Mauricio, flanqueado por otros compañeros
SAN SALVADOR,(SIEP)
“Ingrese al Partido Comunista
de El Salvador en 1970, soy originario de Chalchuapa, lugar donde
estudie plan básico, por cierto junto con Dagoberto Gutiérrez, aunque él
era mayor y salió antes…” nos comparte Mauricio El Sólido, militante revolucionario salvadoreño.
La influencia de Victoriano
“Ya en bachillerato conocí a Victoriano García, que venía de Santa Ana,
de Cutumay Camones, y más específicamente del cantón Primavera.
Victoriano me impactó. Fue el primero al que le oí hablar y con pasión,
con fuerza de la necesidad de incorporarse a la lucha popular, y de
quitarle la tierra a los ricos. Eso golpeó mi pensamiento hasta ese
entonces conservador…”
“Al principio lo cuestionaba, haber
explícame: ¿Y por qué le vamos a quitar la tierra a sus legítimos
dueños? Y él, de origen campesino, sin educación formal, me narraba
pacientemente todo el proceso histórico de saqueo que habían sufrido las
comunidades indígenas. Y me hablaba de Atonal, de Atlacatl, de
Anastacio Aquino…”
“En las discusiones que sostenía con
Victoriano, que quizás, quizás…había llegado hasta cuarto grado, debo
reconocer que me sorprendía con sus argumentos, me dejaba
desarmado…parecía tener respuesta para cualquier pregunta y con mucha
seguridad hablaba tanto de economía como de la situación internacional.”
“Parecía haber leído mucho. Realmente me impresionaba, aunque
me costaba aceptarlo. Había cierta resistencia porque me consideraba
estudiado. Pero me dejaba pensativo con la fuerza de su lógica,
meditando en sus respuestas. Y tenía que concluir: tiene razón.”
“Victoriano fue cuñado mío, y vivía en mi casa ya que mi tía le
alquilaba una pieza…El fue el que me puso en contacto con el Viejo
Hilacha, que se llamaba Hilario y le decían así por un mechón de pelo
blanco que tenía en la frente. Hilario era uno de los discípulos de
Victoriano. Y Victoriano todavía sigue dando batallas dentro del
movimiento campesino y cooperativista. ”
Una vez encontré en
unos papeles de mi hermano mayor un folleto de las FAR de Guatemala y me
intrigó y empecé a leerlo. Claro, Toyano como le decíamos, se lo había
dado. El folleto de las FAR me ayudo a entender muchas cosas, me amplió
el horizonte.
Me acuerdo que una vez Toyano como le decíamos,
me invitó para acompañarlos en una actividad, se trataba de la visita a
Chalchuapa del Dr. Fabio Castillo, candidato presidencial del PAR. Había
que ir a recibirlo a la entrada al pueblo. Me invito un sábado y el
Doctor Castillo venía el día siguiente. Bueno, temprano en la mañana
estaba tocando la puerta de mi casa, ni me había levantado y entonces
suavecito le dije a mi mamá: decile que no estoy, que ya salí.
Pero no se lo creyó sino que me espero afuera de la casa. Yo me bañe y
salí pensando que ya se había ido, pero para mi sorpresa ahí estaba
esperándome parado frente a la casa. Me dijo con seguridad ¿ya nos
vamos? Vamos para Casablanca. Un sitio arqueológico a las afueras del
pueblo. Me ayudás a llevar esta red de alambre y esta pancarta.
Yo pensé que solo lo íbamos a ver pasar y saludar a la comitiva, pero
cuando llegamos al lugar ya había llegado Fabio y había gente a su
alrededor. Me dice: extendé la manta. Y entonces veo que decía:
¡Exigimos una Reforma Agraria Profunda! Y veo que Toyano se pone a
hablar con ellos. Antes me dice: “extendé la mata y llévala. Conseguite
a alguien que te ayude.” Y se va y no vuelve a aparecer.
Y
entramos al pueblo en marcha. Y yo voy llevando la manta mencionada. Me
di un gran color…El mensaje de Fabio gustaba: cinco soluciones a cinco
problemas. Llegó bastante gente al parque a oírlo, era su primer mitin,
estamos a finales del 66. Ese día me acuerdo cumplí 18 años y saque mi
cedula de identidad. Ya era mayor de edad.
Fíjate que el que
fue después el segundo al mando del Batallón Belloso, de nombre José
Ernesto Mendoza Rodríguez, estudiaba entonces bachillerato conmigo y el
lunes al verme me grita con odio: ¡comunista!¡comunista! No era todavía
militar pero ya llevaba esa idea.
Un día me llevan el programa
del PAR, lo guarde unos días, como para olvidarlo, pero después comencé
a leerlo y me lo leí completo, y lo iba analizando, no me despegaba de
la lectura, en realidad le encontraba mucho sentido a lo que decía, me
convencía…
Abrimos un local del PAR en Chalchuapa
Dago
(Gutiérrez) era mayor que yo, él para ese tiempo ya estaba en la U.
Estaba también el Viejo Hilacha, el Chino Santiago, Carmen Portillo, con
ellos comencé a reunirme aun sin ser militante de partido, abrimos el
local del PAR…A mi me afectó fuertemente al saber después que había sido
ilegalizado. Tenía que aceptar la necesidad de cambiar de camiseta. Y
me preguntaba: ¿y ahora con quien, con qué partido? Estaba un poco
confundido, preocupado.
Luego nos explicaron que no se trataba
de cambiar camiseta sino de lograr contar con un instrumento que nos
permitiera hacer conciencia a través del proceso electoral y formar
cuadros. Toyano nos dio una charla al respecto. Estaba bastante claro.
Yo me decía oyéndolo: este viejo tanto que dice que sabe…En realidad
Toyano era muy activo, le metía al trabajo, siempre andaba jalando nueva
gente, estudiando, reclutando, consiguiendo simpatizantes, y nos
imprimió esa mística, de siempre jalar gente, de estudiar, de analizar,
de saber lo que está pasando en el país y el mundo.
Toyano
intentó en el 68 meterme al partido y él que llegó de Santa Ana, del
Comité Departamental del PCS, de nombre Mariano, que hacía ladrillos,
concluyó luego de hablar conmigo: no está todavía preparado. Costaba
entrar. Fue hasta 1970 que ingrese a una célula. Así era entonces.
