Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

sábado, 31 de agosto de 2013

UN PARAISO BAJO LAS ESTRELLAS (PELICULA)





El Lagarto Verde

Hay muchas personas que consideran que esta película cubana es una divertida comedia de enredos. Yo pienso que es una posibilidad enorme para ver en escena a jóvenes actores que han marcado un desarrollo creciente y que Gerardo Chijona, el director,  ha sabido  sacarle provecho con un guión que aporta lo justo para entretener.

La sinopsis de la película cubana Un paraíso bajo las estrellas, nombre que es familiar a cualquier cubano por ser el lema del Cabaret Tropicana cuenta la historia de una chica que quiere seguir el mismo camino de su madre, la bella Sissy: quiere ser bailarina en Tropicana. Pero su padre, un camionero llamado Cándido, le prohíbe que lo haga, a causa de su rencor contra Armando -su antiguo rival y coreógrafo en el club nocturno-. Cuando Cándido y su amigo Promedio atropellan por accidente a Sergito, Promedio ve en su trasero un lunar con forma de estrella, idéntico al que tiene Cándido. Para delicia de Sissy, y para consternación de Promedio temiendo un incesto, Cándido lleva al chico a casa, inconsciente de que Sergito es su hijo y por tanto, hermano de Sissy. Las preocupaciones de Promedio se confirman cuando los dos jóvenes se enamoran con locura…

Para los que regularmente hemos seguido el cine cubano vemos a una Thais Valdés con una vis cómica extraordinaria, de desdobla con una natural quehacer que la reafirman como una de las grandes promesas del cine cubano actual.

El elenco lo completan Vladimir Cruz ,  Amparo Muñoz,  Daisy Granados, Enrique Molina,  Santiago Alfonso,  Luis Alberto García y  Javier Gurruchaga. Un staff mixto de cubanos y españoles por tratarse de una coprocción. La música es de ese grande llamado José María Vitier y el guión es de Chijona, Agüero y Senel Paz.

Es una propuesta para trasladarnos a ese mundo del cabaret Tropicana y disfrutar de todo su esplendor. Los invito a pasar muy bien esta tarde noche.



Colombia arde y Santos “dando papaya” en Macondo


José Antonio Gutiérrez D.

“En Macondo no ha pasado nada, ni está pasando ni pasará nunca. Este es un pueblo feliz ”. Tal es la respuesta que, en la obra maestra de Gabriel García Márquez, Cien Años de Soledad, los militares dan a los familiares de las tres mil víctimas de la masacre de Macondo. Este empecinamiento macondiano en negar lo evidente resuena en la actitud del presidente Santos cuando, recientemente, decía que no había paro agrario en Colombia. ¿Por qué entonces los miles de soldados y policías desplegados a lo largo del territorio nacional? ¿Por puro deporte? Su actitud me recordaba a un personaje siniestro que hace algunos años andaba por la vida diciendo que en Colombia no había conflicto armado y sin embargo, militarizó al país, aumentó a niveles inauditos el gasto militar y triplicó el pie de fuerza del ejército. Santos reconoce el conflicto armado, pero ignora el conflicto social, un conflicto mucho más extendido, subterráneo, quizás menos visible, pero el cual es la vertiente que nutre y riega el conflicto armado.

No hay tal paro dijo Santos… es un invento de cientos de miles de personas. Pero entonces ¿por qué después se fue para Tunja a intentar desactivar un paro que no existe? Ante el ridículo de estas declaraciones (evidenciado por los ríos humanos que se volcaron a demostrarle, con cacerolazos, que sí existen y que se merecen respeto) echó pie atrás diciendo, torpemente, que su frasecita había sido un “papayazo”. Eso no más, un papayazo [1].

Santos vive en el país de Macondo, con una zanahoria chiquita en una mano y un enorme garrote en la otra. Con la zanahoria pequeña trata de cooptar a sectores del movimiento de protesta o de acallarlos momentáneamente con promesas espurias que no cumplirá. Con el garrote, machaca y asesina a manifestantes en el resto del país. Acá no pasa nada, dice. Pero pasa, aunque le duela.

El botón de muestra de la profundidad del malestar en Colombia es la situación de Boyacá, región tradicionalmente conservadora, descrita en un artículo de la revista Semana como “uno de los departamentos más pacíficos y tranquilos del país” [2], cuyos campesinos, como irónicamente nos recuerda Alfredo Molano, “no salían a pelear desde la batalla del Pantano de Vargas” [3]. Ahí el ESMAD se ha comportado como un verdadero ejército de ocupación, como lo denuncia el informe preliminar de la Comisión de Verificación de Derechos Humanos que estuvo en ese departamento verificando los desmanes de la fuerza -mal llamada- pública [4]. En este informe se denuncian agresiones físicas y tortura a campesinos y menores de edad, abusos sexuales, uso de gases indiscriminado, ataques con armas de fuego, explosivos y armas blancas, detenciones masivas y arbitrarias, señalamientos y persecución a los líderes del paro, utilización de helicópteros, uso de ambulancias para transportar miembros del ESMAD, así como la destrucción de la propiedad de los campesinos, invasión a sus hogares y robo de su dinero y alimentos [5]. Parece como si, literalmente, estuviéramos ante hordas de hunos en épocas de la decadencia del Imperio Romano. Esta clase de comportamiento violento y violatorio, se da a vista y paciencia de todo el mundo, mientras Santos (con la ayuda de sus amigos en Europa y EEUU) grita a los cuatro vientos los “progresos” en Colombia en materia de derechos humanos. Y después se sorprenden que en Colombia haya guerrilla…

El relato del campesino José Henry Pineda, de Tibasosa, Boyacá, cuya tortura a manos del ESMAD fue filmada y circulada ampliamente por Internet, es un ejemplo claro de lo que se denuncia en el mencionado informe preliminar. “Hasta me arrodillé para que no me pegaran más. Ellos son muy salvajes. No se dan cuenta que uno es humano", asevera. Además, denuncia que los policías le robaron diez millones de pesos: "Me dijeron que si los denunciaba me iban a matar. Estoy asustado por eso" [6]. Pero la utilización de métodos terroristas por parte del Estado no está impidiendo que el pueblo salga a protestar, como decía Molano, porque los campesinos están “cansados de las protestas pacíficas, de los pliegos de petición, de las respetuosas solicitudes burladas”.

Que el campesinado esté tan berraco no es casual: están arruinados gracias a los Tratados de Libre Comercio, en los cuales los gobiernos de Uribe y Santos gastaron miles de millones pagando lobbyistas, negociadores, opinólogos, financiando costosos viajes para lamer suelas en Europa y Estados Unidos, y en propaganda con la que saturaron todos los medios ofreciendo “prosperidad para todos”. ¿Quiénes se han beneficiado con estos acuerdos? Los negociadores que vendieron al país y sacaron su tajada, pero sobretodo, los capitalistas europeos y norteamericanos. No es exagerado que el arzobispo de Tunja, Mons. Luis Augusto Castro, llamara a estos acuerdos una “traición a la patria”, si por patria entendemos a la gente [7]. En un año de implementación del TLC con EEUU la importación de alimentos de ese país a Colombia han aumentado en un 81%; hilando más fino, las importaciones de arroz crecieron en un increíble 2000% (de U$1,5 a U$41millones); los aceites vegetales y derivados en un 200%; las papas congeladas en un 200%; la carne de cerdo en un 95%; productos lácteos en un 90% [8]. Nada de esto es una sorpresa: se los advertimos en años de campaña contra el libre comercio. ¿Podemos sorprendernos, entonces, de la extensión de la indignación campesina, particularmente de lecheros, arroceros, paperos? ¿Podemos sorprendernos que los campesinos del altiplano cundiboyacense, aún los de la apacible Boyacá, se hayan sublevado con una fuerza inusitada cuando los productos de su clima son los que más fuertemente han tenido que competir con las importaciones de EEUU?

El trato militar de la protesta ha sido la regla en todo el país. En el Cauca se han dado situaciones gravísimas que ya hemos denunciado [9]. En La Venta (Cajibío), una concentración de 2000 personas fue salvajemente reprimida por el ESMAD, policía y ejército, con la utilización de minas antipersonales, explosivos, proyectiles recalzados, armas de fuego, etc. El resultado: 15 campesinos heridos, 5 de ellos de gravedad. Uno de ellos, Uberney Mestizo, resultó con una mano amputada [10]. En Fusagasugá el ESMAD asesina a un muchachito de Pasca, Juan Camilo Acosta, de un disparo de gas lacrimógeno arrojado directamente al cuerpo. Se utiliza contra una movilización social pacífica métodos de contrainsurgencia: se ofrecen recompensas por información sobre los organizadores y los líderes de la protesta. Se da un golpe a un “objetivo de alto valor” (en el lenguaje contrainsurgente del Estado) como es el dirigente campesino Húber Ballesteros, dirigente de la federación campesina Fensuagro, de la CUT, de la Marcha Patriótica, sobreviviente de la UP y miembro de la Mesa de Interlocución Agraria y Popular (MIA) que coordina las más importantes expresiones organizativas de la protesta a nivel nacional. Es patético ver al vice-fiscal Perdomo afirmando que esta burda persecución a uno de los máximos dirigentes del paro agrario y popular no tiene nada que ver con sus actividades gremiales, que esta detención arbitraria tendría que ver con un proceso de supuesto financiamiento al “terrorismo” según informes sacados como de un sombrero de mago, de los computadores capturados a los comandantes guerrilleros Iván Ríos, Jorge Briceño y Alfonso Cano [11]. Claro, quién podría ser tan mal pensado para suponer que esto es un montaje judicial, si esos computadores fueron capturados, respectivamente, en el 2008, 2010 y 2011… y años después, curiosamente en medio de un paro nacional, se le monta el proceso. ¡Qué paradoja que el único terrorismo que el compañero Ballesteros financia, porque está obligado a hacerlo a través de sus impuestos como la mayoría de los colombianos, es el terrorismo de Estado!

¿Y Santos? Dando papaya y garrotazos en Macondo. Fungiendo de gobernante de un pueblo al que desprecia y de un país al que desconoce. Mintiendo y usando la fuerza militar contra la protesta social, dando plomo cuando hay que garantizar el pan. Hubo una época en la cual el pueblo en sus protestas ponía muertos en cifras redondas, de a 10, 100, 1000, etc. y luego se negociaba y todo quedaba en nada. Esa época ya ha pasado: ahora los campesinos tienen nombres, los campesinos no olvidan, los campesinos tienen cámaras para grabar la violencia oficial, los campesinos tienen sed de justicia, su sangre es indeleble. “Papaya Santos” está acumulando puntos y el pueblo, tarde o temprano, le pasará la cuenta. Porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tendrán una segunda oportunidad sobre la tierra.


NOTAS:

[1] http://www.noticiasrcn.com/nacional...
[2] http://www.semana.com/nacion/articu...
[3] http://www.elespectador.com/opinion...
[4] Comisión integrada por las siguientes organizaciones humanitarias: Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, Observatorio de Derechos Humanos y Violencia Política de Boyacá y Casanare, Centro de Atención Psicosocial, Corporación Claretiana Norman Pérez Bello, Comité Permanente por la Defensa de Derechos Humanos, Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado, Corporación Social para la Asesoría y Capacitación Comunitaria, Colectivo de Abogados José Albear Restrepo, Comisión de Derechos Humanos del Congreso de los Pueblos, Equipo Nizkor, Periodistas independientes, con el acompañamiento de Brigadas Internacionales de Paz.
[5] http://justiciaypazcolombia.com/MIS...
[6] http://www.noticiasrcn.com/nacional...
[7] http://www.youtube.com/watch?v=DjUx...
[8] http://www.portafolio.co/economia/v...
[9] http://anarkismo.net/article/26054
[10] http://www.reddhfic.org/index.php?o...
[11] http://www.elespectador.com/noticia...

