Tariq Alí - Robin Blackburn
En 1971, a poco tiempo de la disolución de The Beatles, Tariq Alí y
Robin Blackburn sostuvieron con John Lennon y Yoko Ono una larga y
abierta conversación. Incluida en Street Fighting Years, libro que Tariq
Alí publicara en 2005 en la editorial Verso, la entrevista apareció en
un par de publicaciones en aquellos principios de la década de los años
setenta, aunque pasó algo desapercibida, pese a ser mucho más
interesante que la bien conocida e interminable serie de preguntas y
respuestas que le hiciera Jann Wenner para Rolling Stone. Alí y
Blackburn permitieron que Lennon se explayara y lo provocaron y animaron
cuando éste daba muestras de dejadez o cansancio. Entre otras cosas,
Lennon cuenta que George Harrison y él se brincaron las trancas y
hablaron en público contra la Guerra de Vietnam; discute la lucha de
clases de un modo envolvente, defiende la música rural y el blues,
sugiere que las mejores canciones de Dylan son herederas de las baladas
revolucionarias irlandesas y escocesas y disecciona sus tres versiones
de “Revolution”.
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Alí: Tu más reciente disco [John Lennon-Plastic Ono Band] y tus más
recientes declaraciones públicas, especialmente las entrevistas en
Rolling Stone, sugieren que tus puntos de vista se han vuelto más y más
radicales y políticos. ¿Cuándo comenzó a ocurrir esto?
Lennon: Siempre he sido propenso a lo político, ¿sabes?, y estoy contra
el statu quo. Es lo básico cuando creces, como yo, odiando y temiendo a
la policía como un enemigo natural y desprecias al ejército como un ente
que se lleva lejos a tantos -y los abandona, muertos, en alguna parte.
Es decir, es lo básico para la clase trabajadora, pero comienza a
deslavarse cuando creces, te haces de familia y te ves tragado por el
sistema. En mi caso nunca he dejado de tener mentalidad política, aunque
la religión tendió a encubrírmela durante mis días de pasón con ácido,
en 1965 o 1966. Y esa religiosidad era el resultado directo de toda la
mierda de ser superestrellas; era una salida a mi propia represión.
Pensaba: debe haber algo más en la vida, ¿no? Esto no es todo, ¿verdad?
Pero siempre fui propenso a lo político en cierto sentido, ¿sabes? En
los dos libros que he escrito, aunque los escribiera en esa suerte de
aparente sinsentido joyceano, siempre había críticas a la religión,
incluso tengo una obra de teatro entre un obrero y un capitalista.
Satiricé al sistema desde niño. Escribía y confeccionaba revistas en la
escuela y las repartía por ahí. Tenía mucha conciencia de clase, siempre
con una astilla en el hombro (como se dice en el barrio), porque
entendía lo que me ocurría y sabía de la represión de clase que se nos
venía. Eso era un pinche dato, que en el huracán Beatle se me quedó
fuera, y me fui mucho más allá de la realidad por un rato.
Alí: ¿Cuál crees que haya sido la razón del éxito de la música que hacían?
Lennon: Bueno, en ese entonces se pensaba que los obreros se habían
colado a los reflectores, pero me doy cuenta en retrospectiva que se
trataba del mismo acuerdo chafa que les dieron a los negros; era como
cuando le permitieron a los negros ser corredores, boxeadores o
animadores. Esa fue la opción permitida entonces -la salida es ser
artista pop, que es exactamente lo que estoy diciendo en la canción
“Working class hero” [Héroe de la clase obrera]. Como le dije a Rolling
Stone, es la misma gente la que detenta el poder, el sistema de clases
no ha cambiado ni tantito.
Por supuesto, ahora hay mucha gente que se pasea con el cabello largo y
algunos de los chavos de la clase media estilera usa ropajes bonitos.
Pero nada ha cambiado, excepto que ahora nos acicalamos un poco mientras
que los mismos cabrones lo manejen todo.
Blackburn: Por supuesto, la idea de clase es algo que los grupos de rock estadunidenses todavía no cachan.
Lennon: Porque todos son de la clase media y de la burguesía y no
quieren que se note. Le tienen miedo a los obreros, de hecho, porque los
obreros parecen ser de derecha en Estados Unidos, y se aferran a sus
bienes. Pero si estos grupos de clase media se dieran cuenta de lo que
está ocurriendo, y de lo que ha hecho el sistema de clases, podría
repatriarse mucha gente y salirse de toda esa mierda burguesa.
Alí: ¿Cuándo empezaste a romper con el papel que te impusieron por ser un Beatle?
Lennon: Aun durante la época de intensidad Beatle intenté ir contra
esto, y también George. Fuimos unas cuantas veces a Estados Unidos y
Epstein1 siempre trataba de echarnos rollo al respecto, que no dijéramos
nada acerca de Vietnam. Así que llegó un punto en que George y yo le
dijimos: “Escucha bien, la próxima vez que nos pregunten, vamos a decir
que no nos gusta la guerra y que pensamos que deberían salirse de ella.”
Y eso hicimos. En ese entonces era algo muy radical, especialmente para
los Fabulosos Cuatro. Esa fue la primera vez que tuve la oportunidad de
agitar un poco mi bandera.
Pero tengan presente que siempre me he sentido reprimido. Todos
estábamos con tanta presión que apenas si había chance de expresarnos,
especialmente trabajando a ese ritmo, de gira todo el tiempo, mientras
nos mantenían en una especie de capullo de mitos y sueños. Es muy
difícil ser César y que todo mundo te diga lo maravilloso que eres y te
den tanta cosa rica y tantas mujeres; es muy difícil romper con todo eso
y decir, “bueno no quiero ser rey, quiero ser real”. Así que la segunda
cosa política que hice fue decir: “Los Beatles son más grandes que
Jesús.”
Eso sí que rompió el escenario. Casi me dan de tiros en Estados Unidos por eso.
