Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

lunes, 21 de abril de 2014

El marxismo en El Salvador: años 1944-1956




En esta parte se aborda el pensamiento y la praxis del PCS en los periodos del 44 al 48 y del 48 al 56. Incluye breves biografías de Graciela García, Amparo Casamalhuapa, Julio Fausto Fernández, Alejandro Dagoberto Marroquín, y José Daniel Castaneda. Anteriormente se había tratado el período de 1930 a 1944.

Roberto Pineda

El cuarto período. Del 21 de octubre de 1944 al 14 de diciembre de 1948.

“El cuartelazo del 21 de octubre llevó otra vez al país al silencio, a la mordaza” afirma Ítalo López Vallecillos en su obra clásica El periodismo en El Salvador (López Vallecillos 1974). Pero el golpista Coronel Aguirre y Salinas no logra prolongar su corto mandato y se ve obligado a convocar a elecciones en enero de 1945, que fueron ganadas por el candidato militar, el General Salvador Castaneda Castro, el candidato del Partido Unificado Social Demócrata, PUSD, que contó con el apoyo del Partido Agrario, PA, que aglutinaba a los grupos cafetaleros y bancarios de ese entonces y que es antecedente histórico del actual partido ARENA. El Coronel Castaneda Castro inicia su gobierno el 1 de marzo de ese año.

El Coronel Castaneda Castro se presenta demagógicamente como un firme partidario de la causa unionista centroamericana (Pacto de San Cristóbal con Guatemala), y también trata de prolongar su mandato de cuatro años, por lo que es derrocado en diciembre de 1948. (Turcios 1993) Es de rescatar que por vez primera desde 1932, según el historiador marxista Juan Mario Castellanos entre mayo y octubre de 1944 “el Estado salvadoreño atravesó por una crisis institucional que dejó por un tiempo en suspenso a la dictadura militar.” ( Castellanos 2002).

“El gobierno del Gral. Salvador Castaneda Castro…fue de nuevo la dictadura dentro del puño de esa oligarquía, el Estado de Sitio permanente, el poder absolutista unipersonal …fue el intento de prolongar el esquema personalista o caudillista ya obsoleto, de la dictadura militar derechista” sostiene el documento Fundamentos y Tesis de la Línea General del PCS, surgido del VII Congreso de esta organización, de abril de 1979.

En este periodo, ante el golpe del coronel Osmín Aguirre y Salinas, una parte de la dirección del PCS se exila en Guatemala, y otra se queda organizando la resistencia al golpe, desde las Embajadas de Perú, de Guatemala y en la clandestinidad. Centenares de salvadoreños traspasan la frontera hacia Guatemala de forma clandestina para incorporarse a un esfuerzo armado para restablecer la democracia, que incluye la formación en ese país de un gobierno en el exilio, presidido por el Dr. Miguel Tomás Molina.

Graciela García

Entre los salvadoreños que llegaron en octubre y noviembre de 1944 a Guatemala se encontraba Graciela García, dirigente de la UNT, su esposo José y su hijo Tomás, que habían logrado huir de la persecución en El Salvador. Graciela a la par que se incorpora al Comité Salvadoreño de Liberación, CSL, se integra al movimiento obrero guatemalteco y funda una escuela político-sindical, la Escuela Claridad.

María Graciela Amaya Barrientos nace en San Salvador el 2 de enero de 1895. En marzo de 1915, a los veinte años llega a Tegucigalpa junto con su padre José Bernardino Amaya y su hermano mayor Felipe Armando Amaya. Un año después se casa con José García Larrazábal. Es prima del dirigente estudiantil salvadoreño José Luís Barrientos.

Maestra de educación primaria, en 1920 se incorpora al Sindicato de Oficios Varios “Redención” integrado por ebanistas, mecánicos, maestros, etc., del que es parte su hermano Felipe Armando, que muere en 1935 y el profesor salvadoreño Víctor Manuel Angulo, fundador luego del PCS en marzo de 1930 y miembro de su primer comité central.

Este sindicato contribuye a la creación en 1921 de la combativa Federación Obrera Hondureña, primera central obrera de ese país. El 1 de mayo de 1922, en San Pedro Sula, forma parte del congreso de fundación del Partido Comunista de Honduras, PCH, junto con Juan Pablo Wainwright y Manuel Calix Herrera.

El 24 de octubre de 1926 participa en la creación de la Sociedad de Cultura Femenina, SCF, desde la cual impulsa diversas jornadas antiimperialistas, siguiendo los pasos de Visitación Padilla, así como “actividades orientadas a erradicar de Honduras la violencia caudillista” (Villars 2001). A través de la SCF se crea la Universidad Popular “Marco Aurelio Soto.”

En 1929 como SCF participa de la fundación de la Federación Sindical Hondureña. El periódico de la FSH se llama El Martillo y lo dirige Manuel Calix Herrera. En este congreso de la FSH presenta un proyecto de “organización sindical de la mujer proletaria.” En 1931 el arzobispo de Tegucigalpa pide que se le expulse del país por ser “hija legítima del bolchevismo y comunista hasta la médula.”Pero la solidaridad popular hondureña impide su repatriación.

En 1944 juega un papel destacado en las movilizaciones frente a Casa Presidencial del 29 de mayo y 4 de julio, que exigían la renuncia del dictador Tiburcio Carías así como la liberación de los presos políticos. Como resultado de este accionar es encarcelada y luego el 20 de julio expulsada hacia El Salvador. Regresa a una de sus patrias y se incorpora a las labores de la UNT, forma la Sociedad Antorcha Femenina e impulsa el Comité Femenino pro Candidatura del Dr. Arturo Romero.

En noviembre de 1944 después del golpe, huye hacia Guatemala. Su hijo, Tomás García Amaya participa en diciembre en la toma de Ahuachapán, es herido y fallece en los Llanos del Espino. El 1 de octubre de 1945, Gracielita junto con Miguel Mármol, participa en la fundación de la Confederación General de Trabajadores Guatemaltecos, CGTG.

En Guatemala conduce la Escuela Claridad hasta su clausura el 25 de enero de 1946. A finales de este mes, el presidente Arévalo convoca a los exiliados salvadoreños y les pide “abandonar el país.” En febrero de 1946 viaja a la ciudad de México, donde se establece y continúa su militancia política y social, que incluye la colaboración con el dirigente sindical Vicente Lombardo Toledano y la CTAL. En 1954 desarrolla un amplio movimiento de solidaridad con la huelga bananera de 1954 en Honduras. En 1975 pública su libro En las trincheras de la lucha por el socialismo. Fallece en México en 1994.

Los escenarios interno y externo de la resistencia ante el golpe.

Exploremos estos dos escenarios, el interno y el externo. En el escenario interno, no obstante las informaciones que se manejaban tanto en el PUD como en la UNT acerca de la certeza de un contragolpe de los sectores martinistas, estos pudieron avanzar y cristalizarse. Por una parte, el golpe del 20 de octubre de 1944 en Guatemala los alarma y les hace adelantar sus planes, ya que su acción estaba programa para el 25 de octubre. Por otra parte los golpistas aprovechan las celebraciones populares de esa noche para iniciar su arremetida represiva.

El siguiente día 21 de octubre, allanaron los locales del PUD y de la UNT e iniciaron una campaña de capturas contra romeristas y comunistas, impusieron el Estado de Sitio y posteriormente, el Toque de Queda. Entre los incontables asesinados y asesinadas por el Coronel Aguirre y Salinas, se encuentran las militantes romeristas, Adelina Suncín, que fue sacrificada en su propia vivienda y Altagracia Kalil, que fue detectada y asesinada en el centro de San Salvador.

El Dr. Miguel Tomás Molina, “octogenario caudillo liberal” que fue diputado constituyente en 1886, comienza a ser hostigado y opta por refugiarse en Guatemala, donde encabeza un Gobierno en el Exilio, teniendo como Ministro de Guerra, al Coronel José Ascensio Menéndez.

