Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

domingo, 28 de junio de 2015

¿Existe la realidad del mundo que vemos?


Francisco Mora (*)


El mundo que vemos, ¿existe tal cual "ahí afuera" de nosotros? La realidad de una flor, ¿existe en el mundo, independientemente de quién la está percibiendo? Sin duda preguntas desafiantes, pero no nuevas. Ya Demócrito, hace más de 2.500 años, sin ciencia empírica alguna, apuntó que "es preciso que el hombre conozca que está separado de la realidad y que conocer de verdad qué es cada cosa es un enigma".

Lo cierto es que hoy comenzamos a saber que el mundo que nos rodea es, en buena medida, creado por nuestro propio cerebro, y que la realidad que conocemos se construye sobre la base de que las neuronas -como señaló Blakemore- presentan argumentos al cerebro basados en las características específicas que detectan en el mundo exterior. Argumentos con los que el cerebro construye la hipótesis de la percepción" (F Mora: Cómo funciona el cerebro. Alianza. Madrid 2009. 2ª edición).

Y todo esto se debe a que el funcionamiento de los códigos neuronales de nuestro cerebro, resultado de ese largo proceso evolutivo ocurrido en la Tierra durante mas de 700 millones de años, no ha sido nunca copiar el mundo sino recrearlo y construirlo fundamentalmente para sobrevivir. (F. Mora: El Reloj de la Sabiduría. Tiempos y Espacios en el cerebro Humano. Alianza. Madrid 2008. 2ª Edición). Y la pregunta ahora es esta: ¿cómo se construye pues en el cerebro la realidad sensorial?

Déjenme que les ponga un ejemplo sencillo de ese complejo mundo neuronal de cómo el cerebro construye, por ejemplo, las formas que vemos. La retina detecta millones de puntos de contraste luz-sombra y las redes neuronales de las áreas visuales de la corteza cerebral (punto a punto) "los pegan", construyendo líneas en todas las direcciones posibles del espacio (orientación). Tras ello, otras neuronas detectan líneas que cambian de dirección. Así ocurre un proceso de convergencia neuronal de complejidad creciente con el que el cerebro "dibuja" los rudimentos de las formas o figuras de lo que se ve.

Y es acorde a estos códigos cómo el cerebro construye las formas de un gato o de un árbol en función a una realidad que, como tal, desconocemos. Ya lo señaló Ortega y Gasset al escribir que "El pensamiento humano no descubre el universo, sino que lo construye. (F. Mora: Neurocultura. Alianza. Madrid 2007). Es decir, lo que hay "real", "ahí afuera", sólo lo es en tanto que está construido por cerebros que contienen unos determinados códigos de procesamiento de la información sensorial y no otros.

Y del mismo modo que la construcción de las formas, ocurre la construcción por vías neuronales paralelas del color y el movimiento de lo que se ve. Y es al final en redes neuronales ensambladas funcionando en códigos de tiempo, como se obtiene esa imagen última de lo percibido. Después, cuando la información sensorial entra a redes neuronales de otras partes del cerebro (sistema límbico), esta información adquiere color emocional, es decir, significado de placer, dolor o castigo, de "bueno" o "malo", de lo que se ve.

Hasta aquí todo el procesamiento lo hace el cerebro por mecanismos inconscientes. Finalmente, esta información se hace consciente en ese enorme y complejo procesamiento espacio-tiempo que ocurre en las áreas de asociación de la corteza cerebral.

¿Es entonces irreal lo que vemos? ¿Es nuestra ciencia una mera quimera, algo enteramente subjetivo? No, sería la respuesta. La realidad es una realidad objetiva "humana", compartida por todos los seres humanos y, como tal, factible de análisis y construcción de conocimiento "objetivo" humano. Nuestro conocimiento no es "absoluto", nada lo es. Nuestro conocimiento humano se ha alcanzado tras múltiples pruebas de acierto-error a lo largo de ese banco de pruebas que es la evolución y por el que han pasado todos los cerebros de nuestros congéneres, los animales.

Todo esto sería mas fácil de entender quizá con el ejemplo de esta otra reflexión. Dado que la realidad que vemos es construida en parte por el cerebro humano, acorde a los códigos de procesamiento neuronal que posee, ¿podría un extraterrestre que visitase la Tierra, con un cerebro imaginario, altamente complejo si se quiere, poseedor de códigos diferentes (elaborados a través de un proceso evolutivo diferente en su planeta) y que hubiese durado un tiempo similar al ocurrido en la Tierra (unos 3.000 millones de años), con estímulos sensoriales idénticos a los nuestros, ver la misma realidad que vemos los seres humanos? La respuesta sería claramente no. Parece claro que no vemos ni sabemos que hay "ahí afuera".

¿Y que podríamos barruntar, a tenor de lo que nos dicen la ciencia del cerebro, la Neurociencia, que hay "ahí afuera"? Déjenme que al menos como presunción científica les señale que ese mundo podría ser un mundo blanco-negro-gris, sin colores vivos ni formas ni movimientos imaginables, ni sonidos, ni sabores u olores. Y por supuesto, sin nada emocional que signifique "bueno" o "malo". Algo por otra parte, por cierto, bastante aburrido.


(*)Catedrático de Fisiología Humana, Universidad Complutense de Madrid y catedrático adscrito de Fisiología Molecular y Biofísica, Universidad de Iowa

sábado, 27 de junio de 2015

Lucha de clases




Enfrentamiento que se produce entre dos clases sociales antagónicas, cuando luchan por sus intereses estratégicos de largo plazo. Por ejemplo, el interés estratégico a largo plazo de una clase dominante consiste en perpetuar su dominio, el de una clase dominada en destruir el sistema de dominación y el enfrentamiento que se produce entre ambas clases constituye la lucha de clases proclamada por el marxismo. Los marxistas señalan que las huelgas, manifestaciones callejeras, las tomas de fábricas, terrenos y fundos, etc., sólo pueden ser consideradas insertas en el contexto de la lucha de clases que sostiene el proletariado con la burguesía, en la medida en que el proletariado visualice como su objetivo final la destrucción de la burguesía como clase.

Antecedentes históricos

Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista: La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes.

En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa división de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y, además, en casi todas estas clases todavía encontramos gradaciones especiales. La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado. (…)

Pero la industria, en su desarrollo, no sólo acrecienta el número de proletarios, sino que los concentra en masas considerables; su fuerza aumenta y adquieren mayor conciencia de una misma. Los intereses y las condiciones de existencia de los proletarios se igualan cada vez más a medida que la máquina va borrando las diferentes partes, a un nivel igualmente bajo. Como resultado de la creciente competencia de los burgueses entre sí y de las crisis comerciales que ella ocasiona, los salarios son cada vez más fluctuantes; el constante y acelerado perfeccionamiento de la máquina coloca al obrero en situación cada vez más precaria; las colisiones individuales entre el obrero y el burgués adquieren más y más carácter de colisiones: lucha de clases, es un fenómeno que se refiere al eterno conflicto entre las dos clases sociales existentes, entre los que producen y los que no producen, entre los que sin trabajar se adueñan de la producción y excluyen a los que trabajan, entre explotadores y explotados; históricamente entre amos y esclavos, patricios y plebeyos, terratenientes y campesinos, burgueses y proletarios, ricos y pobres, entre depredadores y presa.

Unos luchan por la liberación y otros por la opresión. En el esclavismo los amos se apropiaron de la producción, lo tenían todo y dominaban a los esclavos o productores. En el feudalismo, la minoría que se adueñó de la tierra y la producción dominaba a la mayoría que fue expropiada, es decir, a los que no tenían nada.

En el capitalismo dominan los se han enriquecido con la tierra que es propiedad de todos y con la acumulación originaria, (saqueo de riquezas a otros pueblos) se adueñaron además de todos los medios de producción, de la materia prima, del trabajo y del trabajador o esclavo de nuevo tipo a través de la esclavitud asalariada.

En la naturaleza las manadas o presas desorganizadas, nunca dominarán a sus depredadores. En el gobierno de los amos, un esclavo nunca será rey y así mismo en el gobierno de la burguesía, un obrero o proletario, jamás llegará a gobernar a los burgueses.

Si dado un caso especial, ocurriera un fenómeno de este tipo, es porque ha sido producto de una Revolución que no es otra cosa sino poner derecho lo que viene funcionando al revés, es decir, una clase social se organiza y se rebela contra los poderes opresores de la otra clase y toma el poder político o ejecutivo pero la Revolución tendrá éxito si puede controlar el Estado.

El Estado no es más que el Instrumento perfecto para la opresión de una clase social sobre la otra. Es una maquinaria de dominación que los explotadores han construido para imponerse sobre los que producen o trabajadores.

Regularmente el Estado se presenta con 3 poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), pero en realidad es un abanico de poderes ocultos con que los explotadores se adueñan de la producción y de las riquezas de la sociedad.

Los poderes del Estado explotador son represivos Ej: los griegos, los egipcios, los romanos etc, utilizaban el poder militar para reprimir al pueblo esclavo.

Jesús, Galileo, Tupac-Amaru, el indio Hatuey, Espartaco, etc, y todos los que murieron acusados, torturados, crucificados o quemados vivos en las hogueras, fueron victimas del poder religioso. (y el poder judicial no funciona para los pobres sino que defiende a los ricos).


Poderes del estado opresor en la lucha de clases

Son los poderes esenciales que los explotadores necesitan para robarle la producción a la clase trabajadora.

1-Poder político. (Ejecutivo-gobierno)

2-Poder económico. (Capitalistas-explotadores-especuladores-Banqueros)

3-Poder social. (Pueblo organizado) (los explotadores luchan para que el pueblo no se organice)

4-Poder de medios de comunicación. (Funcionan a favor de la burguesía)

5-Poder judicial. (tribunales, jueces etc. La justicia responde a la clase alta)

6-Poder militar. (Cuerpos represivos. Defienden los intereses de los explotadores)

7-Poder religioso (ideológico) (Alto clero. Salvaguarda los sagrados

intereses de los explotadores. Controlando la mente o las ideas, se controla la producción)

Así que en la lucha de clases están involucradas las fuerzas productivas, proletariado y burguesía, eternas clases antagónicas.


Clases antagónicas

Se refiere a los explotadores y explotados. En nuestros tiempos a la burguesía y al proletariado. Estas dos clases sociales son irreconciliables, son contrarias, no se unen. Es como el amo y el esclavo. El esclavo jamás puede amar al amo que lo maltrata, pero el amo para sobrevivir, necesita maltratar al esclavo hasta matarlo, luego en la sociedad llena de miserias y necesidades, encuentra otro esclavo (esclavo asalariado) al que succiona su energía, su trabajo y su sangre hasta el exterminio en una cadena interminable de explotación del hombre por el hombre. Esta lucha por la liberación, por un lado y el proceso de sometimiento a la ignorancia, la esclavitud y la explotación por el otro, es la esencia de un fenómeno denominado lucha de clases.


