Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

domingo, 30 de noviembre de 2014

MEXICO, GUATEMALA Y HONDURAS, ESTADOS FALLIDOS


OLLANTAY ITZAMNA*


 Las sociedades occidentales (y sus imitaciones) se forjaron y se sustentan sobre varios mitos. Uno de esos mitos es el Estado como un ente supremo garante de la integración y estabilidad de la nación. En el medioevo, el ente supremo que inyectaba sensación y sentido de seguridad y estabilidad para los reinos era el mítico Dios desconocido del lejano cielo. Para la gran mayoría de los habitantes de aquellos reinos, Dios era tan desconocido y ausente, como lo es el Estado moderno para la gran mayoría de nosotros/as. La duda y la sospecha sobre el origen y la existencia de Dios se castigaban con la pena de muerte (por herejía). Hoy, preguntarse o dudar sobre el origen del Estado o adjetivarlo como fallido, se castiga con la pena máxima (por subversivo y por traición a la patria).

Como estos mitos dan sensación y sentido de seguridad, los humanos los asumimos como acto de fe. Sólo creemos que Dios y Estado existen, pero casi nadie se pregunta sobre el origen o pone en duda la existencia de éstos. Mucho menos se atreven a ejercer el derecho humano de la desobediencia civil. Por eso, cuantos vivimos bajo estados fallidos o estados aparentes, no nos atrevemos a denunciarlos como tales, salvo cuando el dolor que nos infringen los canallas tiranos es demasiado agudo, y nos empujan de la condición de creyentes a la situación de seres pensantes.

En estos tiempos violentos y nebulosos de la tiranía neoliberal, los predadores de derechos y cazadores de defensores/as de derechos evidencian la condición de estados fallidos para algunos países. Los estados aparentes ya no sólo se desentienden de su rol esencial, garantizar el cumplimiento de derechos y construir el bien común, sino que se vuelven enemigos de todos cuantos se atreven a proclamar y defender derechos. Cuando los estados se convierten en acechadores furtivos de defensores de derechos, estamos ante un Estado fallido.

¿Por qué surgen las y los defensores comunitarios de derechos?

En nuestras sociedades medievales, adictas a los títulos y grados académicos, cuando se hace referencia a defensores/as de derechos, casi automáticamente se piensa en sujetos “profesionales” de traje y corbata. Pero, para ser defensor comunitario de derechos es suficiente tener conciencia clara de que cada ser (material o espiritual) que cohabita en la comunidad cósmica es portador de derechos. Asumir que el ejercicio de los derechos es consustancial a la dignidad. Ser conscientes que la violación de los derechos de los demás es un atentado contra la dignidad de uno mismo. Y, en consecuencia, ejercer el arte de la defensa de manera pacífica, sea mediante la desobediencia civil (resistencia) creativa u otros medios, es un imperativo categórico ineludible.

El o la defensora comunitaria es un profeta profundamente humano que aguijonea a la bestia predadora de derechos, en todas partes y por todas partes. Es consciente que gasta su vida para que florezcan los derechos para todos/as. Sabe que su horizonte está empedrado de difamaciones, cárceles, destierros, finalmente el asesinato. Pero, también está convencido que en esa apuesta inmortaliza a la dignidad humana.

Los estados modernos (democráticos) surgieron con la finalidad de reconocer y garantizar el cumplimiento de los derechos, en igualdad de condiciones, y así conseguir el bien común para todos/as. Por eso se asume que el Estado es el pueblo que hace sus propias reglas para preservar la vida, la seguridad y la propiedad privada de las personas. En eso consiste el bienestar común para el liberalismo.

Cuando un Estado no es capaz de garantizar la vida, seguridad y propiedad de las personas, entonces estamos ante un Estado débil. Si además, dicho Estado pierde el control sobre sus unidades territoriales o sectores de su población, y se instaura un confuso desorden violento persistente y creciente, entonces, estamos ante un Estado fallido con desintegración social.
Las y los defensores de derechos emergen, por lo regular, en situaciones de estados débiles o fallidos. La humanidad, por su instinto moral y su condición de “ser para y con los demás” tiende a preservar la convivencia. Por eso, ante el desorden y la ruptura del “pacto social”, y la ausencia estatal, los individuos asumen el rol de defensores de derechos. En otras palabras, las y los defensores comunitarios de derechos hacen lo que el Estado débil deja de hacer, y para contrarrestar la violencia que instaura las secuelas del Estado fallido.

¿Por qué un Estado criminaliza y persigue a defensores de derechos?

Cuando un Estado persigue y criminaliza justamente a aquellos que realizan la tarea que él deja de hacer, estamos ya no ante un Estado democrático, sino ante una tiranía criminal. El Estado predador de derechos y de defensores es un antisujeto al que ya no se le puede denominar Estado, en el sentido moderno del término. En dicha situación, el pueblo debe organizarse e impulsar un proceso constituyente amplio para crear un nuevo Estado, con nuevo ordenamiento jurídico y nuevas instituciones garantes de derechos.

Los estados democráticos, por lo regular, se pervierten y se vuelven monstruos contra la humanidad cuando son infiltrados por organizaciones criminales, o porque sus gestores y administradores padecen una crónica deficiencia intelectual y moral. En el caso de Guatemala y Honduras, las élites rectoras de las repúblicas no tuvieron la capacidad moral y mental para ampliar y consolidar el proyecto de Estado nación en los diminutos territorios. En el caso de México, el proyecto de Estado Federal que logró consolidarse casi en todo el territorio nacional, producto del debilitamiento moral y material que le ocasionó el sistema neoliberal, fue infiltrado por los narcogobiernos paralelos.

En cualquier caso, los estados fallidos se vuelven monstruos en contra de quienes fueron sus ciudadanos. Y mucho más, en contra de los defensores de derechos porque éstos, con sus acciones, se constituyen en la memoria viva y permanente del fracaso estatal.

¿Cuánto tiempo pueden subsistir los pueblos bajo estados fallidos?

Cuando en un país la violencia sangrienta se generaliza, los aparatos estatales se confunden con las estructuras del crimen organizado, el Estado pierde el legítimo monopolio de la violencia en su territorio, y emergen múltiples poderes locales paraestatales, estamos ante la evidencia que el Estado se diluye. O en el mejor de los casos, el Estado aparente está en retirada.

En esas condiciones no hay pueblo (por más estoico o creyente que éste fuera) que aguante por mucho tiempo su desintegración social violenta. El instinto de sobrevivencia en comunidad termina siempre impulsando procesos de articulación social para concertar nuevos “pactos sociales” para la refundación o creación de nuevos estados. El ser humano necesita convenir reglas de convivencia para preservar su vida, sus bienes y su seguridad.

Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina, entre 1995-2005, vivieron procesos de disolución de estados aparentes, y esa década caótica aceleró los procesos colectivos para repensar o refundar a dichos estados. En todos estos casos, los desastrosos impactos socioeconómicos del sistema neoliberal abonaron, no sólo la disolución de los estados carcomidos, sino el ímpetu social por la urgente refundación de los mismos.

¿Están los pueblos obligados a obedecer a los estados fallidos?

No. Históricamente son los pueblos que crean a los estados, y éstos tienen su razón de ser en la medida en que garantizan la convivencia pacífica, seguridad, libertad y bienestar. Cuando un Estado se diluye en su razón de ser y se vuelve tirano, quienes fueron sus ciudadanos no le deben ninguna obediencia. Más por el contrario les asiste el derecho de la desobediencia (resistencia) civil, el derecho de rebelión. Estos derechos son tan antiguos como el Estado moderno mismo. Suficiente revisar a tratadistas como Francisco Suarez (S. XVIII), Henry D. Thoreau (S.XIX). O los testimonios místicos de Gandhi, Luther King, Mandela, etc.

Pero, así como nos asiste el derecho de la desobediencia o de la rebelión, también nos desafía la obligación de pensar, plantear e impulsar proyectos participativos de nuevos estados, con sus ordenamientos jurídicos e instituciones propias. Sin propuestas de proyectos de nuevos estados, el anuncio de la situación de estados fallidos seguirá activando miedos atávicos e incertidumbres existenciales a amplios sectores conservadores de la sociedad que casi nada tienen para conservar.

* Indígena quechua, abogado y antropólogo

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Los acuerdos de post guerra (parte final)


Dagoberto Gutiérrez

A la renuncia de la post-guerra y la renuncia de la política siguió la renuncia del poder, que como podemos ver se trató de una trilogía poderosa a partir de la cual el proceso político que siguió a la guerra de 20 años dejó de amenazar el proyecto neoliberal que se montaría y también aseguró los intereses de los sectores dominantes. Se renunció a todo proyecto popular y se amarró toda posibilidad de movilización organización y formación del pueblo que sería afectado totalmente durante las próximas décadas por la política y la filosofía neoliberal.

Mas de 20 años después de estos acontecimientos, la sociedad puede darse cuenta de las consecuencias perversas sobre sus vidas; pero en aquellos momentos, toda esta política oscura fue manejada como una especie de victoria y un sentimiento de fiesta y celebración recorría la sociedad de arriba para abajo y para las personas, la paz valía la pena aunque la justicia no apareciera. Cuando los antiguos guerrilleros empezaron a aparecer de alcaldes y otros de diputados, se entendió que eso era el poder y algunos, incluso pensaban, que eso era la revolución y otros que eso era el socialismo, cuando aquí, justamente aquí, en la asunción de un cargo público y en la conversión de una persona en funcionario estaba situada, de manera inadvertida para la gran masa, la renuncia al poder y su sustitución por el acceso a los cargos públicos. Se trata de un hilo fino, invisible y a la vez poderoso.

Hemos de saber que para realizar las transformaciones que las sociedades necesitan, que suelen ser traumáticas y producen desorden porque suponen la negación de un orden y la construcción de otro orden, para hacer todo esto, se necesita contar precisamente con el poder necesario para hacerlo, se trata del poder de abajo sustentado con la organización y la movilización del pueblo y el poder de arriba con el control de los aparatos del Estado.

Cuando una fuerza política renuncia previamente al poder de abajo y desmoviliza al pueblo lo desorganiza, no tiene ninguna condición para controlar ningún aparato estatal por que carece de la fuerza política para hacer semejante cosa. Sin contar con ese poder entonces no tienes más camino que convertirte en funcionario de un aparato cuyos propietarios y controladores son los mismos de siempre, los sectores dominantes y las oligarquías tradicionales que son las que continuaron ejerciendo el poder en el país, mientras la antigua guerrilla, liberada de toda insurgencia, se hacia parte del funcionariado como cualquiera lo hace en cualquier Estado.

El poder nunca fue discutido por el nuevo actor partidario y siempre se reconoció y aceptó el poder de los oligarcas e incluso nunca se llegó a plantear ni compartir el poder, de tal modo que esta renuncia al poder se convierte en una política conservadora y reaccionaria.