José Antonio Gutiérrez D. es militante libertario residente en Irlanda, donde participa en los movimientos de solidaridad con América Latina y Colombia, colaborador de la revista CEPA (Colombia) y El Ciudadano (Chile), así como del sitio web internacional www.anarkismo.net. Autor de "Problemas e Possibilidades do Anarquismo" (en portugués, Faisca ed., 2011) y coordinador del libro "Orígenes Libertarios del Primero de Mayo en América Latina" (Quimantú ed. 2010).

Resiliencia: Un concepto discutible



 Marcelo Colussi

“El camino del infierno está plagado de buenas intenciones”. ¿Por qué empezar diciendo esto? Pues porque muchas veces, más allá de la “buena voluntad” en juego, los efectos conseguidos con una determinada acción pueden ser cuestionables. O incluso desastrosos. En el campo de la práctica científica ello no es raro en absoluto. El concepto de “resiliencia” nos lo permite ver de forma palmaria.

“Resiliencia” es un término controversial, que tanto puede asociarse con “intervenciones pobres para los pobres” (lo cual recuerda aquello de “atención primaria o ¿primitiva? de la salud”, que cuestionaba el epidemiólogo argentino Mario Testa), hasta la promoción de un conformismo con resonancias conservadoras, de la mano de la ideología adaptacionista que prima en las ciencias sociales de cuño estadounidense, dominadoras del ámbito académico en buena parte del mundo. Por lo pronto, es la versión española de la voz inglesa “resilience”, o “resiliency”, término que proviene del campo de la metalurgia y que hace alusión a la capacidad que tienen los metales de deformarse sin quebrarse, retornando luego a su estado original.

En el ámbito de la psicología, aparece utilizado por primera vez en un artículo de Barbara Scoville en el año 1942. Más tarde, en la década de los 70, el término va adquiriendo mayor prevalencia, aunque la mayoría de los primeros investigadores que hacían referencia a este concepto tomado de la metalurgia, en principio no utilizaron la expresión “resiliencia”, sino que se referían a esta cualidad describiendo a quienes la portaban como “invulnerables” o “invencibles” (Lösel, Bliesener y Koferl, 1989). Para la década de los 90 el término ya es ampliamente utilizado, y así llega a los países latinoamericanos.

¿Qué es, en definitiva, esto de la resiliencia? “La capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”, según la 23ª edición del Diccionario de la Real Academia Española. La “capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas”, de acuerdo a la definición de Grotberg (1995). O también el “proceso dinámico, constructivo, de origen interactivo, sociocultural que conduce a la optimización de los recursos humanos y permite sobreponerse a las situaciones adversas”, según María Angélica Kotliarenko e Irma Cáceres (2011). O si se prefiere: “la capacidad que tiene un individuo, una familia, un grupo y hasta una comunidad de soportar crisis y adversidades y recobrarse”, de acuerdo a lo que definen Melillo y Suárez Ojeda (2002). Es decir, tomando lo afirmado por Kotliarenko, la resiliencia consiste en “un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos que posibilitan una vida sana en un medio insano”.

Según todas estas aseveraciones, el concepto hace alusión a una capacidad positiva que tendríamos los seres humanos, o algunos seres humanos al menos. Capacidad, por tanto, que debería ser saludada positivamente y, en la medida de lo posible, expandida. De la mano de esta visión, un pensamiento progresista, de izquierda incluso, podría levantar gustoso la idea de resiliencia y fomentarla como un camino de esperanza, una luz ante tanta adversidad.

Así, entonces, una perspectiva de avanzada de nuestra actual situación lleva a decir a Aldo Melillo, cuando prologa el libro “Descubriendo las propias fortalezas” de María Alchourrón y Edith Grotberg, que “la exclusión y la pobreza se extienden sin freno en los países desfavorecidos por la globalización y la concentración económica, y la mano invisible del mercado no ha dado signos de derramar ninguna riqueza a los pueblos. Si a ello se suman las situaciones de riesgo que conllevan la enfermedad, la cárcel, el deterioro personal, familiar y social sin que se vislumbren soluciones globales desde la economía y la política, el panorama resulta francamente desolador. Sin embargo, hay niños, adolescentes y adultos que son capaces de sobrevivir, superar las adversidades y, más aun, salir fortalecidos de ellas. Esa capacidad es conocida como resiliencia, concepto sumamente fértil a la hora de actuar en el plano social, porque desplaza el enfoque tradicional sobre las carencias y los factores de riesgo para situarlo en las fortalezas y la creatividad del individuo y de su entorno. (…). Con la convicción de que este concepto debe desplegarse e instrumentarse en los programas sociales (…), en tiempos de empobrecimiento y exclusión la construcción de resiliencia comunitaria que se evidencia en la capacidad de ciertos pueblos de enfrentar catástrofes de todo tipo constituye una posibilidad cierta de lucha contra las iniquidades de la sociedad actual”.

Entendida desde esa lógica de la esperanza, la idea de resiliencia podría ser, sin dudas, una cantera donde encontrar la energía necesaria para plantearse transformaciones, para seguir creyendo que las utopías son posibles, en el sentido que nos hacen caminar, como dijo el uruguayo Eduardo Galeano. Y justamente alguien como él, un comprometido con las luchas sociales a quien nadie podría acusar de cómplice del sistema, dijo en el Foro Social Mundial de Porto Alegre en el 2005 refiriéndose a las transformaciones que esa idea de resiliencia puede acompañar, que no “son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Baba. Pero quizás desencadenen la alegría de hacer y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable”.

En este sentido, el concepto en juego puede tener una carga positiva. Por allí puede leerse de los beneficios que trae aparejados la resiliencia. Buena noticia, por supuesto. ¿Y qué beneficios aporta? “Las personas más resilientes tienen una mejor autoimagen, se critican menos a sí mismas, son más optimistas, afrontan los retos, son más sanas físicamente, tienen más éxito en el trabajo o estudios, están más satisfechas con sus relaciones, están menos predispuestas a la depresión”. Ahora bien: estos supuestos “beneficios” abren interrogantes que cuestionan radicalmente las esperanzas que proponían las visiones arriba expuestas. ¿Es un beneficio “criticarse menos”? ¿En qué sentido entender lo de “más éxito”? ¿Estamos seguros que entronizamos el optimismo, o más cautamente seguimos a Gramsci, quien proponía “el optimismo del corazón junto al pesimismo de la razón”?

Es entonces cuando empieza a hacer agua este dudoso concepto. ¿De qué se trata realmente la resiliencia? ¿Qué elemento positivo nuevo aporta efectivamente? Que mucha gente tiene esa capacidad de rehacerse, de no quebrarse y salir airosa de las peores situaciones, no es ninguna novedad. Si el concepto consiste en describir eso, pues no es un concepto científico en sentido estricto que inaugure un nuevo campo de conocimiento produciendo una ruptura epistemológica, sino que no pasa de la mera descripción. “El patito feo también puede ser lindo”. ¿Podemos llamar a eso un concepto novedoso que aumenta el saber y la capacidad de actuar en el mundo?

Si abrimos una crítica en torno a la idea de resiliencia es por los peligros ideológicos que allí anidan, peligros que pueden pasar inadvertidos en tanto la forma con que aparece el concepto pareciera que ayuda a caminar, en tanto “prueba que la realidad es transformable”. Pero junto a esa cuota de esperanza –para lo cual no es necesario creer que se está ante un nuevo concepto, pues la descripción más obvia nos muestra que siempre “después de la tormenta sale el sol”– no podemos dejar de ver también que hay un transfondo de resignación: no se trata de saber soportar la adversidad (para lo que, incluso, se puede dar un largo catálogo de recetas prácticas… Y así surgen las propuestas de autoayuda y toda la parafernalia de “Usted puede, no sufra, técnicas para ser exitoso”). No se trata de saber adaptarse a la realidad y poder sobrellevarla. ¡Se trata de transformarla!

Más allá de las mejores buenas intenciones que puedan desplegarse –al menos en algunos casos– apelando a esta noción, lo que se transluce es la pasividad y la aceptación de una ya estatuida normalidad, obviando la idea de conflicto como motor perpetuo. El conflicto está, siempre, tanto en lo subjetivo como en los procesos masivos: el sujeto escindido no dueño de sí mismo con que nos confronta el psicoanálisis, el sujeto deseante que no sabe qué desea con precisión, o el sujeto social producto del enfrentamiento a muerte de clases divididas en torno a la tenencia, o no, de los medios productivos, siguen siendo “el fuego eterno” del que hablaba Heráclito hace 2.500 años y que retoma Hegel en el siglo XIX. La dialéctica en tanto lucha perpetua de contrarios, dirá el pensador alemán, no es un método filosófico: ¡es la realidad misma!, es la estructura de lo real. La realidad está constituida por el conflicto, verdad inobjetable. La idea de resiliencia, sabiéndolo o no por parte de quien la usa, apunta a la “suavización” de la crudeza de esa realidad.

Una prótesis, en definitiva, un bálsamo. En otros términos “técnicas de aprendizaje, es decir prácticas correctivas de conductas, sin tomar en cuenta los procesos sociales y psíquicos que bloquean potencialidades”, dirán Ana Berezin y Gilou García Reinoso en su texto “Resiliencia o la selección de los más aptos” (2005) “El ideal de la resiliencia parece ser la funcionalidad, la eficacia de los sujetos y sobre todo del sistema. Así, lo que parece simple –y obvia– descripción de situaciones de hecho implica peligros: bajo un nombre nuevo se retoma el viejo concepto de “desviación”: en el campo de la salud, con el modelo médico; en el de la educación, con el modelo pedagógico; ambos remitiendo al concepto de normalidad y adaptación, con sus consecuencias de orden teórico, ético y político”.

Aunque no se diga en estos términos, la ideología que está a la base es: ¡sea fuerte! Lo cual, irremediablemente recuerda al tango: “fuerza, canejo, sufra y no llore / que un hombre macho no debe llorar”. ¿Hay que estar contra las adversidades o hay que saber sortearlas? ¿Cuál es la sutil línea que separara el afrontamiento de la resignación?

En verdad, más allá de las buenas intenciones (y ahora puede entenderse por qué empezábamos el presente escrito con esa referencia provocativa), es para pensarlo bastante en qué medida este concepto tan problemático, traído desde un campo extraño a la reflexión de las ciencias sociales, aporta teórica y prácticamente. ¿En cuánto, cómo y por qué realmente “constituye una posibilidad cierta de lucha contra las iniquidades de la sociedad actual”? Sabiendo de dónde viene (las ciencias de la conducta estadounidenses, ingeniería humana funcional a los poderes constituidos, anestesia que sirve para domesticar y no como instancia emancipadora), ¿qué nos deja esto de resiliencia para un planteo transformador? Saber que hay quienes pueden resistir infinitamente no nos dice más que eso: que algunos no se quiebran nunca. ¿Qué podemos transformar con eso? ¿Esperar que todos sean igualmente aguantadores?

Con la incorporación de este discutible concepto se corre el riesgo de quedar entrampados en un planteo adaptacionista, reeducativo. ¿Hay que acallar el malestar, o hay que encontrarle su sentido, para poder entenderlo y, eventualmente, modificarlo? ¿Se trata de acallar el sufrimiento acaso, promover el “éxito” personal, tapar el síntoma? ¿No podemos así, sin saberlo, devenir cómplices de una maquinaria trituradora que busca la construcción de normalidades y adaptaciones peligrosas, que obliga a ser “uno más”, fuerte y bien portado, silenciando las voces discordantes? En el medio de la dictadura que asoló Argentina entre 1976 y 1982, cuando se producía la desaparición de 30.000 personas que disentían del régimen, que buscaban un mundo distinto, el gobierno de los militares presentó una propaganda por medio de todos los medios de comunicación donde se veían distintas escenas con ruidos enloquecedores (un taladro, un bebé llorando, etc.), sobre los que aparecía una enfermera indicando que “el silencio es salud”. El silencio ¿es salud? ¿Qué significa en ese contexto ser resiliente? ¿Callarse la boca y aguantar, o luchar contra esa flagrante inequidad? Si es esto último, ¿de qué nos sirve llamarlo “resiliencia”?

