Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

jueves, 28 de abril de 2016

LA MÁSCARA



Estimado Jorge Zabalza. Hemos hablado por teléfono hace un par de minutos y convenido en que le mandaría este correo con algunas preguntas sobre la presidencia de Mujica, el Frente Amplio y el rumbo que a tomado el MLN-T.

En el fondo me interesa saber hasta que punto usted cree que Mujica ha traicionado, o no, los valores originales del MLN. ¿Es así? ¿Se puede decir que la política que ha seguido desde la presidencia es de izquierdas? ¿Se han beneficiado los mas pobres de su gestión? ¿Se equivocó el MLN-T al abrazar el pragmatismo del que hace alarde el presidente? ¿Cuáles son los problemas que no han podido resolver?

No quiero aburrirle demasiado con preguntas. Me interesa mas su valoración general de los cambios que se han producido en el MLN y en que cree que se ha equivocado Mujica y las otras figuras destacadas del movimiento.

Muchísimas gracias.


Giles Tremlett
Contributing Editor based in Madrid
The Guardian
+34 629218297
giles.tremlett@gmail.com
giles.tremlett@theguardian.com

Entrevista de Tierra Libre a Giles Tremlett


Señor Giles Tremlett.
Agradezco su interés por mi opinión. Agradezco su llamada y su mail, pero sus preguntas podrían obtener respuestas que dibujen una caricatura de mi visión sobre el fenómeno Mujica-Huidobro. Le seré franco: no me agrada pasar como el esquemático y cuadrado crítico del gran pensador y filósofo José Mujica. He preferido escribirle estas apresuradas líneas que no sé si “The Guardian” podrá publicarlas. De todas maneras, de ellas usted puede extraer sus conclusiones y espero que le sirvan para algo.
Por supuesto me reservo el derecho de poner en conocimiento del público “La Máscara”.
Sin más, agradezco el incentivo a escribir.
Saluda atte.
Jorge Zabalza



LA MÁSCARA
  Jorge Zabalza


El mundo conoce el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana, el discurso en las Naciones Unidas del presidente más pobre del mundo, los goles de Suárez....los rasgos más bellos de la bella máscara con que se presenta Uruguay. La intención de este artículo es aproximar el lector al modelo productivo uruguayo, a sus consecuencias sociales y a la cuestión de los derechos humanos. Apenas son algunos datos que indican, a quien le interese, por dónde explorar y descubrir la cara más fea de la realidad uruguaya, la que oculta su máscara de presentación.

El modelo productivo

En el breve lapso de los últimos diez años, el cultivo de la soja transgénica pasó de ocupar escasas 20.000 hectáreas a más de un millón y medio, casi el 10% de la tierra cultivable del Uruguay. Aunque es el principal producto de exportación, no se le agrega valor alguno: el 95% se envía a granel para ser industrializada en China y Europa. El Ministerio de Economía contabiliza como “exportado” el grano que atraviesa los portones de la Zona Franca de Nueva Palmira: el 80% de la cosecha de soja sale a través de ese enclave extranjero sin pagar impuestos.

Según el Censo Agropecuario, el volumen de agrotóxicos que consume Uruguay se multiplicó casi que por 5 (de unas 4.000 toneladas pasó a casi 19.000); por las mismas razones, la importación de fertilizantes se duplicó (de 243.000 toneladas a 556.000). Las otrora naturales praderas del Plata hoy están bañadas en las sustancias químicas que requiere la soja transgénica. Suman cientos las denuncias por intoxicaciones de personas y contaminación de los ríos y arroyos.

Como el cultivo de la soja no requiere mano de obra, se expulsa de la tierra a sus habitantes: entre el 2000 y el 2011 el número de asalariados rurales sufrió una reducción del 26,5% y la población dedicada a las tareas agrícolas disminuyó en un 43,7%. Como la rentabilidad es mayor si se cultiva en grandes extensiones, la expansión de la soja aceleró el proceso de concentración de la propiedad de la tierra, grandes. Uruguay va camino a ser un gigantesco y despoblado latifundio.

¿Cómo ha sido posible una transformación tan profunda del campo uruguayo? La expansión de la soja en todo el Cono Sur es el gran negocio de la Monsanto, Cargill y otras corporaciones transnacionales que especulan con la producción de alimentos en el mundo. Se benefician también los llamados pools de siembra, empresas de bandera argentina, cuyo ejemplo paradigmático son “Los Grobo”, propiedad de Gustavo Grobocopatel, el “rey de la soja” del MERCOSUR.

Los inversores llegan a estas playas, atraídos por las leyes de inversiones y de zonas francas que les entregan gratuitamente el rico patrimonio nacional, pero también por las promesas y guiños del presidente Mujica. Antes de iniciar su mandato, en un “almuerzo de trabajo” en el Hotel Conrad de Punta del Este, Mujica pidió a los empresarios extranjeros que vinieran al Uruguay y les prometió que gozarían de prerrogativas y nadie los castigaría con impuestos como las detracciones que los exportadores de soja pagan en la Argentina. Cinco años después, al ir a pedir a los capitales finlandeses que vengan por favor a construir otra planta de pasta de celulosa, el presidente Mujica opina públicamente que es un “sacrificio” que hace para crear puestos de trabajo. Sin embargo, las propias cifras de su gobierno demuestran que por cada hectárea que la forestación roba a la ganadería, se expulsa cinco asalariados rurales del campo y se los envía a vegetar en la periferia de Montevideo. En proporción a su población y territorio, gracias a las genuflexiones de sus gobernantes, Uruguay está orgullosos de ser el país de América Latina que recibió la mayor cantidad de inversión extranjera directa, orgullosos de ser una nación dependiente del sube y baja del precio internacional de los “commodities” en la bolsa de Chicago.