El Dr. Romero se encontraba en Estados Unidos para hacerse una operación facial luego de un machetazo que recibió durante los acontecimientos del 2 de abril y al conocer de estos eventos, se desplaza hacia Guatemala. Entre los dirigentes políticos y populares, particularmente estudiantiles y obreros, clandestinos, que no estaban asilados en embajadas o en Guatemala, la visión predominante era la necesidad de emprender la lucha armada.

En Guatemala, los exiliados fueron armados por la Junta de Gobierno. Uno de los debates iniciales fue alrededor de la dirección del esfuerzo armado. La mayoría se inclinaba por el Coronel Alfredo Aguilar, pero los militares decidieron nombrar al Coronel Félix de Jesús Osegueda. El plan de la invasión consistía en entrar por Ahuachapán y San Antonio Pajonal mientras que en Usulután, San Salvador y Santa Ana habría acciones insurreccionales.

La fecha fijada fue el 8 de diciembre. El plan también fue recibido por dirigentes de la UNT que se hallaban asilados en la Embajada de Perú y en otras en San Salvador, con la consigna de salir de ahí el día mencionado y dirigirse sea al Campo de Marte, San Miguelito o alrededores de la Guardia Nacional para incorporarse al levantamiento.

La señal para salir de las embajadas sería el estallido de una potente bomba en el centro de la capital. El día señalado la señal no llega a producirse, pero un grupo de patriotas que habían tomado posiciones en el Barrio de San Miguelito, al escuchar el ruido de bombas que procedían de la Iglesia Concepción en donde se celebraba una fiesta religiosa, se pusieron en acción.

El combate dura varias horas y tiene como saldo treinta agentes policiales y dos patriotas muertos, los heroicos Dr. Francisco Chávez Galeano y Humberto Rodríguez Salamanca, quienes cubrieron la retirada del grupo de compañeros, hasta el último cartucho. Sucedió que en Guatemala los militares salvadoreños rebeldes, decidieron postergar la acción armada para el 12 de diciembre, con lo que se rompió la simultaneidad y lo peor fue que este cambio no fue comunicado al interior del país.

Asimismo hubo problemas de fuga de información, ya que antes del día programado, el Coronel Aguirre y salinas ordena trasladar al Jefe del Regimiento de Ahuachapán, que supuestamente iba a participar en la acción. La madrugada del 12 de diciembre se penetra a territorio salvadoreño, el grueso de la fuerza rebelde eran jóvenes estudiantes y trabajadores. Una parte de los jefes militares se fueron quedando rezagados, alegando diversas razones.

Otros jefes, la mayoría acompaña a la “muchachada” que incluye a militantes del PCS y que combate todo el día y luego ingresa a la ciudad de Ahuachapán, la cual fue encontrada desierta, con las puerta de sus casas cerradas. No encontraron el apoyo esperado de la población, que estaba ya atemorizada, no obstante los “seguros” supuestos apoyos existentes en este lugar.

En estos combates en Ahuachapán se distinguen, un viejo Capitán Mayor de apellido Carpio y el sargento de Ametralladoras, Gonzalo Arias Gómez, hermano de Jorge Arias Gómez. El 13 de diciembre vino el contraataque y los patriotas se ven obligado a retirarse y toman rumbo a la frontera, para regresar a territorio guatemalteco. Iban cansados y el ejército gubernamental aprovecha para asesinar a muchos jóvenes, que se quedaban dormidos a la vera del camino. En estas batallas cayeron los estudiantes universitarios Manuel Ariz, Herbert Lindo (hermano de Hugo Lindo), Víctor Manuel Arango y el profesor Julio Jiménez. (Castellanos 2002)

El gobierno hondureño del General Tiburcio Carías Andino (1933-1948), en solidaridad con el gobierno salvadoreño, proporciona ayuda a la dictadura por medio de aviones que hostigan incesantemente a los patriotas y bombardean Ahuachapán. En los combates de esta retirada se distingue el teniente Salvador Marroquín. Muchos de estos combatientes ingresaron años después al PCS.

Al regresar a Guatemala y ante el fracaso de esta campaña militar, nos informa el Dr. Ángel Góchez Castro que la Junta de Gobierno guatemalteca, que había ayudado con armas, llama al Dr. Romero y le propone que abandone el país a cambio de continuar apoyando con armas y municiones a los patriotas salvadoreños. El Dr. Romero accede y sale hacia Costa Rica, pero la promesa de ayuda militar no se materializa, ya que el régimen guatemalteco necesitaba consolidar su situación y estar en paz con sus vecinos.

Posteriormente, los emigrados salvadoreños se reúnen en asamblea y deciden constituir el Comité Salvadoreño de Liberación, CSL, integrado por profesionales, estudiantes universitarios, militares y obreros. Asume la presidencia de este organismo el Dr. Ángel Góchez Castro y entre sus otros miembros estaban el cafetalero Agustín Alfaro Moran, Coronel Alfredo Aguilar, Mayor Villalta, Dr. Salvador R. Borja, Ing. García Prieto, Baños Ramírez y “nosotros, aunque no abiertamente como PCS.” (Castaneda 1980)

La primera tarea que se plantean como CSL fue la de conseguir armamento ya que existía la firme voluntad de regresar en una nueva ofensiva militar, ya con la experiencia acumulada, además se restablece contacto con la resistencia interna de San Salvador. Pero enfrentaban el problema del avituallamiento de centenares de emigrados dispuestos a regresar al país, pero sólo combatiendo con las armas en la mano.

Al final al ver que estos esfuerzos no alcanzaban resultados satisfactorios y ante la actitud hostil de la Junta guatemalteca se convoca a asamblea y “orientamos que cada quien regresara (a El Salvador) ilegalmente por veredas y que allá nos íbamos a reagrupar. Me acuerdo que a cada quien se le da un quetzal para el regreso. Al final la dirección del CSL únicamente pudo regresar luego del golpe del 14 de diciembre de 1948.” (Castaneda 1980)

El Pleno del CC del 30 de marzo de 1945

El 30 de marzo de 1945, en el quince aniversario de fundación del partido, Julio Fausto Fernández preside un comité central ampliado del PCS, junto con el periodista hondureño de El Mundo Libre, Medardo Mejía, que estuvo a cargo meses antes del comité central unificado y que había sido influenciado en su país por Víctor Manuel Angulo.

De acuerdo a Mármol (Dalton 2007) en esa reunión la dirección del PCS presenta un informe sobre el periodo anterior, en particular sobre las relaciones entre la UNT y el PUD y el papel jugado como PCS. Considera el Informe que un error fundamental fue haber descuidado la labor partidaria y lanzarse exclusivamente a la organización y movilización popular, ya que esto no permitió recoger los frutos organizativos de ese trabajo masivo.

El trabajo de masas lo vimos como un fin en si mismo cuando es un medio para construir los instrumentos revolucionarios, señala Mármol. Otro error fue la ausencia de reuniones de planificación y balance, que dificultó implementar una línea única, e incluso señala de manera autocrítica que algunos camaradas de dirección no habían estado a la altura de las circunstancias, cayendo en un clandestinismo absoluto que había paralizado la labor del PCS.

Asimismo se evalúa la labor realizada por Moisés Castro y Morales, Matilde Elena López y Tony Vassiliu al interior del PUD, considerando que se habían plegado a los sectores más reaccionarios de ese partido y no jugaron el papel unitario para el que se habían sido enviados. Se califica de oportunista la actitud asumida por el dirigente principal de la Unión de Trabajadores Ferrocarrileros, UTF, Miguel Ángel Orellana, al desafiliar a este poderoso sindicato de la UNT luego que se creara el PUD. También se critica las actitudes provocadoras del poeta Pedro Geoffroy Rivas y su periódico Tribuna Libre, con sus furibundos ataques anticlericales así como del sector estudiantil que publicaba El Líder.

Entre los principales acuerdos de esta reunión plenaria del PCS Mármol (Dalton 2007) señala los siguientes: reorganizar al Partido a través de realizar preparativos para un congreso que elija los organismos de conducción y defina una nueva estructura orgánica. Este acuerdo se cumple con la realización en 1946 del II Congreso del PCS. Además reagrupar al movimiento sindical golpeado por el osminismo; publicar un periódico sindical; publicar un documento de análisis para divulgación popular sobre las razones del golpe del 21 de octubre; suspender la actividad de la UNT y dar ayuda económica a Alejandro Dagoberto Marroquín y Carlos Alvarado que estaban en el exilio en México.

