Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

martes, 10 de febrero de 2015

Ella cree y no cree


Nechi Dorado


Ella va por la vida con paso cansado arrastrando penas y alegrías, portando como autodefensa permanente una sola arma bien cargada, prolijamente controlada como para que nunca falle si hace falta: su sonrisa.

Ella cree que hay castigos y no juicios pero no cree en dioses ni en demonios aunque crea que algo, más allá de lo tangible, puede andar circundando cada momento que transcurre mientras el tren de la vida tritura guijarros con dirección efectiva entre las vías.

Ella sabe que hay gente que se viste con piel de cordero pero es lobo feroz. Y sabe que existen flores y también, plantas carnívoras pero no cree que devoren hombres, sino insectos.

Cree en entelequias pero no cree en perfecciones aunque jamás profundizó en esquemas filosóficos.

Ella cree que hay noche y que hay día, que hay luna, hay sol y que hay estrellas. Que hay amor y que hay odio, que hay bien y hay mal. Que hay sinceridad e hipocresía.

Ella no cree que lo blanco siempre es bueno o que lo negro, indefectiblemente, es malo; ella no cree en estigmatizaciones aunque sabe muy bien que sí, existen.

Ella anda sola aunque a su lado caminen montones de personas, siendo esa soledad su amiga inseparable por esas cosas tan extrañas de los andares. No acostumbra pedir, rogar y mucho menos suplicar, trata de ser racionalmente irracional, o quizás, irracionalmente racional aunque en realidad cree que no lo ha logrado, todavía.

Podrá parecer extraña, misteriosa, trashumante, pero yo miro sus ojos y leo en ellos como quien dirige su mirada a un libro abierto. Y conozco su pena, la última, la más desgarradora entre otras no menos desgarrantes. La que le permitió deducir, sin tanto esfuerzo, que una gran pena arruina, muchas veces, a la más bella alegría. Lo aprendió como quien asimila una lección dictada a cachetazos un día en que frente al mar se le ocurrió contarme que ella cree y no cree cuando se trata de diferenciar a la vida de la muerte.

Me contó que hubo una vez en la que un pequeño colibrí le susurró al oído antes de emprender un viaje hacia la nada.

-Mi pequeño colibrí, me dijo ella:

-Fue una mañana de aquellas que uno no quisiera sufrir de ningún modo. Quedó como tatuada a fuego sobre los jirones de un alma incinerada, que era mía.

-Fue una mañana de esas en las que como frente al golpe artero de un hachazo, se derrumbaron esperanzas amasadas.

-Mi pequeño colibrí alzó su vuelo incierto, no sé, rumbo a cualquier estrella de fuego. Voló con la fuerza de un águila imparable rumbo a algún pozo insondable que no estaba abierto, en mis sueños.

-Ni imaginado siquiera. Y siguió contándome:

-Mi pequeño colibrí alzó su vuelo confundido entre nunca de olvidos y siempre de recuerdos. Y ya no pude verlo, ¡tan alto que voló y yo lo esperaba con mis brazos abiertos, ensayando caricias para darle, ni bien llegara a este mundo tan complejo!

-No me dejó mecerlo. Tampoco pude cantarle alguna nana tal como hiciera mi abuela cuando me acunaba entre sus brazos tiernos.

-Mi pequeño colibrí alzó algún vuelo dislocado, errante, abandonado de mi mano, en la que hoy falta la suya.

-Y yo, -¡tan fuerte yo, según me creen! No fui capaz de seguir ese vuelo, tan solo quedé observándolo de lejos, paralizada, inmóvil, enredada en una nube de pánico asfixiante.

-Y él, tan pequeño, indefenso, solitario, pudo cargar en su piquito de oro un trozo del alma rota, que era mía.

-¡Tan solo estaba mi pequeño colibrí! ¡Tan solo estaba! que alzó su vuelo eterno sin darme tiempo, siquiera, para entregarle un beso. Apenas pude bañarlo con mi llanto.

