Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

domingo, 30 de diciembre de 2018

Se va a caer (ENTREVISTA )


Imagen: Constanza Niscovolos


En momentos en que la escena política está pasando de las manos de los varones a las mujeres, la antropóloga Rita Segato plantea la urgencia de nombrar retóricas emergentes que identifiquen una nueva politicidad surgida de las luchas feministas. El desafío de los feminismos, señala, es construir una sociedad nueva, des-generada y despatriarcalizada, que cambie el rumbo de la historia.
 
 
 
Por Verónica Gago



¿Qué es hacer política en medio del colapso patriarcal? Con esta pregunta y en conversación como modo del pensamiento, como propicia Rita Segato, las palabras se disparan buscando un vocabulario para lo que la marea feminista no para de hacer emerger. Su mamá, cuenta, se asustaba de lo que llamaba su “lengua viperina”: de encantamiento y de maldad. De poder construir y destruir realidades con la palabra. “Estamos viendo emerger una realidad bajo nuestros ojos y tenemos que darle nombre, generarle retóricas, porque es una política que se distingue de la ficción institucional de lo que se llama convencionalmente política”. Esa politicidad emergente está transtocándolo todo. ¿Cómo cambia la política con la entrada en escena de una politicidad de las luchas feministas en las calles, en las casas y en las camas?

¿De qué tipo de política hablamos?

Una vez que algo que es parte de nuestra experiencia vivida es nombrado, pasa a obtener un status de existencia como parte de la realidad. Es por eso que todos los autoritarismos intentan siempre ejercer un control muy grande sobre las palabras. En este momento, la escena política está pasando de las manos de los hombres a las de las mujeres y necesitamos escudriñar y nombrar todo lo nuevo que hay en este tránsito de la historia. La política está frente a una nueva era, y lo que va a reencaminar la sociedad hacia otro horizonte histórico, con más bienestar para más gente, no va a ser el camino que siempre hemos seguido, que es tomar el Estado para desde allí reencaminar la historia, porque ese camino hasta ahora nos ha venido fallando. Se intentó atraer la adhesión de la gente a los progresismos por medio de dar más acceso al consumo, pero eso fracasó estrepitosamente en Brasil y en Argentina… y en otros países, como Bolivia, parece no estar causando el efecto esperado.

Creo que esto tiene que ver también con el papel de las economías ilegales, con su expansión vinculada a dinámicas de consumo justamente, y con lo que significan los Estados en América latina. Son elementos de balance central para la última década, ¿no?

En un continente donde los Estados nacionales son el resultado de la historia de las sociedades, con sus conflictos, sus guerras y alianzas, como es en Europa, la relación Estado-Sociedad es muy diferente a la de nuestros países. Los verdaderos héroes de nuestras independencias murieron asesinados, exilados o en el más absoluto abandono y ostracismo, y las élites criollas, de identidad ambigua e insegura, junto a sus amanuenses, fundaron repúblicas de doble llave operativa para recibir la transferencia de los bienes coloniales de ultramar a la administración en territorio. Construyeron así un aparato estatal como recipiente para la transferencia de los bienes coloniales –la tierra, los minerales y la mano de obra– de la sede ultramarina a la sede regional. Solo se trató de un cambio de manos, de un cambio en la gerencia nada más…. Es por eso que la gestión criolla nunca dejó de mantener una relación de exterioridad con relación a lo administrado, por eso podemos decir que nunca dejaron de tener una relación colonial con lo administrado. Los estados arquitectados de esa manera procedieron entonces a inventar sus naciones y trazar las sospechosas y artificiales líneas de puntos que conocemos.

En ese sentido se originan como Estados contra la sociedad.

Exacto. Es por eso nuestras sociedades, los pueblos que la forman, nunca se sienten parte del Estado, ni aunque voten. Más bien solo le temen al Estado. Y estados formados así, con su fragilidad constitutiva, fundacional, presentan una vulnerabilidad extrema a la inflación de la esfera para-estatal de control de la vida. En nuestros países, el estado de excepción y la dualidad del estado también inherentes a la gestión de la vida de los países europeos, es decir, las llaves alternativas de control de la sociedad en situaciones de excepción, se hipertrofian con una facilidad extraordinaria. Nuestras repúblicas presentan una vulnerabilidad constitutiva a esa hipertrofia y a la instalación de una esfera para-legal, para-militar, para-económica y para-política de control de la vida de sectores cada vez más amplios de la población.

Y eso es perceptible, ¿verdad?

Sin duda. En México, inclusive, los sectores críticos prefieren hablar de un narco-estado, fundiendo en una entidad única e indisoluble el control criminal y estatal de la vida. Yo prefiero conservar la diferencia, es decir, las dos categorías, la de estado y para-estado y no adherir a la fusión de ambas.

¿Por qué?

Porque en la representación social dominante, en los esquemas sociales de todos nosotros, el Estado existe. Entonces, existe una institucionalidad y una ley. Esa fe estatal mantiene en pie y hace posible la interacción social en muchísimos espacios, aunque es constatable que el Estado opera a dos aguas. Pero eso siempre fue así porque las elites lo armaron, lo arquitectaron, para operarlo legal y para-legalmente, en un registro o en otro. Entonces, prefiero hablar de Estado y de para-estado porque la diferenciación entre ambas estructuras de control social se encuentra todavía vigente como representación en las conciencias de las personas, en el recurso formal a la Justicia de Estado y en la persistencia constatable de algún nivel de fe institucional. De cualquier forma, a lo largo de mi camino estudiando el tema de los feminicidios y observando la expansión y transformación de la escena violenta en México y el Triángulo Norte de América Central (El Salvador, Guatemala y Honduras) fui percibiendo la transformación de la relación entre Estado, Para-Estado y Sociedad. En Ciudad Juárez, que fue mi primer trabajo en la región, percibí cómo operadores del Estado, es decir, personas insertadas en la gestión pública, funcionaban como prótesis del para-Estado. Lo describí diciendo que había vasos comunicantes muy bien irrigados, adherencias, entre la esfera para-estatal y la esfera estatal de control de la vida. Diversas formas de enriquecimiento no lícito: parte del lucro de las maquilas y los diversos tráficos –de substancias, personas y capitales no declarados en su camino de atravesamiento hacia los bancos del Norte– producían una para-economía a la sombra de la protección de gestores actuando en el campo estatal, que necesitaba a su vez de una fuerza para-policial de protección de esos bienes y de un mancomunamiento estrecho y pacto de silencio entre todos los involucrados. Era claramente el crimen organizado extendiendo sus tentáculos y atrapando actores del campo estatal.

Algunos años después, ya conceptualizas esto de otra manera…

Cuando estoy escribiendo mi texto sobre las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres, comprendo que ha sucedido un cambio en esa escena. ¡Fue literal!, sucedió al digitar uno de los subtítulos del ensayo. Al escribir el subtítulo “La captura del Estado por el crimen organizado” refiriéndome al carácter de proteico de algunos elementos del campo estatal que operan teledirigidos por actores criminales, súbitamente me dí cuenta de que ese subtítulo ya no describía la realidad, ya no nombraba lo que realmente existía, y lo cambié. De forma que ahora esa sección del ensayo se llama “La captura del crimen organizado por el Estado”. Es el Estado el que ya en ese momento captura y burocratiza el crimen, las fuentes de ingresos que la política de Estado necesita. Y vemos que hay un momento en que el bandido social, anti-estatal, al estilo Pablo Escobar, deja de existir; aunque cruel, ese bandido representaba un papel antagónico para las elites operadoras del Estado. Hay un momento en que eso cambia y el Estado coloniza, burocratiza el crimen. En 2006, mafias locales junto a sicariatos locales, corporaciones armadas que prestan servicio, contaban con operadores del estado que los asistían de varias formas – eso se muestra claramente en la cooperación de esos actores del campo estatal por el encubrimiento y la manipulación de evidencias en los feminicidios. Ahora, las elites operadoras del aparato estatal son las que conducen la operación criminal. Ha habido un cambio.

¿Qué es lo que cambia ahora con el feminismo? ¿Cómo interviene frente a esta compleja imbricación de violencias y economías?

El feminismo desarma la política matona. Lo que cambia con el formato de la politicidad femenina es que forma parte de otra historia, es que pone fin a la política matona. Por eso es tan insoportable cuando vemos a una feminista haciendo política matona sin darse cuenta de que es la del otro lado de la historia porque esa política matona cuenta para su producción y su accionar con el recurso humano de la población masculina formateada por el mandato de masculinidad. Si se desmonta el mandato de masculinidad se acaba la política matona.

¿Cómo caracterizarías esa política?

El matonismo político es una característica muy fuerte de nuestro país. Uno de los síntomas de ese matonismo que se articula con la política son las barras bravas, mano de obra disponible para la política matona. Están en la economía y en la política. Y el peligro es que se están pareciendo demasiado a las maras, son proto-maras y, si se expanden, podrán ofrecer un riesgo enorme para la salud de la sociedad. Son una presa fácil para convertirse en lo que es hoy el cáncer del Triángulo Norte de América central. Una vez que se instala eso no se desinstala más. Es lo complicado de El Salvador por ejemplo. La mara no es el crimen organizado, sino que es reclutada por el crimen organizado. Las maras son más próximas a las falanges pero sin un ideario otro que su propio poder de control social y territorial. ¿Cómo se evita la reproducción de ese mal social? Es algo que me saca el sueño. Es ahí que el desmonte del mandato de masculinidad es fundamental en las escuelas, en los barrios y en las organizaciones.