Tipos de lucha de clases

Existen diferentes tipos de lucha que podemos distinguir en los enfrentamientos entre las clases sociales opuestas. Podemos distinguir enfrentamientos a nivel económico o del proceso productivo, a nivel ideológico o de las ideas, y a nivel político o del aparato de Estado. Distinguimos, por lo tanto.

La lucha económica

La lucha económica es el enfrentamiento que se produce entre las clases opuesta a nivel de la infraestructura o región económica. Este enfrentamiento se caracteriza por la resistencia que oponen a este nivel las clases explotadas a las clases explotadoras Lenin define de la siguiente manera la lucha económica del proletariado: “La lucha económica es la lucha colectiva de los obreros contra los patrones por conseguir condiciones ventajosas de venta de la fuerza de trabajo, por mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los obreros”.

El sindicato es la forma de organización que se ha dado la clase obrera para realizar esta lucha de tipo reivindicativo. Es una organización que tiende a reunir a toda la clase obrera, sin distinción de credos o partidos político, para luchar por estos intereses inmediatos comunes. Ella permite ir alcanzado una unión y organización cada vez mayores de la clase obrera y eleva su nivel de conciencia de clase, preparándola para los enfrentamientos de nivel superior, aquellos que van a suprimir definitivamente su explotación: la lucha por el poder político.

La lucha ideológica

La lucha de clases se da también en el terreno de las ideas, ya que las ideas burguesas contribuyen a mantener la dominación de la clase explotadora sobre los explotados. La burguesía logra imponer estas ideas debido a que, gracias a su poder económico, controla las instituciones a través de las cuales se difunden las ideas: radio, prensa, televisión, cine, escuelas, universidades, etcétera. Las ideas de la burguesía penetran en todas las actividades de la sociedad e incluso logran introducirse en los organismos de la clase obrera si ésta no logra mantener una actitud de permanente vigilancia. A esta lucha en el terreno de las ideas la llamamos lucha ideológica.

En una batalla sin tregua. Si no se combate en forma continua contra la penetración de las ideas de la burguesía en el seno la clase obrera y el pueblo, no se lograra jamás una conciencia revolucionaria capaz de llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias. Esta es difícil, ya que la burguesía usa actualmente un lenguaje seudorrevolucionario para confundir a las masas y debilitar así nuestras propias banderas de lucha. Para contrarrestar esta acción ideológica de la burguesía, la clase obrera debe armarse con la teoría revolucionaria: tiene que saber claramente cuáles son los objetivos finales para poder combatir en cada momento las ideas que impiden avanzar hacia ellos.

La lucha política

La lucha política es el enfrentamiento que se produce entre las clases antagónicas a nivel de la región jurídico-política de la sociedad, o sea, la lucha de los explotados contra las leyes y las instituciones que mantienen la dominación de las clases explotadoras. En la sociedad capitalista, ella abarca desde la lucha de los obreros por mayores libertades políticas hasta su forma definitiva: la lucha por el poder político para destruir a través de él al capitalismo e instaurar una nueva sociedad, la sociedad socialista. Ahora bien, estos diferentes tipos de lucha no se dan aislados unos de otros, sino que, por el contrario, se combinan formando una unidad en la que uno de los tipos de lucha domina a los otros. Y esto se debe a que cada tipo de lucha no es sino un aspecto de la lucha de clases que se da en forma simultánea en los tres niveles de la estructura social. Así, por ejemplo, en una huelga, en que el tipo dominante de lucha es el económico, se da también por parte del sector mas avanzado de los obreros una lucha ideológica por mantener la unidad de los trabajadores, por hacerles ver el origen de su situación de explotados y cómo llegar a terminar con ella, etc. Por otra parte, esta huelga que tiene, en un comienzo, un carácter puramente económico, puede llegar a tener un carácter predominantemente político si llegan a intervenir las fuerzas armadas y la policía para desalojar a los huelguistas de la entrada de la fábrica.


Objetivo de la lucha de clases

Tiene por objetivo final en la sociedad capitalista, destruir el sistema de explotación capitalista suprimiendo la propiedad privada de los medios de producción, y que esto sólo puede lograrse si la clase obrera y sus aliados llegan a apoderarse del poder político. El poder político es el único medio a través del cual la clase obrera puede destruir las relaciones de producción capitalistas e imponer las relaciones de producción socialistas para construir la nueva sociedad, ya que solo desde esa posición de fuerza es posible contrarrestar la resistencia que opone la burguesía a esta transformación. El desarrollo de la lucha de clases prepara el acceso del proletariado al poder político a través de cada batalla, aumentando la organización y nivel de conciencia de la clase obrera, al mismo tiempo que va debilitando al enemigo. En un momento determinado, la lucha de clases adquiere un carácter específico, ella se concentra exclusivamente en el nivel de lo político, estando dirigida a la toma del poder político.


Formas de lucha de clases


Cada uno de los tipos de lucha: (económica, ideológica y política), puede tomar distintas formas: legales o ilegales; pacificas o violentas. Las huelgas pueden ser legales o ilegales, según se sometan o no a la legislación del trabajo que rige en cada país. Lo mismo ocurre con las concentraciones públicas. Sólo son legales aquellas concentraciones que tienen un permiso previo de la autoridad correspondiente. A su vez, la lucha política puede darse en forma legal y pacifica, a través de un proceso electoral, por ejemplo, o puede darse en forma violenta, a través de una insurrección armada, de guerrillas rurales o urbanas, de una guerra popular prolongada, etc. Por otra parte, estas formas no se dan de manera alternativa: o legal o ilegal, o pacifica o violenta, sino que a menudo se presentan combinadas, y es frecuente que durante un mismo proceso se pase de una forma de lucha a otra. Por ejemplo, una huelga que empieza eepara penetrar en la industria que está custodiada por los obreros huelguistas. Sentado esto, ¿existe una forma de lucha mejor que la otra? ¿Podemos decir, por ejemplo, que la lucha pacifica es mejor que la lucha armada? ¿O viceversa? El marxismo admita las formas de lucha más diversas. No rechaza de plano ninguna, ni tampoco valora más una u otra en abstracto. Por el contrario, afirma que la mejor forma de lucha es aquella que responde más a la situación histórica concreta que se está viviendo. No se puede decidir qué procedimiento de lucha utilizar sin examinar antes de manera detallada la situación en que se encuentran las masas, su grado de desarrollo, su nivel de conciencia, los aspectos fuertes y débiles del enemigo, etc. Por otra parte, esas mismas masas dan origen a nuevas formas de lucha, a nuevos procedimientos de defensa y de ataque en relación con las nuevas coyunturas políticas que el proceso revolucionario va generando en su desarrollo. El marxismo sostiene, contra el voluntarismo, que es necesario aprender de la práctica de masas, que no se pueden inventar fórmulas de lucha detrás de un escritorio. Pero también sostiene, contra el espontaneísmo, que es necesario que los partidos de la clase obrera organicen y dirijan la lucha de masas. Son ellos los que deben determinar en estrecho contacto con las masas cuál es la forma de lucha que debe ocupar el papel principal en cada momento y de que manera deben subordinarse a ella las otras formas de lucha.No debe confundirse las formas pacíficas o violentas de lucha con el problema de las vías o la estrategia.

jueves, 25 de junio de 2015

La fábula del conejo rebelde y la zanahoria imperial


Roberto Pineda

El zorro y el puma estaban muy preocupados porque en el bosque latinoamericano los conejos se habían rebelado y proclamaron que no iban a permitir que los siguieran explotando; y entonces el zorro y el puma decidieron que ya no solo había que regañarlos y castigarlos para que trabajaran más duro sino que había que ofrecerles dulces zanahorias para poderlos mantener bajo su hegemonía. Pero lo que el zorro y el puma imperial no sabían es que los conejos rebeldes estaban organizados y unidos…

Un  mundo complejo y divertido

La llegada al gobierno de Estados Unidos en enero de 2009 del primer presidente afroamericano Barack Obama precede por unos meses la toma de posesión del presidente salvadoreño Mauricio Funes, en junio de ese año en El Salvador. Ambos acontecimientos marcan importantes hitos en ambos países. En el caso de Estados Unidos se trataba de un significativo avance en la lucha por la igualdad social y un fuerte golpe al racismo institucional; y en el caso de El Salvador se trataba de una histórica victoria popular sobre los representantes de la centenaria  dominación oligárquica.

El cruce diplomático y político de estos dos procesos históricos permitió modificar la política exterior norteamericana, que había sido durante las campañas electorales de 1994, 1999 y 2004, de temor y rechazo hacia el FMLN y cambiarla por una nueva actitud inicial  de wait and see, de esperar y ver,  y posteriormente por una de ofrecer “amistad y cooperación” a sus antiguos adversarios militares.

Por lo que en El Salvador la potencia imperial decide esconder el garrote y muestra un simpático rostro caribeño que le ofrece zanahorias al también ocurrente conejo rebelde, que antes había sido conejo guerrillero. Pero además de este singular y extraordinario posicionamiento de los astros geopolíticos ¿qué es lo que explica la posición estadounidense hacia El Salvador? ¿Por qué se le aplica garrote a Venezuela y hoy a Ecuador mientras que a El Salvador se le envían barcos humanitarios? ¿Por qué del trato diferenciado?  A continuación exploramos algunas aristas de esta interesante temática.

Como decorado histórico de fondo de esta fábula hay que registrar que mientras el FMLN en noviembre de 1989 impulsaba su ofensiva “hasta el tope” rodeando con columnas guerrilleras a San Salvador,  en Berlín se estaban cayendo los primeros ladrillos del famoso muro del socialismo real; en esa misma larga década de los ochenta en el mundo entero el estado de bienestar keynesiano era acuchillado por el rabiosamente agresivo credo neoliberal; y como la cereza del pastel,  al finalizar el siglo presenciábamos las combativas  marchas en las calles de Seattle contra la OMC y un hasta entonces desconocido militar rebelde ganaba las elecciones en Venezuela.

Y en nuestro rincón mágico mientras se firmaba en 1992 los acuerdos de paz como colofón de una guerra de doce años “sin vencedores ni vencidos” el gobierno empresarial de Alfredo Cristiani avanzaba en sus planes de neoliberalizar la economía y el país; proceso que ha sido detenido pero no revertido por el actual segundo gobierno del FMLN.