-Se alejó dejándome los ojos oxidados, el corazón sangrando casi yermo y esta tristeza infinita que no cesa, anclada en mis sentidos.

-Por eso creo y no creo, dijo ella, porque no encuentro explicación cuando de los ojos brotan lágrimas y alguien dice que apenas si son pruebas a las que debés aceptar, ser sometido.

-Es entonces, amiga mía, continuó diciendo, cuando tu alter ego se formula mil preguntas que nadie habrá de poder responder de ningún modo. Sin embargo, pese a todo, sigo creyendo que es ilusorio que los conejos vivan en el estómago de las galeras. Pero no creo que el sol pretenda clandestinizar a gritos a la luna.

Ilustración: “Colibrí”, obra de la artista visual argentina Beatriz Palmieri

Mujeres que rompen tabúes en El Salvador


El Parlamento indulta a una joven por abortar en uno de los países más restrictivos con la interrupción volutaria del embarazo


Jone G. Lurgain

elpais.com 

Armida Medrano imparte los talles sobre educación sexual y derechos reproductivos en Cojutepeque. / Jone G. Lurgain

El debate sobre la prohibición total del aborto está hoy más vivo que nunca en El Salvador después de la histórica decisión adoptada por la Asamblea Legislativa: la joven Carmen Guadalupe, una de las 17 mujeres que cumplen hasta 40 años de prisión por abortar, fue indultada el pasado jueves. La lucha que comenzó el pasado mes de abril la Agrupación Ciudadana por el Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico comienza a dar sus frutos con el primer indulto concedido a una mujer en la historia jurídica salvadoreña. Un veredicto que supone un claro espaldarazo a los movimientos defensores de los derechos de las mujeres en El Salvador y que podría ser el principio del fin de una de las leyes de aborto más restrictivas del mundo.

Hoy cada vez más las mujeres salvadoreñas dan la cara y opinan sobre esta ley. Un acto casi revolucionario, ya que no es fácil para ellas hablar sobre el aborto en un país donde pueden ser condenada a prisión por interrumpir un embarazo, donde la voluntad de Dios es la que manda y donde lo que dice el hombre va a misa.
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Estos tres ingredientes se dan en El Salvador. Aquí la penalización absoluta del aborto y sus crudas consecuencias comenzaron a adquirir protagonismo en los medios de comunicación hace apenas un año y medio a raíz del caso Beatriz y las 17 mujeres (hoy 16) que todavía esperan ser indultadas mientras cumplen condenas de hasta 40 años de cárcel.

El debate sobre la legalización del aborto terapéutico ha traspasado a la sociedad. Ellas, las mujeres salvadoreñas han perdido el miedo, se atreven a hablar, opinar, contar sus experiencias y, en definitiva, romper tabúes hasta ahora inquebrantables. Es la hora de ellas, ni de los partidos ni de la iglesia. Sus voces así lo reclaman.

“Creo en Dios, pero no creo en el Dios que predican algunos que nos obliga a tener una chorrera de hijos para quienes no dispones ni de tiempo para bañarlos ni despiojarlos”. Armida, una mujer menuda y coqueta, en sus treinta y tantos años largos, viene de una de las colonias rurales que rodean la localidad de Cojutepeque, conocida por sus mercados y comercio. Habla con seguridad y muestra cierto alivio cuando relata que su mamá tuvo 15 hijos y ella tiene dos, aunque está sola para sacarlos adelante: “Mi pareja nos dejó y se fue a EE UU”.

Mercedes no tuvo elección. “Vamos a tener todos los hijos que Dios nos mande”, le dijo un día su marido. “Ya me llenó de niños y yo no tenía dinero para mantenerlos”, relata esta mujer de 47 años, quien confiesa tímidamente: “Hasta el tercer hijo no supe nada de pastillas [anticonceptivas]”.

