jueves, 13 de octubre de 2011

La democracia en ARENA y en el FMLN


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Por: Alirio Montoya

Hace pocos días los partidos políticos mayoritarios, los cuales son el sostén de este régimen autoritario, oligárquico y burgués, celebraron sus asambleas y convenciones para que su membresía ratificara a ciegas los respectivos candidatos a alcaldes y diputados electos con antelación por las cúpulas partidarias. Fue un festín muy apasionante para los miembros de ambos partidos políticos, una sensación análoga y con aroma a un clásico del futbol español.   
En el año 2007, el FMLN muy estratégicamente se le adelantó a su par –ARENA- en el mes de noviembre con una eufórica y multitudinaria convención en el estadio Cuscatlán para proclamar al ahora presidente Mauricio Funes. El estadio Cuscatlán se sobrellenó de gente que asistió con una enorme esperanza de cambio. ARENA en 2008 hizo lo mismo y en el mismo lugar. Todo puede parecer que el FMLN pegó primero y que esa es la razón por la cual ganó, tanto en cuanto lanzó de primero su fórmula presidencial y venció electoralmente a ARENA en esa elección del 17 de marzo del 2009.

Ahora el partido de la oligarquía realiza primero su asamblea que el partido de la nueva burguesía salvadoreña. Hay un proverbio popular que dice “Dios los cría y ellos se juntan”; en este caso fue el “In God We Trust” quien los creó, porque el Acuerdo de Paz firmado en Chapultepec, México, fue también un acuerdo político-electoral, entre otros, en donde Washington como siempre metió la mano. Eso hasta un párvulo lo sabe. Lo anterior se afirma porque el FMLN realizó semanas después su convención en donde proclamó a sus candidatos a alcaldes y diputados; el evento fue en el CIFCO o “Feria Internacional”; claro, en el mismo lugar que lo hizo ARENA. Es de preguntarse por qué no llenaron en esta ocasión el estadio Cuscatlán. Se dice también que “Dios los cría y ellos se juntan” porque hay muchos actos en los cuales actúan y votan juntos, como el acuerdo legislativo en la trastienda para ponerle cerco a las candidaturas no partidarias o independientes; en esta oportunidad se adelantaron motivados por una fuga de información respecto de una resolución de la Sala de lo Constitucional en lo tocante a las candidaturas no partidarias o independientes.

Cualquiera creería que ambos acontecimientos electorales son una simple medición de fuerzas. No obstante, la cosa va más allá: ambos son los pilares que sostienen este régimen y, por tanto, el formato debe ser el mismo para ambos partidos sistémicos. Cualquiera puede pensar también que ARENA pegó primero y por lo tanto ganará más alcaldes y curules. De eso nadie puede estar seguro porque lo político-electoral siempre nos trae sorpresas. Estas elecciones que se avecinan como lo dice Dagoberto Gutiérrez serán de ciencia ficción.

El significado de la Democracia ha tenido diversos matices a través de la Historia. Para los griegos solamente los ciudadanos atenienses tenían derecho a votar de manera directa, y eso para ellos era democracia. Los Estados Unidos proclaman su independencia el 4 de julio de 1776 cuando era una nación con 650 mil esclavos, que siguieron siendo esclavos durante un siglo, y en su primera Constitución se estableció que un negro equivalía a las tres quintas partes de una persona blanca. Pero ese es el país más “democrático” del mundo.

Para nuestros partidos dentro la democracia salvadoreña el éxito de ellos va depender de cuántos curules y ayuntamientos ganen. A mayor participación de la gente en un evento electoral mayor democracia. Esa es la premisa, es la regla por excelencia. Naturalmente, todos por fortuna estamos enterados que ARENA es un partido verticalista que le impone inconsultamente candidaturas a sus correligionarios. El FMLN siguiendo el guión de sus compinches  areneros eliminó sus elecciones internas para escoger sus candidatos argumentando que eso los “desgastaba”.

Ahora militantes y correligionario saldrán a regañadientes a votar por los candidatos que le han impuesto las dos cúpulas mayoritarias del país, porque si no lo hacen no son “revolucionarios” ni “patrióticos nacionalistas”. Los partidos políticos se han encargado de dividir a los miembros de la sociedad salvadoreña entre de “derecha” y de “izquierda”; esperamos que en este ambiente de violencia social eso no vaya a incidir negativamente en la venidera campaña electoral que ya está a la vuelta de la esquina.

Hay un dato muy curioso. Más del 30 por ciento de los jóvenes en edad de solicitar su DUI no lo hicieron y, otra cantidad considerable que deben renovarlo no lo han hecho. Algunos sostienen que es porque no tienen el dinero para sacarlo; sin embargo, este hecho hay que verlo con el lente político. Eso a lo mejor es un mensaje que le está enviando más que todo la juventud a las cúpulas partidarias. Los jóvenes salvadoreños pueden llegar a ser dentro de poco una réplica de los parados en España y Grecia, de los estudiantes manifestantes chilenos o de los indignados en Estados Unidos. ¿Y los que tenemos una mayor habilidad para captar el fenómeno político qué haremos? Ese es un buen interrogante. ¿Votaremos en blanco, nos abstendremos o anularemos nuestro voto?

Hay cosas risibles en este ambiente. ARENA sin ninguna solvencia viene a reclamarle al partido oficialista sobre el alto índice de homicidios y extorsiones; estos últimos responden que eso es una herencia de los primeros, mientras se cruzan las acusaciones, las cosas no parecen cambiar, si no que van de mal en peor. Las políticas neoliberales de ARENA empobrecieron más al país, el FMLN habla acerca de que “el cambio sigue” pero aplicando las mismas políticas neoliberales de endeudamiento con organismos multisectoriales como el Banco Mundial y el FMI.

Alfredo Cristiani, el jefe de ARENA critica compulsivamente las mismas políticas que ellos implementaban, mientras Medardo González del FMLN –el que lee los mensajes oficialistas- dice que “Arena no ha entendido que fueron derrotados políticamente”. La pregunta es ¿con    qué liquidez política Cristiani critica al Frente? Y por otro lado creo que Medardo confunde una victoria pírrica electoral con un verdadero triunfo político. ¿A qué derrota se referirá González? Mientras esos interrogantes son respondidos continuaré desde palco viendo este superclásico de la politiquería salvadoreña.

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