A finales de septiembre de 1945 el Partido recibe información que habían planes para asesinar a Miguel Mármol, de nuevo líder sindical zapatero, por lo que se decide que salga del país hacia Guatemala. Se aprovecha una invitación recibida para asistir a la fundación de la Confederación General de Trabajadores, CGTG el 1 de octubre de 1945.

Se delega a Mármol y el responsable de llevarlo a Guatemala es “El Negro” Amílcar Martínez. Llega y asiste al congreso y luego se incorpora a la Escuela Claridad, creada en noviembre de 1945, que estaba dirigida por camaradas salvadoreños, entre estos Virgilio Guerra, “José Castañeda”, Graciela García, Moisés Castro y Morales, Pedro Geoffroy Rivas, Abel Cuenca, Virgilio Guerra y Matilde Elena López.

Asimismo formaban parte de la dirección de Claridad los nicaragüenses Juan Lorio; Manuel Pérez Estrada y Armando Flores Amador (1922-2004). Juan junto con su hermano Augusto, Manuel y Armando habían fundado el 3 de julio de 1944 el Partido Socialista Socialista Nicaragüense, PSN y luego llegaron exiliados a Guatemala en octubre de 1945.

El hondureño Sebastian Ferrera, y los guatemaltecos Arcadio Chevez, Antonio Ovando Sánchez, Edmundo Suarez Barrios y Alfredo Pellecer Vides. (González 2011).En febrero de 1946 la Escuela Claridad es disuelta por el gobierno del “socialista espiritual” Juan José Arévalo y Daniel Castaneda y Virgilio Guerra son encarcelados.

Moisés Castro y Morales fue expulsado de forma humillante hacia Honduras “por cordillera” no obstante su situación de lisiado; Graciela García “alma y corazón de Claridad” fue perseguida hasta el punto que tuvo que salir hacia México. Mármol decide para evadir la represión, sumergirse en el aparato legal del movimiento obrero, y es electo secretario general de la Comisión de Acción Política de la CGTG, lo que le permite moverse en las altas esferas del gobierno.

Mármol en México y Cuba en 1947

En abril de 1947 viaja Mármol a congresos de trabajadores en México y Cuba junto con los guatemaltecos Víctor Manuel Gutiérrez, Hortensia Hernández Rojas y Antonio Sierra González. En Cuba hace gestiones para que capaciten a líderes sindicales salvadoreños y esto permite que el entonces líder panificador Salvador Cayetano Carpio, asista a un curso sindical de la CTC en La Habana ese mismo año.

El 1 de mayo de 1947 la CGTS organiza una multitudinaria movilización popular de apoyo y exigencia al gobierno de Arévalo, el cual se retracta de proclamar ese día el Código de Trabajo, “para no asustar a la reacción.” En septiembre de 1947 se reúne Mármol en la casa de Geofroy Rivas con los guatemaltecos Mario Silva Joname y Méndez Zabadúa, y los salvadoreños Daniel Castaneda y Efraín Ríos, para fijar la fecha de la fundación formal del colectivo marxista Vanguardia, embrión del futuro Partido Comunista de Guatemala y se define el 15 de septiembre.

El 13 de septiembre fueron capturados cinco guatemaltecos y cinco salvadoreños, entre estos Mármol. Se les expulsa hacia México. Estuvieron cuatro meses en el exilio. Al regresar Mármol se incorpora al trabajo de la CGTS en el frente campesino y puede conocer la complejidad de la situación rural ya que muchas veces necesitaba de traductor porque los indígenas campesinos hablaban dialectos diferentes, de la misma manera se percata de las pronunciadas diferencias de pensar e intereses entre ladinos e indígenas.

En 1949 el Partido le pide a Mármol que regrese a El Salvador y lo hace. Se integra al movimiento sindical y vuelve a salir hacia Guatemala en la primera oleada represiva del gobierno de Osorio en marzo de 1951. Sale de Guatemala hasta la caída del Coronel Jacobo Arbenz en julio de 1954.

Por cierto la esposa del Coronel Arbenz, conocida como Maruca, era salvadoreña, de apellido Vilanova , de pensamiento radical y feminista, muy amiga de Matilde Elena López. Y en Guatemala la imaginación popular le dedica a la pareja presidencial una canción: “María Cristina me quiere dominar/ yo le sigo, le sigo la corriente/porque no quiero que diga la gente/ que María Cristina me quiere gobernar.”

La marcha del 16 de septiembre de 1945

Mientras en El Salvador, el 16 de septiembre de 1945, una marcha popular es reprimida y son asesinados cuatro manifestantes, incluyendo la dirigente obrera textil Leonor Cándido, que muere abrazando la bandera de su sindicato y el teniente y bachiller Gilberto Torres, estudiante de la Facultad de Ingeniería y hermano del entonces director de Opinión Estudiantil, Abelardo Torres.

En respuesta a esta acción represiva el Comité Coordinador Sindical, que después se convierte en el Comité de Reorganización Sindical, (CROSS) orientado por el PCS, hace un llamado a huelga general a partir del 21 de septiembre, pero esta solo se mantiene por dos días (Castro Moran 1984) no logra el suficiente respaldo y fracasa. Entre las demandas del CCS estaba la de la disolución de la Policía y la Guardia Nacional por su papel antipopular. El cambio que hizo Castaneda Castro fue el del color de los uniformes de la PN, de azul pasa a ser café. En enero de 1992 luego de una guerra de doce años, como parte de los Acuerdos de Paz, estuvo la disolución de estos dos cuerpos criminales.

Ese mismo día 16 de septiembre inicia una nueva ola represiva en la que son capturados y luego deportados a Costa Rica, pasando por Honduras y Nicaragua, los doctores Julio Fausto Fernández y Miguel Ángel Flores, el Coronel Marco Tulio Payés, junto con los obreros Blas Escamilla, Calixto Calderón, Antonio Alvarado, Luís Díaz (ex secretario general del PCS), Antonio Díaz, Ulises Duran y Porfirio Huiza; el periodista hondureño Medardo Mejía, y el poeta Oswaldo Escobar Velado.

Además los estudiantes Luis Alonso Posada, Julio Vásquez y Edgardo Guerra Hinds. Fueron doce entre comunistas y demócratas los expulsados del país hacia Costa Rica. En la frontera de Costa Rica son recibidos “como héroes” por militantes del PVP y del movimiento popular tico. Mientras otro grupo, entre los que estaban Moisés Castro y Morales, Abel y Max Ricardo Cuenca, Virgilio Guerra y Miguel Mármol, fueron expulsados a Guatemala.

En el caso de Blas Escamilla, era sindicalista panificador y se hace comunista en Costa Rica y milita en el PVP, organiza a los trabajadores de Puerto Limón, es capturado y encarcelado, participa incluso en la Guerra Civil del 48, bajo el mando de Carlos Luís Fallas y luego regresa al país en 1953 y continúa luchando desde el PCS y el FMLN hasta su muerte en el 2012. En noviembre de 1945, iniciando un nuevo despunto del movimiento sindical, la UTF promueve una huelga exigiendo aumento salarial y logra su propósito.

El II Congreso del PCS de 1946

En 1946 bajo el régimen castanedista, se celebra el II Congreso del PCS (que ellos llamaron I) en el que se discuten y aprueban los Estatutos de la organización clandestina de naturaleza leninista, dividida en células y regida por el centralismo democrático, y se elige a Alejandro Dagoberto Marroquín como secretario general. Este congreso se realiza en el marco de un poderoso movimiento huelguístico que incluye huelgas de los sectores textil, panificadores y otros y que se extiende entre los años 1946 y 1947, lo cual señala que se estaba superando la “la dispersión y la debilidad siguientes a 1932.” (PCS, 1990)

Alejandro Dagoberto Marroquín

Nace en Santa Ana el 24 de marzo de 1911. En 1929 ingresa a la UES a estudiar Derecho. En 1932 ante el cierre de la UES decide viajar a Uruguay a estudiar Derecho junto con su amigo Ovidio Siliezar. En 1935 regresa a El Salvador y se reintegra a la UES. Ese mismo año se incorpora al Partido Comunista de El Salvador. En 1935 se incorpora al PCS y es Asesor jurídico del sindicato Unión de Trabajadores Ferrocarrileros (UTF).

