Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

lunes, 6 de mayo de 2013

Esta es la USAID, qué les parece




Por Rubén Ramos para Rebelión

A propósito de su expulsión de Bolivia

En un acto de soberanía que se hacía esperar y que da cuenta de la madurez política de un pueblo puesto de pie, y de la dignidad que orienta sus transformaciones estructurales para la conquista definitiva de su libertad, el gobierno plurinacional del Presidente Evo Morales acaba de expulsar del territorio boliviano a la Agencia internacional para el desarrollo de los Estados Unidos (USAID), instrumento clave de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos para la injerencia política, la desestabilización social y el terror en nuestros pueblos.

En reiteradas ocasiones he insistido, en este espacio y en otros, en la acción nefasta que cumplen en nuestros pueblos no sólo USAID, sino toda la institucionalidad financiera y de cooperación técnica del orden mundial capitalista, dependiente de la ONU, de la OEA, de la OCDE, de la OEI. Así como también esas otras instituciones subsidiarias de USAID, del Banco Mundial (BM), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en las acciones conjuntas de sedición y terror. Las evidencias muestran que los pueblos liberados de las imposiciones que ejercen todos estos organismos conjuntamente con el FMI, son los únicos que alcanzan el bienestar y el desarrollo. Y algo que es fundamental, dignidad y capacidad de decisión. No sólo para ejercer el dominio sobre sus recursos sino para su explotación y producción, ahora sí, con sostenibilidad. Cuba, es un ejemplo, tras cincuenta años de “bloqueo” y de no contar con la “ayuda” que incrementa la deuda externa y favorece los lucrativos negocios de los “socios” internacionales de esas instituciones. Lo es Venezuela, Ecuador y Bolivia. Los países que aún insisten en la economía de mercado y la inversión privada extranjera que viene amarrada con los paquetes de “ayuda” internacional, tienen los más altos índices de pobreza y de desigualdad. Y al otro lado de América Latina, en todo Europa, tienen los paquetazos neoliberales de “rescate” financiero del FMI y el BM, que ha puesto a millones de trabajadores en la calle, les ha quitado sus pensiones, sus viviendas, sus seguros de salud, su deseo de vivir, condenando a las futuras generaciones a la mendicidad y el hambre.

Pero, ¡alerta!, el imperio no cesará en su empeño desestabilizador y terrorista. Cuenta con las organizaciones subsidiarias de USAID, como la NED, el IRI, Freedom House, NDI, y con miles de ONGs, una prensa decadente y “compañías” de mercenarios que forman parte de las reformas que el ex-secretario de NNUU, Kofi Annan introdujo durante su gestión recogiendo las sugerencias del Informe Brahimi que le fue encargado a su amigo y actual enviado de esa Organización en Siria, Lajdar Brahimi.

Siendo el Perú uno de los países donde la institucionalidad del orden mundial capitalista define, decide, financia (con cargo a deuda), implementa y ejecuta (a través de sus inversionistas extranjeros y de los tecnócratas de los diferentes sectores), las políticas que nos imponen, me ocuparé ahora de dar cuenta de lo que hace USAID. No sólo en el Perú sino en el mundo. Dada la extensión del trabajo, lo haré en sucesivas entregas sobre sus estrategias, sus programas prioritarios, cómo hacer negocios con USAID, sus socios “peruanos”, sus proyectos en el Perú de la “nueva era”, su atención puesta en la educación, su proyecto AprenDes.
La USAID qué es y qué hace

La historia de USAID se remonta al Plan Marshall de reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial y al “Punto cuatro” del Programa de ayuda a los países pobres de la Administración Truman. Depende directamente de la Secretaría de Estado del gobierno norteamericano. Desde 1961, es la agencia principal de intervencionismo directo de EE.UU en nuestros países.

Desde entonces ha distribuido más de doscientos mil millones de dólares en "ayudas" militares y económicas a los países donde ejerce su dominio en protección de los intereses norteamericanos. Utiliza para este efecto, diferentes modalidades de “ayuda” como: préstamos para el desarrollo, asistencia técnica, fondos para emergencias y, sobre todo, apoyo militar y político con énfasis en estrategias de espionaje, desestabilización, e intervención armada, siguiendo las normas de su “Manual represivo confidencial” que ya el gobierno boliviano había puesto en evidencia, rescatando una revelación hecha por el periódico "Hoy" en su edición del 23 de noviembre de 1978.

Opera en el Africa subsahariana, Asia, América Latina y el Caribe, Europa, Eurasia y Oriente. Decide, financia, dirige y controla planes, programas y proyectos vinculados con el desarrollo de la agricultura, la democracia y la gobernabilidad, el crecimiento económico y el comercio, la educación y las universidades, el medio ambiente y las alianzas mundiales para preservar el nuevo orden mundial capitalista, so pretexto de la asistencia humanitaria.