El modelo se completa con una Deuda Externa cuyo monto absoluto crece cada día y que determina aspectos esenciales de nuestra vida: los gastos en la educación pública, la construcción de viviendas accesibles al pobre y en la atención de la salud son restringidos para pagar intereses y amortizaciones a los acreedores. No se salda la deuda social pero se “honra” la deuda externa, que nos somete a los vaivenes de la tasa de interés fijada por la Reserva Federal de los EEUU.

Nos hicieron un país deformado por la inversión extranjera y condenado de por vida al pago de la Deuda. No es esta la revolución agraria de José Artigas en 1815, ni la patria socialista por la que murieron tantas y tantos en los años '70; ni siquiera es el Uruguay Productivo que definieron las bases frenteamplistas antes del 2005. ¿Quién determinó este destino para nuestra patria? ¿Fue algún Congreso del Frente Amplio? No, de ninguna manera. Es obra de Danilo Astori, Tabaré Vázquez y José Mujica, operadores políticos de los capitales transnacionales que transformaron la matriz productiva del Uruguay.

Consecuencias sociales.

En base a los datos del impuesto a la renta recaudado por Impositiva, el Instituto de Economía de la Universidad de la República logró determinar que el 1% de los uruguayos más ricos, unas 23.000 personas, se apropian de la misma parte del ingreso nacional que el 50% más pobre, alrededor de 1:150.000 personas. Ese dato se completa con la noticia de que, en estos meses del 2014, las ganancias de los bancos privados han sido las mayores de los últimos cuatro años. También creció la rentabilidad de los negocios de exportación e importación, del “agronegocio”, de la producción de carne vacuna y ovina, la especulación inmobiliaria, el transporte de carga y el turismo. El crecimiento de la economía uruguaya, su desarrollo y el modelo agroexportador, están administrados para enriquecer aún más a los más ricos. A pesar de la imagen de redistribución que vende el gobierno, en estos diez años la concentración del ingreso nacional ha sido la más regresiva e injusta de los últimos cien años.


Esa regresión ha producido un agravamiento de la injusticia social. Veamos un par de datos que convalidan esa afirmación: la Universidad de la República puso en conocimiento del público que la cifra real de niños menores de 6 años que nacían pobres era del 49,2%, casi el doble del 27,3% que contabilizaban los organismos gubernamentales. En los mismos días la prensa se enteró que más de 100.000 jóvenes “ni trabaja ni estudia”, hecho que las estadísticas oficiales pretendían ignorar. Por otra parte, a pesar de los consejos de salarios y de la protección sindical, la mitad de los asalariados se mantiene por debajo de los 16.000 pesos. Al definir la pobreza por una “línea” de ingresos monetarios, que en julio de 2014 se fijó en 9.800 pesos, para el gobierno no son pobres estos asalariados, sin embargo, sus ingresos que no cubren la tercera parte de las necesidades básicas. La pobreza es un fenómeno cultural y no solamente de ingresos insuficientes: en Uruguay viven bastante más de un millón de pobres, la tercera parte de la población, cuya cultura es una forma empobrecida de pensar y de sentir, marginada de la estructura del conocimiento y la educación, que para sobrevivir emplea códigos muy diferentes a los empleados por quienes están incluidos en la vida del consumo y el escaparate. La pobreza endémica, cuatro o cinco generaciones de uruguayos pobres, es consecuencia irremediable del modo de reproducirse el capital y, en el Uruguay, crece en la misma medida que aumentan las inversiones de las corporaciones transnacionales. La instalación de una fábrica de pasta de celulosa “aumenta en tres o cuatro puntitos el PBI” (al decir de Mujica) pero se alimenta manteniendo salarios bajos, infantilizando la pobreza y dejando a la juventud sin futuro.


Por otra parte, también es cierto que un sector de trabajadores aumentó su consumo y su confort a nivel de la clase media. El progresismo instaló consejos donde se fija el monto del salario por acuerdo entre trabajadores y empresarios con participación del Ministerio de Trabajo. La medida estableció una instancia “institucionalizada” para la lucha salarial, una especie de “lucha permitida” que se tradujo en crecimiento del número de sindicatos y de la cantidad de trabajadores afiliados y que mejoró sensiblemente los ingresos de aproximadamente una tercera parte de los trabajadores uruguayos. Esa transferencia de poder adquisitivo fue un impulso decisivo para la expansión del consumo y, por consiguiente, del crecimiento del PBI en Uruguay. Sin embargo, el bienestar de una parte no puede servir para ocultar la situación real de la gran mayoría de los trabajadores.


La población empobrecida ha sido empujada hacia los barrios que rodean Montevideo, zonas que parecen trasplantadas del África pobre y están cuidadosamente separadas de las zonas donde los ricos viven como en el Primer Mundo. Pese a que la CEPAL y “The Economist” felicitan al gobierno de José Mujica por sus logros, la brecha entre los más ricos y los más pobres ha tomado dimensiones escandalosas. El Uruguay está recorriendo el camino que ya recorrieron Europa y los EEUU... algún día el Mujica deberá rendir cuentas por su hipocresía de crearse una imagen de “presidente más pobre del mundo” y favorecer la concetración de ingreso y de la riqueza.

