Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

jueves, 27 de junio de 2019

La batalla del volcán: incurables cicatrices del sujeto cultural salvadoreño de posguerra

 
 
José Luis Escamilla


La metáfora de la revolución convertida en paz no convence sin antes explicar cómo el vigoroso impulso revolucionario que tensionó la vida de la sociedad centroamericana desde la década de los setenta y explosionó en los ochenta se agotó tan rápidamente.
Edelberto Torres-Rivas
 
 

El relato audiovisual “La batalla del volcán” (2019), del documentalista Julio López Fernández, representa una actualización del recuerdo frente al olvido en el imaginario colectivo salvadoreño, mientras la coyuntura actual devela que gran parte de la población ha optado por darle vuelta a la página del episodio de la guerra civil.

Por su parte, la realidad nos golpea todos los días desde la necia memoria, pues las formas de violencia y los negocios de los juegos del poder político se encargan de actualizar a cada instante las cicatrices del drama de la historia reciente, las cuales se enfrentan con los militantes del prepotente hedonismo que la niega.

Las historias que reconstruye el autor inician con un procedimiento arqueológico de archivos del corresponsal de guerra de origen mexicano Epigmenio Ibarra. Además, utiliza otros fragmentos periodísticos de los noticiarios televisivos salvadoreños de la época que le permiten construir el texto audiovisual. Este punto de partida posibilita hacer de los hechos de la guerra una propuesta ficcional mediada por la focalización del director, quien entiende que la frontera entre el pasado y el presente es frágil, dolorosa e inconclusa.

En este documental es clave la estrategia discursiva propuesta por López Fernández, que en un primer momento establece un diálogo entre los hombres y mujeres guerrilleros del periodo de guerra civil, elaborados desde el periodo de posguerra; procedimiento que también realiza con soldados y mandos medios del ejército gubernamental. Desde esta perspectiva, lo más importante no es conocer la versión de los altos mandos de ambos ejércitos, ni de las voces institucionales de los grupos políticos enfrentados; sino, más bien, visibilizar desde el punto de vista de los salvadoreños combatientes el microespacio de los últimos combates de la ofensiva “Hasta el tope”.

Según la convención teórica, la guerra es un conflicto en el que dos ejércitos se enfrentan de manera violenta, mediante el uso de las armas, con el propósito de someter por la fuerza al contrario. Por su parte, la posguerra es el momento subsiguiente a la finalización del conflicto armado, en el cual se termina la disputa por la vía armada; pero continúan la tensión y el conflicto por el poder, sobre todo si la confrontación no terminó con un vencedor.

Estas ideas son claves para comprender que el desconocimiento de los hechos desde una perspectiva histórica, cultural e ideológica no permiten resolver estas formas de conflicto social, que, según consta en la realidad del presente, esa violencia político-militar ha mutado hacia patologías psicosociales incontrolables, que por ahora solo se vuelven tangibles en las estadísticas de asesinatos, desapariciones y desplazamientos forzados; así como en la violencia intrafamiliar, femicidios y todas las formas de irrespeto a las leyes que, en pocas palabras, son consecuencias fundamentales de la cultura de guerra.

En “La batalla del volcán” se utiliza una técnica cinematográfica clásica, que nos permite desde el tiempo de la ficción juntar el pasado con el presente, pues la disposición de las historias construidas por López Fernández se articula desde un contrapunto polifónico; ya que volver productivo el encuentro de los tiempos, a partir de las subjetividades de los salvadoreños, requiere del dominio del arte audiovisual y de la comprensión del tratamiento del problema desde múltiples voces.

En cada protagonista provoca un monólogo, que momentos después se convierte en diálogo entre compañeros de bando; pero lo más importante en el uso de este recurso técnico es el instante en el que posibilita el encuentro entre salvadoreños de bandos diferentes; es decir, que expone magistralmente las voces de exguerrilleros y exmilitares marcados por ideas contrarias del pasado y hermanados por la realidad de los despojos de la guerra civil en pleno siglo XXI.

