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martes, 26 de agosto de 2014
Israel en el pantano
El ataque israelita contra Gaza, no es contra Hamas ni contra Gaza solamente, es contra el pueblo palestino como dueño de un territorio ocupado ilegalmente por Israel; también es contra Palestina en tanto fuerza negociadora, igualmente es contra Palestina a partir de la necesidad política de la coalición gubernamental israelita de obtener una victoria militar rotunda, definitiva y en un plazo determinado por las necesidades políticas de la coalición que gobierna Jerusalén.
Dagoberto Gutiérrez
Por supuesto que Hamas aparece públicamente como el enemigo militar, aun cuando la absoluta asimetría anula esta calidad de Hamas y ha puesto en primer plano, ante todo el mundo, al propio pueblo Palestino como el artífice de la resistencia.
Durante más de 50 días Israel se ha dedicado a matar a la población civil y sobre todo a los niños y niñas palestinos, en esa política de exterminio de una comunidad, que se llama genocidio, está expresada la política de Occidente todo ante el pueblo palestino. Es decir que Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia y Nueva Zelandia son los que están exterminando, usando al ejército de Israel contra el pueblo de Gaza. Sin embargo después de más de 50 días de ataque y muerte y destrucción, el gobierno de Jerusalén se encuentra empantanado y sin salida.
Pese a la criminalidad del ataque israelita los palestinos resisten y no se rinden, ya no es Hamas únicamente, son todos los habitantes, ocurre que Hamas se convierte en la contraparte de una negociación cuando el ataque buscaba precisamente anular todo papel negociador palestino y aún mas, eso lo que se ha estado haciendo en el Cairo, tratar der anular a Hamas.
Cuando Israel rompe la última tregua fue por que fue ubicado en Gaza lo que, según la inteligencia de Jerusalén, era la casa del jefe militar de Hamas y entonces descabezar a esta organización fue la opción y se cerró toda negociación, se reinició el ataque pero en la casa destruida, pese a que mataron a la familia del hombre buscado, este no estaba ahí y Hamas sigue en pie.
La asimetría militar exige al ejercito israelita infinitamente superior, definir la situación porque, aunque la ONU es incapaz de actual dignamente y aparece como cómplice de la matanza y Occidente, siendo cómplice real guarda silencio, esa matanza prolongada debilita éticamente al propio pueblo de Israel que se descubre así mismo como asesino, como ocupante, como matador de niños y de población civil y esa coalición gubernamental tiende a debilitarse en la medida que pasan los días, crece la resistencia y nadie se rinde porque esto demuestra que la salida militar a la situación puede generar mas guerra, más extensa y de mayores costos para la población israelita.
Esta situación es lo que se llama empantanamiento y es el gobierno de Benjamín Netanyahu, el que se encuentra empantanado, porque el ejército israelita no tiene más que dos opciones que son la de ocupar militarmente el territorio de Gaza, lo que significaría una invasión por tierra de un área de 40 Km de largo y unos 6 Km de ancho, donde viven casi dos millones de personas, esta ocupación necesitará resistencia como aquella de Massada donde, precisamente judíos enfrentaron, hasta la muerte, al invasor romano.
El otro camino es el de destruir toda Gaza y matar a todos los habitantes en un baño de sangre que supera por el valor humano al realizado por los nazis en Europa en la Segunda Guerra Mundial, por cierto que el gobierno israelí y una parte incierta del pueblo israelita aparecen y parecen como alumnos aventajados de Hitler y no como víctimas de la política nazi porque, la conducta actual israelita, supera en perversión y criminalidad a Adolfo Hitler y a sus generales.
Se da un acontecimiento que complica el panorama y el entorno de la matanza israelita porque Israel sabe muy bien que el Medio Oriente es un escenario de guerra y que ellos son una especie de aguijón de la política imperial en esa parte del mundo, cuando es Irán el que juega el papel de enemigo inmediato a enfrentar y es Israel la punta de lanza de una eventual confrontación y agresión contra los persas, por eso Israel envió, contra una estación atómica de Irán, a un avión sin tripulantes, supuestamente para atacar la estación.
La nave fue derribada por Irán, pero se trató de un ataque militar que establece desesperación, como cuando un general abre un nuevo frente teniendo otro frente complicado en sus manos. Podría ser porque está totalmente seguro de vencer en este otro frente o no tiene otro camino. Derrotado este ataque contra esa estación nuclear iraní, hay que esperar y suponer una respuesta militar persa, de una vez Teherán ha anunciado su apoyo militar a la gente de Gaza y a Cisjordania, esto quiere decir que cuando hablamos de Gaza ya estamos hablando de un pozo insuperable para Israel, insuperable sin guerra, a menos que se negocie en los términos mínimos que Hamas a planteado es decir: Levantamiento del bloqueo israelita del territorio de Gaza, abertura del paso del Rafa por el lado Egipcio, cese de manera permanente a toda agresión militar, negociación política en los términos del acuerdo de Oslo, recuperación y respeto a Jerusalén Oriental como capital de Palestina.
Todo esto es un conflicto que presenta al gobierno de Benjamin Netanyahu como productor de bajas militares, de más incertidumbre, vergüenza para la parte de la sociedad israelita que aún conserva humanidad, es de esperar que no sea esta una minoría. En cuanto a Occidente, Washington está moviendo a la zona un portaaviones, el llamado George Bush.
Este pantano no es el que necesitaba Netanyahu, por eso el pueblo palestino requiere la mayor solidaridad, la mayor difusión de su lucha, el mayor conocimiento de lo que ocurre y eso tenemos que hacerlo los hombres y mujeres que en este planeta confiamos y confiaremos en los pueblos como artífices de su destino. No conviene olvidar, ni por un segundo, que todos somos Palestina.
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