Me parece entonces que una relación clave es entre mandato de masculinidad y un modo específico de “mano de obra” que tiene que ver con cierta articulación entre economías legales, para-legales e ilegales.

Tal cual. Porque la mano de obra bélica para ese mal social del que hablo es formateada por el mandato de masculinidad y su pedagogía de la crueldad. Por eso, una política en clave femenina, primero, no puede ser matona y, segundo, va a cambiar la historia porque va a impedir que se reproduzca ese modo de hacer política. ¿Te parece interesante?

Me parece fundamental para pensar un momento donde el salario deja de ser la forma de estructuración de la autoridad masculina y esa autoridad busca afirmarse desde otras economías.

Total, porque el mandato patriarcal va a formatear unos niños que se van a disponibilizar para este tipo de actividades que organizan la reproducción de la vida con estas lógicas.

Esas lógicas evidencian al salario como institución precaria, intermitente y cada vez más vista como un “privilegio” para ciertos sectores sociales. Asegurar la reproducción de la vida por fuera del marco salarial sería lo que fusiona mandato de masculinidad con nuevas economías.

Se necesitan otras formas de producción de riqueza y otros canales por los que fluya el dinero. En ese sentido, hemos visto cómo se falló en el intento institucional de sanear las fuerzas de seguridad. Hay que cruzar ambas cosas y entender a qué venimos las mujeres con una nueva forma de hacer política. La política matona no puede prescindir ni de barras bravas ni de fuerzas de seguridad que actúan simultáneamente dentro del orden policial y dentro del orden para-policial. Todo eso se cae si nosotras conseguimos dar un nuevo rumbo a la forma de hacer política. Hilamos, tramamos, tejemos la política dentro de la sociedad, construimos una sociedad nueva, des-generada, despatriarcalizada. Ese es nuestro trabajo, y va a incidir directamente en el formato de la política y en el rumbo de la historia.

¿Y cómo se cruza esto con las formas de violencia contra las mujeres?

No es que nos matan porque necesitan matarnos. Nos matan porque la producción de masculinidad necesita de un espectáculo de crueldad que relate su existencia y su presencia como fuerza a cargo del control social. Y esto está en la sociedad y no en el Estado. Por eso es necesario cambiarlo en la sociedad. No se cambia desde el Estado. En este momento la lucha política es en la sociedad y pasa por nuestra acción. Ha caído en nuestras manos por el rotundo fracaso de todos los intentos cuando estuvo en otras manos. Por eso siempre digo: “ningún patriarcón hará la revolución”. ¿Por qué? Porque lo han intentado varias veces… sin jamás llegar a destino. Con el patriarcado en pie, no se reorienta la historia en dirección a una sociedad menos opresiva y más benigna.

¿Qué tipo de estructura tiene lo nuevo?

Hablemos de la emergencia de la ex hijas de genocidas. Me impresiona como emerge ese colectivo, de forma espontánea, con el intento de impunidad del 2x1. Eso sobreviene cuando al Estado se lo ve fallar. El Estado había apoyado mecanismos de justicia y luego amenaza con retirarse del papel de sustentar la ley. Es entonces que diversas conciencias dispersas, no mancomunadas, que no hicieron arreglo alguno entre sí, irrumpen con un mismo gesto: sacarse el nombre del padre. Es el afloramiento de una estructura. Esto es relevante para lo que estamos diciendo porque las marchas de mujeres a partir del Ni Una Menos surgen también de esa misma forma: como el afloramiento de una estructura cuando el Estado colapsa como fuente de justicia y legalidad ante los feminicidios. Esos afloramientos son la consecuencia de un vacío de legalidad, son un grito de las mujeres que emana de lo más profundo de la sociedad como una queja contra el matonismo de nuestra vida social y política. Es por eso que las movilizaciones actuales de las mujeres indican el tránsito y la inminencia de un cambio de era. No hay que economizar palabras para decir hasta qué punto estamos ante la posibilidad un cambio de era. Y es precisamente la alarma que ha sonado en los gabinetes que trabajan para la manutención del poder de los dueños de la vida y su recurso al fundamentalismo monoteísta lo que nos indica la centralidad de lo que estamos tocando con nuestras luchas contra el orden político del patriarcado y su mandato de masculinidad. El feminismo toca el centro de gravedad de la reproducción de la desigualdad.

Un discurso en una clave similar, vinculando varios de estos elementos, fue el que dijo Marta Montero, la mamá de Lucía Pérez, tanto en la asamblea en la que llamamos al paro del 5D como en Plaza de Mayo luego.

Es un matonismo que está en la sociedad y en la estructura de la política sustentando la existencia de patrones de la vida. Entonces, el Estado no puede auxiliarnos porque está absolutamente afectado, tomado, secuestrado por el matonismo. Lo que vemos hoy es un entramado de dueños con su séquito feudal. La dueñidad consiste en una re-feudalización de la política que atraviesa los partidos, las comisarías, los tribunales, los sindicatos y las barras bravas del futbol. Ahora, las mujeres estamos diciendo que no hay buena política construida con fondos recaudados a base del sufrimiento de la gente y en particular del sufrimiento de las mujeres.

Me parece importante remarcar que este análisis, como venís insistiendo, no es moral, y que expresa una trama política y económica.

El tema es que las dos piernas de la política partidaria convencional, a la que llamé política matona, tan típica de la Argentina, tan establecida por aquí, son las barras bravas y la policía: las dos actúan en la recaudación para las cajas electorales y también en la "seguridad", es decir, en el control de la sociedad. Así se estructura el matonismo que sustenta la política convencional. Dicho en otras palabras, en términos más técnicos, las dos actúan en la para-economía y en la para-seguridad, propias de mi definición de esfera para-estatal de control de la vida, que tan fácilmente se inflaciona en las repúblicas latinoamericanas. Ese es precisamente el estilo de política que deja de existir cuando entra en escena la política en clave femenina o, lo que llamo también, la politicidad de las mujeres. Me gusta definirla como una política de las cocinas. Estamos en realidad buscándole las palabras a este tiempo nuevo, y no debemos temerle a esa búsqueda y sus inevitables titubeos. Esta perspectiva teórico-política está en construcción, y necesariamente tendrá que ser una construcción colectiva. Pero el punto de vista y la plataforma desde la cual imaginamos y hablamos es la historia de las mujeres, la historia de su forma de hacer política, que por un tiempo ha quedado rasurada, innominada, expulsada del reino de lo político cuando el tránsito a la colonial-modernidad intenta desbaratar los mundos comunales. La comunalidad, o vincularidad de tipo comunal, y la politicidad femenina van de la mano y son un camino histórico diferente al de la politicidad masculina, la burocracia y el Estado. Esas dos historias caminan entrelazadas, naturalmente, pero tienen genealogías diferentes. Es importante hacer notar aquí que en nuestro continente los mundos comunales son de raíz no-blanca, indígena y también amefricana, para usar el preciso término acuñado por Lelia González en Brasil.

Hoy el movimiento feminista, en sus múltiples expresiones, empuja un flujo de desestabilización que no deja estructura sin conmover: desde las organizaciones partidarias a las familias; de los sindicatos a las agrupaciones indígenas; pasando por generaciones diversas. Muchas organizaciones intentan “contener” esto pero justamente persiste como desborde.

Dentro de las organizaciones políticas hay poderes que quieren preservar esa política matona. Y esas organizaciones son las que acceden al Estado y controlan la nación. Y es constatable que en las entrañas de esas organizaciones – partidos, sindicatos…. - por tanto se practica dentro de ellas algo que se puede identificar como un autoritarismo sobre las mujeres que se transforma en un autoritarismo de estado sobre las mujeres. Por eso las denuncias no se pueden resolver sólo dentro de las organizaciones ni llevando la cuestión al reclamo hacia el Estado. En general percibimos el autoritarismo de Estado sólo en relación a las ideologías políticas y a las clases sociales. Pero no estamos percibiendo que hay un autoritarismo de Estado con relación a las mujeres. Esto se ve en cómo se frena la lucha del aborto. Cuando los senadores dicen que no a las mujeres que están en la calle, no le dicen que no al aborto pues, como sabemos, ninguna ley frena las prácticas de aborto, ya que el aborto nunca dejó de practicarse todo el tiempo y cada vez más. Lo que están diciendo es “acá quien escribe la ley somos nosotros”, o sea, la actitud de los senadores que votaron contra el pedido del movimiento organizado de las mujeres es parte de una política matona que enuncia y exhibe ante la sociedad su propiedad sobre la lapicera que escribe las leyes: es un enunciado de poder. Yo digo que la prohibición del aborto es una forma de autoritarismo de Estado como la dictadura.

¿Qué es esa otra política que estamos haciendo? Para avanzar en rasgos…

Es una política que desafía a los sujetos formateados por el mandato de masculinidad, que responden a una política organizada por el valor de la obediencia corporativa. Insisto con que hay mujeres que son matonas, que hacen política de esa forma. Pero una politicidad en clave femenina es –no por esencia sino por experiencia histórica acumulada-, en primer lugar, una política del arraigo espacial y comunitario; no es utópica sino tópica; es pragmática y orientada por las contingencias y no principista en su moralidad; próxima y no burocrática; investida en el proceso más que en el producto; y sobre todo solucionadora de problemas y preservadora de la vida en el cotidiano.

¡Hay todo un programa para trabajar en los distintos espacios, con iniciativas diversas! (risas) Este tipo de transversalidad sin embargo quiere ser devaluada cuando se la quiere traducir en términos únicos de pertenencias partidarias.