Nuestro Tío Sam

Durante casi todo el siglo veinte la política exterior de Estados Unidos estuvo simbolizada por un compromiso con las clases dominantes salvadoreñas y su aparato de dominación militar. Y aunque inicialmente en 1932 le negaron el reconocimiento al General Martínez, y hubo algún malestar por la negativa de este mismo general de no permitir instalar tropa para proteger el canal” durante la Segunda Guerra Mundial, El Salvador fue un fiel aliado de Washington contra la “amenaza soviética” luego durante toda la Guerra Fría.

Y esta histórica alianza fue ratificada con el millonario involucramiento militar –en armas, asesores y ayuda económica- durante el conflicto militar que enfrentó durante doce años al FMLN y al Gobierno salvadoreño. A la vez, durante ese periodo el crecimiento de un amplio y poderoso movimiento de solidaridad al interior de la sociedad estadounidense con la lucha del pueblo salvadoreño fue significativo.

El gobierno de Ronald Reagan (1981-85 y 1985-1989) fue recibido con la pólvora de la primera  ofensiva militar del FMLN. Y es bajo este gobierno que se desarrolla la guerra salvadoreña. Reagan y sus asesores pretendieron aplastar militarmente al FMLN; evitar el colapso de la economía y consolidar un rostro político presentable ante el mundo, incluso apoyando pragmáticamente al democristiano José Napoleón Duarte, y rechazando al ultraderechista Roberto DAubuisson.

Le correspondió al gobierno del también republicano  George Bush en 1989 establecer una nueva relación esta vez con el primer presidente de ARENA, el empresario Alfredo Cristiani. Fue en este periodo que se firman los acuerdos que ponen fin a  la guerra. En 1993 los demócratas con Bill Clinton regresaron a la Casa Blanca y se quedaron hasta el 2001.

Tuvieron que lidiar con los presidentes salvadoreños Armando Calderón Sol (1994-1999) y Francisco Flores (1999-2004). Pero este último se emocionó con la llegada del presidente republicano George Bush hijo en el 2001, y que habitaría la Casa Blanca hasta la llegada de Barack Obama en el 2009. Y la  emoción por esta “amistad” provocó que dolarizara la economía, firmara el Tratado de Libre Comercio (CAFTA), permitiera la Base Militar de Comalapa y la instalación de la Academia Internacional de Polícía (ILEA), así como decidiera enviar tropa salvadoreña para la “pacificación “de Irak,  política que luego fue servilmente continuada por el último gobierno de ARENA, el de Antonio Saca (2004-2009). Durante la campaña electoral del 2004 senadores estadounidenses amenazaron con “cortar las remesas” y suspender el Permiso de Protección Temporal (TPS) en el caso que ganara el candidato presidencial del FMLN, Schafik Handal.

Las razones del lobo imperial: la política de Obama hacia El Salvador  2009-2015

Tres días después del triunfo electoral en 2009 del candidato del FMLN Mauricio  Funes se recibió el aval del imperio, el saludo de Obama. El susto había pasado. La transición pacífica de un gobierno de ARENA a uno del FMLN podía tener éxito. Había una nueva situación.

Existen diversas razones que explican la política de Obama hacia El Salvador. Una de estas es el esfuerzo diplomático por disputarle terreno político a la corriente emancipadora que recorre América Latina y está encabezada por Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Y en ese entonces contaba con el acompañamiento de Honduras y de Paraguay. Y de Uruguay y Argentina. E incluso con el poderoso apoyo de Brasil. Esta es una razón que continúa vigente. Somos por esto, como lo dijo en una ocasión nuestro sabio canciller “aliados estratégicos.”

Otra razón es de carácter más interno. Los Estados Unidos necesitan asegurar mediante la Base Militar de Comalapa un pilar estratégico local en la lucha contra el narcotráfico. El Salvador es hoy territorio de la DEA. De la DEA y de la AID, y del FBI, y del Pentágono, etc., etc. Lo positivo es que todo es ayuda humanitaria desinteresada.

Y además los teóricos democristianos del ISTU piensan que nos ayudan por la increíble belleza de nuestras playas, o por la calidad y suavidad de la ropa interior que exportamos, o por el temor a nuestros niños y niñas viajeros, o por la inevitable adicción a nuestras pupusas, o por el peso político de nuestra diáspora, o por nuestra envidiable estabilidad política y envidiable clima de seguridad.

Todas estas razones obligaron al presidente Obama en marzo de 2011 a incluir a El Salvador en su viaje latinoamericano, que además incluyó a otros países como Chile y  Brasil. Y en su visita Obama definió con claridad cinco áreas prioritarias: migración, seguridad, Asocio para el Crecimiento, desarrollo económico-comercial y cooperación.

Los límites del juego

Tanto el segundo gobierno de Obama como el segundo gobierno del FMLN conocen los límites de esta relación. Es un noviazgo pactado con derechos. Seguramente nunca habrá matrimonio pero a la vez difícilmente habrá ruptura, aunque las relaciones pueden tensionarse en algún momento. Aunque en el caso que en el 2017 llegue un nuevo inquilino republicano a la Casa Blanca las reglas del juego probablemente tendrán que modificarse.

Por de pronto es un noviazgo con diversos horizontes de continuidad. Un horizonte deseado por ambos es el de la profundización de la relación: el gobierno implementa el II Fomilenio y se cuida de no ser muy efusivo en su relación con Venezuela. Puede también haber un enfriamiento sin ruptura: la administración Obama hace críticas “suaves” y retrasa proyectos mientras el gobierno salvadoreño se muestra más cariñoso con Venezuela; y puede haber ruptura pactada: el gobierno Obama bloquea proyectos de cooperación y el gobierno salvadoreño aumenta acercamiento con rival, pero siempre bajo el anaranjado de las zanahorias para el conejo rebelde.

miércoles, 24 de junio de 2015

La millonaria revolución de Alba



 Efren Lemus / Fotos: Fred Ramos

Alba Petróleos de El Salvador es hija del FMLN y del gobierno venezolano. A sus pies germinó una red de empresas que hacen transacciones millonarias entre sí y que son dirigidas por un puñado de nombres que se repiten en los cargos claves de todas ellas y que a veces hacen el papel de vendedor y el de comprador simultáneamente. Uno de ellos sobresale en una docena de esas compañías.


ElFaro.net


Alba Petróleos no es solo una empresa que vende gasolina y diésel: es una empresa con un corazón financiero que bombea millones de dólares hacia otras compañías que manejan estaciones de servicio, invierten en producción de alimentos, le apuestan a los títulos valores, a proyectos urbanísticos y a la generación de energía con fuentes alternativas. Y quizás hasta a financiar el nacimiento de la incipiente aerolínea de bajo costo de Centroamérica, VECA. ¿Y cuáles son las empresas y quiénes las personas que manejan este grupo empresarial que, según los mismos dirigentes del FMLN, ha sido capaz de mover unos 800 millones de dólares y pagar 224 millones de dólares al fisco en concepto de impuestos?

Las oficinas centrales de Alba Petróleos de El Salvador se encuentran ubicadas en Santa Elena, una de las zonas más exclusivas y símbolo del poder económico salvadoreño.

La publicidad oficial dice que Alba Petróleos no ayuda a los miembros de un partido y un anuncio televisivo resumía más o menos así su filosofía: “Ser solidarios con los que no tienen y socios con los que tienen”. El año pasado, El Faro pidió entrevistas a varios dirigentes del FMLN y a ejecutivos de Alba Petróleos para que expliquen eso que afirman sus anuncios de televisión. La respuesta, hasta el momento, ha sido el silencio.

Pero el Registro de Comercio y el Registro de la Propiedad hablan con elocuencia: este periódico documentó 87 préstamos de Alba Petróleos a empresas y personas naturales, por un total de 88 millones 443 mil 787 dólares. De esa lista de empréstitos, El Faro rastreó quiénes integran las juntas directivas de 64 sociedades y hay poco menos de una veintena que destacan por una característica aglutinadora: un puñado de nombres aparecen repitiéndose como directivos o como representantes legales en ellas, y de esa manera, desde cada una se puede trazar una línea recta o una sinuosa hasta Alba Petróleos o hasta el partido FMLN y su máxima dirigencia. El cruce de datos muestra cómo ese puñado de nombres claves en esas 16 compañías pueden llevar al José Luis Merino dirigente del partido FMLN o bien al José Luis Merino asesor de Alba Petróleos.

Además de Merino, miembro de la Comisión Política efemelenista, entre las conexiones más evidentes con el partido están el alcalde de San Sebastián Salitrillo, Francisco Humberto Castaneda Monterrosa, y el exalcalde de San Pedro Perulapán, Miguel Ángel Hernández Ventura. En la red empresarial aparece también uno de los hermanos de Merino: Sigfredo Israel Merino Cabrera. Los alcaldes y Merino Cabrera están en la dirección de empresas que trabajan con la importación de naves industriales o relacionadas con producción de energía solar.

¿Quiénes son las personas y las empresas más cercanas a lo que parece ser ese corazón financiero que bombea dinero? A continuación se detallan algunos de los negocios que constan en el Registro de Comercio y Registro de la Propiedad.

El dinero cambia de empresas, no de manos

La de Sodico es la historia de quien no tiene dinero y un día encuentra a un poderoso benevolente que le facilita convertirse en dueño de un millonario negocio de combustibles. El 22 de julio de 2011, cuando los ojos de muchos salvadoreños estaban sobre la Corte Suprema de Justicia para ver qué resolvía sobre la extradición a España de los militares acusados del asesinato de los sacerdotes jesuitas, a la Sociedad Distribuidora y Comercializadora de Combustibles y Lubricantes (Sodico) le preocupaba cómo comprar dos terrenos para instalar unas gasolineras.

Los terrenos que estaban en venta eran uno sobre el kilómetro 5½ del Boulevar del Ejército y otro en San Antonio Abad. Sodico quería comprarlos, quería instalar unas estaciones de servicio ahí, pero no tenía 3 millones 970 mil dólares para adquirirlos. En esta parte de la historia aparece, por primera vez, Alba Petróleos, la empresa que le presta el dinero para que Sodico afiance su negocio.

Seis meses más tarde, el 31 de enero de 2012, Sodico regresa a esa mina de dinero para pedir un nuevo préstamo, por 4 millones de dólares. Alba Petróleos se lo facilitó e, incluso, le concedió un período de gracia de un año para no pagar el 7 % del interés anual que habían pactado.

¿Qué tiene de especial Sodico para que alguien le preste 7.9 millones de dólares en menos de siete meses? ¿Por qué Alba Petróleos seleccionó a esa compañía para otorgarle el segundo empréstito más jugoso de entre 87 que están inscritos en el Registro de Propiedad? ¿Es Alba Petróleos una empresa financiera que da a todos sus clientes la gracia de no pagar intereses durante un año? ¿Cómo entender el mimoso trato entre Alba Petróleos y la empresa Sodico?

