Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

martes, 28 de abril de 2015

La guerra social: código y clave (Parte VII)


Dagoberto Gutiérrez

El gobierno de los Estados Unidos fue el responsable de la prolongación de la guerra y también de la preparación ideológica y militar de las fuerzas armadas gubernamentales. Estrategias como la de tierra arrasada que implicaba el aniquilamiento de poblaciones campesinas enteras, la destrucción de cosechas y sembradíos y la persecución implacable de los habitantes de los territorios donde la guerra se desarrollaba, fueron las enseñanzas que los militares salvadoreños recibieron en las academias estadounidenses.

Las primeras oleadas de migrantes que llegaron a la embajada de los Estados Unidos en San Salvador eran, precisamente, los campesinos sobrevivientes de las matanzas, y también de perseguidos por los escuadrones de la muerte. El gobierno de los Estados Unidos no tuvo más opción que recibir y, en cierto modo, proteger, a estos habitantes que eran también sus víctimas.

Esta primera oleada fue algo inusual porque Estados Unidos nunca fue un punto seguro o permanente para que la población se trasladara. En realidad, era Honduras el territorio más buscado por los pobladores salvadoreños, y sobre todo, el departamento de Olancho, al sur de Honduras.

Una segunda oleada migratoria comprendió a hombres y mujeres de las ciudades, a pobladores que huían de la represión, y familias urbanas que empezaron a incluir a profesionales.Esa oleada, al igual que la primera, incluía a recién nacidos o niñas y niños de poquísima edad, o mujeres embarazadas que empezaron a dar a luz en ciudades estadounidenses.

En este escenario, y con el marco de la guerra civil en pleno desarrollo en El Salvador, empezaron a crecer en el territorio hostil de la sociedad estadounidense, los niños/as salvadoreños, que pronto se dieron cuenta que eran desconocidos, ignorados y despreciados en la sociedad en la que estaban creciendo, pero que también ocurría lo mismo en la patria lejana, llamada El Salvador, de la que tanto hablaban sus padres.

El desarrollo de la guerra civil apuró el quiebre de las tradicionales lógicas económicas y pronto se formó una tercera oleada migratoria, integrada por todos aquellas y aquellos, víctimas del quiebre de la economía, abandonados por un Estado que se despintaba aceleradamente, y amenazados por las bandas paramilitares, que indiscriminadamente sembraban el terror. En esta tercera oleada había una composición multicolor  y dio pie a un cuarto momento migratorio en el que, prácticamente, todo mundo se dispuso a abandonar el país para viajar hacia el norte, tal como se empezó a decir, en una especie de clave, a los Estados Unidos.

En esta cuarta oleada empiezan a borrarse las fronteras legales y desaparecen los trámites normales, y la migración se hizo totalmente ilegal y se convirtió en una actividad empresarial, criminal y perversa.

A estas alturas de la historia, estábamos frente a una sangría, en donde el país empezó a desangrarse día y noche, hora tras hora y minuto a minuto, en un proceso que dura hasta nuestros días. Hay que saber que el emigrante es  una persona valiente y osada que se enfrenta a la muerte, a las bandas asesinas de coyotes, a policías fronterizos desalmados y a patrones explotadores y sangrientos, pero que no llegan a poner toda esta capacidad al servicio de una lucha que les devuelva a su Patria.

Al mismo tiempo, este desangramiento migratorio produce una población incierta e insegura, donde las personas están en el país mientras logran viajar al norte, y cuando están en el norte, entienden el país como una especie de sueño lejano y cada vez más extraño.

Finalmente, todo este desangramiento se convirtió en una política del Estado salvadoreño y los sucesivos gobiernos empezaron a presentar al emigrante como una especie de héroe, cuyo ejemplo era imitable.Se entiende que cada emigrante que sale del pais es una presión menos para la caldera social y también una futura remesa que pasará a sostener económicamente a la sociedad, mientras las grandes industrias transnacionales, dueñas del país, del Estado y del gobierno, crecen a la sombra de los emigrantes. Entre tanto, en las ciudades estadounidenses empiezan a formarse las primeras bandas juveniles de muchachos/as salvadoreños, que recorren una ruta sociológica, económica  y política con etapas bien marcadas que explicaremos así.