Para mí hay un innegociable: los pañuelos son verdes. Nuestros antagonistas en términos de proyecto histórico han percibido antes que nosotras mismas que el tema del patriarcado es el cimiento. Ellos, con su reacción fundamentalista feroz y desvariada, nos están mostrando que lo nuestro no es un problema de minoría, no es un problema de un grupo particular de la sociedad que seríamos las mujeres, sino que es un tema que, si bien llevado, puede finalmente, transformar la historia y derrocar el autoritarismo y los esquemas donde su poder se instala. Ellos nos lo están diciendo. Y es algo que nosotras como movimiento social no habíamos percibido a fondo: que nuestro movimiento puede modificar el rumbo de la historia.


Esto se lee en la ferocidad de la triple contra-ofensiva que se orquesta: a la vez militar, financiera y religiosa. Quiero decir: tiene la proporción que nos hace leer a contraluz nuestra fuerza.

Exacto. Ellos, por su reacción de alerta máxima, nos están diciendo la fuerza que tiene nuestro movimiento para hacer colapsar todos los tipos de asimetría de nuestra sociedad, todas las formas de predación. Es importante percibir que la fuerza de la palabra es enorme y que nosotras estamos hablando en otro plano y tenemos que hacer un gran esfuerzo por dotar nuestro camino de una retórica nueva. Un gran esfuerzo por nombrar. Por supuesto la vida tiene diversos estratos. La ficción institucional que es la política convencional es uno. Pero lo que está surgiendo ahora es otra cosa. Yo creo que es una política que podríamos decir que se saca de encima el nombre del padre. Es un tipo de emancipación psíquica con consecuencias incalculables. Esto se ve en la manera de las mujeres de estar en la calle y en la manera en que hoy las niñas hablan, lo que leen, cómo perciben y cómo argumentan. Escucharlas es un deslumbre. Todo esto nos muestra el afloramiento de una profunda insatisfacción con una política que se queda en la ficción institucional y apela al mandato de masculinidad organizado en barras bravas y en la para-policialidad.

Es en ese modo de hacer política que está desplegando el movimiento feminista en su multiplicidad donde también se producen otros mecanismos y espacios de organización. Me parece un punto importante que no se infantilice al feminismo como espacio de lo “social” cuando a eso se le da una carga peyorativa, pre-política.

Pensemos dónde deliberan las mujeres y las disidencias. Lo hacen en esa cocina de la política que es la política de las mujeres. No tengo ningún problema en hablar de cocina. Ahí se delibera a la vista de tods, por ahí pasa la gente todo el tiempo: llega gente, se va otra, es un lugar de reunión y actividad de puertas abiertas. Lo impactante de hoy es que estamos frente a una marea no regida burocrática ni detonada por un voluntarismo. Es lo que es y está sucediendo.

En ese sentido lo importante de hoy es que se anuda de manera inédita masividad y radicalidad.

En ese mismo sentido digo que es un afloramiento, una emergencia. Hay que remarcar que esto se da aquí, en el Sur, donde nuestras propias tecnologías de sociabilidad están vigentes y tienen muchísima fuerza. Por eso es fundamental que nuestro feminismo no se deje devorar por las categorías del norte ni los protocolos del Norte, que emanan de otra historia nacional.

Justamente una de las categorías más importante es la surgida de las luchas de Centroamérica, protagonizadas por lideresas territoriales, que hablan de “cuerpo-territorio”. Me parece una síntesis político-conceptual que dice mucho de este momento de los feminismos, donde las resistencias a los megaemprendimientos extractivistas es una clave política fundamental.

Las mujeres son las sujetas del arraigo. Está en las manos de las mujeres lo que se ha preservado como diversidad genética, por su selección de lo que se cultiva en las huertas pequeñas, por ejemplo. Son el nudo del tejido comunitario. Por eso se las agrede de tal forma en las actuales guerras informales. Cuando se mata a una gran lideresa como Berta Cáceres se comete un femicidio, a pesar de que líderes hombres también mueren asesinados por defender lo que ella defendía. Sin embargo, su muerte es otra, lo que se desaparece es mucho más que una persona, un liderazgo particular: lo que se mata en ella es una modalidad de la política, una forma propia de politicidad, de gestión colectiva. Se femicidó en ella una politicidad en clave femenina. En el feminicidio el matonismo se afirma como política. En el cuerpo de las mujeres y de las sexualidades disidentes el ojo del patriarcado lee lo más humano de lo humano: la capacidad de desobedecer, de disentir, de desacatar. Esos cuerpos son en sí el peligro del desacato.

jueves, 25 de octubre de 2018

1985-2018: 43 Años después de la captura de Ines Guadalupe Duarte


A las seis de la mañana los 20 presos que seríamos liberados y que estábamos en Mariona salimos de nuestras celdas y un inmenso grito de “Patria o Muerte, Venceremos” se escucho; a partir de aquel instante todos los demás presos políticos que quedaban empezaron a lanzar consignas y a golpear con fuerza los barrotes de sus celdas. En fila india avanzamos lentamente por los estrechos pasillos de aquel pabellón estrechando manos y recibiendo los puños y los brazos de nuestros hermanos presos políticos de la dictadura que quedaban en la cárcel de Mariona. Este ensordecedor ruido que se escucho en varias cuadras a la redonda del penal se prolongó casi por 30 minutos. Esa fue una de las mejores ovaciones que habíamos oído en nuestras vidas. ¡Jamás la olvidaremos! 


Américo Mauro Araujo

Miembro del Colectivo
“Memoria Viva y Activa”



Durante todo el año 1985 el Gobierno de El Salvador, presidido por el Ingeniero José Napoleón Duarte, rechazó, de manera reiterada y con energía todas las propuestas que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, había dado a conocer durante aquel año con el propósito de iniciar un proceso que condujera a la humanización del conflicto armado. El FMLN había capturado, desde principios de 1985 , a 25 Alcaldes en Morazán y Chalatenango y propuso, primero, canjearlos por 29 sindicalistas y por la obtención de una autorización para que un grupo de heridos y lisiados de guerra pudiesen salir de El Salvador hacia otros países que se habían ofrecido a acogerlos por razones humanitarias. 

El Frente, ante la negativa cerrada del GOES, propuso entonces canjear a los Alcaldes por 9 militantes, capturados por los cuerpos de seguridad del Estado. El Gobierno contestó que ninguno de los nombres incluidos en la lista de los 9 estaban en calidad de presos o detenidos; ahora, veinte años después, ellos continúan sin aparecer. El gobierno democratacristiano, se negó de manera reiterada y prepotente, a iniciar un proceso conducente a la humanización de la guerra. 

El 10 de septiembre de 1985 un comando guerrillero urbano capturó a Inés Guadalupe Duarte, cuadro político de los organismos de propaganda de aquel gobierno e hija del Presidente Duarte, y a su acompañante Ana Cecilia Villeda. Nadie, en los días posteriores, se responsabilizó de aquella acción y Duarte recibió la solidaridad de más de 30 gobiernos extranjeros y de la totalidad de los Partidos Políticos Salvadoreños, incluyendo la de ARENA

El 15 de septiembre, día de la Independencia, el discurso de Duarte se centro casi exclusivamente en la captura de su hija y quedó en evidencia la inmensa potencialidad, que la captura generaba, para abrir una negociación entre los captores y el Gobierno. Al siguiente día, 16 de septiembre, el Comando Guerrillero “Pedro Pablo Castillo” se responsabilizó de la captura y dio a conocer que la metodología de la negociación se realizaría sin intermediarios, por vía radial y por las frecuencias que se señalaba en el mismo comunicado. 

Durante las siguientes semanas se realizó una negociación pública pues tanto los militares como los periodistas daban seguimiento a las conversaciones que se escuchaban a través de las ondas radiales entre el Puesto de Mando de los Guerrilleros y Casa Presidencial. El Comando Pedro Pablo Castillo propuso un canje de un grupo de prisioneros políticos por la liberación de Inés Guadalupe Duarte y Ana Cecilia Villeda. Los sectores más derechistas del Ejército, de Arena y de la burguesía presionaban a Duarte para que no realizara “concesiones a los terroristas”. La Embajada de los Estado Unidos de América se oponía a cualquier negociación con “grupos terroristas” y Duarte fue perdiendo apoyos. 

Ante esto el Comando Pedro Pablo Castillo comenzó a ampliar las demandas hasta llegar a exigir la liberación de 25 prisioneros, (sin incluir a las nueve personas que el Gobierno no aceptaba haber capturado, entre las cuales se encontraba la Comandante del ERP Janet Samour). Los principales periódicos del mundo informaban diariamente a sus lectores sobre la marcha de lo que acontecía en El Salvador y decenas de periodistas internacionales llegaban a Mariona a entrevistar a los que aparecían en el listado del canje. Otros, se presentaban como oficiales del CICR o Representantes de los Comités de Derechos Humanos no Gubernamentales tanto nacionales como internacionales a “ofrecer” a diversos prisioneros, que aparecían en la lista, “salvoconductos” para viajar a diferentes países del mundo en lugar de irse para los Frentes de Guerra como era el deseo tanto de los prisioneros como del Comando “Pedro Pablo Castillo”. Ni uno tan solo de aquel grupo de prisioneros acepto los “amables ofrecimientos” de aquellos agentes de los diversos organismos de inteligencia que entonces existían disfrazados de pacíficos y humanitarios personajes. 