Maneja los llamados “Programas de corte de la cruz”, orientados a “construir la democracia y la paz, proporcionar servicios esenciales en las comunidades marginadas, apoyar con militares norteamericanos para asegurar una coherente reconstrucción y estabilización, diseñar programas que aborden mejor las causas y consecuencias de los conflictos violentos, otorgar becas de investigación competitiva a través de la Cooperativa de Investigaciones para el Desarrollo (CDR) en convenio con el gobierno de Israel, desarrollar programas urbanos para mejorar las condiciones de vida de los pobres y de las generaciones futuras, preservar el desarrollo ecológico, favorecer el uso racional de los recursos hídricos del mundo (una prioridad de la política norteamericana), diseñar programas con participación prioritaria de mujeres” (USAID, 2013).

Trabaja en estrecha colaboración con organizaciones voluntarias privadas, (ONGs), organizaciones indígenas, universidades, empresas estadounidenses, organismos internacionales, gobiernos, y agencias y embajadas de gobierno de los EE.UU y de Europa. Mantiene relaciones de trabajo con más de 3.500 compañías privadas norteamericanas.

Define su actuación como “un negocio”. Este incluye oportunidades de empleo, carreras y, sobre todo, educación. En este sentido, cabe destacar el rol activo que la USAID tiene en el proyecto de “Educación para Todos” (EPT), impulsando su extensión con sus propios recursos y a través de la promoción de mesas de donantes para asegurar el progreso acelerado de la universalización de la educación primaria, sin importar la calidad, pero sí la ideologización y alienación masiva.

La USAID cuenta con una sede en Washington-DC, y con “oficinas de campo” que dan cuenta de su presencia en todo el mundo. En el Perú tiene su propia representación y su web site que “ha sido diseñado y desarrollado para informar a las personas de este país, de los Estados Unidos y del mundo, sobre las actividades y logros de la asistencia que el gobierno de los Estados Unidos proporciona al Perú” (USAID-Perú: 2013).
Visión general de su estrategia

Los proyectos de USAID, dicen sus mentores, ofrecen alternativas a la coca ilícita y buscan fortalecer la provisión de servicios públicos. Buscan promover el diálogo constructivo entre las comunidades locales, el gobierno, grupos de ciudadanos y el sector privado. Consolidar alianzas público-privadas para apalancar recursos y expandir modelos de actividades que hayan tenido éxito.

Lo que no se dice es que todas estas estrategias no responden al interés del desarrollo, ni de la lucha contra la pobreza, menos contra el narco tráfico. Son estrategias para reproducir la dominación neocolonial que busca asegurar la paz social requerida por los “socios inversionistas” y por la USAID, a fin de evitar riesgos que ponga en peligro su rol de garante de los intereses empresariales y de la seguridad norteamericana en nuestro territorio y en América latina. USAID como las otras instituciones financieras del imperio norteamericano, tienen una responsabilidad con el poder que representa EEUU en nuestro continente para asegurar su dominio del mundo.

Desde su creación, USAID ha trabajado en cooperación con “socios” de EE.UU. e internacionales para “mejorar” las condiciones “de personas” en todo el mundo. Estas asociaciones han sido clave para el éxito de sus intervenciones, pero nunca antes han sido más importantes que ahora, según se consigna en las fuentes consultadas.

Se dice que el Gobierno de los EE.UU. otorga más “ayuda” que cualquier otro gobierno, sin embargo, como porcentaje del ingreso nacional bruto, representa la más pequeña entre los programas gubernamentales de asistencia extranjera. Esto es engañoso, dicen los escribidores de USAID, pues la verdadera medida de la “generosidad” estadounidense no es sólo la ayuda proporcionada por el gobierno de EE.UU., sino también la cantidad creciente dada por los ciudadanos y las empresas estadounidenses.

En 1970, el gobierno de EE.UU. proporcionó el 70% de la ayuda exterior de Estados Unidos. Hoy en día, el gobierno ofrece sólo el 20% y los ciudadanos estadounidenses y las empresas aportan el 80%. La ayuda privada hace de los EE.UU. el primero de todos los países por la cantidad de “ayuda” proporcionada a los países necesitados.

