martes, 18 de septiembre de 2012

Las FARC llegan al diálogo con mucha fuerza. Análisis desde la Argentina





El 27 de agosto el presidente colombiano blanqueó que había preacordado  con  la  comandancia  de las FARC el inicio de una negociación de paz . Las conversa iones comenzarán el 8 de octubre en Oslo, Noruega.  Luego  se  trasladarán  a  La Habana, donde se espera que puedan culminar con éxito.Cuando  Juan  Manuel  Santos habló desde el Palacio Nariño ya era un secreto a voces, pero durante mucho tiempo  estuvo  bien  guardado  por  el gobierno y la comandancia guerrillera. Pero  una  semana  antes,  el  20  de 
agosto,  los  medios  colombianos  e internacionales se hicieron eco de las denuncias  del  ex  presidente  Álvaro Uribe. El más fascista de todos los ex presidentes –y hubo varios en condiciones  de  disputarle  ese  podio-, acusó a Santos de negociar con FARC y de favorecer la reelección de Hugo Chávez.
 

Uribe, al cañonear los diálogos de paz, expresaba a un sector poderoso  de  la  oligarquía  y  de  las Fuerzas Armadas que está furioso por la  negociación  con  los  rebeldes.  Si esos  ultrarreaccionarios  y  genocidas 
están  en  contra  de  la  negociación, quiere decir que este diálogo tiene un costado muy positivo.¿Quién fue el más interesado en plantear la necesidad de diálogos de paz para tratar de solucionar el enfrentamiento  armado?  Se  puede tomar de jalón el Bogotazo de 1948 o bien la fundación de las FARC, en mayo de 1964, hace 48 años. Desde entonces –salvo breves intervalos- ha sido un tiempo de luchas populares por 
la tierra y la democracia,  reprimido con un genocidio.El pueblo puso la mayor cuota de  sangre  y sacrificios.  
Darle  una oportunidad a la paz, como exigencia política  y  programática,  fue  idea  del legendario comandante Manuel Marulanda Vélez, fallecido en 2008.Santos, como ministro de Defensa de Uribe, fue responsable del bombardeo  e  invasión  a  Sucumbíos, Ecuador,  cuando  se  asesinó  a  Raúl Reyes, número 2 de la guerrilla, y otras personas. La dupla Uribe-Santos concedió  7  bases militares  a EE UU.Antecedentes  muy  poco democráticos... 
Hasta ahora la presidencia de Santos se centró en el cerco y aniquilamiento de  la  guerrilla,  usando  su formidable aparato militar, de los mayores de toda la región, apoyado con asesores, dinero y armas por el Pentágono.  Su  objetivo  es aniquilar a las FARC, lo que creyeron  próximo  luego  de asesinar a Reyes, Iván Ríos, Alfonso Cano y otros comandantes farianos.


Que Santos haya acordado  con  las  FARC  la negociación implica una doble victoria política de éstas:  se  le  reconoce  estatus  de fuerza  beligerante  y  de  hecho  se admite que no han podido derrotarla. Los anuncios de diálogo en Oslo y La Habana suponen un revés a los planes genocidas del gobierno y una victoria  parcial  de  la  fuerza  que conduce Timoleón Jiménez “Timochenko”.

¿Por qué Santos se avino a las conversaciones? Además de no haber podido derrotar a sus enemigos en el campo de batalla, en parte puede haber influido la demanda  de  paz  que  fluye  en sectores de la población. El mandatario  quiere  captar  eso  con vistas a su reelección en 2014.Por otra parte, el presidente busca inversiones mineras,petroleras,  etc,  en  áreas  donde  la guerrilla mantiene fuerte presencia. Si hubiera un arreglo o al menos una disminución de los combates, esos negocios se verán favorecidos. Esto puede  parcialmente  explicar  que hasta  el  gobierno  norteamericano dijera que saludaba los anuncios de diálogos de paz. Barack Obama está pensando en sus multinacionales.Hay otra carta en la manga de  Santos.  Su  postura  “pacifista” trat a d e  g a n a r s e  e l  voto reeleccionista,  pero  también  lograr que FARC “baje la guardia” y pueda ser exterminada.  En los 80 la guerrilla apostó a la vía pacífica con  la “Unión Patriótica”, que -al quedar en la superficie- pagó con 5.000 muertos.Los rebeldes están en guardia y  entran  alertas  a  la  negociación. 
 

Designaron a Simón Trinidad –preso desde 2004 en EE. UU. y condenado a 60 años de prisión- como uno de sus delegados. Y plantearán un cese del fuego bilateral,  algo que Santos ha rechazado de plano y declarado que los diálogos sólo durarán meses y no años.  La  guerrilla  respondió  que es erróneo  ponerse  plazos  tan  breves, pues  una  situación  compleja  puede demandar más tiempo.El inicio de negociaciones de paz  es  muy  positivo.  Pero  es  muy difícil que se conviertan en un arreglo duradero,  pues  el  guerrerismo  del gobierno se nota en sus declaraciones y  nuevos  crímenes. También  en  sus delegados,  entre  ellos  el  general Oscar  Naranjo,  ex  jefe  de  la  Policía Nacional, y el general Jorge Mora, ex jefe de las fuerzas militares, ambos fascistas  ligados  a  Uribe  y  a  los negocios de la guerra. 
 

El límite de las FARC para un acuerdo definitivo es que se solucione, al menos en principio o por etapas, el 
tema de la tierra y la reforma agraria. Eso  sería  paz  con  justicia  social, irrenunciable.  Es  lo  que  no  aceptan Santos,  la  oligarquía  y  sus  militares corruptos y asesinos.


SERGIO ORTIZ , secretario general del Partido de la Liberación (PL) de la Argentina

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