Es la segunda vez que Armida y Mercedes participan, junto a otras mujeres de distintas edades y estrato social, en el taller sobre educación sexual y reproductiva que comenzó a organizar la Colectiva de Mujeres para el Desarrollo Local en varios municipios de El Salvador hace apenas un año. Se trata de encuentros abiertos y participativos en los que las participantes comparten sus experiencias de vida y aprenden no sólo sobre métodos de planificación familiar, sino también sobre sus derechos como mujeres y las consecuencias de la legislación penal del aborto en el El Salvador, una de las más restrictivas del mundo. Sólo 15 países en todo el planeta prohíben el aborto en toda circunstancia, siete de ellos en América Latina y El Caribe.

Antonia Portal (Santa Cruz Michapa, 23 años) posa en su localidad natal, Santa Cruz Michapa, donde reside y es responsable de la Unidad de la Mujer. Esta joven salvadoreña insiste en cómo “la religión influyó” en su vida. “Mi abuela y mi mamá siempre me dijeron que las mujeres tienen que aguantar”, relata, pero ella se rebela y se congratula de que ahora en El Salvador se habla más sobre sexualidad y derechos. “Son otros tiempos”, sonríe con el crucifijo tras de ella. / Jone G. Lurgain

El caso Beatriz, un antes y un después

Durante el taller, se evidencia el desconocimiento por parte de algunas mujeres en torno a los severos castigos (hasta 40 años de prisión) que pueden recaer sobre ellas si interrumpieran voluntariamente su embazado. De hecho, algunas confiesan que no sabían ni que estaba prohibido el aborto en su país “hasta que salió en la televisión el caso de Beatriz (nombre ficticio)”.

El caso de esta joven de 22 años dio la vuelta al mundo en mayo de 2013 ante la crueldad a la que fue sometida. Al borde de la muerte tuvo que esperar 14 semanas hasta que la Corte Suprema de Justicia de El Salvador rechazó su petición de aborto a pesar de que era un embarazo de alto riesgo y el feto que gestaba era anencefálico. Afortunadamente, Beatriz sobrevivió y su hija nació por cesárea, pero falleció a las pocas horas, tal y como el equipo médico pronosticó.

La veintena de mujeres que participan en el taller, sentadas en círculo, comentan el trato “injusto” que recibió Beatriz y la mayoría de ellas coinciden en que el aborto debería estar permitido en casos extremos como el de la joven salvadoreña, es decir, cuando un embarazo pone en peligro la vida de la madre y el feto no tiene posibilidades de vivir fuera del útero.

Sin darse cuenta, estas mujeres se ven inmersas en un debate que hace apenas un año era impensable: la legalización o no del aborto terapéutico. “El caso de Beatriz vino a romper el hielo, gracias a ello ahora se habla de esta problemática”, afirma Wendy, de 41 años y una de las mujeres que moderan los talleres de la Colectiva de Mujeres.


Mitos y creencias patriarcales

Para ella, es imprescindible la labor pedagógica si se quiere avanzar en el respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y, en particular, en el de decidir sobre su propio cuerpo. “No es suficiente con el apoyo a las campañas, muchas mujeres no se plantean o no saben que tienen una serie de derechos como personas que se deben respetar. Primero, hay que hacer pedagogía”, explica Wendy, soltera y con tres hijos, a quien incluso le cuesta asimilar la elección individual, libre y voluntaria de una mujer de no tener hijos, ya que cree que “si no tienes hijos no eres una mujer completa”. Esta idea o creencia patriarcal está muy interiorizada en la sociedad femenina salvadoreña.

Sin embargo, el problema reside no tanto en el hecho de tener o no hijos, sino en el derecho a planificar y decidir cuándo tenerlos. La realidad hoy en día en El Salvador es que cada vez hay más adolescentes embazadas (el 32% de todos los embarazos en este país era de adolescentes, según datos ofrecidos por el Ministerio de Salud salvadoreño en 2013) y la cifra de abortos inseguros y clandestinos no para de crecer. Calculando sobre la tasa para Centroamérica que proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece 29 abortos inseguros por cada 1.000 mujeres en edad reproductiva (15-44 años), se practicarían alrededor de 40.700 abortos inseguros al año en El Salvador.