San Salvador, 26 de abril del 2015.

Murió Giap, el general que venció al ejército de los Estados Unidos



 Vo Nguyen Giap, el general que venció al ejército más poderoso del mundo.

Cuatro presidentes americanos lucharon sucesivamente contra Vietnam, dejando el rastro de sangre de 57.690 mercenarios americanos ejecutados. Por parte vietnamita murieron 600.000 combatientes pero finalmente los Estados Unidos fueron obligados a salir del país en 1973.


CONTRAINFO


El general Vo Nguyen Giap, figura central de la victoria de la guerra de Vietnam, murió a los 102 años, en Octubre del 2013. El general falleció por causas naturales en el Hospital Militar 108 de Hanoi, según informó una fuente militar del centro. Giap estuvo además en batallas significativas contra Estados Unidos como la ofensiva del Tet en 1968. El próximo 30 de Abril se cumple otro aniversario de la liberación de Saigón y la definitiva derrota y expulsión del invasor ejército de EEUU. Consideramos oportuno recordarlo, en una época en que la lucha anti imperialista y anti colonialista, se enfrenta a enemigos que han incorporado nuevas estrategias de sometimiento.

“Si la asombrosa revolución vietnamita está marcada
por el signo del genio, éste habrá que buscarlo más bien
en Vo Nguyen Giap que en Ho Chi Minh”. – Jean Lacouture, Ho Chi Minh


Este legendario general vietnamita nació en la aldea de Una Xa, provincia de Quang Binh el 25 de agosto de 1911. Era hijo de un campesino que, aunque carecía de tierras, sabía leer y escribir y luchó toda su vida contra el régimen colonialista impuesto a su país.
En 1926, siendo aún muy joven, comenzó a luchar por la liberación de Vietnam en el instituto en el que estudiaba. Se incorporó al Menh Dang del Tan Viet y, dos años más tarde, al Quoc hoc, organizaciones clandestinas que realizaban agitación contra la ocupación extranjera.
En 1930 fue detenido y condenado a tres años de prisión, pero fue liberado algunos meses después.
En 1933 entró en la universidad de Hanoi, aunque dos años después le expulsaron por realizar agitación revolucionaria.
En la universidad conoció a Dang Xuan Khu, que más adelante adoptaría el seudónimo de Truong Chinh, el principal ideólogo del comunismo vietnamita. Fue él quien incorporó a Giap al Partido Comunista de Indochina.

La policía francesa detuvo a su mujer y a su cuñada y las utilizó como rehenes para presionar a Giap y lograr que se entregara. La represión fue feroz: su cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a cadena perpetua, muriendo en la prisión después de tres años a causa de las brutales torturas. Los verdugos también asesinaron a su hijo recién nacido, a su padre, a dos hermanas y a otros familiares.

En 1937 logró terminar sus estudios de Derecho en la universidad y comenzó dar clases de historia en un instituto de Hanoi, aunque en realidad se dedicaba a organizar a los profesores y alumnos en la lucha revolucionaria.
En 1939 publicó su primer libro, juntamente con Truong Chinh, titulado La cuestión campesina donde analizaban el papel que debían desempeñar los jornaleros del campo como aliados del proletariado vietnamita en el proceso revolucionario.
El año anterior se había casado con una tailandesa, Dang Thi Quang, también militante comunista, y cuando al año siguiente el Partido Comunista de Indochina fue prohibido, Giap escapó a China, donde conoció a Ho Chi Minh y estudió las tesis de Mao Zedong sobre la guerra popular prolongada y la guerra de guerrillas, que luego aplicaría magistralmente a su propio país.
Pero la policía francesa detuvo a su mujer y a su cuñada y las utilizó como rehenes para presionar a Giap y lograr que se entregara. La represión fue feroz: su cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a cadena perpetua, muriendo en la prisión después de tres años a causa de las brutales torturas. Los verdugos también asesinaron a su hijo recién nacido, a su padre, a dos hermanas y a otros familiares.

