarlo primero con él.

"Levante la mano quien esté en desacuerdo con asesinar a Ellacuría"

El informe de la Comisión de la Verdad, que resumió las investigaciones sobre graves violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la guerra civil salvadoreña, cita una reunión ocurrida en la Escuela Militar la noche previa a los homicidios. La Escuela Militar para entonces ocupaba un edificio a solo un kilómetro de la Universidad Centroamericana (UCA). Benavides había llegado de una reunión en el Estado Mayor de la Fuerza Armada, donde se coordinaba las operaciones para repeler la ofensiva militar que había lanzado la guerrilla del FMLN cinco días atrás.

“Existe prueba plena de que el coronel Guillermo Alfredo Benavides, la noche del mismo día 15, informó del asesinato que le había sido ordenado a los oficiales de la Escuela Militar. Cuando preguntó a esos oficiales si alguno estaba en desacuerdo, todos guardaron silencio”, dice el informe.

El documento cita el nombre de 11 militares a quienes Benavides informó las instrucciones que llevaba y explica que Benavides les pidió que si alguno objetaba las órdenes, que levantara la mano. Nadie lo hizo. Entre ellos estaba, aparte de López Morales, el teniente coronel Camilo Hernández, quien hace dos años confesó a El Faro que él habia entregado el rifle para matar a Ellacuria "sin dejar testigos".

Según recuerda Camilo Hernández, la reunión a la que los convocó Benavides se produjo aproximadamente a las 9 de la noche. “(El coronel Benavides) nos dice en ese momento a los oficiales que la situación está bastante crítica y que hay la orden de asesinar a los líderes izquierdistas; así, líderes izquierdistas, y a nosotros nos ha tocado a los de la UCA, al padre Ellacuría. Que ya los comandos del Atlacatl habían ido a hacer un reconocimiento y que sabían dónde estaban", relató a El Faro.

24 años después del crimen, René Roberto López Morales es el líder del grupo de militares que se ha asociado con la fórmula presidencial del FMLN integrada por los excomandantes guerrilleros Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz.

El viernes 14 de junio por la noche, el coronel López Morales apareció en entrevista en el canal 5 de televisión y negó su participación en el crimen y aseguró que no se dio cuenta ni participó de la reunión que describe el informe de la Comisión de la Verdad. "No estuve en esa reunión y tampoco tuve ninguna participación en eso", dijo.

Agregó que en ese tiempo era encargado de cadetes y que todo el personal de la Escuela Militar estaba de planta durante la semana en que un grupo de militares irrumpió en las instalaciones de la Universidad Centroamericana para cometer el crimen. "Es difícil que una actividad de esta magnitud se la comuniquen a los oficiales", respondió, cuando el entrevistador le preguntó si se enteró de la decisión de matar a los jesuitas una noche antes.

Aunque nunca usó la palabra crimen, ni homicidio en los casi 10 minutos que abordó el tema en la televisión, López Morales aseguró que nunca supo de esa "actividad" y que se enteró por los medios de comunicación. ¿El FMLN sabía que su nombre aparece en este informe?, le preguntaron en ese mismo programa. “Imagino que sí”, respondió.

En el FMLN se ha formulado una respuesta única a casi todas las preguntas al respecto: “El FMLN está comprometido con la reconciliación”. El Faro conversó brevemente con Manuel Melgar, exministro de Seguridad (2009-2011) y ahora jefe de campaña del candidato presidencial Salvador Sánchez Cerén.

Melgar era el ministro de Seguridad en el momento en que el tribunal español hizo el trámite para que Interpol emitiera alerta roja, código que habilita a las autoridades a ubicar y detener preventivamente a las personas perseguidas.

-¿Su partido sabía que el líder de sus socios militares de cara a la campaña aparece en el informe de la Comisión de la Verdad como asistente a una reunión en la que se comunicó del asesinato de los sacerdotes jesuitas? -preguntó El Faro al jefe de campaña del candidato presidencial del FMLN.

-Mire, nosotros en el partido creemos que la lectura que se debe hacer y el mensaje que queremos mandar es: lo más importante es la reconciliación. Eso fue como parte del conflicto, ahora estamos en tiempos de paz…

-¿No cree que el mensaje que se envía es que el FMLN resta valor e importancia al hecho de que su socio militar aparezca mencionado en un hecho tan relevante como el asesinato de los sacerdotes jesuitas?

-Es que hay que verlo como un acto de madurez y reconciliación.

-¿Qué le diría el partido al padre José María Tojeira, exprovincial de los jesuitas? Para Tojeira, el partido como mínimo está en una contradicción y el coronel López Morales como mínimo ha faltado a su ética al no aclarar su rol en uno de los casos más horribles de la guerra salvadoreña.

-No le puedo decir nada en contra del padre, es una opinión respetable.

-¿Entonces el partido sabía y está muy claro de que su socio militar aparece nombrado en el informe de la Comisión de la Verdad en la parte en la que la cúpula militar decide asesinar a los sacerdotes jesuitas?

-Él no tuvo nada que ver con ese hecho, eso es lo que él ha manifestado. Nosotros estamos comprometidos con el proceso de paz y reconciliación, en eso creemos.

José María Tojeira se indignó con la noticia: “Los militares son bien valientes para matar civiles, pero son cobardes a la hora de pedir perdón”, dijo a El Faro vía telefónica.

También comentó que muchos militares se han acercado en diferentes tiempos y formas para comentar el caso de los jesuitas. “Unos piden perdón, otros dicen que no podían hacer nada, otros que se opusieron… Si él estaba ahí y se quedó callado… guardó silencio, dice el informe… ¿Eso qué dice? Puede decir que usted es una persona sin ética. Y el FMLN al nombrar un asesor militar de ese tipo está entrando en una clara contradicción.”

En un artículo de opinión publicado en el diario Colatino, Tojeira agregó que López Morales además no contribuyó a la investigación del crimen: “En su primera entrevista con los comisionados (para trabajar en la Comisión de la Verdad) no colaboró en absoluto. Después de que Benavides informara de la orden de matar, López Morales se fue a dormir y ni oyó ni vio nada. Al menos eso les dijo a los comisionados. Ni siquiera reconoció, al contrario de otros miembros del grupo de oficiales que permanecían en la Escuela, que Benavides había transmitido la orden de matar.”

En los últimos 10 años, la postura del FMLN con respecto a la investigación para determinar responsabilidades de graves violaciones a los derechos humanos en la guerra civil, ha cambiado. Antes insistía en la importancia de cumplir a cabalidad las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad y derogar la Ley de Amnistía de 1993, que ha servido de argumento para que los anteriores fiscales generales se nieguen a abrir investigaciones.

En marzo de 2005, con motivo del 25o. aniversario del asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, el FMLN publicó una proclama que incluía la mención de los militares como parte del problema de impunidad en delitos contra la humanidad. Decía la proclama: “Falsamente la oligarquía salvadoreña, los políticos de la derecha y todo el aparato militar, en nombre de la libertad pisotearon la soberanía, en nombre de la libertad se cometieron los delitos de lesa humanidad más graves, tenemos más de 80 mil muertos y 8 mil desaparecidos, miles de familias en el exilio. En nombre de la libertad se ha mantenido un estado de impunidad que reproduce la violencia, porque jamás en El Salvador alguien que cometió abuso del poder y cometió corrupción ha sido juzgado".

Desde que es parte del Ejecutivo, el FMLN ha guardado sus exigencias con respecto a realizar investigaciones sobre crímenes de guerra y derogación de la Ley de Aministía que la Corte Interamericana de Derechos Humanos terminó invalidando en 2012 en su sentencia sobre la masacre de un millar de civiles en el norte del departamento de Morazán en diciembre de 1981.

