Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

miércoles, 28 de octubre de 2015

“Las élites saben la verdad sobre el asesinato de JFK, pero los medios se la callan”





 David Talbot, prestigioso periodista estadounidense, cuenta en un libro la verdad que los medios ocultan sobre el asesinato más controvertido de la historia.

 
  JFK charla con un grupo de militares, encabezados por Curtis Lemay general jefe de la Fuerza Aérea. (Bettman/Corbis) 

 Esteban Hernández 

 David Talbot tenía 16 años y trabajaba como voluntario para la campaña de Robert Kennedy la noche en que éste fue alcanzado por ocho balas de calibre 22. Para Talbot, periodista de éxito (trabajó en The New York Times, colaboró con Rolling Stone y New Yorker, y fue fundador y editor de la revista Salon) aquel momento supuso, como para tantos otros estadounidenses, el fin de la esperanza en el futuro de su país. Con su excelente La conspiración (cuyo título original es Brothers), la obra que la editorial Crítica vuelve a poner en el mercado con motivo del 50 aniversario del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, Talbot trató de recomponer la confianza perdida buscando respuestas desde una nueva perspectiva. El libro repara especialmente en la figura de Robert, su hermano y más fiel seguidor, para construir una memoria sentimental y política de una época que marcó de modo definitivo el resto del siglo XX.

 La conspiración es, ante todo, una tragedia griega llena de afectos, intrigas y malvados, cuyo telón de fondo es el de las vidas del ciudadano medio de Occidente. El Confidencial habló extensamente con David Talbot, quien arroja luz en la conversación sobre los años que van desde el inicio de la presidencia de JFK hasta el asesinato de Robert.

E.C. Ha definido La conspiración como un drama épico americano. Y hay mucho de gran tragedia, porque es la historia de dos hermanos provenientes de la élite que quisieron transformar el mundo, se enfrentaron a las fuerzas que impedían el cambio y acabaron asesinados. D.T. Sí, Brothers da la verdadera medida del valor de los hermanos Kennedy. A los medios de EEUU les gusta centrarse principalmente en el aspecto físico y en el estilo de la familia mucho más que en la parte más valiente de los Kennedy. La verdadera razón por la que hay que recordar a John F. Kennedy y a su hermano Robert, quien fue su principal compañero político, es que sacrificaron sus vidas para hacer que la historia avanzase. Los dos grandes problemas a los que se enfrentaba Estados Unidos cuando John asume la presidencia en 1961 eran la supervivencia humana en la era nuclear y el creciente clamor por la justicia racial. Los Kennedy lograron que se avanzase enormemente en esas dos cuestiones esenciales y, al hacerlo, se enfrentaron contra el poderoso establishment de seguridad nacional de EE.UU. que estaba decidido a tener un enfrentamiento nuclear con la Unión Soviética, a pesar de las enormes pérdidas de vidas humanas que se habrían derivado de ello. Los Kennedy también desafiaron al ala sureña de su propio partido y al racismo arraigado en el sur estadounidense. Hay que tener en cuenta que JFK envió agentes federales y soldados del Ejército de Estados Unidos a la Universidad de Mississipp,i en una noche infernal de disturbios y violencia, para obligar a la universidad a admitir a su primer estudiante negro y tuvieron que pagar un precio terrible por ello en forma de profundos resentimientos.

La posición de Robert fue peculiar, porque sospechaba que la muerte de su hermano no la había causado un francotirador solitario, pero tampoco podía investigar a fondo para saber qué había ocurrido y menos aún proclamar sus dudas. Tuvo que soportar mucho dolor, y mucho miedo, mientras planificaba los movimientos estratégicos que le podrían llevar al poder de nuevo. 

Sí, Robert Kennedy fue sometido a una prueba agónica tras el asesinato de su hermano. RFK fue uno de los investigadores más experimentados de los Estados Unidos, cuya destreza adquirió en la lucha contra la Mafia que llevó a cabo cuando fue un joven asesor del Senado y que prosiguió como Fiscal General, una vez que su hermano alcanzó el poder. Robert Kennedy también se enfrentó con la CIA, que a su juicio no era lo suficientemente leal al presidente Kennedy. 

Robert sabía que iba a tener que esperar a regresar al poder para investigar a fondo la muerte de su hermano 

En 1962, Robert estaba profundamente alarmado al descubrir que estas dos fuerzas clandestinas, la CIA y la Mafia, habían planeado un complot para asesinar a Fidel Castro. Cuando Robert Kennedy escuchó la trágica noticia de la muerte de su hermano el 22 de noviembre de 1963, inmediatamente sospechó que esta peligrosa alianza entre la CIA y la Mafia se había vuelto contra JFK. Pero el nuevo presidente en la Casa Blanca, Lyndon Johnson, odiaba al joven Kennedy, y la Comisión Warren, designada por el presidente Johnson para investigar el asesinato de JFK, fue dirigida por enemigos de los Kennedy. Así que Robert sabía que iba a tener que esperar a regresar al poder para investigar a fondo la muerte de su hermano. Esa es una de las razones por las que RFK decidió postularse a la presidencia en 1968. 

 Robert tenía la sospecha de que después de su hermano, vendría él, que su persona constituía un problema pendiente. Usted asegura que un aspecto importante de la operación contra JFK era lograr inmovilizar a Robert. 

El complot contra JFK fue orquestado por expertos y tenía todas las características de una operación de inteligencia sofisticada. Tan pronto como Robert se enteró de la muerte de su hermano, supo que se estaba enfrentado a un enemigo poderoso. Y sabía que no podía confiar en las agencias de seguridad que habían traicionado a su hermano, la CIA , el FBI o el Servicio Secreto. Así, en la tarde del 22 de noviembre 1963, la casa de RFK en McLean, Virginia, fue rodeada por US Marshals partidarios de Kennedy, figuras pertenecientes a un departamento menor del gobierno federal. Los US Marshals estaban dirigidos entonces por un duro neoyorquino de origen irlandés en quien la familia Kennedy confiaba. Este es un momento sumamente dramático en la historia de EEUU, con el gobierno violentamente fracturado y con el Fiscal General y el hermano del presidente rodeado de protección porque le podían matar y no sabía quién, si la CIA o los sicarios de la Mafia.