Adopte el pseudónimo de Pablo, por la novela La Madre de Máximo Gorki,
que era una obra muy popular en las filas del Partido. Y por amor a mi
mamá…
En la
célula que era lógicamente clandestina estaba un muchacho de nombre
Alirio, que murió combatiendo ya durante la guerra, cayó en Morazán…el
Viejo Hilacha (Hilario) que después fue el Comandante Alejandro de las
FAL de nombre Julio Cesar Castro Ramos, que murió en 1989. A su esposa,
que era también compañera sindicalista, le decían La Pasionaria, porque
era aventada, audaz, no le temía a nada,
era dirigente del Sindicato del Café, de SICAFE. Su nombre era Vilma
Castro. Vive todavía, con un hijo, el otro hijo cayó en la toma de la
subestación eléctrica de Nejapa, sí, claro, en las filas de las FAL…
Estaba el Chele Lunita, estaba Herman Padilla, que murió asesinado, lo
llegaron a sacar de su casa. Estaba el Chino Santiago. El primer
responsable de la célula fue Hilario, luego estuve yo. Hilario era
obrero panificador. Estuvo acompañando a Salvador Cayetano Carpio cuando
este se declaró en huelga de hambre frente a Catedral en 1967. Mi
responsabilidad clandestina era la propaganda. Y en el frente abierto, o
sea en el PAR y luego en el PR-9 de Mayo, la organización, y también la
educación.
En las reuniones periódicamente realizábamos
ejercicios de crítica y autocritica como mecanismos para superar
deficiencias y crecer en la militancia revolucionaria. Una vez
criticaron a un compañero por haber agarrado mi trabajo de propaganda,
pero es que yo se lo había permitido. Nos atendían políticamente de la
Departamental de Santa Ana del PCS.
Hacíamos repartos de
propaganda por la noche en el pueblo, y la policía nunca nos descubría
porque conocíamos sus movimientos, sus horas de entrada y salida y donde
vigilaban. Repartíamos hasta en Trapiche, en Galeano. Hubo un momento
en que se me destacó a la Juventud Comunista y entonces me tocaba pagar
cuota en el Partido, en la Juventud y en el frente abierto.
Y
vendíamos el periódico clandestino del partido llamado La Verdad así
como un periódico abierto Tribuna Popular que después se convirtió en
Voz Popular y ya luego de 1992 en Alternativa. Yo lo pasaba dejando a
colaboradores y simpatizantes.
Como PCS contábamos con cuatro
locales abiertos el de ANDES, el de ATACES, el de SICAFE y el del PR.
SICAFE era de derecha y por medio de nuestro trabajo político logramos
tomarlo. Incluso a su dirigente nacional Fidel Palacios una vez le oí
decir: que estamos colaborando y yo sé quién está detrás de esto. Me
dije para mis adentros ya cayó o ya va caer.
En el local del
frente abierto del partido todas las noches había actividad. Dagoberto
se ponía una su chaqueta estilo militar, color verde olivo, que tenia y
llegaba y nos hablaba de la situación nacional e internacional o nos
leía poesía. Le gustaba leernos El Canto General de Neruda o Patria
Exacta de Escobar Velado. Incluso había gente que llegaba solo para
oírlo a él. Y preguntaba si no lo veía: ¿y el Comandante va venir hoy?
La gente así le decía. Lo importante era que le gente iba tomando
confianza en llegar. Y en esto Dago con su peculiar estilo jugó un papel
destacado. A veces nos visitaba Mario Rivera, que era de Santa Ana y
que hoy es concejal en San Marcos. Éramos muy activos.
Hacíamos venta de yuca frita y sancochada. Entre todos nos bolseábamos
para comprar la yuca y las ganancias eran para el pago del local del
Partido. Quien preparaba la yuca era la esposa de Alfredo Acosta, que
luego fue de la CP del partido. Era mi vecino, vivía a la vuelta de mi
casa, por eso conozco a su hijo Ernesto.
Hacíamos excursiones.
Íbamos al balneario El Salto del Espino. Nos íbamos caminando por la
vía férrea, comiendo marañones y fruta que encontrábamos en el camino,
en los potreros, discutiendo de política, soñando con la revolución.
Hacíamos bailes. Una vez un grupo de jóvenes se nos acercaron a
proponernos realizar un baile en el local y aunque eran reconocidos
marihuanos los aceptamos. Y lo hicimos y llegaron muchos jóvenes. Y
muchos de ellos nos pidieron luego que les diéramos charlas de marxismo,
de teoría política, y dimos unos cursos. Incluso reclutamos a algunos
para la JC. Y dejaron la mota. Y se volvieron cuadros revolucionarios.
Lo que necesitaban era una oportunidad.
Y ya en la JC crearon
el Club Boinas Rojas. Era en respuesta a las Boinas Negras de los
Marines gringos en Vietnam. En cada actividad que realizaban, en cada
fiesta, rifaban un chaleco o una boina roja entre los asistentes. Y era
un honor entre los jóvenes pertenecer a las Boinas Rojas, hacían veladas
culturales, participaban en las Fiestas Patronales, que son del 11 al
16 de agosto.
Y las muchachas no se quedaron atrás y crearon el
Club Femenino Nataly. Por la canción Nataly de los Hermanos Arriaga. Te
acordás. Estaba de moda y va así: la Plaza Roja desierta delante de mi
Nataly, tenía un lindo nombre mi guía…Lo coordinaba Vilma Chafoya (+),
que hizo el curso político junto con Ramiro. Y fue ahí que José Luis
conoció al hoy presidente Lobo, que estaba ahí por el PCH.
En las veladas también se presentaban sociodramas. Me acuerdo de uno que
con la música de El Cóndor pasa, describía la lucha por la tierra del
campesino andino que al final quedaba muerto. Era un final triste.
Presentaron también La Danza Macabra, en la que había un ataúd en el
escenario. Los jóvenes habían creado el Grupo Obrero de Teatro. Y la
Profesora Aida de Jaime los dirigía.
Una vez fíjate que
realizamos una asamblea abierta del Partido con presencia de
simpatizantes y amigos. Llegó Nicolás Ruano, de oficio zapatero, viejo
militante del partido que por su edad ya no estaba activo, pero
cotizaba. Sindicalista de los años 40-50. La hicimos debajo de un palo
de amate. Todo el PC y toda la JC.
Llegó René Montufar.
Guatemalteco, panificador. Ahí llegaba chiquito a comprar pan Dagoberto
para la tienda de su mama y se quedaba escuchando las discusiones sobre
política y literatura. Ahí se reunía un círculo de poetas. Y declamaban
poemas. Y llegaban personajes que empezaban a hablar de política. Llegó
Pedro Molina. Reparador de radios y todo tipo de artefactos
electrónicos. El por su militancia política había sufrido exilios,
cárceles, vapuleadas. Ya murió. Estuvo también si mal no recuerdo
Alfredo Acosta.
Una de esas noches anunciaron que había
estallado la huelga de IMACASA en Santa Ana y que no podíamos dejarlos
solos. Que había que ir a hacerles la noche mientras ellos reposaban.