USAID, dice estar comprometida con un enfoque que reconoce e incorpora los esfuerzos de colaboración y las donaciones privadas, centrándose en el apoyo popular, la apropiación local, la sostenibilidad, la responsabilidad, y en no menos proporción, la pasión y el compromiso. No obstante, cuando se observa el tipo de programas que impone esta Agencia a los gobiernos obsecuentes de América latina y del Caribe, no queda la menor duda que el sentido de esa “pasión y compromiso” no es otro que el de la intromisión de los EEUU en el continente para salvaguardar sus intereses en lo que consideran “su patio trasero”. Algunos de esos programas son los siguientes:

• Alianzas para el desarrollo global

Para realizarlos USAID establece “alianzas” en todo el mundo, aporta recursos, “nuevas ideas”, tecnologías y socios, para enfrentar los problemas en los países donde se impone este tipo de programas.

• Operaciones militares

La Oficina de Asuntos Militares (OMA) es el punto principal de contacto de la USAID con el Departamento de Defensa (DoD). Representa todo el espectro de las funciones de USAID. La OMA proporciona el punto focal para la interacción con la Agencia de EE.UU y militares extranjeros en relaciones formalizadas a través de una planificación coordinada, formación, educación y ejercicios. Las áreas del programa de interés común incluyen “asistencia humanitaria, prevención del terrorismo, comunicaciones estratégicas, prevención y mitigación de conflictos, lucha contra la insurgencia, reconstrucción post-conflicto y estabilización, aplicación operativa”.

• Programas basados en la fe y comunidad

El veinticinco por ciento de los socios de la USAID son organizaciones basadas en la fe judeo-cristiana. Cuando USAID habla de “fe”, alude a la fe judeo-cristiana, esencialmente, aunque podría ser igualmente la católica y la de otras iglesias y sectas. La noción de “comunidad” puede aludir a las de origen judío, aunque no exclusivamente, pero la idea es infundir su sentido.

• Los programas de subvenciones

Permite a EE.UU ampliar la gama de organizaciones no gubernamentales “sin fines de lucro” orientadas hacia el éxito, en nuevos lugares o iniciar nuevos proyectos. El programa también le permite a los EE.UU llevar a cabo proyectos experimentales o innovadores, que estén “a la vanguardia” de los esfuerzos de desarrollo y ofrezcan un potencial para el aprendizaje y la repetición.

• El desarrollo de cooperativas

Responde a las necesidades de multiplicación y fortalecimiento de organizaciones cooperativas locales, de sus miembros y voluntarios, así como de otros tipos de negocios basados en el grupo, mediante la utilización de los conocimientos y recursos de los EE.UU.

• Los programas de socios capaces

Orientados hacia las organizaciones no gubernamentales, socios colaboradores, y redes, a los cuales se proporciona recursos y asistencia técnica para mejorar su rendimiento y el control de la comunidad.

• Los programas de bienes comunes globales

Los Global Commons Desarrollo, promueven innovaciones para el desarrollo internacional de asociaciones a través del intercambio de conocimientos y la colaboración para resolver problemas. La identificación y fomento de las innovaciones a través de la vía abierta puede mejorar la capacidad de cumplir con la misión principal de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los EE.UU. Tiene por objeto permitir a los ciudadanos del mundo innovar y co-crear soluciones a problemas comunes.

USAID promueve, igualmente, alianzas público-privadas en el sector educación. Un ejemplo es el nuevo memorando de entendimiento firmado con una fundación privada en el norte del Perú que planea contribuir con $1 millón de dólares para unir esfuerzos en el fortalecimiento de la gestión educativa y mejorar la calidad de la educación en la región Cajamarca, en la zona de conflicto de las mineras extractoras de oro, a costa de las cabeceras de fuentes de agua y el consiguiente deterioro de los ecosistemas, la agricultura, ganadería y la vida de miles de campesinos.
Cómo hacer negocios con USAID

Al igual que el BM y el BID, USAID también tiene sus propios manuales de “cómo hacer negocios” con los préstamos que esta institución impone al país “prestatario” con cargo a su deuda externa. Esto es algo que no puede perderse de vista si se quiere entender de qué manera la institucionalidad financiera internacional instrumentaliza la “ayuda” externa en beneficio de sus “socios” empresariales europeos, norteamericanos, canadienses, japoneses y chinos, expresamente convocados, y pertenecientes a los países “no prestatarios”.

Al igual que el BM y el BID, USAID ha reconocido, desde su fundación, a la educación en sus diferentes niveles y modalidades, como una oportunidad de lucrativos negocios para sus socios. Esto, sin menoscabo de su objetivo central que es garantizar la seguridad nacional norteamericana en cualquier parte del mundo donde los gobiernos entreguistas le permiten intervenir con absoluta libertad e impunidad.

La historia de USAID no es otra que la de enajenar la capacidad de decisión de los pueblos; destruir las bases esenciales de convivencia de comunidades ajenas a la racionalidad occidental judeo-cristiana; sembrar el terror ideológico bajo la amenaza de suprimir su “ayuda” si no se cumple con determinadas exigencias; subvertir el orden e implementar la sedición vía ONGs especialmente implementadas para este propósito; extender el terror de Estado armado y violentista a través de “compañías” creadas ex-profesamente; asesinar millones de niños en el mundo por hambre, guerras, pestes, vacunas.