 ¿Qué le parecen las versiones que insisten en que fue Lee Harvey Oswald el autor del asesinato, instigado por Castro? ¿Por qué surgen ahora tantos anti-Kennedy?

 Los rumores y las acusaciones que vinculan a Harvey Oswald con Fidel Castro comenzaron inmediatamente después del asesinato de JFK, y esta campaña de desinformación está vinculada a fuentes de la CIA. De hecho, el último libro encargado de vender esta mentira, Secretos de Castro, de Brian Latell, fue escrito por un exoficial de la CIA. No hay nada de cierto en esta acusación, una conclusión a la que incluso llegó la Comisión Warren, y que fue ratificada por investigaciones posteriores. Castro sabía que atentar contra el Presidente de Estados Unidos equivalía a suicidarse y ciertamente el líder cubano no era un estúpido. Pero además, a pesar de las hostilidades que el presidente Eisenhower y la CIA habían iniciado contra el régimen de Castro, en los últimos meses de su presidencia, JFK había abierto canales diplomáticos secretos con La Habana con vistas a diseñar una solución pacífica. Castro, de hecho, se quedó muy abatido al enterarse de la muerte de Kennedy, ya que se dio cuenta al instante de que eso "iba a cambiarlo todo”.

 Llama la atención la convicción absoluta de Robert en que no habían sido los comunistas. De hecho, mandó un emisario a Moscú para comunicarles que sabía que ellos no habían sido, ¿no? 

El mensaje que Robert mandó a la URSS, explicando que no culpaba a Moscú del asesinato, revela la escasa confianza que tenía en su propio gobierno

 Robert se dio cuenta inmediatamente de ese trabajo de desinformación que intentaba hacer de Oswald un agente comunista. Y se lo comunicó a Moscú a través de un amigo de confianza, muy cercano a la familia, llamado Bill Walton. En los días posteriores al asesinato de JFK, cuando estos rumores sobre Oswald se propagaban masivamente a través de los medios de EEUU, Robert y Jacqueline Kennedy, la viuda de JFK, pidieron a Walton que llevase un mensaje a los funcionarios soviéticos trasladándoles que ellos no culpaban a Moscú del asesinato y que sospechaban que el presidente había sido víctima de una conspiración en el más alto nivel de EEUU. Se trata de un mensaje muy peculiar para enviarlo a Moscú durante la Guerra Fría, y revela de modo inequívoco la escasa confianza que Robert Kennedy tenía en su propio gobierno. ¿Menospreciaron los Kennedy las fuerzas a las que se enfrentaban? Porque parece evidente que cuando tu enemigo es J. Edgar Hoover, va a haber problemas seguro. O cuando lo es alguien como Curtis LeMay, un militar que, según cuenta, fue capaz de decirle a la esposa de un senador que la guerra con la Unión Soviética era inevitable, que la mayoría de las ciudades estadounidenses acabarían destruidas y que lo mejor que podía hacer era huir a una zona despoblada.

 Es cierto que los Kennedy, a causa de su riqueza, sus privilegios y su ambición, tenían demasiada fe en su capacidad de transformar la estructura de poder de Washington. Ellos no valoraron plenamente el poder de hombres como el jefe de la Fuerza Aérea Curtis LeMay (a quien JFK consideraba un belicista fuera de control), el director del FBI J. Edgar Hoover, y el legendario director de la CIA Allen Dulles. Cuando JFK despidió a Dulles, después de la desastrosa invasión de Bahía Cochinos en 1961, se ganó un enemigo peligroso. Dulles estaba en el centro de lo que el profesor Peter Dale Scott ha llamado "política profunda" (Deep politics) esa red oculta de intereses poderosos que manipulan las acciones oficiales desde bastidores. Cuando fue expulsado de la CIA, Dulles siguió trabajando como si estuviera todavía en el poder, convirtiendo su casa en el barrio de Georgetown de Washington en el centro de un gobierno en el exilio contra Kennedy. Entre los muchos agentes de la CIA que fueron a visitar a Dulles o que se comunicaron con él estaban James Angleton, Richard Helms, Howard Hunt y William Harvey, todos ellos conectados, según los investigadores, con el asesinato del presidente Kennedy y su posterior encubrimiento. 

 ¿Esa lucha entre el poder político y los poderes que, sintetizados en lo que se llamó el “complejo militar-industrial”, pretendían dirigir de facto los países, sigue existiendo? ¿Es tan complicado llevar adelante las decisiones de los políticos, como entonces? 

Todos los presidentes desde Kennedy han sabido lo peligroso que resultaría hacer frente a los pilares del poder de EEUU, como Wall Street, la industria de la energía y el complejo de seguridad nacional 

El "complejo militar-industrial", acerca del cual el presidente Eisenhower advirtió a Estados Unidos cuando dejó la Casa Blanca en 1961, ha crecido hasta dominar toda la economía de EEUU. Nuestro país ha sido una sociedad militarizada desde la Segunda Guerra Mundial, con la Guerra Fría y ahora la Guerra contra el Terror como los motores que impulsan las empresas estadounidenses. JFK fue el último presidente en desafiar a esta enorme fuerza y pagó con su vida. Todos los presidentes desde Kennedy han sabido lo peligroso que resultaría hacer frente a los pilares del poder de EEUU, como Wall Street, la industria de la energía y el complejo de seguridad nacional. La administración Bush-Cheney era una criatura que pertenecía por completo a este complejo, que se nutre de la guerra y la expoliación planetaria. El presidente Obama llegó al poder ofreciendo una visión más optimista de América y de su lugar en el mundo, pero ha presidido el periodo de mayor crecimiento del estado de vigilancia masiva. 
Los asesinatos de los hermanos Kennedy fueron algo traumático. Generaron mucha desconfianza, especialmente entre las élites, por lo que tenía de aviso para navegantes.