En mayo de 1941 en la conferencia de Chingsi (China), junto con Ho Chi Minh, funda el Dong Minh (Liga Vietnamita para la Independencia), más conocido como Vietminh, para agrupar las fuerzas antijaponesas en un único frente de liberación nacional.
Ese mismo año Giap se traslada a las montañas del interior de Vietnam para iniciar la guerra de guerrillas. Allí estableció una alianza con Chu Van Tan, dirigente del Tho, un grupo guerrillero de una minoría nacional de Vietnam del noreste. Giap comenzó a construir el Tuyen Truyen Giai Phong Quan, un ejército capaz de expulsar al ocupante francés y sostener el programa del Vietminh.
Inició una campaña de dos años de propaganda armada y de reclutamiento, convirtiendo a los campesinos en guerrilleros con una combinación del entrenamiento militar y la formación política comunista. A mediados de 1945 tenía ya unos 10.000 hombres bajo su mando y pudo pasar a la ofensiva contra los japoneses que ocupaban todo el sudeste de Asia.
Junto con Ho Chi Minh, Giap dirigió sus fuerzas hacia Hanoi en agosto de 1945, y en septiembre Ho Chi Minh pudo proclamar la independencia de Vietnam, con Giap al mando del ejército revolucionario.

La campaña de Dien Bien Phu fue la primera gran victoria de un pueblo colonial y feudal, con una economía agrícola primitiva, contra un experimentado ejército imperialista sostenido por una industria y pujante moderna bélica.

En la posterior guerra contra el colonialismo frances, Giap demostró la superioridad de la guerra popular sobre las fuerzas imperialistas obteniendo una espectacular victoria el 7 de mayo de 1954 en la decisiva batalla de Dien Bien Phu, una valle situado a unos 300 kilómetros al oeste de Hanoi en el que se habían atrincherado las fuerzas ocupantes francesas, confiadas en la protección de las montañas y en conseguir batir a las fuerzas revolucionarias cuando descendieran.
De los 15.094 mercenarios franceses que se agruparon en Dien Bien Phu, después de casi seis meses del sitio, solamente 73 lograron escapar del cerco, mientras que 5.000 murieron y 10.000 fueron capturados. Giap y el general Denhg lanzaron un asalto frontal a la guarnición que arrojó a los colonialistas franceses definitivamente de Indochina. El ejército de Giap y Denhg padeció la muerte de 25.000 combatientes.

Giap y Denhg derrotaron a los imperialistas con una acumulación logística extraordinaria y un uso eficaz de la artillería bien protegida. Los 60 cazabombarderos norteamericanos B-29 que acudieron en apoyo de la guarnición francesa, no lograron su objetivo, obligando a los imperialistas a diseñar un plan criminal elaborado por el almirante norteamericano Radford y el general francés Navarre consistente en arrojar bombas nucleares contra las fuerzas revolucionarias.
La campaña de Dien Bien Phu fue la primera gran victoria de un pueblo colonial y feudal, con una economía agrícola primitiva, contra un experimentado ejército imperialista sostenido por una industria y pujante moderna bélica. Los más concidos generales franceses (Leclerc, De Lattre de Tasigny, Juin, Ely, Sulan, Naverre) fracasaron uno tras otro frente a unas tropas integradas por campesinos pobres pero decididas a luchas hasta el final por su país y por el socialismo. Los gobiernos de París fueron cayendo también a medida que sus generales eran derrotados en los alejados arrozales, poniendo al descubierto la fragilidad de la IV República.
Vietnam resultó dividido y Giap fue nombrado ministro de Defensa del nuevo gobierno del Vietnam del norte que, al tiempo que continuaba la guerra popular, se esforzaba por construir una nueva sociedad socialista.