Fuimos y al llegar nos recibieron con café y pan. Había un espíritu de
solidaridad y de confianza en la victoria muy fuerte.
Me
acuerdo que acompañamos la huelga de IMACASA en Santa Ana, que fue
después de la huelga de Acero en Zacatecoluca. Había un camarada del
Partido que era locutor de la radio YSDR y por las noches llegaba a
apoyar la huelga. Ahí nos formamos políticamente al calor de la
solidaridad proletaria.
No dormíamos nos la pasábamos
platicando, discutiendo, haciendo propuestas. Era un intercambio
político impresionante. Era una escuela práctica de educación marxista,
de economía política. Incluso nos enseñaron el proceso técnico
productivo para elaborar un corvo. También llegaba Dago y lo
escuchábamos, era del PCS el que más llegaba.
Solidaridad con ANDES 21 de Junio
Para la huelga de ANDES del 71 junto con Alirio hicimos muchas
actividades, organizamos una actividad de solidaridad, junto con la
célula que había en el Cantón San Juan Chiquito, pusimos una manta de
apoyo y llevamos maíz y frijoles cultivado por ellos, a los maestros que
en la escuela estaban en huelga. Y organizamos una colecta, la gente
daba dinero y galletas, jugos, para
demostrar su respaldo. Y esta actividad la realizamos acompañados por
orejas y policías que siempre se nos juntaban en las actividades
públicas. Alirio se llamaba José Alfredo Vallecillos. Y ya en la guerra
anduvo con Schafik en Morazán.
Una tarde nos enteramos que un
día antes en San Salvador habían reprimido a los maestros en huelga y
que incluso la secretaria general de ANDES, Melida Anaya Montes, había
sido sacada violentamente de la Asamblea Legislativa. Decidimos como
Partido realizar una manifestación el día siguiente de apoyo a los
maestros que habían sido reprimidos. Durante todo el día pasamos
convocando.
A Alirio lo controlaron y lo detuvieron en tres
ocasiones para interrogarlo y saber en qué vueltas andábamos. Y por eso
mejor le aconsejamos que mejor se fuera para su casa a dormir porque lo
tenían controlado. Alirio obedece y se va. Dago nos acompañó durante la
mañana en la convocatoria pero en la tarde se fue para Santa Ana con el
compromiso de regresar en la noche para la manifestación y para hablar
en el mitin.
Al comenzar la manifestación un policía de
apellido Pimentel se quita la chumpa y comienza a disparar y una
muchacha de AES llamada Corina Padilla le grita en su cara: chucho,
chucho. Y un Guardia se va con el G3 y le deja ir el culatazo en la
cadera, el fusil se le cae y ella le pone el pie y se arma el
zafarrancho. Hilario jala a la muchacha. El Guardia recupera su fusil.
Y una parte de la manifestación se va a refugiar a la Casa del
Maestro, alrededor de 200 personas, entre esos la dirección local de
AES, de los sindicatos y del UDN. Todos están adentro. Y mujeres del
mercado con sus cantaros de barro con agua. Solo Dago y Alirio están
afuera. Vilma Chafoya también está afuera. Perdemos comunicación.
Adentro pensábamos que la gente se había retirado atemorizada por los
disparos. Nos habían rodeado y estaban los guardias y policías tirando
piedras y quebrando los vidrios del local amenazando con ingresar. Y nos
gritaban que saliéramos voluntariamente para evitar derramamiento de
sangre. En Santa Ana y en San Salvador no se sabía lo que aquí pasaba.
El que dirigía la operación era el coronel Payes padre. Nos refugiamos
como a las 4 de la tarde y eran las 9 de la noche. Pensamientos tristes y
derrotistas me atravesaban la mente. Reflexionaba: ¿Cómo es posible que
hubiera tanta participación en la marcha y hoy nos dejan aquí?
Concluía: no hay respuesta popular, estamos derrotados, el pueblo nos
da la espalda, el pueblo no responde, nos abandona…
Lo que no
sabíamos era que el cerco de los chuchos sobre nosotros estaba
acompañado por un cerco mayor, el de la gente, ellos estaban cercados a
la vez por centenares de gente, que los amenazaba, que les gritaba
aunque no la oíamos, que nunca nos abandonaron, que siempre estuvieron
presentes aunque no los alcanzábamos a ver. Ahí se mantuvieron siempre. Y
así como a nosotros nos tiraban piedras los chuchos a ellos también
les tiraban. Fue una gran lección de mi vida…que la gente siempre
acompaña a los que luchan, que hay que confiar en la gente.
La gente estaba afuera. Y también nuestros compañeros. Incluso alguna
gente armada nuestra, con sus pistolitas para lo que fuera necesario.
Vilma, Alirio y Dagoberto dirigían desde afuera. Tenían todas las
bocacalles cubiertas con gente pendientes que no fueran a sacarnos y
capturarnos. En determinado momento, Dagoberto se fue a buscar a los
curas de la Iglesia del Calvario para que mediaran y se hicieran
presentes.
La Guardia Nacional no podía penetrar al local
aunque ya habían roto la puerta de entrada. Al llegar los curas
preguntaron a los guardias: ¿que ha pasado aquí? Ellos responden: aquí
no ha pasado nada. Pero los autorizan a entrar. Empezamos adentro a
cantar el Himno Nacional y el himno de ANDES. Habíamos roto el cerco.
Entran los curas al local y nos explican que la Guardia pone como
condición para dejarnos salir que no realicemos la marcha. Les
respondemos: hay que preguntarle al pueblo que decide. Y salen y ellos
mismos convocan a la gente. La GN retrocede ante la combatividad popular
y les permite llegar hacia nosotros. Hacemos ahí una concentración.
Estamos de nuevo juntos, la gente y su partido.
Habla
Dagoberto y les explica que los curas negociaron y la condición de los
militares es que no hagamos la manifestación. Se decide realizar ahí un
mitin y la gente se queda, es ya casi medianoche y la gente se queda
escuchando las razones de la marcha. Luego se van para sus casas, todos y
todas. La gente nos había rescatado…Ese día de lucha fue el resultado
de la acumulación histórica del trabajo revolucionario en el que
Victoriano de ATACES jugó un papel destacado.
Al llegar a mi
casa y cerrar la puerta escucho a mi abuela rezando: Señor, te pido que
los protejas, no permitas que les hagan ningún daño, ellos tienen la
razón, es de ellos la justicia. Que bien me digo y me prometo no volver a
levantar barreras ideológicas y trabajar políticamente con mi abuela.