 El asesinato descarado del presidente Kennedy, a plena luz del día en las calles de una ciudad de Estados Unidos, envió un mensaje escalofriante a la élite de EEUU. Los líderes políticos como Lyndon Johnson y Richard Nixon inmediatamente se dieron cuenta de que JFK fue víctima de una poderosa conspiración y hablaban entre ellos en voz baja entre ellos acerca de las consecuencias de este crimen, mientras aseguraban al público que Oswald había actuado solo y que el caso estaba cerrado. Los medios de EEUU, incluyendo amigos cercanos de JFK como el editor del Washington Post Ben Bradlee, también estaban preocupados en privado acerca de la existencia de una conspiración, pero no hacían nada para investigar el crimen y promovían el mito del francotirador solitario. Ningún miembro de las élites políticas o de los medios de comunicación de EEUU estaba dispuesto a arriesgar su carrera (o su vida) abriendo la puerta de este oscuro túnel. A excepción de Robert Kennedy, que corrió la misma suerte que su hermano.

También fue traumático para el ciudadano, que vio cómo la máxima autoridad de su país podía morir asesinada sin mayor problema. En este sentido, ¿en qué cambiaron los asesinatos de los hermanos Kennedy los EEUU? 

El asesinato de JFK traumatizó a toda una generación de estadounidenses. Desde Dallas, las encuestas han mostrado que la mayoría de la población de EEUU ha tendido a rechazar la versión oficial de los hechos. Esto no sólo condujo a una constante erosión de la confianza pública en la autoridad del gobierno y de los medios sino que también dio lugar a un creciente malestar cívico que percibe que la democracia de EEUU es una farsa y que el poder real está en manos de una élite despiadada dispuesta a hacer cualquier cosa para mantener su estatus privilegiado.

Desde Vietnam EEUU ha estado en un constante estado de guerra virtual

El asesinato de los hermanos Kennedy, y de otros líderes visionarios como Martin Luther King Jr., nos privó a los americanos de una confianza esencial en nuestro futuro. Sus muertes llevaron a la guerra de Vietnam y a conflictos cívicos y, a largo plazo, a una polarización cada vez mayor entre los súper ricos y los súper poderosos y el resto de nosotros. También dio lugar a un estado de guerra permanente y a la vigilancia a lo Gran Hermano. Desde Vietnam, EEUU ha estado en un constante estado de guerra virtual. John y Robert Kennedy en una imagen que ilustra la portada de 'La conspiración'.

 Es curioso, porque todo el mundo sabe que la tesis de que fue Lee Harvey tiene demasiadas lagunas. La gente de la calle lo sabe, y la élite lo sabe, pero los medios suelen ser muy escépticos respecto de otra explicación que no sea la de que Lee Harvey Oswald fue el autor de todos los disparos. ¿Por qué? 

 Es correcto decir que la “calle” de Estados Unidos no se cree el mito de Oswald, lo cual dice mucho del estadounidense medio, que ha sido objeto de enormes lavados de cerebro sobre el asesinato y el verdadero legado de JFK. Este lavado de cerebro a través de los medios ha alcanzado un nivel enorme de ignorancia en el 50 aniversario de la muerte de JFK. A pesar de que altos funcionarios como el secretario de Estado John Kerry se atrevieron a expresar sus dudas sobre el mito Oswald, los principales medios de comunicación no han permitido ningún debate serio sobre la posibilidad de la conspiración de Dallas. Este “apagón” de las opiniones discrepantes es muy similar al control absoluto de la conciencia pública que se ve en las sociedades totalitarias. 

 Los medios corporativos en los Estados Unidos trabajan bajo muchos tabúes oficiales. Esto se hace evidente cada vez que una crisis como el caso de Edward Snowden tiene que aparecer en los medios. En estas circunstancias, cuando la viabilidad del estado de seguridad nacional de EEUU está en juego, incluso los periódicos liberales como el New York Times se apresuran a reforzar la confianza del público en los mitos oficiales. El New York Times abrazó rápidamente el Informe Warren en 1964 ¡antes de que el informe se hubiera finalizado! 

Cuando la historia finalmente promulgue su sentencia acerca del monumental crimen contra la democracia que tuvo lugar en Dallas, los miembros del cuarto poder serán seguro condenados por su vergonzosa actuación. 

 Está trabajando en un documental acerca de La conspiración y dirige ahora una nueva empresa tras abandonar el periodismo diario. ¿Cree que una revista como Salon, que usted dirigió, es hoy más importante que nunca o, por el contrario, cree que ya no tiene sentido? ¿Cree que el periodismo ya no puede dar cobijo a buenas historias, que sólo se pueden contar a través de libros y documentales televisivos o cinematográficos? 

 Actualmente estoy trabajando en un documental basado en La conspiración, así como un nuevo libro sobre el difunto director de la CIA Allen Dulles y el surgimiento del estado de seguridad nacional de EEUU. Este nuevo libro, El tablero de ajedrez del diablo, será publicado por Harper Collins en 2015 y arrojará más luz sobre el complot dirigido por la CIA para matar a JFK.

 La CIA sigue desafiando la ley de EEUU mediante la ocultación de más de 1.100 documentos relacionados con el asesinato de JFK 

He dejado el periodismo diario (por ahora) para concentrarme en libros y documentales a través de mi empresa, Talbot Players, porque creo que es mucho más factible llegar a través de estos formatos a contar verdades más profundas sobre el poder y la lucha social. Sin embargo, me parece muy interesante la nueva iniciativa de periodismo en internet que ha llevado a cabo mi antiguo colega de Salon Glenn Greenwald. Yo apoyo firmemente los esfuerzos valientes de Greenwald para exponer los crímenes y escándalos del coloso de seguridad nacional. Dado que la CIA sigue desafiando la ley de EEUU mediante la ocultación de más de 1.100 documentos relacionados con el asesinato de JFK, es posible que necesitemos un periodista valiente como Greenwald y un denunciante como Snowden para asegurar la publicación de esta información vital. La historia pertenece al pueblo estadounidense.

EL GUARDIÁN DE LOS SUEÑOS (Película completa en español)




El protagonista principal, un joven indio rebelde y moderno, con una visión muy pesimista de la vida, va cambiando su actitud con cada cuento narrado por su abuelo en un viaje casi obligado hacia el Pow Wow. En el camino, el joven conocerá varias historias de las naciones Lakota, Cheyeene, Chinoock y Kiowa entre otras, repletas de espíritus de la naturaleza, animales parlantes, magia india, serpientes monstruosas, fantasmas, valor, amistad y el verdadero sentido de la vida que se agita dentro de cada una de ellas.