La dimensión temporal que produce el texto audiovisual se carga tanto de contenido semiótico cuando actualiza el recuerdo y reconstruye el olvido en la memoria del presente, especialmente el proceso de relectura de sentidos que valoran los hechos y revisan las ideas con criterios de otra generación, lo que contrasta las realidades de los dos momentos. En ese sentido, es clave la reconstrucción que hacen los protagonistas el día que visitaron el lugar de los hechos con el documentalista, desde la perspectiva de un pasado irremediablemente ido.

Por ahora falta establecer un segundo momento de búsqueda en las subjetividades de la sociedad salvadoreña actual, que permita reconocer desde un enfoque interdisciplinario qué ocurre en la vida de los salvadoreños de nuestros días, pues el conflicto que se establece entre recuerdo y olvido produce expresiones de violencia en el inconsciente colectivo, las cuales se identifican tanto en la necrofilia cultural, como en la violencia simbólica y hasta en la agresividad discursiva que desborda en las redes sociales.

Por ahora, las masas que interactúan por estos medios no han dimensionado que la frontera que se establece entre “lo simbólico”, “lo discursivo” y “el experimento social twitteril” es frágil, a tal grado que utilizando un lenguaje figurado podemos advertir que “cuando el palo de un Twitter le pegue a un panal equivocado y las avispas tengan en su código genético esencias de la guerra, no sabemos dónde podremos ir a parar como país”, pues los aguijones venenoso del militarismo contienen toxinas imborrables.

“La batalla del volcán” es una metonimia de la guerra civil salvadoreña y se vuelve trascendente en la historia de la producción audiovisual en tres sentidos; primero, porque pondera la voz de los combatientes, sobre la de los mandos edificados como héroes en la historia oficial de la narrativa testimonial guerrillerista y de la gloriosa Fuerza Armada; segundo, no relata las versiones grandilocuentes de los triunfadores, que, dicho sea de paso, no hubo, sino la humanización que producen los dramas reales en los combates; y tercero, porque transita de la interpelación de los protagonistas del relato filmográfico hacia la atmósfera de los espectadores en las butacas del cine, que lloran y ríen treinta años después de los hechos.

“La batalla del volcán” rompe las fronteras entre ficción y realidad cuando en la diégesis los protagonistas desde la cotidianidad actual restauran su presente propio de la posguerra. Esta doble dimensión ocurre porque los personajes que relatan su versión de los hechos son sujetos que tienen la particularidad de estar atravesados ideológicamente por las proezas que rememoran. De ahí que tratar este tema desde la ligereza política es peligroso, porque puede activar espacios de memoria de incalculable dimensión.

La construcción de la cuarta dimensión que produce el filme es paradójica, porque, en lugar de producir espacios maravillosos, activa un horizonte de expectativas hiperrealista; pues el lugar en el que ocurrieron los hechos de guerra, como las populosas colonias Zacamil y Metrópolis al norte de San Salvador, la exclusiva colonia Escalón al norponiente y la colonia Santa Marta ubicada al sur, así como los municipios de Ciudad Delgado, Cuscatancingo y Mejicanos existieron y existen; es decir, los espacios geográficos que se referencian se pueden constatar en el presente.

Esta característica propia del pacto narrativo de este documental permite salir de la pantalla y recorrer los escenarios de guerra. Esta ruptura con el cine convencional vuelve productiva la participación del espectador, lo cual puede ser utilizado como recurso cultural para rememorar; sin embargo, también nos interpela como sociedad “si estamos dispuestos a evitar estas formas de confrontación social”, de las que muchas veces sabemos explicar el comienzo, pero casi nunca sabemos cómo terminan.

En otro ámbito, Julio López Fernández, desde “lo no dicho” en su narrativa, nos condiciona a que comprendamos que los personajes de la ficción documental de guerra son seres humanos de la realidad de posguerra que viven en el presente, que sufren sus cicatrices de memoria, que padecen de sobresaltos nocturnos en el insondable silencio de la oscuridad; que las lágrimas no son el resultado de una actuación, porque quieren convertirse en personajes de cine, sino que las produce el llanto y su condición de salvadoreño que protagonizó una guerra en la que se jugó la vida.