Es por todo ello que puede abrirse la crítica contra el concepto, porque su utilización no necesariamente aporta algo y porque, en definitiva, puede ser un lastre ideológico cuestionable. Parafraseando la Tesis XI sobre Feuerbach, de Marx, podría decirse entonces que no se trata de saber soportar el mundo (¿resignarse?, ¿adaptarse?, ¿“saber” como no quebrarse?). ¡Se trata de transformarlo! ¿O acaso las ideologías neoliberal y postmoderna reinantes nos quitaron la idea de utopía? ¿O acaso se trata de aceptar y no cuestionar la normalidad?.

jueves, 29 de agosto de 2013

miércoles, 28 de agosto de 2013

La mentira tarifada


Me mueve a escribir el hecho de que muy pronto ocurrirán acontecimientos graves. No transcurren en nuestra época diez o quince años sin que nuestra especie corra peligros reales de extinción. Ni Obama ni nadie podría garantizar otra cosa; lo digo por realismo, ya que solo la verdad nos podría ofrecer un poco más de bienestar y un soplo de esperanza. Hemos llegado en materia de conocimientos a la mayoría de edad. No tenemos derecho a engañar ni a engañarnos.

En su inmensa mayoría la opinión pública conoce bastante sobre el nuevo riesgo que está a sus puertas.

No se trata simplemente de que los cohetes cruceros apunten hacia objetivos militares de Siria, sino que ese valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, ha declarado que resistirá hasta el último aliento cualquier ataque a su país.

Todos conocen que Bashar al Assad no era político. Estudió medicina. Se graduó en 1988 y se especializó en oftalmología. Asumió un papel político al morir su padre Hafez al Assad en el año 2000 y tras la muerte accidental de un hermano antes de asumir aquella tarea.

Todos los miembros de la OTAN, aliados incondicionales de Estados Unidos y unos pocos países petroleros aliados al imperio en aquella zona del Medio Oriente, garantizan el abastecimiento mundial de combustibles de origen vegetal, acumulados a lo largo de más de mil millones de años. La disponibilidad de energía procedente, en cambio, de la fusión nuclear de partículas de hidrógeno, tardará por lo menos 60 años. La acumulación de los gases de efecto invernadero continuará así creciendo a elevados ritmos y tras colosales inversiones en tecnologías y equipos.

Por otro lado se afirma que en el 2040, en apenas 27 años, muchas tareas que hoy realiza la policía como imponer multas y otras tareas, serían realizadas por robots. ¿Se imaginan los lectores cuán difícil será discutir con un robot capaz de hacer millones de cálculos por minuto? En realidad era algo inimaginable años atrás.

Hace apenas unas horas, el lunes 26 de agosto, despachos de agencias clásicas bien conocidas por sus servicios sofisticados a Estados Unidos, se dedicaron a difundir la noticia de que Edward Snowden se había tenido que establecer en Rusia porque Cuba había accedido a las presiones de Estados Unidos.

Ignoro si alguien en algún lugar le dijo algo o no a Snowden, porque esa no es mi tarea. Leo lo que puedo sobre noticias, opiniones y libros que se publican en el mundo. Admiro lo valiente y justo de las declaraciones de Snowden, con lo que a mi juicio prestó un servicio al mundo al revelar la política repugnantemente deshonesta del poderoso imperio que miente y engaña al mundo. Con lo que no estaría de acuerdo es que alguien, cualesquiera que fuesen sus méritos, pueda hablar en nombre de Cuba.

La mentira tarifada. ¿Quién la afirma? El diario ruso “Kommersant” ¿Qué es este libelo? Según explica la propia agencia Reuters el diario cita a fuentes próximas al Departamento de Estado norteamericano: “el motivo de ello fue que en el último minuto Cuba informó a las autoridades que impidieran que Snowden tomara el vuelo de la aerolínea Aeroflot.

“Según el rotativo, […] Snowden pasó un par de días en el consulado ruso de Hong Kong para manifestar su intención de volar a Latinoamérica vía Moscú.”
Si yo quisiera podría hablar de estos temas sobre los que conozco ampliamente.

Hoy observé con especial interés las imágenes del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su visita al buque insignia del destacamento ruso que visita a Venezuela después de su anterior escala en los puertos de La Habana y Nicaragua.

Durante la visita del Presidente venezolano a la nave me impresionaron varias imágenes gráficas. Una de ellas fue la amplitud de los movimientos de sus numerosos radares capaces de controlar las actividades operativas de la nave en cualquier situación que se presente.

Por otra parte, indagamos sobre las actividades del mercenario rotativo “Kommersant”. En su época fue uno de los más perversos medios al servicio de la extrema derecha contrarrevolucionaria, la cual disfruta que el gobierno conservador y lacayo de Londres envíe sus bombarderos a la Base Aérea en Chipre, listos para lanzar sus bombas sobre las fuerzas patrióticas de la heroica Siria, mientras en Egipto, calificado como el corazón del mundo árabe, miles de personas son asesinadas por los autores de un grosero golpe de Estado.

En esa atmósfera se preparan los medios navales y aéreos del imperio y sus aliados para iniciar un genocidio contra los pueblos árabes.

Es absolutamente claro que Estados Unidos tratará siempre de presionar a Cuba como hace con la ONU o cualquier institución pública o privada del mundo, una de las características de los gobiernos de ese país y no sería posible esperar de sus gobiernos otra cosa, pero no en balde se resisten 54 años defendiendo sin tregua —y el tiempo adicional que fuera necesario—, enfrentando el criminal bloqueo económico del poderoso imperio.

Nuestro mayor error es no haber sido capaz de aprender mucho más en mucho menos tiempo.



Fidel Castro Ruz
Agosto 27 de 2013

martes, 27 de agosto de 2013

La nueva mentira del gobierno sobre la tregua


José Luis Sanz - elfaro.net


El presidente Funes no decía la verdad cuando afirmó que la asignación de plazas PATI a pandilleros fue decisión de las alcaldías. Documentos del Viceministerio de Seguridad y funcionarios del FISDL confirman que la focalización es parte de una estrategia de reinserción en la que participa también el MOP y que es del conocimiento de otros ministros. En Ilopango, fueron los mismos pandilleros los que eligieron, en una reunión con funcionarios, a los participantes en el programa.


El 22 de enero 2013, Marvin, un pandillero de la Mara Salvatrucha, firma junto a David Munguía y Fabio Colindres, el documento en el acto oficial de declaración de Ilopango como un Municipio Libre de Violencia. Foto El Faro


Al igual que muchos funcionarios públicos o empleados de oenegés que trabajan en el terreno, Yanira Corvera ha adoptado el hábito de referirse a los pandilleros de la misma forma prudente y respetuosa en que lo hacen quienes viven en colonias controladas por pandillas. Los llama “los muchachos”. Aunque en las actas de las reuniones que ella y funcionarios del gobierno del presidente Mauricio Funes han sostenido con representantes de la Mara Salvatrucha y el Barrio 18 para coordinar el Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATI) los pandilleros suelen aparecer como “jóvenes”, “jóvenes en riesgo” u “observadores”.

El viernes 28 de junio entró en funcionamiento en Ilopango la séptima fase del Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATI), una estrategia gupernamental de subsidio a personas sin empleo que garantiza un pago mensual de 100 dólares durante seis meses, a cambio de la participación en cursos de formación laboral. La semana anterior, el miércoles 19 por la tarde, en la sala de la alcaldía en la que habitualmente sesiona el concejo municipal, se celebró una de esas reuniones entre empleados de gobierno y pandilleros que el presidente Mauricio Funes dice no haber autorizado nunca: María Dorislea Pérez Mangandi, asesora del FISDL para el PATI en Ilopango, y Yanira Corvera, delegada de la alcaldía en el programa PATI, se sentaron con líderes de la Mara Salvatrucha (MS-13) y del Barrio 18 para tomar la decisión final sobre quiénes serían los 400 participantes en el programa.

Corvera explica que días antes el FISDL, que depende del Ejecutivo, había terminado de elaborar la llamada “lista de priorizados”. En ella, siguiendo los protocolos habituales, se había eliminado ya a todos los aspirantes que no cumplían los requisitos del programa -edad mayor a 16 años y falta de empleo- y se había colocado al resto en un ránking que favorece a aquellos en peor situación económica. En teoría solo faltaba una depuración final, que se suele realizar con base en el criterio de los líderes comunitarios de cada asentamiento, los mejores conocedores de la realidad y necesidades de sus vecinos. Pero la lista, esta vez, tenía una particularidad: la inmensa mayoría de los aspirantes eran pandilleros. Desde abril todos en la alcaldía y en el FISDL sabían que esta fase del PATI en Ilopango estaba directamente dirigida a las pandillas y se había reservado 200 plazas para la MS-13 y otras tantas para el Barrio 18.

Por eso a esta reunión no se convocó a las Asociaciones de Desarrollo Comunal (Adesco) de los asentamientos seleccionados. “Solo estaban los muchachos”, dice Corvera.

A fin de agilizar la tarea, la representante de FISDL se quedó sola con los representantes de la Mara Salvatrucha en la sala de concejos para revisar las listas de beneficiados en los asentamientos controlados por la MS-13, mientras Corvera se trasladó con los del Barrio 18 a su minúsculo despacho de dos por dos metros ubicado a cuadra y media del edificio principal de la alcaldía, para hacer lo mismo en los asentamientos controlados por estos. Listas del FISDL en mano, los pandilleros fueron depurando nombres. En las hojas de trabajo de aquel día aparecen, del puño y letra de los pandilleros, un “ok”, un “sí” o un “no” al lado de la casilla de cada aspirante. En el reverso de las páginas, el palabrero o el representante de la clica de cada comunidad ha escrito “revisado por”, su nombre y su firma. A Marvin, el principal líder de la Mara Salvatrucha en Ilopango, le tocó revisar las listas de las comunidades Alaska y Las Cañas. Junto a su firma y la fecha, puso la hora: 5:34 pm.

“Charlie”, el vocero del Barrio 18 en el municipio, acepta como normal haber estado también él en esa reunión. Afirma que durante todo un mes ya había venido participando junto a la delegada del FISDL en cada una de las etapas del proceso de selección de participantes en el PATI y confirma que la intención expresa era que todos los elegidos fueran miembros de la pandilla, aunque no lo lograron. “De nosotros hay 115 (de las 200 plazas reservadas para la 18), porque no pudimos completar la cantidad de gente. Unos por falta de documentos, otros porque no pueden llegar o porque la Policía los está persiguiendo... por eso se incorporó a gente civil”, dice. De los otros 85, la mayoría son familiares de dieciocheros, aunque también hay, dice “Charlie”, gente que nada que ver.

En las colonias de Ilopango dominadas por la 18, no todos los participantes en PATI son pandilleros porque al Barrio 18 le sobró espacio.

El presidente y su “yo no fui”


El sábado 27 de julio el presidente de la república, Mauricio Funes, dedicó buena parte de su programa radial semanal “Conversando con el presidente” a responder a dos artículos periodísticos sobre la tregua de las pandillas. En una entrevista convertida en monólogo , primero negó que su gobierno hubiera reservado plazas del PATI para asignárselas a pandilleros, como había dicho ese martes el alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, en La Prensa Gráfica. “Quienes seleccionan a los beneficiados son los alcaldes, junto con la comunidad”, dijo Funes. “Si hay beneficiados (…) que son pandilleros, ya no es decisión del gobierno.”

El presidente respondió también, por adelantado, a un artículo que El Faro todavía no había publicado, y negó haber autorizado que el exviceministro de Seguridad Douglas Moreno se reuniera con pandilleros y coordinara con ellos el aterrizaje en sus territorios de planes de reinserción y prevención vinculados a los Municipios Libres de Violencia (MLV), como el mismo exviceministro había confirmado a El Faro. “El gobierno no se reúne con jefes de pandillas para autorizar nada”, repitió Funes.