Y lo hice y mi casa se convirtió en un cuartel con mi abuela siempre
vigilando, colaborando: mirá no dejes este libro aquí, mira esta
propaganda te la voy a guardar, mirá te vino a buscar fulano y te dejo
esto… Comprendí que lo del ateísmo mal entendido de muchos comunistas no
ayudaba a la revolución. En un hoyo de la casa tenía mi bien
aprovisionada biblioteca marxista, que al irme del país se la deje a mi
hermano Salvador Solís.
La marcha con antorchas
En
una ocasión decidimos salir en marcha por la noche con antorchas.
Siempre en solidaridad con la huelga de los maestros. La hicimos y
llenamos el parque del pueblo con antorchas. Estábamos en el parque en
lo mejor del mitin cuando observamos que apareció una camionada de
soldados que apuntando sus fusiles venían en nuestra dirección. No eran
del pueblo y seguramente los habían llamado en respuesta a nuestra
marcha. Estaban preocupados por nuestra reacción. Empezamos a discutir
que hacer.
Unos eran de la opinión que había que huir por los
tejados y otros que quedarse. -¡Hay que salir, van a matar a la gente! –
¡Hagámosle huevo! Al final decidimos consultar con la gente que ahí
estaba reunida. La respuesta unánime fue: Hay que salir, pero
ordenadamente. Y lo hacemos ante la mirada sorprendida de los soldados
que se habían apostado a prudente distancia. Nos dirigimos en masa de
nuevo hacia la Casa del Maestro.
Por
radio bemba se difundió la noticia en el pueblo que estábamos cercados
así que toda la gente estaba preocupada y pendiente del desenlace porque
más de algún familiar estaba en los manifestantes. En la Casa del
Maestro estábamos el grueso del Partido, si del Partido Comunista. O sea
la dirigencia de ATACES, SICAFE, AES, lo que quedaba del PR, ANDES,
UDN, los camaradas de San Juan Chiquito, e incluso gente del PDC que nos acompañaba en la UNO y se habían sumado a la marcha.
Me acuerdo que estaban Chano, o sea el Viejo Feliciano, Carlos
González, Porfirio Barrera, Jesús Agreda que luego fue de la Comisión
militar del PCS, Abel, que llego a teniente en las FAL, Oti, el sargento
Orlando de las FAL, Melquin, que fue de las Fuerzas especiales, el
hermano de Jordán. Gabino, que viene de San Juan Chiquito. Y Javier.
Y estaba la mamá de la Seca Adriana ¿la conoces? que era dirigente
sindical de SICAFE y que la llegaron a capturar a su casa a las 3 de la
tarde, en pleno día, y la desaparecieron y al llegar mataron, lo
cuetearon al papa de la Adriana que se les opuso y a una hermana que
tenia se la llevaron también… nunca aparecieron.
Estaba un
joven de apellido Sigüenza que era el principal dirigente de AES y le
decían Tripa. Vivía y militaba en una célula del barrio Chinquis, que
era un sector de gente conservadora, comerciante, vinculada en su
mayoría al PCN. Estaba Lachi, Lázaro Arias, hermano de Salvador Arias,
el del Trompudo que vive en Canadá y claro no es el economista del mismo
nombre. Estaba Carmen Mercedes, la famosa Camenche, que era la esposa
de Sigüenza.
No te he contado que el local del Partido estaba
a la par de mi casa, solo salía y llegaba. Y presencie sorprendido al
principio como solo se quitaba el rotulo del PAR y se ponía uno nuevo,
el del PR, y se quitaba este y se ponía el del MNR, el partido de
Melitón Barba y de Manuel Ungo, y terminamos con el del UDN. Pero la
gente no se equivocaba porque nos conocía y sabía que éramos los mismos,
las mismas caras y los mismos ideales de justicia. La misma mica con
diferente nombre.
Desde la campaña de Fabio Castillo, desde la
primera huelga de ANDES, en cada una de estas coyunturas nos quedaba
ganancia, gente nueva que se sumaba a la lucha, a la que había que
preparar. Esa era nuestra ganancia, nuestro tesoro, íbamos creciendo con
la gente que se incorporaba en cada jornada de lucha, ganábamos en
experiencia, en militancia.
Quedaban muchos cuadros nuevos y
también hay que decirlo muchos nuevos policías vigilándonos, tratando de
amedrentarnos. Chequeando nuestros movimientos, nos conocían y nosotros
a ellos. Habíamos perdido el miedo y ellos lo sabían. Aprovechábamos
nuestra legalidad para organizar y para educar políticamente al pueblo. Y
estábamos pendientes de lo que pasaba en San Salvador…
Rumbo a la URSS
Salí de bachiller en 1970 y en el 72 ingrese a la U. Viajaba para Santa
Ana. Pero antes de ingresar a la U aprendí el oficio de mecánico dental
para ganarme mis centavos. Estando en la U estudiando Medicina fui
seleccionado por el Partido para ir a estudiar a la Unión Soviética.
Nos fuimos el 31 de agosto de 1973. Me acuerdo que fue Américo Araujo el
que nos hizo el examen psicológico. El recién regresaba de allá.
Me acuerdo que el día que nos fuimos ya en el aeropuerto, era el
Aeropuerto antiguo de Ilopango, estaba en el baño cuando me sorprende
oír por los megáfonos una voz femenina que decía: se les hace un llamado
a los estudiantes del Partido Comunista que van a estudiar a la Unión
Soviética a que se presenten a Migración… Y se suponía que éramos e
íbamos clandestinos. De la aflicción no me pude ni subir el zipper y así
me fui hasta Europa.
El primer trayecto aéreo fue hasta
Panamá. Íbamos doce becados. Entre estos Erlinda y Anabel Handal, Luis
Díaz Herodier, Yuquita (de Ahuachapán); Jordan, Noisy, Ernesto Lemus
Abarca (de Atiquizaya), El Ratón o sea Freddy Orlando Orellana, el
hermano de Rolando. Mauricio Castro (Trapito) de Santa Ana, de Metapan,
especialista en la imitación de acentos de otros países, etc. Y se me
olvidaba, José Luís Gálvez Trejo, Tenguereche, que asumió la
coordinación de hecho del grupo. Y lo hizo muy bien.
Cuando
estábamos en el aeropuerto de Panamá llego Schafik a despedirnos.
Segunda estación fue Venezuela. Ahí el avión se retraso porque alguien
había comprado todos los boletos. Tuvimos que quedarnos una semana en
Caracas pero la compañía aérea nos pago, todo hotel, comidas. Visitamos
la U. A la semana partimos para Roma, Italia.