Las contradicciones en el seno del gobierno se incrementaban y la situación política se agravó aún más para el gobierno cuando el 10 de octubre el FMLN atacó y destruyó por completo el Centro de Entrenamiento Militar de la Fuerza Armada, CEMFA, en la Unión, ocasionando 76 muertos y más de 200 heridos. El CEMFA era el principal centro de entrenamiento de reclutas a cargo de los militares norteamericanos en el país y por casualidad, aquel día, el grupo de 20 asesores yanquis había salido de la base y se salvaron de ser blancos de aquel destructivo y feroz ataque.

El debilitamiento de Duarte se había profundizado y el sábado 12 de octubre se convocó a una reunión de los altos mandos de la FAES para discutir la grave situación creada; un grupo de militares propuso, incluso, la destitución de Duarte. Esa reunión se prolongó toda la noche y parte del domingo 13 lo que provocó que dos hijas y cinco nietos del Presidente saliera de emergencia del país hacia los Estados Unidos a bordo de una aeronave del Comando Sur del Ejército de los Estado Unidos y un “apresurado e injustificado” comunicado del Embajador Corr en apoyo al Presidente Duarte al cual se refería como “...quien fue elegido por el pueblo salvadoreño para gobernarlo”. 

Los Estados Unidos no apoyaban la negociación con el FMLN pero necesitaban a Duarte para justificar ante el Congreso y Senado su política de intervención en Centroamérica y ante esta disyuntiva Reagan decidió mantener a Duarte como Presidente de El Salvador. Mientras, muchos gobiernos extranjeros y personalidades internacionales entre las que destacaba el dirigente del Partido Social Demócrata Alemán Wichsnewski, quien actuaba en Representación de Willy Brandt, Canciller de la República Federal de Alemania, comenzaron a buscar directamente al FMLN y hacer propuestas de solución tanto a Duarte como al Frente. Wichsnewski propuso negociar dos paquetes diferentes pero amarrados uno con el otro. 

Por un lado, efectuar la liberación de los 25 Alcaldes en poder del Frente Guerrillero a cambio de un salvoconducto para que los heridos y lisiados de guerra del FMLN pudiesen salir a otros países y, por el otro, realizar el canje de prisioneros políticos por Inés Guadalupe Duarte y Ana Cecilia Villeda. Esta formula era parecida a la que en los últimos días el Comando Pedro Pablo Castillo, y ahora el FMLN, demandaban cumplir al GOES. El Arzobispo Metropolitano y su Auxiliar, Arturo Rivera y Damas y Gregorio Rosa Chávez expresaron a ambas partes, de manera inequívoca, su disposición para mediar y ayudar para negociar una salida adecuada a la crisis; de la misma manera expresó su disposición la Universidad Centroamericana, UCA

De inmediato el FMLN aceptó la mediación igual hizo el Gobierno y el 15 de octubre un grupo de Comandantes del FMLN recibió, en las inmediaciones del Cerro de Guazapa, a un Representante de la Iglesia. Ese día el Frente externo su disposición a realizar el canje el día 22 de octubre; pero el 18 de octubre surgieron nuevas diferencias en torno a las condiciones, formas y procedimientos que tendría el complejo operativo a realizarse para ejecutar el intercambio y, por primera vez, desde Ayagualo en 1984, el Gobierno aceptó la necesidad de una negociación directa entre el GOES y el FMLN para superar aquellas diferencias ante la presencia de los mediadores. 
 
El General Noriega, entonces Presidente de Panamá, ofreció el territorio panameño para la realización de aquella negociación y el 20 de octubre se instaló una mesa con la presencia de Julio Adolfo Rey Prendes y Abraham Rodríguez en representación del Gobierno de El Salvador; Mario Aguiñada Carranza y Salvador Samayoa en representación del FMLN y como mediadores y testigos el Padre Ignacio Ellacuria, Rector de la UCA, y Monseñor Arturo Rivera y Damas, Arzobispo de San Salvador. Aquella fue una dura negociación que se prolongó durante tres días. La negociación terminó en la madrugada del día 22 de octubre y se acordó iniciar el canje en las siguientes 48 horas. Monseñor Rivera y Damas regresó a San Salvador muy temprano de aquella mañana y el Padre Ellacuría lo hizo hasta por la tarde del 22 pues aún se tenían que afinar algunos detalles. Fueron abordadas todas las complejidades operativas del canje, los procedimientos y los lugares del territorio salvadoreño donde se llevaría a cabo el intercambio de todos los prisioneros. 

La salida de los heridos y lisiados era la más compleja pues el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, tendría que recibirlos en las proximidades de cada uno de los principales Frentes de Guerra que el FMLN tenía en todo el territorio nacional. Los Alcaldes serían liberados en Morazán y Chalatenango una vez se confirmara la salida de los lisiados y heridos de guerra. Las prisioneras Inés Guadalupe Duarte y Ana Cecilia Villeda serían liberadas de manera simultanea con los prisioneros políticos que retenía el gobierno. Las primeras serían entregadas en Tenancingo al Cuerpo Diplomático y a Monseñor Rivera y Damas y los 22 prisioneros se concentrarían en Mariona y allí 18 serían entregados a la CICR y al padre Ellacuria quienes los conducirían hasta Tenancingo para que ellos pudieran reincorporarse, desde ese lugar, a los diferentes Frentes de Guerra del FMLN; uno más (el piloto costarricense Julio Romero Talavera), se entregaría al Embajador de Costa Rica y otros tres (Nidia Diaz y los Internacionalistas hondureños Santiago de Jesús Rauda y el médico Marcelino Reyes Gómez), serían entregados al CICR y al Embajador de Panamá porque deberían viajar a Panamá. 

En días anteriores habían sido liberados otros tres prisioneros (incluyendo a Margarita Vega y al Dr. Miguel Orellana ). Mientras, el gobierno se comprometió a continuar investigando el paradero de los 9 desaparecidos. La Comandancia General había nombrado al prisionero de Mariona Américo Mauro Araujo como responsable de la parte operativa interna en el proceso de canje y este recibía información detallada de la marcha de la negociación a través de un complejo sistema de correos.

En la madrugada del 24 de octubre empezó a desplegarse el inmenso operativo del canje. Los heridos y lisiados de guerra empezaron a ser movidos desde las retaguardias del FMLN a las periferias; el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, con una profesionalidad intachable realizó la parte del operativo que a ellos les correspondía, se dirigió a los lugares acordados y cumplió, en los tiempos programados, todas sus metas; el Cuerpo Diplomático se vistió de fatiga y durante todo ese día y algunos posteriores participó de la manera más activa en aquella operación. 


Exceptuando los Embajadores de Israel, Taiwán, Chile, EEUU y Paraguay todos los demás miembros del Cuerpo Diplomático acreditados en nuestro país participaron, de una u otra manera, en aquella operación lo que significó un completo reconocimiento al FMLN como Fuerza Beligerante. Aquella operación se realizó según las reglas y procedimiento del Derecho Internacional. Ningún gobierno en el mundo, salvo los señalados, hubiese tomado parte en aquella operación de haber considerado al FMLN como terrorista. El FMLN adquirió, durante aquella crisis, mucho más prestigio y mayor respeto internacional del que ya tenía y, ante la opinión de nuestro pueblo, quedó grabada la imagen de una guerrilla noble y preocupada por la necesidad de humanizar el conflicto que además se mostraba como destacamento invencible. 

Dentro del penal de Mariona, aquel 24 de octubre de 1985, el Pabellón de los Presos Políticos se puso en actividad desde la madrugada. Cuando todos aún dormían el Director del Penal de Mariona llegó, a las 04:00 a.m., a la celda donde se encontraba el compañero Dr. Eduardo Espinoza que figuraba entre los que serían liberados con el propósito de sacarlo de la celda y llevarlo a un lugar seguro para “protegerlo” de otros reos que se sentían resentidos por no figurar en la lista de los liberados.
Eduardo con absoluta firmeza rechazó las pretensiones de aquel pusilánime sujeto y procedió a despertar al resto de prisioneros. El “Alcaide” se esfumó de manera veloz. A las seis de la mañana los 20 presos que seríamos liberados y que estábamos en Mariona salimos de nuestras celdas y un inmenso grito de “Patria o Muerte, Venceremos” se escucho; a partir de aquel instante todos los demás presos políticos que quedaban empezaron a lanzar consignas y a golpear con fuerza los barrotes de sus celdas. 


En fila india avanzamos lentamente por los estrechos pasillos de aquel pabellón estrechando manos y recibiendo los puños y los brazos de nuestros hermanos presos políticos de la dictadura que quedaban en la cárcel de Mariona. Este ensordecedor ruido que se escucho en varias cuadras a la redonda del penal se prolongó casi por 30 minutos. Esa fue una de las mejores ovaciones que habíamos oído en nuestras vidas. ¡Jamás la olvidaremos! 


A las 08:00 horas se presentó a Mariona una compañía del Tercer Batallón de la Primera Brigada de Infantería a la orden de un Mayor con el supuesto propósito de brindar seguridad a los liberados. El lobo pretendía brindar seguridad a las ovejas. Ello puso en tensión al ambiente. A las 09:00 horas se presentó el Padre Ellacuría y media hora mas tarde lo hicieron el Ministro Claramount y un grupo de funcionarios democristianos quienes, de manera cínica, pretendieron extender órdenes de libertad solicitando que cada liberado firmara un documento. Todo el grupo de prisioneros nos negamos a recibir las órdenes de libertad y nadie firmó ningún documento. 