USAID fomenta la creación de nuevos enfoques a los problemas de desarrollo para asegurar la extensión de su “apoyo” en los países pobres en beneficio de los intereses nacionales de EE.UU. La mayoría de negocios con la USAID se llevan a cabo a través de procesos competitivos que garanticen la coherencia con sus intereses y que apoyen sus metas y objetivos.

Para esto, los candidatos deben completar una “guía básica” conteniendo preguntas específicas que debe ser enviada al Superior de Enlace de la USAID en Educación Comunitaria.

En la página web de USAID se especifica con detalle los requisitos exigidos para hacer negocios con esta institución. Participan instituciones a través de solicitudes específicas o por invitación. Los fondos se otorgan dentro de un marco estrictamente competitivo entre quienes adhieran a los pre-requisitos establecidos tanto para los que ya vienen trabajando con la Agencia, como para los nuevos postulantes.

USAID anima a las instituciones interesadas a visitar con regularidad el sitio web dedicado a “Como hacer negocios con USAID”, para identificar nuevas oportunidades. Pueden revisar el sitio web completo, prestando especial atención a “Contrataciones USAID” donde se puede encontrar las solicitudes de propuestas, peticiones de solicitudes, anuncios de licitación, y las declaraciones anuales del programa.

Si una institución está empezando a hacer negocios con la “ayuda” internacional al desarrollo, y, en general todo interesado en los programas de desarrollo USAID, se sugiere familiarizarse con el objetivo general de la Agencia y sus estrategias, con especial atención en las de Crecimiento Económico, Agricultura, Salud, Gobierno, Democracia. También se sugiere familiarizarse con las estrategias nacionales, regionales y sectoriales que USAID tiene establecidas cuando se está planeando presentar una propuesta para un país específico (http://www.usaid.gov)

Las partes interesadas deben explorar esta página web para revisar y determinar los intereses comunes de su institución y en qué se relacionan con los objetivos estratégicos de USAID, en los programas temáticos y en los países donde se desea operar. Después de determinar los programas o países de interés común, se recomienda ponerse en contacto con los funcionarios apropiados de USAID y la Oficina Regional respectiva. Los agentes aquí destacados, pueden guiar a los temas de interés mutuo e identificar al personal de USAID en el país para ponerse en contacto.

Las propuestas que mejor se condigan con los objetivos de desarrollo USAID y objetivos (en particular del sector) y con las “estrategias de país”, serán más competitivas que los que no. En este sentido, el criterio básico para el proceso de calificación de las propuestas para hacer negocios con USAID es la medida en que la propuesta apoya el mandato de la USAID y sus objetivos en el país “anfitrión”.

Las oportunidades de negocios que oferta USAID con cargo a la “ayuda” que proporciona a los países, y en particular al Perú, incluye la adquisición de diversos instrumentos de ayuda para realizar sus actividades. Contratos, subvenciones, acuerdos de cooperación y órdenes de compra, son algunos de los instrumentos que son negociados y firmados en todo el mundo por la USAID.

Estos instrumentos proporcionan una variedad de productos y asistencia técnica para apoyar la consecución de los objetivos de la Agencia. Los de “adquisición” se refieren a la obtención de bienes y servicios, a través de los distintos tipos de contratos, para el uso o beneficio de la Agencia. Los de “asistencia”, se refieren a la transferencia de fondos (o de otro tipo de objetos de valor) de la USAID a otra parte, para la ejecución de programas que contribuyan al bien público a través de la consecución de los objetivos de la Ley de Ayuda Exterior de los EEUU.

Alrededor de la mitad de contratos y de concesión de subvenciones realizada por USAID, son negociados, emitidos y administrados por la oficina de Washington DC encargada de la contratación. La otra mitad se negocian y son emitidas y administradas por las Partes Contratantes y el personal de las Misiones USAID en todo el mundo.

La Agencia norteamericana precisa que toda la información relativa a la gran mayoría de las oportunidades de negocios en todo el mundo es accesible a través de su sitio web.

Además de las oportunidades de negocio, este sitio ofrece toda la información sobre normativas y políticas necesarias para realizar búsquedas detalladas a las preguntas específicas, así como información general, especialmente útil para aquellos que son nuevos en el trabajo con USAID. Estándares laborales, barreras técnicas al comercio, derechos de propiedad intelectual y otros.