Fue un gran trauma para todos los chavos que nos seguían. Hasta entonces
había una política no explícita de no contestar ninguna cuestión
delicada. Pero yo leía los periódicos, ¿sabes?, las páginas de política.
La conciencia continua de lo que estaba ocurriendo me hizo avergonzarme
de no estar haciendo nada. Estallé porque no podía seguir jugando el
mismo juego nunca más, era demasiado para mí. Por supuesto, ir a Estados
Unidos me metía más presión, sobre todo porque había guerra. De algún
modo resultamos ser un Caballo de Troya. Los Fabulosos Cuatro llegamos a
la cima y luego le cantamos a las drogas y al sexo, y luego nos metimos
en ondas más y más pesadas -ahí es donde comenzaron a abandonarnos.
Blackburn: ¿No era ésta una doble carga de lo que habían hecho desde el principio?
Ono: Siempre fueron muy directos.
Lennon: Bueno, sí, lo primero que hicimos fue proclamarle al mundo
nuestra liverpulidad, y dijimos, “está bueno venir de Liverpool y decir
todo esto”. Antes, cualquier gente de Liverpool que la hacía, como Ted
Ray, Tommy Handley, Arthur Askey, tuvieron que deshacerse de su acento
para entrar a la BBC. Sólo eran comediantes, pero eso es lo que llegaba
de Liverpool antes de nosotros. Pero nosotros nos negamos a ese juego.
Después de que los Beatles llegaran a la escena, todo mundo comenzó a
hablar con acento liverpuliano.
Alí: ¿De algún modo seguían pensando políticamente cuando criticaron la revolución?
Lennon: Ah, claro, “Revolution”. Hubo dos versiones de esa canción pero
la izquierda subterránea sólo resaltó la que decía “pues no cuenten
conmigo”. La versión original en el LP decía “cuenten conmigo”; puse las
dos porque no estaba seguro. Hubo una tercera versión que era meramente
abstracta, música “concreta”, circuitos o “bucles” musicales,2 gente
gritando. Yo pensaba que estábamos pintando el retrato de una revolución
-pero me equivocaba, ¿saben? Y mi error fue antirrevolucionario.
En la versión que salió como disco sencillo, dije: “Y si hablan de
destrucción no cuenten conmigo.” Yo no quería que me mataran. En
realidad no sabía mucho de los maoístas, pero sabía que parecían ser
pocos en Gran Bretaña y sin embargo se pintaban de verde y se paraban
frente a la policía en espera de que los apalearan. Me parecía que todo
ello era muy poco sutil, ¿sabes? Pensaba que los revolucionarios
comunistas originales se coordinaban un poco mejor y no lo andaban
gritando de aquí para allá. Así era como me sentía: en realidad estaba
formulando una pregunta. Siendo de origen obrero estuve siempre
interesado en Rusia y en China y en todo lo relacionado con la clase
obrera, aunque estuviera jugando el juego capitalista.
En algún punto estuve tan metido en la mierda religiosa que iba por ahí
ufanándome de ser un comunista cristiano pero, como dice Janov, la
religión es locura legalizada. Fue la terapia lo que me desnudó de todo
eso y me hizo palpar mi propio dolor.
Blackburn: Ese analista al que fuiste, ¿cómo se llamaba?
Lennon: Janov.
Blackburn: Sus ideas parecen haber tenido aspectos comunes con Laing3 en
cuanto a que él no pretende reconciliar a la gente con su miseria, o
adaptarlos al mundo, sino más bien buscar que enfrenten las causas.
Lennon: Bueno, su punto es que sientas el dolor que está acumulado en tu
interior desde tu niñez. Tuve que hacerlo para acabar con todos esos
mitos religiosos. En la terapia sientes cada uno de los momentos
dolorosos en tu vida. Es tormentoso. Te ves forzado a reconocer que tu
dolor, ése que te hace despertar con miedo y con tu corazón latiendo
acelerado, es realmente algo tuyo y no el efecto de alguien en el cielo.
Tiene que ver con tus padres y tu entorno. Conforme acepté esto, todo
comenzó a caer en su lugar. Esta terapia me forzó a deshacerme de toda
la mierda de Dios. Conforme crecemos, todos debemos lidiar con demasiado
dolor. Aunque lo reprimamos, sigue ahí. La peor de las penas es no ser
querido, es darte cuenta de que tus padres no te necesitan del mismo
modo que tú los necesitas a ellos.
Foto: John y Yoko y su mensaje de Navidad y de paz al mundo aparecido en carteles en once ciudades del mundo, diciembre de 1969.
Cuando niño experimenté momentos de no querer ver la fealdad, de no
querer ver que no era deseado. Esta falta de amor se me metió en la
mirada y me llegó al fondo del alma. Janov no sólo te habla de esto sino
que te hace sentirlo. Una vez que tú mismo te permites sentirlo de
nuevo, ya hiciste buena parte del trabajo tú solo.
Cuando te despiertas con el corazón batiendo a toda prisa y con toda la
espalda contraída, o cuando desarrollas algún otro tipo de cruda moral,
debes dejarte ir hacia el dolor y el dolor mismo regurgita el recuerdo
que originalmente ocasionó que lo suprimieras en tu cuerpo. De este modo
el dolor se encausa en el canal correcto en vez de ser reprimido de
nuevo, como cuando tomas una píldora o un baño, diciéndote “ya pasó”. La
mayoría de la gente encauza su dolor hacia Dios o a la masturbación o a
algún sueño de logros.