 
Meybellinne Zepeda (Cojutepeque, 30 años) baja las escaleras sonriente tras asistir por primera vez al taller sobre salud sexual y reproductiva que la Colectiva de Mujeres imparte en Cojutepeque. Cuenta que su vecina en la colonia rural donde reside le habló de los talleres y se animó a asistir. “Pensé que podría aprender y sería bueno para mis hijas”, afirma con cara de satisfacción. / Jone G. Lurgain

Claritza, de 25 años y natural de Santa Cruz Michapa, sufrió un aborto cuando era adolescente. “Yo no sabía que estaba embarazada”, relata. Como otras mujeres salvadoreñas estaba planificando, pero no funcionó. Una vez en el hospital, cuando despertó se encontró que le habían denunciado por aborto y se le abrió una investigación. Afortunadamente, no fue a prisión, pero el estigma que sufrió en el colegio y el pueblo donde reside fue muy traumático: “Me daba miedo salir a la calle por las represalias”.

La propia Beatriz, hoy recuperada de las secuelas físicas del embarazo de alto riesgo que sufrió, confiesa que también ha recibido muchas críticas por parte de gente que no entiende lo que ella sentía. Ahora que ha retomado su vida y regenta una pequeña tienda de ropa, solo tiene palabras de agradecimiento para aquellos que la apoyaron y anima a todas las mujeres en su misma situación a que no se queden calladas y busquen ayuda. "Que no sufran como sufrí yo”, afirma.

Si bien Armedia, Mercedes, Wendy, Claritza y otras muchas mujeres están del lado de Beatriz, cuando se les pregunta si ellas abortarían en caso de que el hijo no fuera deseado, la respuesta es casi un "no" unánime; relacionan el aborto con el “pecado”. “Sólo porque no se quiere tener un bebé, yo no estoy a favor del aborto. Una tiene que protegerse y evitar el problema”, sentencia Marta, una mujer de Cojutepeque con más de 50 años a sus espaldas. Antonia, de 23 años, no le contradice, pero recuerda que “a veces hay accidentes”.


'Las 17', ¿una esperanza para el cambio de ley?

Accidente o no, hasta hace unos días, permanecían en prisión 17 mujeres cumpliendo penas de hasta 40 años condenadas por delitos relacionados con el aborto. La Agrupación Ciudadana por el Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico comenzó en abril una campaña en la que solicita el indulto para Las 17. Después de meses de espera y todo tipo de obstáculos, la Asamblea Legislativa de El Salvador se pronunció el pasado jueves y concedió el indulto a Carmen Guadalupe, acusada de homicidio tras sufrir un aborto espontáneo. La Asamblea reconoció que en el proceso penal no se respetaron las garantías fundamentales para declarar la culpabilidad, específicamente en las pruebas científicas.

Sin duda, una noticia esperanzadora para las otras 16 mujeres que siguen encerradas en la cárcel por haber sufrido en la mayoría de los casos abortos espontáneos y no provocados, y a pesar de registrarse “vicios procesales” en sus respectivos casos judiciales.

Esta decisión parlamentaria, que se esperaba para Navidad, llegó. A partir de ahora podría suponer el inicio de un cambio de ley que legalizase, al menos, el aborto terapéutico como ya se permitía antes de 1998. Una revisión de la legislación que ya ha sido en repetidas ocasiones demandada a la República de El Salvador por parte de organismos de Naciones Unidas. Sin embargo, mientras no haya una tregua electoral, la legalización del aborto no parece ser un asunto prioritario para el gobierno de turno. La pregunta ahora es ¿podría estar cambiando algo en El Salvador con esta histórica decisión?