La verdadera y válida orden para nuestra libertad había sido girada por el FMLN. Si ellos obstaculizaban el proceso de nuestra liberación tampoco sería puesta en Libertad Inés Guadalupe y su acompañante. A las 10:00 horas el señor Claramount entregó un Radio de Comunicación Militar al prisionero Araujo (que se encontraba con el Padre Ellacuría) y aquel se comunicó, de inmediato, con el Puesto de Mando Guerrillero que dirigía toda la operación de parte del FMLN. Así Araujo confirmó a la Comandancia que todos los prisioneros, incluidas Nidia Diaz que había sido trasladada a Mariona desde la Policía Nacional y Rosa Elena Romero (Graciela, extraordinaria mujer militante del PRTC muerta en el frente en 1987) que había sido trasladada desde Cárcel de Mujeres, estábamos listos para salir de Mariona. 


Además, Araujo comunicó al Comandante Lucio, del Puesto de Mando Guerrillero, que todos quienes seríamos liberados exigíamos el retiro de los soldados de la Primera Brigada. Cinco minutos después el Comandante de aquella Compañía dio la orden a sus soldados de abandonar Mariona. Mientras, a las once de la mañana en punto, en el mismo momento que en Tenancingo el FMLN entregaba a Inés Guadalupe Duarte los prisioneros liberados, entre los que recuerdo a Héctor Acevedo (Oktavio), Dr Eduardo Espinoza , el sacerdote César Valle , Agustín Cerritos, Rafael Aquino, Virgilio , Julito, Graciela , Chicón , Giovanni, Chamba, que era el Presidente de el Comité de Presos Políticos de El Salvador, COPPES, después de abrazar fuertemente a los cuatro que viajarían al exterior, salimos de Mariona en un camión del CICR rumbo a Tenancingo. 


Ese día era jueves, día de visita, y los familiares de los liberados y varios cientos de vecinos se apostaron no lejos de la salida del penal para poder saludar y vitorear a los liberados que viajaban camino a los frentes de guerra. Durante todo el trayecto miles de ciudadanos nos saludaban de manera efusiva y decenas de periodistas perseguían el camión de la cruz roja donde viajábamos y desde sus motos realizaban entrevistas a los recién liberados, para poder gravar las respuestas utilizaron unas largas varas a las que amarraban los micrófonos de sus aparatos. 


El Padre Ellacuría, varios Embajadores y la CICR nos escoltaron hasta nuestro destino. En Tenancingo nos esperaban otro grupo de Embajadores, el Canciller de El Salvador, Monseñor Rivera y Damas quien portaba ese día un hermoso sombrero blanco y una unidad militar del FMLN. Ese mismo día, a las 21:30 horas, 71 lisiados y heridos de guerra partieron desde Comalapa hacia Panamá en un avión del Ejercito de ese país y a las 0:30 horas del 25 de octubre hacía lo mismo un grupo de 30 lisiados pero hacia México a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana. 


Días después el FMLN liberó a todos los Alcaldes y así terminó una de las operaciones más complejas y exitosas de la guerrilla. Las fuerzas guerrilleras agregaron otra estrella de victoria a la historia del movimiento revolucionario salvadoreño. Desde entonces, no hubo otra negociación con el GOES sino hasta la final que inició el 4 de abril de 1990 en Ginebra, la que duró casi dos años y condujo al final de la guerra. Varios de quienes fueron canjeados aquel día, hace 20 años, ya no están entre nosotros. Su recuerdo, sacrificio, ejemplo y memoria nos llaman a continuar luchando para alcanzar la democracia por la que tanto ellos lucharon y por la cual murieron. 

martes, 7 de agosto de 2018

A 100 años del natacilio de Marcial Hasta la Victoria Siempre

RETAZO DE MEMORIA HISTORICA
 
 
 
Sabes tomas le dijo quien viene ahora al campamento, nada más ni nada menos que el Comandante Marcial. ¿Y quien es ese vos? contesto poniendo cara de ignorancia. Fíjate que según leí en un libro que me prestaron. El tal marcial no se llama así sino que Salvador Cayetano Carpio, salió en un periódico cuando lo agarraron y echaron preso los de la policía de hacienda. Desde niño fue torcido, a los días que nació se murió su tata. 
 
Dicen que era zapatero que había venido huyendo de las patrullas cantonales de Chalatenango. Su mama dicen que es de ahí donde venden chorizos y las butifarras creo le dicen, Cojutepeque asevero tomas. Ella asintió solo con la cabeza. Se fue a la capital a trabajar pues a la muerte de don José quedo desprotegida y su familia era muy pobre para aguantar la carga de una mujer con hijos. Se rebusco en las grandes casas por lo que tuvo que dejar a Chambita pues no la aceptaban con hijos, su suegra se hizo cargo al principio al ver que no podía se fue con las madres de la caridad en la casa san Vicente de paúl. Una conocida también tenía a su hijo ahí. 
 
Era sirvienta en la casa donde le darían trabajo. Llego donde La superiora le dijo ándate con paciencia hija, que nosotros buscaremos como ponerlo en algún lugar, solo te venís el día de permiso para averiguar dónde estará. Mediante gestiones lo aceptaron al tal Cayetano en la iglesia que estaba como a dos cuadras con los Padres Somascos. Era un niño retraído muy dado a pasar a solas leyendo revistas o periódicos. Lo metieron al seminario menor, la fábrica de curas. Desde que llego sentía su aversión al responsable de la comunidad era el Padre Mario, un español muy amigo de coroneles se encerraba con ellos en la casa cural, cerraban la puerta para beber de los mejores vinos y cigarros traídos desde España e Italia, ahí hablaban casi todos italiano.
 
 Según cuentan este padre cuando chambita tenía como 13 años lo golpeo con saña, después lo rapo. Le corto al pegue el pelo. Chambita intento escapar esa noche, un padre estaba cerca cuando el trataba con su corta estatura saltarse un cerco. Corrió hacia el agarrándolo de la oreja hasta hacerle sangrar. Lo llevo donde el padre Mario quien lo expulso. Si queres irte ándate siempre serás un muerto de hambre le recalco. El no dijo nada pero sus ojos tiraban destellos de fuego, ya la rebeldía era parte nata de el, eso lo motivaba a querer saber cómo fue su padre pues nunca lo conocío apenas tenia dos años cuando murió. 
 
Comenzó su peregrinar, lo zapatero lo traía en sus venas por su padre, consiguiendo trabajo como aprendiz. Pero no era para él salía con la espalda molida de pasar inclinado todo el día. Un amigo que había estado con él, lo llevo donde don Gabriel un panadero de Santa Tecla, lugar donde había nacido Chambita para que lo aceptara aunque fuera como aprendiz, Juan que así se llamaba su amigo le dijo don Gabriel que él se iba a ir para san salvador y dejaría de repuesto a Chambita. 
 
Le gustaba el ambiente alegre, con la radio muy fuerte trabajaban la harina, rápido aprendió siendo la mano derecha de don Gabriel. Ganaba bien poco, muchas veces les pagaban hasta con un mes de atraso. Muchos por los polvos estaban enfermos de los pulmones, se iban a morir a caridad en el hospital tisiológico como le decía Salvador. Todo eso lo impulso a meterse al sindicato de panificadores. Su don de liderazgo rápido se convirtió en el secretario general del sindicato. Había influencia del partido comunista, afiliándose, recibiendo la teoría como pan de vida en su formación, era inquieto al mismo tiempo pausado en su manera de ser. 
 
Analizaba viendo a los ojos a los compañeros, funda Cross que significaba comité de re organización Obrero sindical salvadoreña, sentía que los sindicatos en su unidad necesitaban aglutinarse en un solo esfuerzo. Mira sino era añejo que en el 52 cayó preso, un tal Osorio era presidente paso preso como año y medio. Ahí conoció el secuestro y la capucha en la tortura, secuestro pues nunca fue condenado ni sometido a juicio lo que querían era información que nunca dio. El gobierno lo monto en un avión para que se fuera. Llegando a México como pudo se fue para la unión soviética. De vez en cuando regresaba al país, en el 63 lo nombran secretario general de trabajadores salvadoreños, una gran trayectoria. 
 
Dentro del PC tiene problemas pues sostiene la tesis que en el 36 no había condiciones para la lucha armada. Había leído en esos días de lo que le paso el che en Bolivia. Por no haber condiciones diezmaron a los luchadores sociales. Desmontado al fuar o sea el frente unido de acción revolucionaria. Juzgaba prematura y aventurera la acción, sentía que eso se daría a la medida que se consolidara la lucha obrera tenía razón, la base de los cambios o la generación de protesta vienen del pueblo pues solo el pueblo salva al pueblo, solo los obreros y campesinos nos llevaran a la victoria, lo dijo inflamando el pecho. 
 
Te acordas con aquella fabrica de hierro, aceros creo que se llamaba, hizo paros comenzó por los obreros, después los administrativos. En tres días los puso a cagar, el país se paro con el acompañamiento de otros sindicatos que se solidarizaron con la lucha, en tres días paro el país. Los ricos vieron disminuidas sus ganancias así es que consiguieron que la patronal aceptara a los que había despedido. Tiene tantos huevos que hizo una huelga de hambre en la universidad nacional. Al gobierno le valió verga, ojala se muera ese hijueputa decían. 
 
Ya llevaba varios días, los profesores, alumnos lo convencieron que desistiera, sabían de la importancia de tenerlo en la dirección. Eso fue como en el 70, se fue del partido comunista junto con un amigo que era obrero con los huevos en su puesto a Dimas Alas y Felipe Peña que era un dirigente estudiantil un gran teórico. En el partido sentía solo eran debates sin llegar a ningún lado, los consideraba culeros buenos para hablar. Fundaron esto que somos guerrilleros de las fuerzas populares de liberación FPL, cuando nombro las letras lo hacía como si estaba dando un discurso. 
 
