Equipos de la Secretaría Técnica, con ayuda de las organizaciones, registrarán a los veteranos para la aplicación de políticas públicas
Redacción ContraPunto
Fotos: Capres
SAN SALVADOR – Han pasado 19 años desde que los Acuerdos de Paz de Chapultepec pusieron fin al conflicto armado en El Salvador. La mayoría de las personas que combatieron en aquella guerra aun esperan que el Estado se ocupe de ellos, como entonces se acordó.
Nada se hizo durante la etapa de gobierno de la derecha. Ni ex soldados de la Fuerza Armada ni ex guerrilleros obtuvieron beneficios que les ayudaran a reincorporarse a la sociedad en paz y evitaran su caída en la exclusión.
Este incumplimiento, uno más, se empezara a paliar con la elaboración de un censo de ex combatientes de izquierda que pilotará la Secretaría Técnica de la Presidencia.
En 13 de los 14 departamentos del país, equipos formados por personal de esta instancia gubernamental y miembros de organizaciones de ex guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), recabarán la información necesaria para saber cuántos veteranos y veteranas componen el universo de beneficiarios y su situación socioeconómica.
Una vez dispongan de esa información, explicó el secretario técnico, Alexander Segovia, lo que se hará es “analizarla y decir: estas son las características, este es el número, estos son los problemas que enfrentan; y a partir de ahí definir políticas públicas”.
Según afirmó el funcionario, la estructura ya está montada, se ha capacitado a 65 personas y se espera tener los resultados dentro de dos meses.
Rafael López, de la Asociación de Veteranos Revolucionarios de Chalatenango (Averch), invitó a todos los veteranos y veteranas a presentarse en los puntos de registro instalados en los departamentos para poder conocer sus necesidades y negociar soluciones con el Ejecutivo.
López acotó que se ha definido que “es veterano el miembro de la vieja estructura del FMLN histórico; la masa popular que estuvo en las zonas de combate junto a la guerrilla, las milicias, las unidades de vanguardia y las fuerzas especiales, con toda su gente, que eran sanitarias, radistas, logística…”
También que las personas que acudan a registrarse deberán completar un cuestionario diseñado para que no se registren personas que no son ex combatientes y que “en cada lugar donde se va a llegar a censar, los dirigentes de ese sector saben quiénes son”.
Ofelia Navarrete, ex combatiente chalateca conocida como María Chichilco, expresó su satisfacción por el carácter inclusivo de este proceso.
“Se está llamando a todos los veteranos y veteranas de la revolución, sin distingos de ideología, de color político, porque todos tenemos un espacio ganado, hecho, intransferible; todos los que participamos de una u otra forma en el proceso revolucionario que dio paso a la democratización de este país”, manifestó.
Alexander Segovia también enfatizó que se pretende censar a todas estas personas, independientemente de si en la actualidad están organizadas o no.
Solo un primer paso
Desde hace meses, el gobierno y las organizaciones de ex guerrilleros se han venido reuniendo en una mesa de diálogo. Hasta ahora, el principal acuerdo al que se ha llegado ha sido la elaboración de este censo, al que debe seguir la negociación de las medidas a tomar.
Tal y como dijo el secretario técnico, este no ha sido ni será “un camino de rosas”, sino que ha habido y seguramente habrá “fuertes discusiones”. Y es que, tras casi dos décadas de marginación, muchas son las demandas de este sector.
Según Rafael López, la agenda que han planteado al gobierno incluye, tras la elaboración de este censo, tierra para los que no tienen tierra, legalización de la tierra para los que la tienen pero no ha sido legalizada, concesión de pensiones e indemnizaciones dignas, créditos con tiempos de gracia y bajo interés, proyectos de desarrollo productivo en el sector agropecuario, y sobre todo atención a los problemas de vivienda y salud.
En este sentido, Alexander Segovia informó que ya está en marcha un plan piloto para proveer servicios sanitarios a las personas de este sector con graves problemas de salud y que a partir de esta experiencia se espera extender a todo el país.
La inminente puesta en marcha de la recolección de datos para el censo anunciado este día se ha financiado, según el secretario técnico, con fondos propios de la instancia que dirige y del Ministerio de Economía.
Para el resto de las medidas, las que se supone que se tomarán a partir del, no detalló las fuentes de financiación, si bien se deduce que la disponibilidad de recursos será uno de los factores que condicionen el ritmo de su aplicación.
Rafael López puso una idea encima de la mesa. Señaló que, al igual que durante la negociación de los Acuerdos de Paz hubo muchos países que se comprometieron con el avance hacia la democracia en El Salvador, ahora deberían apoyar este proceso de reinserción de las personas que lucharon en la guerra.
En cuanto al papel jugado por el partido FMLN, López explicó que, conscientes de que aquél participa solo parcialmente en el gobierno y no dispone del presupuesto nacional, las organizaciones de ex combatientes acudieron directamente al Ejecutivo “sin pasar a través del FMLN.
No obstante, demandó del partido compromiso con su causa y mediación para la consecución de los recursos necesarios dentro y fuera del territorio nacional.
“Esperamos que el FMLN se ponga en función dentro y fuera del país de conseguir los recursos básicos para solucionar las necesidades de este sector y del pueblo salvadoreño”, expresó el ex combatiente chalateco.
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