El drama real que vivieron las mujeres y los hombres que libraron esta batalla de pronto también dejan ver entre el sollozo una serie de reflexiones; por ejemplo, unos se preguntan si sirvió de algo esta forma temeraria de querer cambiar la realidad desde la lucha revolucionaria; mientras los otros, si valió la pena luchar desde el ejército para defender los intereses del Estado salvadoreño y el estadounidense, así como el de los poderes económico y oligárquico. Este recuento es, en síntesis, uno de los productores de sentido más reveladores de este trabajo audiovisual.

Debe quedar claro que las condiciones de producción cultural específicas de una sociedad que ha protagonizado una guerra civil originan expresiones socioculturales de tal complejidad que las subjetividades de los seres humanos que la protagonizaron no terminan con un decreto legislativo; ni mucho menos con un edicto presidencial. En pocas palabras, el simple hecho de nombrar la posguerra significa que existe, a tal grado que un conglomerado significativo de la población lo reproduce de forma inconsciente o, en el otro extremo, de manera voluntaria pretenden olvidar. En ese sentido, debemos asumir que este no es un tema a tratar, sino más bien un problema a resolver.

Para finalizar, es claro que la posguerra civil salvadoreña como dispositivo ideológico no termina cuando finaliza la alternancia política partidaria en el juego electoral; sino, más bien, comienza la parte más complicada del periodo, porque los poderes de los proyectos políticos de la modernidad del siglo XX se agotan y simultáneamente producen formas extrañas de organización política, como resultado de la fragmentación ideológica e identitaria; así como por el desencanto con la retórica de los políticos que se contradicen entre “lo que dicen” y “lo que hacen”. Por ahora, “La batalla del volcán” es un documento audiovisual que debe ayudar a mirarnos.

miércoles, 12 de junio de 2019

“No nos dejemos seducir por regalías ni cantos de sirena”, pide Medardo González



Francisco Elías Valencia
@DiarioCoLatino

Medardo González, secretario general del FMLN, en entrevista en exclusiva para Diario Co Latino, hace valoraciones del proceso electoral interno, así como sobre sus futuras actividades, al dejar la secretaría general del partido de izquierda que estuvo dos años al frente del Ejecutivo, y sobre los primeros días del nuevo Gobierno.

-Faltan pocos días para las elecciones internas. ¿Cómo valora el proceso Medardo González, que dentro de pocos días va a dejar su cargo de Secretario General?

Ordenado, participativo, sin mayores exabruptos a pesar de la situación complicada, que significa para un partido como el FMLN la situación que sufrimos el 3F.

Hicimos bien habernos dado el tiempo para hacer valoraciones a todo nivel, sistematizarlo y tenerlo a la mano para profundizaciones futuras.

El proceso es relativamente tranquilo, a pesar de que está en juego la futura orientación del partido.

Pero debo mencionar, que igual que en anteriores momentos, algunos compañeros están aplicando una estrategia de proselitismo interno, que se basa en la denuncia a la dirección nacional en medios de derecha, hacerse la víctima o buscar adeptos a través de regalías. Estas son prácticas pícaras, perversas y mal intencionadas. Denuncian supuestas irregularidades, acusan de que algunos candidatos estarían supuestamente apoyados por lo que en la jerga mediática de las derechas se llama “la cúpula”.

Este tipo de prácticas están alimentándose de conceptos que aconsejan “especialistas” electorales que hoy es de moda tachar al compañero o compañera rival de “impuesto”, y presentarse como el “paladín de las bases”.

Esto no es correcto, porque pretende anular a los compañeros candidatos con posibilidades de ganar y desvía la atención de todo debate, sobre propuestas de fondo. Tratar de ganar adeptos a través de regalías y proyectos, no debe ser el método adentro de un partido como el FMLN.