En 1936 publica en la revista de la AGEUS el artículo “Consideraciones sobre el concepto del orden público.” El 30 de noviembre de 1937 se gradúa como Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales y ese mismo año es expulsado del país por el General Martínez y viaja a México, donde contrae matrimonio con la intelectual Amparo Casamalhuapa. Viaja al México del presidente Lázaro Cárdenas.

Luego de la caída del General Martínez regresa al país y asume la conducción del partido Unión Nacional de Trabajadores, UNT. Luego del golpe del 21 de octubre de 1944 sale de nuevo al exilio a México. En 1948 conoce y entabla amistad con el sociólogo estadounidense Oscar Lewis, incluso lo apoya en su investigación de Tepoztlan; y con el líder de la izquierda Vicente Lombardo Toledano, así como trabaja en el Instituto Indigenista Interamericano. En 1949 viaja a la Universidad de Urbana, en Illinois para impartir la cátedra de cultura hispanoamericana.

A principios de 1957 regresa al país junto con otros exilados y se incorpora a la UES y al trabajo partidario del PCS. En 1959 publica la primera investigación sociológica del país, la obra Panchimalco. En 1961 regresa de su exilio en Honduras para trabajar en la Facultad de Economía de la UES, siendo electo decano en 1964. En 1970 regresa a México donde muere el 25 de octubre de 1977.

Marroquín formaba parte en esa época de una nueva generación de intelectuales marxistas que consideraban como un grave error del PCS el haberse lanzado a la insurrección de enero de 1932 y propugnaban como estilo partidario una clandestinidad casi absoluta. La tesis era no dar a conocer al partido para que el enemigo no pudiera destruirlo. No obstante esto, en el II Congreso de 1946 se aprueba la línea política y se elige al comité central, que formalmente no existía desde 1932. Entre estos intelectuales se encontraba también Amparo Casamalhuapa.

Amparo Casamalhuapa

Nace en Nejapa el 9 de mayo de 1910. En 1927 se gradúa como maestra. En 1937 se incorpora al PCS. En 1938 publica la obra El joven sembrador. El 29 de agosto de 1939 al hacer una ofrenda floral en el aniversario del fusilamiento de Gerardo Barrios pronuncia un discurso atacando al tirano Martínez. Compara a Barrios con el dictador; un genocida “que hace siete años ordenó asesinar –en tres meses- a doce mil ciudadanos inermes para consolidarse en el Poder y que luego ha pisoteado la Constitución de la República y la dignidad de todo ciudadano honrado.”

A raíz de este discurso que provoca una intensa persecución política del tirano, huye primero a Honduras y luego a México, donde se encuentra con Alejandro Dagoberto Marroquín, con el que contrae matrimonio. Al caer el tirano Martínez en mayo de 1944, regresa al país y se incorpora a las labores de la UNT y del PCS. Luego del golpe de estado del 21 de octubre sale a su segundo exilio, a México. A principios de 1957 regresa de nuevo a El Salvador. En 1970 inicia su tercer exilio junto con Alejandro Dagoberto Marroquín, de nuevo a México. En 1971 publica su novela autobiográfica El angosto sendero y ese año muere en El Salvador.

El III Congreso del PCS. Agosto de 1948.

En agosto de 1948, aún bajo el régimen castanedista, se realiza el III Congreso del PCS (que ellos llamaron II) que elige a Julio Fausto Fernández como secretario general. En algunos integrantes de la dirección partidaria tuvieron eco en estos momentos, las tesis liquidacionistas esgrimidas por el líder comunista estadounidense Earl Browder, las cuales fueron a su vez combatidas por militantes históricos y del movimiento popular. Es en este año 1948 que ingresa al PCS Salvador Cayetano Carpio.

Julio Fausto Fernández

El Dr. Julio Fausto Fernández fue una personalidad controversial. Uno de los más destacados intelectuales de la izquierda de 1933 a 1953 y uno de los pilares ideológicos de la derecha más recalcitrante a partir de ese año en que reniega del marxismo y adopta la visión neo-tomista. Su producción teórica en un primer momento enriquece la visión marxista y luego propaga una visión de derecha clerical. No obstante esto, es parte de nuestra herencia cultural. Y como dice Mármol “así es la lucha de clases.”

Nace el 17 de junio de 1913 en Berlín, Usulután. Sus padres son el médico Dr. José Antonio Fernández y Blanca Padilla. En 1932 estudia en la UES y trabaja como Bibliotecario de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales. En 1935 ingresa al Partido Comunista de El Salvador. Miguel Mármol lo describe como “el entonces camarada, que llegaría a ser secretario general del Partido y una figura más o menos internacional y que luego traicionaría pasándose a las filas del enemigo con todo y cartuchera, filas en las cuales llegó a ser ministro del Justicia del régimen criminal de Lemus (1956-1960) además de filosofo cristiano y profesor universitario y juez de primera instancia y diplomático y no sé cuantas cosas más.”(Dalton 1972)

“Por cierto que Julio Fausto era entonces un joven optimista y muy activo en la lucha y me impresionó favorablemente desde que lo conocí en Paleca, en una reunión clandestina, por su entusiasmo e inteligencia. Era uno de esos muchachos brillantes a quienes se les nota el ajuste del talento en las manos y en los ojos. Siempre llegaba a las reuniones contando los pequeños éxitos organizativos y los grandes planes para el futuro.”

“Leía y nos hacía leer de todo, reproducía nuestros manifiestos a máquina después de corregirles el estilo y hacía que sus amigos estudiantes y compañeros pequeño-burgueses los distribuyeron en sus respectivos círculos sociales. Una verdadera lástima su destino posterior, su falta de firmeza disfrazada con una conversión al cristianismo que no le han creído nunca ni los curas. Pero así es la vida. Más bien dicho, así es la lucha de clases en la cabeza de los aliados del proletariado.”(Dalton 1972)

En 1935 es redactor de Opinión Estudiantil. En 1935 publica en Editorial Nosotros, de San Salvador la obra A propósito de la Reforma Universitaria, que es un discurso pronunciado en el paraninfo de la UES. En 1936 sale exilado a la ciudad de México. El 13 de noviembre de 1939 se gradúa como Licenciado en Derecho en la UNAM.

Regresa al país en 1944 luego de la caída del General Martínez y se integra a la dirección del recién formado partido Unión Nacional de Trabajadores, UNT, junto con Raúl Castellanos Figueroa, Alejandro Dagoberto Marroquín, Carlos Alvarado, Luís Díaz, Miguel Mármol, y Abel Cuenca, entre otros.

Luego del golpe militar del 21 de octubre de 1944 pasa a la clandestinidad. En marzo de 1945 se gradúa como Doctor en Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la UES. El 30 de ese mes, preside una reunión del Comité Central unificado del PCS, en conmemoración del 15 aniversario de su fundación. En septiembre de 1945, luego de una demostración popular, es capturado y expulsado hacia Costa Rica, junto con otros revolucionarios, incluyendo a Blas Escamilla. En 1946 es nombrado Fiscal General de Hacienda. En 1948 es Jefe de Correspondencia del Instituto de Mejoramiento Social.

En febrero de 1949 llega a Montevideo, Uruguay nombrado cónsul general hasta abril de 1950. En abril de 1950 es nombrado cónsul general en Brasil, con sede en Sao Paulo. Este año de 1950 publica en la Editorial Pueblos Unidos de Montevideo, su obra marxista “El existencialismo, ideología de un mundo en crisis.” En diciembre de 1950 es expulsado del Partido Comunista de El Salvador, por desobedecer la orden de regresar al país y “por aceptar cargos diplomáticos de la dictadura militar.” (Jorge Arias Gómez 2004)

Regresa a El Salvador en 1952 y asume la dirección del diario “Patria Nueva.”Este año de 1952 publica en Santa Ana, en la Editorial Antorcha, su obra “Del materialismo marxista al realismo cristiano” y el 29 de enero de 1953 declara públicamente en el Paraninfo de la UES que abjura del marxismo y se declara aristotélico-tomista. Posteriormente se vuelve un cuadro orgánico de la dictadura militar. Muere el 16 de mayo de 1981.