Nos hospedamos
para variar en la pensión Roma y sentíamos la presencia no muy discreta
de los carabineros. Fuimos a la embajada Rusa y nos ayudaron porque ya
casi no teníamos dinero. Con esa plata me acuerdo que compramos una
cámara fotográfica rusa a iniciativa de Trejo. Para que sirviera –dijo-
al Partido aquí en El Salvador. El 11 de septiembre de 1973, estábamos
aterrizando en Moscú. Ahí los traductores nos informaron del golpe de
estado en Chile. Allende había muerto. Nos sentimos muy tristes. En todo
este tiempo no habíamos visto noticias.
Nos hospedan en el
Hotel Rossía en el centro de Moscú. El primer año consistiría en el
aprendizaje del idioma y en particular de los vocablos de las materias
seleccionadas. Yo iba a estudiar Medicina. Después me decidí por Técnico
en Enfermería para poder regresar más rápido.
Intuía ya desde
entonces que la guerra iba a estallar…me decía: se ganaron las
elecciones del 72, que camino nos queda más que ese, y ya la gente va
entendiendo, es un proceso que inicia con la huelga de Acero en 1967, la
huelga magisterial del 68, la creación de la UNO; hay un proceso de
acumulación y de aquí no nos van a parar…era lo que pensaba en aquellos
inviernos fríos.
Quería regresarme rápido porque estaba seguro
que la insurrección venía, en esa época pensábamos en insurrección y no
en guerra. A nadie se le hubiera ocurrido que iba a ser una larga
guerra de doce años. Y es que no estar aquí en el país era perdérselo
todo y si me había metido en todo esto era por algo, por ese momento de
definiciones…y por eso preferí la carrera de Técnico en Enfermería y no
Medicina. O sea un paramédico, los que trabajan a la par de los
médicos.
En 1974 llego el segundo grupo de becarios. Venían
Rafael Ramírez, el Niño o sea Carlos Alberto Flores, Julio Clímaco, que
estudio Pediatría, Rogelio, Edgardo Grande, Nelson García, conocido como
Lenincito por calvo y barbita de chivo.
A Lenincito le
gustaba hablar y en las reuniones de partido luego de discutir la
situación del país por una hora decía: yo tengo algo que agregar. Y eso
significaba escucharlo otra hora. Por eso teníamos roces. ¿Y por qué no
hablaste antes? Le decía. Me acuerdo que un domingo había reunión de
Partido y luego de AES, Asociación de Estudiantes Salvadoreños, pero ese
mismo domingo se presentaba por primera vez Santana en la Plaza de la
revolución y todos decidimos ir a ver a Santana y no hubo reunión.
Y
Lenincito se moría de la cólera por estas que calificaba como actitudes
liberales. Y a mí me acusaba. Te acordas que era el tiempo de los
hippies. Nos pasaba preguntando que como veíamos la situación en la URSS
para luego acusarnos. Y de indisciplinado paso a acusarme de
antisoviético, cuando la mayoría de mis amistades eran rusos del
Komsomol.
En realidad pude hacerme una idea tanto de las fortalezas
como de las debilidades del socialismo soviético. Y es que como hablaba
ruso trabaje en varias fábricas. Me relacione con el proletariado ruso.
Estuve en una fábrica de productos eléctricos. Me tocaba meter unos
cañitos en unos cables que usan en los tendidos en los postes. Y mis
compañeros rusos me invitaban a fumar en horas no autorizadas. Y todo
esto me hacia reflexionar.
Me impactaba, porque uno llega con
un gran idealismo a la patria del socialismo. Estuve también en un
koljoz. Y una vez me dieron la tarea de construir un comedero para
vacas. Y yo me puse a poner estacas para medir. Y mi amigo ruso Kostia
las fue a quitar. Le pregunte porque y me respondió que no me
preocupara. Quedo mal hecho. Aquí son vacas las que van a vivir y comer
que no te interese me explico justificando su actitud.
Lo que
más me sorprendió es que llego un ingeniero y al ver el trabajo dijo:
muy buen trabajo. Kostia se me quedo viendo para asegurarse que
comprendía el mensaje. Había un acuerdo tácito de no complicarse la
vida. Incluso a veces se robaba y la dirigencia del sindicato lo sabía.
Todo esto me daba mucha tristeza y desconsuelo.
Una vez me
invitaron a una reunión del Komsomol. No puedo les dije no soy ruso. Sos
casi ruso me respondieron. Se trataba de una clase que reciben de
Entrenamiento Militar que es exclusiva para rusos y no la reciben los
estudiantes extranjeros. Es obligatoria para los estudiantes rusos.
Llegue y me senté. El instructor ya mayor se me quedo viendo y me dijo:
yo a usted lo he visto, no es usted salvadoreño. Usted no puede estar
presente aquí. Usted entiende. Mis amigos se levantaron y alegaron que
yo pertenecía al PCS. El profesor se mantuvo firme. Ante esto yo dije:
me voy, entiendo. Los del Komsomol, mis amigos, querían que me
invitaran a sus reuniones internas.
Existe en la educación
soviética lo que se llama el Zachot, que es una especie de prueba previa
a un examen. Es como un examen parcial y te lo hacen para todo, y esto
te hace estudiar, te crea una disciplina de estudio, y te facilitan
bibliotecas y hay instructores permanentes a tu disposición. Y hasta en
el Komsomol hay zachot.
Es como una sesión de crítica y
autocritica. De evaluación. Revisan a sus miembros, sus valores,
firmeza, conducta. Y una vez me invitaron y fui. Estaban evaluando la
conducta de una muchacha que era la responsable del trabajo con
estudiantes extranjeros. Al enterarme del punto de agenda me sentí un
poco como utilizado.
Yo sabía que su trabajo era deficiente. Y
en determinado momento, como lo temía, solicitaron mi opinión. Habla
vos, salvadoreño. Que decís. Y me pare y exprese: disculpen ella es mi
amiga, pero no puedo hablar bien de ella porque como comunista no puedo
mentir. No cumple con sus tareas. Ojala mejore su actitud en el futuro.
Me preguntaron: ¿la preparación política aquí la adquirió? Respondí: No,
la traigo de mi país.
Me gradué con el diploma leninista
Y fíjate que en mis estudios logre el diploma rojo, el llamado diploma
leninista. En 3 años. Luego de graduarme estaba feliz de poder
regresar.
Pero el Ministerio de Educación soviético consulto con
Daniel Castaneda, dirigente del PCS que estaba por esos días en Moscú, y
al saber mis notas opinó que era mejor que me quedara y continuara
estudiando, que no regresara por el momento. Haciendo de tripas
corazones respondí: si el Partido me lo pide es para mí un honor.
Y no regrese a la patria. Y entonces a estudiar Medicina General. Ya
tenía una base general, hablaba ruso, conocía de anatomía, conocía
latín, esto me daba ventajas. Pero ya a mediados de 1979 empecé a puyar
para regresar al país. Que cagada iba a ser no estar allá cuando
estallara la insurrección. Y nos decíamos con otros compañeros: si no
nos dan el permiso ni el pasaje, trabajemos y nos vamos por nuestra
propia cuenta.