Toda la información procede de bibliografía y webgrafía sobre y de la USAID, la Secretaría de Estado, y de los portales de los proyectos que impone la Agencia en el Perú. Usted puede encontrar mayor información en el libro, La educación en América latina: enfoque desde la institucionalidad del orden mundial capitalista. Formato pdf en http://www.alizorojo.com

El patio trasero


Informe El Muerto

El patio trasero 
 
“América Latina es nuestro patio trasero (...) tenemos que acercarnos de manera vigorosa”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense John Kerry exhortando a la administración Obama a hacer un esfuerzo especial con los países latinos.

 Mas allá del horizonte 2013

Realizan ejercicio militar "Más Allá del Horizonte 2013" el campamento base del ejercicio militar conjunto "Más Allá del Horizonte 2013". Dicho ejercicio es auspiciado por el Comando Sur de los Estados Unidos y el Ministerio de la Defensa salvadoreño y se desarrolla en Sonsonate y Ahuachapán en el periodo de abril a junio. Entre las actividades que desarrollarán las contrapartes salvadoreñas y estadounidenses están brigadas médicas y dentales, labores de construcción, reparación y construcción de escuelas y otros inmuebles.


 Sonsonate, Abril 10 de 2013 fotos de la embajada de US en el Salvador

Representantes de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador, acompañados por periodistas de diferentes medios de comunicación realizaron un recorrido por la base del ejercicio militar ''Más Allá del Horizonte 2013'', el cual es coordinado por el Comando Sur de los Estados Unidos y el Ministerio de Defensa de El Salvador. Dicho ejercicio consta de brigadas médicas y dentales, labores de construcción, reparación y construcción de escuelas y otros inmuebles tanto en Sonsonate como en Ahuachapán. (Fotografía Juan Quintero/ Embajada de los Estados Unidos/ Oficina de Asuntos Públicos).






Operación "Mas allá del horizonte 2013" del Comando Sur en El Salvador

Ahorita regreso…



Marcelo Colussi

Hacía varios meses que venía pensándolo. La guerra arreciaba y las arremetidas del ejército eran cada vez más continuas y sangrientas. La última vez que pasaron cerca de su casa, una semana atrás, habían matado a su vecino y entrañable amigo de la infancia, el compadre Julián. Eso lo terminó de decidir.

Catalino, nacido y criado en esas montañas tropicales, aunque no sabía leer y escribir, tenía una inteligencia natural muy aguda. Con sus 27 años era ya ampliamente conocido en la zona por el buen tino, por su solidaridad entrañable. En reiteradas ocasiones había ayudado a otros vecinos en las más variadas circunstancias: para terminar de recoger la cosecha, atendiendo parturientas, movilizándose para presentar petitorios en la alcaldía municipal. Si bien no quería asumirlo en forma regular, de hecho era un dirigente comunitario consumado, respetado y querido por todos.

El movimiento guerrillero que operaba en ese sector lo sabía; por eso eran frecuentes las visitas que le hacían tratándolo de ganar para la causa. Catalino sonreía humilde tras su arruinada dentadura y los escuchaba con atención, con entusiasmo incluso; pero no se atrevía a considerar como opción posible su incorporación a la lucha armada. Le asustaba demasiado la idea de dejar a su mujer y sus cuatro hijos. Sabía que eso significaba la casi segura pérdida de su familia.

También eran frecuentes las visitas del ejército. Más o menos una vez por semana los soldados pasaban por su casa, una modesta vivienda de madera, piso de tierra y techo de láminas de zinc, construida con sus propias manos cuando se casó. Cada vez que llegaban había que lamentar alguna pérdida: o reclutaban varones a la fuerza, desde adolescentes hasta hombres maduros, o se quedaban con comida que la población debía entregar para evitarse problemas. En más de un caso, como parte de la estrategia de terror que venían aplicando en forma sostenida, mataban. Mataban por el simple hecho de crear temor, de mantener sojuzgada a la población campesina que era la principal base de sustento de la guerrilla. Alguna ejecución pública de un presunto colaborador de "estos hijos de puta guerrilleros" –según gritaba el comandante de la patrulla militar– o de alguien que se negaba a ser reclutado, era un excelente mensaje en estas perdidas comarcas: "o están con la patria y el ejército, o están con los comunistas".

No faltaban ocasiones en que quemaban alguna vivienda o un sembradío, o que violaban alguna mujer, joven en general. También esto lo hacían a plena luz del día y en forma pública, obligando a que toda la población de la zona lo viera. "Así aprenden", era la justificación de esta especial pedagogía de la muerte.