Un hallazgo de la investigación fue el del otorgamiento de un préstamo de 14 millones de dólares por parte de Alba Petróleos a un ciudadano panameño. Este es el presidente de la naciente aerolínea Vuelos Económicos Centroamericanos (VECA). El rastreo, sin embargo, no encontró más relación que la del millonario crédito.

Una de las personas que podría responder las preguntas o inquietudes que surgen es José Luis Merino, pero hasta ahora se ha rehusado a una entrevista. El Faro pidió hace tres meses una entrevista con Merino para hablar de los negocios Alba, pero aún no ha aceptado.

Este periódico encontró información que puede resumirse en cuatro claves que muestran que los 7.9 millones de dólares pasaron de empresa a empresa, pero que en realidad fueron manejados por las mismas personas.

Clave uno: el poder tras el trono. Carmen Leonor Aguilar Merino. El nombre de ella no aparece en ninguna compra de inmueble, en ninguna gestión de los 7.9 millones de dólares que Alba Petróleos prestó a Sodico. Sin embargo, Carmen Leonor Aguilar Merino es un nombre de peso en el mundo de los negocios Alba. Es la presidenta suplente de Sodico y también es accionista de otra empresa llamada Coordinadora y Asesora de Proyectos (Capsa). Uno de los principales socios de Capsa se llama Sigfredo Israel Merino Cabrera, hermano de José Luis Merino, uno de los principales dirigentes del FMLN. José Luis Merino no es directivo de Alba Petróleos, sino asesor, pero es administrador de Consultores Técnicos Empresariales y su suplente es Sigfredo Israel, su hermano.

Clave dos: un negocio entre socios. Cuando la transnacional Chevron Caribbean decidió vender un lote en San Antonio Abad, alguien cercano a la familia Merino tenía 1.1 millones de dólares para comprarlo. Ese alguien se llama Marco René Martínez Estrada, el representante de Energía Orgánica (Energor), esa compañía que dice dedicarse tanto al reciclaje de sustancias como a la importación, transporte y comercialización de petróleo. Energor fue dueña de ese lote durante menos de un mes y luego, el 22 de julio de 2011, lo vendió a Sodico.

Seguir la pista de los negocios de Energor y Marco René Martínez Estrada es como tener dos caminos con rumbo distinto que terminan en un mismo lugar o, mejor dicho, en un mismo apellido.

Si usted sigue la ruta de Marco René Martínez Estrada encontrará que además de administrar Energor, es socio de Sigfredo Israel Merino, en la empresa Capsa. Hace un tiempo, los socios de esa empresa fueron denunciados en la Fiscalía de Santa Tecla por irregularidades en la administración de la compañía, un caso que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia. Pero veamos hacia dónde lleva el otro camino, el de Energor: al seguir esta ruta encontrará que esa empresa hizo un préstamo de 300 mil dólares para que los propietarios de un inmueble en la Residencial Los Sueños, departamento de La Libertad, financiaran una construcción. Los dueños de esa propiedad se llaman Carmen Leonor y Sigfredo Israel Merino, según el Registro de Propiedad.

La Residencial Los Sueños es un proyecto de la Inmobiliaria Las Piletas, empresa dirigida por el expresidente de Arena en la década de los noventa, Juan José Domenech.

Clave tres: el abogado que está en todas partes. José Mauricio Cortez Avelar es un notario que trabaja con Alba Petróleos: ha elaborado los documentos de varios préstamos concedidos por esa empresa y también elaboró las escrituras que dieron vida a Alba Gas y Alba Fertilizantes. Sin embargo, el 31 de enero del 2012, cuando Alba Petróleos le dio 4 millones de dólares a la empresa Sodico, Cortez Avelar estaba a la otra orilla del río: en ese caso no aparece como abogado de Alba Petróleos sino como el apoderado general de Sodico. 20 días más tarde de esa operación, el abogado se convirtió en el administrador único de Sodico.

Además, Cortez Avelar también fue presidente de Energor, la compañía que vendió el lote en San Antonio Abad a Sodico, lo que pone a este abogado y notario en los tres vértices de este triángulo: está en la empresa que desembolsó los 7.9 millones de dólares (fue notario de Alba Petróleos); está en la empresa que recibió los 7.9 millones de dólares (fue apoderado y administrador de Sodico) de Alba Petróleos; y está en la empresa que captó parte de los 7.9 millones de dólares, gracias a la venta del lote en San Antonio Abad (fue presidente de Energor).

Eso no es todo. Cortez Avelar también es director del Centro de Investigaciones de Alba Petróleos y socio de Sigfredo Israel Merino Cabrera en dos empresas que se dedican a la explotación de energía solar. Cortez Avelar también fue el primer presidente de la empresa Subes El Salvador, la empresa que maneja la nueva tarjeta electrónica de prepago del transporte público.

Hace un mes, al mediodía del 20 de diciembre de 2013, El Faro llamó a la oficina de Cortez Avelar para solicitarle una entrevista. La persona que atendió la llamada aseguró que el abogado estaba fuera del país, pero que a su regreso le haría saber de la solicitud. Al cierre de esta nota no había respondido.


Estación de servicio Alba Los Olivos, ubicada en C. El Roble entre Boulevard Masferrer Norte y Prolong. C. San Antonio Abad, San Salvador.
Una de las porciones más grandes del pastel Alba

Sí: Alba Petróleos es más, mucho más que gasolina y diesel. Alba Petróleos se parece a un jugador de barajas que tiene varios ases a los que puede apostar o, mejor dicho, con los que puede ganar dinero.

Y así como un jugador guarda con sigilo sus cartas, así Alba Petróleos poco o nada ha dicho sobre una millonaria inversión para la construcción de viviendas en cuatro propiedades que otrora fueron una colina tapizada de árboles, conocida como la finca Loma Linda y La Joya, en Nuevo Cuscatlán, La Libertad.

Alba Petróleos ha invertido 16 millones de dólares en ese proyecto inmobiliario. Los detalles de ese negocio son así: el 14 de diciembre de 2012, Alba Petróleos pactó con la empresa Inversiones Valiosas (Inverval) la apertura del crédito y los desembolsos se pactaron en cuatro partes, según los avances en la construcción de las viviendas.

El día del acuerdo, Inverval recibió 4 millones de dólares para que pudiera comprar un lote en la finca Loma Linda, otros tres en la finca La Joya, ahora conocida como Residencial Greenside Santa Elena, y para iniciar los trabajos de terracería. El resto del dinero se desembolsaría según el avance de la construcción de viviendas.

De los 87 préstamos que Alba Petróleos ha hecho bajo la figura de mutuo hipotecario, el de Inverval es el más jugoso, según los documentos del Registro de la Propiedad.

¿Y qué es Inverval? ¿Quién o quiénes la manejan y lograron ese apoyo millonario de Alba Petróleos? Inverval se dedica, básicamente, a dos cosas: comprar, vender y colocar títulos valores (acciones, bonos, inversiones); y a las actividades inmobiliarias en general (urbanizar, parcelar y comercializar lotificaciones rurales o urbanas). La empresa fue creada el 3 de octubre de 2012 y su primer administrador fue Juan Carlos Mata.

¿Cómo se consigue que una empresa logre un contrato por 16 millones de dólares cuando apenas tiene dos meses de haber incursionado en el mercado? Quizás una indagación sobre los contactos de Inverval en el mundo de los negocios aportes pistas para resolver el misterio. Un cambio de administrador que ocurrió el 17 de mayo de 2013 ayuda a entender esto. Ese día, Juan Carlos Mata cedió su puesto de administrador de Inverval a José Mauricio Cortez Avelar, el abogado que trabaja con Alba Petróleos y que es socio de Sigfredo Israel Merino Cabrera, hermano de uno de los máximos dirigentes del FMLN.

Y para armar la trama de estas empresas y el puñado de personas que las maneja el nombre del administrador suplente de Inverval también es útil: se trata de Edwin Antonio Merino Hernández, quien también ha sido apoderado de Sodico, aquella empresa dedicada a la comercialización de combustibles que recibió 7.9 millones de dólares, en aquellos días de 2012 cuando la Corte Suprema de Justicia debatía qué hacer con la petición de extradición de varios militares procesados en España por el asesinato de los sacerdotes jesuitas.

Los hombres Alba en el sector energía y su aliado en Taiwán

El secretario técnico de la Presidencia, Álex Segovia, hace chiquitos los ojos al sonreír mientras un inversionista taiwanés le estrecha la mano derecha con sus dos manos, en tanto la mano libre de Segovia, la izquierda, se extiende hasta sujetar el codo derecho de su interlocutor, que también sonríe. La imagen, publicada por el Diario El Mundo el 31 de octubre de 2012, va acompañada de un texto que menciona que el gobierno destacó ese día una recuperación de las inversiones extranjeras, rubro en el que El Salvador tiene años de ir a la zaga no solo en Centroamérica, sino en todo el continente. Una muestra de esa mejoría, dijo el secretario técnico, era la inversión de 2 millones de dólares de Seedtech Energy, una empresa especializada en productos de iluminación que usan energía solar.

Segovia aseguró que la empresa taiwanesa se comprometía a “expandir entidades de negocios, oficinas representativas y transferir tecnología a la industria solar del país”. Lo que Segovia no dijo es quién o quiénes serían los interlocutores salvadoreños de esa inversión.

Un receptor natural de esa inversión taiwanesa podría ser, a la luz de los Registros de Comercio, la Albatech Green Energy, una empresa salvadoreña que nació siete meses después de aquel estrechón de manos, el 17 de mayo de 2013, y que tiene como finalidad el ensamblado e instalación de paneles solares. Ah, por cierto, desde hace algunas semanas los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República por el FMLN, Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz, aparecieron en algunas vallas en la vía pública ofreciendo crear la primera planta de paneles solares para procurar la generación de energía eléctrica más barata.

En la directiva de esa empresa Albatech Green Energy hay dos nombres que aparecen reiteradamente en los negocios de Alba Petróleos. Uno ocupa el cargo de secretario de Albatech Green Energy, y su nombre es Sigfredo Israel Merino Cabrera. Si les suena es porque ya este nombre apareció antes en este texto, vinculado a otros negocios de la red Alba; el otro tiene cargo de tercer director suplente, y quizás su nombre también les resulte familiar a estas alturas de este reportaje: José Mauricio Cortez Avelar. Sí, el abogado y notario que aparecía en cada vértice de aquel triángulo de empresas haciendo negocios. El director ejecutivo de la empresa es Ko-chien Chu, aquel inversionista taiwanés a quien el 31 de octubre de 2012 el secretario técnico de la presidencia estrechaba efusivo la mano.