Durante todo el 79 realizamos actividades de
solidaridad, recogimos plata. Presentamos la obra de Heriberto Montano
sobre el 32 llamada La Cantata de Luz y Lucha. Heriberto había llegado
antes de nosotros pero vivía en Moscú. Me acuerdo que Rolando, de nombre
Saúl, y representante del Partido en la URSS, llegó de Moscú y nos
pregunto riéndose delante de él: Y ustedes conocen o han leído al famoso
poeta Heriberto Montano. Y respondimos al unísono: no, no lo conocemos.
Y él riéndose dijo: pues este es. Logramos conseguir el
principal teatro de la ciudad para la presentación de la obra que era
música de Herodier y poesía de Montano. Hicimos un afiche. Incluso como
buenos guanacos, decidimos hacer artesanías para vender. Hicimos unas
cumas de madera y luego las pintamos, una cumita folklórica, y también
un tecomatillo a lo UDN. Y aunque era prohibido los soviéticos nos
autorizaron a realizar una rifa.
La actividad fue todo un
éxito. Y en la velada también se presentó Alberto Celarie y la versión
rusa del Grupo Mahu Cuta que estaba integrado por un boliviano, un
israelita, un salvadoreño y hasta tenían arpa. Gustó tanto que los rusos
que son muy apagados se levantaron de sus asientos para gritar y
aplaudir. A la entrada del teatro se colocó una pancarta en ruso que
decía: Solidaridad con El Salvador.
Y hasta recogimos plata
fuera del teatro. Algunos amigos se sorprendían y nos decían: son buenos
para sacar la plata. Solo nos faltó hacer pupusas y panes con pavo. Y
recogimos mucha plata que ahí mismo fue entregada por un viejito ruso
veterano de guerra, de la lucha antifascista a un representante del
Partido, a Mario Aguiñada, para la lucha en El Salvador.
Al
final logramos que en la universidad nos dieran un año de permiso
académico así como el permiso político aunque ya no regresamos, nos
quedamos peleando durante toda la guerra. Pero la condición para
regresar fue la de recibir adiestramiento militar.
Y surgen
los primeros 29 que se vienen, que fueron luego llamados Los Esquimales.
Te los menciono y ojala no me falle la memoria: Julio Climaco, Schafik
Hijo, Deisy Cheines, Mónica, Noisy, Ramón, Edgardo Grande, Rogelio
Guerra, Roberto Lorenzana, Benito Lara, Rolando El Menfis que estudiaba
en Kiev, Edgardo Mira, El Viga o sea Carlos Castaneda que es de
Chalchuapa, capitán Raúl o sea El Oso, que había hecho la platada aquí y
esto le favorecía en lo militar, Luis Gálvez de la UES, Nelson García o
sea Lenincito, que cayó, Jonathan que fue jefe en Chalatenango. Y
Mauricio El Solido. Y también El Chele Gerardo de Atiquizaya y su
hermano Toño. Me faltaron nueve. Luego me recuerdo.
En
las vísperas de venirnos me encontré con Lenincito y me dijo con su tono
agresivo: ya sabes que nos vamos. Y me espetó así como sos de
indisciplinado no sé quien aprobó que vos vayas. Le respondí que
cuestionara mi ida Y me respondió: Ya está aprobado. Pero me amenazo
diciéndome:: allá con un error que hagás yo te mando a fusilar…Y le
respondí: mira hijo… si cometo un error te voy a buscar primero y soy yo el que te va meter un tiro en la frente.
Salimos en tren de Moscú a Crimea. Iba platicando tranquilamente con
Schafik y pendiente, oyendo la conversación entre el Menfis y Lenincito…
El entrenamiento consistía en aprendizaje de uso de armas, bajar y
subir colinas, etc. La premisa es que eran colinas similares a las
nuestras. La apuesta era estar en el terreno antes de la ofensiva de
enero de 1981. Pero nos atrasamos y salimos el mero día 11 de enero de
Moscú hacia La Habana. Y de la Habana directo hacia Managua.
Los esquimales llegan a Managua
Cuando llegamos al sitio donde nos íbamos a quedar en Managua fue un
célebre e inolvidable acontecimiento. Llevábamos viajando más de
veinticuatro horas desde Moscú y estábamos cansados y además nuestro
atuendo era muy llamativo en los trópicos: sombrero, corbata, saco y
abrigo de invierno moscovita.
Al vernos llegar los que estaban
ahí y que era el Grupo que había entrenado en Cuba, alrededor de 400
salvadoreños gritaron en la más clásica jodarria guanaca: ¡viene la
burguesía roja! ¡Llegó la tandona! ¡Llegaron Los Esquimales! Y este
ultimo apelativo cobró notoriedad para futuro. Nos habían bautizado los
que se autollamaban Los Mambises, por el origen caribeño de su
entrenamiento.
Estaban ahí 400 hombres y mujeres de las
cuatro familias restantes: FPL, ERP, RN y PRTC. Y toda la imagen idílica
que había cultivado fuera del país de los combatientes salvadoreños se
vino abajo. Había un fuerte sector de lumpen que había sobrevivido el
entrenamiento cubano. Imagínate la situación, viviendo juntos luego de
diez años de estar políticamente separados.
Imagínate la
desconfianza, los rencores, los prejuicios. Y no solo eso, se necesitaba
realizar trabajo ideológico intenso porque eran frecuentes el uso de
marihuana, de drogas, se robaban la medicina, etc. Mucho lumpen. De esos
400 si he visto un 25 por ciento ya en el frente es mucho. No sé que se
hicieron. De los 29 que éramos nosotros, de dos en dos nos fuimos
regresando a la patria.
El sitio era la casa de un antiguo
coronel somocista. Una gran hacienda en las afueras de Managua.
Estábamos armados porque a veces la Contra pasaba disparando. Imagínate
teníamos armas todos. Y con tantos fanáticos sueltos suerte fue que las
discusiones no terminaran en una balacera con resultados lamentables.
Había cinco responsables políticos de la casa.
El nuestro de
las FAL era Alberto. De las RN era un medico, Guillermo. Vivimos ahí
seis largos e interminables meses, de enero a junio de 1981. Fíjate que
cada día era la comida preparada por una fuerza diferente, nos
dividíamos las tareas de comida, limpieza, seguridad. Una vez me acuerdo
casi botaron nuestra comida y alegaban: ¿qué mierda es esta que han
cocinado? ¿Nos quieren envenenar? Y se armó la crisis por la comida.