El año pasado había sido la hija mayor de Catalino: Floridalma. Tanta fue la deshonra que la muchacha –jovencita de 12 años de edad– luego del hecho estuvo encerrada en su casa por varios meses sin querer dejarse ver. También para el padre la vergüenza fue mayúscula; pasado buen tiempo del incidente, con nadie fuera de Casilda –su esposa– había hablado del tema. La chicha, ese rústico licor que él mismo elaboraba con bagazo de caña de azúcar, era su único consuelo. La chicha, y la idea de venganza que día a día le iba creciendo. –"Son buenos muchachos"– solía decir refiriéndose a los guerrilleros. –"No son violentos sino que los forzaron a hacerse violentos…"–

Catalino conocía la zona a la perfección; además de respetado por su rectitud como líder comunitario, tanto o más lo era por su pericia para moverse en esas montañas. Desde muy joven había sido un experto baqueano. Siempre gustó de caminar solo por los montes, y la misma pasión le había transmitido a sus dos hijos varones, el primogénito: Santiago, de 13 años, y el más pequeñito de los cuatro, Jerónimo, de 6. Con ambos, a quienes prefería por sobre las hijas mujeres –"a los machitos al menos el ejército no los viola, aunque se los pueda llevar"–, había desarrollado una entrañable amistad que iba más allá de la relación padre-hijo: los tenía realmente como compinches, les hablaba de igual a igual pese a la diferencia de edad, y ya los tres solían perderse de cacería por varios días en las profundidades montañosas, confiados siempre en cómo ubicarse.

No podía quitarse de encima el deshonor de haber visto violada a su hija; eso lo corroía. Tanto como el odio que iba acumulando contra los soldados por sus continuos desmanes, por sus injusticias. Ese rencor lo transmitía sin palabras; bastaba su sombría expresión, su mirada pétrea. Además, las charlas mantenidas con los insurgentes le iban ratificando ese encono. La muerte de su amigo Julián fue la gota que colmó el vaso.

Por varios días estuvo taciturno, dándose valor para tomar la decisión; pero no le era en absoluto fácil dar ese paso. Saber por boca directa de los guerrilleros que la victoria estaba de su lado, que la zona del Boquerón –no muy lejos de su casa– estaba ya liberada, y con la energía que le daba el ir descubriendo un mundo nuevo en cada conversación que mantenía con los alzados, luego de interminables elucubraciones pensó que se incorporaría, que eso era lo mejor que podía hacer para su familia: legarles un mundo nuevo, aunque le fuera la vida en ello. –"La mejor defensa es un buen ataque"–.

Con lo ojos llenos de lágrimas y mordiéndose los labios para no permitir que se le escapara el llanto, una madrugada se levantó más temprano de lo habitual. Su esposa y los hijos dormían aún. Aunque no hizo ningún ruido, Casilda lo escuchó. Algo sorprendida por verlo levantado a esa hora, le preguntó qué le pasaba.

–"Nada, nada. Ahorita regreso…"–

No encontró otra forma de dejarlos. Sin despedirse, sin dar explicaciones, refrescado por la fría brisa previa al amanecer cuando comenzó a caminar sin voltearse para mirar por última vez su casa, emprendió la partida. Sabía que lo esperaban cerca. No eran necesarias explicaciones, supuso. Su mujer entendería de qué se trataba; varias veces le había deslizado la idea de incorporarse a las filas guerrilleras. En las últimas semanas venía aumentado su conciencia de la situación, a partir de las cada vez más continuas conversaciones mantenidas con los combatientes. Así como venía aumentando también el odio por tantas injusticias. Un grito sordo, venido desde las profundidades de sus raíces indígenas, desde lo profundo de las selvas donde ahora se internaba, quiso escapársele. Pero pudo reprimirlo. Con el fusil en la mano –que le dieron en el mismo momento del encuentro– comenzó a sentir que la decisión había sido la correcta.
–"Ya soy un guerrillero, un revolucionario; ¡ahora empieza mi verdadera lucha!"–

Viendo que no regresaba, Casilda comenzó a inquietarse. Lo intuyó inmediatamente; sin decirlo, casi lo estaba esperando. Pero en el momento que tuvo la evidencia del hecho consumado, se desconsoló. Lo primero que pensó era cómo se lo explicaría a los hijos. También ella creía que había que reaccionar, no permitir tanto atropello. Ahora era el ejército, pero había mucho, muchísimo más antes: los finqueros, los salarios miserables, la malaria, la explotación de siglos, el analfabetismo, las serpientes venenosas, nunca tan dañinas como los finqueros… Estaba bien la decisión, pero ¿qué haría ella ahora? ¿Proveería dios?

Santiago, el hijo mayor, prontamente tomó el lugar del padre ausente. Ya un hombre cabal, conocedor del monte y de todos los oficios rurales, estuvo a la altura de las circunstancias. Claro que debió dejar la escuela, porque no tenía tiempo para todo. Pero la preocupación principal era salvarse del reclutamiento forzoso del ejército. Con su edad ya era candidato, como lo habían sido tantos jovencitos por la zona. El hecho de saber que su padre se había enmontañado con la guerrilla complicaba más las cosas. Sin dudas los soldados lo buscarían más aún por eso; por ese motivo fue que Santiago pensó en meterse también en la lucha armada. Los ruegos apesadumbrados de su madre se lo impidieron.