Los integrantes de la directiva de Albatech Green Energy también tienen participación en otras empresas que tienen vasos comunicantes con Alba Petróleos. He aquí algunas de esas empresas, que están en el rubro de la producción de energía.

1. Alba Gas. Es una empresa que inició operaciones el 17 de diciembre de 2012 y cuya finalidad es la importación, almacenamiento, comercialización, distribución y transporte de gas natural y sus derivados. El presidente de la compañía se llama Francisco Humberto Castaneda Monterrosa, el alcalde por el FMLN en San Sebastián Salitrillo, Santa Ana. Ah, por cierto, Castaneda Monterrosa es también el vicepresidente de Alba Petróleos.

Una de las inversiones más importantes de Alba Gas es la compra de 11 lotes en la Hacienda El Ángel, en Comotepeque, Nejapa. La compra se realizó el 25 de abril de 2013, cuatro meses después de la creación de la empresa, por un monto de 2 millones 260 mil 324 dólares.

Entre Alba Gas y la empresa que tiene socios taiwaneses para la inversión en paneles solares hay un vaso comunicante: Miguel Ángel Hernández Ventura, alcalde del FMLN en San Pedro Perulapán, Cuscatlán, durante el período 2006-2009. Hernández Ventura es el primer director suplente de Albatech Green Power. Ah, por cierto, Hernández Ventura también ha sido uno de los apoderados administrativos de Alba Petróleos.

2. Termopuerto. Esta empresa trabaja en montar un sistema de tuberías de carga y descarga, con sus respectivos tanques de almacenamiento para fuel oil, para generar energía eléctrica en Acajutla, Sonsonate. En la directiva de Termopuerto Limitada de Capital Variable aparece Hernández Ventura, el exalcalde de San Pedro Perulapán, quien también es directivo de Albatech Green Power.

Y junto al de Hernández Ventura, al revisar la directiva de Termopuerto, aparece también otro nombre ubicuo en los negocios Alba: Sigfredo Israel Merino Cabrera, el hermano de uno de los máximos dirigentes del FMLN. Mientras Merino Cabrera aparece en el Registro como primer director, Hernández Ventura aparece como segundo.

Rais, el enemigo político que se volvió socio

Quizás hay negocios tan buenos que tienen el poder de eliminar amarguras, provocar amnesia y transformar en amigos a viejos enemigos. El caso de corrupción en la venta del Ingenio El Carmen, otrora propiedad del Banco de Fomento Agropecuario (BFA), puede ayudar a entender esto.

Allá por octubre de 2001, la Asamblea Legislativa creó una comisión para investigar el caso, pero el entonces presidente legislativo, Walter Araujo, bloqueó la iniciativa. Entonces llegó un conato de rebelión. El diputado Roberto Lorenzana, del FMLN, dijo que desobedecería la orden de los directivos porque intuía que era una treta para tapar la corrupción del partido Arena.

13 años después, uno de los tres protagonistas de las irregularidades que denunciaba el FMLN tiene negocios con varios personajes importantes en el FMLN. Se trata del empresario José Aquiles Enrique Rais, el primer director suplente de Manejo Integral de Desechos Sólidos (Mides), empresa de economía mixta en la que participan varias alcaldías, y que se dedica al tratamiento de desechos sólidos.

Rais es director suplente, y alguien que lleva ese mismo apellido, Hugo Ernesto Blanco Rais, ha sido presidente, secretario y primer director de Mides. Por el lado de las alcaldías, Mides tiene a Jaime Lindo, edil de Soyapango por Arena, como vicepresidente; y a Fidel Fuentes, alcalde del FMLN por San Marcos, como uno de los directores suplentes.

El círculo de Rais y el del dirigente efemelenista José Luis Merino se traslapan en Mides, pero también en otro lugar: la Coordinadora y Asesora de Proyectos (Capsa). Sí, esa compañía de la que la presidenta suplente de Sodico es accionista. Además, Sigfredo Israel Merino Cabrera ha sido administrador y representante legal de esa compañía. Y en esa compañía vuelve a aparecer el apellido Rais: allá por mayo de 2010, la administradora suplente era Michelle Marie Rais de Barake.

Rais de Barake está en la directiva de otras empresas creadas por Enrique Rais y que forman el Rais Group. En la página web del grupo se lee: “La adquisión del Relleno Sanitario CAPSA en Sonsonate, obedece a una oportunidad estratégica de expansión de Mercado, que permitió consolidar la operación de disposición final de desechos sólidos, en el corto plazo, con un fuerte posicionamiento en la zona occidental del país”.

Aunque hoy hace negocios importantes con personajes importantes para el partido FMLN, lo de Rais y el ingenio El Carmen no es un asunto totalmente olvidado para alguna gente del FMLN. Al menos para aquellos que no saben que los negocios pueden ser como un dulce que quita amarguras y vuelve amigos a los enemigos.

El 16 de julio de 2012, cuando una decena de militantes del Frente se instaló cerca de Medicina Legal, en apoyo al nombramiento de Ovidio Bonilla como presidente de la Corte Suprema de Justicia, un hombre vociferaba con un megáfono desde un pick up blanco las razones por las cuales debía mantenerse ese nombramiento.

Decía el hombre que los cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, la instancia que desconoció a Bonilla, eran un “instrumento” de la ANEP y la derecha. Decía el hombre que esa Sala protegió a los militares acusados en España del asesinato de los sacerdotes jesuitas y que había liberado a los responsables del millonario fraude en el BFA… Cuando esa denuncia de impunidad resonaba en las cercanías de Medicina Legal, al mediodía del 16 de julio de 2012, uno de los protagonistas del caso que aquel hombre denunciaba ya tenía más de dos años de ser socio de personajes importantes del FMLN.

 
¿Duda aún de que los negocios pueden tener el poder de convertir en amigos a los que parecen enemigos irreconciliables? El extremo sería que un día el candidato presidencial de Arena, Norman Quijano, se sentara a una mesa a discutir con dirigentes del FMLN la estrategia de una empresa. Claro que eso no ocurrirá, aunque... aunque...

El Registro de Comercio nos revela esta curiosidad: Norman Quijano, alcalde de San Salvador y candidato a la presidencia por el partido Arena, es el secretario de la empresa Procesadora de Desechos Sólidos Voluminosos, creada el 7 de junio de 2010, para construir y operar una planta de manejo de desechos voluminosos. Se trata de una empresa de economía mixta en la que el presidente es Roger Blandino Nerio, miembro de la comisión política del FMLN y exalcalde de Mejicanos hasta 2012. Los negocios no se detienen ante muros ideológicos.

Alcaldía de San Salvador aclara sobre participación en Procesadora de Desechos Sólidos:

 
Carta de alcaldía de San Salvador a El Faro.

martes, 23 de junio de 2015

Marxismo y poder


El marxismo revolucionario y el debate sobre el poder
(A propósito de la futura reedición de Poder burgués y poder revolucionario de Mario Roberto Santucho)


 Néstor Kohan



Un fantasma, todavía sin cuerpo, asoma la cabeza

La actualidad del pensamiento político de Mario Roberto Santucho [1936-1976] impacta, sorprende, descoloca. En la Argentina del siglo XXI, más de tres décadas después de la dictadura militar que lo asesinó (desapareciendo su cuerpo) junto con 30.000 compañeros y compañeras, el fantasma de Santucho reaparece por doquier. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué atrae?


Hoy en día infinidad de libros y de películas (entre las que se destaca la inigualable Gaviotas Blindadas) intentan repensar y debatir la estrategia política de la insurgencia guevarista del PRT-ERP y en particular el pensamiento político de su máximo dirigente.
A pesar de que todo el mundo está alertado sobre la estricta vigilancia y el  escandaloso control de la inteligencia norteamericana, en el facebook y en otras redes sociales miles de jóvenes, en lugar de poner una fotografía suya o de su novio o novia, eligen como “perfil” la cara de Santucho. ¿La juventud se volvió loca?


Recientemente, en medio de esa “inexplicable” y creciente admiración popular, uno de los máximos exponentes del nuevo folclore argentino, Peteco Carvajal, le dedicó la chacarera “Guerrillero santiagueño”, que contiene ese estribillo tan hermoso “Amor revolucionario / pasión que no se detiene / la mística, la bandera y la lucha regresan siempre”.


Pero no todo se limita a la galaxia de la comunicación, la música y las contraculturas juveniles. En las movilizaciones callejeras muchos grupos políticos de las izquierdas más diversas, principalmente integrados por jóvenes, eligen identificarse poniendo en las pancartas su rostro. La bandera del Ejército Revolucionario del Pueblo (1) hoy identifica a innumerables organizaciones políticas populares, piqueteras o estudiantiles. No hay marcha social, política, sindical o estudiantil donde no pase alguien entregando un volante con las demandas más heterogéneas acompañadas... por el rostro de Santucho. ¿Vivimos una alucinación colectiva? Creemos que no. Ese inesperado resurgimiento expresa varias cosas.


En primer lugar, las frustraciones y las promesas incumplidas de 30 años de sistema electoral parlamentario (que no significa democracia y pluralismo, sino más bien todo lo contrario) donde el marketing, el dinero y las operaciones de imágenes mediáticas han pretendido manipular, tergiversar, fagocitar, aplastar y enterrar definitivamente la lucha por cambiar el país, el continente y el mundo.


            En segundo lugar, la sed imperiosa y la necesidad de crear una opción política (al mismo tiempo cultural) distinta y enfrentada —antagónica— con el bipartidismo tradicional: ayer peronismo-radicalismo; luego reciclado como PJ-oposición liberal republicana. Una estructura arquitectónica político-institucional de partido único (del mercado), sostenida con la alternancia de diversas administraciones que disputan y pelean cargos compartiendo un subsuelo común, la dominación indiscutida y por nadie cuestionada del capital monopólico multinacional junto con las grandes firmas, bancos y empresas “locales”. Lo llaman de diversas maneras: “capitalismo en serio”, “capitalismo ético”, “capitalismo nacional”, “república de iguales”, etc., etc. Distintas variantes de lo mismo, el reino despótico, absoluto y totalitario del mercado sobre el conjunto de la sociedad. Un muro que nadie imagina cruzar, saltar y menos que nada enfrentar, derrocar o tumbar.


            En tercer lugar, dicho resurgimiento expresa la necesidad vital de vincularse con la política de otra manera, a partir de proyectos colectivos, de ideales a largo plazo y de una causa social que supere la inmediatez mediocre del día a día, única manera de volver a insuflar pasión —al punto de asumir el riesgo de jugarse la vida— por algo más que el ombligo propio, tres billetes mugrientos y a lo sumo, un “carguito” rentado haciendo “carrera política”.