La terapia es como un lento viaje con ácido que ocurre naturalmente en
tu cuerpo. Es difícil hablar de ella, ¿sabes?, porque sentir que “tú
eres el dolor” suena bastante arbitrario, pero para mí, ahora, una vez
que sentí físicamente todas estas extraordinarias represiones, el dolor
tiene otro sentido. Fue como quitarme los guantes y sentir mi propia
piel por vez primera. Es jodido decirlo, pero no creo que puedas
entenderlo a menos que lo experimentes (estoy tratando de poner algo de
esto en el álbum nuevo). En todo caso, es parte de disolver el viaje de
Dios, o el viaje de la figura paterna. Enfrentar la realidad en lugar de
buscar alguna clase de paraíso celestial.
Blackburn: ¿Piensas que la familia en general es la fuente de estas represiones?
Lennon: El mío es un caso extremo, ¿sabes? Mi papá y mi mamá rompieron y
nunca vi a mi padre hasta que tenía yo veinte años, ni vi tampoco mucho
a mi madre. Pero Yoko sí tuvo a sus padres y le fue igual.
Ono: Quizá sientes más dolor cuando tus padres están ahí. Es como cuando
tienes hambre, ¿sabes?, es peor contar con el símbolo de una
hamburguesa con queso que estar sin la hamburguesa. No te hace nada
bien, ¿sabes? Con frecuencia querría que mi madre hubiera muerto para
que al menos hubiera yo contado con alguna compasión por parte de la
gente. Pero ahí estaba: una madre perfectamente bella.
Lennon: Y la familia de Yoko eran japoneses clase media, pero en todos
lados está la misma represión. Sin embargo, pienso que la clase media
tiene el trauma mayor si tiene padres con pinta buena onda, todos
sonrientes y muñequitos. Porque entonces es la lucha más difícil para
poder decirles: “Adiós mamita, adiós papito.”
Alí: ¿Qué relación tiene todo esto con tu música?
Lennon: El arte es solamente una forma de expresar el dolor. Digo, la
razón por la que Yoko logra todas esas cosas tan increíbles tiene que
ver con el tipo de dolor que experimentó.
Blackburn: Muchas de las canciones de los Beatles tenían que ver con la niñez.
Lennon: Ajá, eso era sobre todo por mí.
Blackburn: Aunque eran muy buenas, siempre había un elemento faltante.
Lennon: La realidad. Ése sería el elemento faltante. El por qué nunca
fui deseado. La única razón de mi estrellato se debe a mi represión.
Nada me habría impulsado a través de todo aquello si yo hubiera sido
“normal”.
Ono: Y feliz.
Lennon: La única razón de ir tras ese objetivo era decir: “Ahora, mami, ¿ya me quieres?”
Alí: Pero entonces tuvieron un éxito que va más allá de los sueños más locos de la gente.
Lennon: Uy, sí, Jesucristo: era la opresión completa. Digo, tuvimos que
sufrir humillación tras humillación con las clases medias y el mundo del
espectáculo y Lord Mayor y todo eso.4 Eran condescendientes y
estúpidos. Todo mundo intentaba utilizarnos. Fue una humillación
especial para mí porque nunca he podido callarme la boca y siempre tuve
que estar borracho o empastillado para contrarrestar esta presión. Era
el puro infierno.
Ono: Lo privaba de cualquier experiencia real, ¿sabes?
Lennon: Fue muy horrible. Digo, aparte del primer envión de logros, con
el estremecimiento del primer número uno en los discos, del primer viaje
a Estados Unidos. Al principio nos envolvían con toda suerte de
adjetivos, como el de ser tan grandes como Elvis, y avanzar en eso fue
grandioso, pero obtenerlo todo fue el gran desencanto. Me encontré con
que de continuo tenía que complacer a la clase de gente que siempre
había odiado de niño. Eso comenzó a regresarme a la realidad. Comencé a
darme cuenta que todos estamos oprimidos, y es por eso que quisiera
hacer algo al respecto, aunque no estoy seguro de cuál sea mi lugar.
Blackburn: Bueno, en cualquier caso, la política y la cultura están
conectadas, ¿no es así? Digo, en este momento los trabajadores están
reprimidos por la cultura y no tanto por las armas.
Lennon: Los tienen dopados.
Blackburn: Y la cultura que los droga es algo que los artistas pueden recrear o romper.
Lennon: Eso es lo que intento en mis álbumes, o en estas entrevistas. Lo
que intento es influir a toda la gente que pueda. A todos aquellos que
siguen sojuzgados en el sueño les trato de poner una gran interrogante
en la frente. El sueño de los alucinógenos se acabó, es lo que intento
decirles.
Blackburn: Aun en el pasado, ¿sabes?, la gente solía utilizar las
canciones de los Beatles y le ponían letras nuevas. “Yellow Submarine”,
por ejemplo. Una que los huelguistas solían cantar comenzaba con “We all
live on bread and margarine.”5 En la Escuela de Economía de Londres,
teníamos una versión que decía, “We all live in a Red LSE.”6
Lennon: Me gusta eso. Disfrutaba mucho cuando las multitudes del futbol
cantaban “All together now” -esa es otra buena.7 Me gustó cuando el
movimiento en Estados Unidos asumió el lema de “Give peace a chance”,8
porque esa es la razón por la que escribí esa canción, en realidad.
Esperaba que en vez de que cantaran “We shall overcome”, que data del
siglo XIX o algo así, tuvieran algo contemporáneo.9 Sentía la obligación
de escribir, aun entonces, una canción que la gente pudiera cantar en
el pub o en una manifestación. Por eso ahora quiero componer canciones
para la revolución.
Blackburn: Tenemos solamente unas cuantas canciones revolucionarias y
fueron compuestas en el siglo XIX. ¿Sabes de algo en nuestras
tradiciones musicales que pueda utilizarse en las canciones
revolucionarias?
