Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

lunes, 13 de febrero de 2012

Los trabajadores saben perfectamente que los ladrones no se levantan a las 6 de la mañana


Dedicamos este discurso de Durruti a las y los compañeros en lucha de Grecia

Los trabajadores saben perfectamente que los ladrones no se levantan a las 6 de la mañana, los verdaderos ladrones, aquellos que se nutren del robo de nuestro trabajo, ¡son esos hijos de puta de burgeses!
Vuestra presencia en este mítin, y mi presencia en esta tribuna debe mostrar claramente a esos cabrones de la burgesia y del gobierno que la CNT y la FAI son fuerzas que aumentan con la represión, y son mas solidarias en la adversidad.

Los anarquistas no salen tomados de las prisiones ni de las deportaciones, si no mas firmes en sus propósitos, más seguros en sus objetivos. Para desacreditarnos, la burguesía con sus sicarios de la prensa ha utilizado el peor de los argumentos.

Por que eran tan enormes las acusaciones, tales como vendidos a los monárquicos, ladrones, vandoleros... que los propios trabajadores que los conocen iban a ser nuestros mejores defensores.
Los trabajadores saben perfectamente que los ladrones no se levantan a las 6 de la mañana, los verdaderos ladrones, aquellos que se nutren del robo de nuestro trabajo, ¡son esos hijos de puta de burgeses!



Hijo del pueblo, te oprimen cadenas,
y esa injusticia no puede seguir;
si tu existencia es un mundo de penas
antes que esclavo prefiere morir.
En la batalla, la hiena fascista.
por nuestro esfuerzo sucumbirá;
y el pueblo entero, con los anarquistas,
hará que triunfe la libertad.

Trabajador, no más sufrir,
el opresor ha de sucumbir.
Levántate, pueblo leal,
al grito de revolución social.
Fuerte unidad de fe y de acción
producirá la revolución.
Nuestro pendón uno ha de ser:
sólo en la unión está el vencer.

EL SALVADOR.- 1 de febrero de 1932:El juicio y la ejecución de Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata


Extractos del capitulo 10 del Libro: “El Salvador, los sucesos políticos de 1932”, de Thomas Anderson, Educa, 1982.

La antigua Penitenciaría de San Salvador fue derruida por un terremoto en 1964, y en su lugar sólo hay actualmente un predio vacío. Pero el 19 de enero de 1932, las puertas del edificio se cerraron detrás de Martí, Luna y Zapata. Es difícil imaginarse lo que pensó Martí, veterano de tantos sufrimientos y encarcelamientos. Es probable que, habiendo sobrevivido a tantas cosas, haya esperado que su sangre fría y su superioridad moral podrían sacarlo sin daño a través de aquellas puertas de la Penitenciaría. 

Pero estaba destinado a no cruzarlas sino hasta el primero de febrero de 1932, al ir a su ejecución junto con Mario Zapata y Alfonso Luna.

(…) Al término de la rebelión, los tres prisioneros fueron notificados de que serían juzgados por un "consejo de guerra", o sea, por una corte marcial. Se les apremió para que le dieran al gobierno cualquier evidencia que tuvieran acerca de otros responsables del levantamiento, pero ellos se negaron a hacerlo. Buezo dice que Martí respondió: "No somos cobardes... no nos deshonraremos".

(…) De acuerdo con Diario Latino (3), el consejo de guerra estaba formado por los siguientes miembros: general Manuel Antonio Castañeda, presidente; y coronel Hipólito Ticas, general Emilio Marroquín Velásquez, coronel Domingo García Morán y coronel Ladislado Escobar. Secretario fue el Dr. Arturo Solano, y fiscal el general Eleazar López. Como secretario de la Corte fungió el teniente Castro Cañizales. El juicio fue convocado a las 6.00 P.M. del 30 de enero de 1932, en una sala de la Penitenciaría. Después de que los miembros se habían instalado en sus puestos, a las 7 de la noche comenzó la lectura de la causa. Luego, sin receso, se sucedieron las intervenciones hasta la 1.00 A.M.

