miércoles, 4 de abril de 2012

E.E.U.U.: ¿Cómo se fabrica una “Democracia Representativa”?

Néstor García Iturbe
Seguramente que todos han oído hablar de la “Democracia Representativa” e inclusive algunos deben haberse sentido impresionados por el término, pensando que es algo cercano a lo sublime, o a lo más perfecto en forma de gobierno para un estado que representa los intereses de la mayoría de la población.
 
Si nos atenemos a la etimología de la palabra, tenemos que “Demos” se refiere al pueblo y “cracia” significa poder. (1) Al agregarle el apellido de “Representativa” nuestro pensamiento nos lleva a que es un gobierno donde el pueblo está representado que no es lo mismo si dijéramos que es un gobierno que representa al pueblo

Cuando en un gobierno el pueblo está representado, lo más adecuado es preguntar de qué forma está representado y en qué proporción. La mayor proporción en que el pueblo esté representado asegura los intereses de este.

En el caso de Estados Unidos, los políticos tratan por todos los medios de evitar se conozca en qué proporción el pueblo está representado, de ahí que se utilizan distintos subterfugios para lograr esto, comenzando por lo que denominan “elecciones primarias”.

Cuando los distintos órganos de prensa presentan la contiendan primaria, hacen gala del “análisis”, de acuerdo al estado donde estas se van a desarrollar próximamente. La cantidad de latinos en el estado, la religión que cuenta con mas creyentes, el porciento de desempleo, si en el estado se ha liberado la mariguana, la posición de cada uno de los candidatos en relación con el aborto y toda una serie de aspectos que con frecuencia se repiten o se toman como algo que verdaderamente puede ser determinante en ese tipo de contienda para seleccionar a la persona que aspirará a la presidencia.

Un problema crucial es que los resultados de estas encuestas partidarias se ofrecen en el porciento de las personas que estuvieron presentes en la votación o en el caucus. El candidato que reciba el mayor por ciento de votos ganara los delegados del estado. ¿Verdad que parece lo más justo? ¿No pudiera esto formar parte de lo que se denomina “elecciones libres” por parte de los estadounidenses?
Vamos a desentrañar un poco todo esto. El total de votantes registrados en el partido republicano suman un poco más de 58 millones y hasta el día 16 de marzo habían participado en las primarias 7,3 millones. Cuando llevamos el análisis a un detalle aún mayor, encontramos cómo se refleja en las primarias la abstención electoral, algo de lo cual nadie habla y que se esconde detrás de los porcientos. Veamos algunos ejemplos.

En el estado de Idaho los registrados republicanos totalizan 267 400 que estarán representados en la Convención Republicana por 32 delegados. En las primarias, efectuadas el 6 de marzo, se declaró vencedor a Mitt Romney que alcanzó un 62 por ciento de los votos, Santorum alcanzó el 18 por ciento y Ron Paul otro 18. Hasta aquí todo parece marchar bien. El problema es que de los 267 400 afiliados, asistieron a las urnas solamente 44 600, lo que representa solamente el 16,7 por ciento de los votantes republicanos registrados .

Un estado importante como La Florida, que cuenta con 4 064 300 y cuyos delegados a la convención republicana totalizan 50, fue ganada por Romney con el 46 por ciento de los votos, Gingrich alcanzó un 32 por ciento y Santorum un 13 por ciento. De los votantes registrados republicanos solamente asistieron a las urnas 1 670 500, es decir el 41 por ciento de los posibles.
Existen casos en que esta situación del abstencionismo provoca resultados totalmente absurdos, que demuestran no existe una verdadera representatividad en la selección de candidatos y que por lo tanto ni la llamada “democracia representativa” ni las “elecciones libres” resultan efectivas.

Nevada, representada por 28 delegados. De 430,5 miles de votantes registrados republicanos, votaron 24,8. El (5,8 %).
Washington, representado por 43 delegados. De 1 407 100 votantes registrados republicanos, votaron 49 100. El (3,5 %).
Dakota del Norte, representado por 28 delegados. De 235 100 miles de votantes registrados republicanos, votaron 11 300 (4,8%).
Kansas, 40 delegados. De 751 100 miles de votantes registrados republicanos, votaron 26 200. El (3,5%).

