VI
LAS VIDAS PARALELAS
Plutarco ha recibido muchos titulos: poligrafo, filósofo, moralista, historiador... Sin embargo hoy, cuando el género biográfico es, sin discusión, el que goza la pública preferencia, no vamos a escamotearle el mayor y mejor que tiene, e de "padre de los biógrafos:.
Este griego honrado, nacido hacia el año 50 de nuestra Era, vino a ser, asi, una especie de periodista o reportero distinguido y ha logrado la gloria de haber escrito los reportajes más duraderos (inmortales puede decirse que son) de cuantos se han hecho.
¿Creerá nadie, por ventura, que las vidas de grandes hombres de hoy, escritas por Ludwig o por Zweig, se leerán en el año 4000 como se leen hoy las "Vidas Paralelas" de Plutarco?
Pero, dejando a un lado esta comparación imaginativa, de lo que no cabe duda es de que Plutarco es uno de los escritores más populares de la antigüedad clásica y de que las "Vidas Paralelas" es uno de los libros que mayor influencia han ejercido en la cultura humana.
Pertenece a la época en que ya Grecia está politicamente sometida a Roma pero ha conquistado intelectualmente a su dominadora.
Era un patriota integral. No ya de su patria helénica sino de su ciudad Queronea y vivió siempre en ella --aparte viajes más o menos largos-- porque, sabiéndose personaje importante de la intelectualidad de su época, no queria que su pueblito perdiese importancia al dejar de contarlo entre sus vecinos.
Patriotas de éstos los encontramos en todas partes. Gentes que lo sacrifican todo --fortuna, prosperidad, triunfos-- para no dejar el terruño en que nacieron, y si bien es para el hombre un triunfo no despreciable saber vivir en cualquier parte y saber tener y sentir como patria al mundo entero, no es tampoco éxito pequeño el de los que logran vivir siempre donde quieren y quieren siempre vivir donde nacieron.
Asi pues, el buen Plutarco, de Queronea (en la Beocia) quiso ser siempre un beocio y jamás perdonó a algunos historiadores ilustres lo mal que a su patria chica y a sus habitantes habian tratado.
Hemos dicho que fué Plutarco uno de los escritores más populares de la antigüedad clásica y uno de los que más influyeron en la cultura humana y será bueno que justifiquemos esto un poco.
Su ensayo sobre "Virtudes de las mujeres" inspiró el tratado "De las mujeres preclaras", de Bocaccio. De frases suyas nacen cuentos del Decamerón y comedias de Lope de Vega (como "El halcón de Federico", basada en un dicho de Temistocles, recogido por Plutarco). Ha habido quien ha sostenido que es Plutarco el creador de una noción nueva de la épica y ello es tan evidente que no necesita más argumento que el de leer sus obras. Rousseau dió nuevo impulso a los fanáticos de la antigüedad, con su concepción de las vidas paralelas de Plutarco como una galeria de criminales sublimes, concepción que inspiró a Schiller "Los ladrones". Montaigne dijo que las "Vidas paralelas" eran su breviario. Madame Roland las llamó "sustento de almas grandes". Los cuadros de David dan testimonio de la popularidad de Plutarco en la época de la Revolución Francesa. Fueron la lectura favorita de Napoleón, como lo habian sido de Federico el Grande, y Emerson dijo: "Mientras duren los libros seguiremos descubriendo a Plutarco".
No han faltado --reverso ingrato-- las criticas negativas. Se dice que las biografias casi nunca son completas; que el historiador pasa muy a menudo por alto hechos de gran importancia o no les da el relieve que merecen, y que sus preocupaciones morales o dramáticas le hacen olvidar algo de la verdad. Se le ha acusado de ignorar deliberadamente hechos históricos, de faltar a la verdad con relatos increibles, y de favorecer a los griegos dándoles por parejas personajes romanos muy superiores a ellos.
Parece cierto que Plutarco escribia rápidamente y sin mucha critica cayendo de ves en cuando en errores materiales, particularmente respecto a Roma y sus instituciones, dando con frecuencia interpretaciones torcidas a autores de los que sacaba sus documentos, prefiriendo también a menudo, por dejadez o falta de criterio, autoridades sospechosas, y hasta que se contradecia y repetia, por falta de meditación y calma, cosas que ya habia dicho.
Si tenemos en cuenta que las 46 vidas que escribió, mál algunas que se perdieron, las produjo, poco más o menos, en términos de dos años quitaremos importancia a tales criticas y siempre quedará a salvo, en todo caso, su genio y su acierto en la elección de asuntos pues no hay cosa de mayor interés humano que la memoria de los grandes hombres.
Si añadimos que nadie le ha superado en reproducir vivamente los rasgos de los personajes históricos, en hacerlos vivir, obrar, moverse como tales hombres ante los ojos del lector y que, a pesar de lo artificioso de la idea de poner forzadamente en parangón, en exámenes atentisimos, héroes griegos y romanos, se ha sabido salvar de todo retoricismo, el mérito de Plutarco se agiganta.
Y se completa si consideramos que su obra es una constante lección de moral y su alma de hombre bueno late bajo cada linea de las que dejó escritas.