Cuando el fiscal terminó su exposición, Alfonso Luna pidió a la corte oportunidad de hablar en defensa propia. Se le concedió, y el joven empezó a explicar con voz un poco cortada que sus actividades en el movimiento comunista no pasaban de ser algo así como boberías, la acción de un joven entusiasta que no podía prever las consecuencias trágicas de su actuación.
(…) Entonces se le permitió hablar a Zapata. Aunque era delgado y de aspecto tímido, tenía firmeza y compostura. Negó ser comunista y explicó que su situación de semi-burgués y semi-intelectual le dificultaba la aceptación en las filas comunistas.

(…) Por último se le dio oportunidad a Agustín Farabundo Martí para que hablara. Ya era más de la media noche. El salón de la corte, que en realidad no era sino la habitación más grande del apartamento del comandante, estaba mal alumbrado y tenía aspecto tenebroso. Martí se puso en pie, según palabras de La Prensa, "visiblemente nervioso, con un tic que le fruncía una vieja cicatriz que tenía en la frente". Empezó por enjuiciar a la Corte misma, señalando que aquello era en realidad el juicio de una clase por otra. Como de antemano era culpable, de acuerdo a la opinión prevaleciente, ya que era un dirigente comunista, no iba a perder el tiempo defendiéndose, sino que aceptaba la responsabilidad total de lo que había sucedido. Sin embargo, le suplicaba a la corte que considerara que los estudiantes Luna y Zapata no estaban profundamente comprometidos. No eran comunistas, no conocían ni los fundamentos del marxismo, ni tenían conciencia proletaria. Eran simplemente unos idealistas de clase media que habían visto en él, en Martí, a un maestro.

A la una de la madrugada la Corte entró en receso y los tres prisioneros regresaron a sus celdas, mientras los jueces comenzaban su debate. Los acusados pasaron lo que se ha descrito como "una noche tranquila". Martí se acostó en su petate y se puso a fumar, perdido en ideas; o tal vez tratando de no pensar. (Se ha asegurado que el soltero revolucionario estaba enamorado de una mujer casada como de treinta años de edad, que había conocido en sus días de estudiante, y aunque jamás hablaba de ello, esa frustrada pasión subsistió con toda fuerza hasta el final.

Luna se pasó la noche hablando con un sacerdote que había llegado a visitarlo. Zapata se paseaba nervioso de un lado a otro, sobándose la barba que le había crecido en la prisión. Finalmente, a las 6.30 fueron vueltos a llamar al salón de la corte. Es poco probable que los jueces hayan debatido toda la noche. Lo más seguro es que todos se fueron a dormir a sus casas, o se quedaron reposando en la Penitenciaría, pues la verdad era que casi no había nada que discutir. El general Maximiliano Hernández Martínez ya había dado la señal.

La Corte leyó el veredicto en que se encontraban culpables a todos los acusados de los delitos de traición y rebelión, por lo que se les condenaba a morir a la mañana siguiente ante un pelotón de fusilamiento. (…) El 31 se les permitió a los prisioneros que recibieran visitas, pero después de todo, la mayor parte de sus amigos ya habían sido asesinados por los pelotones de fusilamiento, o se encontraban presos, o escondidos.

(…) Por la noche permitieron que los condenados hablaran entre sí y con sus carceleros. Martí recordó extensamente a Sandino y los días que había pasado en las Segovias. Elogió al general por ser uno de los que jamás habían claudicado ante el imperialismo yanqui. "Sandino" -dijo- "es uno de los pocos patriotas que hay en el mundo." Había roto, agregó, porque Sandino andaba buscando ayuda entre los mexicanos para reiniciar la lucha en las Segovias, lo cual le parecía a él, a Martí, una inútil pérdida de tiempo. Además, en aquellos días Martí ya era comunista y Sandino rechazaba esa doctrina.