De las actuales primarias republicanas, hasta el momento los casos más escandalosos se localizan en los siguientes estados y territorios:

Wyoming, 29 delegados. De 150 500 votantes registrados republicanos, votaron 1 100 (0,7 %).
Islas Vírgenes, 9 delegados. De 40 200 votantes registrados republicanos, votaron 254 (0,63%).
Guam, 9 delegados. De 11 900 votantes registrados republicanos, votaron 207 (1,7 %)
Samoa Americana, 9 delegados, de 12 200 votantes registrados republicanos, ! votaron 70 personas¡

Este problema se pone de manifiesto prácticamente en todos los estados. Pudiera tratar de justificarse que por ser una primaria nunca votan tantas personas como en la verdadera contienda electoral, sin embargo debe ser preocupante una respuesta tan baja que prácticamente está señalando que los propios republicanos no tienen interés en los candidatos que el partido está manejando para las próximas elecciones, algo que se ha dicho varias veces y que al parecer es cierto.

Los llamados “demócratas” no se han desgastado en un ejercicio similar, pues desde un principio “alguien” decidió que sería Obama el candidato de esa fracción partidaria. Si en el caso de los llamados “republicanos” tenemos todas estas irregularidades, en el de los “demócratas” se ha obviado la consulta popular, aunque le siguen llamando al sistema “democracia representativa”
El no consultar a los votantes registrados demócratas pudiera estar determinado por el poco interés que mostrarían los seguidores de esa fracción partidaria al ser convocados a elecciones primarias, lo que debilitaría más la figura de Obama que la de cualquiera de sus contendientes.
Sería una forma anticipada a las elecciones presidenciales en que aquellos que estaban esperando un CAMBIO, pudieran cobrarle la cuenta al que lo prometió y no lo dio. Sería una posibilidad adicional de que los latinos y afro estadounidenses manifestaran sus sentimientos hacia el que se apoyó en ellos para ganar las elecciones pasadas. Sería la posibilidad de que los desempleados, con un voto negativo, protestarán una vez más contra el representante actual del 1 % de la población estadounidense.

Si las primarias de la fracción “demócrata” hubieran significado beneficio para Obama y la posibilidad de que los seguidores de la misma consolidaran su apoyo al Premio Nobel de la Paz, de forma tal de mostrarlo como un ganador seguro en las próximas elecciones, estas se hubieran llevado a cabo. Es evidente que hubo temor a la consulta popular.

La famosa “democracia representativa”, con sus “elecciones libres” tiene otras vulnerabilidades que debemos exponer. Esto se ha dicho varias veces, pero ahora voy a poner datos concretos para no solamente hablar de ellos, sino también mostrar el fenómeno de forma irrefutable.
Según expone la Oficina del Censo de Estados Unidos, en la tabla 4-a, correspondiente a las elecciones que se llevaron a cabo en noviembre del 2010, la población mayor de 18 años (en edad de votar) eran 229 690 000 personas, se registraron para votar 137 263 000, es decir el 59,7 por ciento. De estos votaron 95 987 000 personas, el 69,9 por ciento de los registrados, pero el 41,8 por ciento de los que podían haber votado. La asistencia real a las urnas en la llamada “democracia representativa” no sobrepasó en realidad los porcientos cercanos al 50 a que nos tienen acostumbrados los medios de prensa.

De acuerdo con los propios datos de la Oficina del Censo en la mencionada tabla, ninguno de los estados que forman la unión, tuvo una votación mayor del 60 por ciento de los registrados para votar. El resumen de votos presenta el siguiente resultado.

% de votación Cantidad de Estados
Del 60 al 55:
  5
Del 54 al 50:
  12
Del 49 al 45: 
16
Del 44 al 40:
  12
Menos del 40:
  5

Los estados cuya votación estuvo por debajo del 40 por ciento fueron Indiana, Oklahoma, Tennessee, Texas y Utah.