La realidad es otra: la asignación de plazas PATI a pandilleros en los MLV no es un exceso de ninguna alcaldía, sino parte de las políticas de reinserción laboral diseñadas e impulsadas por el Ejecutivo los últimos meses en apoyo de la tregua, y se articuló desde FISDL con conocimiento de su cúpula y participación constante de sus operadores en el terreno, que trabajaron y trabajan aún en contacto directo con las pandillas. Documentos de trabajo del Ministerio de Seguridad y del Ministerio de Obras Públicas retratan esta medida como parte de un plan de prevención más amplio, coordinado por el Viceministerio de Seguridad, con conocimiento y apoyo de otras instituciones del Ejecutivo.

Hay funcionarios del gobierno de Funes que, como parte necesaria de su trabajo de prevención o de intervención comunitaria, siguen sosteniendo reuniones periódicas con representantes de las pandillas.

Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad aseguran sin embargo que la mayoría de componentes de acción que incluía el plan de intervención diseñado a finales de la etapa de Munguía Payés como ministro de Seguridad se han detenido desde el nombramiento de Ricardo Perdomo en el cargo. Y funcionarios del FISDL y del Ministerio de Seguridad se muestran preocupados por la posibilidad de que la insistencia del Ejecutivo en distanciarse de la tregua y negar cualquier contacto con los pandilleros acabe por destruir lo que consideran avances en estrategias de prevención y reinserción. “Hay cosas que cuanto más se agachen y escondan va a ser más difícil defenderlas”, dice una de las personas implicadas en la ejecución del programa PATI.

Guardar las apariencias
La publicación de LPG del 23 de julio, que destacaba en portada la entrega de plazas de PATI a pandilleros, levantó de su silla a la embajada de Estados Unidos en El Salvador, que se apresuró a pedir explicaciones al gobierno de Funes. En Ilopango y los otros dos municipios en los que está actualmente reservado para la MS-13 y la 18, el PATI se financia con fondos de la agencia de cooperación estadounidense, USAID, y puesto que el Departamento del Tesoro considera desde septiembre de 2012 a la Mara Salvatrucha una organización criminal transnacional, la entrega de dinero público norteamericano a pandilleros no solo contradice la postura política de Washington, crítica con la tregua, sino que coloca a USAID en una delicada situación jurídica.

A través de sus voceros, la embajada estadounidense en El Salvador confirma que tras la publicación de LPG inició una investigación sobre la ejecución del proyecto PATI en los municipios que reciben sus fondos. “Los fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), para el Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATI), están destinados a beneficiar a las personas afectadas por la crisis económica global, y no están destinados a cualquier grupo demográfico”, dice Mari Tolliver, consejera para Asuntos Públicos de la embajada estadounidense, en una velada crítica a la focalización en pandilleros.

La gerente de proyectos del FISDL, Ángela Zamora, dice estar al tanto de que funcionarios estadounidenses han pedido explicaciones al gobierno a raíz de la publicación de La Prensa Gráfica. “Es normal que pidan información, porque fue una publicación fuerte. Pero en realidad estamos sometidos a una auditoría permanente y no tenemos problema por darles cualquier información. USAID va a quedar satisfecho en ese sentido”, dice.

Zamora niega de forma rotunda que en municipio alguno el subsidio se haya centrado en pandilleros y asegura que la convocatoria y selección en Ilopango se hizo de la misma manera que en años anteriores. “El PATI se ha seguido aplicando tal cual se diseñó. No se ha alterado ni añadido ningún criterio de focalización. El mismo criterio que se aplica en un Municipio Libre de Violencia es el que se aplica en uno no libre de violencia”, asegura.

La funcionaria aclara sin embargo que hay personal del FISDL involucrado en todas las etapas del proceso de selección y que los asesores/representantes en cada municipio están encargados de informar a sus superiores en la entidad del desarrollo del mismo, por lo que implícitamente corrige al presidente Funes: la selección de participantes en el PATI no depende solo de los alcaldes. “Supongo que el presidente se refería a que quien hace la convocatoria (para que los aspirantes al PATI se inscriban) es la municipalidad. Nosotros solo les decimos que esa convocatoria tiene siempre que ser abierta.”

Tanto ella como Jesús Valencia, responsable de la estrategia Comunidades Solidarias, en la que se incluye el PATI, alegan que es imposible para ellos saber si quien se inscribe como aspirante al programa pertenece o no a una pandilla, y no descartan que algún pandillero que reúna los requisitos participe o haya haya podido participar antes del programa, pero niegan cualquier focalización deliberada.

Al menos otras dos personas que trabajan en el FISDL y conocen el funcionamiento del programa PATI contradicen esa versión oficial. Afirman que, desde que se decidió que el FISDL apoyaría la estrategia de Municipios Libres de Violencia, la institución supo que las plazas de PATI en esos municipios formarían parte de una estrategia de discriminación positiva a favor de pandilleros, como apoyo a su posible rehabilitación.

“Sabíamos que se iba a destinar cuotas de programas para ayudar al desmontaje de esta situación (de violencia)”, afirma una de ellas, que se muestra defraudada por el hecho de que el presidente no respalde esa estrategia. “Sería estúpido esconderlo. ¿Cuántos chicos de pandillas habrán pasado por PATI desde que inició en 2010, si los asentamientos de pobreza a los que va dirigido el programa siempre han sido los mismos en los que viven los pandilleros? ¿Cómo no íbamos a beneficiar a pandilleros y a sus familias, sus madres, sus tíos y tías? Hemos sido desde el principio conscientes de eso”, dice. “Esto pudo haber sido defendible. Si tienes dos hijos y uno está más cerca del precipicio, ¿a quién vas a ayudar primero? ¡Ahora se crea este revuelo, y nadie lo defiende!”

“Charlie”, representante del Barrio 18 en Ilopango, también desmiente la versión oficial de FISDL. Dice que durante mayo representantes de las dos pandillas sostuvieron reuniones constantes con la asesora de FISDL para el PATI en Ilopango y con un representante de la Dirección de Prevención de la Violencia y Cultura de Paz (Pre-Paz), del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, primero para elaborar las listas de aspirantes a PATI en los ocho asentamientos -cuatro en territorio de la MS-13 y cuatro en zona de la 18- en los que se implementaría, y después para ir depurándola. En todo momento, según dice, se mantuvo clara y vigente la intención de que las 400 plazas disponibles fueran para las pandillas: “Dorislea (Pérez Mangandi, del FISDL) nos dijo que el proyecto era para nosotros, para jóvenes en riesgo”.

Yanira Corvera, de la alcaldía de Ilopango, confirma ese punto y aclara además que por falta de tiempo (la decisión de implementarlo fue firme en abril y el programa debía comenzar a finales de junio) y dado que los pandilleros elaboraron las listas, en Ilopango no se hizo ninguna convocatoria abierta, pública, para participar en la séptima fase del PATI. De acuerdo con lo dicho por Ángela Zamora, este hecho tuvo que haber sido informado por Dorislea Pérez Mangalí a sus superiores, pero si fue así ello no evitó que el programa se pusiera en marcha.

Corvera retrata, además, hasta qué punto era evidente que los futuros participantes eran pandilleros: “Entre el 4 y el 7 de junio se realizó el proceso de inscripción formal de aspirantes, mediante reuniones en lugares públicos, como casas comunales, con los muchachos, pero varias veces sucedió que el chico al que los trabajadores del FISDL le estaban tomando los datos salía corriendo porque la Policía llegaba al lugar o le avisaban que andaba cerca.”

El Faro contactó con Dorislea Pérez Mangandi para que diera su versión sobre la forma en que se hizo la selección de participantes en PATI en Ilopango, pero la delegada del FISDL no quiso dar declaraciones. Afirmó que por protocolo interno de la institución los asesores de FISDL no pueden conceder entrevistas.

La estrategia huérfana

Cuando, el 22 de abril, El Faro reveló una primera reunión de Douglas Moreno con pandilleros en la alcaldía de Ilopango e hizo pública su promesa de asignar 200 plazas en el PATI a cada pandilla, Funes no respondió a la publicación y el gobierno no se desmarcó de las acciones y afirmaciones de Moreno, que también anunció ese 19 de abril a los representantes de la MS-13 y de la 18 que recibirían apoyo del Ministerio de Agricultura para montar granjas avícolas y criaderos de peces, y que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se comprometía, como parte de la estrategia de MLV, a contratar a pandilleros como obreros en todas las obras que realizara en el municipio.

El día anterior, Funes había anunciado en Washington, ante funcionarios del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), su estrategia para aprovechar y sostener la tregua, que desde que inició en marzo de 2012 ha permitido una fuerte reducción de homicidios en el país: “Los pandilleros (…) llegan con un pliego de peticiones (…) y todas esa peticiones tienen que ver con oportunidades de educación y empleo, solicitan crédito para montar cooperativas, para montar pequeñas fábricas, fábricas familiares de calzado, de ropa (…) A las demandas planteadas por los líderes de pandillas tenemos que darles una respuesta como Estado pero también como sociedad. (...) Les estamos satisfaciendo necesidades que los van a sacar del mundo criminal de las pandillas”, dijo Funes aquel 18 de abril.

Pero el 27 de julio, en su programa de radio, el presidente cambió su discurso. Además de negar haber autorizado diálogo directo alguno entre funcionarios de su gobierno y pandilleros, aseguró que, de haber sabido que Moreno asumía compromisos de planes de reinserción con ellos, lo habría destituido inmediatamente. “Yo no me puedo hacer cargo de los acuerdos a los que llegó Douglas (con las pandillas y con alcaldes) y no me puedo hacer cargo del desaguisado que cometió teniendo esa reunión (con líderes pandilleros)”, dijo.

Documentos de trabajo del Ministerio de Justicia y Seguridad que detallan la intención y componentes de la estrategia de los MLV incluyen sin embargo, de forma explícita, el componente de inserción socioproductiva de pandilleros como una de las “áreas prioritarias de intervención propuestas por el gobierno” y lo vinculan con la participación del Ministerio de Agricultura (MAG), el MOP y el FISDL. Las promesas o acuerdos de Moreno eran parte de un plan interinstitucional.

Roberto López, delegado departamental de San Salvador de Pre-Paz, el organismo del Viceministerio de Seguridad encargado de coordinar la ejecución de planes en los Municipios Libres de Violencia, confirma que los lineamientos que ha recibido, y que aún se mantienen después de la llegada de Ricardo Perdomo como ministro de Seguridad y la salida de Moreno como viceministro, establecen que su trabajo en los MLV está, a diferencia del resto de lugares, centrado en “la prevención terciaria, es decir, la rehabilitación”. Coincide también en decir que las acciones concretas para la reinserción de pandilleros recaen, por diseño estratégico, “en el MOP y en el programa PATI”. “Al menos en un momento inmediato, aunque después hará falta una ley que dé sostenibilidad a esto en el tiempo, porque si no, ¿qué van a hacer los monos después de esas capacitaciones?”, dice.

A finales de 2012, los mediadores de la tregua, Raúl Mijango y Fabio Colindres, pidieron a la Asamblea una serie de reformas encaminadas a dar soporte jurídico al diálogo con pandilleros y a posteriores estrategias de reinserción, pero hasta el momento no ha habido ningun cambio legal. El ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo ha reconocido que la ley de proscripción de pandillas, que en teoría obliga a detener a cualquier pandillero solo por el hecho de serlo, no se está aplicando en realidad, pero tampoco hay una fórmula legal que distinga a pandilleros involucrados en procesos de rehabilitación de otros que no lo están. Las distinciones que hacen instituciones de gobierno para desarrollar trabajos de prevención y reinserción son, por tanto, de facto y jurídicamente confusas.

Verónica Gil, jefa de Gestión Social Comunitaria del MOP, afirma que el MOP no destina expresamente a las pandillas plazas de trabajo en sus proyectos, aunque aclara que no los discrimina y reconoce que, antes de que el presidente lanzara la nueva estrategia de apoyo a los MLV el MOP ya había contratado a pandilleros para trabajos en La Campanera, en Soyapango, junto a otros miembros de la comunidad. 60 personas en total.