 

viernes, 23 de octubre de 2015

"LA SAGRADA FAMILIA" Karl Marx y Fiedrich Engels (Libro)


En 1844 Bruno Bauer atacó a sus antiguos amigos Marx y Engels desde el Die Allgemeine Literaturzeitung, la gaceta literaria que el propio Bauer editaba junto a sus hermanos en Charlottenburg. Reacio a todos los movimientos de la «masa» de la época, Bauer incidió particularmente sobre los puntos que más podían dividirlos. Como respuesta a esta crítica, y cuando la gaceta de Bauer había caído en el olvido apenas transcurrido un año, Engels y Marx escribieron esta obra, que en un principio pensaron en titular Crítica de la crítica crítica, contra Bruno Bauer y consortes pero que vio la luz como La Sagrada Familia. Una obra que, como los propios autores ya anunciaron entonces, sería precursora de sus posteriores escritos.

La Sagrada Familia 

jueves, 22 de octubre de 2015

GUAZAPA, LOMA DE RAMOS (Un trozo de relato)


Edgardo (El Caballo)
 

Esta narrativa, fue obtenida en la red social. Me tomé la libertad de publicarla para el conocimiento de los interesados en este tipo de narrativas y en conocer más sobre la vida de esos campamentos que funcionaran durante la guerra civil.

GUAZAPA, LOMA DE RAMOS
 
Guazapa está ubicado al norte de San Salvador. Como a unos treinta kilómetros de distancia. Es una cadena montañosa chica; yo diría que es un grupo de cerros unidos donde el terreno es muy irregular, muy accidentado…, quebradas entre cerros, pequeñas mesetas, desfiladeros que son difíciles de escalar…
Pero ya internándose al lugar uno se da cuenta que hay muchas hectáreas de tierras fértiles con cultivos de café, variedad de árboles frutales, y nacimientos de agua por todos lados. Para que tengan una idea de su dimensión: uno le puede dar la vuelta en un día; claro, caminando sobre las faldas del cerro.

En esta zona todas las organizaciones del FMLN teníamos presencia, algunas más que otras, por ejemplo: nosotros del ERP teníamos poca presencia ya que la mayoría de compas de nuestra organización estaba al norte del país, sobre todo en el departamento de Morazán.
Nuestra ubicación era al Oeste del cerro de Guazapa, en el lugar llamado Loma de Ramos; abajo teníamos el Ingenio San Chico y un poquito a la derecha y al fondo el pueblo de Aguilares.
Desde nuestro lugar teníamos una visión espectacular de la zona baja. Cuando estaban en flor los cañaverales se veían impresionantes las parcelas uniformes y de un solo color; ya que es el cultivo que más se da allí; junto al maíz y el cacahuate entre otros.
 
Siempre que íbamos de posta al Amate lo hacíamos de la siguiente manera: uno se subía y el otro se quedaba vigilando las veredas, después se intercambiaban los papeles.
Cuando uno subía al Amate tenía la impresión de que estaba arriba de un avión por la similitud en la forma de ver el paisaje: parcelas de diferentes cultivos con diversas tonalidades de color, los carritos parecían de juguete cruzando la troncal del Norte y atravesando el pueblito de Aguilares.
También siempre se veía un hilo de humo constante del ingenio de azúcar San Francisco; y si girábamos los binoculares a la derecha nos encontrábamos con las aguas del embalse del Cerrón Grande, que destellaban como incendiadas al atardecer. Este embalse es un lago artificial formado por la desviación del Río Lempa para generar energía eléctrica. –Presa Cerrón Grande–
De nuestra posición alcanzábamos a ver toda la zona baja, incluso el volcán de san salvador donde habían más compas, y los cerros de Chalatenango que era el bastión de las FPL. ¡Qué chiquito es nuestro territorio...¡
 
Creo que todos los compas disfrutamos de éstos paisajes ya que la guardia o posta nos la íbamos rolando, –a todos nos tocaba–. La distancia donde hacíamos la posta era como a medio kilómetro del campamento, –Esto era en el día, en la noche se acortaba–.
Pero no siempre se tornaba agradable la vista para el posta en el puesto de observación del Amate. De repente, esa magia se iba: soldados aparecían en tus binoculares regados por todos los cultivos que están a la orilla de la carretera. La cruda realidad se hacía presente. El operativo de los cuilios estaba en camino.
 
Tu estado de ánimo cambiaba, la respiración se aceleraba, pero, ni modo, era hora de prepararse para ese oficio tan desagradable: la guerra. No la recomiendo a nadie; al menos que no haya otra opción, como fue el caso nuestro.
Cuando venían en operativo se bajaban en la troncal del norte y rodeaban la zona e instalaban Piezas de Artillería. También, por medio de los binoculares detectábamos unidades que querían incursionar de forma más clandestina en patrullajes de rutina.
Pero los operativos fuertes no se podían ocultar ya que rodeaban buena parte del cerro. Su forma de operar era incursionando pequeñas unidades de Fuerzas Especiales. Porque si lo hacían masivamente sufrían mas bajas por el minado y las emboscados de nuestras unidades.
Cuando detectábamos movimientos en la zona baja, de inmediato se informaba al campamento la cantidad de cuilios y el lugar exacto por donde venían.
 
De esta manera se ponía en alerta al campamento y comenzaban a prepararse dos unidades móviles con minas y abanicos para improvisar pequeñas emboscadas en los lugares donde podían incursionar; sobre todo varios kilómetros abajo del campamento antes que subieran.
Algunos nombres de compas que participaban en éstas unidades, Ronald, Matías, La Chata, Nina, Yaneth, Sergio David, Santos, Ostin, Neto, Erick, Mardoqueo, Simón, Amílcar, Chincho, Coco, Bartolo… bueno, muchos participamos en éstas unidades pero ellos lo hacían con más frecuencia.
Con éstas unidades se frenaba el avance lejos del campamento, ya que al ocasionarles bajas venían los helicópteros a rocketear la zona para sacar a los heridos; también creían que en la zona del enfrentamiento estaban los campamentos guerrilleros.
 
