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jueves, 19 de diciembre de 2013
CARTA A SANTA CLAUS
Dagoberto Gutiérrez
Querido Santa:
Te escribo desde un valle profundo que otros llamarían valle de lágrimas, todos los que vivimos aquí somos chiquitos de estatura, quizá porque mucho maíz comemos y casi nunca probamos la carne, ni la leche, ni los pescados o quizás porque comemos muchas chucherías; pero eso sí somos buenos constructores de esperanzas porque otros, en nuestro lugar, ya se hubieran rendido ante las circunstancias.
Los niños y niñas en el pasado nutrían su vida de imaginación, de espíritu, de sueño y vos eras un señor bueno que venías de no sé de dónde, que viajabas de lejos y repartías sonrisas, alegrías y esperanzas a todos las que lo necesitaban; pero ahora, vos pareces y apareces como un distribuidor de la chibola coca cola o alegrando la venta y la compra en los almacenes y en realidad, aunque vos podes tener tu propia opinión, apareces como otra mercancía y en la medida que no reacciones cualquiera puede pensar de que eres parte de esa conspiración que convierte a las personas en cosas y a las cosas en personas, yo no creo en eso, pero cada vez es mayor el número de gente que piensa así, parece que es hora que vos reacciones.
Empieza platicando de esto con los que trabajan con vos, todo ese montón de enanitos a los que dicen que nunca les pagas y que cada vez les exigís muñecos cada vez más complicados, sobre esto se dice que están fabricando todo tipo de armas, hasta aviones no tripulados y unos aviones invisibles que están haciendo los chinos y los rusos y que los niños tienen que imaginárselos para jugar con ellos. Dicen que el sábado antepasado te apareciste en los talleres con la súper idea de hacer un juguete de una bomba neutrónica para hacer desaparecer a las personas en los lugares muy poblados y dicen, que tus duendes se te rebelaron y que los renos que te transportan ya no querían hacerte el viaje y te lo estaban cobrando. Como podes ver, necesitas hablar con los que están más cerca de vos para saber que están pensando y para saber hasta dónde van a llegar con vos.
Por otro lado necesitas saber que están pensando los niños y niñas sobre tus juguetes, saber si un juguete sustituye a la leche, o a la comida o a la ropa que necesitan todo el año, piensa en la posibilidad de que las cartas que te envían sean respondidas puntualmente y que vos trabajes todos los meses de todos los años y que te organices para atender hospitales, casas pobres, escuelas en zonas rurales y reflexiona sobre la conveniencia de continuar con ese jugoso contrato que tienes con los grandes almacenes y las grandes empresas como la coca cola, porque o te dedicas al negocio o te dedicas a sembrar esperanzas.
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