Somos felipitos, ahí Salvador se pone Marcial, por conocidos recibe apoyo desde Nicaragua donde se exilio en países como Suecia, libia, Yugoslavia. Hizo un gran trabajo. Con los franceses haciendo una declaración franco mexicana que reconoció al FMLN, tomas estaba con la geta abierta de tanto que sabia la mujer de la historia del que llegaría al campamento. Y vos como sabes tanto le inquirió, ya ves le dijo con los ojos bien abiertos yo comencé desde los primeros días de fundación de las FPL, conocíamos la trayectoria de marcial por eso te la cuento.


martes, 24 de julio de 2018

Qué ocurre en Nicaragua Preguntas y respuestas desde la izquierda.

 
 
Iosu Perales



Los trágicos sucesos que vive Nicaragua desde el 18 de abril, preocupan y confunden a las izquierdas. Sin embargo, la inquietud que se comparte no significa unanimidad al momento de analizar e interpretar los hechos que cada día nos sobresaltan. Para una parte de las izquierdas se trata de un intento de golpe de estado del que participan fuerzas opositoras respaldadas por Estados Unidos, en tanto que para otra parte de lo que se trata es de una rebelión popular contra la concentración de poder de Daniel Ortega y sus expresiones autoritarias y represivas.

Para saber realmente qué está pasando, son de poca ayuda los marcos teóricos ya elaborados en los que se intenta hacer encajar la realidad, aunque hechos y datos contradigan análisis y conclusiones ya preconcebidas. Uno de estos marcos teóricos señala a una conspiración contra el gobierno revolucionario de Ortega, de tal manera que sean cuales sean los datos, la conclusión siempre es la misma: Estados Unidos y la oposición comparten la responsabilidad de la violencia, de los muertos, y del objetivo de derrocar a un gobierno democrático.

Pronto harán 35 años desde que me incorporé a la solidaridad con Nicaragua. Me siento sandinista, en lo intelectual y en lo sentimental. He vivido en Nicaragua y he viajado a ese país no menos de 25 veces. Tengo numerosas amistades con sensibilidades distintas y me considero bien informado, a pesar de la distancia. Pues bien, no comparto la idea de la conspiración. Aunque comparto la idea de que Estados Unidos no ha dejado nunca de intervenir en Nicaragua como en el resto de América Latina. Una idea que ha tenido bases objetivas durante la década de los ochenta cuando está probado que Estados Unidos sostuvo y dirigió a la contra . Que las ha tenido también en forma de bloqueo a Cuba y decenas de intentos de invadir la isla y atentar contra Fidel Castro. Además, Las intervenciones de Estados Unidos en El Salvador, Granada,Guatemala, Panamá, son asimismo ciertas, al igual que más recientemente sus intentos de socavar a gobiernos progresistas en la región andina e incluso de sustituir presidentes en Honduras, Paraguay y Brasil.

Pero el señalamiento de Estados Unidos no puede ser algo recurrente que explica todos los grandes problemas de las izquierdas. Es un fácil recurso cuando se trata de ocultar nuestras propias responsabilidades. En el caso de Nicaragua disponemos de un relato basado en hechos que debería ser suficiente para explicar que los males de Daniel ortega y Rosario Murillo tienen su origen en sus propias políticas y en sus propios comportamientos como gobernantes.

Es cierto que la crisis o conflicto actual podía haber estallado por cualquier motivo distinto al del INSS; pudo haber sido el canal interoceánico el detonante de la protesta. Pero, en todo caso, los motivos de origen reciente hay que contextualizarlos para comprender la radicalidad con la que se expresan decenas de miles de personas. Y es que hay que remontarse a 1990 para entender mejor qué ocurre en Nicaragua.

LA PIÑATA FUE EL PRIMER EPISODIO que marcó una crisis interna en el FSLN y una decepción en buena parte de la solidaridad. La piñata fue aquel reparto de propiedades entre cuadros sandinistas tras la derrota electoral de 1990, hecha bajo el pretexto de que el partido no podía dejar el poder sin fortalecerse con recursos que serían necesarios para trabajar desde la oposición. Pero en la realidad ocurrió que la teórica transferencia de propiedades al partido se cumplió tan solo en una pequeña medida; cuadros beneficiados debieron pensar que el bienestar empieza por uno mismo y se quedaron con su cuota. Lo demás lo hizo el corporativismo que aconsejaba un apoyo mutuo en el seno del ejército de beneficiarios. Algunos conocidos comandantes se hicieron socios de grandes negocios hoteleros, de camaroneras, de explotaciones madereras, de actividades agroindustriales y hasta bancarias, se hicieron asimismo propietarios de inmuebles previamente expropiados por el gobierno revolucionario. Henry Ruiz, como otros muchos sandinistas, tomó esta metamorfosis como la señal de que había llegado la hora de cambiar el partido o desaparecer de la vida política. Se fue del partido discretamente, sir armar ruido, después de atreverse a desafiar a Daniel Ortega en las elecciones para secretario general del Frente Sandinista en 1994.

El abandono de valores hasta entonces tenidos como fundamentales, las deterioradas relaciones con la sociedad civil, los métodos de conducción a lo interno del FSLN, llevaron al partido a una crisis permanente e integral: ideológica, política y orgánica, todo lo cual se tradujo en un liderazgo de legitimidad dudosa. Hubo entonces diferencias internas en torno al Protocolo de Transición, pero esa diversidad de ideas y propuestas no fue nada comparado con la brecha de desconfianzas y conspiraciones internas por lograr el poder.

EL CASO DE ZOILAMÉRICA NARVÁEZ, la hija política de Daniel Ortega que lo acusó en 1998 de haberla abusado sexualmente durante varios años, conmocionó al país. Enseguida hubo voces que vieron a Estados Unidos detrás de una conspiración para perjudicar a Ortega que, se amparó en su inmunidad parlamentaria, para evadir el juicio correspondiente. Sólo después de pactar con Arnoldo Alemán para evitar el desafuero parlamentario, fue que Daniel Ortega se presentó (en el año 2001) ante una juez sandinista, la cual no lo declaró culpable ni inocente del delito por el cual fue acusado, sino que cerró el caso porque supuestamente ya había prescrito legalmente. Lo cierto es que Daniel Ortega nunca demostró su inocencia de manera convincente.

Llamó la atención en ese momento que Rosario Murillo, madre de la víctima, saliera en defensa de Daniel de una manera vehemente. Desde luego, para un sector de la población y del sandinismo la figura de Daniel Ortega quedó dañada para siempre. No digamos ya, cuál fue la percepción de la solidaridad internacional en su mayor parte, al menos en Europa: de condena de Daniel Ortega y de su esposa Rosario como encubridora. No podíamos creer en una jugada de la CIA, era sencillamente inverosimil.

EL PACTO CON ARNOLDO ALEMÁN. El 17 de enero de 2009, la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua exoneró al ex presidente Arnoldo Alemán de sus cargos por corrupción. Le dejaba así la puerta abierta para presentarse de nuevo a unas elecciones. Esa controvertida decisión judicial no dejó indiferente a nadie: sus detractores coinciden en denunciar la supuesta existencia de un pacto secreto con Daniel Ortega para repartirse cuotas de poder: uno habría ganado su libertad (Alemán) y el otro, volver a la presidencia (Ortega). La clave habría sido el control que Daniel tenía del tribunal que lo absolvió.

A Arnoldo Alemán se le abrieron cargos en países como Panamá y Estados Unidos y se le condenó a 20 años en Nicaragua, aunque no llegó a ingresar en la cárcel: la Corte le confinó a un arresto especial de convivencia familiar dentro de los límites de la ciudad de Managua. Transparencia Internacional le consideró en aquella época como el noveno Jefe de Estado más corrupto del mundo y estimó su saqueo de las arcas en unos 100 millones de dólares. ¿Por qué Ortega pactó con él?

Para Arnoldo Alemán el pacto con Ortega, respondía al interés mutuo de los dos líderes políticos. Ortega estaba en situación débil después de sufrir su segunda derrota electoral consecutiva y también acababa de enfrentarse a una rebelión interna en su propio partido. Necesitaba mejorar su posición política y evitar que se desvaneciera su imagen de líder único del FSLN. Por otro lado, Daniel Ortega validaría con los votos de los diputados sandinistas que él comandaba, la diputación de Alemán a cambio de compartir cuotas en los poderes del Estado y poder alcanzar la presidencia de la República con solo el 35% de los votos nacionales. El ex alcalde sandinista de Managua, Dionisio Marenco cuenta que el mismo Daniel Ortega se asombró cuando Alemán, “sin ton ni son, le ofreciera rebajar el porcentaje de votos necesarios para alcanzar la presidencia, del 45% al 35%”. Ortega y Alemán se necesitaban el uno al otro. Con el pacto Daniel Ortega pudo alcanzar la presidencia con un 38% de los votos, cuando antes del mismo se exigía el 45%. Pero fue un pacto con un corrupto para sacar réditos electorales y cuotas de poder.

EL PACTO CON OBANDO Y BRAVO. En el pasado Daniel Ortega llamó al cardenal Obando “capellán del somocismo”; lo hizo tras aquella parábola del “viborazo” pronunciada por el cardenal en la catedral el 17 de octubre de 1996 a tres días de las elecciones que Ortega perdiera ante Arnoldo Alemán. En los meses siguientes Ortega llamó a Obando fariseo y le acusó de “ensuciar la palabra de Cristo”. Por su parte el cardenal dijo que Ortega “es una serpiente, que vive, mata y muere escupiendo veneno”.