Entonces en la noche concentraban la artillería en ese lugar ya que tenían piezas permanentes en el Ingenio San Chico, Aguilares y en el Roblar, –el pico del cerro–.
De esta manera seguíamos en el mismo campamento al no ser descubierto. Pero si chocábamos dentro de éste era necesario irnos a otro de reserva. Por lo menos teníamos de tres a cuatro campamentos de reserva.
 
Y los íbamos alternando ya que todos nos funcionaban, porque que en Guazapa, el agua abunda por todos lados y para un campamento es esencial, claro entre otros aspectos; buena ubicación, difícil acceso, control de las partes altas…
 
CERRO DE GUAZAPA
 
Cerro hecho para guerrilleros: terreno accidentado para protegernos. Abundante frutas que nos servían de complemento. Difícil acceso para los cuilios. Cultivos en la zona baja para abastecernos. Clima agradable con ligera brisa para alejar a los zancudos.
Gran visión hacia la zona baja para detectar a los cuilios, pero, lo mejor de todo: el gran paisaje con profundidad de campo para hacernos los días menos amargos en la guerra. Así es guazapa.
También había loroco para hacerlo en vinagre y combinarlo con el arroz y los frijoles; esto no es poca cosa, ya que le da un sabor especial al único menú.
 
Ese es el cerro de Guazapa, el que siempre estuvo a nuestro favor, el que siempre tenía un refugio para contrarrestar la artillería enemiga.
También el que le hacía la vida imposible a los cuilios, por su terreno agreste, por sus matorrales impenetrables, y por los compas que lo habitábamos.
¡Vaya que sí extraño ese cerro!, ¡claro, con mis compañeros…!
En las noches deambulábamos como fantasmas recorriendo toda la zona, tanto para conectes con el volcán o en las zonas de expansión, o trasladando heridos, y también en caseríos de la troncal buscando provisiones…
 
Parecíamos zompopos en altas horas de la noche abriéndonos camino por toda la zacatera con el frijol y el maíz.
Para nosotros los compas, el día no se acababa con el atardecer; Sobre todo en las zonas de alto riesgo había que ocupar la noche.
 
 
“El Viejazo,” –así le decíamos de cariño a Fermín– el cocinero. Un campesino originario de la zona de Guazapa, tendría algunos 45 años de edad, pero subía y bajaba ese cerro con una gran vitalidad como si fuera un adolescente.
Fermín es el clásico campesino madrugador que siempre está haciendo algo, siempre ocupado en cualquier tarea: cortando leña para la cocina, trayendo provisiones de los buzones, cortando frutas, arreglando cualquier detalle en la cocina, cortando café...
 
Lo tengo muy presente con sus tercios de leña al hombro y su bolso verde olivo cruzado en el pecho; también subiendo al campamento con su jarras de café, sobre todo cuando llovía.
Además por ser originario de la zona conocía todos los rincones de ese cerro como la palma de la mano. Me enseñó a procesar el café, desde que se corta hasta que se muele en el molino de maíz; ya que en esa zona casi en todos los campamentos había este cultivo.
 
Por lo tanto muchos de nosotros que somos viciosos guardábamos café molido en botes de plástico, para estar tomando todo el año; incluso aunque no tuviéramos el viejo Fermín siempre nos subía las jarras de café al campamento. Él jamás se quedaba sin café.
Hasta recuerdo el aroma porque que le mezclaba tantita canela a la hora de molerlo en la cocina. Ese viejazo fue como un padre para todos los guerrilleros de esa zona. Aunque también era muy resentido como todos los campesinos de nuestros pueblitos y cantones. Se ponía bravo Fermín cuando se le criticaba en reuniones.
 
Ahí les va una anécdota del viejazo: una vez que hubo una reunión general en el campamento, el chele Alfredo le hizo una crítica y el viejazo se encabronó tanto que cuando terminó la reunión se desapareció del campamento por un día entero.
Esto ya lo había hecho muchas veces, incluso cuando se enojaba con alguien casi no le hablaba a nadie… Pues ese día no durmió en el campamento, creo que se fue a dormir a otro campamento de reserva… Lo chistoso de esto, (me da risa), es que el siguiente día el viejazo venía corriendo para avisarnos que se había topado con los cuilios cerca del campamento, allí por el matasano… lo bueno es que se le olvidó el enojo.
 
Y sí era cierto lo de los cuilios… Pero ya después que pasó todo recordábamos esa anécdota y le hacíamos bromas…, le decíamos: ya ves viejazo, no te andes enojando, ni yendo del campamento porque te van a salir los cuilios…, y él se moría de risa.
Ha de haber pensado el “Viejo’’ Fermín: ¡púchica estos compas ya la cagan!: les hago la comida, les llevo café en las tardes, les busco frutas… ¿Y todavía me reclaman o me critican?
Deseo que esté vivo, fue un viejo que siempre nos garantizó la comida en tiempo y forma como dicen los militares. Ya sea que lloviera, bombardearan, hubiera operativo, o nos movilizáramos a otro campamento; siempre, siempre, aunque fuera en la noche comíamos algo…, y cuando había operativo que nos movilizábamos de un lado para otro, nos hacía arroz con leche en la noche; ya que en el día detectaban el humo.
 
Recuerdo que casi siempre me mandaban a media noche a traer el arroz en leche en un cántaro de plástico a la cocina de Fermín; Esto no era fácil ya que a veces estaba lloviendo y el cántaro pesaba mucho; había que subir desde la cocina hasta el campamento en la oscuridad –no podíamos alumbrar–, agarrándote de los palos de café para no caerse, y sobre todo, no tirar el arroz que era la comida de todos y de todo el día…
 
Que vaya el caballo, que vaya el caballo, decían los compas… yo les decía: ¡no frieguen cabrones! Ahora que vaya otro…, pero al final terminaba yendo ya que confiaban que no se quedarían sin comer; porque otras veces ya se les había caído el cántaro.
En Guazapa nuestra unidad que era aproximadamente como de 35 compas en el /86, se redujo más, ya que se trasladaron como 12 compas a Morazán con el comandante Mincho –un compa hiperactivo, alegre, que siempre estaba inventando algo para joder a los cuilios–. Una vez me despertó a media noche porque se le ocurrió hacer una granada con encendido pirotécnico-eléctrico… hasta que se la hice se quedó conforme.
 