La sentencia en el caso Beatriz (y II)



 Tendencia Revolucionaria

La Sala de lo Constitucional avanzó poco a poco en el abordaje de este tema crucial, ya que  el debate abierto plantea la salvaguarda de los derechos de ambos sujetos del binomio, aun cuando, en este caso especifico, uno de ellos carece de condiciones para sobrevivir fuera del vientre materno y el otro sujeto  ve amenazada sus posibilidades de vivir en la medida  que la situación se mantenga sin resolver.

La Sala aborda los derechos a la vida y la salud y su aporte resulta de alta importancia en estos puntos, veamos lo que dice: el derecho a la vida comprende dos componentes,  a) el derecho a evitar la muerte, esto quiere decir que tanto el Estado como los particulares tiene prohibido toda acción que obstaculice, vulnere o interrumpa el proceso vital de las personas. b) las personas tienen derecho de acceder a los medios o condiciones que les permita vivir de forma digna. Como podemos ver el segundo componente desnuda el cinismo de ciertos sectores sociales que defienden la vida pero no la dignidad que esta lleva implícita y la dejan al nivel de existencia. En esta parte la Sala se refiere a las condiciones políticas que aseguran esa dignidad, entendemos por dignidad aquellas circunstancias que hace de cada persona un proyecto y un fin en sí mismo y nunca un medio.

En cuanto al derecho a la salud la Sala también la descompone en este caso, en tres componentes: a) la adopción de medidas para su conservación, b) la asistencia médica,  c) la vigilancia de los servicios de salud.

El derecho a la salud supone un ejercicio que corresponde al Estado que debe conservar la salud en dos formas: la activa y la pasiva pero luego cuando una persona enferma,  debe garantizar asistencia médica y el Estado debe monitorear y vigilar la situación de la salud y para eso debe crear instituciones y mecanismos encargados de esta tarea. como podemos observar ni el derecho a la vida ni el derecho a la salud conviven con un mercado todopoderoso y requieren ambos de un Estado  fuerte y responsable

La Sala  ha reconocido la existencia de un vacío normativo que impide que el personal médico tome las medidas necesarias y convenientes para resolver el peligro real e inminente  para la vida de la madre gestante y la Sala expresa “ ahora bien, la existencia de un vacío normativo no representa un óbice para que las autoridades médicas, a quienes se las ha confiado velar por la salud de la población, adopten las directrices y protocolos médicos que consideren necesarios para actuar en esos casos, ni para que insten a las autoridades competentes a replantear  tales situaciones y que estas sean reguladas en la forma pertinente, es decir, a que se discutan a través de los canales democráticos diseñados por el Estado, a fin de que sean prescritas en la legislación pertinente”.

La Sala parte de la existencia de un vacío normativo, pero no se paraliza y otorga a las autoridades médicas dos pasos: a) adoptar las directrices y protocolos que consideren necesarios para actuar el esos casos b) instar a las autoridades competentes a replantear las situaciones para que sean reguladas en una forma pertinente. Es decir, que la Sala contribuye, en la sentencia a superar la situación  de estancamiento en que todo se encontraba.

En realidad, en la posición de los médicos apareció muy clara la situación de Beatriz y la amenaza que existía sobre su salud, la Sala,  sin embargo va definiendo, con precisiones teóricas importantes una salida a la situación, precisando puntualmente que no se puede autorizar la practica de un aborto por contrariar las disposiciones constitucionales pertinentes pero establece “que las autoridades de salud demandadas están obligadas a continuar monitoreando el estado de salud de la peticionaria y a brindarle en tratamiento que en cada momento resulte idóneo para su condición médica, así como a implementar los procedimientos que, según la ciencia médica, se estimen indispensables para atender las futuras complicaciones que se presenten”.

Este texto contiene los elementos que en definitiva construyeron el camino para resolver la situación planteada, y así Beatriz fue intervenida  médicamente, el producto permaneció solamente 5 horas viva y Beatriz regreso a su casa con su hijo mayor.

La sentencia deja un camino abierto para resolver estos casos y el voto particular recurrente del magistrado Rodolfo González y el voto disidente del magistrado Florentin Meléndez, ambos votos los comentaremos posteriormente.

“Los militares asesinaron a los símbolos de la Unidad Popular, Neruda era el gran símbolo”



Mario Casasús
El Clarín

En entrevista con Clarín.cl Manuel Mejido (1932), enviado del periódico Excélsior en septiembre de 1973, habla del golpe de Estado y del presunto asesinato de Neruda: “Los militares asesinaron a los símbolos de la Unidad Popular, Neruda era el gran símbolo, el régimen militar tenía que instalar a los nuevos dioses; durante la conquista de América -en 1521- los españoles destruyeron las pirámides aztecas para edificar las iglesias católicas, los asesinos de Pinochet quisieron hacer lo mismo -en 1973-, pero con quién podrían sustituir a Neruda, la dictadura tenía que quitar de en medio a Neruda, el poeta tenía más cañones que cualquier país que quisiera derrocar a Pinochet”. El periodista mexicano escribió: “Neruda había obtenido un salvoconducto para viajar a México a internarse en el Instituto de Cancerología”, en 1973 pensaba que el poeta había muerto por el cáncer y la tristeza, sin embargo 40 años después no descarta la posibilidad del asesinato.

MC.- En el libro “Esto pasó en Chile” (1974), usted aseguró: “Neruda había obtenido un salvoconducto de la Junta Militar para viajar a México a internarse en el Instituto de Cancerología”, sin embargo no citó la fuente, ¿quién le informó los detalles para recibir a Neruda en México?

MM.- El coronel Manuel Díaz Escobar, Agregado Militar de México en Chile. El presidente Luis Echeverría envió a dos capitanes del Ejército mexicano para ver si podían entenderse con los militares chilenos y ayudar en la tramitación de los salvoconductos, recuerdo al capitán del Valle y al capitán Orlando Carrillo Olea, estoy seguro que el político Gustavo Carvajal debe saber dónde está el capitán del Valle, por si te interesa entrevistarlo, sé que el capitán Carrillo Olea falleció. En la Embajada de México recibí la información sobre el traslado de Neruda al Instituto de Cancerología, la mayoría de los políticos de la Unidad Popular llegaron a solicitar asilo al gobierno de México, en la Embajada conocí a los sobrevivientes de La Moneda, en la Embajada entrevisté a la viuda del Presidente Allende -doña Hortensia Bussi-, la Agencia Associated Press me ofreció 50,000 dólares por la exclusiva, pero yo les dije la entrevista era deExcélsior .

MC.- ¿Visitó a Neruda en la Clínica Santa María?

MM.- No.

MC.- ¿Dónde recibió la noticia de la muerte de Neruda?, ¿asistió al funeral?

MM.- Recibimos la noticia en la Embajada y con la imposibilidad de nada, el entierro de Neruda lo tenían vigilado, eso era acercarse para que me metieran a la cárcel o me dieran un balazo, la dictadura sabía que un periodista mexicano estaba enviando varios reportajes de denuncia al extranjero. La verdad, cuando sopesas las noticias de lo que está ocurriendo con la dictadura, Neruda pasó al segundo plano, pensé: ojalá que lo entierren en paz, desgraciadamente así piensa un periodista durante el golpe de Estado, te dedicas al periodismo de emergencia y denuncia, no al periodismo cultural.