A la mañana siguiente doña Nieves Cea de Zapata llegó otra vez a despedirse de su marido. Según los periódicos, "estaba pálida, pero serena". No lloró después de que se abrazaron fuertemente y se separaron. Nadie llegó a despedirse de Martí -su padre había muerto, su madre estaba en México, y, no mantenía relaciones con otros parientes. Tampoco llegó nadie a visitar a Luna, cuyos padres ya habían muerto y cuya familia se encontraba en la distante ciudad de Ahuachapán, al otro lado del reino del terror.

(…) Por la noche permitieron que los condenados hablaran entre sí y con sus carceleros. Martí recordó extensamente a Sandino y los días que había pasado en las Segovias. Elogió al general por ser uno de los que jamás habían claudicado ante el imperialismo yanqui. "Sandino" -dijo- "es uno de los pocos patriotas que hay en el mundo." Había roto, agregó, porque Sandino andaba buscando ayuda entre los mexicanos para reiniciar la lucha en las Segovias, lo cual le parecía a él, a Martí, una inútil pérdida de tiempo. Además, en aquellos días Martí ya era comunista y Sandino rechazaba esa doctrina.

(…) Zapata y Luna confirmaron firmemente su fe católica, y recibieron los últimos sacramentos del padre Castro Ramírez, que los exhortó a que murieran "en comunión con Dios". Al escuchar esa palabra, cuentan que Martí elevó sus ojos al cielo y con una sonrisa de ironía "repitió la bella, y para él vacía palabra de Dios".

Su "confesión" consistió en el impío truco de asegurar a sus victimarios que todavía habían más de mil bombas colocadas en la ciudad, y que dentro de poco se sublevarían en la capital millares de rebeldes de refuerzo. Esto, no cabe duda, produjo el efecto de intensificar la persecución en San Salvador.

(…) Como la ejecución no había sido anunciada, sólo un pequeño grupo de curiosos se habían reunido a la hora en que llegó la procesión de camiones y automóviles, entre los que se encontraba la ambulancia fatal. Los espectadores ocasionales fueron mantenidos a raya por una línea de soldados que descendieron de los camiones y se apostaron en ambos extremos de la calle para evitar que la ejecución pudiera ser perturbada.

(…) El pelotón de fusilamiento hizo honor a su nombre -después de la descarga los prisioneros todavía estaban vivos. Un oficial fue a dispararle un tiro en la cabeza a cada uno de ellos. La tensión se rompió: los oficiales encendieron cigarrillos y conversaron en voz baja. Entonces alguien notó que la herida que Zapata tenía en la cabeza todavía sangraba profusamente, señal de que 6 u 8 minutos después de la primera descarga todavía estaba con vida. Le dispararon otra vez, y en esta ocasión sí terminaron con la vida del joven estudiante.

Los cadáveres fueron subidos a la ambulancia, y el padre Prieto, que los había acompañado vivos, los acompañó en el viaje de regreso a la Penitenciaría Central, donde permanecieron hasta que se arreglaron las disposiciones para los funerales, efectuados en privado. Luego fueron enterrados en el mismo cementerio, a menos de 50 yardas del lugar donde habían sido ejecutados, en la zona elevada contenida por el muro norte. Las tumbas de Luna y Zapata, que todavía se encuentran en ese lugar, consisten en losas de aproximadamente dos pies de alto. Una tiene un libro de piedra, para señalar que se trata de un estudiante. La otra tiene adornos góticos en piedra. Martí también estuvo un tiempo al lado de ellos, pero alrededor de 1968 fue trasladado al sitio de su madre, que se encuentra más abajo en una parte del cementerio denominado en honor a Alberto Masferrer. Su tumba se encuentra en la actualidad directamente detrás del busto marmóreo de Masferrer.

Obras Maestras de la Literatura Universal - LA ILIADA


II

LA ILIADA




Su autor, Homero, el más célebre de los poetas griegos, nació hacia el año mil antes de Jesucristo.
Durante el siglo diecinueve hubo una corriente muy fuerte de opinión literaria y critica que negó la existencia real del poeta.
Ahora se admite otra vez y siete ciudades se disputan, como es costumbre, la gloria de contarlo como hijo.
Se dice que era ciego... Y en su nombre se apoya la afirmación.
"O-me-rón', quiere decir, en griego, "el que no vé".
Desde luego no lo fué de nacimiento porque no describiria las cosas tan maravillosamente.