Tuvieron que intervenir los responsables políticos.
Otra vez
el lío estalló en la posta. Era nuestro turno y un contingente de las RN
decidieron tomarse el puesto por asalto, y venían avanzando
camuflajeados cuando los detectamos. Fabricio, que era un camarada
venezolano del PCV los detectó y les conminó a retirarse. Les grito:
deténganse y si no contestan el santo y seña voy a disparar.
Y
siguieron avanzando. Y Fabricio entonces disparó al aire. Y se le
abalanzaron y se armó el relajo…la gente de la RN quería desarmarlo y lo
acusaban de haber tirado sobre la gente, pedían que lo entregáramos o
que iban a venir por él, amenazantes. Llego Alberto, nuestro responsable
y otra gente, entre estos Miguel Claros, El Cebolla. Se armó una
discusión con Jonathan, Mira y Claros que mantuvieron posición de por
ningún motivo entregar al compañero Fabricio.
La crisis inició
a las 9 de la noche y eran las 2 de la mañana y no concluía. A esas
horas comenzaron a llegar los responsables, el médico Guillermo de las
RN y una mujer que era la responsable de las FPL. Incluso llegó Rolando,
nuestro responsable en la URSS que se había quedado en Nicaragua. Al
final las aguas se apaciguaron y nos fuimos todos a dormir.
Fíjate que a nosotros, a Carlos Castaneda y a mí, nos llamaban
frecuentemente la atención la dirección del Partido: ustedes pasan mucho
tiempo con otras familias. Y era porque manteníamos relaciones muy
cercanas con camaradas de las otras organizaciones. Mira, Lenincito y
hasta Lorenzana nos reclamaban por esto. ¿Sigfrido? Llegó un año
después, en 1982.
Y es que Carlos hoy Vicecanciller es
dicharachero, amable y compartía. Es de esta época que nos bautizan a él
como El Viga y a mí como El Sólido por nuestra forma de ser. Es la
gente de las otras organizaciones la que nos bautiza. En mi caso no es
por la musculatura. En esta casa junto con Clímaco nos encargábamos de
los primeros auxilios.
Con el tiempo los roces entre las
diferentes fuerzas viviendo juntas fueron desapareciendo. Fíjate que la
idea inicial con todo ese marón era la de entrar en desembarco tipo
Granma. Entrar de noche por mar. Quizás por Jucuaran. Pero nunca se
materializó esta idea.
Rumbo a El Salvador, rumbo a la guerra
Y después de seis meses viaje de Managua a Costa Rica y luego en avión
a Guatemala para entrar al país por tierra en parejas, con papeles
falsos. Salí de Nicaragua el 1 de mayo. Mi pareja fue Luisito, de
pseudónimo Juan José, el hijo del capitán Ulises. Eran dos hermanos,
Luisito y José, conocido como Chispa. También tenían una hermana, la
Vicky, que cayó combatiendo como sus hermanos. No tuvimos problemas en
pasar la frontera, aunque si nos detenían, íbamos a fingir no
conocernos. Y nos dirigimos ya en San Salvador a la casa de Luis, en
la Zacamil, donde vivían sus papas.
Después se decidió que nos
fuéramos a otra casa en Mejicanos. La Niña Esperanza, esposa de Ulises,
y que murió hace poco, era la que nos cocinaba a todos los de la casa,
que gradualmente se iba llenando. Luego Ulises salió a incorporarse a
los Cerros de San Pedro, en San Vicente. Después regrese a la Zacamil
de donde salí en ese mes de junio para Chalatenango.
Al llegar
al frente en Chalate yo esperaba ver a batallones guerrilleros y me
encuentro con un grupo de las FAL entre 15 y 18, mal armado, con
antiguas carabinas y armamento artesanal, bombas hechizas llamadas jugos
y tamales. El responsable era Moisés. Y luego fue Fernando, que se
llamaba Víctor Mejía. Tenía pinta de militar, se manejaba como militar,
caminaba como militar y era buen organizador, y muy querido por nuestros
combatientes, que le decían con una mescla de cariño y respeto:
comandante.
Entre
la exigua tropa de las FAL se encontraba Germán Refuerzo, de nombre
Eduardo Hernández, que ingresó a la zona en el 81. Llegaba Toño el
hermano de Gerardo. Oscar conocido como Pocascachas; habían dos de
Chalchuapa: Gabino, originario de San Juan Chiquito y Javier. El Chino
Ramón que fue de los primeros jefes de las Fuerzas Especiales, Rolando,
que era el explosivista.
Estaba Roberto, lugareño
que luego fue seguridad de Schafik. Su hermana Laura que se llamaba
Marta, que era jefa de escuadra; Mides que se llamaba Roberto; Mauricio,
que cuando cae adopte su nombre como pseudónimo; Lalito, que venía de
las FPL y que llego huyendo y vinieron a capturarlo, pero se logró que
se quedara con nosotros. Otro lugareño y quizás la razón del
emplazamiento en esta zona era El Prautico, miliciano que vivía a dos
casas del campamento.
Era hermano de Omar. Estaba también
Freddy El Comando; que se formó militarmente en Chalate y que cuando se
forma la FES (Fuerzas Especiales) es de los primeros en ingresar. Esta
también Macarela, camarada histórico, con altos niveles de combatividad y
una alta moral, todo un ejemplo, es de la zona de La Laguna. Otro es
Chacón.
Y esta Edwin, hermano de Werner, hijo del profesor
Ayala. Estaba Kramer, hijo del dirigente histórico obrero del PCS, Julio
Cesar Castro Belloso. Estaba El Gato Baleado, que salió de la zona y se
incorporó a Guazapa. Betty, que era hija de Cachito, el más viejo de
nuestros milicianos. Romeo, de San Juan Chiquito, fue el novio de la
Betty desde Chalate hasta que se casan en Guazapa.
Estaba
Silvia La Chalateca. Tania, que era una mulata esbelta, usaba afro, y
era hija del famoso portero de la selección nacional, Raúl Araña Magaña.
Estudiaba en la URSS y se vino a combatir. Estaba Joaquín, que era un
medico chapín, supongo del PGT. Y mirá, el conoció a Byron, deberías de
entrevistarlo.
Contaban una anécdota de esos momentos
iniciales de creación del campamento, que cuando se enteraron del
campamento llegaron de las FPL y se llevaron a todos los de la FAL
reclutados. Y al llegar Moisés que era el responsable se fue a hablar
con Netón, el responsable de las F del lugar. Y los logró rescatar.
Entre los rescatados estaba Maribel, la hija de Marlene, que era la
jefa de cocina y de Otilio, que era miliciano. Esta era parte de la
numerosa familia Orellana. Había otra familia también grande. Y aunque
había diferencias económicas entre ellas estaban unidas por la guerra.