Al analizar en detalle estos cinco estados tenemos un resultado interesante, en el que se totalizan votos Demócratas y Republicanos para llegar a conocer cuántos debían ejercer el voto y poderlo comparar con los que votaron.
Estado         Total de votantes         Votaron                     %
Indiana          4´777,                          2´364                       49
Oklahoma    2´695,                           1´034,                       38
Tennessee    4´745,                            1´601,                       34
Texas             17´847,                          4´979,                     28
Utah               1´929,                            643,                          33

Ya vamos aprendiendo como se fabrica una “democracia representativa”, deben fijarse niveles de representación por cada estado, los cuales se cumplirán sin tomar en consideración la cantidad de personas que emitieron el voto para seleccionar o elegir a quienes los van a representar.

Los resultados de cualquier consulta electoral, del tipo que sea, nunca se darán en números absolutos, siempre en porciento para esconder la baja participación en la contienda por parte de la población con derecho al voto.

Para determinar el ganador en la consulta presidencial a nivel nacional, nunca se tomará como base el voto popular de la mayoría, sino el que acumule mayor cantidad de votos de representantes, independientemente de la cantidad de votos que esos representantes hayan acumulado.

Todo debe parecer muy lógico y legal, para que se considere como el sistema adecuado para cumplir con el mandato de la mayoría de la población, aunque en realidad dicha mayoría se encuentre dentro de los que se abstienen de participar en la contienda electoral, pues no consideran que sus intereses serán defendidos por los elegidos, no consideran que estos los representan.

Los Estados Unidos han dejado de ser la “res publica”(república), término con el que denominaron los romanos el estado en función de los intereses de todos, para convertirse en una verdadera “res privata”, pues ya no “es una realidad a la que van a dar todos los individuos, cuyos intereses particulares son los intereses de todos, y a la que están ligados la vida y el destino de cada uno”, según estableció Pietro de Francisci en su libro “Síntesis Histórica del Derecho Romano”.
El llamado sistema de las “elecciones libres” y la tantas veces citada “democracia representativa” aseguran los intereses particulares, no los de la mayoría de la población.
1.El término democracia proviene del antiguo griego  y fue acuñado en Atenas en el siglo V a. C. a partir de los vocablos («demos», que puede traducirse como «pueblo») y  (krátos, que puede traducirse como «poder» o «gobierno»)

Carta abierta de Camila Vallejo: Mis razones para viajar a Cuba (o un llamado a no ser más papista que el Papa)


La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ha invitado a una delegación de las Juventudes Comunistas de Chile a las actividades de conmemoración por su 50° aniversario. Formo parte de esta delegación y espero aprovechar este viaje para también realizar intercambios y diálogos con los estudiantes de un país que destaca por sus altos estándares de calidad de una educación que es pública y gratuita. Tendré la oportunidad de poder reunirme con dirigentes estudiantiles de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) y de nuestra organización hermana la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), así como también recorrer distintas campus universitarios donde se organizarán foros y debates para poder intercambiar las experiencias del movimiento estudiantil chileno y el cubano.

Sin embargo, ya se empieza a percibir en el ambiente del debate público nacional ácidas críticas por haber aceptado esta invitación. Los mismos sectores que no han criticado al Papa por su viaje a la isla, juntarse con Fidel y declinar reunirse con la disidencia, rasgan vestiduras por la visita que jóvenes comunistas haremos a la isla. Es por esto que quisiera compartir esta reflexión sobre lo paradójico que resulta el discurso de quienes critican con tanta rabia a Cuba o a quienes sienten cariño y respeto por ella, pero que por otro lado, justifican inaceptables prácticas y desigualdades que día a día transcurren en nuestro país, o incluso en el mundo entero debido a las guerras, el hambre, la explotación, la violación a los derechos humanos y un sin fin de concecuencias de la deshumanización que ha producido y sigue produciendo el sistema capitalista y determinados agentes del imperialismo estadounidense. 

Lo primero que quiero señalar es que no es primera vez que visito Cuba. Viajé junto a unos amigos el verano del 2009, para conocer la isla en el contexto del 50° aniversario de la revolución popular que derrocó la cruel dictadura de Batista. Gracias al contacto con amigos chilenos (que estudian becados por el Gobierno cubano junto a jóvenes de todo el continente que probablemente no hubieran podido tener acceso a una buena educación en sus respectivos países debido a una formación pensada para la élite, cuyos altos costos privan a los sectores populares de lo que debiese ser su derecho) pudimos salirnos del circuito turístico y empaparnos de la cultura cubana cotidiana, sorprendiéndonos continuamente de las particularidades culturales, políticos y sociales que hacen tan difícil comparar a la ligera a ese país con el nuestro. 