Como comandante del nuevo ejército popular, Giap dirigió la lucha en la guerra de Vietnam contra los nuevos invasores norteamericanos en el sur del país, que una vez más comenzó bajo la forma de guerra de guerrillas. Los primeros soldados estadounidenses murieron en Vietnam cuando el 8 de julio de 1959 el Vietcong atacó una base militar en Bien Hoa, al noreste de Saigon. Ese año más de 1.000 lacayos del imperialismo americano fueron ajusticiados por los guerrilleros del Vietcong y antes de 1961 otros 4.000 habían caido.
Cuatro presidentes americanos lucharon sucesivamente contra Vietnam, dejando el rastro de sangre de 57.690 mercenarios americanos ejecutados. Por parte vietnamita murieron 600.000 combatientes pero finalmente los Estados Unidos fueron obligados a salir del país en 1973. Dos años más tarde el país fue reunificado, cuando un tanque del ejército revolucionario embistió la valla de protección de la embajada americana, mientras los últimos imperialistas huían precipitadamente en un helicóptero por el tejado del edificio.

Como buen guerrillero, Giap sabía que el éxito de la victoria cuando hay una desproporción tan grande de fuerzas, se basa en al iniciativa, la audacia y la sorpresa, lo que exige que el ejército revolucionario se desplace continuamente.

A partir de entonces Giap siguió siendo ministro de Defensa de Vietnam y miembro de pleno derecho del Politburo del Partido Comunista de Vietnam, cargo que ocupó hasta 1982.

Tras su cese, dirigió la Comisión de Ciencia y Tecnología, y en julio de 1992, le concedieron la orden de la estrella del oro, el honor más alto del nuevo Vietnam socialista.
El general Giap no sólo fue un maestro en el arte de dirigir la guerra revolucionaria, sino que además escribió sobre ella en 1961 su famosa obra “Guerra popular, ejército popular”, un manual de la guerra de guerrillas basado en su propia experiencia. En él establece los tres fundamentos básicos que debe disponer un ejército popular para lograr la victoria en la lucha contra el imperialismo: dirección, organización y estrategia. La dirección del Partido Comunista, una férrea disciplina militar y una línea política adecuada a las condiciones económicas, sociales y políticas del país.
Definió la guerra popular como “una guerra de combate para el pueblo y por el pueblo, mientras que la guerra de guerrillas es simplemente un método del combate. La guerra popular es un concepto más general. Es un concepto sintetizado. Es una guerra a la vez militar, económica y política”. La guerra popular no sólo la hace un ejército, por más que sea popular, sino que la hace todo el pueblo porque es imposible que un ejército revolucionario, por sí mismo, pueda lograr la victoria contra la reacción, sino que es todo el pueblo el que tiene que participar y ayudar en una lucha, que necesariamente debe ser prolongada.

Como buen guerrillero, Giap sabía que el éxito de la victoria cuando hay una desproporción tan grande de fuerzas, se basa en al iniciativa, la audacia y la sorpresa, lo que exige que el ejército revolucionario se desplace continuamente. Destacó como un genio de la logística, capaz de movilizar continuamente importantes contingentes de tropas, siguiendo los principios de la guerra de movimientos. Lo hizo así contra los colonialistas franceses en 1951, infiltrando a un ejército entero a través de las líneas enemigas en el delta del río Mekong, y otra vez adelantando la ofensiva de Tet en 1968 contra los estadounidenses, cuando situó a millares de hombres y toneladas de aprovisionamientos para un ataque simultáneo contra 35 centros estratégicos del sur.

La batalla de Ia Drang (19 de octubre-27 de noviembre de 1965) fue una de las más importantes del combate para ambos bandos durante la guerra de liberación de Vietnam. Tras ella el general imperialista Westmoreland creyó que la movilidad aérea y la potencia de fuego en gran escala serían la respuesta a la estrategia de Giap, pero éste apostó a sus soldados tan cerca de las líneas americanas que los B-52 soltaban las bombas encima de sus propias filas.

Todavía hoy las tácticas guerrilleras de Giap constituyen una de las fuentes de estudio de las estrategias militares en el mundo.

¿Qué se celebra el 1° de Mayo?


El Día Internacional de los Trabajadores se celebra cada 1° de Mayo, desde su instauración en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la II Internacional. En la actualidad, en la mayoría de los países, es un día festivo en miles de ciudades del mundo, pero su pasado es bastante sangriento.