Sin embargo, creo que estas tendencias no son mayoritarias y serán derrotadas.

Estamos en la dirección a la expectativa si los 2500 militantes, que se están postulando a los distintos cargos sabrán administrar los ánimos y llevar a buen término este periodo y un exitoso inicio, para la nueva dirección que asumirá el 6 de julio. Con eso demostramos que el FMLN está lejos de estar lacerado: sufrimos un golpe, pero nuestra institucionalidad, nuestra fuerza, nuestra disciplina y mecanismos de evaluación están funcionando.

Lo que en el FMLN se garantiza es que son las bases inscritas en el padrón las que van a decidir, y los candidatos a secretario o secretaria general tienen derecho a tener sus delegados en cada urna de los 262 municipios.

–Muchos se preguntaron porqué el FMLN anunció adelantar las elecciones a pocos días después del 3F. ¿Fue una decisión precipitada?

En la dirección ya teníamos contemplados desde antes de las elecciones, que iba a ser necesario adelantar las elecciones internas, es decir, de no realizarlas en el 2020, como lo prevén los estatutos, sino en el 2019. Teníamos contemplado hacerlo, incluso si hubiésemos ganado.

¿Por qué? Por la simple razón que en el 2020, por el ciclo electoral del país y por los periodos de escogitación de candidatos a elección popular, el FMLN se hubiese visto obligado realizar en el año 2020 dos procesos internos de elección de base; el de las nuevas autoridades, que incluye a mas o menos 2500 candidaturas para todos los cargos, luego las elecciones para concejales, alcaldes y diputados, con aún más candidatos.

Eso hubiese amarrado al FMLN durante todo un año a una dinámica eminentemente internista, con lo que hubiéramos podido salir con una enorme desventaja ante el resto de partidos, por un lado, y desenfocado frente a los problemas principales de la gente por otro lado.

De tal manera: cuando vimos el resultado del 3F, simplemente anunciamos de inmediato la decisión que en el fondo ya estaba tomada.

Considero que fue una decisión acertada de darnos suficiente tiempo.

También fue acertado no haber violentado nuestra institucionalidad interna, es decir, de no habernos retirado de inmediato como Comisión Política, instalando una comisión transitoria, tal como suele recomendarse a los partidos, cuando sus resultados electorales no llenan las expectativas.

-¿Qué hará Medardo González después de pasar el mando al próximo Secretario general?

Yo antes de ser secretario general fui militante, sigo siendo militante y seré militante en algún colectivo de base. Quienes asumimos esa responsabilidad de conducir, particularmente al nivel máximo, adquirimos bastante experiencia y lecciones; una vez que dejemos nuestros cargos, las ponemos a disposición del gran colectivo que es el FMLN, sea en educación, en organización, en atención a sectores populares o en asesoría puntual u otras tareas. Lo que sí está claro: no nos vamos a jubilar, porque en la lucha no se conoce jubilación…

Así que estoy tranquilo, por supuesto voy a tomarme el tiempo necesario para profundizar en muchos aspectos de nuestra experiencia, que el día a día poco nos permite.

Las valoraciones internas que hemos realizado a todo nivel en las semanas después de febrero, han sentado las bases, en qué dirección debemos de profundizar en nuestras reflexiones. Los miembros de la dirección, los militantes que tenemos deseo, por supuesto, podemos y debemos aportar en eso. Los que estuvimos en la máxima conducción estratégica, los cuadros que tenían tareas en el estado, etcétera.

Habrá que profundizar mucho sobre el tipo de Estado, con el cual estuvimos enfrentados, qué hicimos bien y qué no: desde la teoría y desde la recopilación de las experiencias, que son variadas.

Sacaremos las lecciones necesarias para que en una segunda oportunidad no nos pase lo mismo.

-¿Qué les ha pasado, qué lecciones? ¿Qué conclusiones?