Doble moral


Más del 10% de los montevideanos vive en asentamientos irregulares. Es una población condenada por el sistema: las élites la identifican como amenaza a su seguridad y le declararon una guerra preventiva. Su existencia pasa a ser la justificación del gasto en las más modernas tecnologías de vigilancia, control y represión. Por acuerdo entre ambos gobiernos, se permitió la intervención de “asesores” de EEUU en la instrucción de los policías y guardias carcelarios del Uruguay. Los “conocimientos” que vienen del appartheid estadounidense se suman a las enseñanzas ya impartidas por la policía israelí, experta en el “control” de la nación palestina. No es de extrañar entonces que se haya vuelto sistemático el abuso y la violencia policial contra los barrios de la periferia, ni que se torture en las cárceles para adolescentes.

El modelo productivo crea marginación y exclusión social que la policía se encarga de controlar reprimiendo. El significado profundo del fenómeno es el abandono de los mecanismos pacíficos para resolver conflictos sociales y la opción por el ejercicio institucional de la violencia. Los partidos políticos permanecen pasivos frente a los torturadores y el “gatillo fácil”. De continuar en ese rumbo, más temprano que tarde, se comenzarán a violar sistemáticamente los derechos humanos.

La actual violencia policial no está desligada de la impunidad que disfrutan los criminales que cometieron delitos de lesa humanidad entre 1968 y 1985. En el Pacto del Club Naval (1984), que permitió el retorno a la vida parlamentaria y electoral, los mandos militares exigieron no ser castigados por sus delitos. La impunidad se volvió el programa político del partido militar y embanderados con ella, transitan esta “democracia” que se les impuso. La firmeza de sus reclamos doblegó la voluntad de las élites e impuso las políticas de olvido y perdón que determinan el clima ideológico actual. La Verdad y la Justicia desaparecieron del debate electoral en la actual campaña; no preocupa a ninguno de los cuatro partidos que compiten por escaños parlamentarios. Dicho contexto ha provocado un retroceso en la investigación y condena judicial de los culpables de delitos de lesa humanidad. Pese a los recomendaciones internacionales de ser diligentes en las causas de derechos humanos, el gobierno y el Poder Judicial parecen haberse comprometido a encubrir los militares acusados de desapariciones forzosas, asesinatos, violaciones y torturas. Esa impunidad crea un clima subjetivo de doble moral que favorece el resurgimiento del abuso y la violencia policial en los barrios, así como la tortura, vejamenes y persecuciones a los adolescentes privados de su libertad. En esta cuestión es donde la apostasía muestra sus facetas más pervertidas... tal vez se pueda calificar como “debilidad humana” que Mujica, Fernández Huidobro y otros ex-guerrilleros que los acompañan, abandonen las filas de la lucha por el socialismo y se vuelvan operadores de las grandes corporaciones transnacionales; tal vez hasta se pueda comprender que sean indiferente a las condiciones de pobreza en que viven más de la tercer parte de los uruguayos y hayan cruzado la trinchera para firmar acuerdos militares con el Pentágono y tomar whisky con los reyes del imperio como Obama, Soros y Rockefeller; pero excede toda capacidad de compresión y despierta ganas de matarlos el doblez ético y moral que los lleva a proteger los torturadores y asesinos del terrorismo de estado, a los que mataron, desaparecieron, violaron y torturaron a sus compañeras y compañeros, a los que ellos mismos habían convocado a dar la vida por la emancipación social. Abjuraron de sus principios, de sus sentimientos más profundos, aquellos que se volvían lágrimas ante la noticia de la muerte del hermano querido... Son apóstatas y, si logran sobrevivir a sus consciencias, serán recordados por la historia como los Malinche del siglo XXI. Imperdonables.

Campaña electoral

Los carros y caballos de los clasificadores de residuos ocupan el centro de la ciudad y los montevideanos se enteran de que existe un mundo desconocido allende los muros invisibles de la marginación. La Suprema Corte de Justicia deja en libertad a los asesinos del maestro Julio Castro, uno de los desaparecidos emblemáticos, y los uruguayos cobran consciencia de que la hipocresía institucionalizada protege a los criminales de lesa humanidad. Aparecen en la pantalla los niños y las mujeres de una zona rural mostrando sus manchas en la piel agredida por el glifosato o el agua potable se enturbia por la contaminación del río, y los montevideanos se dan cuenta que el “agronegocio” es agresión, enfermedad y muerte. Aunque los medios masivos reiteren hasta el cansancio que ha bajado la pobreza y la indigencia, a los votantes el sueldo no les alcanza para llegar a fin de mes y ven como hay gente viviendo de la basura, limpiando parabrisas los semáforos y durmiendo en la calle. La gente sabe que son un desastre los institutos de enseñanza donde concurren sus hijos aunque Tabaré Vázquez repita que la educación “va bien”. Los votantes tal vez ni se enteren de las críticas que recibe el gobierno desde la “izquierda radical”, pero se desalientan con la evidente contradicción entre las promesas soñadas y los diez años de gobierno. Los hechos enseñan más que mil discursos o artículos en las redes sociales. ...¿Por qué un gobierno que afirma haber terminado con la pobreza, deja de ser apoyado con entusiasmo por la militancia? ¿Cómo puede ser? El Frente Amplio triunfó ampliamente en las elecciones nacionales del 2004, cuando el carismático Tabaré Vázquez convocaba a hacer “temblar las raíces del neoliberalismo”. Diez años más tarde puede verse que no temblaron las raíces ni nada; la clave del fenómeno “desilusión” hay que buscarla en la ausencia del terremoto prometido. Es la misma historia de Rodríguez Zapatero, Hollande y la socialdemocracia europea. El mismo proceso de desencanto que parece estar ocurriendo en Brasil.

lunes, 25 de abril de 2016

Tesis para el debate sobre América Latina… Crisis estatista y movimiento social


Fernando Dorado
Rebelión


“Pero la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado tal como está, y a servirse de ella para sus propios fines.” Karl Marx

Antes de presentar las tesis sobre América Latina es necesario tratar dos aspectos que consideramos claves para empatar con el anterior documento (http://bit.ly/1qCZsBt). El primero es sobre la concepción del Poder y la Dominación en relación con el Estado. Es un problema central en la actual situación de Latinoamérica. El segundo es sobre el Nuevo Proletariado o “profesionales precariados”. Ello por cuanto en esta región del mundo ese sector de clase está casi en su totalidad bajo la influencia de la burguesía. Si no se aclaran estos puntos, las tesis no serán inteligibles.