Conviene saber que cuando hablamos de poder nos estamos refiriendo al poder político que es el poder de los poderes, es la madre del cordero y entendemos por poder una relación social que se da entre personas y no entre la persona y la cosa o entre la persona y la naturaleza; esta relación social se basa en la diferencia de recursos que es la segunda característica del poder, aquí se ubica lo que se llama la fuente del poder y podes preguntarte de donde viene el poder del dueño de la fabrica y has de saber que no viene del mayor conocimiento técnico del manejo de las máquinas, tampoco viene de su mayor edad o su mayor simpatía, viene a partir de que es el propietario de los medios de producción de los que dependen todos sus trabajadores, esa es la fuente de poder. El poder de un padre sobre su hijo viene de su ascendencia porque un hijo siempre es descendiente de su padre y puede ser, a su vez, ascendiente de sus hijos, esta es la fuente de poder; el tercer aspecto es que el poder puede ser o subversivo o conservador de acuerdo al uso que se le dé, para transformar la realidad o para impedir esa transformación.

Yo tengo poder político cuando cuento con el control de los aparatos de Estado que funcionan de acuerdo a mis intereses, ese poder político no funciona automáticamente, ni mecánicamente a partir de mi poder económico, debe ser construido de manera sistemática y organizada, y este es el corazón de las luchas de clases la cual consiste en definir qué clase social o que fracción de una clase social es dueña y controladora de las áreas decisivas de loa aparatos de Estado. Cuando una fuerza política renuncia a esta pelea, tal como lo hizo en su momento el recién inaugurado partido FMLN se trata de un inquilino que agradece el alojamiento, promete portarse bien y controlar toda posibilidad de desorden impidiéndolo y maniatando los espíritus de los posibles transgresores. Solamente pide manos libres para participar en el usufructo de la administración del botín de la cosa pública.

A estas alturas podemos afirmar que la oligarquía no ganó la guerra pero ganó la post-guerra, empezando porque al renunciar el partido FMLN a esta post-guerra, se sepultó a la guerra y se procedió a soterrar el episodio más hermoso de nuestra historia. Este enterramiento no puede ser considerado, en ninguna circunstancia, una victoria de pueblo, fue una victoria de sus enemigos.

A mas de 20 años de distancia la guerra empieza a ser desenterrada, muy lentamente, dolorosamente, con vergüenzas y aquella especie de alianza establecida después de la guerra parece estallar, cuando el modelo neoliberal aplicado exitosa e implacablemente en el país, hunde a la sociedad en la mayor crisis histórica conocida y así, cuando aquel partido llega a hacerse dueño del gobierno carece de amigos, no cuenta con aliados, no tiene finanzas, tampoco tiene política conocida, ni proyectos, ni líderes respetables, ni cohesión de ningún tipo, es lo más parecido a un gobierno de mercaderes que aparecen sin sonrojos, como simples clientes haciendo cola en Washington y en las oficinas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

El problema del poder sigue pendiente y ahora con mas relieve, cuando el antiguo poder oligárquico tradicional se ha esquebrajado y el inquebrantable poder filosófico y espiritual, que es el que amarra a las almas de los consumidores y votantes también está quebrado y aquel perseguido aparato del Estado, ese codiciado botín de piratas ha sido controlado por el mercado todo poderoso. Así las cosas, ocurre que gobernar es hacer negocios y obtener ganancias desde el aparato del Estado, se trata de negociar la política y en este marco las luchas por el poder pasan a ser un tema de vida o muerte precisamente, cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que entiende bien esto que estamos explicando, intenta convertir las votaciones, a contra pelo de los mismos partidos beneficiarios, en algo benéfico, civilizatorio, democrático y bienhechor.

Es cierto que varias cosas electorales establecidas a partir de los fallos de la CSJ pueden ser vistas como avances y pasos democráticos y también es cierto que lo electoral necesita de la contaminación de lo político para convertirse en movilizador y canalizador de la protesta y del reclamo del malestar y de la inconformidad. Todo esto existe en la sociedad y ha de crecer adentro y afuera de las urnas, para que no se detenga la posibilidad de una vida digna y de la supervivencia de la sociedad. Por eso decimos que el problema del poder político sigue pendiente, aunque no continuará así para siempre.

Mujica, México y la verdad incómoda: La dictadura fallida del capital


Fernando Moyano / Posta Porteña 

 En este orden mundial organizado en “categorías A, B, C” como en la dictadura, Uruguay está en un escalón medio. Es un “país tropa” a la orden de los “países jefes” para controlar a los “países pichis” como Haití. Nadie lo ha dicho más claramente que Mujica.

La descomposición del capitalismo como modo capitalista de producción -aun manteniendo su reproducción necesaria- trae la descomposición de la civilización misma. E inevitablemente consigo, la descomposición del Estado capitalista. Porque no se trataba solamente de asegurar la continuidad del capital, la cosa era hacerlo en forma presentable, aceptable por todos.

La máquina internacional compleja interestatal -en que los Estados son "piezas", tomamos este planteo de Wallerstein- se mantiene en funcionamiento, pero con muchas complicaciones. En la época de surgimiento y auge del Estado capitalista, su discurso típico fue el del Estado-nación, aunque nunca dejó de ser una máquina internacional. Cuando esa dinámica llevó a matanzas generalizadas sin fin como en las dos Guerras Mundiales, y cuando el sistema-mundo capitalista había llegado a una madurez suficiente, se instaló el discurso del "estado mundial" como nueva utopía vector de la civilización burguesa

Decía ser, lógicamente, un estado mundial democrático, solidario, defensor de los derechos humanos, y pacifista. La descolonización, y el éxito del Estado de Bienestar en ese tiempo, eran su contexto

Pero la madurez es la antesala de la vejez. El capitalismo tardío se transformó en el capitalismo decadente. El estado mundial cobró cada vez más carácter de policía mundial. El discurso burgués cambió, dejó atrás la “Patria” por la “globalización” y el “Fin de la Historia”, pero muy pronto se vio que ese fin había que apurarlo con la guerra mundial “contra el terrorismo”. Y las piezas que fallan en esa guerra serían “estados fallidos” y hay que remplazarlas por el repuesto que aporta la máquina centralizada del Estado mundial.

Eso es la intervención. Como sabemos, la ley internacional que instrumenta la paz entre los estados se construyó sobre la base del “principio de no intervención” de un estado en los asuntos del otro. Pero...

Con el nombre de “Damocles” Mario Benedetti escribía notas humorísticas de crítica social. Había una sobre un “estudiante” que rendía examen sobre la nueva filosofía política internacional, ante un tribunal. Le tocó la bolilla “Principio de No Intervención”.

·    Es un principio general, o sea que debe ser respetado invariablemente en todos los casos. A no ser, por supuesto, que deba someterse a su vez a un principio más elevado...

·    ¿Por ejemplo?

·    En Principio de Intervención.

·    Correcto, prosiga.

Es por esa razón que Uruguay participa de la ocupación militar de Haití por Naciones Unidas. En Haití habría un “estado fallido”, eso mismo que dice Mujica. Es decir, sería una pieza fallida de esa máquina interestatal de la policía mundial, que por lo tanto debería ser respuesta desde afuera, porque pone en riesgo el orden necesario para la reproducción del capital.

Porque pone en riesgo el orden necesario para la reproducción del capital. Esa es la verdadera razón, y nada tiene que ver con la institucionalidad democrática ni con los derechos humanos ni la paz social. La historia concreta de esta intervención militar ya ha demostrado cabalmente, incluso para el gobierno uruguayo que ha participado diez años en ella, que esto no significa ninguna “estabilidad” para Haití, porque ninguna estabilidad sería posible sin el respeto de su autodeterminación.

La finalidad de la intervención militar es mantener y profundizar el control sobre una fuerza de trabajo superexplotada, evitar una explosión migratoria motivada por la extrema penuria, y habilitar el saqueo de los recursos naturales. La resistencia del pueblo haitiano, la desigualdad social extrema que se perpetúa, la naturaleza reaccionaria y recalcitrante de la clase dominante, su condición colonial, han traído que la intervención, para cumplir sus fines reales, solo pueda derivar en más intervención. La inestabilidad es estructural.

En este orden mundial organizado en “categorías A, B, C” como en la dictadura, Uruguay está en un escalón medio. Es un “país tropa” a la orden de los “países jefes” para controlar a los “países pichis” como Haití. Nadie lo ha dicho más claramente que Mujica.

“Los uruguayos participamos con 13 a 15 % de nuestras FFAA en las misiones de Paz. Llevamos años y años, siempre estamos en los lugares que nos asignan, sin embargo donde se decide y reparten los recursos no existimos ni para servir el café”. Asamblea ONU, 25/09/13.

Hoy, el gobierno uruguayo se ve enfrentado a esta disyuntiva: o seguir haciendo ese papel de tropa y sirviente, o empezar a tener un mínimo de respeto por sí mismo. La participación en la ocupación de Haití es cada vez más insostenible.

Pero ¿qué pasa cuando el “pichi estado fallido” resulta ser el pinche México? La descomposición del estado capitalista es allí peor todavía. No hay ni estado de derecho ni democracia ni derechos humanos ni paz social ni estabilidad ni nada. Eso es directa consecuencia de la decadencia de la sociedad burguesa, esta barbarie es una nueva barbarie, “la barbarie como lepra de la civilización” decía Marx.

Pero Mujica mete la pata horriblemente cuando lo llama “estado fallido”. Porque ese término no fue inventado para referirse a lo que realmente pasa con las funciones del estado en un país ni las garantías de la vida de sus habitantes. Se inventó para justificar intervenciones militares imperialistas, cuando son necesarias y posibles.

No se trata de que haya un “estado fallido” y entonces la “comunidad internacional” tome cartas en el asunto. No solo tiene que ser necesario, tiene que ser posible intervenir militarmente, tiene que ser una opción que el propio imperialismo se la pueda plantear, al menos.

¿A quién se le puede ocurrir crear otro Irak al lado de Estados Unidos? Esto no tiene nada que ver con lo que efectivamente pase en México por horrible que sea, México no puede ser un estado fallido, ¿se entiende? Aunque para justificar que no haya que remontarse a la América Pre-colombina. Solamente pueden ser estados fallidos aquellos a los que se los pueda invadir y aplastar por la fuerza, y para ello los costos tienen que al menos parecer menores que los beneficios. Si la ecuación es al revés, habrá que recurrir a otra categoría.

Pero México, en verdad, ES un estado fallido. Y Haití es una intervención fallida y una falla en la teoría del estado fallido. ¿Y Mujica qué es?

Mujica es un acto fallido con patitas. Es el “emergente”, se le escapa la verdad incómoda. Ayer, que en Palestina hay un genocidio; hoy, que México es un estado fallido.

No había terminado de hablar y ya ardían las redes sociales desde México pidiendo que no se retractase. Claro, una vez que un presidente dice una verdad...

Pero un presidente no puede decir la verdad. Puede meter la mano pero no meter la pata. Meter la mano es cosa de todos los días, cualquiera de sus colegas se lo puede explicar, y además citando el Evangelio diciendo que su mano derecha no se enterará nunca dónde se metió su mano izquierda, eso está en la tapa del libro de los presidentes.