10 grandes libros de Gabriel García Márquez en PDF para descargar



Gabo en París

El Zappo / Homozapping
 

Sin duda alguna, el mejor homenaje que se le puede hacer al gran Gabriel García Márquez es leerlo, descubrirlo, redescubrirlo y adentrarse en esos mundos tan particulares que sólo él pudo crear.

Por lo mismo, compartimos estos 10 imperdibles libros de García Márquez, que pueden descargar de forma gratuita, para leer y releer a este mítico escritor.

1- “CIEN AÑOS DE SOLEDAD”


http://aristobulo.psuv.org.ve/…/garcia-marquez-gabriel-cien…
 

2- “DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS”
 
http://www.ict.edu.mx/acervo_hermeneutica_garcia_Del%20amor… 

3- “EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA”

http://www.instituto127.com.ar/…/GarciaMarquez-ElAmorenlosT…

4- “LA HOJARASCA”


http://www.instituto127.com.ar/…/GarciaMarquez-LaHojarasca.…

5- “EL GENERAL EN SU LABERINTO”

http://inabima.gob.do/…/Garcia%20Marquez,%20Gabriel%20-%20E…

6- “EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA”


http://biblio3.url.edu.gt/Libros/el_coro.pdf 

7- “EL OTOÑO DEL PATRIARCA”

http://www.instituto127.com.ar/…/GarciaMarquez-Elotoniodelp…
 

8- “MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES”http://biblio3.url.edu.gt/Libros/put_tris.pdf
 
9- “NOTICIA DE UN SECUESTRO”
http://www.auladecastellano.com/…/a%20Noticia%20de%20un%20s…
 

10- “VIVIR PARA CONTARLA”http://www.moreliain.com/…/Gabriel%20Garcia%20Marquez%20-%2…
 

* ANEXO: “CARTA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ A GEORGE W. BUSH”

“¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente ver que el horror estalla en tu patio y no en el living del vecino? ¿Cómo se siente el miedo apretando tu pecho, el pánico que provocan el ruido ensordecedor, las llamas sin control, los edificios que se derrumban, ese terrible olor que se mete hasta el fondo en los pulmones, los ojos de los inocentes que caminan cubiertos de sangre y polvo?

¿Cómo se vive por un día en tu propia casa la incertidumbre de lo que va a pasar? ¿Cómo se sale del estado de shock? En estado de shock caminaban el 6 de agosto de 1945 los sobrevivientes de Hiroshima. Nada quedaba en pie en la ciudad luego que el artillero norteamericano del Enola Gay dejara caer la bomba. En pocos segundos habían muerto 80. 000 hombres mujeres y niños. Otros 250. 000 morirían en los años siguientes a causa de las radiaciones. Pero ésa era una guerra lejana y ni siquiera existía la televisión.

¿Cómo se siente hoy el horror cuando las terribles imágenes de la televisión te dicen que lo ocurrido el fatídico 11 de septiembre no pasó en una tierra lejana sino en tu propia patria? Otro 11 de setiembre, pero de 28 años atrás, había muerto un presidente de nombre Salvador Allende resistiendo un golpe de Estado que tus gobernantes habían planeado. También fueron tiempos de horror, pero eso pasaba muy lejos de tu frontera, en una ignota republiqueta sudamericana. Las republiquetas estaban en tu patio trasero y nunca te preocupaste mucho cuando tus marines salían a sangre y fuego a imponer sus puntos de vista.

¿Sabías que entre 1824 y 1994 tu país llevó a cabo 73 invasiones a países de América Latina? Las víctimas fueron Puerto Rico, México, Nicaragua, Panamá, Haití, Colombia, Cuba, Honduras, República Dominicana, Islas Vírgenes, El Salvador, Guatemala y Granada.

Hace casi un siglo que tus gobernantes están en guerra. Desde el comienzo del siglo XX, casi no hubo una guerra en el mundo en que la gente de tu Pentágono no hubiera participado. Claro, las bombas siempre explotaron fuera de tu territorio, con excepción de Pearl Harbor cuando la aviación japonesa bombardeó la Séptima Flota en 1941. Pero siempre el horror estuvo lejos.