MC.- Usted escribió –en 1974- que Neruda murió de tristeza…

MM.- Por supuesto que lo afectó el golpe de Estado, sufrió una enorme tristeza por lo que ocurría en Chile, justo al final de su vida, en la vejez uno se vuelve más feble y sensible.

MC.- ¿Cuándo conoció a Neruda?

MM.- En México -en 1966-, lo visité tres veces en el Hotel Reforma , era un hombre bueno, afable y cálido con las personas; yo era muy joven, Neruda no tenía por qué hacerme caso, sin embargo conversó conmigo amablemente después de terminar el trabajo de la entrevista.

MC.- ¿Descartaría la teoría del presunto asesinato de Neruda?

MM.- No, todo pudo pasar; los militares asesinaron a los símbolos de la Unidad Popular, Neruda era el gran símbolo, el régimen militar tenía que instalar a los nuevos dioses; durante la conquista de América -en 1521- los españoles destruyeron las pirámides aztecas para edificar las iglesias católicas, los asesinos de Pinochet quisieron hacer lo mismo -en 1973-, pero con quién podrían sustituir a Neruda, la dictadura tenía que quitar de en medio a Neruda, el poeta tenía más cañones que cualquier país que quisiera derrocar a Pinochet.

MC.- En el caso del Presidente Allende, los periodistas presentaron dos teorías en 1973: suicidio y magnicidio, ¿nunca sospechó del presunto asesinato de Neruda?

MM.- No. Las noticias fluían interminablemente, o salía un Bando Militar, o aparecía un asesinado, o te informaban de la detención de un nuevo preso político. En la Embajada de México entrevisté a 23 colaboradores del Presidente Salvador Allende –me acompañó Gonzalo Martínez Corbalá- los juntamos en una mesa redonda para que reconstruyeran las últimas horas del Presidente en La Moneda, los 23 habían estado hasta el último minuto con el Presidente; uno de ellos, René Largo Farías me pidió de favor que fuera a su casa para traerle una valija, fui acompañado por el periodista español Ricardo Liaño a la casa de René –él no podía salir de la Embajada-, abrimos la valija y sacamos todos los libros comunistas, pero de pronto leí una hoja de papel escrita a mano por los dos lados que decía: “Salvador Allende en el Salón Toesca”, René había llevado una especie de bitácora y al final escribió una nota de despedida para su esposa María Cristina y sus hijos. Con las notas de René sabía qué preguntarles a los 23 sobrevivientes de La Moneda, en Chile nadie sabía a ciencia cierta lo que había pasado al interior de La Moneda, yo entrevisté a los médicos y amigos del Presidente, me pasé horas conversando con ellos y confrontándolos, todos coincidieron en que el Presidente Allende se suicidó; mis reportajes fueron muy serios y profesionales, sabía que mi trabajo quedaría para la historia, como he visto que se ha quedado.

MC.- ¿Con qué periodicidad enviaba sus reportes sobre el golpe de Estado a Excélsior?

MM.- Mientras estuve en Chile tenía 5 transmisiones al día.

MC.- En un país sitiado, sin los avances del Internet WiFi, ni la telefonía móvil, ¿cómo enviaba las 5 notas diarias?

MM.- Había un teléfono con Télex en la Embajada, tuve suerte, pero también fue dedicación profesional, mientras dormía en el piso de la oficina del Cónsul vi que había un Télex y esperaba que funcionara porque tenía 40 cartillas perforadas para poder enviar las noticias a México, pero no sonaba el Télex , ni prendía el foquito de encendido, así que lo estuve revisando hasta que escuché una voz: “hablo desde Mendoza, de la Agencia Télam del gobierno de Argentina”, les expliqué que era un periodista mexicano y necesitaba un contacto con el exterior.

MC.- ¿Cuándo llegó a Chile?


MM.- El 9 de septiembre salí del Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, en el mismo avión venía doña Hortensia Bussi después de una gira de trabajo por México, el Presidente Allende la estaba esperando en el Aeropuerto de Pudahuel, yo había contactado al Embajador Gonzalo Martínez Corbalá, habíamos concretado una cita con el Presidente Allende para el 11 de septiembre; al llegar a Santiago el aire olía raro, se veían filas en las panaderías, Chile olía a golpe de Estado. La noche del 10 de septiembre, en el Hotel Carrera, me reuní con Gonzalo Martínez Corbalá y Fernando Gamboa, quien tenía una exposición de pintura mexicana en Chile, después del golpe andaba como loco recogiendo los cuadros en el Museo de Bellas Artes del Parque Forestal.

MC.- La Colección Carrillo Gil, Neruda escribió la presentación del catálogo…

MM.- Sí, cada loco andaba con su tema. Gonzalo me llevó al Hotel San Cristóbal Sheraton y al día siguiente había un golpe de Estado. En mi libro lo relato, Esto pasó en Chile (1974) es un reportaje de 118 cuartillas, yo no sé hacer libros, hago reportajes de 4 cuartillas o de 300 páginas; en otro libro sí cuento cosas personales – Con la máquina al hombro -, yo estaba jugándome la vida, salió el Bando Militar Número 17 que decía: “todo aquel que transmita informaciones tendenciosas fuera del país será severamente castigado por la justicia militar”, la dictadura cortó todas las comunicaciones, los militares aislaron al país para asesinar a los opositores; la única línea que se quedó funcionando era muy antigua, de 1917, comunicaba a Santiago de Chile con Mendoza (Argentina), era una línea telefónica tan vieja que los militares no la cortaron.

MC.- ¿Cuántas horas pasaba entre la Embajada y el Hotel San Cristóbal?

MM.- Los toques de queda los pasaba en la Embajada, ahí me reencontré con el periodista español Ricardo Liaño, yo no sé, y nunca lo supe –porque un año después del golpe apareció el cadáver de Ricardo Liaño flotando en el río Mapocho-, pero Ricardo conseguía salvoconductos, documentos que no conseguían los dos capitanes del Ejército ni el Agregado Militar de México que estaba en contacto con los golpistas. Así podía salir a las calles, me enteraba de las cosas directamente porque tenía un salvoconducto, mi esposa viajó conmigo a Santiago, ella se quedaba en el Hotel San Cristóbal y yo pernoctaba en la Embajada, casi ni dormí durante las semanas del golpe.

MC.- El primer vuelo de exiliados chilenos salió el 16 de septiembre, el segundo viaje fue el 24 de septiembre, fecha pactada por Neruda para venir a México. ¿Por qué usted no abordó ninguno de los dos vuelos a México?

MM.- No abordé ninguno de los vuelos porque se los rechacé al Embajador Gonzalo Martínez Corbalá, le dije: “quiero quedarme aquí donde están las noticias, no quiero irme huyendo”; a finales de septiembre las noticias sobre la dictadura ya habían fluido en un 90%, al terminar mi trabajo funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas me sacaron de Chile, de lo contrario no sé cómo me hubiera ido, la ONU sacó a varios periodistas extranjeros hasta Buenos Aires.

MC.- ¿Piensa escribir sus memorias a 40 años del golpe de Estado?, ¿o reeditará su libro de 1974?

MM.- Los 50 años posiblemente no los alcance, para los 40 años me voy a poner de acuerdo con la periodista Frida Modak porque quería que actualizáramos el libro: Esto pasó en Chile(1974), pasar por la dictadura a la transición de la democracia, y no es una mala idea, quieren hacer la nueva edición de mi libro aquí, pero lo dejé porque estoy en la “edad del chango”.

MC.- ¿Cuál es la edad del chango?

MM.- Cuando mis nietos me agarran como chango para que les haga monerías (risas).

MC.- ¿Algún día compilará sus entrevistas con Picasso, Neruda, Jean Paul Sartre y Gabriel García Márquez?