Pedro Malatesta
Obrero de FATE


Casi 80 años de lucha de la clase trabajadora en los Estados Unidos por la mejora de las condiciones de trabajo y la reducción de la jornada laboral sumada a la masiva convocatoria que tuvo la gran huelga general del 1° de mayo de 1886, hicieron que los capitalistas temieran que fuera el principio de una revolución social. Por eso persiguieron a dirigentes obreros y armaron un juicio que condenaría a los mártires de Chicago. No es extraño que en este país y en Canadá no se celebre esta fecha.

Los orígenes de la lucha por las 8 hs.

En 1817 el socialista utópico inglés Robert Owen formuló el objetivo de la jornada de 8 hs., dejando el lema de ocho horas de trabajo, ocho horas de recreación, ocho horas de descanso.

La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) en su primer congreso en Ginebra en septiembre de 1866, reanudó la discusión de las 8 hs. como objetivo inmediato. En el Concejo General de Londres Los representantes de Marx propusieron:

1. El congreso considera la reducción de las horas de trabajo como el primer paso en vista de la emancipación obrera.

2. En principio, el trabajo de 8 hs. diarias debe ser considerado suficiente.

3. No habrá trabajo nocturno, salvo en casos previstos por la ley.

El III Congreso de la Internacional en Bruselas de septiembre de 1868 se pronunciará unánimemente en favor de la disminución legal de las horas de trabajo.

La lucha en Estados Unidos


Los primeros movimientos en favor de la reducción de la jornada de trabajo en Estados Unidos se dieron a principios de 1800. En 1803 triunfaron los carpinteros de ribera y en 1806 los carpinteros de construcciones urbanas de Nueva York. Pero en 1832 en Boston, la primera huelga en favor de las 10 hs por los calafateadores y carpinteros fracasó.

En 1845-46, las huelgas se repitieron continuamente en los Estados de Nueva Inglaterra, Nueva York y Pensilvania. A fines de 1845 en Nueva York se celebró el primer Congreso obrero acordando la organización de una sociedad secreta. Después del Congreso industrial celebrado en Chicago en 1850, muchas ciudades se organizaron en agrupaciones para obtener la jornada de 10 hs. por medio de la huelga. Lentamente los obreros conseguían lo que pretendían. En algunos Estados se promulgó la legalidad de las 10 hs. Desde entonces, los obreros norteamericanos consagraron todos sus esfuerzos a obtener la reducción de la jornada de trabajo a 8 hs.

A partir de 1868 hubo cientos de huelgas por las 8 hs, animando a los obreros a inclinarse cada vez más a las ideas socialistas. De 1870 a 1871 los alemanes residentes en EE.UU. empezaron a organizar las primeras fuerzas de la AIT (la I Internacional ). De 1873 a 1876 se registraron huelgas en los Estados de Nueva Inglaterra, Pensilvania, Illinois, Indiana, Misuri, Maryland, Ohio y Nueva York. Todas fueron reprimidas a balazos, golpes y prisión. En 1880 quedó organizada la Federación de los trabajadores de los Estados Unidos y Canadá, que en octubre de 1884 llamó a luchar por la jornada de 8 hs.. La reduccion de la jornada laboral debía hacerse efectiva el 1º de mayo de 1886.

Primero de Mayo de 1886

En Chicago, una asociación por las 8 hs con grupos socialistas y anarquistas celebraba reuniones al aire libre, para preparar la huelga del 1° de mayo.
Albert Parsons haría en The Alarm, el órgano de los anarquistas norteamericanos, una enérgica campaña. Arbeiter Zeitung, era el órgano más importante de los anarquistas alemanes. Ambos periódicos agitaron la opinión de tal manera que se preveía que la lucha iba a ser terrible. Los oradores anarquistas que más se distinguieron en los mítines fueron: Parsons, August Spies, Samuel Fielden y George Engel.

A medida que se aproximaba el 1° de mayo, los capitalistas empezaron a temer, y decidieron organizarse para resistir la lucha de los obreros. El primer conflicto entre patrones y obreros fue en la fábrica McCormick, donde fueron despedidos 2.100 obreros por negarse a abandonar sus respectivas organizaciones.