Pero el cruce de insultos se olvidó cuando Ortega se dio cuenta que contra la Iglesia Católica no ganaría nunca las elecciones. Había perdido las siguientes elecciones de noviembre del 2001 frente a Enrique Bolaños, tropezando de nuevo con la Iglesia Católica. Y buscó el abrazo con el cardenal. Comenzó llamándole un hombre entregado que ha mostrado mucho amor por los más pobres y por su nación. Para que quedara claro los diputados sandinistas votaron en la Asamblea Nacional una moción que destaca a Obando y Bravo como un hombre de diálogo, que “se ha hecho otro Cristo en la entrega a los demás, “hombre de gran energía moral”. El reconocimiento no cayó en saco roto.

Hubo entonces dos conversiones. La del cardenal en su aproximación a Daniel Ortega, que tuvo como intercambio la exoneración de Roberto Rivas, acusado de fraudes millonarios, pero protegido del cardenal. Y la conversión de Ortega que comenzó a acudir con su esposa a las misas de domingo en la catedral, convenientemente televisadas, en una de las cuales pidió perdón por los excesos pasados de la revolución. En una de ellas, también, fue acompañado de Lenin Cerna quien fue el jefe de la Inteligencia Nacional en la década de los ochenta. La cercanía entre ambos fue ilustrada cuando se vio al cardenal dando la comunión a Ortega y a su compañera Rosario, a quienes había casado en una ceremonia privada.

El regalo estrella estaba por llegar. Ocurrió a finales del 2006, poco antes de las elecciones presidenciales que una conquista de las mujeres nicaragüenses, establecida insólitamente en la ley por un gobierno conservador hace más de siglo y medio, en 1837, fue borrada de un plumazo por un partido en el gobierno que se autoproclama “revolucionario”: la bancada del FSLN votó la prohibición y castigo del aborto terapéutico. Lo hizo para satisfacer a las iglesias y con el fin de ganar votos pues se encontraba en campaña electoral y para congraciarse con el fundamentalismo religioso de las iglesias católica y evangélica. Por fin, en noviembre de 2006, Daniel Ortega ganó las elecciones.

LAS POLÍTICAS DEL GOBIERNO ORTEGA. Ya como presidente, quiso proclamar la continuidad de la revolución que derrocó a Somoza. Sin embargo el discurso nunca ha encajado con los hechos. No, no estamos en ninguna segunda etapa de la Revolución, no se están realizando transformaciones que consoliden en Nicaragua un sistema de justicia social. Todo lo contrario: se ha fortalecido, como nunca antes, un régimen económico-social en el que los pobres están condenados a rebuscarse la vida en trabajos informales, precarios, por cuenta propia o a trabajar por salarios miserables y en largas jornadas, condenados a emigrar a otros países en busca de trabajo, condenados a pensiones de jubilación precarias. Se trata de un régimen de inequidad social con un creciente proceso de concentración de la riqueza en grupos minoritarios.

Claro que todo esto se explica desde dos hechos: el pacto del Gobierno de Ortega con el gran empresariado del COSEP y la obediencia al Fondo Monetario Internacional del que Nicaragua es un buen alumno. De hecho, personal técnico del FMI visitó Nicaragua en 2017 y felicitó al Gobierno por las buenas perspectivas del país, con un crecimiento del 4,9% del PIB. Un crecimiento que para este año 2018 sería del 4,7%. Las felicitaciones fueron acompañadas por la recomendación de reformar el INSS para garantizar su viabilidad. La reforma del INSS es justamente lo que ha sacudido Nicaragua desde el 18 de abril. El informe del FMI desvela además que se “recibe con beneplácito las medidas adoptadas por las autoridades para fortalecer el sector bancario”. El informe, muy elogioso con el Gobierno de Daniel Ortega, reconoce en su punto 10 los buenos avances realizados.

Como sabemos en las izquierdas, es difícil gobernar a favor de las mayorías cumpliendo las recomendaciones del FMI. Y, cuando los datos macros, son buenos, con frecuencia ocultan que por abajo todo sigue igual.

En segundo lugar se ha profundizado la subordinación del país a la lógica global del capital. Nicaragua, se ha ido entregando a las grandes transnacionales y a los capitales extranjeros, que llegan a explotar riquezas naturales o a aprovecharse de la mano de obra barata, como sucede en las zonas francas. El caso más patético de esta lógica entreguista del país y de sus recursos es la concesión para la construcción del Canal Interoceánico en condiciones de opacidad y en contra de los movimientos medio ambientales y del campesinado afectado por el proyecto; pero ha habido previamente muchas otras concesiones mineras, forestales, pesqueras, en la generación de energía, que han ido ocupando todo el país.

En tercer lugar el actual sistema económico-social imperante en Nicaragua trata de reducir a la mínima expresión las resistencias sociales. También se han recortado los espacios críticos y de información objetiva, de tal manera que pocos medios de comunicación escapan al control de la familia Ortega-Murillo con la participación de algunos de sus hijos.

Pero, Y los programas sociales? Es verdad que los hay. Pero son básicamente asistenciales, no producto de transformaciones sociales y económicas y del modelo productivo. Se traduce en la entrega de pequeños lotes agrarios, de animales de cría, de láminas de zinc, de bicicletas, y otras donaciones cubiertas hasta ahora con dinero procedente de la generosidad petrolera venezolana. Además, están los favores personales, los premios y castigos que se completan con una vigilancia diaria a través del cinturón de hierro tejido por la vicepresidenta Rosario Murillo, que ha sabido crear una fuerza social que presta servicios al Gobierno bajo la fórmula de participación ciudadana. El asistencialismo genera clientelismo y eso contribuye a que hoy día, en medio de la crisis, el apoyo duro a Ortega-Murillo no sea menor al 20% según encuestas.

Por otra parte se ha desarrollado un desmedido proceso de concentración de poder en la pareja Ortega-Murillo y su círculo más cercano. Es un poder que amenaza con destruir todo vestigio de institucionalidad democrática. Desde su primer mandato hasta 2018 Ortega ha ido sustituyendo progresivamente la división de poderes por una concentración de poder que alcanza al legislativo, la justicia y el poder electoral, del que ha tenido que dimitir el mentado Roberto Rivas, tras fungir de presidente bajo la influencia de Ortega a quien le debía que saliera sano y salvo de delitos de corrupción.

Calificar al gobierno de Daniel Ortega y a su liderazgo mismo como de izquierda es un error. Veamos todavía un ejemplo:

El slogan que está presente en toda Nicaragua desde hace ya unos años es: Nicaragua, cristiana, socialista y solidaria. En términos intelectuales es un despropósito. Desde un punto de vista pragmático es puro oportunismo. El Estado de las izquierdas sólo puede ser laico. No puede definirse como confesional, so pena de violentar toda la dimensión libertaria de la nueva sociedad. Hay claramente un intento de aprovechar el bajo nivel de formación crítica de una parte grande de la población, apelando a emociones y creencias que deben vivirse sobre todo como privadas.

Lo que ocurre es que Daniel Ortega utiliza el lenguaje, lo mismo religioso que antiimperialista como disfraz para una política que, en realidad, es neoliberal, pactista con Estados Unidos (la década de mano dura de Daniel Ortega ha sido vivida con tranquilidad por los presidentes norteamericanos), y de obediencia al FMI. Ese lenguaje responde a un invento muy extendido por los poderes en el mundo: decir aquello que la población quiere escuchar para que en realidad todo siga igual y nada cambie. Lo que hay que hacer es contrastar sus políticas concretas con sus discursos para identificar sus contradicciones.

No mirar de frente a los hechos para analizarlos libre y objetivamente no se ajusta a aquella idea de que la verdad es siempre revolucionaria. En ocasiones damos la espalda a realidades que no nos gustan criticar porque entendemos, erróneamente, que al hacerlo perjudicamos a nuestra causa. Al contrario, lo que nos hace daño es tapar y justificar actuaciones de la izquierda que deben ser criticadas por otras izquierdas. Desde una posición sana, deberíamos interesarnos en esclarecer la verdad, para fortalecernos política y moralmente.

Las protestas contra la disminución de las pensiones en un 5%, y contra el aumento de las cotizaciones de los trabajadores y empresarios al INSS, debiera haber conducido a la apertura de un diálogo con las partes sociales interesadas. También debieron ser debatidas como exigen las leyes de Nicaragua en la Asamblea Nacional, pero se pretendieron imponer por decreto presidencial.

UNA REBELION POPULAR, es lo que está ocurriendo, poniéndose de manifiesto un malestar incubado durante los últimos años. Sin embargo, algunas voces desde la izquierda señalan que Ortega-Murillo son víctimas y que todo responde a un plan auspiciado por Estados Unidos.

Estados Unidos lleva en su ADN ser y comportarse como un imperio, y en su política de Estado sigue considerando la región Centroamericana y el Caribe como su patio trasero. ¿Puede ponerse en duda que un nuevo movimiento revolucionario en América Central llevaría a la administración norteamericana a tomar medidas de fuerza? Como dice Noam Chomsky: «Los persistentes y frecuentemente invariables rasgos de la política exterior de los Estados Unidos están muy arraigados en las instituciones estadounidenses y en la distribución del poder en la sociedad interna de los Estados Unidos. Estos factores determinan un restringido marco para la formulación de políticas con pocas posibilidades de desviaciones».