MM.- Tengo todos mis archivos muy bien organizados, pegué en hojas mis entrevistas para empastarlas y conservarlas mejor. Me gustaría editar una antología con mis mejores entrevistas.

MC.- Usted fue vecino –en el Pedregal- de Manuel M. Pardiña, de Gabriel García Márquez y de Gonzalo Martínez Corbalá…

MM.- Manuel era un ingeniero agrónomo, líder de la izquierda, un hombre honrado, trabajó con Lázaro Cárdenas y con Cuauhtémoc Cárdenas; Cuauhtémoc fue mi compañero de posgrado en Francia junto con Porfirio Muñoz Ledo, pero luego ese par de cabrones se pelearon por el poder (risas). También Gabriel García Márquez es mi vecino y amigo, Gabo vive en el Pedregal porque es un petit burgués (risas).

MC.- Finalmente, cruzando el Periférico vive don Gonzalo Martínez Corbalá, ¿todavía lo frecuenta?

MM.- Gonzalo se enclaustró en la soledad, no debería hacerlo, depuso las armas antes de que le pidieran la rendición. Alguna vez le dije a la hija de Gonzalo: “quiero conversar con mi viejo amigo”, Gonzalo tiene 85 años, antes salíamos por algunos tragos, pero ahora no podemos tomar ni tequila por los problemas de salud, ahora, cuando salimos llevamos el certificado de defunción bajo el brazo para lo que se ofrezca (risas).

MASACRE EN TRES CALLES

 
William Hernández. (Raul)
Corría el anochecer del 21 al amanecer del 22 de Junio de 1975, una luna llena cubría el cielo del Cantón Tres Calles, de San Agustín, en el Departamento de Usulután, los perros que ladraban esa noche, eran los testigos presenciales de una masacre que se avecinaba en pocos minutos , muchos camiones de la Guardia Nacional, empezaron a descargar a los verdugos que empuñarían su fusil y machetes en contra de la Familia Ostorga, y así fue, empieza el cateo de todas las casas del cantón, la represión contra tres calles había comenzado ese anochecer. Una casa de bahareque y lodo de la Familia Ostorga, era considerada como la casa cuartel de los campesinos que comenzaban a organizarse; por lo tanto; era el blanco perfecto del ataque por parte de la Guardia Nacional, estos tocan la puerta de la casa; un cruce de palabras se origina entre don José Alberto Ostorga el padre de la casa y su hijo Jorge Alberto Ostorga, este último le pide que no abra la puerta porque suponía que lo mejor era que amaneciera porque presentía que a matarlos iban esa noche y suponía que con la luz del día la Guardia no iba a ser capaz de asesinarles.

- Don Alberto el padre, opto por abrir la puerta, Jorge su hijo decidió esconderse en la troja, la guardia termina de abrir a patadas la puerta y las ráfagas de fusiles G-3 invaden la vivienda de los Ostorga la primera ráfaga cruza el cuerpo de José Alfredo Ostorga, muriendo inmediatamente en la Troja, en la misma balacera un Guardia parapetado en el corredor de la casa, en boquilla el fusil contra Héctor David Ostorga, un Joven Estudiante de 15 años de edad, otro Ostorga era blanco también ese amanecer de las balas asesinas de la Guardia Nacional, don José Ostorga saca inmediatamente con un llanto en su rostro el Cadáver de José Alberto que ha quedado en la troja, y los Guardias se lanzan en contra de él y lo agarran a patadas …. don Jorge es capturado minutos más tardes junto a su otro hijo Jorge Alberto Ostorga, en la misma vivienda.

 Cuenta Tita Ostorga que en ese instante su Madre Petrona Rodriguez de Ostorga, entra en la peor crisis nerviosa que le vio, “”veía los cadáveres de sus hijos tendidos en el suelo de la casa; y con un llanto profundo de madre, se tirada encima de los cadáveres de sus dos hijios manchando su cuerpo con la sangre de estos; Exclamo”” por qué hay tanta maldad”” la captura de su Esposo y su otro hijo profundizaba la agonía, no había transcurrido mucho tiempo de ese mismo amanecer , cuando de aproximadamente una cuadra; de una casa vecina, venia Esperanza Ostorga, y en la calle encuentra los cadáveres de tres personas que aun agonizaban, ya que recientemente habían sido asesinadas, ningún disparo se había escuchado.
Esperanza, llega hasta la casa donde estaba asesinados sus hermanos y avisa a su Madre doña Petrona a Tita y al resto de su familia que en la esquina, a pocos metros de la casa habían unos cadáveres, le avisan a la vecina para que les acompañe, y así fue, emprenden camino con candil en mano, y lo que se presentía estaban viendo, don José Alberto Ostorga, Jorge Alberto Ostorga, y el Vecino Santos Morales, habían sido asesinados a machetazos, eran decenas de machetazos que habían cruzado sus cuerpos, la Guardia Nacional había cercenado a la familia Ostorga, cuatro de sus miembros habían sido asesinados entre el 21 y el amanecer del 22 de Junio de 1975 el desmembramiento y persecución de una familia campesina humilde había comenzado. Con el correr de las horas del 22, otro cadáver de un campesino originario del “”Despamarro”” un caserío cercano, era encontrado también, se trataba de Francisco Morales, la Guardia había ensangrentado Tres Calles ese día, la histórica lucha del Cantón Tres Calles había dado inicio. para los campesinos, la organización y lucha, era la única alternativa.

Pocas horas habían pasado y la notica ya se escuchaba por todos los medios de comunicación del país, a los oídos de Monseñor Romero y la Señora María Julia Castillo, de Tutela Legal del Arzobispado, había llegado la noticia de la masacre y habían emprendido viaje a un cantón desconocido hasta ese momento en el mapa salvadoreño, llegaban como a las nueve de la mañana, en ese instante cinco guardias asaltaban nuevamente la casa de los Ostorgas, en momentos en que todavía se encontraban sus cadáveres en los mismos puestos, un mar de vecinos de los diferentes cantones expresaban su repudio a fuera de la casa, los guardias parapetados y otros alrededor de la vivienda generaban terror.

Un hombre de saco y corbata se bajaba de un carro e ingresaba a la casa, se trataba del Juez de Paz de San Agustín que en compañía y bajo la seguridad de la Represiva Guardia Nacional, había llegado a reconocer los cadáveres de los Ostorgas y sus vecinos, Monseñor Romero se acerca a la Troja donde se refugió uno de los fallecidos, le pide a Tita Ostorga, sobreviviente de aquella noche de terror y muerte, que le describa como habían ocurrido los Hechos, esta viene y le cuenta con lujo de detalles la operación militar de los esbirros de la Guardia Nacional, le pregunta monseñor Romero si no habían dejado alguna evidencia en la vivienda, esta, hacia algunos minutos, había escondió en la misma troja donde había sido asesinado su hermano las vainillas de los proyectiles descargados contra su cuerpo, monseñor las agarra y se las guarda en la sotana, inmediatamente exclama “”La pura Guardia Fue Hija”” contame como vinieron le decía, pero luego, Monseñor Romero se mueve a un costado de la casa y abraza a niña Petrona, una mujer destrozada por la masacre de su esposo e hijos, “Las llevo en mis oraciones les dijo “” a esto Tita Ostorga le dijo a Monseñor Romero, “””” yo no creo que haya un Dios al ver tanto muerto, es que era tan difícil ver tanto dolor que tenía mi madre y verla gritar, y gritar como loquita, y yo decía No No No hay Dios””” y le dijo Monseñor Romero “”Has quedado Viva, imagínate si les hubiera pasado algo a ustedes, quien estuviera dando testimonio de todo esto me dijo””, luego del reconocimiento, Monseñor Romero, realiza el Responso, seguidamente catorce sacerdotes, realizan la misa en el centro del Cantón Tres Calles, y dan cristiana sepultura a los Ostorgas y vecinos, leyendo las cartas de Monseñor Romero , encuentro que esa masacre y la Muerte del Padre Rutilio Grande, le cambiaron tanto su forma de pensar y de ver las cocas, ese fue el Inicio tambien de todo lo que le venía en meses y años posteriores al resto de la Familia, Ostorga.