El 1° de mayo miles de trabajadores proclamaron la jornada de 8 hs La paralización de los trabajos se generalizó. En unos cuantos días los huelguistas habían llegado a más de 65.000. Las reuniones se multiplicaron. Seiscientas mujeres pertenecientes al ramo de sastrería se sumaron a las manifestaciones.

El 2 de mayo hubo un mitín de los despedidos de la fábrica McCormick. Los oradores fueron Parsons y Schwab. El 3 se celebró un importante mitín cerca de McCormick. A las cuatro sonó la campana de McCormick y empezaron a salir los obreros que continuaban trabajando. Una gran parte de los reunidos se dirigieron hacia McCormick, empezaron a arrojar piedras a la fábrica, pidiendo la paralización de los trabajos. Cuando intentaron frenar la entrada de esquiroles, dos obreros fueron asesinados por la policía.

Aquella misma noche se reunieron socialistas y anarquistas. Se convocó un mitín en la plaza Haymarket, en el sur de Chicago para la noche siguiente, a fin de protestar contra la brutalidad policial.

El 4 de mayo concurrieron más de 3.000 trabajadores al mitín en Haymarket. Samuel Fielden ya terminaba su discurso, cuando unos 180 policías interrumpieron con las armas preparadas. El capitán ordenó disolver el mitín y sus subordinados fueron avanzando en actitud amenazadora. Cuando era inminente el ataque de la policía, cayó una bomba entre la primera y segunda compañía. Cayeron más de 60 policías heridos y 7 muertos.

La policía disparó sobre el pueblo, que huyó en todas direcciones. Perseguidos a tiros por la policía, unos 38 obreros murieron y otros 115 fueron heridos.

Comenzó una terrible persecución. Se hicieron allanamientos donde arrestaron a pacíficos ciudadanos sin causa alguna. El Arbeiter Zeitung fue suprimido y todos sus impresores y editores detenidos; los oradores de Haymarket fueron detenidos (menos Parsons que se había ausentado) y los mitines fueron prohibidos en todo el país, decretando el estado de sitio.

Circulaban rumores absurdos de supuestas conspiraciones contra la propiedad y la vida de los ciudadanos. Los medios de comunicación burgueses pedían la horca contra los perpetradores del crimen de Haymarket.

El 5 de mayo en Milwaukee, la policía respondió con una masacre sangrienta en un mitín de trabajadores, acribillaron a ocho trabajadores polacos y un alemán por violar la ley marcial. En Chicago, se llenaron las cárceles de miles de revolucionarios y huelguistas.

El juicio a los mártires de Chicago

En junio comenzó el juicio, Grinnell fiscal del Estado, fundaba la acusación en que los procesados pertenecían a una sociedad secreta que se proponía hacer la revolución social y destruir por medio de bombas el orden establecido.

Los testimonios no pudieron probar nada. Para comprobar el delito de conspiración, el fiscal acudió a la prensa anarquista, presentando trozos de artículos y discursos de los procesados. El objeto era aterrorizar a los jurados, ya mal predispuestos. Se llegó al punto de exhibir armas, dinamita y ropas ensangrentadas que decían ser pertenecientes a los asesinados.

La teoría del representante del Estado quedó completamente destruida, no se pudo establecer una relación entre la bomba arrojada en Haymarket y los anarquistas procesados.

El 20 de agosto se hizo público el veredicto del jurado. Spies, Parsons, Fischer, Engel y Lingg, fueron condenados a muerte; Schwab y Fielden a reclusión perpetua y Neebe a reclusión por 15 años.

Segunda Internacional de 1889 en París


El impacto internacional que tuvo el juicio a los “mártires de Chicago” duró muchos años. En 1889 la II Internacional resuelve instaurar un dia por la lucha internacional por las 8 horas.

La fecha acordada fue el 1° de mayo de 1890, siguiendo una decisión de la American Federation of Labour, enlazándola simbólicamente con la huelga del 1° de Mayo de 1886 en EEUU y en honor a los mártires de Chicago.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...