Pero decir la verdad es meter la pata.

EEUU: La lucha en Ferguson continúa


David May (Socialist Appeal CMI-EEUU)

Cerca de tres  meses después de la muerte de Michael Brown, un joven negro desarmado de 18 años de edad, Darren Wilson, el agente de policía que le disparó varias veces a pesar de que Brown había levantado los brazos en señal de rendición, permanece libre y seguramente en la clandestinidad. La región de St. Louis se encuentra tensa a la espera de la decisión del gran jurado sobre si debe o no presentar cargos en contra de Wilson. El crimen de Brown ha llamado la atención sobre el hecho escalofriante de que un promedio de dos hombres negros son asesinados por la policía cada semana en los Estados Unidos.

El asesinato de Michael Brown, sin embargo, no es más que otra repetición de este ciclo trágico. En muchos sentidos, fue "la gota que colmó el vaso", abriendo una nueva etapa en el cambio de conciencia de los jóvenes estadounidenses, y de los jóvenes negros en particular.

De acuerdo con el Proyecto de Sentencia, a partir de 2013, "uno de cada tres hombres negros norteamericanos nacidos hoy puede a ir a la cárcel en algún momento de su vida." Esta situación sólo se ha intensificado en los últimos años, y, junto con la caída en picado de las condiciones de vida y la falta de puestos de trabajo y perspectivas de la juventud, ha alcanzado un nivel intolerable. Las protestas en Ferguson y de todo el país han sido cualitativamente diferentes de eventos similares en el pasado. Una nueva generación de jóvenes está despertando políticamente y ha adquirido un sentido de su poder colectivo. Rodeados por todos lados por el racismo institucional, la intimidación policial, la brutalidad, y un futuro económico sombrío, muchos están diciendo "¡un ya basta!" y están buscando una alternativa a lo poco que ofrece el capitalismo.

"Al igual que un ejército de ocupación"

Los eventos en Ferguson repuntaron de nuevo en las dos últimas semanas de septiembre, después de pasar por un período de calma a principios de mes. A principios de septiembre, la primera reunión pública del gobierno del condado de St. Louis desde el asesinato de Michael Brown fue interrumpido por cerca de 100 manifestantes, que dijeron al jefe del gobierno local "¡ustedes son el ISIS [el nuevo grupo yihadista del Estado Islámico, NdT] para los negros!" Un intento anterior de los manifestantes de bloquear una carretera concurrida de la zona fue impedido por la policía. Luego de esto se da la quema de una estación de servicio de Ferguson, que mantiene los coches del departamento de policía, un monumento improvisado de Michael Brown en los apartamentos Canfield Green donde una vez vivió, también fue incendiado. Poco después, la policía antidisturbios se desplegó en la zona, inflamando aún más el estado de ánimo cuando varios de los policías fueron vistos vistiendo brazaletes con el slogan "Soy Darren Wilson". Esto condujo a nuevas protestas y saqueos en la noche del 27 de septiembre con disparos contra la policía, entre ellos uno que hirió a un oficial en el brazo.

Los controles de carretera, policías con cascos, chalecos antibalas y armados con rifles de asalto han hecho sus reapariciones en las intersecciones de la zona. Ferguson, que en los últimos años se le dio el título de "Ciudad Alegre de EE.UU." por una asociación empresarial local, en reconocimiento por sus parques, festivales callejeros y conciertos gratuitos, en estos días tiene más parecido con otro nombre, "Bagdad de EE.UU.," dada por el Huffington Post. Así es como luce la vida bajo el capitalismo en el siglo 21.

Una vez más, las autoridades locales hicieron que la tensa situación se pusiera peor, cuando el jefe de la policía de Ferguson, Tom Jackson emitió una disculpa en vídeo a los padres de Michael Brown. Lesley McSpadden, la madre de Brown, no se conmovió y dijo a un entrevistador de la AP que Jackson debería ser despedido, y Michael Brown padre, dijo que en vez de una disculpa preferirían ver a Darren Wilson arrestado por matar a su hijo. Después, el jefe Jackson, vestido de civil, salió de la comisaría de policía de Ferguson y trató de unirse a una marcha de protesta. Pero una riña estalló y varios manifestantes fueron detenidos. Desde entonces, las pequeñas protestas diurnas han crecido y se han convertido en grandes protestas nocturnas.

La imagen de los policía armados hasta los dientes, con gases lacrimógenos, cañones de sonido, helicópteros con luces intensas apuntando hacia abajo, y vehículos blindados en las calles de una ciudad estadounidense ha sorprendido a mucha gente. En verdad, al ver estas cosas de cerca, se tiene la sensación de estar bajo una ocupación militar extranjera. Desde el presidente Obama a Rand Paul, a varios "expertos" en los medios de comunicación, muchos han expresado su temor a este estado de cosas. Algunos han puesto en duda la política de una década del Pentágono de proporcionar a los departamentos de policía locales equipo militar. Pero a pesar de las objeciones retóricas de Obama y las de Paul, es la necesidad de mantener el sistema que ellos defienden -el capitalismo- lo que ha llevado al aumento de los cuerpos policiales.

Como explicamos en nuestro documento, Perspectivas para la Revolución de los Estados Unidos, la crisis del sistema capitalista ha tenido un impacto importante en la capacidad de la clase dominante para gobernar y mantener su posición en la sociedad. El capitalismo de Estados Unidos llegó a la cúspide de su poder en el momento de la caída de la Unión Soviética, y desde entonces, ha estado pasando por un período de declive prolongado. La crisis económica de 2008, así como la actual "recuperación" de los desempleados, sólo ha ampliado la enorme brecha entre una pequeña minoría, obscenamente rica de capitalistas en un polo de la sociedad, y la gran mayoría de la clase obrera en el extremo opuesto. Incluso organizaciones como Stratfor están preocupadas por el futuro, prediciendo de algún modo la agitación social en los EE.UU. Como señalamos en nuestro documento de perspectivas:

"En respuesta, una de las alas de la clase dominante le gustaría ofrecer algunas modestas concesiones, pero no hay dinero para hacerlo. Por otro lado, podemos ver el surgimiento de lo que puede ser descrito como leves tendencias bonapartistas parlamentarias, con una artera transgresión de las libertades civiles básicas, aumento de la vigilancia y la presencia policial, represión de las protestas, etc. Sin embargo, a diferencia de los que se encogen en un miedo casi supersticioso ante el poder del Estado, entendemos que leyes como la Ley Patriota y la vigilancia de la ANS (Agencia Nacional de Seguridad) de cualquiera y todas las comunicaciones es un signo de debilidad, no de fortaleza”.

¿Estamos de acuerdo con aquéllos que exigen que el Pentágono detenga la militarización de la policía? Sí, pero no sin señalar que con o sin este tipo de equipo militar, el rol que juegan las fuerzas de policía en la sociedad sigue siendo el mismo. Por ejemplo, las fuerzas de policía en la era de los Derechos Civiles "sólo" tenían porras, pistolas, perros y cañones agua, y sin embargo, reprimían brutalmente el movimiento. Las fuerzas policiales son una parte de la maquinaria del Estado capitalista, y serán utilizadas para romper huelgas, criminalizar a segmentos enteros de la población, disolver las protestas, y en general ser utilizadas como ariete para mantener a la clase obrera "en su sitio".

"¿Control de la Comunidad?"


En respuesta a las tácticas de control con mano dura, muchos han exigido el "control comunitario" de la policía, donde incluso algunos grupos de izquierda se han hecho eco de la misma demanda. Si bien entendemos lo que muchas personas tratan de decir cuando exigen el "control de la comunidad sobre la policía," hay que señalar que esta idea es en realidad engañosa. Antes de que se pueda hablar en serio de control de la policía, tenemos que preguntarnos, ¿quién controla el Estado? Para los marxistas, el Estado incluye la policía, los tribunales, las prisiones, los militares, todos los departamentos del gobierno, así como el Congreso de Estados Unidos, el Estado y los gobiernos locales. El Estado no existe en el vacío, sino que es creado por la sociedad que la rodea. Vivimos en una sociedad de clases, donde en un extremo hay una pequeña minoría, la clase capitalista, que a través de su propiedad de los bancos y las grandes corporaciones tiene un enorme poder concentrado en sus manos. En el otro extremo se encuentra la gran mayoría, a la clase trabajadora. En la sociedad capitalista, son los capitalistas los que forman la clase dominante, con el apoyo de los generales de las fuerzas armadas, la administración pública, entre otros, lo que significa que son los que en última instancia "tienen el sartén por el mango". En resumen, el Estado actual está diseñado para servir a sus intereses y mantener el capitalismo.

Hoy en día en los Estados Unidos, muchos funcionarios, como los miembros del Congreso y el Presidente son elegidos cada dos o seis años. A nivel estatal y local, los representantes locales, los jueces, los consejos escolares, alcaldes y algunos jefes de policía también son elegidos. Sin embargo, estos funcionarios electos representan sólo una pequeña minoría de todas las personas que trabajan en una u otra forma dentro del Estado. La mayoría son personas trabajadoras regulares, al igual que los trabajadores de correos y maestros. Pero hay otra capa en el extremo superior de la función pública, un "ejército no elegido" de personas que están a cargo de ejecutar muchos aspectos del día a día de la sociedad y que tienen una enorme cantidad de poder. Van desde los Generales y Almirantes, el Jefe del Estado Mayor, en el Pentágono, el FBI, la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad, hasta los departamentos estatales y locales de la policía y las diferentes agencias y departamentos del gobierno. Luego está la Corte Suprema no elegida y nombrada de por vida. No nos equivoquemos al respecto: estas personas están muy estrechamente ligados a la clase capitalista y son expertos en el funcionamiento de la sociedad en los intereses de la minoría, en contra de los intereses y deseos de la mayoría.

En realidad, a pesar de la elección de algunos funcionarios del Estado bajo el capitalismo, quienes a su vez no están bajo ningún "control" real de la clase obrera, una vez que son elegidos, la gran mayoría de los que tienen el poder real en el Estado son desconocidos y están fuera de cualquier "control " por la clase trabajadora que constituye la mayor parte de los votantes y la población. Si no podemos realmente "controlar" el Congreso o el presidente, ¿cómo podemos controlar a los policías no elegidos y que no rinden cuentas, y que están en primera línea frente del Estado capitalista? Incluso si, por ejemplo, hubiera un partido obrero de masas en los Estados Unidos que eligiera a muchas personas al Congreso sobre un programa socialista, su capacidad para aplicar plenamente la voluntad de la mayoría se vería obstaculizada y saboteada por esta burocracia estatal.

Los policías son una fuerza armada organizada. ¿Cómo podemos nosotros, la clase trabajadora, siendo una fuerza desarmada no organizada, tomar el control de la policía? Eso nunca ha sucedido en la historia, y por desgracia, nunca lo hará. Como León Trotsky explicó una vez: "En cuestiones de la vida y la muerte, los argumentos basados en la razón nunca han sustituido a los argumentos de la fuerza. Esto puede ser triste, pero así es. No somos nosotros los que hemos hecho este mundo, no podemos hacer nada... excepto tomarlo tal como es.” La verdad es que nunca podremos controlar el Estado capitalista y sus fuerzas de policía (o el Ejército o cualquier otro componente clave del Estado).