Otros atribuyen el nombre de Homero a que el poeta, que fué soldado, como Cervantes, estuvo --también como él-- cautivo del enemigo y en griego "omeros" quiere decir "rehén".
Pero también hay quien piensa que, sencillamente, el nombre indicaba su profesión rapsoda, del mismo modo que otros nombres griegos señalaban habitualmente el oficio de los que los llevaban, como Demóstenes (que quiere decir "vigor del pueblo"), Sófocles (que significa "gloria de la sabiduria), Protágoras (que expresa "el primero en el Foro") o Aristófanes (que indica "el mejor al manifestarse").
Homero hizo la Iliada en el siglo nueve antes de Cristo, antes, por consiguiente, que la Odisea, su obra inmortal.
Tiene por asunto la cólera del caudillo griego Aquiles, que, al frente de los Mirmidónes, acudió a la expedición que los aqueos hicieron contra los troyanos para vengar la afrenta cometida por Paris, el hijo de su Rey, que, habiendo sido huésped de Menelao, raptó a la mujer de éste, Helena, llevandosela a Troya.
Los episodios del sitio de la ciudad son la base del relato.
Hay un momento en que Aquiles, vejado por el caudillo griego Agamenón, se retira con sus huestes del combate y sobreviene entonces una serie de derrotas parciales.

Pero cuando los sitiados matan a Patroclo, Aquiles, su gran amigo, vuelve a la pelea y mata a Héctor, caudillo de los sitiados, arrastrando su cadáver alrededor de las murallas, hasta que, compadecidos de la angustia del padre del muerto, Priamo, le entregan el cadáver y se le celebran funerales suntuosisimos.
La acción es rápida y ocurre en breve tiempo. Enpieza en el año diez del sitio Troya y cuando acaba, la ciudad no ha sido tomada aún.
Unas veces se desarrolla en las llanuras que rodean la plaza y se extienden hasta el mar, en la orilla del estrecho de los Dardanelos, otras veces en el interior de la fortaleza y otras en pleno Olimpo en donde los dioses discuten constantemente e intervienen en la contienda con todos sus poderosos medios de acción, tomando parte, según su simpatias, por unos u otros.

Es, ciertamente, dificil lanzarse a leer un obra que cuenta 2,800 años de antiguedad y que comienza de modo imponente que hace suponer una lectura excesivamente complicada.
Pero no hay nada de eso. Toda la concepción de la Iliada es de una simplicidad suma. El ciclo de épica poesias comprende el cielo, la tierra y todos los elementos naturales y sobrenaturales, pero el escenario es muy reducido, la acción es continuada y la cencillez es una de sus mejores cualidades.
La naturalidad y verosimilitud de los pasajes, corren parejas con la minuciocidad preciosa de la observación y fluye de cada página un torrente de datos geográficos, históricos, mitológicos, religiosos y filosóficos, tan precisos que --por ejemplo-- Homero se cuidó de incluir en su obra la más exacta descripción del planisferio de la época, explicado y anotado en sus menores detalles, asi como también precisiones sobre todas y cada una de las dinastias dóricas, jónicas, eólias y la genealogia exacta de cada personaje, no sólo de los protagonistas sino de los secundarios y episódicos.

Los héroes que nos presenta alcanzan un relieve enorme. Los caudillos aqueos --(Aquiles, Agamenón, Menelao, Ulises, Diómedes, Patroclo) como sus enemigos los troyanos (Priamo y su mujer Hecuba; sus hijos Héctor, Paris y Casandra y sus nueras, Andrómaca y Helena)-- son de hace miles de años pero viven ante nosotros con un vigor de actualidad, el que corresponde a su fuerte calidad humana.
El poema es --a veces-- apasionadamente divertido, como cuando aparecen los centauros interviniendo en la educación de los héroes y en la curación de sus heridas o cuando se nos presenta a las sirenas o ninfas de los mares, o los animales hablan o se nos explican los fantásticos viajes de los fenicios, las propiedades de las hierbas y las aguas y la acción de los astros sobre el destino de los hombres.