Conocí a un pueblo sumamente culto, dispuesto a conversar y discutir de manera permanente los problemas de su sociedad, con un acceso a la cultura, la educación, la salud y el deporte envidiable. La sociedad cubana no vive el drama que viven muchos países como el nuestro de la inseguridad ciudadana. La delincuencia es prácticamente inexistente y hay una ausencia de los hechos de violencia que de cuanto en cuanto estremecen a nuestra sociedad, debido a los nichos de marginalidad que nuestro sistema económico y social es incapaz de erradicar.

Se habla mucho de la represión que sufre el pueblo cubano, y yo quedé muy impresionada de lo contradictorio que es ese discurso si comparamos la práctica policial cubana con la chilena. No vi en ningún momento un Guanaco, un Zorrillo o gases lacrimógenos, vi a la policía circulando por las ciudades solo con su uniforme, sin cascos ni armas de ningún tipo. Ese nivel de cultura cívica, tanto del Estado como del conjunto de la sociedad, está a años luz de la represión que vivió el movimiento estudiantil el año pasado o la que dejó en la región de Aysén a compatriotas con graves lesiones de por vida. Ese tipo de prácticas simplemente serían inaceptables en la isla, ya que sin lugar a dudas, un pueblo que ha hecho gala frente al mundo de rebeldía e insubordinación a la injusticia difícilmente se dejaría acayar con instrumentos represivos. 

¿Con esto digo que la sociedad cubana es perfecta o que Chile debería iniciar un proceso para parecerse a la realidad cubana? Por supuesto que no. Tampoco quiero ocultar con estas palabras el legítimo descontento que tienen ciertos sectores de la sociedad cubana con su sistema político-social. Tuvimos la oportunidad de escuchar críticas en nuestra estancia en la isla, pero bien distintas a las que se suelen verter acá sacadas de contexto. Conocimos muchos cubanos que aspiran a perfeccionar el socialismo para hacerlo atingente a las nuevas necesidades, que canalizan sus inquietudes a través de instrumentos democráticos para nosotros desconocidos, como la fuerte red de organizaciones sociales, reuniones de rendición de cuentas e instancias consultivas, donde en los últimos años se han dado un serie de discuciones que han llevado a una actualización del modelo encabezada por el gobierno. 

Algo que es obviado de manera deliberada por quienes hablan de disidencia, solo para resaltar a los sectores alineados con quienes atacan coninuamente el camino que llevan construyendo los cubanos desde hace décadas en contra de los ataques y restricciones de importantes potencias. Nosotros queremos conocer mas de cerca esta realidad, sabemos que es un debate cotidiano en la isla, que no necesita de los medios alternativos que hechan de menos quienes hablan de falta de espacios, porque se da a todo nivel sin tapujos.

Ni Cuba es una sociedad perfecta, ni Chile tiene porque seguir su camino. Los chilenos debemos desarrollar un camino propio para superar la desigualdad, la falta de derecho, la carencia de espacios democráticos y participativos e ir abriéndonos camino hacia la conquista de nuestra soberanía política, económica e intelectual. Todo esto en consideración de nuestra cultura y nuestra idiosincrasia nacional. Ejemplo de esto, es que los amplios sectores de izquierda que valoran la experiencia cubana, siempre hemos apostado en Chile por un camino de amplias convergencias sociales y políticas dentro de un régimen multipartidista.

Espero con estas palabras que el debate que empieza a surgir sobre nuestro viaje a la isla no se contamine con malintencionadas desinformaciones que deforman la realidad de la sociedad cubana. Y, por el contrario, pueda ser esta una oportunidad de generar intercambios más profundos e ir generando aprendizajes para que nuestras sociedades avancen en consolidar derechos sociales, en un ambiente democrático participativo, de defensa de la soberanía nacional y con valores como la solidaridad, el respeto en la diferencia y el principio de autodeterminación de los pueblos.