En concreto, en aquellas ciudades donde algo parecido a lo que algunos han llamado "control comunitario" se ha logrado, estos han sido en su mayoría "juntas civiles." Sin embargo, no hay mucho "control" genuino con estas juntas, ya que sólo son capaces de revisar los casos después de los hechos. Ellos no ejercen ningún control real sobre la policía. En el caso de Ferguson, hasta ahora el jefe de la policía local, ni siquiera se ha visto obligado a dimitir, y mucho menos hay alguna posibilidad real de "control de la comunidad".

Otra idea propuesta para cambiar la forma en que las fuerzas de policía de Ferguson y otras partes similares operan es contratar a más agentes de policía negros, o por lo menos, agentes de la policía que realmente vivan en las comunidades a las que se supone deben servir. Si bien entendemos la motivación de esta demanda, una vez más tenemos que señalar que esto no va a solucionar el problema de fondo. La policía en muchas partes del país, especialmente en las comunidades predominantemente negras, se parece mucho más a los soldados que patrullaban un lugar como Faluya, Irak, que a Barney Fife caminando tranquilamente en torno a la pequeña ciudad de Mayberry, en Carolina del Norte.

Hay una mentalidad de "nosotros contra ellos" en muchos departamentos de policía, lo cual es un reflejo de la realidad material. Financieramente hablando, para cubrir sus presupuestos crecientes, después de todo, ¡tienen que pagar por ese nuevo vehículo blindado! Muchos departamentos -fijan cuotas exigentes para multas e infracciones añadiendo una carga adicional sobre los trabajadores y los trabajadores pobres, que a menudo se ven envueltos en órdenes judiciales por cosas como la falta de pago de multas de tráfico o por un registro del vehículo tardío. En Ferguson y los otros municipios que lo rodean, "la Corte Nocturna" siente como que el feudalismo nunca se abolió realmente, con largas filas de gente esperando para pagar pequeñas cuotas para el local barón ladrón ( juez) o para pedir un poco más de tiempo .

Estos departamentos de policía "flexionan sus músculos" sobre una base diaria, acosando residentes en los barrios más pobres con detenciones "al azar", mantenimiento altas tasas de arresto haciendo un gran esfuerzo incluso por ir tras de las más insignificantes ofensas (delitos o faltas percibidas), patrullando como soldados que someten a una población extranjera rebelde, y en general aterrorizando a los residentes y especialmente a los jóvenes. En concreto, es más fácil para estos departamentos de policía utilizar "gente de fuera", como su ejército sobre el terreno, debido a que estos funcionarios tienen poca o ninguna conexión directa con las personas y comunidades a las que "sirven". También hace que la moral entre la policía sea más fácil de manejar. Si estos mismos departamentos se basaran en los oficiales de los mismos barrios, sería más difícil mantener la moral. Pero la simple contratación de agentes de policía negros en comunidades como Ferguson no va a "resolver" nada, porque al final del día, la propia institución y su propósito siguen siendo contrarios a los intereses de la mayoría.

Esto no quiere decir que todos o incluso la mayoría de los oficiales de policía sean máquinas racistas sin sentimientos Para muestra un ejemplo, especialmente en instituciones como las fuerzas de la policía, se puede encontrar verdaderamente exhibiciones repugnantes de seres humanos, envenenados por el odio, el racismo, el sexismo y los "ismos" que aún no han sido categorizados. Sin embargo, estos son una minoría. En el caso de Ferguson, por ejemplo, después de la primera semana de grandes enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, varios departamentos de policía del área que llegaron como refuerzos se retiraron de la zona, todos citando diferentes razones del porqué de su decisión, a pesar del hecho de que "la ley y el orden" aún no se había establecido. Una razón probable fue el hecho de que a medida que las cosas se intensificaron, muchos, o por lo menos un par de agentes de la base de oficiales, debieron tener fuertes dudas u oposición de ser utilizados para reprimir. Por ejemplo, ya que aún no ha sido acusado o dado ninguna entrevista, ni siquiera sabemos si el propio Darren Wilson es un racista, o lo que lo motivó a matar a Michael Brown. Posiblemente, lo que llevó a matar a Wilson Brown fue lo mismo que empuja a los soldados a matar a civiles en las ocupaciones militares en el extranjero, "miedo". Cuando se viste a la gente con uniformes y se les da armas y se les hace que patrullen a diario, rodeado de personas que los hacen ver como el "enemigo," ocurrirán tragedias como ésta. En este sentido, hay que decir que la muerte de Michael Brown fue un crimen cometido por el capitalismo, que utiliza agentes de policía como perros de ataque, sólo para mantener el sistema en descomposición.

Las demandas como el "control comunitario de la policía", por tanto, pueden ser bien intencionadas, pero en la práctica sólo pueden servir para desorientar y confundir a aquellos que están tratando de encontrar una alternativa. Lo que debemos explicar es la necesidad de un tipo diferente de Estado, un Estado obrero, en el que la mayoría controlaría no sólo las palancas fundamentales de la economía, sino del gobierno también. Esto transformaría por completo las relaciones entre las personas y el carácter del Estado. La necesidad de la policía que se coloca por encima del resto de la población es una función de la sociedad capitalista y la escasez. Sobre la base de la abundancia socialista, no habría ninguna necesidad objetiva de una fuerza tal.

Elección 2014

McCulloch, un demócrata, gobierna sin oposición, sin embargo, más de 10.000 votantes escribieron nombres en las listas de candidatos en su contra (presumiblemente, muchos de ellos decían "Mike Brown"). En octubre, Zaki Baruti, un antiguo activista de la zona que era una de las caras públicas de las protestas Ferguson, comenzó una campaña a favor de una candidatura independiente para ejecutivos del condado de St. Louis, centrándose en la demanda para eliminar a McCulloch de su cargo. Baruti recibió alrededor de 33.000 votos en la elección local de un total de aproximadamente 275.000 votos emitidos en una elección de baja participación. Mientras que su campaña fue organizada como un voto de protesta a menos de un mes antes de la elección, y carecía de recursos más allá de la información persona a persona y pancartas en las manifestaciones, el propio voto de protesta se dividió por partes entre la clase dirigente Demócrata local y un ala de la dirección del movimiento de las protestas de Ferguson.

El Partido Demócrata, sin duda ha estado pasando por una crisis. En el condado de St. Louis, que vota principalmente Democrátas, el partido local ha dado desde hace mucho tiempo a los votantes negros como seguros. El ejecutivo local, que envió al departamento de policía militarizada del condado era un Demócrata, y el gobernador del estado quien llevó a la Guardia Nacional y la Patrulla de Caminos es también un Demócrata. No mucho tiempo después del anuncio de la campaña de Zaki Baruti, un grupo de oficiales electos del área Demócrata negra anunciaron que estaban llamando a los votantes a apoyar a Rick Stream, el candidato Republicano para ejecutivo del condado. Su motivación para apoyar al Republicano, quien entre otras cosas apoya las leyes más duras para los votantes que sólo presentan un documento de identificación, restringir el acceso a abortos, etc. era para "enviar un mensaje" a la dirección del partido Demócrata local y, al hacerlo, de alguna manera ganar "influencia" en el partido. Por cierto, los dos principales candidatos de los partidos estaban de acuerdo en una cosa: que si las protestas estallan en el futuro, que están a favor de la institución de la ley marcial. Al final, el candidato Demócrata, Steve Stenger, que está estrechamente vinculada a Bob McCulloch, pudo ganar la elección.

La lucha en Ferguson ha molestado a la vieja dinámica, pero es imposible crear una alternativa real para el "status quo" dentro de los límites de los dos partidos que defienden ¡lo mismo! Seamos claros: esto no es nada más que "el mal mayor" y al igual que su gemelo "el mal menor," que traen el mismo resultado: el mal. La única alternativa real para los dos partidos que defienden el statu quo del racismo, la desigualdad, y el capitalismo es romper con ellos y formar un partido obrero de masas que luche por políticas socialistas.

La farsa judicial

Una de las demandas concretas del movimiento de protesta fue la remoción de Robert McCulloch, el Fiscal del Condado de St. Louis. Durante la última década, la oficina de McCulloch ha llevado casos de homicidios de la policía a los tribunales sólo 4 veces, y en cada caso falló a favor de los policías involucrados, incluyendo un caso de 2011 en que los policías del condado fueron capturados con un video disparando a muerte a dos hombres desarmados mientras estaban sentados en un automóvil estacionado fuera de un restaurante de comida rápida.

A pesar del desencadenamiento de protestas masivas, y del incómodo foco de atención de los medios de comunicación, poniendo en apuros a las autoridades locales, el gobernador Demócrata del estado, Jay Nixon, ha permitido a su compañero Demócrata McCulloch mantener su puesto de trabajo y dirigir el curso que los tribunales toman en este caso. Un gran jurado ha sido convocado el cual decidirá si procede o no con los cargos en contra de Darren Wilson en el transcurso del año. Sin embargo, en lugar que la oficina del Fiscal abra un caso al gran jurado a favor o en contra de los cargos a Wilson, simplemente han descargado la masa desorganizada de evidencias sobre el jurado y le ha dicho a los juristas que tomen su propia decisión.

Esto podría parecer a primera vista "imparcial", pero en realidad, nueve de cada diez veces en casos como éste, cuando se le preguntó a un gran jurado "tomar su propia decisión" para acusar o no a un oficial de policía, ellos no votaron la acusación. Los miembros del jurado son, en efecto, residentes locales democráticamente no "acabados”, no son "profesionales" legales, y dentro de los confines de las salas de audiencias pueden ser susceptibles a la influencia de los abogados y los jueces. Es muy claro que McCulloch está tratando de dirigir los tribunales lejos de cualquier juicio a Darren Wilson, al tratar de protegerse a sí mismo y los demás profesionales y respetables verdugos en el sistema de "justicia", de la evidente ira popular si se le permite salir libre a Wilson. Hasta el momento, parece que todavía se está preparando otra farsa judicial, y, como señalamos en un artículo anterior, los tribunales probablemente tratarán a Darren Wilson con guantes de seda.

¿Por qué está pasando esto? En los Estados Unidos, muchas personas ponen una gran cantidad de confianza en los jueces, fiscales, y en la supuesta "imparcialidad" de los tribunales. Los programas de televisión como "Ley y Orden" y "CSI" siguen siendo populares debido al "valor de entretenimiento" de un asesinato-misterio sino que también sirven para reforzar la fe de muchos en la imparcialidad y la objetividad del sistema legal. Pero la realidad es muy diferente. Vivimos en una sociedad de clases, y la justicia como tal, es la justicia para la minoría rica, no la mayoría trabajadora.