V Periodo. Del 14 de diciembre de 1948 a marzo de 1964.

El 14 de diciembre de 1948, un sector militar aprovechando el descontento popular contra el régimen castanedista, da un golpe de estado y se presenta con un rostro democrático. Asume el gobierno el coronel Oscar Osorio, con un novedoso discurso, altamente demagógico y de reformas, e incluso obtiene inicialmente el apoyo de AGEUS. Posteriormente muestra su garra represiva.

Según el VII Congreso del PCS del abril de 1979 “el Golpe de Estado de los Mayores abrió una nueva fase de la dictadura militar ( la segunda) en cuya dirección se conjugaron inicialmente varias tendencias y sectores: a) la intelectualidad reformista civil y la joven oficialidad , frustradas en 1944,que aspiraban a la democratización del sistema político, a reformas sociales limitadas y a fomentar la industrialización, b) grupos de la burguesía interesados en la diversificación de la economía nacional y c) la aspiración…en el cuerpo de oficiales del Ejército, de asegurarse un mecanismo de relevo periódico en el mando político y la administración estatal.”

Turcios (1993) califica este golpe como “un viraje en la historia política salvadoreña, puesto que se tradujo en una configuración nueva de las instituciones del estado y una reorientación de su actividad…alteró la tendencia histórica liberal que había regido la actuación estatal desde el siglo pasado. Por su parte, Castellanos (2002) identifica las fuerzas detrás del golpe al plantear que este se da “apoyado por el ascendente sector comercial-industrial de la gran burguesía, en particular las familias Meza Ayau y de Sola.”

El IV Congreso del PCS. Agosto de 1950

En este marco, en agosto de 1950 se celebra el IV Congreso llamado de Unidad, (y por mucho tiempo conocido como III Congreso) durante el cual se debate intensamente acerca de las alianzas y la vía de la revolución. Hay un sector de intelectuales en el CC que miraban con simpatía al gobierno del Coronel Oscar Osorio y que incluso habían aceptado cargos diplomáticos y que plantearon como tesis que el PCS debería apoyar a Osorio porque era un enfrentamiento entre los intereses de los señores feudales y los intereses de los capitalistas industriales y había que definirse a favor del progreso.

Y había otro sector de militantes históricos que consideraban que aceptar estos cargos “de la dictadura” equivalía a una traición. Y había un tercer sector que consideraba que lo principal era la unidad del Partido y que había que acomodarse a las diferencias. En conclusión, habían dos visiones que no logran ponerse de acuerdo por lo que no se fija línea política aunque se elige el Consejo Supremo Nacional y el Comité Central y quedan de ambas tendencias.

Unos meses después de este IV Congreso se termina expulsando a varios intelectuales que habían ingresado al PCS alrededor de 1936 y que abrazaban la corriente oportunista, conocida como “browderista” que planteaba la desaparición de la lucha de clases debido a la alianza que existió entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda guerra mundial. Y esto lo trasladaban al país, para plantear la necesidad de la alianza con sectores de la dictadura terrorista-demagógica osorista, iniciada en diciembre de 1948.

En diciembre de 1950 es expulsado del PCS el entonces secretario general Julio Fausto Fernández por aceptar cargos diplomáticos de la dictadura osorista. También se expulsa al sindicalista Amílcar Martínez. Asume la secretaría general del partido luego de Fernández, el sastre santaneco Daniel Castaneda. Es en este año 1950 que ingresan al PCS Schafik Jorge Handal y Jorge Arias Gómez.

El PCS era dirigido desde 1948 por el Dr. Julio Fausto Fernández, que acepta un cargo consular del nuevo gobierno militar, primero en Montevideo, Uruguay y luego en la ciudad de Sao Paulo, Brasil. Al conocer esto, la comisión política del PCS le escribe exhortándolo a que renuncie al cargo y que regrese al país. Al no obedecer el CC del PCS decide expulsarlo de sus filas. Y en diciembre de ese año 1950 se elige a Daniel Castaneda para sustituirlo como secretario general del PCS.

El IV Congreso del PCS de agosto de 1950 permite reiniciar la publicación del periódico La Verdad así como fortalecer el trabajo partidario en tres sectores: el sindical, mediante la creación del Comité de Reorganización Sindical, CROS, dirigido por Salvador Cayetano Carpio; el estudiantil mediante la creación de la Asociación de Estudiantes Universitarios, AEU, dirigido por Jorge Arias Gómez, que retoman la dirección de la AGEUS, y que incluía a Juan José Vides, Roberto Castellanos Calvo y Schafik Handal. Y el trabajo por la paz y la solidaridad, a través del Comité Salvadoreño por la Paz, CSP, dirigido por Jacinto Castellanos Rivas, que había sido en 1932 secretario privado del General Martínez y luego se incorpora al PCS.

En el plano cultural, durante este año de 1950 se publica el libro de poemas 10 sonetos para mil y más obreros de Oswaldo Escobar Velado, simpatizante del PCS, que marca una ruptura literaria clave, ya que coloca en el tapete ideológico nacional, la presencia de la clase obrera urbana y la lucha por la democracia y contra la dictadura militar como el eje fundamental de una nueva construcción cultural. El silencio de 1932 comenzaba a derrumbarse…y la poesía escuchaba los sonidos de estos martillos. A nivel de artes plásticas, en 1950 Camilo Minero y Luís Ángel Salinas forman el “Grupo Octubre.”

Un año después, en 1951, Velado publica el libro de poemas Árbol de Lucha y Esperanza. Dos obras claves que simbolizan desde la literatura el comienzo de un nuevo periodo de luchas sociales, en las cuales la izquierda desafía la cultura oficial de la dictadura y se dispone a construir su propia visión de país y hegemonía.

En 1952 una delegación del CSP integrada por Jacinto Castellanos Rivas, Daniel Castaneda y el estudiante Waldo Chavez Velasco participan en un Congreso Mundial por la Paz en Beijing, Republica Popular de China. Al regresar en octubre del viaje se enteran de la ola represiva contra el PCS de septiembre y entonces Castellanos Rivas y Castaneda deciden seguir a Guatemala y Velasco se queda en San José, Costa Rica. Por cierto, luego Velasco acepta una beca para estudiar en Italia y al regresar al país se convierte en uno de los principales ideólogos de la dictadura militar.

José Daniel Castaneda

José Daniel Castaneda nace en 1897 en Santa Ana. En 1915 ingresa al Sindicato de Sastres. En esta época pertenece a un grupo de teatro y actúa en algunas obras. En 1933, luego de la masacre de 1932, ingresa a Partido Comunista y adopta el pseudónimo de León Ponce. En octubre de 1943 firma junto con su camarada de mil batallas, Virgilio Guerra, el Memorial contra Martínez que aparece publicado en Diario Latino, y por el cual se captura a su director, periodista Jorge Pinto, se le encarcela y el 2 de abril en represalia por el levantamiento cívico-militar, es ametrallado dejándolo inválido por el resto de su vida.

Castaneda participa activamente en Santa Ana tanto de la conspiración del 2 de abril como de la tarea de distribuir armas a la población desde el rebelde V Regimiento. Al fracasar el golpe militar, se clandestiniza para volver a aparecer en las jornadas de la huelga de mayo que terminan con el tirano Martínez. Luego de la huida del dictador, León Ponce se traslada a San Salvador y se dedica a la reactivación de la dirección del PC y del movimiento popular, incluyendo la creación de la Unión Nacional de Trabajadores, UNT.

Luego de producirse el golpe de estado reaccionario del 21 de octubre de 1944, Ponce junto con Virgilio Guerra, Miguel Mármol, Eduardo Camporreales y otros camaradas, huyen hacia Guatemala. Castaneda en su primer exilio, participa en la creación de la Escuela Claridad, organizada para la formación político-ideológica, así como en la reconstrucción del Partido Comunista de Guatemala. Cuando en 1947, estaba por crearse el Partido, el presidente Arevalo ordena el cierre de la Escuela Claridad, y encarcela y luego deporta hacia México a sus organizadores.