Todo ello sostenido sobre el esqueleto de una fortisima y recta formación ética irreprochable y presentado en el artificio de no menos de 12,000 versos distribuidos en 24 rapsodias marcadas con las 24 letras del alfabeto jónico.
Ciertamente que no leyendo la obra en el griego original, en su forma primitiva dialectal poética se nos escapan muchas de las bellezas de sus magnificos hexámetros pero el esfuerzo de leer la Iliada es ineludible para toda persona culta y ofrece el premio de unas horas sobre manera gratas y llenas de enseñanzas.
Existen muchas traducciones , unas firmadas y otras anónimas, traducciones de traducciones.

Una de las más populares e interesantes es la de José Gómez Hermosilla, toda en sonoros endecasilabos castellanos, de la que existen varias ediciones muy accesibles.
Veamos algunos de los ejemplos más caracteristicos de lo que es el poema y de su perfecta comprensibilidad, que tiene como base una interpretación directa de las cosas sin perderse en interpretaciones trascendentales y en lucubraciones fantásticas.
En el libro octavo hay una escena especialmente divertida que abandonando, por un momento, la seriedad del asunto, calificariamos de escena de la "No Intervención".
Es cuando Júpiter, el padre de los dioses, cansado de las disenciones que en el Olimpo produce la guerra de Troya, prohibe a los demás dioses mezclarse, como hasta entonces habian hecho, en la contienda.
Oigamos el comienzo de la rapsodia octava en la traducción de Gómez Hermosilla:

"Apenas empezaba de la Aurora el rosicler a iluminar la tierra, cuando ya el padre Jove en la más alta montaña del Olimpo, reunia la junta de los dioses. Y pendientes viéndolos de su voz, asi les dijo:
"--¡Dioses y diosas! Escuchadme todos, porque todos sepáis lo que este dia mi voluntad ordena... Asi, ninguno de vosotros, Dios o Diosa sea, a interrumpir se atreva mi discurso... todos obedeced y se ejecute lo que yo mando... El Dios que, inobediente, bajare a socorrer a los aqueos o a los troyanos, volverá al Olimpo con afrentosa herida, o en mi saña, asiéndole con brazo poderozo, le arrojaré del Tártaro sombrio al último confin, a la más honda de las oscuras simas subterráneas del báratro espantable. Son de hierro las altas puertas y el umbral de bronce y en su profundidad dista del orco tanto como del sol dista la tierra."

¡Formidable comparación, hecha con una sencillez suprema!

Virgilio y Milton la volvieron a emplear porque es insuperablemente sencilla y perfecta. A cualquiere se le ocurre para dar idea de una distancia enorme, duplicar, triplicar, centuplicar, multiplicar...
Homero dice: "tanto como del sol dista la tierra' y desde entonces no se ha dicho nada que exprese mejor un alejamiento inmenso.
A continuación, Júpiter establece su superioridad absoluta sobre todos los demás dioses. Y aqui muchos han querido encontrar misteriosas alegorias relativas al orden de la naturaleza y a lo que los filósofos llamaron "la cadena de los seres". Quizá sea solo una poética hipérbole, una fanfarronada divina y haya que entenderla en su pura y perfecta simplicidad:

"Asi conocerá cuanto aventaja mi poder al de todas las deidades...
Si vosotros dudáis, mostrad ahora vuestro valor. Del estrellado cielo en lo más alto, atad una cadena de oro macizo y, agarrados todos a la punta inferior, Dioses y Diosas, hacia abajo tirad y a vuestro padre no arrastraréis a tierra desde el éter, por más que trabajéis. Mas si yo quiero a todos levantaros, al Olimpo os subiré, las tierras y los mares levantando también. Y si la punta de la fuerte cadena en la alta cumbre atare, del Olimpo el Universo pendiente quedará... Tal poderio tengo sobre los dioses y los hombres..."