Formalmente hablando, todos somos "iguales ante la ley." Durante más de 50 años, a los trabajadores negros y los jóvenes también se les han garantizado la igualdad formal ante la ley. Sin embargo, el estadista griego Solón lo planteó así: "Las leyes son como las telas de araña, los pequeños cae en ellas los atrapan, pero los grandes las rompen y escapan." La igualdad formal sobre el papel no significa una verdadera igualdad. Lo que llamamos "la ley" en la sociedad capitalista no es la ley en abstracto, fuera del tiempo y el espacio, sino que es la ley burguesa. En última instancia, Michael Brown no fue asesinado por cualquier "crimen". Lo mataron porque en esta sociedad desigual, brutal, la maquinaria de los tribunales, la policía, el ejército, se utiliza como un regulador entre los que tienen y los que no tienen el Estado.

El papel de los tribunales en el capitalismo en situaciones como ésta es de algún modo diferente al papel desempeñado por la policía. Mientras que la policía usa armas como porras, cañones de sonido y gases lacrimógenos para hacer retroceder a las masas, los tribunales utilizan el manto de la "imparcialidad", centrando la atención en pequeños detalles y procedimientos secretos que consumen mucho tiempo. Su objetivo es "enfriar" el movimiento para y, finalmente, disminuir aún más el movimiento de la lenta roca de la "justicia", como los "expertos", quienes están alejados de la gran mayoría de la sociedad, y que deciden los grandes temas entre sí.

Los defensores "respetables" del status quo como el presidente Obama, el fiscal general Eric Holder, Jay Nixon y Robert McCulloch no están dispuestos a hacer concesiones reales, a pesar de la seria advertencia que representan las protestas y enfrentamientos. Esto se debe a que en una época de austeridad, la única manera de que puedan defender el statu quo es por la fuerza. Así como millones vieron por sí mismos los enfrentamientos en Ferguson, que esto no significa sólo el uso de la fuerza sino un exceso de fuerza brutal. El capitalismo simplemente no tiene nada que ofrecer a la clase obrera y la juventud. El sistema no puede proporcionar a los jóvenes puestos de trabajo o un futuro. Ellos quieren seguir usando la fuerza policial como un ariete para atomizar a la clase obrera, y para asegurarse de que la mayoría se mantenga a raya y no trate de influir en el curso de los acontecimientos en la sociedad. El mensaje que están enviando es muy claro, a pesar de las cortinas de humo sobre una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos en los acontecimientos, y de las súplicas de Obama a la calma y la moderación. Sin embargo, como la erupción de las protestas en agosto demostró, los trabajadores negros y los jóvenes en particular, han llegado al límite de su paciencia.

Socialist Appeal exige que Darren Wilson sea acusado y juzgado en un tribunal libre de interferencias como las de McCulloch. Pero hay que tener claro que, no importa cómo transcurra el proceso contra Darren Wilson, a menos que nos deshagamos de este sistema podrido, habrá más "Michael Browns" en el futuro.

martes, 25 de noviembre de 2014

“Los 43 que faltan: normalistas desaparecidos”, parte 1 y 2 (documental de ‘VICE’)

VICE News viajó a Iguala, Guerrero, donde fueron desaparecidos 43 estudiantes de Ayotzinapa. También estuvo en las protestas por lo ocurrido. Aquí su reportaje (Para activar los subtítulos en español haz clic en el ícono de ajustes del reproductor).




¿Orden o caos para México?


 Raúl Torres Salmerón

Un interesante artículo titulado ¿Orden o caos en México? escrito por el profesor e investigador del Colegio de Filosofía de la BUAP, José Antonio Robledo y Meza, enviado a este espacio por correo electrónico, describe las opciones del México que vivimos hoy.

Por su interés y profundidad, a continuación el artículo:

Si por Soberanía popular entendemos el principio teórico en el que se basan todas las concepciones de la democracia y aquella es la fuente de todo poder y autoridad, entonces afirmo que la pérdida de soberanía popular en México es un hecho.

Como doctrina política moderna la soberanía popular indica que son los integrantes de un pueblo -unidad histórica de costumbres y hábitos de vida en común- quienes acuerdan formar un Estado para gobernarse mejor en forma soberana (sin otro poder por encima de él). Y si el pueblo constituye el Estado, entonces es a él a quien corresponde controlarlo y cambiarlo si lo cree conveniente. En esta concepción el pueblo no debe nada a sus gobernantes, que son servidores, escribientes o mensajeros de la voluntad popular.

Ahora bien, ¿qué lugar ocupan las minorías, los expertos y las élites en el concepto de pueblo? En otras palabras ¿qué lugar ocupa el disenso dentro del consenso?

Asumamos que hoy día es común aceptar que en México priva el caos. ¿Qué significa esto? Esta percepción de caos nos permite seguir afirmando que la organización del Estado es tal que el poder se asiente sobre el consentimiento del pueblo y éste determina la acción del Estado ¿En verdad vivimos bajo el incondicionado imperio de la Ley? ¿Hay autoridades reconocidas como legítimas por la población?

Acaso ¿el contrato político se habrá perdido en un bazar de antigüedades? ¿Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial andarán de parranda? ¿Hay alguna duda de que los hechos recientes nos muestran un México sin autoridades? ¿La calidad de las elecciones de representantes son congruentes con los principios de la teoría de la Soberanía popular? ¿Qué hay con la actuación de la Comisión de Derechos Humanos?

Ahora bien, si no es el principio de la soberanía popular, entonces ¿cuál es el principio sobre el cual se asienta el poder del Estado mexicano? ¿Lo que priva es algo distinto a un sistema democrático? ¿En qué tipo de sistema vivimos en los hechos? ¿A quién beneficia el actual estado de cosas y, por lo tanto, quienes pierden? ¿Son los intereses de las élites quienes han sustituido, en los hechos, la Soberanía popular? Para restaurar su soberanía ¿es necesario que el pueblo, ejerciendo su derecho de resistencia, actúe fuera del derecho para restablecerla?

Para describir, explicar, comprender el proceso de deterioro de la soberanía popular e intentar formular el problema que nos lleve a superar el caos existente hace necesario un esfuerzo colectivo –político- para responder cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué nos encontramos en semejante situación.

No se trata de enlistar hechos aislados solamente -aunque éstos son pistas que hay que considerar-, sino construir una perspectiva que nos permita problematizar para buscar soluciones. ¿Quiénes han negociado con los poderes del crimen organizado de México? ¿Será posible detener el avance del crimen organizado? ¿Cuándo? ¿Será posible dar escuela o empleo a los mexicanos de entre 15 y 30 años? ¿Cuándo? ¿Será posible incrementar la calidad de vida de los mexicanos sin mercado laboral? ¿Cuándo?

Aunque los hechos en sí sean indiscutibles —hay división tripartita en la votación de 2012, hay rechazados en las escuelas, ha crecido el desempleo, hay un resultado sangriento como resultado de la guerra contra el crimen organizado—, queremos saber cómo han ocurrido. ¿Cuál son las causas? ¿Quiénes han intervenido? ¿Por qué lo han hecho? ¿Cuándo, dónde, con qué medios? Necesitamos los detalles, precisiones circunstanciales de persona, lugar, tiempo, modo y causa, sin las cuales nos sentimos incapacitados para conjeturar. Necesitamos acopiar información de por qué medios, en qué lugar, en qué día, a qué hora, cómo y a propósito de qué decidieron. Cada una de las preguntas reclaman información circunstancial. Quién, cuándo, dónde, cómo, con qué medios y por qué, suscitan una cuestión.

Por ejemplo. Cabe estar de acuerdo en los hechos (Abarca llegó a la presidencia municipal de Iguala), pero no en las circunstancias (no es cierto que ocurriera como se dice: no es cierto que fueran los “Chuchos” los que lo avalarán, no es cierto que se tratara de un acuerdo cupular del PRD, no es cierto que el presidente del partido estuviera informado). Sin salir de las causas caben muy diversas discrepancias: fue un acuerdo entre políticos y el crimen organizado, un error de apreciación, etc. Lo que debemos analizar no es si Abarca llegó mediante un acuerdo entre el crimen organizado-sistema político, lo que no está claro es quienes establecieron ese acuerdo.

Este es solo un ejemplo de lo que debemos intentar. Algo mucho más complejo. Debemos preguntarnos por cuál es la ley de estabilidad del Estado mexicano y cuál la ley de variabilidad. Cuándo menciono la ley de estabilidad me estoy refiriendo a los elementos que hoy día dan coherencia y estructuración sistemática al Estado mexicano dentro del concierto de Estados nacionales. Hablar de la ley de variabilidad me estoy refiriendo a los elementos que nos están anunciando la llegada de otro orden distinto. ¿Qué es aquello que permite la conservación y estabilización del Estado mexicano? ¿Qué es aquello que nos está obligando a la superación y trasformación del orden vigente?

Se convierte en habitual escuchar o leer que México vive en el caos. Si esto es así, entonces debemos preguntarnos sobre qué debe emerger para superar la caída. También es necesario establecer una dirección (ética) para dejar este vaivén sin dirección alguna. Si los mexicanos hemos construido nuestro propio caos ¿qué puede regresarnos al orden?

Si el caos se identifica con desorientación, entonces es necesario construir un método que permita organizarnos a los mexicanos de manera distinta a la condición actual. Para ello es necesario discutir y establecer acuerdos en torno a una idea de finalidad (ética) que incluya una propuesta de acción inteligente (política). Se trata de construir un camino a partir del caos existente que nos conduzca a una sociedad con mejores relaciones económicas, políticas y culturales.

Hasta aquí el interesante texto que mueve a una reflexión profunda. Seguiremos en el tema.

GRAN MOVILIZACIÓN DE ANTORCHA


En una impresionante demostración de fuerza, a lo largo de este con motivo de celebrar los 40 años de la fundación del Movimiento Antorchista Nacional, reunió a 950 mil mexicanos en distintos puntos del territorio nacional.

El último evento de este año reunió a 160 mil antorchistas en un evento encabezado por el dirigente nacional, el poblano Aquiles Córdova Morán, el pasado domingo 16 de noviembre, en el Estadio Azteca de la ciudad de México.

El discurso de Córdova Morán se centró en la urgencia de repartir equitativamente la riqueza para, de esta forma, detener la pobreza creciente en México que provoca hambre, enfermedades y desamparo en millones de seres humanos, situación que es fruto de políticas deliberadas para fomentar la riqueza en pocas manos, que no se van a acabar espontáneamente sino con una acción coordinada y masiva que logre un reparto equitativo de la riqueza que genera el trabajo colectivo.

La aplicación de la Constitución en este país es primordial para garantizar una mejor distribución de la riqueza, pues ahí están escritos los derechos de los mexicanos, mismos que ahora se violan.

Córdova Morán hizo un llamado a que los millones de mexicanos pobres se organicen con Antorcha y ganen el poder de una forma democrática y pacífica, pues sólo una gran fuerza social organizada con propósitos distintos al enriquecimiento de unos cuantos terminará con la pobreza.