Pero Ponce logra evadirse y se clandestiniza. En septiembre de 1947 nace Vanguardia Democrática Guatemalteca, VDG, que se convierte en el núcleo fundante del Partido Comunista de Guatemala, PCG. Entre sus fundadores se encuentran los salvadoreños Castaneda, Guerra y Mármol y los guatemaltecos Alfredo Guerra Borges, Mario Silva Jonama, Antonio Ardón, Bernardo Alvarado Monzón, entre otros. Luego del golpe de estado del 14 de diciembre de 1948 en El Salvador, en enero de 1949, Castaneda, Guerra y Mármol regresan a su patria.

Por otra parte, en septiembre de 1949, en Guatemala se celebra el I Congreso del Partido Comunista de Guatemala. En marzo de 1951 el Coronel Juan Jacob Arbenz asume la presidencia. En mayo de ese año 1951 el comité central del PCG aparece públicamente. En el II Congreso del PCG, en diciembre de 1952, para no contravenir el artículo 32 de la Constitución y poder así participar en las próximas elecciones legislativas de 1953, se decide adoptar el nombre de Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT, y se obtienen cuatro escaños. El PGT fue disuelto años después en 1998 para crear la URNG.

En junio de 1954 fuerzas contrarrevolucionarias comandadas por el Coronel Carlos Castillo Armas, con el apoyo de Washington, invaden Guatemala para derrocar a su gobierno y rápidamente avanzan ya que el 3 de abril entran victoriosos en la capital y el 1 de septiembre se instalan como gobierno. Este hecho provoca una estampida generalizada de los exiliados latinoamericanos que buscan embajadas para refugiarse.

Las olas represivas osoristas de 1951 y 1952

Mientras en El Salvador, en marzo de 1951 se desata una feroz represión contra el PCS por parte del régimen osorista, que coloca en la cárcel o el exilio a la mayoría de miembros del comité central. Entre los capturados se encuentran José Antonio Díaz, Arturo Alonso Alvarado, Felipe Vaquerazo, Pedro Nobleau, Jacinto Castellanos Rivas, Francisco Aguilar Nuñez, Marco Antonio Trigueron Monge, Antonio Artiga, el líder zapatero Luís Felipe Cativo, Cecilio Napoleón Villacorta, Eliseo Romero Romero, Julio Lemus, Vicente Urrutia Letona, Carlos Alex Gómez, Julio Cesar López y José Oscar Rico, de San Salvador; Bertín Sosa Miranda de Sonsonate, José Ricardo Escobar de Santa Tecla; Lorenzo Marroquín y Juan García Mendoza de Santa Ana. No obstante este golpe, el Consejo Supremo Nacional se reúne el 26 de mayo para evaluar y tomar medidas ante el zarpazo represivo que provoca el destierro de parte considerable de su dirección política.

En septiembre de 1952 se despliega otra intensa oleada represiva apuntando a la liquidación del PCS y del movimiento popular, en particular del CROSS. Veinte años después de 1932 la reacción volvía a intentar la destrucción del partido de los comunistas salvadoreños. En esta ocasión son encarcelados Salvador Cayetano Carpio y su compañera, Tulita Alvarenga, Fidelina Raymundo, Miguel Angel Cea, Miguel Mármol, Segundo Ramírez, Orfelio Monterrosa, José Celestino Castro, Roberto Carías Delgado, los estudiantes Manuel Atilio Hásbun, Gabriel Gallegos Váldez, Salvador Larreynaga, Dr. Moisés Castro y Morales, entre otros muchos más. De esta experiencia Carpio escribe su obra Secuestro y capucha. Sin embargo, el 1 de mayo de 1953 el PCS lanza un manifiesto haciendo un llamado a la lucha por la libertad de los presos políticos y denunciando la demagogia prudista.

En noviembre de 1952, el presidente de AGEUS, Jorge Arias Gómez, decide refugiarse en Guatemala para evitar ser capturado. En ese país se reencuentra con Daniel Castaneda, que trabajaba en un taller de sastrería, propiedad de un salvadoreño. A mediados de 1953, Gómez, recibe por medio de la AEU guatemalteca, una invitación de la FMJD para participar en el IV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, que se celebraría en Bucarest, Rumania. Por cierto, el VI Festival de la FMJD, que se realizó en Moscú en 1957 contó con la participación de Roque Dalton.

Al regresar Arias Gómez en diciembre de 1953 el círculo de exiliados salvadoreños en Guatemala se había ampliado con la llegada de Roberto Castellanos Calvo, Juan José Vides, Raúl Castellanos Figueroa y otros, que habían sido deportados. Arias Gómez recibe en marzo de 1954 la tarea de asumir la defensa legal de Salvador Cayetano Carpio, que estaba encarcelado desde septiembre de 1952, por lo que debe regresar a El Salvador.

Regresa Gómez Arias en abril de 1954 y logra en julio sacar de la cárcel a Carpio. En mayo de 1954 convoca a la reunión de fundación de la Acción Estudiantil Universitaria, AEU. A esta reunión asiste Roque Dalton García (1935-1975) quien ese mismo año asume como redactor de Opinión Estudiantil, propuesto por AEU.

Gráfica sobre Año de ingreso al PCS

Nombre Año de ingreso al PCS
Daniel Castaneda 1933
Virgilio Guerra 1934
Julio Fausto Fernández 1935
Alejandro Dagoberto Marroquín 1935
Amparo Casamalhuapa 1937
Camilo Minero 1937
Salvador Cayetano Carpio 1947
Roberto Castellanos Calvo 1948
Raúl Castellanos Figueroa 1949
Jorge Arias Gómez 1950
Schafik Jorge Handal 1950
Roque Dalton 1958

Al triunfar en Guatemala la contrarrevolución en julio de 1954, los exiliados salvadoreños se refugian en diversas embajadas, Brasil, México, etc., lo que explica que Alejandro Dagoberto Marroquín y el sindicalista Miguel Ángel Cea fueran a parar a Buenos Aires, Argentina. Castaneda decide asilarse en la embajada salvadoreña y a los pocos días estaba de regreso en su patria. En 1964 luego del V Congreso del PCS, Castaneda a los 67 años, se integra la Comisión Sindical. En 1985 es enviado a Cuba por su situación de salud y regresa hasta después de los Acuerdos de Paz de 1992, el 26 de agosto, junto con Miguel Mármol. Participan ambos en la fundación del FMLN como partido político.

Plenum del comité central de enero de 1956

En enero de 1956, en el marco de la campaña electoral del PRUD para imponer al Coronel José María Lemus en la presidencia, se realiza un importante plenum del comité central del PCS en el que se evalúa la situación nacional y se toman importantes acuerdos. Se define trabajar por la formación de un Frente Patriótico de Unidad que unifique a las fuerzas democráticas y que tenga como tareas luchar por el desarrollo, por la liberación nacional y por la democratización. Identifica el carácter de la revolución como democrático-burgués, por lo que su objetivo es “fundamentalmente anti-feudal y antiimperialista.”

El programa del Frente Patriótico de Unidad de las fuerzas democráticas comprende los siguientes diez puntos: a) vigencia de todas las libertades democráticas b) respeto al derecho del pueblo a elegir a sus propios gobernantes c) integración de un régimen de liberación nacional d) realización de la Reforma Agraria e) desarrollo de la industrialización nacional f) defensa de los precios de nuestras materias primas g) nacionalización de las empresas monopolistas extranjeras que operan en el país h) libertad plena para comerciar con cualesquiera naciones del mundo, particularmente con la Unión Soviética y los países de Democracia Popular i) aceptación de la ayuda técnica que la Unión Soviética proporciona a nuestras naciones j) defensa de la causa de la paz y la amistad entre todas las naciones.