            En cuanto lugar, esta atracción que reinstala el recuerdo, las imágenes, la iconografía y la reconstrucción de la historia de la insurgencia guevarista está asociada a la necesidad de un proyecto político donde la juventud se asuma como sujeto y protagonista, no como “base de maniobra” (lo que ha sucedido desde 1983 hasta hoy). El joven rebelde como militante orgánico e integrante de una fuerza revolucionaria colectiva, no como “operador político” rentado, “puntero” barrial o estudiantil ni simple “pega carteles” que no corta ni pincha.


En este contexto de época y con ese horizonte de fondo, volver a editar Poder burgués y poder revolucionario (redactado por Santucho en 1974) constituye una decisión más que acertada.
Rescatar el pensamiento político de Robi Santucho implica hoy actualizar una tradición aplastada y olvidada, volviendo a poner en discusión la centralidad del proyecto de poder en el campo popular y revolucionario. El gran tema ausente de la agenda de los movimientos sociales durante las últimas tres décadas.


La rebelión del 2001, las modas
y la ausencia de una estrategia de poder



El proyecto y la estrategia de poder ha sido —por ahora sigue siendo— nuestro gran déficit todavía pendiente. Incluso en la rebelión popular del 2001 (el punto histórico más alto de rebeldía social colectiva después de la dictadura militar), el problema y la estrategia de poder estuvieron ausentes en las filas de quienes pretendemos cambiar la sociedad. A ello contribuyeron tanto el evidente vacío de una estrategia de confrontación a largo plazo por parte de las distintas variantes de la izquierda institucional con aspiraciones electoral-parlamentarias como los relatos posmodernos y autonomistas de algunas fracciones de pequeño burguesía universitaria enamorada de sí misma (mientras suspira por el mayo francés) que imaginaba con no poca ingenuidad que la asamblea vecinal de parque centenario era algo análogo (incluso superador por lo “horizontal”...) al soviet de San Peterburgo de la época de Lenin y Trotsky o a los consejos obreros de la FIAT de Turín en tiempos de Gramsci.


Ese autonomismo que afloró en el 2001 con bombos y platillos (aplaudido, dicho sea de paso, por los diarios Clarín  y La Nación que le dedicaron varios suplementos culturales a endiosar a Toni Negri, Paolo Virno y John Holloway, entre muchos otros) hizo mucho daño, desviando sanas energías populares y genuinas buenas intenciones juveniles hacia callejones sin salida alguna. Fantaseando e idealizando, sin conocer en profundidad, al zapatismo (el zapatismo de los turistas progres), el autonomismo criollo jamás se animó a preguntar, por ejemplo, porqué las comunidades originarias de Chiapas, a la hora de identificarse políticamente, eligieron el nombre histórico de Emiliano Zapata en lugar de autobautizarse con algún bonito y atractivo nombre de ONG altermundista europea.


            La rebelión popular del 2001 y su célebre consigna “que se vayan todos” condensaron una notable crisis de representación política, mientras ponían en evidencia el simulacro de auténtica democracia que existe en Argentina tras la retirada ordenada de los militares genocidas derrotados en Malvinas. Aun con varias decenas de jóvenes heroicos asesinados en la calle y una energía popular abnegada y sumamente valiente, la rebelión popular lamentablemente careció de un proyecto revolucionario de poder… ¿o la zapatería en el barrio, el microemprendimiento y la salita de primeros auxilios —con enorme esfuerzo construidos— eran y son suficientes para demoler al estado capitalista y sus instituciones? El resurgir del Partido Justicialista de sus cenizas y la hegemonía kirchnerista de una década dieron por cancelada rápidamente aquella discusión.


No es casual que muchos de aquellos autonomistas, soberbios y engreídos, del 2001, aparentes “radicales” y con ademanes furiosamente anticapitalistas (en el discurso, sólo en la retórica), por entonces decretaban alegremente que “el Che y Lenin están viejos” y “el marxismo ya no sirve” mientras hoy... son obedientes funcionarios del gobierno. Nada más institucional que el autonomismo que, cuando quiere seducir y enamorar, utiliza jerga, ademanes y vocabulario anarquista y libertario pero a la hora de concretar termina siempre enredado en las pegajosas telarañas del reformismo institucional de turno. ¿O no terminó el pobre Toni Negri, tan “comunista y radical” en su vocabulario de Imperio y tan timorato en sus corolarios políticos, entrevistándose y aconsejando a todos los presidentes progres del cono sur?


Y si el autonomismo de Negri, Virno y sus derivados prometió y defraudó energías juveniles a diestra y siniestra, ¿qué no podría decirse del posmodernismo y el posmarxismo de Ernesto Laclau? ¡Qué triste papel el de consejero presidencial! Laclau reemplazó a Jorge Abelardo Ramos por Cristina Kirchner, con la mediación de la Academia británica y su prestigio engolado, pero mantiene invariable el rol de consejero del príncipe. ¿Y Eliseo Verón, asesor semiológico de los grandes monopolios de la incomunicación?¿Y Dieterich, por dónde andará aconsejando a los obreros abrazarse con cualquier militar, creyendo que todos los uniformados del mundo son siempre  antiimperialistas y socialistas como Hugo Chávez? ¿Y Zizek cuándo dejará la puesta en escena y sus trucos de prestidigitación e ilusionismo teatral para sugerir al movimiento popular algún camino estratégico preciso, sea el que sea, por donde avanzar hacia el socialismo?


Cuando estas estrellas de la farándula intelectual —posmodernismo, autonomismo, posmarxismo, posestructuralismo, multiculturalismo, etc.— agotaron en la pasarela sus inofensivos cinco minutos de fama (intentando luego reciclarse con nombres más atractivos como “autogestión”, “nueva izquierda”, “cooperativismo”, etc.) la perspectiva del marxismo latinoamericano continúa incomodando, importunando, molestando, metiendo el dedo en la llaga. Nada más odioso e intolerable para el empresariado, los banqueros, los espías norteamericanos y sus aparatos de represión y vigilancia masiva que el Che, que Robi Santucho (y el maestro de ambos, Lenin). Las modas desfilan y pasan, fugaces y efímeras como todo el resto de las mercancías de shopping en este cruel, impiadoso y acelerado capitalismo tardío, mientras el marxismo revolucionario sigue ahí, afilando con mucha paciencia el cuchillo y la guadaña. La burguesía lo sabe. Nosotros también.


La época del Che y Santucho y la nuestra

Ante el fracaso político y teórico de las ilusiones posmodernas y otras metafísicas análogas (2), la estrella insurgente de Guevara y Santucho vuelve a brillar. Sin embargo, estaríamos ciegos si no percibiéramos que la época en que Guevara y Santucho actuaron y pensaron es muy distinta a la nuestra. Entre el mundo político, económico, social y cultural del Che y de Robi y el nuestro existen continuidades y también no pocas discontinuidades.


            Cuando Guevara y Santucho vivieron el planeta tenía una estructura geoestratégica bipolar. Aunque el enfrentamiento más agudo se daba entre el imperialismo y las revoluciones socialistas de liberación nacional del Tercer Mundo (ejemplo Vietnam y Cuba), existían dos grandes superpotencias: los Estados Unidos y la Unión Soviética, ambas con un poderío nuclear similar, aunque nunca llegó a ser totalmente idéntico. La Unión Soviética, aun burocratizada y apostando políticamente al llamado “tránsito pacífico” al socialismo (experimento que infructuosamente intentó llevarse a cabo en Chile entre 1970-1973), podía jugar el papel de reserva, suministrando material militar a otros países en pie de lucha y en primera línea de confrontación (caso Vietnam, Cuba o Angola).


En esos años se vivía el intento de iniciar una transición del capitalismo al socialismo a escala planetaria (al menos un tercio de la población mundial ensayaba salir del capitalismo, a pesar de que se chocó con la burocratización de numerosos procesos revolucionarios).


La rebelión anticolonial y antiimperialista estaba a la orden del día, principalmente en el Tercer Mundo (el Che Guevara consideraba que el enfrentamiento principal con el imperialismo se daba a nivel mundial en Asia, África y América Latina; Santucho, desde Argentina, coincidía, por eso cuando Robi asistió personalmente a la rebelión del mayo francés en 1968 la observó en vivo y en directo como una lucha demasiado tímida, para nada comparable ni homologable —más allá de lo que digan los relatos académicos— con la guerra de Vietnam u otros procesos del Tercer Mundo con millones de asesinados por el NAPALM y guerras de liberación prolongadas durante años).


En tiempos del Che y de Santucho la violencia popular, plebeya, proletaria y campesina era generalizada en todo el orbe, incluyendo el mundo capitalista desarrollado donde también había insurgencias políticos militares (desde los Panteras Negras en EEUU y el RAF en Alemania occidental, hasta la ETA y los GRAPO en el estado español o las Brigadas Rojas en Italia). La respuesta popular frente a la violencia institucional del poder burgués, el estado capitalista y el imperialismo se vivía en grandes segmentos de la población mundial, especialmente de la juventud, como justa y legítima.


            Nuestra época mantiene algunas claras continuidades y otras que no lo son. El mundo actual ya no es bipolar. El poder militar estratégico de Estados Unidos no tiene enfrente ninguna potencia que pueda enfrentarlo abiertamente en el terreno militar. Sin la Unión Soviética, no existe actualmente ninguna “reserva estratégica” (sea o no burocrática) que pueda oponerse en la geoestrategia seriamente a EEUU y la OTAN. Cuando 1999 Estados Unidos y la OTAN bombardean la embajada de China en Yugoslavia (utilizando mapas de la CIA), el gigante asiático se queda completamente petrificado (probablemente pensando en sus negocios). Militarmente no los podía enfrentar.


            En nuestros tiempos, la asimetría tecnológica entre el imperialismo euro-norteamericano y las fuerzas revolucionarias del Tercer Mundo ensancha su brecha día a día. Por eso el imperialismo actúa de modo más agresivo que nunca, intentando paliar su crisis económica y social interna con una especie de “keynesianismo militar” y un estado cada vez más policíaco y represivo. El macartismo, ya presente en los 50 y renacido en los 80, hoy se multiplica exponencialmente, bajo la máscara del “multiculturalismo plural” y sus “guerras humanitarias”. Mientras en las Academias universitarias las filosofías y las disciplinas sociales aplauden el supuesto “derecho a la diferencia” y lo convierten en una nueva metafísica, en la vida cotidiana real asistimos a más vigilancia, control y totalitarismo a escala mundial.