–"¿Cuándo regresaría Catalino? ¿Qué significaría ese «ahorita» de la despedida? ¿Cuánto tendría que esperar? ¿Regresaría?"– Todas estas cavilaciones mantenían a Casilda en una espera ansiosa, tensa. Por otro lado también sabía que así, tal como estaban las cosas, era imposible que retornase: era muerte segura para todos. Debía regresar cuando ya hubieran triunfado. Por eso su pensamiento fue pasando a ser otro: –"¿cuánto faltará para el triunfo final?"–.

En varias ocasiones Santiago pudo evitar las redadas de los militares. Pero una vez no. Lo agarraron lejos de la casa, trabajando en los terrenos vecinos a la aldea de El Colmillar.

Como siempre sucedía en estos casos, al principio todos los capturados se resistían a la incorporación. Luego viene el trabajo de "ablande", el lavado ideológico. Santiago no pudo ser la excepción. –"Es por culpa de esos cabrones guerrilleros que estamos así. ¿Piensan que si no fuera por ellos los andaríamos reclutando a la fuerza?"–, sermoneaban didácticos los militares, casi indulgentes. En unas pocas semanas la tarea de convencimiento daba sus frutos; en general todos terminaban sintiéndose "soldados de la patria".

El principal conflicto que se le creaba a Santiago no era de principios. No; para eso las técnicas de los asesores estadounidenses eran efectivas: todos pasaban a odiar a la guerrilla como la causa de sus penurias. Tanto machacar sobre lo mismo convencía. No; su principal dilema era moral. En realidad, era su padre. ¿Cómo estar enfrentado con él, a quien quería y respetaba tanto? ¿Y si las circunstancias de la guerra lo llevaban algún día a enfrentarlo en la montaña?

La guerra arreció cada vez más. La crueldad del ejército fue en aumento y la población civil quedó atrapada en la estrategia contrainsurgente como rehén de los militares; esto fue quitándole movimiento a la guerrilla, quien ante cada golpe que asestaba veía cómo, en represalia, caían más y más campesinos desarmados. No era pura maldad de los soldados; era una política fríamente calculada. Lo peor de la situación para las familias es que no podían huir; intentarlo significaba su tácita adhesión al movimiento insurgente, y por tanto su casi segura muerte a manos del ejército. Las montañas se tornaron así un infierno espeluznante.

Catalino quería regresar algún día a su casa, a su familia. Cuando le dijo "ahorita regreso" a su esposa la madrugada de la partida, en realidad no estaba mintiendo. Su idea siempre fue cumplir con lo que sentía era su misión –ayudar al triunfo de la revolución, así de simple– y regresar a su cotidianeidad. Pero la vida era más complicada de lo que hubiera querido, y el regreso se iba posponiendo cada vez más.

Santiago, sin quererlo, había terminado siendo un soldado ejemplar. Bravío, valiente, jamás retrocedía en combate; para la lógica castrense era un militar perfecto: nunca discutía una orden sino que, por el contrario, era el primero en cumplirla dando siempre más de lo que se le pedía. El cambio de visión había sido completo. La desconexión con su familia y su nueva vida lo había llevado a odiar no sólo a los guerrilleros sino también a los campesinos, "esos indios que quieren todo del gobierno", como razonaba ahora, "que lo único que hacen es enmontañarse para no trabajar".

Un jueves de marzo, día seco y caluroso, las dos columnas venían con sentido contrario y se encontraron al atravesar la quebrada Somotillo. Los soldados iban en número de cuarenta; era una patrulla de rutina. Los guerrilleros se dirigían al norte para llegar a la finca Santa Eduviges, donde tenían planeado un operativo rápido golpeando en la casa patronal para hacer propaganda. No esperaban encontrarse en su camino una avanzada militar. Los primeros combatientes de uno y otro bando se avistaron mutuamente cuando estaban ya a escasos veinte metros. El combate rompió a media mañana, y recién después de varias horas de abundante fuego cruzado, pasado el mediodía, se hizo una pausa. Fue ahí que Catalino lo avistó.

No lo podía creer; pensó que era una ilusión óptica, que el cansancio y la tensión del momento lo estaban haciendo alucinar. Ambos se habían distanciado un poco de sus respectivos grupos, Santiago para orinar, Catalino para mojarse la cara en el curso de agua. Agachado en la quebrada y agazapado tras unos matorrales, sin hacer ningún ruido, lo vio acercarse. De inmediato preparó el fusil; ya lo tenía en la mira, y faltaron segundos para que dispara cuando se dio cuenta: era su hijo.