“Nuestro referente son las Adesco”, dice Gil, en un discurso similar al que mantiene oficialmente el FISDL, “pero si a las reuniones llegan pandilleros, que lleguen.” La política, parece ser, es no preguntar quién es quién, sentarse con los líderes comunitarios sean quienes sean y asumir que si, por ejemplo, los pandilleros controlan la Adesco, obviamente no le corresponde al MOP valorarlo. “No les damos (a los pandilleros) más importancia que la que ellos ya se han ganado en las comunidades”, afirma Gil. Con esta lógica, el MOP tiene previsto contratar a un mínimo de 246 personas para ejecutar 24 proyectos en Municipios Libres de Violencia durante los próximos ocho meses. Tres de esos proyectos son en Ilopango.

Pero, de nuevo, son Yanira Corvera y “Charlie” quienes contradicen el juego de límites difusos que describe la funcionaria de Obras Públicas. “Tanto nosotros como los representantes de las letras (la MS-13) conocemos a esa señora (Gil) y ya nos hemos reunido con ella”, dice el representante del Barrio 18 en Ilopango, “y nos dijo que las plazas (de trabajo de los proyectos) eran directamente para nosotros, que ya estaba autorizado. Pero eso no nos llegó nunca. Eran solo palabras.” La delegada municipal respalda la afirmación del pandillero y asegura que la delegada del MOP prometió, en reuniones con funcionarios de la alcaldía de Ilopango y pandilleros, un mínimo de 36 plazas de trabajo para miembros de las dos pandillas.

“La línea, en las reuniones de coordinación interinstitucional de los Municipios Libres de Violencia, era clara en que las plazas del PATI y las del MOP iban a ser focalizadas para pandilleros. Se habló explícitamente de ello con las instituciones encargadas”, explica una persona que participó en esas reuniones de coordinación en representación del Ministerio de Justicia y Seguridad.

Las citadas reuniones se celebran de forma constante desde abril y a ellas asisten representantes de todas las instituciones implicadas en los Municipios Libres de Violencia: Ministerio de Seguridad, Pre-Paz, Ministerio de Educación, Ministerio de Salud, MOP, Ministerio de Agricultura (MAG), FISDL e Injuve. Existen, además, tres niveles de interacción: político institucional, ejecutivo y operativo. El operativo se desarrolla en los municipios, en coordinación con alcaldías, líderes comunitarios y, aunque oficialmente se niegue, representantes de las pandillas. El ejecutivo reúne a técnicos de las instituciones implicadas. En el político institucional participan los ministros y los presidentes de las instituciones.

Las primeras reuniones al nivel político institucional las convocó el secretario de Asuntos Estratégicos y Ministro de Educación, Hato Hasbún, por orden directa del presidente. La guía del diálogo la llevaba sin embargo el entonces viceministro Douglas Moreno, que diseñó la estrategia y tenía órdenes de Funes de coordinarla. En esas reuniones se acordó con FISDL y MOP su cuota de plazas para rehabilitación, es decir, la reserva de plazas PATI y los empleos temporales en proyectos de Obras Públicas.

Otra fuente que participó en esas reuniones confirma que en el nivel ejecutivo se hablaba expresamente con los representantes del FISDL de la focalización de plazas para rehabilitación de pandilleros, con Ilopango como “una especie de municipio piloto”. “Fue una de las propuestas mejor acogidas por las partes, es decir, por la gente de los ministerios presentes y el FISDL. Y es imposible que eso se decidiera sin que lo supieran los ministros, porque en esas reuniones técnicas solo había personas de máxima confianza de los titulares”, dice, aunque aclara que los representantes del FISDL siempre insistieron en que la focalización se hiciera “dentro del marco legal”. “Les preocupaba que apareciera como participante en el PATI algún pandillero con orden de captura, porque ahí podría ir alguien alguien de cabeza a la Fiscalía”. De nuevo, los esfuerzos de reinserción se encontraban huérfanos de regulación.

Esas reuniones de coordinación en Casa Presidencial se siguen celebrando, pero los cambios de funcionarios en la cabeza y diversos brazos del Ministerio de Seguridad han alterado sus líneas de trabajo. Desde que el ministro Ricardo Perdomo está a la cabeza de la estrategia, los delegados locales de los ministerios implicados han dejado, al menos en Ilopango, de reunirse directamente con pandilleros, como sí lo hacían antes. “Bien bonito avanzaba ese proceso”, dice una fuente del Ministerio de Seguridad, que lamenta que los lineamientos de Perdomo y las declaraciones públicas del presidente Funes hayan forzado un giro. Orlando Murcia, gerente de la alcaldía de Ilopango, muestra fotografías de aquellas reuniones, llenas de chalecos de instituciones de gobierno como el MOP o el Ministerio de Salud. Ahora, dice “Charlie”, los encuentros con el MAG, Salud o el MOP han cesado. Solo se mantienen, como prueban las actas de la comisión de seguimiento del programa PATI, los encuentros con la representante del FISDL.

“La última reunión con Dorislea y un ingeniero del Insaforp que va a capacitarnos fue este martes (13 de agosto), en Base 6, una sede de la alcaldía”, dice el pandillero. “Ahí estuvieron representantes civiles de cada AUP (Asentamiento Urbano Precario, beneficiario del PATI), que son gente civil que nosotros elegimos para que venga con nosotros a las reuniones y la gente se dé cuenta de que el beneficio de esto es para toda la comunidad”, explica.

Falta ver si el nombramiento del nuevo viceministro de Seguridad, y la reciente sustitución del responsable de Pre-Paz, Santiago Flores, por una persona que lleva poco tiempo en el ministerio pero también era de la confianza de Moreno, Lorena Montano, impactan de nuevo, y de qué forma, en el rumbo de la estrategia.

El mediador Raúl Mijango, que ha tenido tensiones con Perdomo pero parece seguir teniendo el respaldo del presidente Funes a su trabajo, afirma que, hasta donde él sabe, todos los compromisos que asumió Douglas Moreno con las alcaldías y los pandilleros siguen en pie. “Pre-Paz ha encontrado obstáculos, por nuevos lineamientos de esta administración que son incompatibles con el trabajo que venía realizando”, dice Mijango, “pero para los 94 días efectivos de trabajo que le quedan a este gobierno, solo espero que hagan lo posible para que este proceso (la tregua) siga adelante.”

De “pandilleros” a “Jóvenes Líderes Constructores”


En su programa de radio del 27 de julio, Funes llegó a afirmar que la estrategia gubernamental de los Municipios Libres de Violencia “no tiene nada que ver con las pandillas”, a pesar de que en enero pasado el entonces ministro de Seguridad, David Munguía Payés, presentó esta iniciativa como una “segunda fase de la tregua”. Y a pesar de que el documento por el que se nombró a Ilopango el primero de esos municipios lo firmaron el mismo Munguía, el alcalde Ruano y representantes de la Mara Salvatrucha y del Barrio 18 que aparecen en el documento como “jóvenes representantes del programa de reinserción y rehabilitación”.

Ahora que Perdomo ha cambiado el nombre a la estrategia y habla de la búsqueda de un “pacto social” que incluya a los pandilleros pero que no tenga participación directa del gobierno, la terminología comienza a cambiar. “Solo ha cambiado el nombre”, dice un técnico de Pre-Paz que da seguimiento a los programas en varios municipios del departamento de San Salvador. “Ahora en Apopa, por ejemplo, a los pandilleros se les llama ʻJóvenes Líderes Constructoresʼ”.

El baile de expresiones usadas en los documentos oficiales para referirse a los pandilleros incluye también el de “población en situación de vulnerabilidad” o la ya conocida de “jóvenes en riesgo”, utilizada por la Alcaldía de Ilopango en todas sus convocatorias y actividades con pandillas. El uso de eufemismos responde, por un lado, a una concepción de fondo, que en teoría pretende incluir en las políticas de prevención y reinserción no solo a pandilleros, sino también al resto de jóvenes desempleados en las comunidades más pobres de los Municipios Libres de Violencia. Pero por otro esconde, en esta primera etapa en la que los escasos programas de ayuda estatal están focalizados en la pandilla, la necesidad de maquillar de cara a la opinión pública el trabajo directo con la MS-13, el Barrio 18 y otros grupos como la Mara Máquina.

En Ilopango, aun así, los representantes de la Mara Salvatrucha y del Barrio 18 portan carnés expedidos por la municipalidad que los acreditan como miembros del Comité Municipal de Prevención, la expresión local del sistema de prevención diseñado por el Ejecutivo. Como miembros del Comité, los pandilleros tienen reuniones mensuales con los Adesco para evaluar cada programa de los Municipios Libres de Violencia, y en las reuniones de instituciones públicas con representantes comunitarios siempre hay uno o varios representantes de las pandillas.

La mañana del viernes 16 de agosto, en la escuela de la colonia Vista al Lago, en Ilopango, se celebró el acto protocolario de lanzamiento del programa “Cero grafitos”, por el que los representantes de la Salvatrucha se comprometían a borrar sus pintadas en los muros de las escuelas y sus alrededores en el municipio. La otra pandilla ha prometido hacer lo mismo en los territorios que controla. Como parte de la mesa de honor del acto, Marvin, el representante de la MS-13 en Ilopango, el mismo que en enero firmó junto a Munguía Payés para declarar a Ilopango libre de violencia y en junio firmó en la depuración de las plazas del programa PATI, cantó el himno nacional con la mano en el pecho. A su derecha estaban, también cantando, el director de la escuela, Misael Serrano, y el jefe de policía en Ilopango, el inspector Menjívar. A pesar de las declaraciones públicas del presidente, representantes del sistema educativo y de la Policía Nacional Civil se siguen reuniendo con pandilleros como parte de la iniciativa Municipios Libres de Violencia.

Durante el acto, Raúl Mijango, el mediador al que el presidente invita en ocasiones a cenar a su residencia para hablar del rumbo de la tregua, aplaudió que el alcalde Salvador Ruano -el mentiroso, según Funes- no esconda su participación en la tregua. “Ya quisiera que el país tuviera 262 Ruanos- Otros que debieran ser más protagonistas se hacen los de los panes”, dijo.

Después hablaron pastores religiosos del municipio, el director de la escuela y, por último, Marvin, en nombre de la Mara Salvatrucha: “Seguimos para adelante con la bandera de la paz. (…) La voluntad de nosotros es grande y si nos tocara superar desafíos más grandes así como lo estamos haciendo estos días, lo hiciéramos”, dijo. Le aplaudió el alcalde. El inspector policial, dependiente del gabinete de Perdomo, también aplaudió las palabras del pandillero. Y le aplaudieron 200 niños sentados en en sus pequeñas sillas, con uniforme escolar. Minutos después, esos niños se empujaban para alcanzar una de las brochas compradas por la alcaldía para tapar con pintura un enorme “Ver, oír y callar” negro en una pared pocos metros fuera de la escuela. La Mara Salvatrucha, tras discutirlo con las autoridades locales y Raúl Mijango, lo había autorizado.

domingo, 25 de agosto de 2013

Del amor y otros demonios (Pelicula)

En una época de inquisición y esclavitud, Sierva María quiere saber a qué saben los besos. Tiene 13 años, es hija de marqueses y fue criada por esclavos africanos en la Cartagena de Indias colonial. Cuando un perro rabioso la muerde, el obispo la cree endemoniada y ordena a Cayetano, su pupilo, que la exorcise. El cura y la niña serán seducidos por un demonio más poderoso que la fè y la razón



El mercado en el banquillo. Los juegos amañados.


Los jóvenes jugadores de la selección de fútbol entraron en el territorio del mercado cuando decidieron convertirse en jugadores de fútbol  Primeramente, fueron espectadores de esos partidos y asistieron a los estadios. Aquí estaban ya en el terreno de la empresa comercial dueña del estadio; luego, al ingresar a un equipo de fútbol se convirtieron en trabajadores de otra empresa: la del equipo en el que jugarían. Firmaron sucesivos contratos y vendieron, como todo trabajador, su fuerza de trabajo a cambio de un salario. En este caso, su fuerza de trabajo se expresa en la habilidad para manejar un balón, en su resistencia física y en su vinculación con los aficionados al deporte. En fin, trabajadores como cualquier otro; al grado tal que cuando el dueño de un equipo decide venderlo, lo vende con todo y jugadores, y si este equipo ocupa las primeras posiciones en los campeonatos, sin duda que será más caro que otro situado al final de la lista.