Fueron muchas. En sus "Obras Morales" trató una enorme variedad de asuntos, principalmente religiosos, filosóficos y éticos. Sus vida paralelas que se conservan, son, como hemos dicho, 46. Epaminondas y Escipión, Herácles, Hesiodo, Pindaro, Crátes y otras se han perdido.
Las que se conservan, se traducen y reeditan constantemente, se podrian clasificar en orden cronológico empezando en el paralelo entre Teséo y Rómulo y acabando en el de Demetrio y Antonio y figuran entre ellas (eligiendo los personajes más conocidos e ilustres) las de Licurgo y Numa, solón y Publicola, Alcibiades y Coriolano, Temistocles y Camilo, Pericles y Fabio Máximo, Aristides y Catón, Demóstenes y Cicerón.
A primera vista, parece ser cierto que dió a los griegos parejas de romanos más ilustres. Asunto opinable. Hay quien sostiene con fundamento que Cicerón fue más grande que Demóstenes, y Catón el Mayor, que Aristides. En todo caso, bueno es tener en cuenta que para responder al artificio de los paralelismos --artificio, por otra parte, de escritor genial-- a veces las asociaciones de las dos vidas se basan en motivos puramente externos. Lisandro y Sila están reunidos porque los dos tomaron Atenas. Agesilao y Ponpeyo porque los dos murieron oscuramente en Egipto. A veces, en cambio, el paralelismo es absolutamente lógico --(Teseo y Rómulo; Licurgo y Numa; Alejandro y César)--. A veces es simplemente cuestión de ingenio, como la asociación de los reyes revolucionarios de Esparta con los Gracos, o la de Sertorio y Eumenes.
En definitiva todas son biografias escritas sobre la base de que lo esencial es el hombre y no su actividad circunstancial. Obra, en fin universal, humana y eterna. Por algo Shakespeare fué a buscar en Plutarco personajes para sus tragedias y Goethe (que en su vida no soportó la historia retórica) dedicó a la lectura de las "Vidas Paralelas " muchas tardes plácidas de su vejez.
Oigamos un poco a Plutarco, que no se le puede elogiar mejor que con sus mismas palabras.
"Comencé a escribir las "Vidas" por impulso ajeno, pero continúo en la tarea y me complazco en ella por el mio propio, pues me sirvo de la historia como de un espejo ante la cual procuro en cierto modo componer y asemejar mi vida a las imágenes que me presenta. Bien está que tratemos con ellos y que contemplemos cuán grandes y nobles eran, tomando, para juzgarlos, lo mejor y más caracteristico de sus acciones. No hay nada más eficaz para mejorar el carácter. Escribiendo historia asiduamente y aplicándonos a su estudio, nos preparamos para recibir siempre en nuestras almas la memoria de los más grandes e ilustres varones y para apartar y desechar lo ruin, maligno e innoble que nos rodea, volviendo nuestro espiritu, plácido y benigno , hacia los más hermosos modelos.
Por ello, cuando escribió alguna vida como la de Demetrio Poliorcetes y Antonio, personajes más famosos que recomendables, se preocupa de justificarlo:
"Los espartanos antiguos hacian en sus festividades que los ilotas bebieran vino destempladamente y después los introducian en sus banquetes para que los jóvenes vieran por sus ojos la deformidad de la embriaguez. Por esto, de los que más se abandonaron y en un gran poder y grandes negocios manifestaron maldad insigne, puede quiza convenir que introduzcamos una o dos parejas para que también sus vidas sirvan de ejemplo; no a fe por el placer y diversión de variar nuestro cuadro, sino a la manera de lo que ejecutaba Ismenias de Tebas que haciéndoles oir a sus disipulos a los que tañian bien la flauta y a los que tañian mal, les decia después "asi se ha de tocar" o "asi no se ha de tocar" según los casos. Antigénidas creia que los jóvenes oirian con más gusto a los buenos flautistas después de haber oido alguno malo; pues del mismo modo me parece a mi que nos dedicaremos con más ardor a observar e imitar las vidas ordenadas y buenas si no carecemos del conocimiento de las viciosas y vituperadas."
Oigamos, para completar esta breve noticia de Plutarco y su obra, algunos ejemplos de su magnifico estilo, en una traducción directa de Arturo Sanz Romanillos.
En el primer párrafo de la primera de sus parejas de inmortales --Teseo y Rómulo-- empieza el autor con un tono levemente irónico, propio de su gran señorio intelectual.
"Acostumbran los historiadores, cuando en la descripción de los paises hay puntos de que no tienen conocimiento, suprimir éstos en la carta, poniendo en los últimos extremos de esta advertencia: de aqui adelante no hay sino arenales, faltos de agua y silvestres, o pantanos impenetrables, o hielos, como los de la Escitia, o un mar cuajado. Pues, a este modo, habiendo yo de escribir estas vidas comparadas, en las que se tocan tiempos a que la atinada critica y la historia no alcanzan, acerca de ellos me estará muy bien prevenir igualmente: de aqui arriba no hay más que sucesos prodigiosos y trágicos, materia propia de poetas y mitólogos, en la que no se encuentra certeza ni seguridad. Haré porque purificado en mi narración lo fabuloso, tome forma de historia; mas si hubiera alguna parte que obstinadamente se resiste a la probabilidad, y no se prestase a hacer unión con lo verosimil, necesitaremos en cuanto a ella lectores benignos y que no desdeñen el estudio de las antigüedades.