No voy a profundizar en este punto. No porque no tengamos respuestas, sino porque esta experiencia de los últimos diez años ha pasado una evaluación a todo nivel durante tres meses, enfocado en sacar conclusiones. Los resultados de estas jornada ya están sistematizados, pero deben pasar ahora a ser enriquecidos a profundidad desde todos los ángulos, particularmente desde aquellos compañeros que estuvieron absorbidos por las tareas adentro del Gobierno y ahora tendrán más espacio para profundizar en las lecciones a futuro que se puede sacar de su experiencia.

Llegará el momento en el que el FMLN como colectivo, y yo en particular como futuro exsecretario general hablaremos. Pero ese momento no es hoy y lo determinaremos estratégicamente.

Sin embargo, yo en lo personal, después del 7 de julio tendré toda mi cabeza libre para emprender esa gran tarea. Lo debemos al país como izquierda, después de los primeros diez años de gobierno de izquierda en toda la historia de la República. No es poca cosa.

Además, uno de los candidatos a secretario General está planteando la realización de nuestro 2° congreso como FMLN. Yo apoyo totalmente esa propuesta, porque será una oportunidad de seguir profundizando y reafirmar nuestro rumbo revolucionario.

-¿Está en entredicho el rumbo revolucionario del FMLN en este proceso interno?

Yo me he propuesto de no hablar en público sobre ningún candidato en particular.

Sin embargo, lo que como Secretario General jamás puedo dejar pasar, es si se instalan métodos de parte de candidatos que quieren ganar adeptos con regalías y proyectos, como ya lo había mencionado. Si estos métodos llegaran a instalarse como tendencia mayoritaria, el paso hacia contubernios con sectores del gran capital en detrimento de las mayorías populares como prioridad, o en dirección de aflojar a favor de tendencias privatizadoras para bienes públicos como el agua, no estaría lejos.

Entonces, sí el rumbo revolucionario del FMLN estaría en entredicho.

-¿Qué valoración tiene de los primeros días del nuevo gobierno?

Las tareas del Estado no paran, haya cambio de gobierno o no. Pero lo primero que vimos es a un presidente en una campaña política contra los trabajadores y principalmente contra los que vienen de las filas del FMLN. Como que su principal preocupación fuese esa y no la de hacer funcionar de inmediato el aparato del Estado, para dar respuestas a los asuntos sensibles para la población.

Desde los primeros días se está sacando a gente de la instancias de gobierno, sin respeto de los procedimientos legales y sin hacer evaluaciones.

Los ministros se negaron a recibir lo informes del gabinete anterior, lo cual por un lado parece que tiene la pretensión de ocultar todo lo que la gestión anterior había dejado preparado en cuanto a proyectos e incluso financiamientos y atacar sin razones. Por otro lado se van a tardar mucho más de lo necesario en conocer los procesos y sus responsabilidades. En las primeras entrevistas en la televisión, ha sido impactante el nivel de desconocimiento que mostraron los nuevos titulares.

También debo mencionar esta campaña del supuesto nepotismo en contra de familiares de funcionarios y dirigentes del FMLN.

Nosotros cuando asumimos el gobierno, les aseguramos estabilidad laboral a los militantes de ARENA, familiares de ARENA y de otros partidos o gremiales o personas sin militancia. No humillamos a nadie, no despedimos solo por pertenecer o llevar el apellido de un dirigente político de la derecha. Después de diez años nos consta que miles de empleados contratados por ARENA y sus familiares siguen en el Estado.

Es evidente que el Presidente en vez de preparar la recepción ordenada del gabinete, ha optado por una estrategia de campaña de odio y cacería, la cual sí ha preparado desde las primeras semanas después del 3 de febrero. Instalaron una aplicación en redes sociales en donde cualquiera podía subir el nombre de un supuesto familiar de algún funcionario o dirigente del FMLN, para ser despedido bajo el concepto de supuesto nepotismo. Con ello pretende ocultar que está despidiendo a centenares de empleados que no tienen ningún vínculo familiar, ni siquiera con el FMLN, mientras que él está nombrando un gabinete compuesto por tíos, cuñados, socios de negocios etc. Bajo su responsabilidad inmediata… Figura que según la ley sí es calificada como nepotismo.

