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viernes, 23 de junio de 2017
Héctor Abad Faciolince (1958)
Escritor colombiano nacido en Medellin, donde realizó estudios -todos inconclusos- de medicina, filosofia y periodismo. Después de ser expulsado de la Universidad Pontificia Bolivariana (por un articulo irreverente contra el Papa) viajó a Italia, donde se graduó en literatura moderna. Regresó a Colombia en 1987, pero ese mismo año, después que los paramili-tares asesinaran a su padre y de recibir amenazas contra su vida, se refugió en Italia, donde fue lector de español hasta 1992.
Nuevamente en Colombia, trabajó como traductor de italiano e inició su carrera de escritor. Ha publicado las novelas Asunto de un idalgo disoluto (1994), Fragmentos de amor furtivo (1998) y Basura (2000), Primer premio Casa de América de Narrativa Innovadora; el libro de cuentos Malos pensamientos (1991); uno de viajes, Oriente empieza en el Cairo (2001) y Tratado de culinaria para mujeres tristes (1996) con traducciones en inglés, italiano, alemán, portugués y griego de alguno de sus libros. Ha sido columnista en Semana y Cromos, revistas de Bogotá.
Lo que se da no se pierde
(fragmento)
Todo el mundo habla de las maravillas de la naturaleza; casi nadie recuerda sus horrores. El registro fósil y las investigaciones de los biólogos nos dicen que de todas las especies que han existido sobre la tierra, más del 99 por ciento se han extinguido. En la extinción del cretácico, todos los animales de más de 25 kilos desaparecieron. Las glaciaciones del paleolitico también fueron aterradoras y el frio terminó con miles y miles de expecies; al hombre moderno le tocaron algunas; imaginense a la tierra cubierta por una costra de kilómetros de hielo; se helaron las plantas que comian los animales,se murieron los animales y las plantas que los hombres comian. La pelea por la supervivencia tuvo que ser aterradora y en algunas partes del planeta el ser humano, un animal frágil, sobrevivió gracias a su inteligencia, a su hoy tan denigrada inteligencia.