El poder y la dominación en relación al Estado

Los trabajadores y los pueblos protagonistas de las revoluciones del siglo XX, heredamos una visión totalmente “cosificada” del poder. No porque los teóricos críticos del siglo anterior (XIX) lo hubieran planteado de esa forma sino porque sus planteamientos no alcanzaron a ser desarrollados plenamente y después aparecieron interpretaciones deterministas de sus teorías.

Las lecturas simplistas que definían al Estado como “el aparato de dominación de una clase por otra” llevaron a pensadores y revolucionarios a identificar el poder y la dominación como una acción centrada en el Estado. Al poder se lo identificó con el Estado y el Derecho. El aparato de dominación y la ley –según esa visión–, representaban la esencia del poder, la concreción material de la dominación. De acuerdo a esa mirada, el Capital se impuso en la sociedad a punta de mosquetes y bayonetas que eran la herramienta coercitiva de la ley. Así, el llamado a “destruir la máquina estatal de los capitalistas” y reemplazarla por nuestro propio “aparato de poder”, apareció ante nuestros ojos como una tarea relativamente fácil.

El cambio de un modo de producción a otro, del capitalismo al comunismo pasando por el socialismo, se visualizó entonces, como una obra viable por cuenta de una revolución política. El proletariado constituido en “clase para sí” en cabeza del Estado socialista, expropiaría a las clases explotadoras y construiría las bases de la nueva sociedad sin clases ni explotación. La tarea histórica estaba allí, a merced de los oprimidos. La dominación del capital sobre el trabajo “cosificada” en el Estado, podría ser reemplazada por la derrota del capitalista a manos del trabajador con el ejercicio directo de la “dictadura del proletariado”.

Al tener el control del Estado en nuestras manos olvidamos cosas simples que habían sido formuladas por esos mismos teóricos. El capital y el Poder no son sólo una “cosa”. Son también y, ante todo, una relación social. En realidad, la dominación del capital sobre el trabajo está concentrada y concretada en la forma como se crea valor [1]. Pero como eso era un poco más difícil de entender y enfrentar, entonces lo obviamos. El problema es que la teoría del valor no es sólo una ecuación matemática. Es la plasmación de una relación social de dominación que implica poder real en la relación misma, además de la historia, evolución, cultura y complejidad que están detrás de ella. Es la dominación interiorizada por el dominado no por coerción sino por dependencia.

Es por lo anterior que los trabajadores y pueblos caímos en una trampa conceptual. Surgió en el movimiento social una concepción voluntarista de la lucha política. Con el control del Estado, visto como una “cosa”, un “aparato de dominación”, creímos que a punta de leyes cambiaríamos la realidad. No sólo desapareceríamos a nuestros enemigos sino que nos transformaríamos de la noche a la mañana en la clase dominante. ¡Todo era posible! Los trabajadores habíamos asaltado el cielo y el horizonte estaba despejado.

Fue de esta manera como el “socialismo” autoritario de las primeras décadas del siglo XX fue convertido en una religión estatista por una clase obrera sin mucha experiencia política. De allí en adelante quedamos enamorados del Estado “heredado” sin realizar la tarea que en verdad había quedado planteada: Destruir la máquina estatal de los opresores y reemplazarla por un Estado “nuestro”, que en palabras de uno de esos pensadores “ya no es propiamente un Estado”. Sólo los “neo-zapatistas” mexicanos desde 1994 han venido en la práctica y en la teoría tratando de resolver tamaña tarea.

Pero claro la lucha es encarnizada por el Poder. Sólo que el Poder se basa en construir nuestra Fuerza y no creer que con solo apoderarnos del “aparato del Estado heredado” ya es suficiente. Allí hay una ilusión y una trampa que nos ha matado, en esa acción de “tomar el poder” realmente perdemos nuestra Fuerza porque la diluimos convirtiéndonos en administradores del “aparato” que está al servicio del Capital. Hay que transformar la Fuerza en nuevas relaciones sociales, esencialmente diferentes a las relaciones de dominación, y sólo así construiremos un Poder indestructible, no centrado en la “cosa”, el “aparato”, sino en la relación. El cambio civilizatorio implica un cambio en nuestra concepción de Poder, pero claro, en ocasiones –si hemos construido “nuestra fuerza”–, el control del “aparato del Estado” es clave (sin hacernos ilusiones) para neutralizar la fuerza del contrario (que hoy es un enemigo de toda la humanidad).

No entender la doble naturaleza del Poder (relación y cosa) es uno de nuestros grandes errores. Sólo ver la “cosa” (aparato de Estado) nos hace descuidar en la construcción de la verdadera fuerza (nuevas relaciones sociales) y sólo ver la “relación”, nos lleva a ilusionarnos y creer que la lucha es como “hacer un bordado” y le damos grandes ventajas al enemigo para que use la “cosa” y nos golpee con ella en la cabeza. “Ni tanto que queme al santo ni poco que no lo alumbre”.