A 38 años de aquella Masacre, vine hasta la Costa, a conocer a Marta Ostorga, “Tita Ostorga” la sobreviviente de aquel amanecer de terror que se vivió en Tres Calles, cuando los Maestros del Crimen celebraron su día…. tan importante fecha,… desangrando a los campesinos que luego los que sobrevivieron se convertirían en verdaderos revolucionarios, construyendo el Frente Sur Oriental Francisco Sánchez, con un nudo en la garganta y viendo recorrer las lágrimas de Tita en sus mejías, decidí escribir esta síntesis de tan interesante testimonio que sacare posteriormente de manera más amplia en un Libro, porque esta masacre no puede quedar en el Olvido.

domingo, 23 de junio de 2013

La vulva es bella: de la vagina dentata a la adoración del yoni

 
 

¿Podría el lector o lectora coger un bolígrafo y garabatear un pene y unos testículos en algún post-it cercano? Y ahora, ¿podría dibujar una vulva, con sus labios mayores y menores y su capucha clitoral? La escritora Mithu M. Sanyal, autora de Vulva, la revelación del sexo invisible, llevó a cabo un experimento similar con un buen número de mujeres, hallando que muy pocas sabían dibujar una vulva reconocible y anatómicamente correcta. Su conclusión: “con la salvedad de las ilustraciones médicas, solo vemos imágenes de la vulva como productos de las industrias del porno y de la higiene”.

La vulva es representada en el imaginario colectivo occidental como una ausencia, un hueco, un agujero, un espacio en blanco: “para la simbolización del sexo de la mujer, el imaginario solo provee una ausencia allí donde en otros casos hay un símbolo muy destacado”, en palabras de Lacan. El clítoris y los labios se tornan invisibles, solo se tiene en cuenta la apertura vaginal considerada como una ausencia. Cuando sí se admite la existencia de la vulva, es tratada por los imbéciles con asco, prevención o rechazo; es ocultada y sumergida por mitos como su supuesta fealdad o mal olor… Grabad estas palabras en piedra: un coño limpio huele de maravilla. Cuando una compañía alemana sacó al mercado un perfume vaginal llamado Vulva, pudieron leerse en la red miles de comentarios infantiles y llenos de aspavientos ridículos… Y ya solo la sugerencia o metáfora de la vulva causa polémica al aparecer en el espacio público, como en este objetivamente nada obsceno cartel del 12º Festival de Cine Erótico de Barcelona.

El laberinto de referencias artísticas, mitológicas y religiosas al coño resulta apasionante y divertido de desentrañar, así que he convencido (no sé cómo) a los responsables de Jot Down para que acojan un artículo vulvar en su seno. Un viaje que empezará con una pregunta a la que durante siglos los filósofos han estado dando vueltas… ¿Qué es un coño?

1. Un coño no es un pene ausente


Lo que yo tenía y era bueno al tacto no tenía nombre. Solo los niños tenían algo afuera, así que yo no podía tener mi clítoris y al mismo tiempo ser una niña”. Paciente de la psicoanalista Harriet Lerner.

“Lo que yo tenía y era bueno al tacto no tenía nombre. Solo los niños tenían algo afuera, así que yo no podía tener mi clítoris y al mismo tiempo ser una niña”. Paciente de la psicoanalista Harriet Lerner.

En las sociedades occidentales el varón ha sido tradicionalmente la medida de todas las cosas, y por tanto los genitales femeninos han sido patéticamente descritos como variantes subdesarrolladas de los genitales “completos”, los masculinos. El mismísimo Galeno escribió: “Al estar mutilada, la mujer es menos perfecta y completa que el hombre en relación con las partes que asisten a la reproducción”. Alberto Magno asocia la femineidad a problemas durante el embarazo que impiden el desarrollo del pene, de lo que deduce que “la mujer no es en su naturaleza un ser humano, sino un nacimiento fallido”.


Aparentemente incapaz de imaginar una mujer sin algún tipo de falo, el anatomista del siglo XVI Andreas Vesalius representó en De humani corporis fabrica los genitales femeninos como un enorme pene invertido del que la vulva sería el glande. No tiene desperdicio la explicación de Prospero Bergarucci, discípulo de Vesalius, para esta extraña configuración anatómica: “A sabiendas de la inconstancia y soberbia de la mujer, y para contrarrestar así su permanente anhelo de dominio, la naturaleza le dejó las partes sexuales en su interior para que, cada vez que esta piense en su presunta carencia, deba volverse más pacífica, más obediente y finalmente más pudorosa que cualquier otra criatura en el mundo”. Si Dios hubiera querido enseñar humildad al varón le hubiera invertido el escroto, podría deducirse siguiendo ese tren de pensamiento.

Cuando se admite que las mujeres carecen de falo, surge la idea de que les gustaría tenerlo. Según Sigmund Freud, las niñas entre tres y cinco años descubren que no tienen pene y que han sufrido una castración (de nuevo la vulva permanece aparentemente invisible) y adquieren “envidia del pene”, especialmente el del padre; un ansia inconsciente que solo puede verse satisfecha dando a luz un niño como sustituto del falo.

Si los labios de la vulva han permanecido ausentes del imaginario colectivo occidental durante siglos, el pobre clítoris ha llegado a ser tratado directamente como una deformidad. Barbara Walker cuenta una anécdota tristemente significativa en The Woman’s Encyclopedia of Myths and Secrets: “Durante un proceso por brujería en 1593, el esbirro a cargo del examen (un hombre casado), descubrió por primera vez un clítoris y lo identificó como una marca del diablo. Era ‘un pequeño trozo de carne, sobresaliente como una tetilla, de media pulgada de largo, escondido en un lugar muy secreto que era indecoroso mirar’. (…) Mostró la cosa a varios espectadores, que no habían visto jamás algo así”.

Aunque casi sería mejor esta ignorancia que un reconocimiento que desemboque en prácticas como la ablación del clítoris y/o de parte de los labios de la vulva, animalada que persigue eliminar “las partes masculinas” de los genitales femeninos (es decir, dejar solo el agujero penetrable y eliminar lo que no se comprende) y limitar el acceso de la mujer al placer sexual para aumentar su docilidad. Y a quien le parezca algo exclusivo de culturas exóticas, que se fije en esta frase algo repulsiva de Freud: “cuando una mujer llega a la edad adulta y entra en la femineidad, el clítoris debería ceder su sensibilidad e importancia, parcial o completamente, a la vagina”. Lo que no sea un túnel, una vaina, un receptáculo para el pene del varón, sencillamente no debe existir o debe ser secundario. Muchos ven en este rechazo hacia la vulva el origen de bastantes labiaplastias, intervenciones de cirugía estética en que mujeres avergonzadas de sus labios vaginales los remodelan o mutilan para reducirlos.

Ya paro, que me indigno. En cualquier caso, lo primero que debe hacerse para revertir el proceso de invisibilización de algo es nombrarlo con precisión. Pero, ¿cómo podemos llamar a la rosa?