            Los cambios no ocurren sólo en el plano de la tecnología de guerra, y los dispositivos de vigilancia informática y control comunicacional. Resulta inocultable cierta mutación en la sensibilidad cultural de las subjetividades populares. La fragmentación social (que es real y no la negamos, aunque el posmodernismo la internaliza y asume como propia y la eleva a programa haciendo de necesidad virtud, pegando el salto de la falacia naturalista, pasando de lo que ES a lo que DEBE SER) genera mayor dificultad para la hegemonía socialista y la perspectiva del poder revolucionario, intentando deslegitimar la violencia popular, plebeya y anticapitalista.


A esas transformaciones “macro” (geoestratégicas y tecnológicas), se les suma, en el caso específico de Nuestra América, cambios políticos en la revolución cubana, estrella indiscutida del movimiento revolucionario en tiempos del Che y Santucho (cuando se escribió Poder burgués y poder revolucionario). De allí que hoy en día el movimiento revolucionario latinoamericano y del Tercer Mundo carece de “faros” o “estados guías”. Se debilita la posibilidad de contar con ayuda exterior para nuestras luchas, aunque al mismo tiempo se amplía la libertad de movimiento para las fuerzas antimperialistas y anticapitalistas. De allí que aumenten las dificultades y al mismo tiempo los desafíos para construir una nueva articulación y una nueva coordinación internacional de las rebeldías antisistema.


            Esta diferencia de época, inocultable para quien tenga un mínimo principio de realidad y no esté fascinado ilusoriamente con su propio discurso, se produce en una fase del capitalismo imperialista que profundiza al mismo tiempo la miseria popular, la ultraexplotación de la clase obrera, la dependencia neocolonial y las guerras de rapiña y saqueo por los recursos naturales del Tercer Mundo. 


Lejos estamos de un mundo armonioso, estable y en paz. Hoy en día hay más violencia que en los 60 y 70, el problema es que esa violencia predominante es institucional, estatal, multinacional, imperialista. Falta una mayor respuesta popular que pueda enfrentarla después de tantos genocidios que intentaron disciplinar la desobediencia de las y los de abajo. La resistencia, de todos modos no ha desaparecido. Día a día continúa el intento del pueblo iraquí por expulsar las tropas estadounidenses que humillan y expolian su petróleo. El pueblo palestino no ha dejado de enfrentar los tanques israelíes. La juventud de los pueblos vasco, catalán y galego ensaya mil formas, institucionales y clandestinas, para desobedecer y terminar con la ignominia de la dominación neofranquista del estado español (presentada en forma de “republicanismo” con picana y otras torturas). En Colombia el movimiento popular, organizado desde lo social y electoral hasta en ejércitos revolucionarios regulares bolivarianos de gran escala, cada día tiene más fuerza en su lucha contra las bases militares norteamericanas, el paramilitarismo y el narcotráfico. 


En México la resistencia indígena, tan distinta al imaginario hippie de turistas progres que la visitan con un libro posmoderno bajo el brazo mientras intentan cuadricularla en el lecho de Procusto de sus esquemas de pizarrón, no ha podido ser aniquilada por el estado narcopolicial al servicio de las grandes empresas. En Brasil, cuando todo el mundo pronosticaba sometimiento eterno a las grandes empresas que se quieren quedar con el Amazonas, millones de personas salen a la calle e intentan dar vuelta todo (el Papa argentino acude entonces presuroso esforzándose por calmar las aguas, seguramente no podrá). Y en Venezuela el bolivarianismo, con no pocas contradicciones, ha impulsado toda una serie de mecanismos de integración regional desafiando la estructura de la OEA (títere de los EEUU), mientras a escala continental reinstala el debate sobre qué significa el socialismo en el siglo XXI (¿cooperativismo con crédito estatal petrolero? ¿economía mixta bajo la fórmula elegante de la “autogestión” que solo reclama “una gotita de petróleo” para cada empresa o en cambio una planificación socialista a escala nacional y regional, expropiando a las burguesías, incluyendo no sólo a la escuálida sino también a la que tramposamente se disfraza de “bolivariana”?. El debate sigue abierto después de la muerte de ese entrañable rebelde llamado Hugo Chávez que sin contar con ninguna superpotencia militar en la espalda supo desafiar al amo del mundo, cara a cara y con mucha valentía política).
En síntesis, la rebeldía social y la indisciplina contra el capital, contra la opresión nacional y contra el imperialismo no ha desaparecido, se ha multiplicado en el siglo XXI.


En ese contexto de resistencia y contestación generalizada, las contradicciones económicas, sociales y medioambientales se han agudizado mucho más todavía que en los tiempos del Che y Santucho. La crisis capitalista actual es notablemente más aguda que las de 1929 y la de 1974; ahora se volvió sistémica y civilizatoria. No sólo en la economía, las bolsas de valores y en las montañas rusas de la tasa de ganancia, sino en el conjunto de la vida social de una civilización capitalista planetaria que se vuelve, día a día, inhabitable.


Para dar solo unos pocos ejemplos de la vida cotidiana en tiempos sombríos de capitalismo tardío: (a) la generalización de las drogas ya no ha quedado recluida a minorías lúmpenes o grupúsculos culturales supuestamente iconoclastas que les gusta transgredir o “experimentar” sino que se ha extendido a millones y millones de jóvenes que han perdido completamente el rumbo de su vida intentando escapar de una vida gris y mediocre de alienación y feroz mercantilismo, estructuralmente vacía de sentido; (b) las mafias de la prostitución y el comercio de esclavos y esclavas sexuales se ha generalizado a escala planetaria, secuestrando millones de jóvenes, niños y niñas, para “uso sexual” de la gente con dinero, superando en su crudeza, perversión y brutalidad las peores etapas de la acumulación originaria y primitiva del capital; (c) junto al reino de las drogas, las mafias y la prostitución generalizadas, el comercio de órganos humanos se ha vuelto una de las actividades lúmpenes más rentables en el siglo XXI. ¿Estamos o no frente a un sistema socio económico y cultural global, decadente y en descomposición, que archivó para siempre las promesas incumplidas de la Ilustración burguesa del siglo XVIII (libertad, igualdad, fraternidad, respeto por las personas, programa filosófico para saber usar el propio entendimiento, creación de una paz perpetua, etc.)?


En el clima de época, que huele demasiado a descomposición, se producen nuevas guerras e intervenciones militares donde el imperialismo sigue empantanado (Afganistán, Irak, Colombia, etc.), volviendo más agresivo al sistema de dominación que genera programas de vigilancia masiva y control de la vida individual y privada inimaginables hasta por las novelas más sombrías y pesimistas de antaño (como 1984  de Orwell y otras similares), abriendo al mismo tiempo la posibilidad a un enfrentamiento generalizado entre las fuerzas revolucionarias y las fuerzas capitalistas.


            En ese nuevo contexto de época, los movimientos sociales del mundo gritan al unísono y en forma desesperada, desde sus Foros Sociales: “¡Otro mundo es posible!”. Bien, pero ¿cuál? El marxismo radical y revolucionario de Guevara y de Santucho son inequívocos: es y debe ser el socialismo no sólo como proyecto político internacionalista sino también como nueva cultura y nueva alternativa civilizatoria a escala planetaria. Y un socialismo que jamás vendrá en forma automática o evolutiva, “sin que nadie se enoje y siendo amigos y amigas de todo el mundo”, sino a partir de las contradicciones, los enfrentamientos de clase, las guerras de liberación y las revoluciones antiimperialistas y anticapitalistas.

Santucho y el poder:


el toro por las astas y la sal en la cola del tigre

Aun tomando nota de esos innegables cambios de época (ya que el nervio íntimo del marxismo apunta al análisis concreto de la situación concreta, no a repetir consignas y esquemas sin analizar el contexto), las tesis de Poder burgués y poder revolucionario constituyen una invitación tremendamente sugerente.


La obra de Poder burgués y poder revolucionario no puede ser convertida en un fetiche. No es un ensayo que parte aguas en la historia del marxismo mundial. Nunca tuvo esa pretensión, su mismo autor lo señala. Sí es el punto de llegada más maduro de una corriente política que logró nada menos que poner en jaque y en crisis la estabilidad, la dominación y la hegemonía burguesa en Argentina (estabilidad de la dominación que los dueños de absolutamente todo llaman, hipócrita y cínicamente, “paz”). Este texto emblemático contiene una reflexión de una corriente que aspiró no a cambiar un poquito nuestra sociedad sino a cambiarla de raíz, con una radicalidad política (no solo discursiva, como en el caso del autonomismo posmoderno) que nunca se había visto en la Argentina del siglo XX, ni siquiera en las rebeliones heroicas —brutalmente masacradas a sangre y fuego— de la Patagonia Rebelde.


¿Cuáles serían entonces los grandes aportes y legados del Che y de Robi Santucho que hoy en día, en esta nueva época histórica, nos invitan a repensar la rebeldía popular y las formas de dominación capitalista que intentan neutralizarla? Creemos no equivocarnos al identificar la tesis según la cual sin estrategia de poder no hay revolución posible ni transformaciones sociales de fondo. Ese es el núcleo de fuego del guevarismo que (todavía, por ahora) está ausente en el movimiento popular argentino desde 1983 hasta hoy.


Poder burgués y poder revolucionario resulta más que sugerente y puede ser útil hoy en día por su claro intento de reinstalación de la problemática del poder y la estrategia revolucionaria en el centro de la agenda política de las fuerzas (variadas y heterogéneas) que aspiran a cambia la sociedad. En él se condensa una búsqueda clara de un camino distinto al bipartidismo tradicional argentino, reciclado con los nombres más variados, conjugando al mismo tiempo la política de unidad en la lucha sin abandonar la critica y el debate al interior del campo popular (allí se inscribe su polémica con el populismo, principalmente de Montoneros, y el reformismo del Partido Comunista, corrientes ideológicas que se han prolongado, reciclado y transmutado con otros nombres y otras organizaciones en estos últimos 30 años de régimen parlamentario hasta el día de hoy).


            En Poder burgués y poder revolucionario Santucho nos aporta una mirada específicamente política de la historia argentina enfatizando su análisis en la alternancia cíclica entre el parlamentarismo (república parlamentaria como forma de dictadura burguesa, según El 18 brumario de Luis Bonaparte) y el bonapartismo militar. Dentro de ese cuadro ubica a las Fuerzas Armadas como el principal partido político de la burguesía argentina (no como un grupo de violentos amantes de la pólvora, sino como un partido político). Evidentemente en los últimos 30 años, con excepción de las rebeliones carapintadas encabezadas por los grandes farsantes (disfrazados de “antiimperialistas”) Rico y Seineldín, las Fuerzas Armadas represoras han cambiado su rol después del genocidio de 1976 y los principales partidos de la burguesía han estado del lado de la república parlamentaria, no del bonapartismo militar.
            Pero el análisis de Santucho no se limita al análisis militar, como una lectura ingenua (o desinformada) podría argumentar. En su texto aparecen explícitamente mencionadas, con nombre y apellido, las diversas formas de “la hegemonía de la burguesía” (4), destacando, por ejemplo, el papel de “la prensa, la radio y la TV”, es decir, los grandes medios de comunicación de masas como instrumentos de la dominación ideológica.