También en el año 87 se fue otro grupo de compas con Jaime EL Coño, la comandante Elsa y Arístides para abrir el frente del volcán de san salvador, cerquita de la capital.
Por lo tanto la unidad de Guazapa era aproximadamente de unos 18-20 compas. Aquí quedó de responsable el chele Alfredo y el médico Bonifacio; aunque siempre nos estábamos intercambiando compas con el volcán.
 
Y en la capital estaban los Comandos Urbanos. EL responsable de éstos era el compa Danilo-Fernando, un compa con una larga trayectoria de lucha en la ciudad. Recuerdo que muchos de ellos subieron a Guazapa a recibir unas clases de Armamento Popular que les impartí.
Habían dos compas que jugaban un papel importante en la ciudad, Audelio y Carlenke. Este último estuvo conmigo años antes en COMIN, donde compartimos un período muy bonito, y sobre todo, aprendimos mucho en ese lugar.- Un saludo a los compas de COMIN. A todos los que conocí en esa época, a Mirna, a Galia, a Rhina, Silvia, la Chata, Rudi, Ligia, El Mono, Sonia, Ruth, Manuel, Chombo, Tino, que llegaba de vez en cuando -siempre alegre- Carlitos, Chicho, Darío, Calacho, Javier, Pilo, Sandra, Memo, Guayito, Papito, Douglas, Macoyita, y otros más que llegaban no muy seguido porque trabajaban en solidaridad, y era un punto de encuentro para reuniones... como Chamy, Daniel, Neto, Rafael, Celia, Bruno, Gustavo etc... Es bueno recordar nombres de tantos compañeros forjadores de la historia. Cuando puedo siempre lo hago con gusto...
 
Entonces Audelio y Carlenke eran el enlace de parte de los urbanos con los compas del volcán de San Salvador; incluso se llegaron a hacer acciones coordinadas como el ataque a San Ramón en el /89. En este lugar se recuperaron varias armas… Una operación conjunta con los urbanos que relataré otro día...
También el compa Carlenke participó en una de estas dos operaciones importantes: ataques a la Primera Brigada de Infantería y al Cuartel El Zapote; de esto hay videos donde sale él y la Goyita disparando a estas instalaciones…
 
COMANDOS URBANOS
 
Estos chavos cuando subían al cerro nos contagiaban. Siempre alegres, sonrientes, echando relajo. Era obvio: los pocos años de guerra en muchos de ellos no los había curtido.
Nos hacían cambiar nuestros rostros serios con eso que tiene la juventud: ganas de vivir, de amar, de compartir, de luchar… En medio de la guerra se daban tiempo para todo; no había obstáculo que los detuviera.
Yo tuve el gusto de compartir con ellos un curso de Armamento Popular en Guazapa. Un año después me los encontré en el volcán de San Salvador con la misma actitud: felices…, parecía que andaban de excursión. Ya el peligro les hacía los mandados.
Lo que más lamento de esta unidad, es el alto costo en vidas que tuvieron en la ofensiva del 89, donde ellos la iniciaron en la Zacamil; también allí murió mi hermano…, el rescate nunca llegó…
Un saludo a los que están vivos, y ojalá no olvidemos a los que no tuvieron esa suerte.
 
La conexión era San Salvador -El Volcán; volcán-guazapa; y de este último a Morazán donde se tenía que hacer una larga caminata para llegar.
Antes de formar el frente del volcán de San Salvador, el conecte era directo de San Salvador a Guazapa; ya que abajo del cerro pasa la Troncal del Norte y allí cerca en un lugar que se llama El Bonete, habían unos compas que trabajaban en esas zona de expansión.
Dentro de estos compas estaban Yaneth, Carlos Puntudo y el bicho Aníbal, que posteriormente se agregaron a la unidad de Guazapa. Bueno, Aníbal y Yaneth.
 
Digo esto porque la compa Aleida y yo ingresamos directo desde la capital, vía Troncal del Norte - El Bonete; donde estaba el bicho Aníbal que poco a poco nos fue subiendo al cerro.
Fuimos cruzando cercos, alambrados, potreros, cultivos y de repente ya estábamos en la Ceiba, donde nos esperaba una unidad de compas al mando de Mardoqueo, también estaba Lorenzo y Santos hermano de Marlene que era brigadista. Nunca se me olvidará.
 
Esta ceiba era una división: hacia abajo eran potreros, parcelas de cultivo, casas –en otras palabras zona de expansión–; hacia arriba la vegetación era mas abundante y territorio controlado por los compas del ERP, en las faldas del cerro Guazapa, La Famosa Loma de Ramos. En esta ceiba casi siempre hacíamos un receso de cinco minutos y nos fumábamos un cigarrito.
Hasta que uno incursionaba en esta selva se daba cuenta de la vegetación tupida que había, el tamaño de los árboles, muchas veredas, ojos de agua, palos de mango, y algo que me sorprendió: cantidad de casitas abandonadas que íbamos encontrando desde que empezábamos a subir la selva, hasta la parte alta donde teníamos los campamentos.
 
Por cierto al llegar a este nos acomodaron en una de esas casitas; íbamos bien mojados y cansados ya que era la primera vez que subíamos el cerro de guazapa.
Al día siguiente me llevé una buena sorpresa: Darío, Guayito, Roberto, Calacho, Henry, Lito y el seco Gustavo estaban en el campamento. Compas que había conocido en Nicaragua y que me llevaba muy bien con ellos. Sólo con Gustavo no había interactuado mucho, pero lo conocía de vista.
Posteriormente me incorporaron al taller de explosivos donde estaba Meme y Mario de encargados. Dos compas que eran muy buenos para inventar diferentes artefactos.
 
También al taller estaban incorporados los compas que conocí en Nicaragua.
Tengo muy presente una anécdota en este campamento de Loma de Ramos. En las casitas donde nos quedábamos a dormir habían muchos murciélagos, y en las mañanas casi siempre amanecía un compa lleno de sangre, –parecía un Cristo– producto de las mordidas de éstos bichos.
 