2. El nombre de la rosa




“Los maridos debieran seguir un curso
por correspondencia
si no se atreven a hacerlo personalmente
sobre los órganos genitales de la mujer
hay una gran ignorancia al respecto
quién podría decirme por ejemplo
qué diferencia hay entre vulva y vagina
sin embargo se consideran con derecho
a casarse
como si fueran expertos en la materia”
Nicanor Parra, Sermones y prédicas del Cristo de Elqui


En textos médicos antiguos se usa la palabra vulva para referirse indistintamente a los labios, la vagina, el útero o todo junto: lo triste es que duren imprecisiones similares siglos más tarde. Resulta sorprendente la extendida confusión entre vagina (el tubo interno de membrana mucosa) y vulva (los genitales externos). En la famosa obra teatral Monólogos de la vagina se usan indistintamente ambos términos, lo que llevó a la psicoanalista Harriet Lerner a lamentarse: “¿Existe una repentina amnesia feminista en relación con la diferencia entre la vulva y la vagina? (…) Dudo que los hombres toleraran una supuesta celebración de su sexualidad en que se confundiesen los testículos con el pene”.

En 1980 Lerner fundó el Club Vulva con el objetivo de prevenir las consecuencias de este tipo de confusiones. Lerner pone el ejemplo de un texto de educación sexual de los setenta en que, si bien los genitales masculinos se describen detalladamente, se omite cualquier referencia a los labios o al clítoris, mencionándose solamente “apertura vaginal, vello púbico, ovarios y útero”. Los genitales quedan reducidos a las partes involucradas en la reproducción y el agujero en que el hombre envaina su espada.

La palabra vulva (“envoltura”), del latín volvere, no está teniendo demasiado éxito a pesar de ser mi favorita particular, junto a la más imprecisa “coño”. Muchos consideran “vulva” un término médico o técnico, cuando no lo es más que pene o testículo; otros se limitan a hacer chistes diciendo que vulva suena a marca de coches sueca. Sin embargo vulva es una palabra preciosa: su V repetida remite al triángulo genital, al vello púbico y a V de Vendetta. Bueno, esto último quizás no. Pero en cualquier caso es mejor que las alternativas…

Y es que muchos nombres para el genital femenino van asociados a la vergüenza o la ocultación, ya desde el sinus pudoris (cueva de la vergüenza) o el inhonesta usados por Isidoro de Sevilla. En alemán los labios mayores y menores son Schamlippen, literalmente “labios de la vergüenza”, y el triángulo público es el Schamdreieck, “triángulo de la vergüenza”. Eso cuando se utiliza un nombre cualquiera y no se ocultan los genitales femeninos como “las partes” o el “allí abajo” que recuerda Gloria Steinem: “‘Allí abajo’, esas eran las palabras —pronunciadas raras veces y en voz baja— con que las mujeres de mi familia llamaban a los órganos sexuales femeninos, tanto internos como externos”.

Ante estas alternativas, en este artículo reivindicaré tres palabras: “vulva”, “coño” y “yoni”, nombre sánscrito que, como veremos más adelante, tiene implicaciones tántricas y religiosas.

En la Yoniversity puede encontrarse un recopilatorio de nombres de la rosa en varios idiomas. Es un mito que los esquimales utilicen cien palabras para designar a la nieve (son más bien diez o doce), pero sí existen 27 nombres árabes llenos de matices para los genitales femeninos. En el manual erótico del siglo XVI The Perfumed Garden se recogen desde el genérico el feurdj (“abertura, valle”) hasta los muy específicos el deukakk (“aplastador”) para referirse al yoni capaz de apretar y comprimir el pene durante el coito, el harr (“cálido”) para el que emite un intenso calor propio, o el hacene (“hermosa”) para la vulva de una simetría y belleza tales que hace imposible dejar de mirarla fijamente.

Lo que nos lleva a una pregunta desasosegante: si mirar fijamente el Sol puede dejarte ciego… ¿puede resultar peligroso mirar directamente un coño?

 3. En las fauces de la vagina dentata

“¿Tan misterioso es esto? ¡Es mi vagina, no la esfinge!” Miranda, en Sexo en Nueva York
 

Freud hablaba del miedo a la castración que experimentan los niños al darse cuenta por primera vez que las niñas no tienen pene: confieso que no he visto una mejor demostración de ese pánico primordial que en esta escena de Dragon Ball en que Son Goku descubre la vulva de Bulma. En cualquier caso, no hace falta mucho psicoanálisis para deducir que muchos hombres sienten miedo por lo intrínsecamente femenino. En lo simbólico los atributos masculinos se asocian traidicionalmente a obeliscos apolíneos y a la razón, mientras que los femeninos han sido vistos como propios de la oscuridad irracional, el miedo o el asco. En palabras de la investigadora feminista Toril Moi: “El falo es entendido a menudo como una forma completa, homogénea y sencilla, en contraste con el caos aterrador del genital femenino”.

La materialización más evidente del miedo a la castración es la imagen de la vagina como grieta peligrosa y sangrienta armada de dientes afilados: la vagina dentata. Este símbolo aparece en cuentos y leyendas de todo el mundo como una clara advertencia: el sexo de la mujer es peligroso y puede castrar al varón o inutilizarlo. Un mito antiquísimo vigente hoy en día en películas como la reciente Teeth, con un giro irónico-terrorífico que convierte la dentata en arma de autodefensa.

A veces no es necesario ni siquiera penetrar esa vagina letal, basta con mirarla. En una leyenda árabe recordada por Catherine Blackledge en Story of V, el sultán de Damasco pierde la vista al observar una vagina dentata que le arranca los ojos (!) de un mordisco. Al personaje popular de Peeping Tom se le caen literalmente los ojos al suelo tras espiar a la desnuda Lady Godiva. Todos los espectadores que vieron la desnudez de la santa Epistene durante su martirio perdieron la vista…

En varios cuentos africanos el final feliz llega cuando el héroe usa palos o lanzas (instrumentos fálicos, en definitiva) para arrancar los dientes de la vulva mordedora, en una metáfora evidente de la ruptura de la voluntad de la mujer y su transformación en criatura inofensiva y apta para el matrimonio. De forma menos literal pero con el mismo trasfondo, en La fierecilla domada de Shakespeare Petruchio le arranca a Catalina los dientes de su intelecto y su sarcasmo, domesticándola hasta convertirla en una cuasilobotomizada criatura que acaba recomendando a las mujeres que “pongan sus manos, como señal de obediencia, a los pies de sus maridos”.

Otras visiones de la dentata sitúan su origen en el hecho de que tras eyacular el hombre queda exhausto, exprimido, “devorado” por la mujer vista como una vampira de energía vital. Dice Camille Paglia en Sexual Personae (polémico libro que merecería un artículo para él solo): “la vagina dentada no es una alucinación sexista: cada pene es disminuido por cada vagina, del mismo modo en que la humanidad, varón y hembra, es devorada por la Madre Naturaleza”. Paglia ejemplifica esta identificación natural con un fragmento de A contrapelo, de Huysmans, en que “un hombre es atraído magnéticamente hacia los muslos abiertos de la madre naturaleza, hacia las ensangrentadas profundidades de una flor carnívora de hojas afiladas como sables”.

Es curioso este pánico primordial masculino hacia los dientes simbólicos de la vagina… y que sin embargo esté tan extendido (afortunadamente) el gusto por la felación realizada por una boca repleta de dientes auténticos. Pero la simbología de la fellatio (que la hay, y mucha) queda para otro artículo futuro, si no me devora antes alguna dentata o me echan de Jot Down por pervertido.