En el cierre de los festejos por el 40 Aniversario del Antorchismo, los miles de asistentes presenciaron un programa cultural con cuadros del folclor chino, así como canto y música, a cargo de los grupos culturales del Movimiento Antorchista.

PRESION A GRANJAS CARROLL

Un grupo político de la región de Cuyoaco, ha empezado a presionar a la empresa Granjas Carroll de México para que compre más cebada porque en la Central de Malta no les compraron el producto por mala calidad y ahora quieren que a fuerza se les compre.

Granjas Carroll de México (GCM), ha mantenido su convenio de agricultura por contrato con los productores de cebada de la zona de Cuyoaco por 4 años consecutivos 58 mil toneladas de cebada por lo que ha generado una derrama económica por más de 220 millones de pesos para los campesinos poblanos, informó el Director de Relaciones Públicas, Tito Tablada Cortés.

Desde 2011 la empresa con la intervención del gobernador Rafael Moreno Valle, firmó un acuerdo de Agricultura por Contrato mediante la cual los productores de cebada de Cuyoaco venderían a GCM su producto mediante el acopio local.

Asimismo, los granos que se adquieren para la alimentación de los porcinos deben cumplir con parámetros de calidad que se exigen a todos los proveedores, situación que ha sido aceptada por los productores poblanos, desde la firma del acuerdo.

Tablada Cortés refirió que es necesario aclarar que este año, gracias a las lluvias se tuvo una buena cosecha, sin embargo, el exceso de humedad hizo que la cebada se les germinara a un número importante de productores, razón por la cual Impulsora Agrícola (que compra para la Central de Malta) no se las recibió y esos productores buscan que Granjas Carroll les compre su cosecha. Hay sobreoferta, señaló.

Granjas Carroll mantiene el compromiso de, como dice su lema, ‘Alimentar a nuestro México’ con carne de cerdo de calidad y es por eso que los insumos deben tener ese mismo control de calidad.

Incluso, a fin de incrementar sus compras de grano en el Estado de Puebla, para 2015 GCM espera abrir su programa de Agricultura por Contrato a trigo y maíz, dijo finalmente Tablada Cortés.

En fin, como dicen las coplas:

La vida del hombre pobre,

¡qué vida tan lamentable!

Cuando espera alguna dicha,

al revés siempre le sale.

--

Cuando el pobre se enamora,

viene el rico y le atraviesa,

y el pobre queda diciendo:

¡Ay, Dios mío, qué pobreza!



raultorress@hotmail.com

lunes, 24 de noviembre de 2014

Milicias Populares acusan a Peña de embestida contra manifestantes


José Gil Olmos

Las Milicias Populares "Basta Ya" en una imagen extraída de su comunicado.
Foto: Especial


MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Las Milicias Populares “Basta Ya” (MPBY) que el pasado 6 de octubre irrumpieron en la escena pública con una condena por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, acusaron al gobierno de Enrique Peña Nieto de ‘infiltrar’ las manifestaciones y de orquestar una campaña de desprestigio en contra del movimiento social que apoya a los familiares de los normalistas.

En un comunicado y en un video entregado a esta agencia, el movimiento del que no se tenía mayor información hasta ahora, precisa que no proviene de ninguna otra agrupación guerrillera, como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) o las Fuerzas Armadas Revolucionarias- Liberación del Pueblo (FAR-LP).

“Desde nuestra aparición se nos ha querido ligar o relacionar con otras organizaciones como el ERPI, el EZLN, el EPR y las FAR-LP, aclaramos no somos rama o parte de alguna de estas organizaciones u otra. Ni siquiera tenemos coordinación con ellas. El Estado mafioso intenta ocultar el accionar de nuestra organización y a la vez monta escenas vandálicas con agentes infiltrados para justificar la represión. Viola la autonomía universitaria buscando guerrilleros mientras niega nuestra existencia. Todo es parte de la guerra asimétrica, contrainsurgente, de cuarta generación, que tiene como ingrediente fundamental la manipulación propagandística”, sostiene.




Las Milicias Populares también hicieron llegar un video en el que aparecen tres de sus integrantes, los cuales se hacen llamar “Cecilia”, Rodolfo” y “Martín”. Los tres aparecen con el rostro cubierto, lo mismo que las manos y cualquier parte del cuerpo que los pudiese identificar. En el video, envían un mensaje en el que denuncian las acciones emprendidas por el gobierno de Peña en contra del movimiento social y de las nuevas agrupaciones guerrilleras.

En dicha grabación –la primera en la que se da a conocer una imagen suya– las MPBY reiteran su decisión por la lucha armada y acusan al gobierno federal de militarizar la vida nacional, criminalizar la protesta social para descalificarla y hacer uso de la infiltración de las manifestaciones y el uso de sicarios para reprimir el movimiento gestado en torno de los normalistas desaparecidos de la escuela rural de Ayotzinapa.

Las Milicias Populares vuelven a reivindicarse la explosión en la tienda Soriana ubicada en Valle de Aragón, municipio de Ecatepec, Estado de México, el pasado 12 de noviembre.

Hasta ahora, el grupo sedicioso sólo se había dado a conocer por dos comunicados difundidos el 6 y 10 de octubre último en el estado de Guerrero. En ambos reportes, acusan al Ejército de complicidad en el ataque y desaparición de los normalistas rurales y aseguran que esta acción muestra que el Estado mexicano “creó desarrolló y protege a su propia delincuencia organizada y la usa o desecha según sus propias necesidades económicas y políticas”.

En el nuevo comunicado y en el mensaje grabado que hicieron llegar a Apro, el nuevo grupo guerrillero sostiene que “ante el auge de la insurgencia cívica popular y la reorganización y surgimiento de nuevas organizaciones revolucionarias clandestinas el estado enfila toda su fuerza en varias direcciones”.

Entre ellas, señala, el “bombardeo mediático” con el que intenta “que la rebeldía de los de abajo adopte los puntos de vista de los de arriba”, al mismo tiempo que promueve la no violencia y el pacifismo a ultranza que la militarización, la infiltración y el uso de sicarios.

Señala sobre todo que se está haciendo uso de la “infiltración por lo cual el nuevo reto es “identificar a los agentes gubernamentales disfrazados de activistas”.

Con fecha del 20 de noviembre, el día que se realizaron diversas marchas en el extranjero y en varios estados del país exigiendo justicia para los 43 estudiantes normalistas desaparecidos el 26 de septiembre, que en la ciudad de México terminó con la represión policiaca en el Zócalo tras la incitación de provocadores embozados, las milicias sostienen en sus partes informativos que estas “maniobras de infiltración han sido claves para dividir, encarcelar y cooptar al interior de diferentes organizaciones de masas y clandestinas”.

En este sentido, sostienen que esta estrategia de infiltración “busca anular la efectividad política de las organizaciones de abajo, busca justificar la represión, busca desprestigiar a las diferentes formas de lucha popular y en el caso actual busca mantener las protestas dentro de los límites controlables por el sistema y califican de provocadores a todos los que no se limitan a la protesta pacífica permitida y hacen eco de los argumentos exaltantes de un pacifismo y una violencia de los de abajo”.

Precisan en el comunicado: “Los infiltrados, existen y han existido, tanto en las organizaciones de masas, en los sindicatos, en el movimiento estudiantil, por ejemplo, Graco Ramírez, el gobernador perredista de Morelos fue infiltrado en el 68. Algunos son “rojísimos” y otros “nadan de muertito”. Las maniobras de infiltración han sido claves para dividir, encarcelar y cooptar al interior de diferentes organizaciones de masas y clandestinas.

“La infiltración busca anular la efectividad política de las organizaciones de abajo, busca justificar la represión, busca desprestigiar a las diferentes formas de lucha popular y en el caso actual busca mantener las protestas dentro de límites controlables por el sistema. El gobierno estadunidense pide calma y nos exhorta a los mexicanos a no violentarnos. La embestida de las televisoras contra la combatividad popular es infame”.

Recuerda la agrupación que tanto el primero de diciembre de 2012 cuando Peña Nieto tomó posesión, como el día de la quema de la puerta de Palacio Nacional “hubo agentes encubiertos y lo hicieron de manera notoria para luego, intentar hacer creer que la combatividad es indicadora de que se trata de infiltrados, provocadores y de esa manera sembrar desconfianza y desunión al interior de la insurgencia cívica-popular”.

El nuevo grupo guerrillero, que se suma a los cinco ya existentes en varias zonas del país, justifican la lucha armadas.

“La violencia desde abajo siempre ha sido respuesta necesaria cuando ya no queda de otra ante la violencia de los explotadores. Esta violencia no es un fin sino un medio, pasajero y que, dependiendo de la movilización popular organizada y combativa se convierte en un elemento menos importante aunque imprescindible en la resistencia anticapitalista”.

Limitarse a las vías electorales o legales, advierte, sólo beneficiaran a los grupos gobernante, empresariales y militares que han creado un “Estado mafioso”.

Finalmente hacen un llamado a la organización y rechazan la versión del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, de que los normalistas fueron incinerados por el crimen organizado.

“Quieren engatusarnos diciéndonos que los 43 desaparecidos son cenizas que el agua se llevó. Lo que en verdad buscan diluir es nuestra indignación. Estén donde estén mantengámoslos vivos, sigamos buscándolos, hagamos que nuestro dolor y coraje se vuelvan lucha organizada, no abandonemos la movilización combativa de masas. Es el momento de arrancarle al Estado la liberación de todos los presos políticos del país y el respeto a las distintas formas de autodefensa con que los pueblos decidan enfrentar a la delincuencia organizada de Estado”.

Atilio Borón y el “mal menor” de los comunistas light


Atawallpa Oviedo Freire


“El hecho de utilizar el recurso del mal menor conlleva un riesgo moral porque los seres humanos son sumamente hábiles para inventar buenas intenciones, ingeniándoselas para desarrollar excusas aceptables en relación con consecuencias atroces”.


 Michael Ignatieff, “Democracia y mal menor”.


Atilio Borón escribió 2 artículos: La izquierda y el ballotage en Brasil (1) y Brasil: victoria pírrica y después (2) que merecen comentarse, por la relación que tiene él con los gobiernos progresistas y además porque es un reconocido intelectual y militante del comunismo latinoamericano.