El Nuevo Proletariado, un sector de clase dinamizador

El Nuevo Proletariado o “profesionales precariados” en América Latina están bajo la influencia –casi total– de la ideología neoliberal. La razón principal es que la izquierda no los ve ni siente, o no los quiere ver ni sentir porque no los entiende. Esa izquierda representa, en lo fundamental, los intereses del escaso proletariado industrial que todavía existe en la región y de los trabajadores del Estado. Estos trabajadores miran la historia hacia atrás añorando el “Estado de Bienestar”, que muchos identifican con el “socialismo estatista del siglo XX”. Pero además, los gobernantes de los “procesos de cambio” que son dirigidos por los progresismos de izquierda, se aprovecharon de las luchas de campesinos e indígenas y cuando llegaron a ser gobierno, los hicieron a un lado.

Esa es la causa principal de que las luchas anti-neoliberales de la región no hubieran evolucionado hacia luchas anti-sistémicas y anti-capitalistas. Los gobiernos se quedaron sin sujeto social para avanzar. El proletariado tradicional y los trabajadores del Estado, se aferraron al Estado, ya sea para burocratizarse más o para luchar contra los gobiernos “progresistas” en forma sectorial, no con una visión política sino con la concepción economista y estrecha que portan desde que existen. Los indígenas y campesinos fueron despreciados. Frente a las necesidades del Estado “heredado”, las luchas campesinas e indígenas por reforma agraria, por construir un Estado plurinacional o contra el extractivismo depredador, ahora eran un estorbo. Y el Nuevo Proletariado no aparece todavía en la región como una fuerza o sector de clase autónomo, porque no tiene identidad de clase, está “perdido” en ilusiones burguesas, en sueños de “emprendimiento” y quiere ser un gran ejecutivo o empresario. Le falta sufrir.

Es por ello que no idealizamos al Nuevo Proletariado; no lo calificamos como el “nuevo sujeto social histórico”. Solo nos aferramos a la descripción y al análisis de las condiciones materiales de su existencia. Actualmente observamos diferentes sectores de lo que son los “trabajadores en general”. Están los obreros industriales clásicos (“fabriles” de la etapa fordista) reducidos a unos pocos sectores productivos y a líneas de montaje especializadas, comprados por el capital con las ganancias que extrae a otros sectores sociales; los trabajadores del Estado, domesticados por pequeños privilegios y a la defensiva; los proletarios tercerizados de los servicios y del comercio, sin posibilidades de organización y que no tienen la formación intelectual ni las condiciones de los “profesionales precariados”; los trabajadores “informales” que al lado de los desempleados y millones de “rebuscadores” del campo y la ciudad están al límite de la indigencia y la esclavitud (entre ellos los moto-taxistas, los vendedores ambulantes, los raspachines de coca, los corteros de caña y otros); y los campesinos pobres, con un pie en el campo y otro en la ciudad. Todos estos trabajadores son en realidad proletarios pero hay que analizar sus condiciones particulares de vida y su actitud ante la política y la cultura para no caer en conceptos genéricos como el de “multitud”.

El Nuevo Proletariado no es –desde nuestro punto de vista– ningún salvador ni redentor de las demás clases oprimidas. Tampoco es el hacedor o la encarnación del socialismo o del comunismo. Nos hemos alejado de aquellas interpretaciones que veían en un “sujeto social” la representación mecánica y mesiánica del futuro. Los “profesionales precariados” son un sector de clase que por sus condiciones materiales, su acelerada proletarización, su nivel de formación intelectual, su lugar en el proceso productivo (es el que diseña, produce y opera el Software, los programas de computación, el cigüeñal del actual proceso productivo como lo fueron las máquinas y fábricas en la fase “fordista”), y su lugar en la sociedad (cada “profesional precariado” es parte vital de una familia y de su entorno social y laboral), son un factor social dinamizador, articulador, motivador y, por tanto, muy importante para movilizar a toda la sociedad actual. Nada más y nada menos.

En el caso de América Latina, los “profesionales precariados” están todavía bajo la influencia ideológica de la burguesía porque recién aparecieron y son todavía privilegiados frente a otras clases o sectores de clase y, además, los gobiernos y las fuerzas de izquierda y progresistas ni siquiera los ven o si los ven, los incluyen en la categoría de las “clases medias”. Es decir, no los conciben como sujetos revolucionarios y como ellos –en verdad, son globalizados y diferentes a cualquier sector de clase del pasado–, la “soberanía nacional” tradicional que la izquierda les ofrece, no les dice nada, ni los motiva a nada.

Pero, en ese sentido, es bueno recordar cómo los revolucionarios rusos de finales del siglo XIX, no veían tampoco a los obreros como sujeto revolucionario, sino que concebían a los campesinos como los principales actores de la revolución anti-feudal y anti-zarista. En ese tiempo, a pesar de la explotación, los obreros vivían un poco mejor que los campesinos pobres, miraban a los capitalistas (que eran terratenientes, también) como unos patronos modernos y se enfrentaban más a los capataces que a la clase dominante y al mismo Zar. Estaban aprendiendo, igual que ahora.

En cambio, los “profesionales precariados” del Norte de África (Túnez y Egipto), de la Europa actual y de otras regiones, han sentido y sufrido con mayor fuerza el ajuste neoliberal y la crisis económica, el desempleo y la recesión. Y por eso ahí van, aprendiendo un poco más rápido que los de América Latina. Muchos los señalan de haberse dejado manipular de la CIA en la “primavera árabe” o en las “revoluciones de colores”. Tal vez así sea, igual que los obreros rusos que en los albores de 1905 todavía estaban bajo la influencia del Zar y de los clérigos, como el cura Gapón. Pero, de seguro, ya avanzarán.

Esperamos que estás dos aclaraciones nos permitan sustentar con mayor claridad las tesis sobre América Latina.