Lennon: Cuando empecé, el rocanrol en sí mismo era la revolución básica
para la gente de mi edad y mi condición. Necesitábamos algo fuerte y
claro que quebrara toda esa imposibilidad de sentir, y toda la represión
que nos cayó de niños. Para empezar, teníamos un poco de conciencia de
que nos habían vuelto una imitación de lo estadunidense. Pero buceamos
en la música y nos topamos con que Estados Unidos era un país cuya
música era mitad rural, country and western (y blanca) y mitad rhythm
and blues (y negra). Casi todas las canciones venían de Europa y de
África, y ahora todas nos llegaban de regreso. Muchas de las mejores
canciones de Dylan provienen de tradiciones de Escocia, Irlanda o
Inglaterra. Era una especie de intercambio cultural. Pero debo decir
que, para mí, las canciones más interesantes eran las negras porque eran
más sencillas. Como que decían algo mientras te sacudían el culo, o el
pito, lo que fue una innovación, realmente. Y luego estaban las
canciones rurales que sobre todo expresaban el dolor de lo que vivían.
No sabían expresarse de un modo intelectual, pero con unas cuantas
palabras lograban decir todo lo que les ocurría. Y luego estaba el blues
urbano y mucho de éste se relacionaba con el sexo, y con las peleas.
Buena parte era expresión propia, pero apenas hace algunos cuantos años
se expresaron completamente con el Poder Negro, como Edwin Starr y sus
discos sobre la guerra.10 Antes de eso, muchos cantantes negros seguían
elaborando el problema de Dios. Con frecuencia era “Dios nos salvará”.
Pero trascendiendo eso, los negros también cantan directa e
inmediatamente acerca del dolor y del sexo, y es por eso que me gusta su
música.
Blackburn: Dices que el country and western se derivó de las canciones
folclóricas europeas. ¿No son estas canciones folclóricas algo pesado y
terrible, hablando siempre de pérdidas y derrotas?
Lennon: Cuando chavos, todos nos oponíamos a las canciones folclóricas
porque eran muy de la clase media. Nos imaginábamos a los
preparatorianos con sus largas bufandas y un vaso de cerveza en la mano
cantando canciones folclóricas en lo que le decíamos voces la-di-da
-“desde el socavón de una mina en Newcastle...” y toda esa mierda. Había
pocos cantantes de folk reales, ¿sabes?, aunque algo me gustaba Dominic
Behan, y alguna que otra cosa buena que podíamos escuchar en
Liverpool.11 Ocasionalmente alcanzaba uno a escuchar en la radio o en la
televisión discos viejos de los obreros reales de Irlanda u otras
partes: gente que cantaba unas canciones con tal fuerza interior, que
era fantástica.
Pero mucha de la música folclórica convencional la cantaba gente con voz
amanerada que intentaba mantener vivo algo viejo y muerto. Era bastante
aburrida, como el ballet: una cuestión de minorías mantenida por un
grupo minoritario. Las canciones folclóricas de hoy son el rocanrol. Y
aunque haya emanado de Estados Unidos, a fin de cuentas eso no importa
para nada porque ya escribimos nuestras propias canciones. Y eso lo
cambia todo.
Blackburn: Tu álbum más reciente, Yoko, fusiona la música moderna
avant-garde con el rock. Me gustaría compartir contigo la idea que me
vino al escucharlo. Tú integras sonidos cotidianos, como ése de un tren,
a un patrón musical. Me parece que esto exige del escucha una medida
estética de la vida cotidiana. Es insistir en que el arte no debería
estar prisionero en los museos o las galerías, ¿no es cierto?
Ono: Exacto. Quiero incitar a la gente a que suelte la opresión que
siente y le doy algo para que trabaje con ello, para que construya a
partir de ahí. Nadie debería tenerle miedo a la creación propia -por eso
hago que las cosas sean más abiertas y propongo algo para que la gente
haga- como en mi libro Grapefruit.
Porque básicamente hay dos tipos de personas en el mundo: la gente que
es confiada porque sabe que tiene la capacidad para crear, y la gente
que se desmoraliza, que no tiene confianza en sí misma, porque le han
remachado que no tiene ninguna habilidad creativa, sino que debe
obedecer órdenes. Al stablishment le gusta que la gente no asuma
responsabilidad alguna, que no se tenga respeto.
Blackburn: Supongo que el control de los trabajadores tiene que ver con esto.
Lennon: ¿No intentaron asumir el control los trabajadores en Yugoslavia?
Ellos se liberaron de los rusos. Me gustaría ir allá y ver cómo
funciona.
Alí: Bueno, se liberaron, e intentaron romper con la tendencia
estalinista. Pero en vez de permitir una autogestión obrera desinhibida,
le añadieron una fuerte dosis de burocracia política. Esto tendió a
sofocar la iniciativa de los trabajadores, al tiempo de regular todo el
sistema con mecanismos de mercado que alimentaron nuevas desigualdades
entre una región y otra.
Lennon: Parecería que todas las revoluciones terminan rindiéndole culto a
la personalidad. Aun los chinos parecen necesitar una figura paterna.
Supongo que esto pasará en Cuba también, con el Che y Fidel. En un
comunismo estilo occidental tendríamos que crear una figura imaginaria,
de los trabajadores mismos, que sustituyera la figura paterna.
Blackburn: Esa idea estaría muy bien. Que la clase obrera se volviera su
propia figura heroica. Mientras no sea una nueva ilusión reconfortante,
mientras contenga un poder obrero real. Si te manejan la vida los
capitalistas o los burócratas, hay la tentación de compensar con
ilusiones.
Ono: La gente tiene que confiar en sí misma.
Alí: Ese es el punto vital. La clase trabajadora tiene que imbuirse de
un sentimiento de confianza en sí misma. Esto no puede conseguirse sólo
con propaganda. Los obreros deben movilizarse, tomar sus propias
fábricas y decirle a los patrones que se larguen. Eso es lo que comenzó a
ocurrir en el Mayo del ‘68 en Francia. Los obreros comenzaron a palpar
su propia fuerza.
Lennon: Pero el Partido Comunista no estaba a gusto, ¿o sí?