            Todo su análisis se inserta en un contexto regional y global, señalando la crisis del capitalismo argentino enmarcada en un sistema mundial. Aquí Santucho hace suyo el método dialéctico de los Grundrisse de Karl Marx según el cual se debe partir de la totalidad concreta del mercado mundial para comprender el desarrollo específico de una formación económico social capitalista dependiente, en esta caso la Argentina, tesis metodológica a la que el PRT-ERP ya había apelado en su polémica con Carlos Olmedo de las FAR en 1970-1971. La posición del PRT, que prolongaba el análisis del Che en su “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, proponía una mirada global sobre el conflicto con el imperialismo. La lucha nacional, país por país, era insoslayable, pero al mismo tiempo parte de una batalla mayor, de carácter antimperialista e internacional. De este modo, el PRT le respondía a Olmedo —cabe aclarar que Santucho mantenía por Olmedo un gran aprecio personal, según le confiesa en una carta enviada desde la cárcel a su primera compañera Ana Villarreal, luego asesinada en Trelew— que el marxismo no es sólo un instrumento metodológico, sino también una ideología política y una concepción del mundo. En tanto método, ideología política y concepción del mundo, tiene como meta la revolución mundial y, por ello, debe analizar el capitalismo como un sistema a una escala que supere la estrechez reduccionista del discurso nacional-populista.


El estudio político de Santucho tiene como eje el análisis del poder y las relaciones de fuerza, incluyendo las hegemonías ideológico-políticas. Un estudio sobre el “arriba” (la crisis del capitalismo argentino iniciada en 1952 y su dependencia con el gran capital transnacional, el reemplazo de los partidos clásicos de la burguesía por el bonapartismo militar, cuando entra en crisis la república parlamentaria) y un análisis del “abajo“ (polémica con el reformismo y el populismo, falsos atajos que terminan sometiendo al movimiento popular dentro del engranaje de la lucha interburguesa; emergencia y crecimiento exponencial de la rebeldía popular en todas sus formas, legales y clandestinas, a partir del cordobazo de 1969).


Poder burgués y poder revolucionario intenta y se esfuerza por reflexionar sobre la célebre teoría de Lenin (también enriquecida por Gramsci y otros clásicos del marxismo) acerca del doble poder, pero no a través de un esquema genérico de pizarrón, como si fuera una clase tradicional de filosofía política universitaria, sino tomando como “base empírica” las condiciones históricas específicas de la Argentina posterior al cordobazo.


Allí aparece entonces sus tesis sobre el doble poder y la estrategia de poder popular en nuestro país, la construcción de poder local a partir de zonas liberadas en confrontación con las fuerzas de represión estatales (algo muy distinto al supuesto “poder autónomo” de una panadería o una zapatería en un barrio como emprendimientos de supervivencia —con subsidio estatal— para los segmentos ultra empobrecidos de clase obrera desempleada convertidos mágicamente en “los nuevos soviets o consejos comunitarios” presuntamente “prefigurativos del comunismo futuro”, como muchos años después postuló, ambigua e ilusoriamente, el autonomismo).


La reflexión sobre el poder obrero y popular de Mario Roberto Santucho incorpora las formas de gestión (el texto analiza específicamente como ejemplos concretos desde grandes zonas rurales en territorios liberados por la insurgencia político militar hasta comisiones vecinales urbanas dentro de una villa o sindicatos antiburocráticos en pueblos de ingenios azucareros) enfrentadas a la arquitectura político institucional de la burguesía, pero enmarcadas siempre en la estrategia de confrontación armada con el poder de los capitalistas. La teorización del poder popular que realiza Santucho contiene todas las determinaciones que habitualmente repite el autonomismo (gestión a través de la participación popular, democracia desde abajo, etc.), pero le agrega determinaciones ausentes en los relatos autonomistas y posmodernos, ya que jamás elude la estrategia de confrontación con el Estado capitalista y sus instituciones. Este es el quid de la cuestión, el carozo del durazno, “el tango esencial” según aquella hermosa frase que le gustaba escribir a David Viñas. La presencia de una ausencia (es decir: la estrategia revolucionaria de poder) de la cual el autonomismo en sus variadas formas recicladas, desde las más groseras hasta las más sutiles, no se hace cargo. El poder popular para Santucho es un escalón hacia la confrontación generalizada con el poder del Estado burgués, nunca un atajo “prefigurativo” para eludir el choque y esquivar (imaginariamente) la violencia capitalista.
El gran presupuesto en el que basa su análisis no parte de elucubraciones genéricas y metafísicas extraídas de los exquisitos relatos filosóficos del posestructuralismo francés... sino de experiencias concretas y bien terrenales de revoluciones históricas.


Para pensar el poder el método de la dialéctica marxista es histórico, no metafísico. Partimos de la historia, no de las metafísicas “post” cuyas hipóstasis superlativas asumen siempre un nombre distinto (cada pensador, a su vez, se siente único pastor del pueblo elegido, la secta académica que lo sigue), pero la operación teórica presupuesta es la misma. Puede llamarse Ideología (en el Althusser tardío); Poder (en Foucault); Discurso (en Laclau); Diferencia (en Derrida); Poder-potencia constituyente (en Negri), Interpretación (en Vattimo, antes de su reciente autocrítica), Deseo (en Deleuze y Guattari), etc., etc. Siempre escrito con mayúsculas...


A la hora de pensar el poder popular Santucho, siguiendo las sugerencias del Che y de Lenin, no elabora una nueva metafísica, aislando e hipostasiando algún segmento de las relaciones sociales elevado a primer motor del universo político. No, por el contrario, asume una perspectiva más modesta pero más efectiva. Analiza procesos históricos, experiencias concretas en las cuales “los de abajo” intentaron de diversos modos enfrentar a “los de arriba”. Santucho menciona explícitamente los procesos revolucionarios de Rusia, España, China y Vietnam, no tomadas como un bloque homogéneo y uniforme —convertido en esquema universal— sino por el contrario, marcando las diferencias específicas y concretas de cada situación revolucionaria. Por ejemplo, sostiene, en Rusia el proceso de doble poder que abre una situación revolucionaria duró apenas nueve meses, fue relativamente corto. En cambio en la revolución y guerra civil española, se extendió durante casi ocho años. En uno triunfó el campo revolucionario, en el otro triunfó la contrarrevolución.


Analizando concretamente la experiencia argentina, Santucho sostiene que, acorde al desarrollo desigual que conformó al capitalismo argentino en cada una de las regiones del país, existe un desarrollo desigual en las formas del poder local —forma específica del poder dual teorizado por Lenin— a partir de levantamientos sucesivos (el cordobazo, el viborazo y otras grandes rebeliones populares de la época por él estudiada) que no se dan todos juntos ni homogéneamente ni en el mismo nivel. Un análisis bastante fino y para nada esquemático, que atiende a la especificidad regional del capitalismo argentino y de sus resistencias.

Un marxismo no decorativo

Robi Santucho no fue un hombre de la Academia ni del marketing. Ni siquiera existen muchas fotografía suyas. Cuentan sus compañeros y compañeras que hablaba bajito y era muy humilde (seguramente la antítesis del porteño supuestamente sabelotodo, altanero, engreído y petulante). Pasó los años más significativos de su vida adulta en la clandestinidad y el anonimato. No trabajó para sí mismo sino para una causa infinitamente mayor que su propio ombligo. Aunque tenía de profesión contador público, no le interesó hacer “carrera política”, lo cual hubiera sido muy fácil para él. Poniendo en práctica otra manera de vivir, apostó todo, incluyendo su propia vida y la de sus seres queridos, por la felicidad de los demás, para que la gente humilde pudiera tener una vida digna, para que los millonarios no gocen de la obscena impunidad de la que hacen gala hoy en día, para que la clase trabajadora dirigiera, por fin, este país que a veces es tan pero tan cruel con sus propios hijos.


Sus reflexiones políticas, completamente ajenas al barroquismo académico y a las imposturas supuestamente refinadas de un discurso que en el fondo no tiene dos ideas genuinas para comunicar y que no molesta ni incomoda a nadie, constituye una manera distinta de pensar la sociedad y el mundo desde abajo, a contramano de la historia de los vencedores, a partir de la rebeldía contra las instituciones fundamentales de los millonarios y empresarios capitalistas. Esos mediocres que son todavía los dueños de todo... Por ahora.

Barrio de Once, julio de 2013.


NOTAS:


(1) Esos colores de la bandera del ERP (celeste y blanco horizontales al estilo de la bandera del Ejército de los Andes de San Martín, con una estrella roja de cinco puntas en el medio), hoy tan populares entre la juventud, eran completamente desconocidos para la militancia juvenil de nuestra generación. Si no recuerdo mal, la primera vez que vimos esa bandera en público, en vivo y en directo, fue en el estadio de Atlanta en el acto político del 1 de mayo de 1987, conmemorando el día de los trabajadores. Conmovidos, todos los jóvenes comentábamos por lo bajo, señalándola en lo más alto de una tribuna popular. Nos generaba fascinación, no desprovista al mismo tiempo de cierto temor. La bandera del ERP era uno de los máximos símbolos prohibidos; representaba todo, prácticamente todo, lo que la dictadura sangrienta y feroz del general Videla había pretendido extirpar de nuestro país, nuestra sociedad y nuestra historia. A pesar del genocidio, los sueños y proyectos que esa bandera intentó sintetizar nunca fueron exterminados.

(2) Hemos intentado demostrar en forma mucho más extensa el fracaso de las metafísicas “post” en el libro Nuestro Marx. Caracas, Misión Conciencia, 2011. Primera parte. pp. 47-92.

(3) No queremos repetirnos. Hemos intentado responder esta pregunta con mayor detalle en nuestro libro En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara.  A propósito de sus «Cuadernos de lectura» de Bolivia) de próxima publicación en Argentina (2013) en una edición conjunta de Ediciones Yulca, La Llamarada y Amauta Insurgente.

(4) Santucho, Mario Roberto: Poder burgués y poder revolucionario. En Daniel de Santis [compilador]: PRT-ERP. Documentos. Buenos Aires, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 2000. Tomo 2, p.276.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...