Tesis sobre América Latina

- La característica principal de la fase de 1999 a 2016 es la confianza absoluta en el poder del Estado heredado por parte de las fuerzas del progresismo de “izquierdas”. Además, y como fruto de esa certidumbre, el debilitamiento sistemático y el creciente estancamiento del movimiento social de las comunidades que se movilizaron en la fase anterior.

- Todas las expresiones de “izquierda” y progresistas que llegaron a ser gobiernos durante este período lo lograron canalizando electoralmente las luchas de los trabajadores, indígenas, campesinos y habitantes de barrios populares que durante los años 80s, 90s y principios de siglo, enfrentaron con vigor, valentía y fuerza organizada a las políticas neoliberales.

- Ese período de tiempo coincide con una década de incremento sustancial de los precios de las materias primas y de inversión de grandes capitales en minería en la región (sobre todo en oro y petróleo), que fluyeron como consecuencia de la crisis económica global iniciada en 2007.

- Dichos gobiernos progresistas y de “izquierda” –con diferencias más retóricas que sustanciales– impulsaron políticas “nacionalistas” que implicaron revisiones, ajustes y renegociaciones con las poderosas empresas transnacionales petroleras y mineras, que sirvieron para fortalecer los ingresos fiscales de los Estados de esos países.

- Igualmente, realizaron importantes esfuerzos por ampliar la inversión social y redistribuir parte de los recursos que se recaudaron a través del Estado, favoreciendo a sectores marginados de la población lo que se tradujo en la reducción coyuntural de la pobreza y de la indigencia, y el acceso de amplios sectores de la población a servicios públicos básicos.

- Sin embargo, dichos avances no rompen en lo fundamental con la esencia de las políticas neoliberales, al mantenerse en la dinámica de las “transferencias condicionadas en dinero” (subsidios) diseñada por el Banco Mundial en la década de los años 90s como atenuante compensatorio para la población vulnerable golpeada por los ajustes fiscales neoliberales.

- Tampoco se intentó romper con el modelo de dependencia. No se impulsó en forma consistente el desarrollo autónomo de un aparato productivo desligado de los intereses y controles impuestos por la burguesía financiera global. Lo que se puede mostrar en esa materia son simples saludos a la bandera y gestos populistas para la tribuna.

- No se promovió un verdadero proceso de integración regional más allá de lo que permitieron las burguesías trans-nacionalizadas de la región. Ejemplo, en infraestructura y comercio. El Banco del Sur, el gran oleoducto regional y otros proyectos similares, se quedaron en el papel.

- Se concentró todo el trabajo en la gestión estatal haciendo mínimos esfuerzos efectivos por crear y construir verdadero poder popular o formas de Democracia Directa. Los movimientos y las organizaciones sociales que fueron debilitadas o cooptadas fueron reemplazadas con difusos, artificiales e inorgánicos movimientos “socialistas”, “progresistas” o “ciudadanos”. Todo, para supuestamente mantener el control y la gobernabilidad.

- Los gobiernos progresistas y de “izquierda” debilitaron –consciente o inconscientemente– sus bases sociales y permitieron que amplios sectores de la burguesía tradicional y de la emergente, se incrustaran y, hasta se apoderaran, de los “procesos de cambio”, fortaleciendo su capacidad de negociación frente a las cúpulas gobernantes y permeando de corrupción todas las áreas de la administración pública. Hoy pagamos esos “affaires” con la llamada “ofensiva golpista del imperio” cuando nosotros mismos creamos las condiciones para que nuestros dirigentes se revolvieran y confundieran con la clase política tradicional, clientelista, politiquera y corrupta.

- La destorcida de los precios internacionales del petróleo y de las materias primas aceleraron el desgaste de los gobiernos progresistas y de “izquierda” que ya habían iniciado un proceso visible de conciliación con la burguesía, lo que se convirtió en la causa principal del denominado declive político-electoral que se va convirtiendo en una caída vertical.

- La causa principal de esta situación es la concepción predominante sobre el “poder”. Corresponde a toda una época histórica de desarme teórico de los trabajadores y, a la vez, de debilitamiento material, político e ideológico de las organizaciones sociales.

- Además, el análisis de clases fue desechado y reemplazado totalmente por concepciones movimientistas, culturalistas y etnicistas. Es por ello que no se estudian ni comprenden los cambios ocurridos en el aparato productivo y en la estructura de las clases y sectores de clase. Así, terminamos perdidos y desorientados, sin posibilidad de construir fuerza social verdaderamente revolucionaria y anti-capitalista.

- Ha hecho crisis también la visión nacionalista estrecha. El desconocimiento de la esencia del poder global de la burguesía financiera y su enorme capacidad de control sobre nuestras economías, nos hizo ilusionar con planes “nacionalistas” que sólo podrían convertirse en realidad con la derrota política de las propias burguesías trans-nacionalizadas. Esa derrota sólo podía ser lograda mediante un serio trabajo de organización y movilización de la población en torno a metas claras y definidas, comprometida con una integración regional de carácter popular, con proyectos reales y concretos que enfrentaran en verdad el poder global del capitalismo.

- Ese fenómeno de “desclasamiento” de la lucha social y política de los trabajadores y pueblos de América Latina es lo que explica que los “procesos de cambio” tuvieran que depender del carisma y la capacidad política de caudillos y dirigentes representativos. No existían condiciones subjetivas para construir verdaderas organizaciones democráticas, equipos y “tanques de pensamiento” estratégico, formas de control social y expresiones ciertas de democracia directa y deliberativa que ofrecieran garantías de continuidad y consistencia hacia el futuro.