Realmente me ha resultado muy difícil entender a los marxistas, especialmente “el análisis marxista”(1) de los que en una época fueran llamados pro-soviéticos y que en el caso del Ecuador les apodaran “cabezones”. Los mismos que en su mayoría son de extracción de “clase pequeño-burguesa” y que hoy son parte del gobierno “progresista” de Rafael Correa. Tendencia de izquierda ésta, que históricamente se han manejado por la teoría del “mal menor”, y Borón se mantiene en esa misma visión cuando manifiesta últimamente: “Pero en la actual coyuntura, definida por el hecho institucional de las elecciones presidenciales y no por la inminencia de una insurrección popular revolucionaria, el voto por Dilma es el único instrumento disponible en el Brasil para evitar un mal mayor, mucho mayor.”(1)

Desde un “análisis indianista” o “perspectiva indianista” la actitud de esta izquierda a través del “mal menor” ha significado históricamente el postergar o adormecer todas aquellas acciones que debieron ser firmes o radicales, y que por el contrario han permitido la continuidad y el fortalecimiento del sistema capitalista-colonial eurocéntrico. Esto tampoco significa aprobar la acción “radicaloide” o el otro extremo a como ha actuado la izquierda opuesta y llamada en el medio ecuatoriano como “los chinos”. En este sentido, lo que hemos tenido es por un lado una izquierda light (PCE) y por otro una “ultraizquierda”(1) (PCMLE). La una acusada de actuar en complicidad con la burguesía[1] (revisionismo) y la otra denostada por sus sectarismos a ultranza (dogmatismo). Sin embargo ambas apoyaron inicialmente a Correa pero luego se volvieron a dividir, los “cabezones” siguen en el gobierno y los “chinos” en la oposición, incluso los primeros han logrado eliminar a través del Consejo Nacional Electoral al brazo político legal (MPD) de su archienemigo los “tirapiedras”.

El argumento del “mal menor” ha sido siempre sacado a relucir por esta izquierda fundamentándose en el miedo a algo peor que podría cernirse, especialmente haciendo referencia a un futuro fascista que podría advenirse cada vez y cuando, demostrando una especie de sicosis frente al “mal mayor”(1). Así por ejemplo, lo advierte nuevamente Atilio Borón a propósito de las últimas elecciones en Brasil: “No es que el imperio sea omnisciente, pero se equivoca muy poco a la hora de identificar a quienes no se pliegan incondicionalmente ante sus mandatos. Por algo ha lanzado, junto con sus aliados locales, una tremenda campaña internacional para que su candidato, Aécio, triunfe el próximo domingo. Nadie en la izquierda puede ignorar que, si tal cosa llegara a ocurrir, una larga noche se cerniría sobre América Latina y el Caribe, abriendo un paréntesis ominoso que quien sabe cuánto tiempo tardaríamos en cerrar.” (1)

El típico miedo de la “pequeño burguesía” de perder lo “pequeño” que tienen, es decir, defender lo poco a la nada, o en otras palabras, ante el todo malo es mejor el menos malo. Es la idea de contentarse o sostenerse en lo poco, y a partir de ahí aspirar a ganar poco a poco para lograr un poco más o ir acumulando paulatinamente con la esperanza de algún día dar el salto final. Salto en la que ya no serán pequeños burgueses sino que se volverán proletarios en el poder, sin embargo en la práctica han devenido en medianos burgueses como los miembros del Partido Comunista Chino o el Cubano, a los cuales les siguen defendiendo como también a su capitalismo de Estado. Como de igual manera sucede con el “progresismo light” (1) actualmente en el poder que vienen acumulado una buena tajada y ya han dejado de ser pequeño-burgueses.

En esta estrategia “pequeño-burguesa” apuntan a desarrollar el capitalismo para que el proletariado se expanda y se afirme en una conciencia revolucionaria comunista (“revolución democrático burguesa”) para después de lo cual construir el socialismo, es decir, de las cenizas del capitalismo vendrá el socialismo. Tal como lo señala uno de los máximos intelectuales de la “revolución ciudadana”: En el caso ecuatoriano, si pensamos en momentos históricos, podríamos especular que primero es necesario construir una sociedad post-neoliberal —primera etapa que están intentando vivir algunos países de América Latina—, luego un capitalismo popular o socialismo de mercado y finalmente un biosocialismo republicano[2].

En base a ello, estos comunistas han apoyado a Lula y a Dilma en los 12 años anteriores (y a los demás gobiernos auto tildados de “progresistas”) y en los 4 años que se avecinan esperan que por fin Dilma y el PT reaccionen o cambien, “algo que no podrá hacerlo sin una reorientación del rumbo gubernamental que redefina el modelo económico, recorte los irritantes privilegios del capital y haga que las clases y capas populares sientan que el gobierno quiere ir más allá de un programa asistencialista y se propone modificar de raíz la injusta estructura económica y social del Brasil. En segundo término, luchar para llevar a cabo una auténtica reforma política que empodere de verdad a las masas populares y abra el camino largamente demorado de una profunda democratización.”(2) Y en el caso de que no cumpla, aspiran someter a Dilma “a una crítica implacable, empujándola “desde abajo”, desde los movimientos sociales y las nuevas fuerzas partidarias, a adoptar las políticas necesarias para un ataque a fondo contra la pobreza y la desigualdad, contra la prepotencia de los oligopolios y los chantajes de las clases dominantes aliadas al imperialismo.”(1)

Si en 12 años que va en el poder el PT (Partido de los Trabajadores) en Brasil y en la que este partido “en su triste involución pasó de ser una organización política moderadamente progresista a un típico “partido del orden” al cual el adjetivo de “reformista” le queda grande”(1), resulta difícil creer que en los próximos 4 años va a ser posible que el PT cambie por si mismo, o que los movimientos sociales sobrevivientes les van a obligar a cambiar de rumbo, o que los comunistas que han decidido votar por Dilma ante “el mal mayor”(1) van a tener la apertura para que les permitan “reorganizar el campo popular desorganizado, desmoralizado y desmovilizado por las políticas del PT.”(1) Eso “solo espíritus incurablemente ingenuos lo pueden creer”(1).

En este sentido resulta “ingenuo” lo que señala Borón, pues todos los gobiernos del “progresismo light” que están actualmente en el poder, vienen atacando a los movimientos sociales más duramente que lo que hicieran anteriores gobiernos de derecha o de centro-izquierda (excepto en las dictaduras). Movimientos que ya vienen actuando desde mucho antes con una “crítica implacable”(1), sin camuflarse ante el “mal mayor”(1) y asumiendo la responsabilidad que les corresponde, sin que hayan esperado que los comunistas light les digan de que ya es el tiempo o el momento de empezar con una “crítica implacable”(1). Resulta paradójico que gobiernos llamados de izquierda sean más contumaces con los movimientos sociales y de que ciertos izquierdistas sean cómplices de ello bajo el argumento del peligro del “mal mayor”[3] de la “restauración conservadora”. Por lo que surge la pregunta: a estos gobiernos se los debe hacer cambiar con una “crítica implacable” -como propone Borón- o los movimientos sociales deben poner distancia con estos gobiernos por su “deplorable capitulación antes las clases dominantes”(1) para generar una acción propia que permita que los cambios vengan por y para sí mismos y no por la acción de ciertos personajes y partidos que dicen representar al pueblo?

Al mismo tiempo surge otra pregunta para esta izquierda: Si el movimiento social de América Latina se encuentra “desorganizado, desmoralizado y desmovilizado por las políticas”(1) del progresismo light, por qué apoyar a quienes vienen actuando violentamente contra ellos, lo que significaría permitir que les sigan atacando y por ende aceptando la criminalización y la persecución ante sus “críticas implacables”. Acaso el señor Borón y demás comunistas light están pidiendo a los movimientos sociales que pongan la otra mejilla, o de que es preferible que les golpeen suavemente a que les golpeen duro por los derechistas? Cómo seguir apoyando a partidos reformistas que con un discurso de izquierda siguen confundiendo al pueblo con una revolución que no existe? ¿En un gobierno de derecha (restauración conservadora) los movimientos sociales que ahora se encuentran divididos volverían a unirse, y con la experiencia del “progresismo light” no cometerían el mismo error de apoyar a salvadores iluminados sino que actuarían directamente para evitar ser acuchillados por la espalda como ha sucedido tantas veces en la historia de las luchas sociales?

Asimismo resulta irónico que el movimiento social se encuentre tan dividido dentro de estos gobiernos de la “izquierda moderna”, pero en la experiencia comunista mundial así ha sucedido por la acción de los “verdaderos” revolucionarios (comité central del Partido) ante el peligro de los contrarrevolucionarios (movimientos de masas). En todo caso, si bien han habido diferencias internas dentro de los movimientos sociales jamás han estado tan distantes entre ellos como en esta época progresista, especialmente a nivel del movimiento indígena en el caso de Bolivia y Ecuador. En 500 años los indígenas estuvieron relativamente unidos y en un gobierno de izquierda se han dividido profundamente. Paradójicamente para el movimiento indígena la izquierda ha sido más perniciosa que la derecha, pues siempre mantuvieron un nivel de unión aceptable pero ahora están bien enfrentados y divididos, entre los “limitaditos” y “folclóricos” con los “desarrollados” e “inteligentes”, entre los que quieren seguir en el atraso de sus culturas originarias con los que quieren avanzar a la civilización del desarrollo.

Pregunto señor Borón y comunistas progresistas: ¿Acaso están pidiendo a los movimientos sociales que sigan siendo cómplices de la “deplorable capitulación antes las clases dominantes”(1) que ha hecho el “progresismo light” y guarden silencio por qué es preferible un mal menor que uno mayor? ¿Que aquellos que han reaccionado con una “crítica implacable”, sigan aguantando la “apelación a la fuerza represiva del estado para mantener el orden y contener a los revoltosos”(1) por parte del progresismo? ¿Se debe votar indefinidamente por Correa[4] ante el miedo al “mal mayor” de la restauración conservadora, para que él siga dividiendo y destruyendo más a los movimientos sociales? ¿Será con el progresismo o con la derecha que los movimientos sociales se fortificarán más? Será que dentro del progresismo “nuevos movimientos sociales podrán aparecer y actuar con un cierto grado de libertad en una escena pública cada vez más controlada y acotada por los aparatos represivos del estado y las tendencias fascistizantes arriba anotadas; o que nuevas fuerzas partidarias podrán irrumpir para disputar, desde la calle o desde las urnas, la supremacía de la derecha.”(1)

Creo que no ha entendido el señor Boron, el “análisis marxista” de que es necesario “como tantas veces lo dijera Lenin, un “análisis concreto de la situación concreta” y no tan sólo una manipulación abstracta de categorías teóricas”.(1) Sigo sin entender como lo sucedido con el comunismo europeo por parte de Hitler se pueda repetir en América Latina con Aecio y la restauración conservadora, cuando los progresistas son unos pequeños Hitler que no matan físicamente a los luchadores populares sino que los torturan psicológicamente y emocionalmente a través de juicios y persecuciones de todo tipo. Cómo se puede creer que dentro del reformismo light “florecerá la revolución”(1), si el progresismo light “hizo suya -en sus grandes líneas, aunque no en su totalidad- la agenda neoliberal de la derecha”(1). Realmente no entiendo este “análisis marxista” y a los comunistas que siguen apoyando al progresismo para ponerse en contra de históricos movimientos sociales que no han estado esperando que los intelectuales revolucionarios cambien o que les resuelvan lo que ellos mismos tienen que conseguir. Son conscientes que “para que el pueblo asuma su protagonismo y florezcan los movimientos sociales y las fuerzas políticas que motoricen el cambio –que ciertamente no vendrá “desde arriba”- se requerirá tomar decisiones que efectivamente los empoderen.”(1) Decisiones que tienen que venir desde el pueblo organizado y no desde los partidos auto titulados de izquierda que dicen defender el interés popular o como dice Correa “ahora manda el pueblo[5]”. Esto implica salir del partidismo y del presidencialismo como expresiones del patriarcalismo monoteísta para generar movimientos amplios y ante todo nuevas comunidades urbanas de vida para reverdecer el sistema comunitario milenario y no nuevas aventuras colectivistas.