Cuando las Torres Gemelas se vinieron abajo en medio del polvo, cuando viste las imágenes por televisión o escuchaste los gritos porque estabas esa mañana en Manhattan, ¿pensaste por un segundo en lo que sintieron los campesinos de Vietnam durante muchos años? En Manhattan, la gente caía desde las alturas de los rascacielos como trágicas marionetas. En Vietnam, la gente daba alaridos porque el napalm seguía quemando la carne por mucho tiempo y la muerte era espantosa, tanto como las de quienes caían en un salto desesperado al vacío.

Tu aviación no dejó una fábrica en pie ni un puente sin destruir en Yugoslavia. En Irak fueron 500. 000 los muertos. Medio millón de almas se llevó la Operación Tormenta del Desierto… ¿Cuánta gente desangrada en lugares tan exóticos y lejanos como Vietnam, Irak, Irán, Afganistán, Libia, Angola, Somalia, Congo, Nicaragua, Dominicana, Camboya, Yugoslavia, Sudán, y una lista interminable? En todos esos lugares los proyectiles habían sido fabricados en factorías de tu país, y eran apuntados por tus muchachos, por gente pagada por tu Departamento de Estado, y sólo para que tu pudieras seguir gozando de la forma de vida americana.

Hace casi un siglo que tu país está en guerra con todo el mundo. Curiosamente, tus gobernantes lanzan los jinetes del Apocalipsis en nombre de la libertad y de la democracia. Pero debes saber que para muchos pueblos del mundo (en este planeta donde cada día mueren 24. 000 pobladores por hambre o enfermedades curables), Estados Unidos no representa la libertad, sino un enemigo lejano y terrible que sólo siembra guerra, hambre, miedo y destrucción. Siempre han sido conflictos bélicos lejanos para ti, pero para quienes viven allá es una dolorosa realidad cercana, una guerra donde los edificios se desploman bajo las bombas y donde esa gente encuentra una muerte horrible. Y las víctimas han sido, en el 90 por ciento, civiles, mujeres, ancianos, niños efectos colaterales.

¿Qué se siente cuando el horror golpea a tu puerta aunque sea por un sólo día? ¿Qué se piensa cuando las víctimas en Nueva York son secretarias, operadores de bolsa o empleados de limpieza que pagaban puntualmente sus impuestos y nunca mataron una mosca?

¿Cómo se siente el miedo? ¿Cómo se siente, yanqui, saber que la larga guerra finalmente el 11 de septiembre llegó a tu casa?

El fantasma de la deflación estadounidense


La gente no compra, los productos bajan de precio y las empresas despiden empleados para disminuir los costos de reducir los precios. Eso es deflación; hay menos consumidores y menores ganancias. El gobierno se endeuda para reactivar la economía, es un círculo vicioso.

Ariel Noyola Rodríguez*

La inflación estadounidense acumula más de 30 meses por debajo de 2 por ciento, el objetivo del Sistema de la Reserva Federal (Fed). Hasta la fecha no existen indicios de un repunte del nivel de precios sino al contrario, la deflación (caída de precios) se ha convertido en una amenaza latente en la todavía economía de mayor tamaño en el escenario global. Los precios al consumo se ubicaron en apenas 0.4 por ciento en diciembre de 2014, su mayor caída desde finales de 2008. En términos anuales, la inflación disminuyó a 0.8 por ciento de ubicarse en 1.3 por ciento en noviembre pasado.

Así la cosas, es evidente que los riesgos crecientes de deflación en la economía estadounidense continuarán postergando la decisión de aumentar la tasa de interés de los fondos federales (federal funds rate) por parte del banco central. Y es que si bien la presidenta de la Fed, Janet Yellen, ha hecho de conocimiento público en diversas ocasiones su intención de incrementar la tasa de interés de referencia a mediados del año en curso o incluso antes (actualmente en un rango de entre 0 y 0.25 por ciento) y, con ello, mantener limitados los riesgos derivados del aumento espectacular de los índices bursátiles, los miembros del Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) se resisten a aplicar la medida en medio de un nivel de precios a la baja. 