- La proliferación de las ONGs que heredamos de la “democracia participativa neoliberal” sirvió también de cobertura y herramienta para degenerar y burocratizar gran cantidad de cuadros sociales y políticos que cayeron vencidos por los “dardos almibarados de la burguesía”.

- El imperio estadounidense también aprovecha el momento y lanza ofensivas de todos los colores para retomar su hegemonía, debilitada parcial y temporalmente por el auge de los gobiernos de la izquierda progresista. Reaparecen proyectos políticos neo-fascistas y populismos de derecha que se apoyan en las burguesías emergentes que han aparecido en diversos países de la región como resultado de la acumulación de capital en manos de elites mestizas, afros e indígenas.

- En general, ese es el panorama de las luchas populares en nuestra América Latina. Existen algunas excepciones que demuestran la regla. La esperanza en que todos se fundan es que las derechas no sean capaces de administrar sus triunfos político-electorales y que el acumulado “social” de los pueblos nos permita retomar el control de los gobiernos. Sin embargo, sin un replanteamiento profundo y estratégico liderado por los trabajadores, el gran capital financiero y los imperios de occidente y oriente mantendrán y profundizarán la dependencia de nuestras economías y los pueblos seguirán sometidos a las burguesías compradoras (tradicional y emergente).

La salida no es fácil. Sin embargo, la acción social y política de los nuevos sujetos sociales en formación, la evaluación juiciosa y crítica de nuestra experiencia y la necesaria revisión de nuestros paradigmas teóricos, tendrán que darnos las ideas e iniciativas para orientar nuestras luchas en consonancia con el desarrollo de un movimiento global de los trabajadores y los pueblos.

Dicho esfuerzo deberá armonizar la lucha contra el sistema capitalista que degrada nuestra naturaleza hasta el punto de llevarnos al límite del exterminio, con el desarrollo de relaciones sociales y economías colaborativas que exploren creativamente la combinación de cosmovisiones y prácticas ancestrales con lo más avanzado de los desarrollos tecnológicos.

Ya no se trata sólo de la derrota de un gobierno, un régimen o un sistema. Una transformación de tipo civilizatorio es la que tenemos al frente. De la civilización de la economía crematística-individualista a la de las relaciones colaborativas que unifique a las inmensas mayorías en defensa de la vida.


Nota

[1] Cuando Marx explica que el capital tiene una lógica que es “dinero-mercancía-dinero incrementado” o sea, “capital-fuerza de trabajo-capital más plusvalía”, y lo contrapone a la lógica del trabajo que es “mercancía-dinero-mercancía” o sea, “fuerza de trabajo-salario-recursos para sobrevivir y reproducirse”, nos está diciendo cómo en la confrontación entre una lógica y la otra, está la esencia de la dominación. Hay mutua dependencia entre el trabajo y el capital, pero a favor de éste último. Sólo se supera rompiendo esa lógica, superando las condiciones que la sustentan.

miércoles, 20 de abril de 2016

La Revolución jamás encontrará solución a sus problemas de espaldas al pueblo


Discurso del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en la clausura del 7mo. Congreso del Partido
 
 
Raúl Castro


Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en la clausura del 7mo. Congreso del Partido, en el Palacio de Convenciones, 19 de abril de 2016, “Año 58 de la Revolución”. (Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Querido compañero Fidel;

Compañeras y compañeros:

Hemos tenido intensas jornadas en este 7mo. Congreso próximo a concluir, en el cual se adoptaron acuerdos de trascendencia estratégica para el presente y el futuro de la nación.

El Congreso aprobó el Informe Central y diversas resoluciones sobre los principales asuntos analizados, se pasó revista al cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y se acordó su actualización, expresada en 274 lineamientos.

Igualmente se debatió el informe sobre el cumplimiento de los Objetivos de la Primera Conferencia Nacional del Partido y se adoptaron decisiones para continuar fortaleciendo su papel como fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, consagrado en la Constitución de la República.

Al propio tiempo, el Congreso acogió favorablemente los proyectos presentados acerca de la Conceptualización del Modelo Económico y Social y las bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, y teniendo en cuenta su importancia aprobó iniciar un debate amplio y democrático sobre estos documentos programáticos con la militancia del Partido, la UJC, representantes de las organizaciones de masa y de diversos sectores de la sociedad. Esperamos concluir este proceso antes de que finalice el presente año, de modo que el Comité Central, en correspondencia con la facultad que le otorgó el Congreso, los apruebe definitivamente.

Por la gran complejidad de los citados proyectos se hace necesario adoptar todas las medidas requeridas en interés de asegurar, en primer lugar, su comprensión, lo que presupone efectuar una rigurosa preparación previa de quienes conducirán su discusión.

En un asunto de esta naturaleza es esencial lograr el apoyo consciente de la gran mayoría, para ello es imprescindible escuchar, razonar y tener en cuenta la opinión de la militancia y del pueblo en general.

Considero conveniente recordar que el proceso de actualización del modelo económico que iniciamos desde el 6to. Congreso no es una tarea de uno o dos quinquenios. El rumbo ya está trazado. Proseguiremos a paso firme, sin prisas, pero sin pausas, teniendo muy presente que el ritmo dependerá del consenso que seamos capaces de forjar al interior de nuestra sociedad y de la capacidad organizativa que alcancemos para introducir los cambios necesarios sin precipitaciones ni mucho menos improvisaciones que solo nos conducirían al fracaso.

El progreso hacia la actualización del Modelo y la construcción de un socialismo próspero, sostenible e irreversible en Cuba, exige que sean preservados y potenciados los principios de justicia e igualdad que han servido de base a la Revolución.