Dagoberto Gutiérrez

Este trabajador es parte de un espectáculo y no es exactamente un deportista, porque, en este caso, el deporte ha sido devorado por eso que se llama espectáculo, que resulta ser muy antiguo y muy al servicio de las necesidades políticas de los regímenes de todos los tiempos. Así, el espectáculo ofrecido en el coliseo romano era el circo, que entretenía para distraer la atención de las masas cuando no recibían suficiente pan, y los gladiadores, como nuestros trabajadores actuales, tampoco eran deportistas. Eran, más bien, esclavos, que morían en las arenas, en combates, que saciaban la sed del populacho romano.

El deporte tiene la función de lograr un desarrollo integral de la persona, pero el espectáculo es una actividad empresarial y económica que busca y logra el lucro de los empresarios dedicados a estas actividades. Desde siempre, y sobre todo desde que los valores de uso pasaron a convertirse en valores de cambio y la crematística se desplegó, el comercio, entendido como intercambio de productos, culturas, símbolos y signos, entre sociedades diferentes, dio paso a la formación del mercado, que es ya la construcción teórica, política, económica, militar, en relación al comercio.

Pues bien, este mercado pasó a acompañar las actividades sociales, políticas, militares y hasta deportivas.

En la actualidad, cuando el Estado aparece convertido en ciervo del mercado, resulta ser este último quien fija los valores fundamentales de una sociedad, las ideas determinantes y la filosofía de vida de las personas.

De acuerdo a la ética dominante de este mercado, una persona inteligente y valiosa es aquella que acumula bienes materiales y riquezas, sin importar los medios. El que hace negocios con todo y todos, el que pone precio a todos e ignora el valor de las cosas y de las personas.

Puesta así la visión dominante, resulta que los jóvenes seleccionados, muy probablemente se encontraron con los apostadores que en todas partes del mundo convierten en apuestas lucrativas todo encuentro deportivo que permita algún tipo de actividad económica y financiera. De manera que cualquier juego de pelota, rama deportiva o de boxeo, es objeto de la actividad de estos apostadores que en cierto países gozan de legalidad, y como toda esta gama de actividades están controladas por el mercado y grandes empresarios de gran capacidad económica, todo es convertido en tintineantes monedas de oro. Qué de extraño tiene, dentro de esta filosofía del mercado dominante, la compra-venta del resultado de un partido de futbol, si es esto, precisamente esto, lo que hay que hacer para ganar dinero, y acaso la producción de empresarios de todo tipo no es lo que se enseña todos los días? Y sin embargo, en nuestro país, el escandalo aparece cuando un grupo de muchachos jugadores son señalados como negociadores directos con los apostadores, y entonces, los pecadores resultan condenados, perseguidos, allanados en sus residencias, mientras, altos niveles permanecen intactos, púdicos y hasta justicieros.

Por supuesto que siendo los jugadores el eslabón más débil y vulnerable, resultan perseguidos por haberse atrevido, aparentemente, a actuar por su cuenta y a negociar con los compradores de los partidos. Hasta hoy, éstos compradores no aparecen por ningún lado y la sacrosanta figura de la compra-venta, que es el rostro y el corazón, junto con el contrato, de todo mercado, es atribuido solamente a los jóvenes jugadores, sin deducir ningún otro tipo de responsabilidad para ninguno de los responsables reales de la mercantilización de todo lo que tiene que ver con el ser humano.

En este caso, es la filosofía del mercado la que aparece acusada y es el mercado mismo el que está en el banquillo, aunque un grupo de muchachos sean señalados, perseguidos, allanados, por un supuesto delito que ocurre todos los días, a toda hora, en todo el mundo.

Ley de veteranos, una necesidad urgente para dignificar sus derechos


    Óscar Galdámez, José Álvarez y Dilio Rosales, representantes de CONAVERS


Representantes de la Coordinadora Nacional de Veteranas y Veteranos Revolucionarios Salvadoreños (CONAVERS) manifestaron su descontento respecto a la tardanza de la Asamblea Legislativa en aprobar la propuesta de Ley para beneficiar a los excombatientes del pasado conflicto armado.

Tomas Romero - VOCES

Dilio Rosales presidente CONAVER y sus compañeros de la Junta Directiva de la organización, Óscar Ernesto Galdámez y José Álvarez durante una entrevista en exclusiva a Voces Diario Digital, externaron la necesidad de la pronta aprobación de dicha ley para garantizar una vida digna a las y los veteranos de guerra y sus familias, ya que la mayoría de los excombatientes viven en condiciones de pobreza.

José Álvarez: Necesitamos la aprobación de la Ley de Veteranas y Veteranos Revolucionarios del FMLN. Un punto previo a esto es definir nuestra posición con respecto a las actividades de la Fuerza Armada, dejar evidenciado a la opinión pública que somos dos cosas diferentes.

Ha habido intenciones de que aprobar la ley es parte del partido FMLN y no es así, en el caso nuestro, los veteranos y veteranas del FMLN hemos estado abandonados más de 20 años aunque hemos sido los protagonistas directos de desmontar la dictadura militar y abrir las puertas de la democracia en este país.

Este es un acuerdo entre el ejecutivo en los veteranos y no tienen nada que ver el partido FMLN. La intencionalidad del partido FMLN es sacar fuerza política

¿No sienten respaldo del FMLN?


Una cosa es que nos digan que nos van apoyar y otra es que nos apoyen, para buscar los fondos para garantizar uno de los puntos que es la pensión, hasta el Ejecutivo hizo una irresponsabilidad en haber admitido la ley sin el respaldo económico.

Argumentar que no existen los fondos para que la Ley sea aprobada es una actitud irresponsable.

Oscar Galdámez: Cuando hablamos de abandono, nos referimos al partido FMLN, no nos puede abandonar ARENA y ningún otro partido, el FMLN es el partido producto de esta lucha, pero cuando ya se convierte en el partido político abandona a todos los forjadores del producto.

Hay unas respuestas para ellos, y  decimos que nosotros esperamos que asuman un papel protagónico, una deuda moral que tienen con todos nosotros. Se ha elaborado un censo que refleja el abandono.

Dilio Rosales: Nosotros nos incorporamos al proceso revolucionario sin condición alguna. Nos sentimos orgullosos de haber nacido en este período que pudimos servir al pueblo salvadoreño.

Prácticamente toda la gente que se incorporó a este proceso, fueron pisoteados sus derecho. Muchos nos incorporamos porque había una percusión permanente a nuestras familias, a nuestros niños.

Consideramos que fuimos útiles en todo el proceso revolucionario, con la disciplina agarramos el fusil como fue necesario. Termina el conflicto y no estábamos preparados para el proceso de paz, estábamos preparados para asaltar las trincheras del cuartel y poner una vanguardia revolucionaria, un país revolucionario.

Llegamos a una condición, en donde nos teníamos que reinsertar con un montón de factores y no estábamos preparamos para eso, ni mucho menos concertar con los que fueron nuestros enemigos porque en la guerra si nos veían, nos mataban y ahora que hay un proceso diferente y  para el que no estamos preparados creo que ese es uno de los talones de Aquiles  en este proceso y a esto se le agrega que mucha de la gente de la dirección se ha ido a un nivel diferente a sálvese quien pueda.

Necesitamos que esta ley de veteranos que hemos presentado a la Asamblea Legislativa sea aprobada porque aquí reivindicamos el derecho de todos los compañeros que han luchado y que ahora tienen diferentes dificultades en la vida.

A nivel de toda la gente de los veteranos en comparación a la población, un 3% no sabe leer y escribir, a esto se le agrega nuestras edades  que la gran mayoría éramos bien jóvenes, algunos niños y no tuvimos chance de ir a estudiar, pero sí de reincorporarnos. Cuando se firman los Acuerdos de Paz, lo que menos esperábamos era que nos dieran becas para estudiar.

¿Si ustedes tuvieran la función de la guerra no fueran abandonados? ¿ningún instructor del partido los toma en cuenta?

Ese es el punto, se han divorciado de las bases, no les importa que las fuerzas revolucionarias seguimos y eso significa en letras mayúsculas “traición”. No se puede abandonar a las personas, los combatientes tienen una gran historia porque los comandantes dirigían a los otros, pero quiénes ponían el pecho con los soldados, éramos los combatientes. Hay muchos diputados que a mí me da alergia, mejor vestidos con los mismos diputados areneros, sin embargo nosotros no luchamos por esas corbatas, nosotros luchamos por una convicción revolucionaria en el sentido de que tenía que haber igualdad y eso no está marcado.

Hay otro problema que lo arrojó el censo, por qué de 25 mil 486 y por qué 22 mil viven en pobreza y extrema pobreza de los veteranos y solamente 3 mil viven en condiciones más o menos, por qué es esa gran desgracia. Hay muchas cosas de los Acuerdos de Paz que no se cumplieron en el país.

¿Cuál fue su reacción cuando llegó el FMLN al gobierno?


El problema está en que todos han criticado los 20 años de ARENA, que era incapaz de resolver los problemas del país y que los tenía sumergidos en el imperio, en unas políticas miserables en nuestro país. Desde ese punto de vista yo sé que ARENA aplica a esta política neoliberal que en lugar de crear bienestar al ciudadano lo pone en alto riesgo.

Pero con la llegada de la izquierda al poder. Hay una reunión para ver la situación de gasto del país y esperamos que el Ministerio de Economía tome posesión, mi reacción fue, quiero hacer una sugerencia a los del Ministerio de Economía que, con esa pensión que nos dan, ya no quiero que vuelva a ganar la izquierda en el país y a gritos pedimos una política de reivindicación.

La ley la vamos a reivindicar porque es la única esperanza que tienen los veteranos, ya que hay muchos que están en un túnel y que no han visto la luz y esperamos que la ley reivindique esos derechos.

¿En qué punto está la ley en todo este proceso?


El 19 de diciembre de 2012 hicimos una marcha y presentamos la iniciativa de ley con el Ministro de Gobernación Ernesto Zelayandía y desde esa fecha hasta ahora, nosotros no veíamos claro el proceso de aprobación de ley. Teníamos la promesa del FMLN que decía tener listos los votos pero no veíamos claridad.

La ley ha sido consensuada con el Ejecutivo y un dato importante es que se darán dos salarios mínimos rurales a los veteranos, eso es una propuesta que hemos consultado con el FMLN, con el Secretario Técnico de la Presidencia,  por eso es que sacar esos dos salario mínimos sí es posible. Nuestro llamado es que la delegación de la Fuerza Armada converse la ley con el Ejecutivo porque ellos hablan de 250 mil beneficiarios y ellos deben hacer un censo de la Fuerza Armada como nosotros para ver quiénes van a participar y quiénes no en este proceso.

Pedimos a los 84 diputados que a lo más breve posible se debe aprobar. Hay mucha gente que está muriendo de enfermedades terminales, cáncer, enfermedades renales, diabetes, y no podemos esperar, debemos ser consecuentes, esa es nuestra preocupación.

Nosotros hicimos una actividad en la plenaria del 31 y ellos pusieron una cuestión que me parece importante que no está en la agenda y se incorporó ese día a la agenda con 70 votos sin modificación, también pedimos que pasara a la Comisión de Hacienda y pasó con 56 votos, ese es un logro importante, el lunes 19 fue un grupo de compañeros a la Asamblea Legislativa a pedir que la Comisión de Hacienda discuta la Ley y justificamos la razón de querer aprobar esta ley.

¿No consideran que a medida que pasa el tiempo y ustedes no tienen esta ley aprobada puedan perder la motivación?, los excombatientes van muriendo por las enfermedades.