Sin embargo, a diferencia de hace unos meses cuando tres miembros dela Fed votaron a favor del incremento de las tasas de interés, en la reunión más reciente, llevada a cabo la última semana de enero, los 12 miembros del Comité votaron en contra de la medida. Al término del encuentro, Yellen declaró en conferencia de prensa que la “paciencia” regirá la toma de decisiones de la Fed: la incertidumbre no cede y, por ello, no será sino hasta observar una recuperación de mayor solidez cuando las políticas monetarias excepcionalmente laxas comiencen su reversión de manera gradual.

El mensaje oculto detrás de esas declaraciones es que si la inflación continúa cayendo en las próximas semanas, no únicamente la Fed no endurecerá la política monetaria (tightening) en el corto plazo, sino que podría, eventualmente, llevar a cabo una nueva batería de medidas “no convencionales” con la mira puesta en apuntalar la rentabilidad de las empresas y los bancos. La tendencia deflacionaria constituye un signo inequívoco de que algo anda realmente mal en la economía mundial en general, y en Estados Unidos en particular. El nivel de precios extremadamente bajo no está reservado únicamente a la esfera monetaria. Es un fenómeno económico de enorme amplitud que deriva de múltiples causas y que, en términos generales, tiene estrecha vinculación con las raíces más profundas de la crisis que comenzó hace más de 6 años.

Hay que recordar que a partir de la quiebra de Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008 y hasta la contracción del crédito (credit crunch) en el plano internacional los meses siguientes, en Estados Unidos se perdieron alrededor de 8 millones de puestos de trabajo. La tasa de desempleo alcanzó 10 puntos porcentuales y la actividad económica se desplomó. La falta de liquidez en uno de los mayores bancos de inversiones de Wall Street detonó una crisis global de enormes proporciones. No fue sino hasta mediados de 2009 cuando, en términos estadísticos, la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por su sigla en inglés) apuntó que la economía estadounidense había superado la recesión. En medio de la crisis, la caída dramática de la inflación levantó preocupaciones en la Casa Blanca. Las amenazas de una espiral deflacionaria estaban a la vista.

En consecuencia, el Departamento del Tesoro y la Fed ejecutaron enérgicas acciones dirigidas a reactivar el crédito, básicamente a través de un aumento de los montos de los programas de estímulos monetarios (quantative easing) enfocados, a su vez, en depurar el endeudamiento privado de los balances contables de las corporaciones financieras y no financieras. Sin embargo, las compras combinadas de activos hipotecarios (mortaged based securities) y bonos del Departamento del Tesoro (Treasury bonds) aumentaron exponencialmente la hoja de balance (balance sheet) de la Fed, y con ello potenciaron en buena medida los riesgos de una caída de precios. Entre agosto de 2007 y el 5 noviembre de 2014, los activos en posesión de la Fed se incrementaron en más de 500 por ciento al pasar de 870 mil millones de dólares a 4 billones 486 mil millones de dólares. 



 
Y es que pese a su sostén irrestricto, el capitalismo estadounidense tiene serios problemas para encontrar espacios de rentabilidad. No existen nuevos proyectos de inversión en ningún lugar del territorio estadounidense que, con base en la innovación tecnológica, permitan avizorar una fase expansiva del ciclo económico. A lo largo de la última década, la industria estadounidense no supera el rango entre 79 y 81 por ciento de su capacidad instalada. Aunque durante 2012 y 2013 el índice se recuperó en comparación con 2007 y 2008, todavía está muy por debajo de los niveles alcanzados en la década de 1990, cuando alcanzó 85 por ciento en 1994.