Blackburn: No. No lo estaba. Con diez millones de obreros en huelga,
habrían podido transformar una de esas enormes manifestaciones que
ocurrieron en el centro de París en una ocupación masiva de todas las
instalaciones y edificios gubernamentales y reemplazar a De Gaulle con
una institucionalidad nueva, un poder popular como la Comuna o los
Soviets originales. Pero el Partido Comunista francés tuvo miedo de
esto. Prefirieron la negociación en la cúpula en vez de animar a los
obreros a que tomaran sus propias iniciativas.
Lennon: Pero hay un problema en todo esto, ¿sabes? Las revoluciones han
ocurrido cuando un Fidel o un Marx o Lenin o quien sea, algún
intelectual, ha podido conectar con los obreros. Al reunirse un buen
puñado de gente los trabajadores entendieron que estaban bajo un régimen
represivo. Pero aquí no han despertado del todo, siguen pensando que
los automóviles y las teles son la respuesta. Todos estos estudiantes de
izquierda deberían hablar con los obreros, deberían ustedes involucrar a
los estudiantes en su revista, The Red Mole.12
Alí: Tienes mucha razón, hemos tratado de hacer esto y deberíamos hacer
mucho más. La Ley de Relaciones Industriales que el gobierno quiere
introducir está haciendo que más y más trabajadores cobren conciencia.13
Lennon: No creo que el proyecto de ley funcione. No creo que puedan
ponerla en práctica. No pienso que los obreros vayan a cooperar con
ella. Pensaba que el gobierno de Wilson era decepcionante, pero la banda
de Heath es peor.14 La resistencia es golpeada, los militantes negros
no pueden vivir en sus propias casas ahora, y el gobierno le vende más
armas a los sudafricanos. Como dijera Richard Neville: “Puede haber una
pulgada entre Wilson y Heath, pero es en esa pulgada que podemos
vivir.”15
Alí: Yo no sé nada de eso. El Partido Laborista trajo consigo políticas
de inmigración racistas, apoyó la Guerra de Vietnam y buscaba aprobar
nuevas legislaciones contra los sindicatos.
Blackburn: Puede ser cierto que vivimos en la pulgada de la diferencia
entre los partidos laborista y conservador, pero esto ocurre porque
hemos sido incapaces de cambiar nada. Si ahora Heath nos empuja fuera de
la pulgada en cuestión, nos está haciendo un favor sin haberlo buscado.
Lennon: Sí, también lo he pensado. Nos está arrinconando en un sitio
desde donde nos damos cuenta de lo que se le viene a otras personas.
Sigo leyendo el Morning Star16 para ver si hay alguna esperanza, pero
pareciera que estamos en el siglo XIX. Todo lo escrito ahí parece
dirigido a liberales de edad madura que se quedaron fuera de la jugada.
Deberíamos buscar llegarle a los obreros jóvenes porque son más
idealistas y son los que menos miedo tienen.
De algún modo, los revolucionarios deben acercarse a los trabajadores,
porque los obreros no van a acercarse a ellos. Pero es difícil saber
dónde comenzar. Todos tenemos puesto el dedo en el agujero del dique. El
problema para mí es que conforme me volví más real, terminé aislado de
la gente de clase trabajadora. ¿Sabes?, a ellos lo que les gusta es
Engelbert Humperdinck.17 Son los estudiantes los que compran nuestra
música, ahora, y ese es el problema. Hoy que los Beatles somos cuatro
personas aparte, no tenemos el impacto que tuvimos cuando estábamos
juntos.
Blackburn: Ahora hay que nadar contra la corriente de la sociedad burguesa, lo cual es mucho más difícil.
Lennon: Sí. Son dueños de todos los periódicos y controlan toda la
distribución y promoción. Cuando surgimos como Beatles sólo estaban los
sellos Decca, Philips y EMI para producirte alguna grabación. Tenías que
nadar por entre toda la burocracia para llegar al estudio de grabación.
Estabas en una posición tan endeble que no tenías más de doce horas
para hacer un álbum completo. Así le hacíamos en los primeros días. Aun
ahora es un poco así. Si eres un artista desconocido tendrás mucha
suerte si te dan una hora de estudio. Hay una jerarquía, y si no cuentas
con éxitos, ya ni te vuelven a grabar. Y controlan la distribución. Con
Apple18 intentamos cambiar esto, pero no pudimos. Siguen controlando
todo. emi mató nuestro álbum Two Virgins porque no le gustó. Con la
última grabación censuraron las letras de las canciones en la funda del
disco. Qué pinches ridículos e hipócritas son. Me permiten cantarlas
pero no se atreven a dejarte leerlas. Es de locos.
Blackburn: Aunque ahora llegues a menos gente, tal vez el efecto sea más concentrado.
Lennon: Sí. Pienso que tal vez es cierto. Para empezar, la gente de
clase trabajadora reaccionó contra nuestra apertura con el sexo. Se
asustan de la desnudez, están reprimidos en eso como mucha otra gente.
Tal vez piensan: “Paul es un buen muchacho que no anda armando
escándalo.” Igual, cuando nos casamos Yoko y yo, recibimos unas cartas
racistas, horribles, ¿sabes?, advirtiéndome que Yoko me iba a degollar.
Esas llegaron sobre todo de gente del ejército, oficiales, que vivían en
Aldershot.19
Ahora los obreros son más amigables con nosotros, quizá esto está
cambiando. Me parece que los estudiantes comienzan a despertar lo
suficiente como para intentar alertar a sus hermanos trabajadores. Si no
rebasas tu propia conciencia, ésta se cierra de nuevo. Es por eso que
la necesidad básica para los estudiantes es juntarse con los obreros y
convencerlos de que no están diciendo burradas. Y por supuesto es
difícil saber lo que realmente piensan los obreros, porque la prensa
capitalista sólo cita a las celebridades como Vic Feather, de todos
modos.20
Así que lo que queda es hablar con ellos en directo, sobre todo con los
obreros jóvenes. Necesitamos comenzar con ellos porque saben que todo
está en su contra. Por eso en mi álbum hablo de la escuela. Me gustaría
incitar a la gente a que rompa los marcos de referencia, a que
desobedezca en la escuela, a que abra la boca, a que siga insultando a
la autoridad.