4. La adoración del yoniFreud hablaba del miedo a la castración que experimentan los niños al darse cuenta por primera vez que las niñas no tienen pene: confieso que no he visto una mejor demostración de ese pánico primordial que en esta escena de Dragon Ball en que Son Goku descubre la vulva de Bulma. En cualquier caso, no hace falta mucho psicoanálisis para deducir que muchos hombres sienten miedo por lo intrínsecamente femenino. En lo simbólico los atributos masculinos se asocian traidicionalmente a obeliscos apolíneos y a la razón, mientras que los femeninos han sido vistos como propios de la oscuridad irracional, el miedo o el asco. En palabras de la investigadora feminista Toril Moi: “El falo es entendido a menudo como una forma completa, homogénea y sencilla, en contraste con el caos aterrador del genital femenino”.

La materialización más evidente del miedo a la castración es la imagen de la vagina como grieta peligrosa y sangrienta armada de dientes afilados: la vagina dentata. Este símbolo aparece en cuentos y leyendas de todo el mundo como una clara advertencia: el sexo de la mujer es peligroso y puede castrar al varón o inutilizarlo. Un mito antiquísimo vigente hoy en día en películas como la reciente Teeth, con un giro irónico-terrorífico que convierte la dentata en arma de autodefensa.

A veces no es necesario ni siquiera penetrar esa vagina letal, basta con mirarla. En una leyenda árabe recordada por Catherine Blackledge en Story of V, el sultán de Damasco pierde la vista al observar una vagina dentata que le arranca los ojos (!) de un mordisco. Al personaje popular de Peeping Tom se le caen literalmente los ojos al suelo tras espiar a la desnuda Lady Godiva. Todos los espectadores que vieron la desnudez de la santa Epistene durante su martirio perdieron la vista…

En varios cuentos africanos el final feliz llega cuando el héroe usa palos o lanzas (instrumentos fálicos, en definitiva) para arrancar los dientes de la vulva mordedora, en una metáfora evidente de la ruptura de la voluntad de la mujer y su transformación en criatura inofensiva y apta para el matrimonio. De forma menos literal pero con el mismo trasfondo, en La fierecilla domada de Shakespeare Petruchio le arranca a Catalina los dientes de su intelecto y su sarcasmo, domesticándola hasta convertirla en una cuasilobotomizada criatura que acaba recomendando a las mujeres que “pongan sus manos, como señal de obediencia, a los pies de sus maridos”.

Otras visiones de la dentata sitúan su origen en el hecho de que tras eyacular el hombre queda exhausto, exprimido, “devorado” por la mujer vista como una vampira de energía vital. Dice Camille Paglia en Sexual Personae (polémico libro que merecería un artículo para él solo): “la vagina dentada no es una alucinación sexista: cada pene es disminuido por cada vagina, del mismo modo en que la humanidad, varón y hembra, es devorada por la Madre Naturaleza”. Paglia ejemplifica esta identificación natural con un fragmento de A contrapelo, de Huysmans, en que “un hombre es atraído magnéticamente hacia los muslos abiertos de la madre naturaleza, hacia las ensangrentadas profundidades de una flor carnívora de hojas afiladas como sables”.

Es curioso este pánico primordial masculino hacia los dientes simbólicos de la vagina… y que sin embargo esté tan extendido (afortunadamente) el gusto por la felación realizada por una boca repleta de dientes auténticos. Pero la simbología de la fellatio (que la hay, y mucha) queda para otro artículo futuro, si no me devora antes alguna dentata o me echan de Jot Down por pervertido.

 4. La adoración del yoni
 

 “Eduquemos a una generación sin chistes de babosas y pescados, con respeto por los ciclos mensuales femeninos en lugar de asco, vergüenza y dogmas religiosos. Regalémonos más imaginería genital femenina en mitos, arte, joyería, libros…” Kirsten Aderberg

“Su parte inferior es el altar sacrificial,
su vello la hierba sagrada,
su piel el origen del soma.
Los labios de su yoni son el fuego central.
Muchos mortales atraviesan el mundo sin virtudes,
especialmente los que practican la unión sexual sin saber esto.“
Brihad Aranyika Upanishad, VI


En contraste con el pánico de la dentata, los genitales femeninos han sido vistos también como lugares sagrados y curativos. Existen mitos y leyendas en varias tradiciones en los que la exhibición de la vulva en un momento crítico ha ahuyentado a los demonios, resucitado a los muertos o incluso salvado al mundo. En el artículo Strip/Tease del especial aniversario de Jot Down hablé del mito de Baubo, la diosa que salvó a Deméter de la desesperación contándole chistes obscenos, riendo y mostrándole su vulva sanadora. Inanna, la diosa sumeria del amor y la guerra, estaba muy orgullosa de sus genitales. En los Himnos a Inanna podemos leer: “la diosa lanzó gritos de júbilo por su vulva, tan hermosa de contemplar, y se felicitó a sí misma por su belleza”. Inanna también aportó su granito de arena al debate sobre el nombre de la rosa al declamar: “Mi vulva, el cuerno, la Barca Celestial llena de deseo como la joven luna”.

El poder apotropaico (es decir, protector) del coño se manifiesta en las Sheela-na-gigs, esculturas de mujeres con una sonrisa maníaca en la cara y las manos abriendo de par en par los labios de la vulva. Se encuentran en iglesias románicas y castillos, especialmente en Irlanda, y su situación estratégica frente a puertas y ventanas sugiere que protegen contra el mal y la muerte.

El culto religioso a la vulva (o, hablando con propiedad, al yoni) se encuentra extendido en muchas sectas hindús, en general en relación con el masculino lingam. El yoni de la Gran Diosa Kali manifiesta el poder generador de la naturaleza. En palabras de Ajit Mookerjee, director del Museo de Arte de Nueva Delhi, en Kali, the feminine force: “El yoni es alabado como un lugar sagrado, un punto de transferencia de fuerzas sutiles, la puerta de entrada a los misterios cósmicos. En las esculturas, la diosa es representada yaciendo sobre su espalda, las piernas abiertas para el culto, o con los pies muy separados mientras su adorador bebe bajo el arco de sus piernas el yoni-tattva, la esencia sagrada. (…) En el yoni-puja o ritual de la vulva, la vulva de una mujer viviente o su representación en piedra, madera, pintura o metal son adorados como símbolo de la diosa”.

Merece la pena detenerse en este ritual del yoni-puja y comprender que es un rito religioso, desprovisto de contenido directamente sexual, a pesar de que una de las formas de celebrarlo es bebiendo cinco líquidos derramados en la vulva de una sacerdotisa. Sobre el yoni de la mujer se vierten consecutivamente agua, yogur, miel, leche y aceite, que son recogidos con un cuenco situado entre sus muslos. El contacto íntimo con la vulva purifica estas sustancias, que representan los cinco elementos de la cosmología hindú, antes de ser consumidas por los asistentes al ritual.

El Ambubachi Mela es un festival realizado en Assam en honor de la menstruación anual de la diosa tántrica Kamakhya, un aspecto de Kali. Durante las celebraciones se depositan ofrendas a la diosa frente a una abertura vulvar abierta en la roca de la que mana un riachuelo subterráneo. Los peregrinos tocan esta agua sagrada de yoni y beben de ella… En esta misma familia de rituales se engloba el segundo nacimiento, un ritual similar al bautismo en que los creyentes pasan a través de un gigantesco yoni de madera o piedra, tras lo que se consideran renacidos a un nuevo mundo espiritual.