Pero no siempre guardaron la consigna de neutralidad... Cuando Aquiles va a matar a Eneas, Neptuno le salva envolviéndole en una nube. Lo mismo hace Venus con Paris en otro encuentro posterior y hasta hay
un momento en que el propio Júpiter da a los dioses permiso de bajar al campo de la pelea a ayudar a sus favoritos.
No se tema tampoco que en un libro de combates constantes y de combates al arma blanca, como eran los de aqueos y troyanos, pueda enseñorearse de la narración la monotonia.
Los campeones se encuentran y, provocándose o no antes del combate, arrojan sus lanzas y se hieren o matan. El vencido cae en tierra y vencedor busca un nuevo contrincante. Todo parece que debe ser igual pero leyendo cuidadosamente las innumerables descripciones de combates singulares que se encuentran en Homero se ve que siempre consigna circusntancias e incidentes que diversificanban totalmente la acción.

Oigamos, como muestra, una de estas descripciones de combates:
"El Rey Agamenón, mató el primero a Hodio, alto de talla y valeroso adalid de los fuertes alizones... Mientras Hodio, para huir, la espalda volvia acobardado, entre los hombros la aguda lanza le escondió el Atrida hasta que al otro lado, por el pecho salió la punta. Moribundo el héroe, desde la silla del brillante carro cayó en el polvo, retembló la tierra en derredor y temeroso ruido sobre él hicieron caer las armas...
Quitó después la vida Idomeneo a Festo, hijo de Boro, que de Tarne opulenta ciudad de la Meonia fuera venido..."
Aparte del vigor enorme de la descripción --cayó en el polvo... retembló la tierra en derredor... y temeroso ruido sobre él hicieron, al caer las armas-- observemos la minuciosidad a que antes nos referiamos.

Está describiendo una acción secundaria y presenta a un guerrero desconocido, que ya no vuelve a aparecer y del que hasta entonces no habia noticia alguna y sin embargo consigna todas sus generales, lo deja perfectamente identificado para la eternidad: "Festo, hijo de Boro, natural de Tarne, opulenta ciudad de la Meonia...".
A veces uno piensa que Homero, el rapsoda, tuvo algo de periodista de su tiempo. Resultó que escribió para la eternidad pero quizá él lo hizo, muy acentuadamente, al servicio de los lideres de su época. Porque se observa que asi como los cronistas actuales celebran a todos según su méritos y aprovechan las ocaciones propicias para resaltarlos, Homero escribe lo que pudiéramos llamar una "crónica social de la guerra de Troya" --(entonces lo elegante era batirse sin cesar)-- y va dedicando especial atención no al héroe genérico, al soldado desconocido sino a cada uno de los combatientes, combatientes individualizados e identificados y si en el libro quinto presenta en primeros planos a Diómedes, en el octavo el personaje principal es Teucro y lo son sucesivamente Agamenón, y Ulises y Ayax, Idomeneo y Menelao y aún éste, que no aparece como muy valiente, defiende en el libro 17 con gran denuedo el cadáver de Patroclo.

Parece como si Homero hubiera tenido un especial empeño en quedar bien con todos sus personajes y en divulgar al máximo sus hazañas personales, como consignaba también muy cuidadosamente cuando hablaba de juegos atléticos, quién ganaba la carrera, quién el salto y quién se distinguia en el lanzamiento de disco o de jabalina.
Y ya que hemos visto dos de los aspectos más fundamentales del poema --la intervención de los dioses y la constante contienda humana-- veamos también un ejemplo de la nota patética, magistralmente manejada siempre.

Elijamos cuando describe, en el canto 18, la desesperación de Aquiles al enterarse de la muerte de Patroclo, su amigo, que le determina a volver a participar en la lucha que habia abandonado.
"Mientras él en su mente resolvia y en su ánimo estas dudas, el amable hijo de Néstor se acercó, Y ardientes lágrimas derramando, la funesta noticia le anunció diciendo triste: "¡Ay, hijo de Peleo! Dolorosa noticia vas a oir, fatal desgracia, que permitir los dioses no debieran. Yace Patroclo... En torno del cadáver desnudo, se pelea y tu armadura Héctor la tiene... Al escuchar sus voces, oscura nube de dolor el alma cubrió de Aquiles. Y con ambas manos la ceniza caliente todavia tomando, y por encima la cabeza derramándola, el rostro peregrino afea con ella y la negrura su vestido cubria que axhalaba de néctares aromas delicados. Se arrojó en la arena y siendo de estatura agigantada largo trecho yacia y con las manos se arrancaba la rubia cabellera...