Ono: Tenemos suerte, de verdad, porque podemos crear nuestra propia
realidad, John y yo, pero sabemos lo importante que es comunicarnos con
otros.
Lennon: Mientras más enfrentamos la realidad, más nos damos cuenta de
que lo irreal es el programa central que rige los días. Mientras más
reales nos volvemos, más abusos sufrimos, lo que en cierta forma nos
radicaliza. Como cuando te arrinconan. Pero sería mejor que fuéramos
más.
Ono: No deberíamos ser convencionales en el modo en que nos comunicamos
con la gente, especialmente en el stablishment. Debemos sorprender a la
gente diciendo cosas nuevas, de un modo completamente nuevo. Una
comunicación así nos puede dar un poder fantástico, siempre y cuando no
hagas solamente lo que la gente espera que hagas.
Blackburn: La comunicación es básica para levantar un movimiento, pero a
final de cuentas se vuelve ineficaz a menos que una fuerza popular se
desarrolle.
Ono: Me pongo muy triste cuando pienso en Vietnam, donde no parece haber
más alternativa que la violencia. Esta violencia viene de siglos y se
perpetúa a sí misma. En la época actual, cuando las comunicaciones son
tan rápidas, debemos crear una tradición diferente; las tradiciones se
crean todos los días. Cinco años de ahora son como cien años de antes.
Estamos viviendo en una sociedad que no tiene historia. No hay
precedentes para esta clase de sociedad, así que podemos romper los
viejos modelos.
Alí: Ninguna clase dominante en la historia entera de la humanidad ha
renunciado al poder voluntariamente, y no veo que esto esté cambiando.
Ono: Pero la violencia no es solamente algo conceptual, ¿sabes? Vi un
programa acerca de un muchacho que regresaba de Vietnam. Había perdido
su cuerpo de la cintura para abajo. Era un fardo de carne y, sin
embargo, decía: “Bueno, pienso que fue una buena experiencia.”
Lennon: El muchacho no quería enfrentar la verdad, no quería reconocer que todo había sido un desperdicio.
Ono: Pero piensen en la violencia, qué tal que le pasara a uno de sus hijos.
Blackburn: Pero, Yoko, la gente que lucha contra la opresión se ve
atacada por aquellos que tienen sus intereses comprometidos con que nada
cambie. Aquellos que buscan proteger su poder y su riqueza. Piensen en
la gente de Bogside y Falls Road en Irlanda del Norte.21 Fueron atacados
sin misericordia por las fuerzas especiales de la policía por comenzar a
manifestarse en defensa de sus derechos. Una noche de agosto de 1969,
siete personas fueron asesinadas a tiros y miles fueron expulsadas de
sus hogares. ¿Acaso no tienen derecho a defenderse?
Ono: Es por eso que pienso que tienes que salirle al paso a estos problemas antes de que ocurran situaciones así.
Lennon: Si, pero ¿qué haces si algo así ocurre, qué haces?
Blackburn: La violencia popular contra sus opresores siempre está justificada. Es inevitable.
Ono: Pero en cierta forma, la nueva música mostró que las cosas pueden cambiarse mediante nuevos canales de comunicación.
Lennon: Sí, pero como dije, nada cambió en realidad.
Ono: Bueno, algo ha cambiado y fue para mejorar. Lo único que digo es que tal vez podamos hacer la revolución sin violencia.
Lennon: Pero no puedes tomar el poder sin luchar.
Alí: Ese es el punto crucial.
Lennon: Porque, cuando nos vamos a los aspectos prácticos, al fondo del
asunto, no van a dejar que la gente tenga poder alguno. Les otorgan
todos los derechos para hacer representaciones y bailes en frente de
ellos, pero no les van a dar ningún poder real.
Ono: El caso es que, aun después de la revolución, si la gente no tiene
confianza entre sí, siempre se meterá en nuevos problemas.
Lennon: Tras una revolución tienes el problema de que las cosas sigan
fluyendo, y discernir todos los diversos puntos de vista. Es bastante
natural que los revolucionarios busquen tener diferentes soluciones, y
que se dividan en diferentes grupos para luego emprender las reformas
-esa es la dialéctica, ¿no es cierto?- pero al mismo tiempo tienen que
estar unidos contra el enemigo para solidificar un nuevo orden. Yo no sé
cuál sea la respuesta. Obviamente Mao está consciente de este problema y
deja que ruede la bola.
Blackburn: El peligro es que una vez que se crea un Estado
revolucionario, tiende a formarse una nueva burocracia conservadora a su
alrededor. El peligro tiende a incrementarse si la revolución queda
aislada por el imperialismo y hay escasez material.
Lennon: Una vez asumido el nuevo poder tiene que establecer un nuevo
statu quo, justo para que sigan funcionando las fábricas y el
transporte.
Blackburn: Sí, pero una burocracia represiva no necesariamente maneja
las fábricas o el transporte mejor que lo que podrían hacerlo los
trabajadores organizados en un sistema de democracia revolucionaria.
Lennon: Sí, pero todos tenemos dentro de nosotros instintos burgueses, y
nos cansamos y necesitamos relajarnos un poco. ¿Cómo haces para que
todo siga andando y mantengas el fervor revolucionario tras haber
conseguido lo que buscabas? Por supuesto, Mao lo ha logrado en China,
pero qué ocurrirá cuando Mao se vaya. También él promueve el culto a la
personalidad. Tal vez sea eso necesario. Como ya dije, todos parecen
necesitar una figura paterna. He estado leyendo el libro Khrushchev
Remembers22. Entiendo que Khrushchev es un tanto un muchacho él mismo,
pero me parecía que pensaba que era malo hacer una religión de un
individuo; eso no parecía ser parte de la básica idea comunista. Pero la
gente es la gente, esa es la dificultad. Si consiguiéramos Gran
Bretaña, tendríamos el trabajo de limpiar la burguesía y mantener a la
gente en un estado mental revolucionario.