Una Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, como la definió el compañero Fidel, con una innegable obra social construida, jamás encontrará solución a sus problemas de espaldas al pueblo, ni con la restauración del capitalismo, que conllevaría a la aplicación de terapias de choque a las capas de la población con menos recursos y destruiría la unidad y la confianza de la mayoría de nuestros ciudadanos en torno a la Revolución y al Partido. En Cuba, reitero una vez más, nadie quedará desamparado.

Los acuerdos de este histórico Congreso tampoco serán engavetados, todo lo contrario, debemos asegurar su cumplimiento con ORDEN, DISCIPLINA y EXIGENCIA, con visión de futuro y mucha intencionalidad; a ello contribuirá haber ratificado la decisión de que en los plenos del Comité Central se verifique la marcha de la actualización del modelo económico y del plan de la economía, al menos en dos ocasiones anuales, los días y también las veces que sean necesarios.

Igualmente nos proponemos proseguir con el análisis de estos temas en las sesiones de nuestro Parlamento, cuyo papel en la aprobación del marco legislativo asociado a este proceso, continuará siendo decisivo.

En la mañana de hoy fue presentado el nuevo Comité Central, el Secretariado y el Buró Político como expresión de continuidad del proceso paulatino de renovación y rejuvenecimiento emprendido por el 6to. Congreso.

Por inexorable ley de la vida, este 7mo. Congreso será el último dirigido por la generación histórica, la cual entregará a los pinos nuevos las banderas de la Revolución y el Socialismo (Aplausos), sin el menor atisbo de tristeza o pesimismo, con el orgullo del deber cumplido, convencida de que sabrán continuar y engrandecer la obra revolucionaria por la cual entregaron las mejores energías y la vida misma varias hornadas de compatriotas, como decíamos en el Informe Central, desde 1868.

El Comité Central quedó integrado por 142 miembros, de ellos, algo más de dos tercios nacieron después del triunfo de la Revolución y se reduce el promedio de edad a 54,5 años, inferior que en el 2011.

Al propio tiempo, el Congreso acordó mantener en la dirección del Partido a un reducido grupo de veteranos de la generación histórica con elevada edad y que por su larga trayectoria revolucionaria gozan de autoridad ante el pueblo.

Como explicamos en el Informe Central los próximos cinco años serán definitorios para garantizar el tránsito paulatino y ordenado de las principales responsabilidades del país a las nuevas generaciones, proceso de especial trascendencia que esperamos ejecutar y concluir con la celebración del 8vo. Congreso en el año 2021.

No deja de ser impresionante el dato de que más del 98% de los miembros del Comité Central cuenta con nivel universitario.

La representación de las mujeres creció y ahora alcanzan el 44,37% y también la de los negros y mestizos, con el 35,92%. Este resultado es superior al Congreso anterior, pero no nos damos por satisfechos; se impone que todos los dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno trabajemos con sistematicidad en la creación de una reserva de sustitutos maduros y con experiencia para asumir las principales responsabilidades de la nación en justa correspondencia con la composición por color de la piel y de género de la población cubana.

Los 55 nuevos miembros del Comité Central son todos menores de 60 años, dándose cumplimiento a la edad máxima establecida por este Congreso para ingresar a ese organismo superior del Partido; como ya hemos dicho, en el ánimo de garantizar siempre el constante rejuvenecimiento de su Dirección.

El límite de 60 años conllevó a excluir de la candidatura a valiosos cuadros que ocupan altas responsabilidades partidistas, estatales y gubernamentales con trayectoria y capacidad probada para integrar este organismo superior.

Las normas que fijan los límites de edades deberán establecerse,conracionalidad,enlos documentos rectores del Partido y las organizaciones de masa y por decisión de la Asamblea Nacional abarcar igualmente a los organismos del Estado y el Gobierno, de manera que sean definidos con precisión los cargos cuyo desempeño no debiera ejercerse por personas mayores de 70 años.

El Congreso, al mismo tiempo, aprobó emplear regulaciones más flexibles que permitirán en este período de tránsito contar con reservas para la renovación ulterior del Comité Central, sin tener que esperar al 8vo. Congreso.

Considero necesario además, seguir reforzando el funcionamiento de los diversos órganos colegiados de que disponemos tanto en el Partido, el Estado y el Gobierno, de modo que las principales decisiones siempre sean fruto del análisis colectivo, que no excluya las discrepancias honestas ni las opiniones diferentes.

El Buró Político se compone de 17 miembros. Ingresaron cinco nuevos integrantes, las compañeras Miriam Nicado García, Teresa Amarelle Boué y Marta Ayala Ávila y los compañeros Ulises Guilarte de Nacimiento y Roberto Morales Ojeda.

No son nada fortuitas ni improvisadas estas promociones.

En el caso de la compañera Miriam Nicado, es doctora en Ciencias Matemáticas y ejerce desde hace cuatro años el cargo de Rectora de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). Con anterioridad, en la Universidad Central de Las Villas Marta Abreu, impartió la docencia como profesora y fue ascendiendo gradualmente a superiores responsabilidades hasta vicerrectora docente. Estudió cinco años en la Unión Soviética y posteriormente un año más de la especialidad.

La compañera Teresa Amarelle es la Secretaria General de la Dirección Nacional de la Federación de Mujeres Cubanasdesdeelaño2012.Fueprofesoradesecundaria básica pasando a realizar funciones profesionales en la UJC, donde se desempeñó como segunda y primera secretaria del comité municipal de esa organización en Amancio Rodríguez. Más adelante promovió de modo paulatino en el Partido del propio municipio y ocupó el cargo de Primera Secretaria, tras lo cual fue elegida paraigualresponsabilidadanivelprovincialenLas Tunas.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...