Funeral lamento Anticolo también, en triste lloro, bañandose sus mejillas conmenzaba, pero mientras Aquiles en suspiros exhalaba el furor, ambas sus manos el joven sujetaba con las suyas; porque mucho temia que tomase algún cuchillo y el hermoso cuello se dividiese. Tan horrendos eran los gemidos que su augusta madre, que estaba en los profundos senos del mar al lado del anciano padre, los oyó; y también ella hondo suspiro dió al escucharlo y las ninfas todas, cuantas el mar habitan y engendrara el anciano Nereo, se juntaron y dejaron la gruta y las nereidas llorando las siguieron y las olas se rompian del piélago espumoso en torno de ellas..."

Asi es la Iliada...
No es ni siquiera un relato de la guerra de Troya. Solo un episodio de ella: la disputa entre Agamenón y Aquiles, la retirada de éste de los combates; los que se dieron durante su inacción, en los que perdieron los griegos y pereció Patroclo y la venganza de éste por Aquiles que vuelve a la lid y mata a Héctor, el más valiente de los troyanos.
26,000 versos narran la acción que dura cuatro dias. La Iliada es, en definitiva la riña de dos principillos cuyos nombres ignorariamos si la Iliada no existiese.

Solo Homero podria explicar cómo se las arregló para darle la riqueza, la variedad, el interéz y la perfección que tiene. Desde el verso 303, en que acaba el primer libro ya todo es puro milagro del poeta que desenvueve esos 300 primeros versos en un poema épico en el que todas las galas están derramadas a manos llenas, sin que un solo instante se pierda de vista la acción ni los principales actores a pesar del cúmulo de detalles que atesora y sin que haya que traer con violencia ninguna acción secundaria.

¿Cómo Homero lo logró? Solo Homero podria explicarlo.
El mundo no se lo ha explicado aún y se ha limitado a darle el voto unánime y favorable de veintinueve siglos que han declarado a la Iliada el poema épico más formidable que mente humana compuso.

Militarismo y militarizacion


Dagoberto Gutiérrez

Las dos figuras se refieren a la Fuerza. La primera, en tanto ideología, y la segunda, como proyecto político. Ambas corresponden a momentos o periodos de crisis que amenazan el orden establecido.

En estos momentos, cuando los resortes y recursos tradicionales de defensa del poder constituidos han fracasado, se acude a la violencia legalizada del Estado. Aquí entra en escena, de manera franca, descubierta y abierta, la Fuerza Armada.

Este fenómeno es observable a nivel planetario. Cuando el capitalismo es atrapado por sus mismas lógicas y es derrotado en sus propios reductos filosóficos, acude presuroso al recurso de la guerra,  y sacrifica, para eso, a cualquier democracia que se le oponga en su camino y hunde cualquier soberanía de cualquier Estado que se oponga al poder de los mercados planetarios.

Esto es lo que hace Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, en estos precisos momentos. Es lo que siempre han hecho, y por eso la amenaza de una guerra atómica se cierne sobre la vida del planeta.

En El Salvador funciona la misma lógica en sus niveles correspondientes, porque habiendo sido derrotada la filosofía, la economía y la política neoliberal, lo que se impone resulta ser el establecimiento de un nuevo rumbo para el país, y esto significa un nuevo proyecto en donde se levante un nuevo Estado, diferente al viejo Estado oligárquico derrotado por la vida y la lucha del pueblo. Esto sería lo normal y adecuado si la democracia fuera en realidad una vigente manera de vivir, pero tratándose de una democracia formal, solamente formal y apenas formal, al poder establecido ni se le ocurre la figura de la corrección; y por el contrario, acude a lo que siempre acuden los poderes tradicionales en estos momentos: a la fuerza. Es aquí cuando surge la Fuerza Armada como el recurso permanente.