Blackburn: En Gran Bretaña, a menos que podamos crear un nuevo poder
popular -y ahí eso significaría básicamente un poder de los
trabajadores, realmente controlado por la gente y que responda a la
gente- no podremos hacer la revolución. Para nada. Sólo un poder muy
enraizado en los trabajadores podrá destruir el Estado burgués.
Ono: Es por eso que será diferente cuando una generación más joven nos reemplace.
Lennon: Pienso que no se necesita mucho para que los jóvenes aquí se
echen a andar. Primero tenemos que darles margen para que se vayan
contra los consejos locales o para que destruyan las autoridades
escolares, como los estudiantes que quiebran la represión en las
universidades. Ya está ocurriendo, aunque la gente tendría que juntarse
más. Y las mujeres son muy importantes, también. No podemos tener una
revolución que no involucre y libere a las mujeres. Es tan sutil la
forma en que te enseñan la superioridad masculina. Me llevó bastante
tiempo darme cuenta de que mi masculinidad le cortaba ciertas áreas a
Yoko. Ella es una liberacionista de hueso colorado y fue muy veloz en
mostrarme dónde y cuándo me iba chueco, aun cuando me parecía que
actuaba naturalmente. Es por eso que siempre me interesa cómo tratan a
las mujeres las personas que presumen de radicales.
Blackburn: Siempre ha habido cuando menos tanto machismo en la izquierda
como en cualquier otra parte -aunque el surgimiento de la liberación
femenina nos está ayudando a discernir el asunto mucho más a fondo.
Lennon: Es ridículo. Cómo puede alguien hablar de un poder para el pueblo sin reconocer que la gente es los dos sexos.
Ono: No puedes amar a alguien a menos que estés en una posición igual
que quien amas. Y muchas mujeres se enganchan con hombres por miedo o
inseguridad, y eso no es amor. Básicamente eso es por lo que las mujeres
odian a los hombres.
Lennon: Y viceversa.
Ono: Así que si tienes a una esclava en la casa, ¿cómo puedes esperar
hacer una revolución fuera? El problema para las mujeres es que si
intentamos liberarnos, naturalmente entonces nos volvemos solitarias,
porque muchas mujeres están deseosas de volverse esclavas, y es común
que los hombres las prefieran a ellas. Así que tienes que arriesgar:
¿Voy a perder a mi hombre? Es muy triste.
Lennon: Por supuesto, Yoko estaba ya en la liberación desde antes de
conocerla. Ella ha estado luchando en el mundo del hombre. El mundo del
arte está dominado completamente por hombres. Así que bullía de ánimo
revolucionario cuando nos conocimos. Nunca hubo ninguna duda al
respecto: teníamos que tener una relación 50-50 o no habría relación. Y
fui rápido en aprender. Ella escribió un artículo en la revista Nova
hace más de dos años, donde decía: “Las mujeres son los negros del
mundo.”
Blackburn: Por supuesto todos vivimos en un país imperialista que
explota al Tercer Mundo, y aun nuestra cultura está implicada en esto.
Hubo un tiempo en que la música Beatle era enchufada a la Voz de
América.23
Lennon: Los rusos tomaban este asunto como que éramos unos robots del capitalismo, lo cual supongo que éramos.
Blackburn: Los rusos eran bastante estúpidos por no ver que eran bastante diferentes.
Ono: Hay que reconocerlo. Los Beatles eran música folclórica del siglo
XX en el marco del capitalismo; no podían hacer algo diferente si
querían comunicarse dentro de ese marco.
Blackburn: Trabajaba yo en Cuba cuando se publicó Sargento Pimienta y
esa fue la primera vez que comenzaron a tocar rock por la radio.
Lennon: Confío en que se den cuenta que el rocanrol no es lo mismo que
la Coca Cola. Conforme vamos más allá del sueño esto debería ser más
fácil: por eso ahora quiero hacer aseveraciones pesadas e intento
sacudirme la imagen que le fabricaron a las adolescentes de calcetín
blanco. Quisiera llegarle certero a la gente correcta, y que lo que yo
tenga que decir sea simple y directo.
Blackburn: Para empezar, tu álbum más reciente suena muy simple, pero
las letras, el tempo y la melodía se van armando hasta lograr una
complejidad de la que sólo se da uno cuenta gradualmente. Como en el
corte “My mummy’s dead”, que hace un eco con la canción “Three blind
mice”, y que aborda los traumas de la niñez.
Lennon: La tonada logra eso. Era una especie de sentimiento, casi como
en los haikús. El haikú en Japón es fantástico. Es obvio que si uno se
libera de toda una sección de ilusiones en tu mente, te quedas con una
gran precisión. Yoko me ha mostrado algunos de estos haikús en el
original. La diferencia entre ellos y Longfellow es inmensa. En vez de
un largo poema florido, el haikú diría: “una flor amarilla, en un tazón
blanco sobre la mesa de madera”. Eso te da un retrato completo,
realmente.
Alí: ¿Cómo piensas que podamos destruir el sistema capitalista aquí en Gran Bretaña, John?
Lennon: Pienso que la única forma es que quienes trabajan entiendan bien
la posición tan realmente infeliz en que se encuentran, que puedan
romper el sueño que los rodea. Muchos piensan que viven en un
maravilloso país donde se puede hablar libremente. Con tener automóviles
y teles no piensan que hay algo más en la vida. Están dispuestos a
dejar que los patrones los manejen, y a que la escuela joda a sus hijos.