Lo increíble es que uno no se daba cuenta; una vez mordieron una compa radista que se llamaba Nina. Recuerdo que los compas del taller que eran bien jodarrias le decían: imagínate Nina como se poso el murciélago para morderte la nariz. Y sí le dejó su cicatriz como de viruela.
Una vez me mordió a mí el dedo gordo, al siguiente día tenía la sábana llena de sangre. Lo único bueno era que nos perdonaban el matutino. Uno nunca se da cuenta porque dicen que utilizan la saliva como anestesia, además la cortada es tan fina como si la hicieran con bisturí.
 
A los compas de ese taller no se les escapaba nada, siempre se estaban muriendo de la risa por cualquier chiste, sobre todo Meme y Lito, eran tremendos… A cada rato nos llamaba la atención Jaime –El Coño– que era el responsable. Y cuando se encabronaba por la bulla nos decía: ahora si les voy a meter la verga cabrones –ya que era mal hablado–, y nos ponía algunas culucas.
Había una pasada que la contaba a cada rato Meme. Era sobre un compa humilde que se llamaba Roberto: Su voz era suave y finita. Y una compa de seudónimo Sarona; que tenía la voz fuerte y su estatura era como de 180.
 
Entonces decía Meme que iban a bañarse al ojo de agua, y Roberto se fue quedando rezagado porque atrás venía Sarona; cuando se emparejaron Roberto la abordó con su voz fina y le dijo: –Hola mamasita, porque tan solita?, se la van a robar... Y Sarona se le quedó viendo y le contestó con su voz fuerte: –¡y aquí quien me va robar pendejo–!
Cuando Meme contaba este chiste imitando las voces de los dos no podía uno dejar de reír. Creo que esta pasada nos costó varias sanciones por la bulla que armábamos en el taller; Meme la contaba varias veces al día. Hasta el mismo Roberto se reía. Nunca supe si ocurrió o no. Pero algo hubo de eso porque el compa Roberto nunca desmintió.
 
En ese tiempo habíamos muchos compas en el campamento. También estaba recién llegado Paolo de Morazán, junto a Laura y el negro William –chocho– que iban de salida; Y que a cada rato me decía William, oye Caballo lo primero que voy a hacer al llegar a la ciudad es comerme una hamburguesa doble…
 
Y Laura era una compa alta, blanca si no me equivoco ella es de San Miguel, incluso conocía a mi hermano Quique ya que habían operado juntos en san miguel en los años 79-80. También iba de salida al igual que Paolo y estuvieron unos días con nosotros mientras les salía el conecte.
Recuerdo que en ese campamento pasaron los cuilios disparándonos con la artillería durante un buen tiempo, casi no nos dejaban dormir.
 
Cuando los disparos caían un poco retirado no les hacíamos caso, nos valía verga, pero cuando las esquirlas caían cerca hasta chocábamos a media noche buscando el refugio que estaba en un paredón.
Estos paredones por lo general estaban ubicados entre vaguadas o quebradas, que por su naturaleza protegen y si agregábamos hoyos rascando en forma de semicírculo era suficiente para protegernos.
La forma de caminar en la noche dentro del campamento es agachado y alumbrando con la lámpara hacia el piso para no ser detectados, además todos le colocamos un papel oscuro a la lámpara para que la luz sea más tenue. Esta era una medida de seguridad muy importante.
 
UN DÍA TRANQUILO EN UN CAMPAMENTO DE LOMA DE RAMOS.
 
Nos levantamos a las cinco y media de la mañana, cuando apenas empieza a clarear. Casi todos ya tenemos claro las tareas a realizar durante el día si no surge un imprevisto. Por ejemplo, el equipo de la cocina tiene que garantizar la comida; para ello tiene que tomar en cuenta todo lo que va a necesitar y tenerlo a la mano; Leña, frijoles, maíz, arroz, café… ya que por regla todo se encuentra escondido en los buzones y sólo el encargado de esa área conoce donde están las cosas.
También uno va aprendiendo de los demás compas o de la misma práctica. Por ejemplo: los responsables de cocina tendrían que estar constantemente abriendo los buzones para sacar lo del diario que van a cocinar, lo cual es molesto, no es práctico, y lo peor de esto es que estarías dejando muchas huellas al estar abriendo constantemente los buzones más grandes.
 
Yo como explosivista aprendí un truco de Fermín, el cocinero, que me pareció muy interesante. Tenía buzones o escondites secundarios cerca de la cocina; por lo que sacaba producto para unos días y cuando se le acababa regresaba al buzón principal. De esta manera uno no arriesga todo el material y tiene a la mano lo necesario para varios días…
También cuesta abrir un buzón grande, y n solo eso, hay que estar a las vivas ya que por seguridad casi siempre va uno solo. Además de eso si lo abres constantemente por mucho cuidado que tengas vas dejando huellas.
 
Después de levantamos el responsable prepara un equipo que va de posta para cuidar el campamento; y otro que sale de inmediato a patrullar los alrededores –con los compas antes mencionados–. Éste último lleva un radista operativo por cualquier anormalidad que se presente.
Por lo general los compas campesinos son los que mejor saben detectar huellas ya que crecieron en esas zonas y se fijan en el más mínimo detalle, casi nunca se equivocan cuando el enemigo está cerca o ha cruzado por el lugar…
 
Éste mismo equipo se encarga a veces de revisar el minado; por lo general se hace cada cuatro días en épocas lluviosas; cuando no llueve se pueden dejar más días. Los artefactos que no funcionan yo los reviso, es parte de mi responsabilidad su buen estado, que haya reserva, y explicar como funcionan…
Otros que siempre están pendientes son los radistas que pasan rastreando a los cuilios –Germán, will, Alex–, por lo general se levantan a encender los radios verdes y escuchar las diferentes frecuencias de las unidades que andan operando en la zona…, a veces por medio de ellos se detecta cuando están cerca de nuestro campamento, a qué batallón pertenecen, si es patrullaje de rutina, la cantidad…
También hay un compa, ya sea hombre o mujer trabajando en los radios naranjas, por lo general siempre están recibiendo mensajes de carácter más estratégico. En guazapa estaba Marilú y Yaneth. Estas radistas al igual que los que trabajan en los radios verdes siempre están en contacto directo con el responsable del campamento.
 