Esta institución tiene una naturaleza conservadora, toda vez que está al servicio de un poder establecido que se lucra, precisamente, de un orden establecido que es defendido por la fuerza de las armas. En función de esta realidad, la tropa y la oficialidad es apartada de la sociedad, y la barrera entre un civil y un militar se convierte en la esencia filosófica de la formación militar.

El militarismo aparece como una ideología, es decir, como una visión del mundo, propia de militares y de civiles, y expresa la posición según la cual, las Fuerzas Armadas son la única fuente de seguridad, orden, legalidad, paz y todo lo imaginable. Este militarismo es el que se expresaba en el Articulo 211 de la Constitución de 1983, en donde la Fuerza Armada aparecía con una larga e impresionante lista de funciones, incluyendo la de ser garante de la Constitución. Esto era militarismo puro, espeso y franco.
Luego de la guerra y como consecuencia de ella, cuando el ejército, al no ganar la guerra, la pierde, y la guerrilla, al no perder la guerra, la gana, la Fuerza Armada pierde su calidad de clase gobernante, y el Articulo 212 de la Constitución, le establece la función de defensa de la soberanía y de integridad del territorio. Al mismo tiempo se separa la función de la defensa y de la seguridad pública.

Estas decisiones políticas no eliminan, sin embargo, la ideología militarista, y sobre todo cuando la guerra civil se convierte en guerra social, cuando el mercado sustituye al Estado, cuando las personas dejan de ser ciudadanos y se convierten en consumidores, y cuando democracia y política se convierten en mercancía, y cuando toda la sociedad pierde la cohesión minina para funcionar, cuando todo esto ocurre, la ideología militarista sustituye parcialmente a la cordura política, y no pocas personas llegan a pensar que el antídoto y cura para esta enfermedad es la mano dura, la disciplina y el orden de las Fuerzas Armadas. Este es el militarismo más puro correspondiente a la crisis histórica que vive el régimen político.

La militarización funciona como un proyecto político que busca recuperar para la Fuerza Armada, el antiguo papel que desempeñaba. Aquí estamos ya en un proceso de toma de decisiones en una determinada dirección, y es inevitable el choque con los acuerdos de paz y con la misma Constitución. Por eso mismo, las decisiones requieren de un importante cinismo y de un desprecio a la inteligencia política de la sociedad. Para hacer avanzar la militarización hay que sepultar los acuerdos de paz, que establecen la separación de defensa y seguridad pública, y determinan que la dirección de la PNC ha de estar en manos civiles. Pues bien, el actual gobierno y el actual presidente, al nombrar a un militar en la dirección de la PNC, lo presentan como civil, aun cuando se trata de un general que un día anterior, apenas un día anterior, era un alto jefe militar.

Dentro de esta militarización aparece un nuevo lenguaje y las palabras correspondientes a este nuevo lenguaje,  porque la Fuerza Armada entiende el abordaje de la actual guerra social  como un problema estrictamente militar. Y entiende a la policía como un instrumento de la Fuerza Armada, y a los policías como soldados, y a las bandas y a los delincuentes, como el enemigo. Todo este tinglado es la militarización, que abarca el desempeño de la institución armada en toda la sociedad e interesa a todas las personas, sean o no delincuentes, sean o no miembros de las bandas perseguidas. Semejante política afecta las relaciones entre la sociedad y la Fuerza Armada.

Cuando hablamos de militarización, entonces, no nos estamos refiriendo únicamente a la relación con las bandas delincuenciales; por el contrario, hablamos de una concentración de poder que supera el papel instrumental propio de la Fuerza Armada, y su conversión en un poder dentro de otro poder, con nuevas relaciones con todas las personas, y esto no conviene a nadie en el país, porque se estarían sembrando nuevas tempestades, sobre todo de aquella, que ya se creían superadas.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

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Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...