Con esta forma de hacer propaganda está sembrando odio, revanchismo.

Todo mundo ve que este Presidente desde el primer día está en campaña para las elecciones del 2021. Pero esto no justifica de ninguna manera que esté incitando al odio y la cacería de brujas.

Además, no puedo dejar de decir que el nuevo Presidente, en su primera misión institucional en el exterior, falló en recibir personalmente el traspaso del mando del SICA, tal como el procedimiento lo requería. Cabe recordar que el SICA es el organismo más importante en la región. Esto constituyó un evidente irrespeto al resto de presidentes, ha quedado mal ante los presidentes de la región y en lugar de fortalecer el organismo, lo ha debilitado.

Lo otro es esa derrota vergonzosa que nuestro país tuvo en el consejo de seguridad en Naciones Unidas, donde solo obtuvimos seis votos a favor de la petición firmada por el nuevo Presidente, de ser miembro no permanente, mientras que el más pequeño de los cinco países triunfadores, San Vicente y las Granadinas, con a penas 150 mil habitantes, obtuvo 185 votos. La evidente entrega política del Presidente al gobierno de los Estados Unidos para buscar favores, plegándose a la agenda del mismo, atacando a Nicaragua, a Venezuela; con posturas así no se abona para tener respaldo en el seno de las Naciones Unidas.

Tampoco podemos callar el manejo altamente irresponsable de la situación de inseguridad, recurriendo a métodos propios de regímenes de corte autoritaria, que usa acusaciones sin base alguna, señalando a supuestos culpables de un problema complejo y difícil a resolver, para incitar odio.

Expresiones como las que el presidente externó a solo siete días de haber asumido el cargo, acusando, vía redes sociales, explícitamente a dos supuestos miembros del FMLN, sin especificar nombres, de estar financiando a las pandillas para supuestamente desestabilizar a su gobierno, no las hemos conocido desde que están vigentes los Acuerdos de Paz. La caída de máscara de este gobierno, se está dando más rápido de lo que algunos habían pensado.

-Medardo, en las últimas semanas el FMLN ha hecho circular mucha información de lo realizado por los dos periodos de Gobierno del FMLN, bajo el lema de “una década ganada”. Pero entre todas las acciones ¿cuál es en su opinión, como Secretario General lo más importante que ha logrado el FMLN en el gobierno y que se podría considerar como el legado?

No voy a seguir enumerando la inmensa cantidad de programas positivos que se hizo en estos diez años.

Voy a destacar un solo aspecto, porque es el central. Es el resultado de todos los programas y de la inversión social histórica que realizamos en estos diez años. Es una de las medidas principales para valorar el carácter de un gobierno, si era de izquierda de verdad o solo de papel.

Me refiero a La POBREZA Y LA DESIGUALDAD. La verdad es si las medidas van con la profundidad debida, se reflejarán en los niveles de pobreza y desigualdad. Si no, puedes tener subsidios, pero al final los beneficiados son los centros comerciales y no la gente que lo necesita, poco impacto tendrá en la reducción de la pobreza.