Aquí llegamos al asunto de fondo entre la izquierda y el indianismo. Para el comunismo “cabezón” (y también para el “chino”) sigue siendo el asunto de superestructuras y de verticalidades para la “toma del poder”, esto es, ganar elecciones burguesas y de partidos proletarios con tácticas y estrategias que no manejen “un doctrinarismo pedante(Gramsci)” (como el) prevaleciente en el infantilismo de izquierda”(1). O en el otro extremo, el del comunismo de acciones “insurreccionales o extra institucionales”(1) para la “toma del poder”. Es decir, en el fondo siguen con la misma visión patriarcalista del marxismo de arriba hacia abajo, del comité central del partido único hacia el pueblo, a pesar que en el discurso digan que “no vendrá desde arriba”(1), tal como lo demuestra la historia del comunismo en el mundo, sin que haya ninguna excepción. Para los comunistas el cambio viene a partir de la “toma del poder”, mediante elecciones burguesas o insurrecciones para desde allí hacer los grandes cambios.

Todo lo contrario a lo que piensa el indianismo que el cambio viene porque han cambiado las formas de vida y por ende será concomitante y evidente un gobierno comunitario, ahí si será verdaderamente “desde abajo”. Los indianistas (no influenciados por el marxismo) antes que preocupados por la “toma del poder” (subcomandante Marcos) y por las elecciones burguesas están preocupados de empoderar al pueblo a través de un alto nivel de masa crítica, pero principalmente fortificando el sistema comunitario en las comunidades existentes. Comunidades que irónicamente el progresismo les va desmantelando a pretexto de salir de la pobreza para entrar al supuesto desarrollo del primer mundo, es decir, para consolidar el colonialismo y con ello producir la “segunda y definitiva” conquista de los indígenas por los herederos de los conquistadores monárquicos.

Por eso los indígenas han desconfiado de los eurocentristas de derecha y creían que los eurocentristas de izquierda eran sus aliados, pero ahora se han dado cuenta que la izquierda es el otro lado de la derecha dentro de la dicotomía del patriarcalismo civilizatorio. Los intelectuales de izquierda nunca entendieron a los indígenas y solo esperaban que ellos vayan detrás de la “clase más avanzada”, pues en su paternalismo y mesianismo pequeño burgués se han creído los redimidores de los indígenas y del pueblo en general. Nunca los entendieron –de alguna manera Mariátegui y Martí- pero todos ellos han sido más contraproducentes que la propia derecha, aunque la izquierda no lo haya querido pero han continuado con su “doctrinarismo pedante” y con “una manipulación abstracta de categorías teóricas” (1) a pesar de tantos fracasos que han experimentado y de los que todavía no aprenden.

Ahora quieren convertir al sumak kawsay en un brazalete indigenista o en la “potencia plebeya (García Linera)”(1) con el denominado Buen Vivir, sin que sean capaces de abrirse respetuosamente a la alteridad y dejarse tocar un poquito por las “filosofías del sur” para ir más allá del materialismo histórico y dialéctico. Los que quieren salvar a los indígenas tienen al menos que tratar de entender las epistemologías y ontologías indígenas y no creer que el “análisis marxista”(1) lo sabe todo y ha resuelto todo, en la típica soberbia de la izquierda que ahora tiene en Rafael Correa[6] su mejor expresión. Y en base a ello seguir apoyando a los menos malos sin que aprendan de Medea que en base a ello claudicó ante sus hijos, como nos cuenta la reflexión de Eurípides en la Grecia antigua. Desde la ética clásica de Platón, Aristóteles, los estoicos, pasando por el catolicismo liberal y la democracia cristiana hasta los revolucionarios light, en Occidente se sigue dándose golpes de pecho y justificándose en el malminorismo para no cambiar nada de fondo (gatopardismo).

Notas


[1] “Había, tanto en los fundadores del materialismo histórico como en el líder ruso una clara idea de que podía haber partidos obreros, o representantes de otras clases o grupos sociales (la pequeña burguesía es el ejemplo más corriente) con los cuales podían forjarse alianzas transitorias y puntuales y que nada podría ser más perjudicial para los intereses de los trabajadores que desestimar esa posibilidad y, de ese modo, abrir la puerta a la victoria de las expresiones más recalcitrantes y violentas de la burguesía.” (1)

[2] René Ramírez Gallegos. Socialismo del sumak kawsay o biosocialismo republicano.

[3] “Si bien cambiar la Constitución duele, es un costo, es el mal menor, frente al mal mayor, que esta derecha con el apoyo de los medios venzan en las elecciones y reviertan esta revolución”. Rafael Correa, 6 de junio, 2014 EL UNIVERSO.

[4] "Después de una profunda reflexión y teniendo claro que algunas veces tan solo puede elegirse el mal menor, pues insisto que creo en la estabilidad de las instituciones he decidido apoyar la iniciativa. Solicitar a nuestro bloque de asambleístas, con esa gran mayoría que nos dio el pueblo ecuatoriano, que se enmiende la Constitución de la república para establecer la reelección indefinida en todos los cargos de elección popular para que sea el pueblo ecuatoriano el que con toda libertad elija la alternancia de sus dirigentes". Rafael Correa, 24 Mayo 2014, EL TELEGRAFO.

[5] El presidente ecuatoriano explicó la acción de su Gobierno en el país, destacando la reforma educativa, porque, según dijo, "ahora en Ecuador manda el pueblo ecuatoriano" y lo más importante que tiene, a su juicio, es el "talento humano". EL COMERCIO 22 abril 2014.

[6] Rafael Correa: “Gobernar es a veces elegir el mal menor. El pueblo ecuatoriano nos dio su confianza, dos tercios de la Asamblea con lo cual podemos modificar la Constitución. Enlace ciudadano 378.

Organizaciones sociales de izquierda no podemos inscribir partidos


Gerardo Arbaiza

La dupla de Ernesto García y Elba Argueta se define como una fórmula de candidatos a diputados “independientes y socialistas”

Puede que el término “candidato independiente” o “no partidario” haga pensar a algunos que estos aspirantes a la Asamblea Legislativa no tienen ideología. En el caso de Ernesto García y Elba Argueta, candidatos independientes a diputados titular y suplente respectivamente, ellos resaltan que su candidatura es una opción “socialista”.

Este educador de una comunidad rural de Panchimalco, y la líder sindical, son la formula que presentó antes que otros candidatos independientes, las más de 12.000 firmas requeridas por ley para inscribirse como contendientes en las elecciones y están a la espera de la validación de dichas rubricas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

García y Argueta son los líderes de una organización denominada Unidad Socialista de Trabajadores, que pertenece a una corriente mundial llamada Liga Internacional de los Trabajadores, Cuarta Internacional. Su candidatura la definen como “independiente y socialista” y aseguran que está al servicio de la clase trabajadora.

Ellos mencionan que presentan una candidatura independiente, debido a que a las agrupaciones que representan dentro de la Unidad Socialista de Trabajadores, y a otras organizaciones de izquierda afines, les es imposible formalizarse como partido político, debido a las trabas que pone el sistema electoral.

“El hecho de inscribir partidos para organizaciones sociales es más difícil para nosotros, por ser 50.000 firmas las requeridas por ley y nosotros no tenemos un aparato institucional. Los trabajadores necesitamos las garantías y facilidades para inscribir nuestros partidos” , indicó García.

Además agrega: “La izquierda ve los espacios electorales como una estrategia, nosotros como un medio de difusión y denuncia de la situación de los trabajadores”, comenta García, quien critica como a su juicio la izquierda partidista del país utiliza espacios electorales como parte de la “degeneración en sus principios”.

Concretamente, el docente y dirigente del sindicato de Maestros del programa EDUCO (SIMEDUCO), critica al FMLN por considerar que defiende una administración de políticas neoliberales que dañan a la clase trabajadora, como Tratados de Libre Comercio (TLC) y otros proyectos avalados por Estados Unidos como Fomilenio.

Pero no se guardó las críticas al Movimiento Nuevo País (MNP), fundado por los máximos representantes de la llamada corriente Tendencia Revolucionaria (TR), Fidel Nieto y Dagoberto Gutiérrez, debido a su recién formalizada alianza con el Partido Social Demócrata, liderado por el secretario para Asuntos de la Vulnerabilidad, Jorge Meléndez.


 

“Somos críticos del Movimiento Nuevo País, porque al sellar la alianza con Jorge Meléndez, los cuestiona política y moralmente. No se establece una ventaja cualitativa entre el FMLN y ellos, al hacer alianza con un partido con fines electoreros y además se han aliado con uno de los implicados en el asesinato de Roque Dalton”, enfatiza el precandidato.

Según García, la fórmula de precandidatos a diputados que conforma con Elba Argueta, se distancia de otras opciones no partidarias dadas a conocer a la fecha, como la de Carlos Imendia o el ex diputado Orlando Arévalo, a quienes consideró como opciones de derecha

También señala que la propuesta presentada junto con Argueta, ha encontrado buen asidero en organizaciones sindicales, estudiantiles y comerciantes informales, a quienes les insisten la necesidad de incrementar los niveles organizativos y de construir una nueva opción de izquierda que se consolide desde abajo, desde la lucha.

Agrega que a todos los movimientos con los que se han reunido les han planteado que cada persona sea la que decida a título personal si apoyar electoralmente o no las candidaturas, y asegura que han encontrado buena respuesta.

Por otra parte expresa que estarán vigilantes de la aplicación de las reformas electorales avaladas por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), como el voto cruzado o la agrupación de los independientes en un listado al igual que los partidos políticos.

En su apreciación, esto no asegura que un candidato independiente gane una diputación, debido a que no se ha resuelto lo que llama el “problema de fondo” del sistema electoral, que es la Constitución de 1983, elaborada en medio del conflicto armado.

El eje programático de esta fórmula de diputados es la defensa y promoción de los sectores más necesitados a raíz de la crisis económica y derechos sindicales, así como denuncia de la opresión de la mujer en sus derechos laborales y reproductivos.

Elba Argueta añade que la mujer es un sector fuertemente oprimido dentro de la clase trabajadora, y a veces como que se separa de la clase y la obligan a hacer su lucha sola, además cuestiona que ningún partido se posicione sobre el tema del aborto en sus plataformas programáticas.

Asimismo indica que la izquierda en el país no tiene un planteamiento de romper con todos los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que vienen a perjudicar a los trabajadores.

En ese sentido, García manifiesta que de llegar a la Asamblea Legislativa, lucharán por introducir debates más de fondo, como la deuda externa o la instalación de una “Asamblea Constituyente Popular y Democrática”, en la que las organizaciones sindicales y comunales estén al mismo nivel que los partidos políticos, para elaborar una nueva Carta Magna.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...