Considera el PCS que por este programa político “lucharan el sector anti-imperialista de la burguesía, la pequeña burguesía, y los campesinos, en alianza con la clase trabajadora y bajo la dirección de esta.” En septiembre de 1956 luego de la imposición por el PRUD del coronel Lemus como presidente, así como en la Asamblea Legislativa y Consejos Municipales, el comité central del PCS evalúa que “el partido oficial de esta manera ha consolidado prácticamente el control absoluto del poder político…”

No obstante esto, tres meses después, en diciembre de 1956, el comité central del PCS aprecia que se han dado tres pasos positivos por parte del gobierno de Lemus: se permitió el regreso indiscriminado de los exiliados; se derogó la Ley de Defensa del Orden Democrático y Constitucional y se han tomado medidas para evitar la malversación de los dineros públicos. No obstante esto, se considera que “esto pasos no indican, en forma alguna, que el régimen haya cambiado o que el gobierno actual sea democrático…”

La Generación Comprometida y la organización popular

A nivel cultural el año de 1956 simboliza el aparecimiento de un grupo de trabajadores del arte y la cultura que se conoció como el Círculo Literario Universitario, “núcleo de poetas revolucionarios de izquierda de la Generación Comprometida” (Canales 2007), y que dejaron una profunda huella en la disputa ideológica entre los partidarios del estatus quo y de la revolución. Marcan un antes y después de la literatura y cultura salvadoreña y solo puede ser explicado en el contexto del resurgimiento del movimiento popular y el fortalecimiento del PCS. Este fenómeno iba a repetirse veinte años después, en la década del setenta del siglo pasado, incluso en una situación de vanguardia dispersa.

La mayoría de sus integrantes fueron o militantes o simpatizantes del PCS. Y entre estos se encuentran: Roque Dalton, Otto René Castillo, Roberto Armijo, José Roberto “Pichón” Cea, Arqueles Morales, Mario Flores Macal, Miguel Ángel Parada, Manlio Argueta, el pintor Camilo Minero, Tirso Canales, Rafael Góchez Sosa, Álvaro Menéndez Leal, Mercedes Durand, Mauricio de la Selva, Hildebrando Juárez, Jorge Campos, Jorge Cornejo, Waldo Chávez Velasco, Orlando Fresedo, Eugenio Martínez Orantes, Armando López Muñoz, Alfonso Quijada Urías, José napoleón Rodríguez Ruiz, entre otros.

A finales de 1956 durante el inicio del gobierno del Coronel José María Lemus regresan muchos comunistas exilados, de México e incluso desde Argentina como fue el caso de Alejandro Dagoberto Marroquín. En enero de 1957 regresa también de México el intelectual marxista Abel Cuenca, sobreviviente de 1932, y escribe su obra principal, titulada El Salvador, una democracia cafetalera. El regreso de los exiliados viene a fortalecer el crecimiento de la organización popular y el PCS se plantea luchar por profundizar este esfuerzo democratizador.

1956 marca un punto de inicio desde el PCS de diversas iniciativas de organización popular. Inician los esfuerzos por construir una organización revolucionaria de la juventud, mediante la creación de los clubes juveniles Lamatepec, Tazumal y en 1958 de la Asociación de la Juventud 5 de Noviembre, que era dirigida por Manlio Argueta, José Roberto Cea, Roque Dalton, Otto René Castillo entre otros. Es de la J 5 de Noviembre que surge la UNEEM. Y en 1960 nace la Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS. A nivel magisterial se crea en 1956 la Federación Magisterial, antecedente histórico de ANDES 21 de Junio. Surge la Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas, FMS.

En 1957 el movimiento obrero influenciado por el PCS logra una victoria estratégica al celebrar el Primer Congreso de Unidad Sindical, y constituir la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS, una central única de los trabajadores, que posteriormente fue dividida por la derecha al constituir la CGS. En 1959 surge el Movimiento Cívico Abril y Mayo que luego se convierte en el Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM. Esto se da en el marco del inicio de grandes batallas populares contra la dictadura militar, expresión de un auge revolucionario prolongado (1958-1962).

Una semana de intriga y muerte



La Semana Santa cristiana es el escenario dramático de una intensa lucha, precisamente política, entre dos posiciones diferentes del pensamiento judío y el imperio romano, dueño del mundo y de la época.

Dagoberto Gutiérrez


Roma acababa de salir de su momento de mayor esplendor con el reinado de César Octavio Augusto. Palestina era una de sus posesiones de menor valor. En cierto modo, era una colonia cómoda porque el imperio tenía asegurado el control usando a reyes locales hebreos que eran controlados por Roma. Tal era el caso de Herodes. Mientras, la fervorosa fe de ese pueblo y su sentido mesiánico de la vida eran controlados por el Sanedrín, una especie de consejo religioso o comité político constituido por los jefes religiosos judíos, que también trabajaban para Roma.

Este consejo se componía de los fariseos, que eran los abogados conocedores de la ley judía, una especie de clase media que establecía la norma, según la cual, para estar cerca de Dios se requería el conocimiento y la observancia de la ley como único requisito. Algo así como considerar que el Dios judío era un abogado estudioso de la ley para el que no importaba la conducta de las personas con relación a las otras personas, o con relación a las cosas. Luego estaban los saduceos, que eran los grandes propietarios y terratenientes, y aunque no eran intelectuales, tenían el poder económico. El jefe del Sanedrín, en el momento que analizaremos, era uno de ellos, llamado Caifás, que gobernaba en alianza con su suegro, llamado Anás.

El pueblo hebreo resentía y resistía el dominio imperial romano y una parte de esa resistencia se expresaba en guerras de guerrillas. Estos eran los zelotes. Entre tanto, la población esperaba y clamaba por un mesías liberador que los sacara del infierno romano.

Este mundo hervía de mesianismo y de malestar, y Roma controlaba el pequeño territorio con mano de hierro, considerando a este fervor religioso como un peligro capaz de estallar en rebeliones en cualquier momento. Poncio Pilatos, el gobernador romano, era un hombre débil que debía su cargo al General Sejano, jefe del ejército romano y mano derecha del nuevo emperador Tiberio, que había sucedido recientemente a Octavio. El poder real era Pilatos y el territorio era ocupado militarmente por las legiones romanas que aseguraban represivamente que nada se moviera.

El Sanedrín era una especie de gobierno local que junto al Rey Herodes aseguraban el poder del imperio romano sobre el pueblo palestino. A cambio de ese trabajo, los romanos les daban privilegios económicos, políticos e ideológicos, y les permitían jugar al poder, pero en realidad, Roma controlaba totalmente los hilos del poder.

Poncio Pilato residía en la costa, en la ciudad de Cesarea, pero cada año se trasladaba a Jerusalén en ocasión de las fiestas de Las Tiendas, que era una conmemoración y celebración de la salida del pueblo hebreo de Egipto y su liberación de la esclavitud. Todos los años, miles de personas de distintas direcciones y pueblos acudían a Jerusalén, precisamente al templo, para expiar sus pecados.

Esta vez, un hombre especial decidió ir a Jerusalén. Este era Jesús, perseguido, amenazado y con sus días contados. El problema de este hombre era que representaba, sin buscarlo, la confianza del pueblo oprimido en su libertad. Era el movilizador de las esperanzas y el que, a diferencia del Sanedrín, no se sometía a Roma, y entendía, y así lo divulgaba, que el Dios de los judíos era de liberación, de justicia y de paz, y que además, la clave no estaba en el conocimiento de la ley sino en la práctica de la justicia, empezando con la justicia entre los mismos seres humanos. Este hombre enseñaba que Dios no estaba cerca de los que conocían la ley sino de los que estaban cerca de su prójimo, y en la parábola del buen samaritano incluso se atrevió a plantear que un samaritano, que era despreciado por el pueblo judío, podía estar más cerca de Dios al estar más cerca del ser humano.

Los fariseos lo perseguían, buscando demostrar que estaba contra Roma para que fuera capturado, pero también intentaban hacerlo aparecer como aliado de Roma para que el pueblo lo condenara. Se trataba de una lucha política-ideológica en donde el orden romano, asegurado por las legiones de Roma, el Sanedrín y los reyes hebreos, era amenazado por el desorden que venía de un hombre desconocido con un mensaje poderoso, sencillo y claro, que amenazaba y chocaba con la filosofía dominante, pero que tomaba en cuenta el pensamiento mosaico incorporando, eso sí, nuevos elementos correspondientes a los nuevos momentos convulsos que se vivían en Palestina.