La denominada “recuperación estadounidense” (algunos economistas de la ortodoxia se atreven incluso a llamarla “desacoplamiento”) descansa más en el repunte de los principales índices de la bolsa de valores de Nueva York y menos en la mejoría sustantiva de las condiciones de vida de la población. Incluso en la esfera financiera han surgido nuevas barreras para la acumulación de capital. Si bien es cierto que el índice Standard & Poors (cotiza las acciones de las 500 mayores empresas de Estados Unidos) continúa registrando aumentos en sus cotizaciones, la acumulación de ganancias por acción y dividendos es cada vez menor.

De esta forma salta a la vista una mayor propensión al riesgo por parte de los operadores y una volatilidad creciente de los precios en el mercado de capitales, según el Banco Internacional de Pagos (BIS, por su sigla en inglés). Los flujos constantes de fusiones y adquisiciones (mergers & acquisitions) así lo demuestran. Sucintamente, el aumento exponencial de las operaciones del sistema bancario en la sombra (shadow banking system) en Estados Unidos, alertado por el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) hace unas semanas, evidencia, por un lado, la competencia creciente entre capitales individuales en una batalla a muerte por la obtención de una mayor rentabilidad y, por otro lado, las limitaciones para regular la actividad financiera de nuevo cuño.

El curso de la economía estadounidense en los meses recientes pone de manifiesto una vez más que las ganancias extraordinarias en el mercado de valores guardan una relación inversamente proporcional a la evolución de las condiciones del mundo del trabajo. De acuerdo con las estimaciones realizadas por el Departamento de Trabajo, a lo largo de 2014, aproximadamente 2.95 millones de empleos se recuperaron, de los cuales 252 mil correspondieron a diciembre, cuando la tasa de desempleo cerró en 5.6 por ciento, el nivel más bajo de los últimos 5 años. Bajo esa misma perspectiva, Estados Unidos habría incrementado de manera sostenida 2 millones de puestos de trabajo anualmente desde 2010.

Sin embargo, esas cifras contrastan con el deterioro estructural del mercado laboral que, dicho sea de paso, también contribuye a consolidar la tendencia deflacionaria. En primer lugar, la población económicamente activa (PEA) se ubica actualmente en 62.7 por ciento, el registro más bajo de las últimas 3 décadas. En segundo lugar, hay serias dificultades en la absorción de la fuerza de trabajo: 7 millones de personas son empleados a tiempo parcial y la tasa de desempleo juvenil se ubica en más de 15 por ciento. En tercer lugar, la contención salarial neutraliza de manera apabullante los efectos multiplicadores de la ampliación del mercado interno y la redistribución del ingreso sobre el crecimiento económico: los salarios cayeron 10 puntos porcentuales en la composición del producto interno bruto (PIB) entre 1967 y 2013. Los salarios han caído en los meses recientes y el ingreso de las familias aún no alcanza los registros previos a la crisis. La deuda de los hogares se mantiene elevada y la polarización de clase aumenta.

No obstante, el gobierno estadounidense insiste en divulgar opiniones contrarias a través de la prensa hegemónica (The Financial Times, The Wall Street Journal, The New York Times, Bloomberg, Reuters, etcétera): la economía se fortalece de manera acelerada y, con ello, los riesgos en torno a una coyuntura crítica son cada vez más remotos:

“[Gracias a] una economía en crecimiento, una disminución de los déficits, una industria desbordante y una producción energética en auge, hemos salido de la recesión con más libertad para escribir nuestro propio futuro que cualquier otra nación en la Tierra […] la sombra de la crisis ha pasado […] la recuperación está tocando más y más vidas”, sentenció el presidente Barack Obama durante su mensaje del Estado de la Unión ante el Congreso estadounidense, el martes 20 de enero de 2015.

Con todo, las contradicciones intrínsecas de la dinámica capitalista terminarán por acallar el discurso de la dominación de clase. El fantasma de la deflación se hace cada vez más presente en la economía estadounidense y, más temprano que tarde, terminará por revelarse con todas sus fuerzas.

*Economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México.


Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

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Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...