Están soñando el sueño de alguien más. No es su propio sueño. Deberían
darse cuenta de que los negros y los irlandeses son perseguidos y
reprimidos y que ellos serán los siguientes. Cuando se den cuenta de
ello, realmente comenzarán a hacer algo. Los trabajadores deben asumir
las riendas. Como dijera Marx: “A cada quien según su necesidad.” Pienso
que podemos comenzar por ahí. Pero tendríamos que infiltrar al ejército
también, porque ahora los entrenan muy bien para matarnos a todos.
Debemos comenzar con esto desde donde cada uno de nosotros es oprimido.
Pienso que cuando tu necesidad es enorme, es falso, superficial, darles a
otros. La idea no es reconfortar a la gente. No se trata de hacerlos
sentir bien sino hacerlos sentir peor, poniéndoles enfrente,
constantemente, todas las degradaciones y humillaciones que sufren para
conseguir lo que ellos llaman un salario que les permita subsistir.
Tariq Alí es autor de Street Fighting Years, Verso, 2005 y de Speaking
of Empires and Resistance, Daanish Books, 2006, con David Barsamian.
Robin Blackburn es colaborador frecuente de CounterPunch, fue editor de
The New Left Review y es autor de la excelente historia del comercio de
esclavos The Making of New World Slavery, Verso, 1998 y de Banking on
Death: the Future of Pensions, Verso, 2003.
Notas:
1 Brian Epstein, representante y manejador de los Beatles entre 1963 y 1967, año en que falleció.
2 Conocidos como loops en el argot musical mundial.
3 R.D. Laing, psiquiatra escocés, promotor de la antipsiquiatría y asociado con la Nueva Izquierda en los sesenta.
4 El desfile de Lord Mayor en Londres es un evento anual que data de
1215. Es una de las tradiciones locales de la monarquía británica, para
reavivar la lealtad hacia la corona.
5 La rima no se sostiene en castellano. Cantaban: “Todos vivimos de pan y margarina.”
6 “Todos vivimos en una Escuela roja de Economía de Londres.”
7 “Ahora todos juntos.”
8 “Hay que darle oportunidad a la paz.”
9 “Prevaleceremos.”
10 Cantante nacido en 1942, parte del dueto los Future Tones. Su gran
éxito fue la canción “War”, contra la guerra de Vietnam, en 1970, que
sigue siendo un himno entre las nuevas generaciones negras en Estados
Unidos, aunque no fue ésta su única alusión a la guerra.
11 Behan, nacido en 1928, fue un cantante irlandés, hijo de Stephen
Behan -el famoso activista del Ejército Republicano Irlandés. Dominic
estuvo preso en 1952 por una campaña de desobediencia civil contra el
gobierno británico y sus canciones influyeron en toda una generación de
músicos y poetas.
12 El Topo Rojo. Boletín publicado por el grupo trotskista conocido en
Gran Bretaña como International Marxist Group, que intentaba abrirle
ventanas a la izquierda. Su influencia fue fuerte a principios de la
década de los setenta donde se conectaron con iniciativas como el
Tribunal Russell y la Campaña de Solidaridad con Vietnam.
13 Esta ley conocida en inglés como Industrial Relations Act 1971, del
parlamento del Reino Unido, fue muy controvertida porque impulsaba
propuestas derivadas de un manifiesto del partido conservador, entonces
en el poder. Hubo protestas masivas por parte de una amplia coalición
conocida como el Congreso de Sindicatos (Trade Union Congress o TUC). La
ley fue aprobada por la reina y no fue echada abajo sino hasta 1974,
cuando retornó al poder el Partido Laborista.
14 Edward Heath, del Partido Conservador, fue Primer Ministro de Gran
Bretaña tras ganar las elecciones de 1970, sucediendo en el poder a
Harold Wilson.
15 Controvertido escritor australiano, fundador de la revista Oz,
enjuiciado por publicar “obscenidades” en un célebre juicio en 1971 en
el Reino Unido.
16 Fundado en 1930, con el nombre de Daily Worker, era un tabloide de
izquierda asociada al partido comunista. Su nombre cambió a The Morning
Star desde 1966.
17 Baladista anglo-indio, nacido en Madrás y criado en Leicester, Gran
Bretaña. Su nombre real era Arnold Dorsey. Su estilo fue vena comercial
para públicos fáciles. Muy popular en los sesenta y setenta, en los
centros nocturnos, sus éxitos fueron arrasadores, al punto de robarle a
los Beatles el primer lugar de popularidad con su versión de “Release
me”, en 1967.
18 Apple Records es la compañía de discos que fundaron los cuatro Beatles en 1968. No confundir con la compañía de computadoras.
19 Aldershot, Hampshire, en Gran Bretaña, está reputado como el “hogar del ejército británico”.
20 Vic Feather fue el secretario general del TUC (el Congreso de
Sindicatos) entre 1969 y 1973), que combatió la Ley de Relaciones
Industriales al grito de “Kill the Bill” (matemos la propuesta de ley).
21 Bogside es un vecindario en Derry, fuera de las murallas de la
ciudad, donde en 1969 hubo un amotinamiento comunitario enorme, y Falls
Road es un vecindario en Belfast donde los partidarios del gobierno de
Gran Bretaña incendiaron, también en agosto de 1969, muchas de las
calles del barrio.
22 Nikita Khrushchev, Khrushchev Remembers. Con introducción, comentario
y notas de Edward Crankshaw. Traducido y editado por Strobe Talbott.
Little, Brown and Company, Boston, 1970, pp. 639.
23 La radiodifusora oficial del gobierno federal estadunidense.
Copyright Tariq Alí
Traducción de Ramón Vera Herrera
Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
Fraternalmente, Trovador
jueves, 4 de abril de 2013
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Trovas del Trovador
Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.
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Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
Fraternalmente, Trovador
Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.
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Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
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