Ese líder honesto, genial, clarísimo y radical era una amenaza para el orden imperial y para sus sirvientes locales. Por eso, cuando se dieron cuenta que había llegado a las fiestas de Las Pascuas supieron que había llegado el momento de matarlo, y la lucha por eliminarlo se desarrolla de inmediato.

El episodio del huerto de Getsemaní es importante porque precisamente el nombre “Getsemaní” quiere decir lugar de los ungüentos, una de las mercancías que se vendían en la ciudad, en esta época de feria, de temporada y de fiesta. Getsemaní fue el lugar escogido por el Sanedrín para capturarlo frente a la población que participaba de las fiestas religiosas. Ocurre que solo Roma tenía jurisdicción y solo las legiones podían capturar, y la guardia del templo que detuvo a Jesús dependía del Sanedrín y carecía de jurisdicción. Por eso, los jefes religiosos, ansiosos de asesinar a Jesús, tuvieron que entregarlo al jefe romano.

Para Pilatos, la situación era complicada porque su trabajo consistía en garantizar la estabilidad en la colonia, en evitar levantamientos, y su éxito como funcionario dependía de lograr este cometido. Al mismo tiempo que esto ocurría en Palestina, su protector, el General Sejano, tenía problemas en Roma, porque Tiberio, un emperador débil sospechaba y temía de todo mundo, entre ellos, del jefe de su ejército. Tanto miedo tenía Tiberio que había fijado su residencia en Capri, una pequeña isla que le servía de fortaleza.

Así las cosas, lo menos que Pilatos necesitaba era que se produjera un levantamiento, y por eso, cuando se dio cuenta que el prisionero sangrante, torturado, humillado, era, sin embargo, un hombre sencillo y honrado, dueño de una inmensa fe, y que era superior a los jefes del Sanedrín judío, dispuso proponerle un pacto político, según el cual Jesús sería el rey de los judíos, porque ya era líder de una parte de ellos, Roma lo apoyaría, y él, Jesús, gobernaría en beneficio de Roma. A esta tentadora oferta, Jesús respondió con una brillante respuesta política: “Mi reino no es de este mundo”.  Quedando así sellada toda posibilidad de negociación con el imperio.

El problema político para Pilatos era complicado porque los jefes del Sanedrín eran los aliados del imperio romano y controlaban ideológicamente a la población en beneficio de Roma. Al tiempo que Roma no podía ceder su jurisdicción y su poder a nadie, ni al Sanedrín, ésta tenía que garantizar la legalidad de los procedimientos, y siendo el prisionero inocente, a juicio de Pilatos, y sabiendo éste que el Sanedrín temía a este hombre porque se enfrentaba a la ley y al orden, y tenía un mensaje justiciero y libertador, por todo esto, Pilatos decide someter el tema a la decisión de la gente para quitarle el control de los acontecimientos a los sumos sacerdotes judíos, y aparecer ante la masa popular como respetuoso de la voluntad del pueblo judío. Es en este momento cuando Pilatos se lava las manos para eludir toda responsabilidad y para establecer que los responsables de lo que ocurriera fueran los mismos judíos. La maniobra buscaba evitar toda revuelta, de modo que el resultado, sea cual fuere, no rompiera la tradición y la normalidad imperial, en casos similares. No olvidemos que los enemigos de Roma eran tradicionalmente crucificados. Así hicieron con Espartaco y su gente, mucho antes de Jesús.

La muchedumbre, y sobre todo, la gente del Sanedrín distribuida entre la muchedumbre, exigieron la muerte de Jesús en la cruz. Esta fue la decisión que el imperio adoptó. Esa noche, muy probablemente, Pilatos durmió tranquilo. Tiempos después se conoció en Roma el reporte de que en Palestina se había crucificado a un judío revoltoso, y pasó como un acontecimiento intrascendente.

La muerte, la derrota y la angustia predominaron en los amigos y seguidores de Jesucristo. El Sanedrín pareció victorioso, Roma también. La ley y el orden igualmente vencedores, pero los acontecimientos posteriores demostrarían que no era así, que la historia apenas empezaba.

Jesucristo fue una especie de chasco histórico para la cultura basada en las leyes de Moisés. Fue un profeta que no trabajó para los poderosos y se rodeó de los últimos de la sociedad, de los pescadores de Cafarnaúm y del lago de Galilea. Más bien, seguía la línea de pensamiento de Juan El Bautista que parecía provenir de los esenios, pero dueño de un fuerte poder intelectual, y siendo un gran conocedor de la naturaleza humana y del lenguaje, estableció novedosas corrientes de comunicación con el pueblo. Desde un principio, se dio cuenta que se enfrentaba a los poderes reales de su época, y su mensaje era siempre cubierto por un follaje que refrescaba sus palabras, pero también podía ocultar el verdadero sentido de las mismas. De ahí el uso de las parábolas y de frases cortas pero lapidarias, como aquella de que “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”, que contiene la teoría cristiana del perdón. El centro de su mensaje era el ser humano y su Dios era universal, rompiendo los estrechos marcos de las deidades judías y enfrentándose al hipócrita y cínico juego de los sumos sacerdotes hebreos, y también a Roma.

Cuando Jesús planteó que todos los seres humanos eran hijos de Dios, rompió lanzas con el Sanedrín y los fariseos, que establecían que era la ley la que te permitía estar cerca de Dios. Por eso Jesús se enfrenta totalmente a la ley y a Roma, que era el poder real detrás y adentro del orden. Su asesinato era una consecuencia de todo esto.

Hay que establecer las necesarias relaciones de estos acontecimientos con la gesta de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

La Semana Santa que la Iglesia Católica celebra no facilita ni promueve esta reflexión. Sin duda tendrán razones poderosas para ello. Es más, la iglesia celebra la derrota y la muerte de Jesús y no celebra su resurrección, que es la victoria. Esto explica que el Santo Entierro sea el acontecimiento que convoca a mayor número de personas, pero el Sábado de Gloria, que es la victoria de la vida sobre la muerte, y la victoria sobre sus asesinos, pasa apenas por un acontecimiento ligero en las iglesias, cuando en realidad es lo que debería celebrarse y es el aliento que el pueblo necesita para continuar resistiendo al explotador para enfrentarse a las garras del capitalismo.

Esto, que es la clave de la semana, se desvanece en la liturgia.

El cristianismo vendría después, cuando los grupos de derrotados y aniquilados lograron vencer el miedo y la persecución, y empezaron a reunirse de nuevo. Contaron con las luces de un hombre extraordinario, Pablo de Tarso, que siendo enemigo de Jesús, se transforma en su más fiel y lúcido seguidor, con la sabiduría y la energía de las mujeres cercanas a María y a Jesús, de los judíos convencidos, ahora sí, del peso y la valía del mensaje del crucificado y del mismo Cristo crucificado. Vendría después, el trabajo misionero y las Cartas de Pablo hasta que este cristianismo popular fuera adoptado y adaptado por el imperio romano como su religión oficial.

Esta maniobra política se consuma en el año 325 después de la muerte de Jesús y a manos del emperador Constantino, un genial político y hábil manipulador. Este cristianismo, basado en la solidaridad, en la hermandad, en un Dios liberador y en la justicia del más débil, es sustituido por la cristiandad romana. Así es como la Iglesia se convierte en Iglesia Católica. Porque si esta cristiandad era la religión del imperio romano tenía que ser obligatoriamente la misma religión para todo el universo, porque esa era la religión imperial y nadie podía tener otra.

La palabra católico quiere decir “lo universal” y esta iglesia fue organizada de acuerdo a la misma organización del Estado romano, con parroquias, que eran los distritos romanos. Esta fue la cristiandad que siglos después caería sobre nuestras tierras en el maridaje entre la cruz y la espada y bañando en sangre a nuestro mundo, en nombre de un Dios aliado y sometido a los poderes europeos de la época.

Como se puede ver, la Semana Santa, y todas las semanas de todos los años, resulta ser un buen momento para la reflexión histórica. Después podes ir a misa o a la playa.

San Salvador, 18 de abril del 2014.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...