Y a los que no nos tocó patrullar y tenemos que hacer otras tareas nos incorporamos a hacer ejercicio, –incluso si todo está tranquilo el responsable dirige el ejercicio– que dura aproximadamente 45 min.
Posteriormente nos duchábamos en un ojo de agua que teníamos cerca del campamento y que nos caía a todo dar después del ejercicio. Mientras los cocineros estaban preparando el desayuno.
Recuerdo que cuando veníamos de bañar nos quedaba de paso la cocina y muchos nos pasábamos a tomar un café. Aunque esto no le gustaba al responsable ya que éramos pocos y no podíamos estar siempre agrupados en la cocina, esto era más que nada por medidas de seguridad.
Entonces por lo general alguien se quedaba haciendo el café y los demás subíamos al campamento a esperar el café y el desayuno de Fermín que nos caía a todo dar…
 
Posteriormente nos incorporábamos a nuestras labores, en mi caso al taller de explosivos a revisar minas, hacer moldes, mezclas, o a inventar algo para joder a los cuilios…
Me gustaba salir a patrullar en la mañana, aunque no lo hacía muy seguido por las tareas del taller. Pero cuando iba siempre encontrábamos alguna fruta ya que en la zona donde estábamos había de todo: mangos, plátanos, matasanos, guayabas, nances, zapotes… en fin cualquier cosa comíamos antes del desayuno.
 
Otra regla básica era no hablar muy fuerte en el campamento, ya que en las elevaciones parece que el sonido se propaga más. Esto ya lo habíamos aprendido. Cualquier compa tenía el derecho de llamarte la atención si estabas hablando fuerte; sobre todo si te escuchaban a una distancia considerable…
La otra medida de seguridad importante era no tender ropa de color en los espacios donde no había follaje. Esta medida por lo general había que cumplirla en una época del año, donde los arboles pierden sus hojas; ya que Guazapa tiene las características de una selva baja caducifolia. –Esto lo aprendí hoy después con el Compa y Biólogo Salvador Morelos–.
 
Ya para el mediodía, después de comer y si todo está tranquilo, además cuando la mayoría de compas está en el campamento se empiezan a hacer los grupitos y contar chistes, otros están limpiando su fusil o poniéndole polainas a sus zapatos burritos (para que parecieran botas gringas), cosiendo ropa, haciendo alguna funda para su navaja o cuchillo, calentando los tiros al sol… y los que estábamos acompañados nos dábamos un tiempo para estar a solas…
 
En esa fecha estaba recién acompañado con Yaneth –radista de los Radios Naranja–, ya que tenía un mes de haberse separado de Bonifacio nuestro médico y responsable político.
 
LOS AMATES
 
Yaneth no tenía pelos en la lengua. Decía lo que sentía con palabras y gestos, así era ella, directa, franca…
Cuando hacíamos el amor llegaba a los extremos:
respiración acelerada, estertores agónicos… ¡y de repente terminaba con risa incontrolable…!
Digo esto sin afán de denigrar, es más, si lo lee le daría risa; no es pudorosa. Pocas mujeres he visto tan desinhibidas como ella.
 
Bueno, la primera vez me sorprendí; admito que me desconcerté un poco; ya después me di cuenta que solo pasaba de vez en cuando, era parte de su forma de sentir. Iba de un extremo a otro.
Una vez nuestra unidad pasó un operativo y salimos en guinda del campamento, fue una semana en friega con el enemigo, chocamos varias veces en diferentes puntos, no nos daba tregua, íbamos de un lado a otro por una vaguada de Loma de Ramos…
 
Cuando terminó ese operativo nos quedamos a dormir en Los Amates, cerca del campamento que está al frente de Aguilares; y, la adrenalina acumulada se nos convirtió en deseo…
Dormimos en un lugar improvisado en esa zona, casi todos aglomerados, cerca unos de otros… Esa noche hicimos el amor de manera muy discreta, lo cual no iba con su manera de hacerlo; me di cuenta que no quedó satisfecha, porque eso de no hacer ruido no iba con ella.
Le propuse que saliéramos unos 50 metros para estar a solas; no lo pensó dos veces, y salimos cerca de una parra de bambú. Allí había una roca como de un metro de altura y de forma plana, como si fuera una plancha oval con su base enterrada…
 
Allí cabalgó sobre mí, sin reserva ni medida, a toda sus anchas, sin cuilios, sin dios y sin diablo; al aire libre, como una figura de constelación flotando y transcurriendo nada más… mirando hacia el picacho… y yo el cielo estrellado revuelto con hojas de amate…
¡Qué contradicción de los humanos!, a pesar de perder la noción del tiempo, esa noche la recuerdo mucho… Son parte de mi lenguaje las palabras amate-cielo estrellado, picacho-cabalgar, Guazapa-Loma de Ramos...

¡Qué contraste se da en los frentes!: tranquilidad relativa; y adrenalina al máximo.
Incluso si la situación está muy relax los compas se van a buscar frutas para ponerlas a madurar, –le llaman guaca–claro siempre tienen que avisar por donde andan, porque a veces las cosas cambian de repente.
 
Nosotros en Guazapa teníamos varios compas expertos en guaca –madurar frutas–, dentro de éstos estaban Joel, Adonay, El Viejo Fermín y Ramón mí ayudante del taller. Se notaba que estos compas habían crecido en el campo, por la experiencia que tenían a la hora de cortar las frutas; esto no es fácil. Decían ellos que hay que saber cuando la fruta está sazona; o sea lista para madurarse; tomaban en cuenta el color de ésta, y la época del año; ya que cada fruta tiene su temporada. Lo bonito de todo esto era que todos comíamos cuando estaba Madura.
 
Cuando empieza a oscurecer llegan lo postas y el siguiente turno se hace alrededor del campamento, mientras los demás compas nos reunimos para escuchar la Radio Venceremos y fumarnos un cigarrito, si hay. Por medio de la Radio nos informamos de las diferentes actividades realizadas en otros frentes, en las ciudades, y, sobre todo, servía de referente tanto político como militar... Qué difícil es recordar... lo crudo de la guerra me satura... aunque tengo varias notas escritas de ésta, las hago a un lado, porque están fuertes... por eso trato de recordar más la cotidianidad y convivencia... 
 
¡Un abrazo a todos y compartan...¡

Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...