En la época actual, las armas de Estados Unidos en la región y en Nicaragua en particular, no disparan balas, tienen nombre de USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), NED (Fundación Nacional para la Democracia), así como otros institutos contratados. Estos organismos tratan de infiltrarse en el escenario nacional, e influir en organizaciones de la sociedad civil y de la oposición política, en primer lugar como forma estratégica de estar colocados en espacios clave, y en segundo lugar, llegado el caso para impulsar nuevos liderazgos nacionales. Para ello estos organismos cuentan con un arma estrella: el dinero que pueden aportar. No me puede extrañar que se hayan detectado proyectos de influencia norteamericana en el país en los últimos años.

Ahora bien, estoy seguro que los organismos de inteligencia nicaragüenses conocen bastante de cerca estos movimientos. En realidad son pistas fáciles de seguir. Sin embargo, lo que me parece curioso es que la seguridad del país identifique como proyectos de USAID en Nicaragua los siguientes: La participación ciudadana, el fortalecimiento de derechos ciudadanos; o la cultura de exigencia de transparencia a las instituciones de gobierno. ¿Será que el régimen ve como una amenaza cuanto signifique empoderamiento social y más democracia?

Vayamos al grano: una cosa es creer que Estados Unidos no descansa en América Latina, país por país, y otra muy diferente defender la idea de que detrás la rebelión popular en Nicaragua existen fuerzas ocultas que la gestionan, en concreto el imperialismo. Este tipo de reacciones es muy recurrente en las izquierdas. Sirve para exculpar los propios errores, ocultar los fracasos propios, y despejar toda la responsabilidad a fuerzas externas. Sinceramente, con esta tesis faltamos a la verdad en el caso actual de Nicaragua. Lo extraño es que durante una década Daniel Ortega haya gobernado casi sin oposición y sin protestas en las calles. Méritos para que hubiera manifestaciones los han tenido la pareja Ortega-Murillo. De hecho decenas de marchas contra el Canal sí se llevaron a cabo siendo reprimidas las más de las veces. Y cuando estas marchas fueron reprimidas siempre se justificó en nombre de los intereses nacionales, y se tachó a los manifestantes de poco menos que de vende-patrias.

Lo cierto es que el 18 de abril estudiantes primero y multitudes después salieron a las calles a protestar contra unas medidas impuestas por el FMI. Y, ¿cómo es posible? Semejante convergencia de actores protestando debe dar que pensar a Daniel Ortega. Tal vez no se ha enterado, él, y mucha gente de izquierdas, que hay nuevos actores sociales que se convocan por redes a gran velocidad. Que ya no es necesario esperar a las puertas de centros de trabajo para lograr adhesiones, ni esperar a la orden de un partido político. Una convocatoria por las redes prende con gran rapidez y tiene la ventaja de que no tiene un centro organizador: hay muchos centros y al mismo tiempo ninguno lo es.

Las izquierdas nos tenemos que preguntar cómo es posible que ante el autoritarismo, la concentración de poder, y las políticas neoliberales, no haya habido protestas como las de ahora con anterioridad. Un monitoreo imparcial de lo que vienen siendo las políticas y comportamientos de Daniel Ortega, sería demoledor.

Nadie presintió este estallido, pero eran incontables las razones que anunciaban que ocurriría. La juventud universitaria lo inició y a la juventud la siguió la gente, muchísima gente, cada vez más gente. Desde hacía años había muertos y terror en las zonas rurales y Managua parecía dormida. Y al despertar Managua, levantó al unísono al país entero. ¿Cómo fue posible? No por una conspiración desde fuera, sino por la mucha lava acumulada dentro. Los volcanes no avisan. ("Revista Envío, abril 2018)

VIOLENCIAS. El número de muertos crece cada día. Si no hay acuerdos políticos en un plazo corto la sangría puede ser de las que rompen los ojos. ¿Todos los muertos y heridos son obra de fuerzas policiales y paramilitares? La gran mayoría, sin lugar a dudas. Hay también un pequeño número obra de grupos que se colocan del lado de la oposición. En cierto modo es inevitable. Y lo es cuando Nicaragua es un país con tanta gente familiarizada con las armas y en su memoria colectiva está muy presente el derrocamiento armado de una dictadura. Honestamente creo que lo idóneo es que la salida política sea democrática y pacífica, cambiando la realidad política y el gobierno de un modo cívico.

Afirmo que la gran mayoría de los más de 280 muertos son el resultado de disparos de fuerzas policiales y paramilitares. Así lo atestiguan numerosos testimonios, familiares de víctimas, organismos de derecho humanos nacionales e internacionales y grabaciones de video. Pero así lo atestiguan también los modelos de armas utilizados y la precisión de tiro de quienes disparan. Es un secreto a voces que en reuniones llevadas a cabo en varios departamentos del país se han hecho reclutamientos de veteranos de guerra, ex policías y ex miembros de las tropas especiales del MINT, entre otros colectivos. Todo esto ha sido publicado en Nicaragua y nadie ha podido desmentirlo. Pero hay un dato más, significativo: si en la segunda mitad de abril los disparos contra manifestantes procedían de escopetas, fusiles 22 y algún AK 47, en la actualidad, grupos organizados militarmente, dotados de comunicaciones y hasta de drones de tipo militar, disparan con M 16, AK 47, fusiles de francotirador Dragunov, FAl y fusil Catatumbo, entre otras armas de combate.

Es verdad que grupos minoritarios de antidanielistas utilizan morteros caseros. He decir que a pesar de que se apele a una legítima resistencia me parece mal. Por cinco razones, al menos: a) porque la confrontación con armas (aunque sean caseras) desplaza a la multitud como actor principal y la sustituye por minorías violentas; b) porque desencadena una espiral de reacciones, normalmente desproporcionadas, en la que sale perdedora la sociedad civil; c) porque la confrontación violenta no echará del Gobierno a la pareja Ortega-Murillo que cuenta con mucho poder de fuego; d) porque una confrontación armada es el camino más corto a una guerra civil; e) porque política y éticamente es mejor para un proyecto de país la movilización democrática y pacífica.

Veamos una imagen habitual: en Managua y otras ciudades grupos armados disparan desde Toyotas de color blanco y desaparecen. ¿Cree alguien que de ser opositores, al menos algunos de estos individuos no habrían sido detenidos y exhibidos en los medios de comunicación? ¿por qué no son detenidos, incluso cuando se ha visto a grupos policiales muy cercanos físicamente a estos grupos de los Toyota?

Desde luego, la confrontación ha sido y es extraordinariamente desigual en la inmensa mayoría de los casos: piedras y palos contra armas de guerra. Por cierto que las izquierdas deberíamos reflexionar sobre el hecho de que por momentos el propio Daniel Ortega a llegado a decir: “la violencia opositora viene de una conspiración delincuencial que ha pretendido entregar el país al crimen organizado”. Afirmación extraña e inverosímil que no casa con la tesis de una conspiración política imperialista.

Una imagen de lo que está pasando la ha dejado un estudiante de comunicación de la UCA en el marco de la efímera mesa de diálogo en la que estuvo presente Daniel Ortega: Lesther Alemán, sin micrófono y con firmeza paralizó al país. Un chavalo de 20 años encaró al mandatario: “¿Por qué asaltó la palabra suya? ¡Porque nosotros hemos puesto los muertos, los heridos, los desaparecidos!... ¡Hemos aceptado estar en esta mesa para exigirle que ahorita mismo ordene el cese inmediato de la represión de sus tropas, de las fuerzas paramilitares, de las turbas!… Ésta no es una mesa de diálogo, ¡es una mesa para negociar su salida, y usted lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado!... En un mes usted ha desbaratado el país, a Somoza le costó muchos años, ¡y usted lo sabe muy bien!.. ¡Ríndase ante todo este pueblo!” Una escena inolvidable cuando se escriba la historia de esta revolución no armada”.

CONCLUSIÓN. Las reacciones desde la izquierda debieran ser objetivas, a partir de analizar la trayectoria de Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder, sin hacernos trampas en la identificación de hechos y la valoración que nos merecen. Me consta que hay mucha gente en la izquierda que siente vergüenza de lo que está pasando, pero que de momento permanece en silencio por una lealtad mal entendida. El caso es que nos hace mucho daño a las izquierdas el mantener vínculos de apoyo a Daniel Ortega. Ese es un ejercicio peligroso pues antes o después se sabrá toda la verdad. Vídeos y audios, en algún momento, tendrán la palabra. No vale la pena que nos quememos en la defensa de lo indefendible sólo por mantener la ficción de que se trata de un gobierno de izquierda. El sandinismo es mucho más que el FSLN oficial. Hay mucho sandinismo en Nicaragua y en el exterior y, algún día, ojalá pronto, será posible su refundación de la mano de personas honestas y con un proyecto político de servicio a un pueblo sufriente que por pedir libertad está siendo masacrado.

Un proyecto de país en el que las fuerzas de la cultura, de la música y del folklore, de la poesía y de toda la literatura, y de la pintura…esas fuerzas que inspiraron y/o se desarrollaron con la revolución y hoy, mayoritariamente y no por casualidad están en oposición abierta al caudillismo de Daniel Ortega y al esoterismo de Rosario Murillo, volverán a alegrar y a enriquecer la vida del pueblo nicaragüense y de nuevo regresarán los himnos y las banderas limpias.

Hay un hecho significativo con el que quiero acabar: era noviembre de 2017 cuando el ex presidente Pepe Mújica estaba a punto de arribar a Managua desde Panamá, para recibir la distinción del Doctorado Honoris Causa de parte de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN) Sorpresivamente, Daniel Ortega suspendió unilateralmente el acto que ya no se celebró Durante un tiempo pensé sobre cuál sería la razón. Pasado un tiempo, ahora sí creo saberlo.

¡Viva Sandino!

1 de Julio 2018
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...