Esa es nuestra justificación de cara a las exigencias de ellos, es una radiografía de la situación de los veteranos, la lamentable condición en que se encuentran, hay otras cosas como las que están en los Acuerdos de Paz bajo la mesa, yo era parte del mando, y era que debíamos desarticular toda forma de organización en la zona 1 y 2 de Chalatenango.

La intención política de fondo era desarticular cualquier efecto posterior después de los Acuerdos de Paz para que no se pueda dar algunos inciertos como en Nicaragua. Hay un fondo que eran 305 millones que no llegaron a los excombatientes ¿dónde quedaron? ¿Qué se hicieron? Hay un compañero que casualmente ya murió de cáncer, tenía un documento de Naciones Unidas  donde se había establecido un compromiso para garantizar la reinserción laboral de los veteranos y esa plata no sé, hay que investigar si existió realmente.

Una de las pretensiones cuando terminó la guerra, era seguir estudiando, de toda la estructura del mando, que éramos 12 compañeros sólo dos terminaron una carrera.

El abandono de los veteranos, no es casualidad, responde a compromisos que adquirieron con Estados Unidos. Al ver una fuerza organizada con tanta experiencia es jodido para la seguridad de los Estados Unidos y en ese momento ellos abandonan el proyecto revolucionario y ellos son los grandes traidores no nosotros, pero cuando desistimos de ese partido nos dicen traidor y, lo peor es que nos dicen traidores, gente que  se incorporó porque vieron su parte.

Cuando nos quieren meter con los mismos de la Fuerza Armada no puede se,r porque ellos tienen una ley de pensiones y jubilaciones de la Fuerza Armada, ellos devengaban un salario y nosotros no. En ese sentido es importante garantizar esta ley.

Óscar Galdámez ¿Qué pasa si la Ley no se aprueba y qué pasa si se aprueba?


Nosotros estamos haciendo un análisis de, qué pasaría si la Ley se aprueba en un cabildeo que pueda hacer el presidente Funes, esperamos que lo haga también la Fracción del FMLN y que se apruebe nada más con 43 votos y las próximas elecciones las gana ARENA, entraríamos con un instrumento jurídico en contra del Ejecutivo que va gobernar los próximos cinco años. Hacemos un llamado a la fracción legislativa de ARENA a que también le pongan apellido a esa criatura que va nacer para que se sientan comprometidos el día de mañana de la decisión de este proyecto de ley.

De nada serviría que haya una ley y un instrumento jurídico porque vamos estar confrontando con el próximo gobierno. El proyecto ya no es una cuestión ideológica, hay que hacerla ligada a la parte humana. Para nosotros es muy importante que esa ley sea aprobada por unanimidad porque, sino seguiríamos en el conflicto.

miércoles, 21 de agosto de 2013

El neoliberalismo en el debate económico




Julia Evelyn Martínez

 En los debates económicos interuniversitarios que se han comenzado a promover en el país, ha surgido el tema del neoliberalismo. En dichos encuentros se han expresado opiniones que evidencian un desconocimiento bastante generalizado del significado teórico y práctico del neoliberalismo. Un estudiante de la ESEN se negó a hablar del neoliberalismo porque eso en su opinión eso era “ideologizar el debate”, mientras que un conocido economista (otrora crítico del neoliberalismo y del capitalismo), se ha aventurado a descalificar las críticas al neoliberalismo de parte de estudiantes de la UCA porque en su opinión en los últimos 25 años de la historia económica nacional, el Estado ha intervenido directamente para beneficiar a ciertas élites o grupos empresariales, y esto, en su opinión es una prueba irrefutable que el neoliberalismo no ha existido en El Salvador.

Mi experiencia en debates en el mundo académico y laboral me ha dejado dos enseñanzas sobre los mismos.

En primer lugar, para debatir sobre un tema es necesario que quienes participan tengan un conocimiento más o menos homogéneo sobre el tema en cuestión. De lo contrario se cae en una especie de Torre de Babel, en donde cada participante se refiere al tema en un idioma diferente al de los demás. Tener un conocimiento homogéneo no significa tener la misma postura frente al tema; significa más bien, poseer un conocimiento equivalente sobre el significado conceptual de los términos que serán usados para abordar los aspectos del mismo.

En segundo lugar, el diálogo en un debate solo es posible cuando ambas partes tienen como objetivo la búsqueda de la verdad, sin importar los intereses corporativos o personales que puedan salir afectados con esta verdad. Esta segunda condición es más difícil de cumplir que la primera, ya que en los debates muchas veces participan personas que se presentan como especialistas, analistas y/o como académicas, pero que en realidad son personas que tienen dependencia laboral o profesional de empresas, instituciones, gobiernos o partidos políticos. Esta dependencia les dificulta reconocer la verdad de un argumento en debate cuando este reconocimiento puede significar una afectación de los intereses sus empleadores, benefactores y/o aliados. El escritor estadounidense Upton Sinclair nos advertía lo difícil que es hacer que una persona entienda que algo está mal, cuando su empleo o su salario dependen de que no lo entienda.

Establecido lo anterior, me permito exponer a continuación algunas precisiones sobre el tema del neoliberalismo, que pretende ser una humilde contribución académica al debate económico tan necesario en el país, y que debe trascender de las aulas universitarias para llegar a los sindicatos, a las organizaciones populares, las comunidades y al pueblo en general.

En términos coloquiales usamos el término neoliberal para calificar a casi cualquier cosa, desde el capitalismo, la globalización, a las políticas públicas y hasta al patriarcado. Sin embargo, en sentido estricto, el neoliberalismo como su nombre lo indica, se refiere a una versión renovada o actualizada del paradigma del liberalismo económico que tuvo su desarrollo intelectual, político, filosófico y económico en el siglo XVIII, y que tiene entre sus máximos representantes a Adam Smith y a David Ricardo.

La palabra “liberal” fue usada por primera vez en España 1812 durante las sesiones de las Cortes de Cádiz, para designar a quienes se consideraban “amigos de la libertad”. Posteriormente, el término fue retomado en los países anglosajones para referirse a las personas, instituciones, partidos o gobiernos que asumen que la libertad individual es el único camino que conduce a la prosperidad y al bienestar de los pueblos. La palabra liberalismo comenzó luego a usarse en economía  para agrupar al conjunto de ideas y propuestas para promover, defender y/o mantener la libertad empresarial en el sistema económico capitalista frente a la injerencia de los Estados.

¿Qué tienen en común el Liberalismo y Neoliberalismo? Ambos tienen en común el hecho de ser descripciones UTOPICAS de funcionamiento ideal de las sociedades capitalistas. En este funcionamiento ideal, la acumulación de capital (inversión de capital privado) produce bajo ciertas condiciones, un crecimiento económico sostenido, pleno empleo y bienestar para todos los miembros de la sociedad.Las condiciones que permiten que la acumulación de capital provoque estos resultados están relacionadas directamente con la libertad empresarial de las personas: libertad de fijar precios y salarios, libertad de comercio, libertad para invertir, libertad para obtener ganancias.

Ahora bien, ¿en qué consiste entonces la diferencia entre liberalismo y neoliberalismo? La principal diferencia consiste en el rol que en su respectiva narrativa (o discurso hegemónico) se le asigna al Estado. En la cosmovisión liberal (descrita magistralmente por Adam Smith en La Riqueza de las Naciones) el Estado no tiene ninguna función relevante en la economía más que no permitir legalmente la formación de monopolios y recaudar impuestos para financiar las tres funciones que le corresponden: impartir justicia, garantizar seguridad nacional y financiar obras públicas. En cambio, en la narrativa neoliberal, el Estado le corresponden funciones específicas vinculadas a la creación y mantenimiento de las condiciones del “clima de negocios” que las empresas necesitan para innovar, invertir, y crear empleos. Estos incluyen acciones como el aseguramiento de los derechos de propiedad privada individual (como la protección de derechos de autor, la autorización de patentes), la creación y mantenimiento de una institucionalidad del libre mercado y del libre comercio (como los acuerdos de comercio e inversión), y la aprobación de reformas laborales, económicas y sociales que faciliten las inversiones y la creación de la riqueza por parte de las empresas nacionales y transnacionales. Es decir, el neoliberalismo no significa el debilitamiento o la no intervención del Estado sino más bien significa un tipo particular de intervención del Estado en la creación del clima de negocios que necesita la inversión de capital en un momento determinado.

Sobre este punto debe tenerse en cuenta que la creación del llamado clima de negocios no es un proceso técnico ni neutral, sino que es, ante todo y sobre todo, un proceso político. Esto debido a que se tienen que modificar las relaciones de poder entre clases sociales y los arreglos institucionales existentes previamente a la adopción del neoliberalismo como utopía económica. De manera específica, exige un aumento del poder de la clase capitalista frente a la clase trabajadora, para que esta no se convierta en un obstáculo para las nuevas formas de valorización del capital. El Estado desempeña un papel fundamental en este reacomodo de las relaciones de poder. El caso del neoliberalismo en Chile puede ser ejemplo ilustrativo al respecto.

El “milagro económico chileno” no pudo incubarse si no hubiera sido posible sin la existencia de un Estado represivo que se puso al servicio de la eliminación de la oposición anti-capitalista y del pensamiento crítico mediante la dictadura militar para poder desmantelar a todos los movimientos sociales y sindicales que habían sido fortalecidos durante las décadas anteriores y que potencialmente pudieron haberse resistido a las políticas de shock a que a partir de 1975 privatizaron de las pensiones, del sistema de salud, del agua y de la educación. Esta represión incluyó el asesinato, el encarcelamiento y el exilio de economistas e intelectuales con pensamiento crítico así como el cambio en el pensum de las carreras de economía y otras, en las que se erradico el estudio de teorías (como la teoría marxista) en la medida que podían ser peligrosas para la imposición del consenso neoliberal. Para los intelectuales neoliberales lo ocurrido en Chile durante la dictadura de Pinochet no representó ninguna contradicción con el espíritu del respeto a la libertad individual en que se basan sus teorías, ya que para garantizar esa libertad a toda la sociedad, muchas veces se tiene que sacrificar las libertades (y la vida) de quienes son una amenaza para ella.

Friedrich Von Hayek, uno de los más aclamados representantes del neoliberalismo se refirió a la dictadura militar chilena en los siguientes términos: “Yo diría que estoy totalmente en contra de las dictaduras, como instituciones a largo plazo. Pero una dictadura puede ser un sistema necesario para un período de transición. A veces es necesario que un país tenga, por un tiempo, una u otra forma de poder dictatorial. Como usted comprenderá, es posible que un dictador pueda gobernar de manera liberal. Y también es posible para una democracia el gobernar con una total falta de liberalismo. Mi preferencia personal se inclina a una dictadura liberal y no a un gobierno democrático donde todo liberalismo esté ausente. Mi impresión personal —y esto es válido para América del Sur— es que en Chile, por ejemplo, seremos testigos de una transición de un gobierno dictatorial a un gobierno liberal. Y durante esta transición puede ser necesario mantener ciertos poderes dictatoriales, no como algo permanente, sino como un arreglo temporal”. ( El Mercurio 07.04.1981)

En otras ocasiones, la creación del clima de negocios favorable para la inversión de capital implica un reacomodo en las relaciones de poder al interior de la clase capitalista, y coloca a los gobiernos y a los Estados en la necesidad de usar la política pública para favorecer los intereses de determinados grupos empresariales que tienen la capacidad de asumir al neoliberalismo como su proyecto histórico y que al mismo tiempo son los patrocinan a los partidos para que legislen para la confección de un clima de negocios a “la medida” de sus intereses.