Parece que al fin estamos en el buen camino: la vulva como señal sagrada, pliegue cálido y acogedor del cosmos, puerta entre estados de conciencia… Ya podemos declamar que la vulva es bella.


“Eduquemos a una generación sin chistes de babosas y pescados, con respeto por los ciclos mensuales femeninos en lugar de asco, vergüenza y dogmas religiosos. Regalémonos más imaginería genital femenina en mitos, arte, joyería, libros…” Kirsten Aderberg

Todo el arte de la humanidad empezó con el dibujo de un coño. Durante unas excavaciones recientes en la cueva francesa de Abri Castanet se encontraron diseños vulvares grabados en la pared de roca hace 37.000 años: el arte rupestre más antiguo del mundo. Estos grabados, junto a otros similares hallados en las cuevas de Fontainebleau o la aparición de estatuillas de Venus como la de Willendorf o la de Hohle Fels, con la vulva muy acentuada, han sido interpretados como elementos de rituales de fertilidad y adoración de Diosas Madre primitivas.

Para encontrar hoy en día vulvas grabadas en las paredes no tenemos que irnos muy lejos: el escultor británico Jamie McCartney ha sacado recientemente 400 moldes de yeso de otras tantas vulvas, pertenecientes a mujeres de entre 18 a 76 años, y las ha expuesto en diez enormes paneles que forman un muro de nueve metros de largo, bautizado con cierta rechifla como Great Wall of Vagina (en realidad son vulvas y no vaginas, pero la precisión le fastidiaba el chiste). Esta exposición itinerante se presenta como un muestrario de vulvas, una celebración de su enorme variedad y de su belleza intrínseca. Un proyecto a priori cautivador pero no carente de críticas: la frialdad blanca del yeso no parece combinar con la carnosa suavidad rosada de las vulvas originales.



Entre los grabados paleolíticos y las esculturas de McCartney tenemos unos cuantos siglos de expresiones artísticas de los genitales femeninos que me gustaría al menos mencionar. Rastrear falos resulta sencillo en el arte occidental, pero no ocurre lo mismo con las representaciones explícitas de vulvas más allá de algún fresco pompeyano o algún estudio anatómico-forense de Leonardo Da Vinci. Un motivo recurrente a partir de la época clásica es la venere pudica (de pudere, “avergonzarse”): la diosa tapándose pechos y vulva con las manos, avergonzada de su desnudez, como en la Afrodita de Praxíteles o El nacimiento de Venus de Botticelli.

Dado que el genital femenino se oculta y escamotea, se redescubren constantemente otros símbolos: copas, triángulos, rosas u otras plantas como las flores genitales de Araki o Georgia O’Keefe, espirales, entradas de cuevas, laberintos (imagino a Borges sobresaltándose), valles… y corazones. Dice Gloria Steinem: “La forma que llamamos ‘corazón’ —que en su simetría se parece mucho más a la vulva que al órgano asimétrico cuyo nombre lleva— es probablemente un símbolo remanente del genital femenino. Siglos de dominación masculina lo han despojado de su poder y reducido al romanticismo”. La Goulue, bailarina de cancan que aparece en varios cuadros de Toulouse-Lautrec, llevaba un corazón rojo bordado en su ropa interior, y lo descubría obscena y juguetonamente al levantar las piernas durante el baile. Esta identificación entre corazón y vulva está presente en todo tipo de iconografía moderna.

Para pasar de los símbolos a la representación explícita del coño en la pintura occidental tenemos que desplazarnos a 1866, año en que Gustave Courbet pintó por encargo El Origen del Mundo. Esta vulva en primer plano y encuadre forzado a la que no se puede asociar un rostro (lo que crea a la vez intriga y sensación de universalidad) lleva más de un siglo dejando un rastro de censuras, escándalos y polémicas, la última tan reciente como octubre de 2011, en Facebook.

Tanto pudor europeo contrasta con el despreocupado arte tradicional japonés, en particular con los shunga o “dibujos de primavera”, grabados abiertamente pornográficos producidos en su mayoría entre los siglos XVII y XIX. Muchos artistas dibujaron shunga sin que fuera visto como una deshonra o una vergüenza, entre ellos el mismísimo Hokusai con imágenes tan potentes como esta. Tanto el pene como la vulva eran representados de forma explícita, exagerada y anatómicamente clara.


En occidente hubo que esperar a los siglos XIX y XX y a Klimt, Picasso o Schiele (o a fotógrafos como Helmut Newton o Robert Mapplethorpe) para encontrar representaciones más o menos explícitas de genitales femeninos. Por supuesto, podemos encontrar ejemplos de representaciones vulvares en el arte moderno: del amor lésbico de Suzanne Bellivet a la claridad de Álvaro Pemper o el hiperrealismo de John Currin. Taschen editó el libro de fotografía definitivo para fanáticos del coño como yo: The big book of pussy, con más de 400 imágenes de vulvas de todas las formas, colores y tamaños. Una de las fotógrafas incluidas en el recopilatorio, Frannie Adams, es autora de obras tan vulvófilas como Pussy Portraits, una serie de fotos de coños retratados junto a las caras de sus dueñas.

En el terreno de la performance y las artes plásticas alternativas una generación de artistas rompió el tabú de la vulva sobre el escenario. Una de estas pioneras fue Shigeo Kubota, que pintó cuadros en 1965 usando sangre menstrual y su vagina como soporte para el pincel. Diez años más tarde, Carolee Schneemann en Interior Scroll se desnudó sobre el escenario y extrajo de su vagina un larguísimo rollo de papel del que leería uno de sus incendiarios poemas… Una estrategia de poesía genital que seguirían años más tarde, fisting mediante, artistas como Diana Torres, pornoterrorista. Por su parte, Judy Chicago revolucionaría en los setenta el arte abstracto con sus formas vulvares y su instalación The Dinner Party, homenaje a 39 mujeres importantes de la historia.

Llega un punto en que arte plástico, feminismo, performance y divulgación vulvar se unen de la mano: Annie Sprinkle y su ginecología casera de espéculo y autodescubrimiento, Marina Abramovic y su descacharrante repaso a la sexualidad balcánica, el documental Viva la vulva en que Betty Dodson discute con un grupo de mujeres la apariencia de sus vulvas y cómo estimularlas… Y estaría tentado de añadir a Maude Lebowski y su pintura vaginal aérea si no fuera un personaje de ficción.

Termino el recorrido con un par de recomendaciones para quien quiera leer más: el imprescindible ensayo Vulva, la revelación del sexo invisible de Mithu. M. Sanyal, y el libro Vulva Empowerment: vulvas in History, Art, Mithology and Society, de Kirsten Anderberg. También es interesante y poético este artículo de Rodrigo Martínez Andrade La vulva como metáfora, afortunado título que me sugiere la palabra vulváfora. Y, en otro estilo, tengo que recomendar Coños, de Juan Manuel de Prada, como mirada masculina y coñona (nunca mejor dicho) al mundo de la vulva. Un libro salvaje y divertidísimo que nunca entenderé cómo ha podido surgir de la misma persona que ahora sostiene que la pornografía va matando el alma.

Y ya que sale el tema de la mirada masculina: soy un hombre que acaba de escribir sobre coños, pero no pretendo ser uno de esos irritantes perdonavidas que, en palabras de Gloria Steinem, “pretenden saber más del cuerpo de las mujeres que las mujeres mismas”. Lanzo pues al aire dos peticiones a las mujeres lectoras de este artículo: complementad la información parcial que aquí aparece y, sobre todo, animaos a escribir, en justa reciprocidad, un artículo sobre penes, varitas mágicas, bastos, pollas, obeliscos, herramientas, falos…

Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...