miércoles, 27 de noviembre de 2013

La oligarquía en el banquillo



VOCES

La resolución de la Jueza Séptimo de Paz confirmó la crisis de la oligarquía como clase dominante en el país, todo es novedoso en el tema y en el caso, porque nunca se había conocido de un país que tuviera jueces o juezas que juzgaran a los más poderosos y nunca se había conocido de una oligarquía que fuera tan poco oligarquía como para ser acusada como cualquier ser humano común y corriente.

Dagoberto Gutiérrez


El caso es que, más allá de los aspectos jurídicos, lo que está siendo juzgado es un modus operandi tradicional que consiste en el uso de los bienes estatales en beneficio de los negocios de un sector que tradicionalmente hizo lo mismo década tras década, las negociaciones entre la C.E.L y la empresa Italiana E.N.E.L  son, precisamente, de ese tipo, son secretas, legales, con firmas responsables pero con beneficiarios encubiertos y utilidades clandestinas.

Los abogados defensores de los implicados y los aparatos ideológicos de las derechas han presentado el fallo como una especie de derrota de la Fiscalía General de la República y una victoria de la oligarquía, sin embargo, bien vistas las cosas la situación no es así, véamelas más despacio:

-        En primer lugar el proceso penal continúa en la fase de instrucción, es decir que hay merito suficiente para que el Estado siga investigando y determinando, en una etapa superior, responsabilidades y culpas.

-        Luego hay que saber que los jueces de instrucción pueden anular la sentencia de la Jueza de Séptimo de Paz y por ejemplo pueden hasta dar órdenes de captura contra algunos indiciados.

-        Es cierto que ninguno de los imputados va a la cárcel pero no pueden salir del país y tienen que presentarse cada 15 días al Tribunal Séptimo de Paz.

-        Al mismo tiempo queda en pie la responsabilidad civil por lo que pueden ser embargado sus bienes hasta por mil millones de dólares.

-        A uno de los sospechosos se le impuso una multa de $25,000 dólares por no presentarse al juicio

-        Como se puede ver el conjunto de la situación legal no puede calificarse de victoriosa por ningún observador medianamente atento, porque hay que entender que entre los indiciados hay algunos intocables que esperaban resolver todo en la instancia del Juzgado de Paz; pero no fue así y la aparente victoria que deviene del hecho de que no hay detenidos no mengua en lo más mínimo, el vigor del proceso.

Es buena noticia que la Fiscalía General de la República sea atacada en la forma en que lo está siendo porque eso indica que no hay más camino, inteligente y saludable, que el de extender y profundizar las investigaciones y esto requiere valentía, decisión política y talento jurídico porque es cierto que los casos han de ser sustentados; pero también es cierto que han de nutrirse de una decisión política de cumplir con la Constitución y sobre todo, lo más decisivo de todo que es la independencia con respecto a los partidos políticos que eligen al Fiscal General de la República.

Esta independencia es el punto neurálgico y  resulta ser el mayor reclamo que se le hace al Fiscal Luis Martínez, porque hasta ahora la sociedad no ha conocido a ningún Fiscal General Independiente y para los sectores dueños del poder y para los mismos sectores subordinados, la situación de independencia resulta novedosa y sobresaltante.

Ocurre que el siervo lo es en la medida que lleva adentro, instalado en su conciencia, al señor feudal y, en una sociedad como la salvadoreña, sin igualdad, sin justicia y sin legalidad, el quiebre de la lógica de denominación puede producir susto y vacilación.

La Fiscalía General de la República está demostrando que los dioses pueden ser juzgados por los humanos, es la gesta de Prometeo  que en defensa de los humanos se enfrentó a los dioses y en la cabeza de Esquilo, el dramaturgo griego, los dioses invencibles fueron superados. En el actual capítulo de esta tortuosa historia de las negociaciones secretas, está presente este drama social y también  histórico, porque es la Crisis Histórica del país la que está permitiendo estos acontecimientos, pero hemos de saber siempre que todo este proceso ha de ser profundizado como condición  para su avance y consolidación.

Por primera vez una mala noticia para las minorías es buena noticia para las mayorías.

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