En El Salvador por ejemplo, la privatización de la banca fue realizada por el gobierno de Alfredo Cristiani para modificar el balance de poder al interior de la clase empresarial salvadoreña, ya que se favorecieron los intereses del grupo empresarial emergente (ligados a la creación de FUSADES en 1983) mientras que se debilitaron los intereses del grupo empresarial vinculado a la agroexportación tradicional y a la industrialización por sustitución de importaciones. Este mismo grupo fue favorecido posteriormente por el gobierno de Francisco Flores, que mediante la dolarización y las exenciones fiscales, permitió que estos grupos empresariales vendieran al capital transnacional los activos de los bancos obteniendo ganancias extraordinarias, para que pudieran tener la liquidez necesaria para invertir en el desarrollo turístico e inmobiliario a nivel nacional y regional. Fue también el caso del gobierno del presidente Salinas de Gortari en México, que privatizó TELMEX para favorecer los intereses del consorcio creado por Carlos Slim y France Telecom, y que fue la base de la acumulación de capital que convirtió posteriormente a Carlos Slim en el hombre más rico del mundo.

Debe aclararse también que el neoliberalismo no es un recetario ni tampoco un manual de instrucciones para diseñar políticas públicas. El documento titulado “Lo que Washington quiere decir cuando se refiere a las reformas de políticas económicas” (John Williamson, 1990), conocido popularmente como “el consenso de Washington” fue solamente un intento de sistematización de las diez principales medidas de reformas económicas que estaban siendo promovidas desde la década de los ochenta por los organismos multilaterales y bilaterales con sede en Washington (BID, USAID, Banco Mundial, FMI) para resolver los viejos y nuevos problemas del desarrollo.

Entre las medidas identificadas por John Williamson, se pueden mencionar: la reducción del déficit fiscal, las privatizaciones, el fortalecimiento de los derechos de propiedad, la apertura comercial, la desregulación de los mercados, la descentralización del Estado, entre otras. Sin embargo, este no es el proyecto del neoliberalismo, sino únicamente un recuento de las principales reformas económicas que se estaban promoviendo en el mundo desde los organismos financieros internacionales parapromover la creación del clima de negocios que necesitaban los capitales nacionales y transnacionales para ser invertidos en condiciones de seguridad, estabilidad y rentabilidad. Este Consenso de Washington no está superado, sino que se encuentra en permanente revisión y actualización para adaptarse a las nuevas necesidades del clima de negocios que las empresas necesitan para aumentar su rentabilidad. Por ejemplo, a este consenso han sido agregados otras reformas económicas como la aprobación de marcos legales e institucionales para promover los asocios públicos- privados en la gestión de bienes y servicios públicos y el tema de los pactos fiscales para promover ajustes fiscales de consenso.

Por eso es cuestionable el análisis de quienes afirman que el neoliberalismo no se impulsó en El Salvador porque no se pusieron en marcha todas las medidas contenidas en el Consenso de Washington. Esto es una perspectiva demasiado simplista sobre el significado y práctica del proyecto utópico neoliberal. Los países avanzan hacia a la utopía neoliberal desde diferentes caminos y desde diferentes estrategias. El camino de Singapur fue diferente al camino de Chile, el de Estados Unidos diferente al de México y el de El Salvador es diferente al de Costa Rica. Pero al final, todos los caminos convergen en la imposición de un consenso nacional según el cual “lo que es bueno para la clase capitalista es bueno para el bienestar de la sociedad”.

Dos puntualizaciones más para concluir este texto: ¿Por qué surge el neoliberalismo? ¿Cómo logra imponerse el consenso neoliberal?

El consenso neoliberal

Las ideas neoliberales fueron desarrolladas por un grupo de economistas y filósofos conocidos como la Sociedad de Monte Pellerin, un movimiento esencialmente ideológico, creado en 1947 a iniciativa de Friedrich Von Hayek, y que tuvo entre sus primeros miembros a Ludwig von Mises, Milton Friedman, Karl Popper, George Stigler, Gary Becker y Ronald Coase. Todos estos intelectuales compartían tres cosas en común: trabajaban como profesores en las más influyentes universidades del mundo; estaban vinculados a políticos poderosos en varios países,  y eran críticos al consenso keynesiano que había logrado imponerse como discurso económico hegemónico después de la segunda guerra mundial.

El consenso keynesiano estaba basado en las ideas del economista John Maynard Keynes y en las políticas del Nuevo Trato (New Deal) impulsadas por el gobierno de Franklin D. Roosvelt que lograron sacar a la economía de los Estados Unidos de la depresión económica los años treinta y que se usaron posteriormente para promover la reconstrucción de Europa y para orientar los procesos desarrollistas en los países del sur, como la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones en Argentina, Brasil, México y Chile. El keynesianismo sostenía que la economía capitalista tiene una tendencia estructural a las crisis debido a su tendencia a provocar la caída de la demanda efectiva (consumo de las familias y la inversión de las empresas), con lo cual se obstruye la posibilidad de generar el pleno empleo y se acentúan las tendencias a la concentración de la riqueza en pocas manos. Para prevenir estas crisis, el consenso keynesiano proponía la necesidad de contar con un Estado fuerte y con capacidad de promover el pleno empleo, el crecimiento económico y el bienestar de la ciudadanía. Esto se lograba mediante la planificación económica, el control estatal de sectores económicos claves, como la generación de energía, los transportes y las comunicaciones, y mediante políticas monetarias y fiscales expansivas para estimular la demanda efectiva. El consenso keynesiano también impuso la idea que el poder de la clase capitalista debía ser controlado, que había que dar más poder a la clase trabajadora en las negociaciones de sus condiciones laborales y que el Estado debía cumplir con una función redistributiva de la riqueza mediante el financiamiento de un sistema de protección social de carácter universal (salud, educación, pensiones).

El consenso keynesiano generó altas tasas de crecimiento en los países capitalistas industrializados en las décadas de 1950 y 1960 y favoreció la expansión de las exportaciones de Japón, América Latina y los países del sureste asiático. Las políticas redistributivas de los Estados (Estado de Bienestar) y la regulación de los mercados fortalecieron por una parte el poder de negociación de la clase trabajadora al mismo tiempo que la tasa de ganancia de la clase capitalista se mantenía tendencialmente hacia la baja. Este consenso se volvió insostenible a principios de la década de los setenta, cuando estas tendencias se combinaron con los efectos del embargo petrolero de la OPEP en 1973, que produjo un alza sin precedentes en el precio del petróleo. Surge en ese momento el fenómeno de estanflación (recesión económica con inflación) que no podía ser resuelta mediante las políticas keynesianas tradicionales, y que termina por conducir a la economía mundial a una situación de crisis e inestabilidad social y política. Para países como Inglaterra el mantenimiento de los altos niveles de gasto público para financiar las políticas redistributivas y la caída de los ingresos tributarios, provocaron graves crisis fiscales que necesitaron de rescates financieros del FMI. Las elites económicas experimentaron en esta crisis una profunda reducción en el valor de su riqueza. Según Duménil y Levi, 2004) el porcentaje de la riqueza total de Estados Unidos (acciones, propiedades y ahorros) poseída por el 1% más rico disminuyo del 38% en 1965 al 22% en 1975.

El descontento social se extendió en ese período en los países capitalistas desarrollados y unificó a organizaciones obreras, movimientos sociales y a partidos de izquierda, que comenzaron a plantear alternativas socialistas a la crisis de acumulación de capital. Este descontento y estas propuestas llegaron a representar una amenaza real a la hegemonía de las clases capitalistas en varios países del norte (Italia, España, Portugal, Francia, Suecia) y del (Chile, México, Argentina).

Esta crisis sin embargo, se convirtió en la gran oportunidad para imponer las ideas liberales renovadas (neoliberales) como el nuevo sentido común económico, al mismo tiempo que les dio a los líderes intelectuales y políticos del neoliberalismo la oportunidad de echar la culpa de la crisis a los Estados intervencionistas, y a las políticas keynesianas, en especial, a las políticas de redistribución del ingreso y de la riqueza. Por su parte, las clases capitalistas de los países capitalistas desarrollados no solo recuperaron su control sobre la propiedad de la riqueza total sino que lo incrementaron como resultado de las reformas económicas impulsadas por los gobiernos neoliberales (privatización de empresas públicas, reducción de impuestos directos, debilitamiento del poder de negociación de sindicatos, etc.).

¿Cómo se logró imponer este consenso?. No se puede establecer un solo método de imposición del neoliberalismo como el nuevo sentido común económico. En algunos países, como Chile, Argentina y Gran Bretaña se impuso bajo la forma de políticas de shock (ver La Doctrina del Shock, Nahomi Klein). En otros países como Costa Rica, Bolivia y Perú se logró mediante los conocidos Programas de Ajuste Estructural (PAES) que obligaban a los gobiernos con problemas para el pago de la deuda externa a poner en marcha determinadas reformas económicas a cambio de fondos para la estabilización de la balanza de pagos y de las finanzas públicas. Mientras que en otros casos, como El Salvador, se impone de manera democrática, mediante el triunfo electoral e intelectual de una parte de la elite empresarial que reconoce en el neoliberalismo su marco de referencia para poder insertarse en la fase de la globalización del sistema capitalista y en los procesos de transnacionalización de las cadenas productivas, comerciales y financierasmundiales.

Sin embargo, a pesar de estas diferencias en las estrategias, entre los principales investigadores e investigadoras del neoliberalismo, parece existir un consenso acerca del papel fundamental desempeñado por los centros de reflexión económica (conocidos como tanques de pensamiento) y por las escuelas de economía de algunas universidades en la configuración, desarrollo y renovación de las ideas neoliberales y de los cuadros de intelectuales que demandan tanto la clase empresarial como los gobiernos para llevar adelante este proyecto económico.

Estos tanques de pensamiento se fortalecen mediante la creación y mantenimiento de redes internacionales de colaboración que les permiten la coherencia en los análisis y propuestas, y además, les potencian su capacidad de influencia en los discursos y debates nacionales. Es importante destacar que a los centros del pensamiento neoliberal no les interesa participar en los debates económicos, sino más influir en los debates económicos, para que sus ideas sobre los problemas, las causas de los mismos y las soluciones a estos, sean consideradas como el marco de referencia de estos debates.

La eficacia de la labor ideológica de estos centros se deriva tanto de la capacidad de renovación de su discurso como de la flexibilidad en la estructura de sus alianzas internas. Lo primero, les ha llevado a moderar y/o renovar su discurso mediante la incorporación de matices y temas no considerados originalmente en el marco ideológico neoliberal, tales como la cohesión social, el desarrollo institucional, la gobernabilidad y la pobreza. Lo segundo, les ha permitido vincularse a intelectuales, políticos/as y organizaciones de la sociedad civil que tienen una trayectoria o una imagen pública alejada del neoliberalismo, pero que al cabo de un tiempo comienzan a adherirse al consenso neoliberal y a formar parte de lo que Fischer y Plehwe(2013) denominan la infraestructura vital y el reservorio de competencias profesionales que demanda la clase capitalista para darle continuidad y legitimidad al proyecto de dominación neoliberal.

Para concluir, en mi opinión, el debate económico que incorpore el tema del neoliberalismo deberá tomar en cuenta estos y muchos otros aspectos, para poder realmente partir de un conocimiento común sobre el mismo, que permita a continuación contrastar ideas, argumentos y hechos sobre el impacto real y/o potencia que el consenso neoliberal tiene sobre el crecimiento económico, sobre el desarrollo y sobre el bienestar de las personas. De lo contrario, no habrá debate posible, solamente ecos de la misma voz rebotando en las paredes.

Bibliografía recomendada:


Dumenil, Gerard y Dominique Levy. Capital Resurgent. Roots of the Neoliberalism Revolution.Harvard UniversityPress, 2004.

Fischer, Karin y Dieter Plehwe. Red de ThinkTanks e intelectuales de derecha en América Latina”. Revista Nueva Sociedad, mayo-junio 2013.

Harvey, David. Breve historia del neoliberalismo. Ediciones AKAL, Madrid, 2007.

Klein, Nahomi. La Doctrina del Shock: el auge del capitalismo del desastre. Editorial Paidos Ibérica, 2007.

Mirowski, Phillip y DieterPlehwe. The Road fromMontPelerin. Harvard UniversityPress, 2009.

Robinson, William. Una teoría sobre el capitalismo global. Ediciones desde abajo, Bogotá, 2007.

Sociedad MontPelerin, Declaración de Principios, 1947, disponible en: www.montpelerin.org
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...