Estuvo tentado de llamarlo. Sabía que Santiago hubiera respondido como hijo y no como enemigo; pero el temor a ser escuchado por los otros soldados lo hizo desistir. Con su dedo en el gatillo estuvo unos instantes esperando a ver qué hacía su hijo, y al acercarse otro compañero de la patrulla militar optó por retirarse sigilosamente de la escena.

Ya más lejos, apoyado contra un árbol, lloró; lloró desconsoladamente como nunca en su vida lo había hecho, ni siquiera cuando fue violada su hija. Si salía vivo de ese combate, pensó que debía volver a su casa. Aunque sea de paso, simplemente para ver cómo estaban las cosas tras ya casi tres años de ausencia, pero debía volver. Ya era hora de cumplir con lo dicho en el momento de la partida.

Efectivamente, salió vivo de ese enfrentamiento. Fueron seis muertos en las filas del ejército contra dos entre los insurgentes. El resultado del combate tuvo sabor de triunfo para la guerrilla; eso encendía la moral revolucionaria, daba ánimos. Pero para Catalino no fue así. Quedó con una doble preocupación, honda, trágica: ¿habría muerto su hijo? Y de ser así, ¿no habría sido Catalino el autor de esa muerte? Pero más aún lo que le desgarraba, lo que le hizo llorar en medio de la batalla y le quitaba ahora toda posibilidad de tranquilidad era saber el destino corrido por su hijo. –"No podía ser cierto que fuera un soldado, no podía, no podía…"–

Tras un par de semanas de honda angustia, sin poder mantener el ánimo, desconsolado, decidió hacer un paréntesis en la lucha. No le costó mucho conseguir el permiso para abandonar el movimiento por un breve período. Al momento de solicitarlo, no contó ante el comandante de su célula la verdadera preocupación que le corroía. Le daba vergüenza pensar que un hijo suyo formaba parte de las filas del enemigo, mucho más que la que podía ocasionarle la violación de Floridalma. El sólo pensarlo ya le producía escozor; el hecho que lo supieran sus compañeros, lo aterrorizaba.

Luego de caminar tres días casi sin parar con ropa de civil y desarmado, atemorizado de lo que podía pasarle en ese trayecto con cualquier patrulla militar que se encontrara, pero mucho más atemorizado aún por lo que podía encontrarse al final del recorrido, llegó a su caserío. De lejos vio su vivienda, cada vez más destartalada por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.

–"Mal presagio"–, pensó. Era media tarde; prefirió esperar hasta la noche para llegar mientras observaba con atención todos los movimientos del vecindario. Ya sin luz, se acercó con extremo cuidado. Reconoció a Martina, una muchacha de una de las casas vecinas ahora ya hecha toda una mujer, que había salido del rancho a buscar leña. Luego del sobresalto inicial de la joven, los dos hablaron unas palabras en la complicidad de las sombras. Ella, asustada por el viejo vecino retornado; él, atemorizado por lo que podría escuchar.

La joven recordaba muy bien a Catalino y sabía que estaba enmontañado con los guerrilleros. Fueron unas pocas palabras cruzadas con temor, con desconfianza uno del otro. Pocas, pero suficientes para que él comprendiera lo sucedido. El ejército había pasado un año atrás matando a Casilda y a sus dos hijas mujeres; el otro varón, Jerónimo, también había sido reclutado como soldado. De su familia ahora vivía en la casa sólo su hijo mayor, Santiago, ya casado y con una hija. Pero como estaba incorporado a las fuerzas militares, casi no se mantenía en el lugar. La mayor parte del tiempo, entonces, en la casa sólo se encontraban ellas dos.

Todo eso sorprendió a Catalino, lo golpeó, lo destrozó. Aunque lo peor de toda la información fue lo que Martina le transmitió casi con espanto: hacía un par de semanas que Santiago había muerto en combate. La noticia acababa de llegar. Ayer justamente lo habían sabido.

Catalino quedó mudo y cayó de rodillas. La joven, atemorizada, huyó corriendo hacia su casa.

Por unos pocos segundos él quedó en esa posición; luego, despavorido, sin que le salieran lágrimas ni palabras y con un nudo en la garganta, se perdió en el monte. Cuando el padre de Martina salió de la casa farol en mano, Catalino ya estaba a buena distancia. Nadie se aventuró a seguirle.

Vagó por la selva toda la noche. No sabía dónde ir, qué hacer. Tres días después se presentó en la estación de policía del municipio.

–"Vengo a entregarme, señor. Maté a mi hijo"–.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...