Estaban también Joaquín y Roberto, hermanos de Laura e hijos del
Prautico. Un hijo del Prautico adoptó luego el pseudónimo de Byron, en
ese entonces estaba muy joven y era correo nuestro.
Gonzalo y
Freddy se las ingeniaban para ir a comprar al lado de Honduras de la
frontera, llevaban mulas. El primer jefe de este campamento de las FAL
en Chalate fue un guatemalteco de pseudónimo Byron.
En esa
época, mediados de 1981, las FAL tenía tres campamentos: Cerros de San
Pedro, Guazapa (Palo Grande y La Fuente) y el Caserío El Caraguito,
cantón El Jícaro, municipio de Las Vueltas, en el departamento de
Chalatenango.
Entre los que se vinieron de la URSS a combatir y
cayeron estaba Rafael Ramírez, Federico, le faltaba un año para
terminar la carrera de medicina, a los dos meses cayó, dejo una esposa
rusa y sus dos hijas. Julio Clímaco, de Guadalupe, que había sido
dirigente local de AES y fue estudiante en Leningrado, le dieron en las
FAL el grado de capitán postmorten, fue jefe en Jucuaran antes de caer.
Carlos Alberto Flores, que lo capturan haciendo pantalones verde olivo
para los combatientes de las FAL…había sido sastre. Edgardo Grande,
Tamerlan, que fue el primer esposo de Norma Guevara y cayó combatiendo
en Occidente.
(Continuara)
Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
Fraternalmente, Trovador
domingo, 12 de mayo de 2013
Minería a cielo abierto: Famatina
Documental que trasciende el hecho artístico porque su propósito es defender la vida ya que narra la lucha de los pobladores de Famatina y Chilecito, en la provincia de La Rioja, para impedir la instalación de una mina a cielo abierto en el Nevado del Famatina.
Lucha que comenzó en abril de 2006 cuando los mismos pobladores se enteraron de la intención de la empresa multinacional Barrick Gold de extraer oro del cerro con una metodología que utiliza grandes cantidades de cianuro para separar el oro de la roca y cien millones de litros de agua por día son devueltos a su curso, contaminada, ocasionando la muerte de plantas, animales y personas.
Esta empresa, que cuenta con la protección y el apoyo del Estado Nacional gracias a las leyes de minería sancionadas durante la presidencia de Menem, ya ha ocasionado la devastación y ruina en la provincia de Catamarca y pretende seguir el saqueo de los bienes de todos para beneficio de unos pocos países ricos.
Lucha que comenzó en abril de 2006 cuando los mismos pobladores se enteraron de la intención de la empresa multinacional Barrick Gold de extraer oro del cerro con una metodología que utiliza grandes cantidades de cianuro para separar el oro de la roca y cien millones de litros de agua por día son devueltos a su curso, contaminada, ocasionando la muerte de plantas, animales y personas.
Esta empresa, que cuenta con la protección y el apoyo del Estado Nacional gracias a las leyes de minería sancionadas durante la presidencia de Menem, ya ha ocasionado la devastación y ruina en la provincia de Catamarca y pretende seguir el saqueo de los bienes de todos para beneficio de unos pocos países ricos.
Una sentencia que afecta el alma y el corazón del pueblo guatemalteco
Mariano González.
“La sentencia” dijo Efraín Ríos Montt “es un show internacional que afecta el alma y el corazón del pueblo guatemalteco”, después que ser declarado culpable por los delitos de genocidio y deberes contra la humanidad, por el tribunal A de alto impacto presidido por la jueza Yazmín Barrios.
Después de tanto tiempo, Ríos Montt sigue sin aprender nada.
Porque lo que realmente afectó el “alma y corazón” del pueblo guatemalteco sucedió hace 30 años: las miles de muertes, desapariciones, violaciones y demás delitos cometidos contra los cuerpos sufrientes de los indígenas guatemaltecos.
La extensa y sistemática represión llevada a cabo por el ejército guatemalteco encabezada por Ríos Montt (pero también por otros que han de empezar a sentir miedo) se dirigió contra todos aquellos que fueron considerados parte del “enemigo interno” por la Doctrina de Seguridad Nacional y que, en un sentido profundo, ponían en cuestionamiento el sistema imperante por sus prácticas solidarias y no integrables a la reproducción del mismo.
Fue en ese momento en que se afectó seriamente el alma y el corazón del pueblo guatemalteco o más bien, su encarnación en hombres, mujeres y niños (sobre todo indígenas, sobre todo pobres) que fueron salvajemente asesinados, lo que entre otras cosas, reforzó una fractura extensa del tejido social.
Sin embargo, inadvertidamente y contra sus intenciones, Ríos Montt tiene razón. El juicio y la condena ponen en primer plano las divisiones y contradicciones que conforman el país. Contribuye a desmontar los mitos que se han querido imponer respecto a que “todos somos guatemaltecos” o que Guatemala es “el país de la eterna primavera”, olvidando las posiciones enfrentadas que siguen existiendo.
Descubre a un pueblo que alterna entre el miedo y la necesidad de verse de frente en el espejo, para asumir una serie de heridas y fragmentos no articulados sino por el poder y la violencia que han venido de lejos.
Indudablemente que no hay justicia humana capaz de reparar el daño hecho por Ríos Montt y una larga cadena de mando que incluyó a los ejecutores materiales.
La condena, pese a la profunda emoción y esperanza que despierta, tampoco se encuentra firme. Diversos recursos legales (y presiones desde el poder) pueden anular esta sentencia. Todavía existe un largo camino amenazado por múltiples obstáculos.
No hay que olvidar que este paso no es el final del trayecto, sino parte del recorrido, de muchos pasos para la búsqueda de la verdad y la reconciliación que son logros siempre provisionales, finitos y frágiles. Humanos pues.
No obstante, aún cuando fuera revocada, hay que reconocer este logro simbólico que ha permitido el conocimiento y la discusión sobre aquello terrible sucedido en el enfrentamiento. El juicio y esta condena permiten reflexionar y pensar un pasado doloroso y actuante. Que apunta, entonces, a la justicia.
Sí, contra las intenciones de Ríos Montt, esto sí afecta el alma y el corazón del pueblo guatemalteco.
Sueña el rey que es rey
Pedro Calderón de la Barca
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Fragmento de La vida es sueño
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), uno de los más insignes poetas españoles barrocos del Siglo de Oro, autor de innumerables obras de poesía y de teatro. Hoy día es un clásico de la literatura universal.
Imagen: La tentación de San Antonio, de Salvador Dalí
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Trovas del Trovador
Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.
Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
Fraternalmente, Trovador
Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.
Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
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