Puedes invertir millones en infraestructura escolar de tal manera que al final resulte que el Estado, paga alquileres exorbitantes para inmuebles renovados que en realidad son propiedad de particulares y para las familias y la calidad educativa queda poco impacto; puedes continuar la entrega de uniformes escolares, pero entregando los contratos a grandes empresas en nombre de la eficiencia o incluso de ahorros y en realidad estás eliminando miles de empleos del sector de la micro y pequeña empresa, cuyos integrantes sí se reflejan en datos como la pobreza monetaria, porque se ha generado nuevos ingresos para miles de hogares; puedes seguir entregando los paquetes agrícolas, pero importando los insumos desde Monsanto vía una empresa importadora, que sacará grandes ganancias, dejando a miles de cooperativistas sin trabajo, porque ya no se le comprará a ellos; lo que al final también se te refleja en niveles de ingresos de esos cooperativistas, y en los niveles de desigualdad. Depende cómo se informa sobre ciertos datos: te puedo repetir cien mil veces que en los gobiernos del FMLN la pobreza bajó diez puntos, pero nunca te doy la información, en cuanto bajó en los diez años anteriores. Allí no te contribuyo en que puedas percibir si los gobiernos de izquierda lograron acelerar el ritmo de combate a la pobreza o no. Pues ¿y si en los diez años anteriores la pobreza habría bajado veinte puntos en vez de diez? Entonces el gobierno del FMLN hubiese sido un fracaso. Pero resulta que la pobreza los diez años de neoliberalismo desde la dolarización solo bajó un punto, y no diez, como en los nueve años de gobiernos de izquierda. ¿Por qué esta diferencia?, ¿será porque éramos tan neoliberales como la propaganda mentirosa del presidente electo y los que le hicieron el juego querían hacerlo creer?, ¿por qué no se informa sobre esos diez años anteriores del neoliberalismo?, ¿por qué no se quiere contribuir a la toma de consciencia que los gobiernos del FMLN eran mucho más eficientes en el combate a la pobreza y desigualdad que cualquier otro?, ¿por qué ciertos ministros del mismo gobierno del FMLN no facilitaron el acceso a esa información completa y comparativa?

Si los ojos críticos no miran a fondo, se dejarán engañar, tal como en estos años muy poco han querido ir a buscar los datos para tener una apreciación real sobre el impacto de las medidas de este gobierno.

Ejemplo: los uniformes escolares de entrega generalizada, además de ser un apoyo económico para las familias pobres, es una medida contra la discriminación social a temprana edad, basada en la desigualdad, que desaparecería si se empezara a focalizar, ya que de inmediato se volvería a instalar el estado de desigualdad entre los (pobres), que andarían con uniformes y aquellos niños cuyos padres les pueden comprar ropita bonita, diferenciándolos.

Invito a estudiantes y profesionales a poner el dedo en esta llaga y no bajar la guardia: Así como en los diez años muy pocos han hablado de estos dos temas (y nuestro propio gobierno más bien lo ha difundido muy poco, para no usar palabras más fuertes), espero que la academia se fije en obtener los datos, de cómo la pobreza y desigualdad bajaron en estos diez años en comparación con los diez años anteriores de derecha y si con el gobierno entrante el ritmo promedio del combate a la pobreza y a la desigualdad se mantendrá igual o si vuelve a los niveles de los tiempos del neoliberalismo. En conclusión: el crecimiento económico que se tuvo desde la dolarización hasta el 2008, benefició más a los ricos, mientras que el crecimiento económico que se ha tenido en los años del FMLN han beneficiado de manera más justa a los pobres.

-Medardo, finalizando esta entrevista, ¿cuáles son los retos inmediatos para el FMLN?

Te puede sorprender que te diga que el reto inmediato, no es simplemente ganar un par de diputados o alcaldías más en las próximas elecciones. Para un partido como el FMLN el reto es tomar las medidas adecuadas al actual momento histórico para que el FMLN junto al pueblo pueda defender con la fuerza necesaria lo conquistado para el pueblo en estos diez años, e impedir que haya retrocesos.

-¿Y el mensaje final para los militantes del FMLN?

Faltan pocos días hasta la elección interna. Mantengamos la cabeza fría, sepamos analizar los mensajes, no nos dejemos seducir por regalías y cantos de sirena; sobre todo pongamos mucha atención en la manera en la que fuerzas ajenas al FMLN, de diversas derechas, tratarán de incidir a última hora en nuestras decisiones internas, acusando o denigrando a un candidato y promoviendo a otro. No sería la primera vez que lo están haciendo. Tampoco caigamos en la vieja trampa de dejarse impresionar, por todo tipo de encuestas que ciertos sectores querrán hacer circular. El voto debe ser expresión de convicción revolucionaria, claridad política e ideológica y jamás claudicar ante ideas de “voto útil”, chantajes o regalías.
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...