Esto para los que acusan a Plutarco de falta de conciencia histórica en sus relatos y evocaciones.
"Paréceme --continúa-- que Teseo hace juego con Rómulo por muchas notas de semejanza: por ser uno y otro de origen ilegitimo y oscuro hubo fama de que eran hijos de dioses.
"Invictos ambos, lo saben todos. Y que al valor reunian la prudencia. De las dos más celebradas ciudades, el uno fundó a Roma y el otro dió gobierno a Atenas. Concurre también en los dos el rapto de mujeres, y ni uno ni el otro evitaron el infortunio en las cosas domésticas, habiendo incurrido, al fin, según se dice, en el odio de sus conciudadanos, si las relaciones que corren fuera de las tragedias pueden servir de algún apoyo a la verdad."
"Tuvieron uno y otro por naturaleza dotes politicas; pero ninguno de los dos guardó la indole de la autoridad regia, sino que se salieron de ella e hicieron mudanza: el uno hacia la democracia y el otro hacia la tirania, pecando igualmente por caminos opuestos; porque el que tiene autoridad, lo primero que debe guardar es la autoridad misma que se le dió; e igual contribuye para esto el no quedarse corto que no exceder de lo que conviene; y el que cede en ella o tira a extenderla ya no permanece en rey o emperador sino que, degenerando en demagogo o en déspota, engendra en los súbditos menosprecio u odio. Bien que lo primero parece que es exceso de equidad y humanidad y lo segundo de amor propio aspereza."
"Por lo que hace a sus infortunios, no debiéndose achacar todo a los genios, sino buscar también las diferencias que inducen las costumbres y los afectos, nadie absolverá de una cólera inconsiderada y de una precipitación que participa de la irreflexión de la ira, al uno por lo hecho con el hermano y al otro por lo hecho con el hijo; pero el origen que movió la ira hace que se disculpe más al que fué de mayor causa, como de más insufrible golpe arrebatado. Pues respecto de Rómulo, porque deliberando sobre las cosas públicas se suscitase alguna diferencia, nadie tendria esto por suficiente motivo para tal acaloramiento; mas a Teseo le sacaron de tino contra el hijo cosas que muy pocos se libran: el amor, los celos y las calumnias de su mujer; y lo que es más decisivo todavia, en Rómulo la cólera se propasó a obras y a una acción que tuvo fin infausto; y la ira de Teseo llegó si a expresiones, a blasfemias y a imprecaciones propias de un anciano; pero en lo demás, parece que aquel joven sucumbió a su suerte. Por tanto cualquiera votaria a favor de Teseo.
"Los yerros de los raptos de las mujeres en Teseo carecieron de todo decente pretexto: lo primero para muchos, porque robó a Ariadna a Antiopé, a Anaxo la de Trecene y a la postre a Helena, en edad ya decadente, a una edad todavia no florida, sino niña tierna, cuando ya él estaba fuera de sazón aún para casamientos legitimos; y lo segundo por la causa, pues no se ha de pensar que las doncellas trecenias, lacedemonias o amazonas no desposadas habian de ser en Atenas mejores madres de familia que las erectéidas y cecrópidas; asi, es de sospechar, que en esto no hubo más que lujuria y liviandad.
Rómulo, en primer lugar, haciendo robar ochocientas o pocas menos, no las tomó todas para si, sino solamente a Hersilia, según se dice, y las demás las distribuyó a los principales ciudadanos; además de esto, tratando después con estimación y amor e igualdad a las mujeres, hizo ver que aquella primera violencia e injuria se habia convertido en una acción honesta y en un medio muy politico de unión: ¡tan intimamente enlazó a las dos naciones entre si y tan bello origen dió de benevolencia y poder a la república!
Finalmente aún en las fábulas sobre la asistencia divina en uno y otro hay gran diferencia: porque el modo de salvarse Rómulo prueba gran benevolencia de parte de los dioses; y el oráculo dado a Egeo de que no se allegase a mujer en tierra extraña parece que indica que no fué según la voluntad de los Dioses el nacimiento de Teseo.
Este es un ejemplo caracteristico de la amenidad y del interés de la obra de Plutarco, capaz de animar a conocerla o a redescubrirla.
Oigamos, para terminar, el magnifico comienzo de la biografia de Demóstenes, para que se vea como todo está lleno en las inmortales "Vidas Paralelas" de atinadas consideraciones filosóficas y de elevadas lecciones morales.
"El que escribió el elogio de Alcibiades, vencedor en Olimpia, corriendo con los caballos, fuese Euripides, como generalmente se cree o fuese cualquier otro, dice que al hombre, para ser feliz, le ha de caber en suerte haber nacido en una ciudad ilustre; pero yo creo que para la verdadera felicidad, que principalmente consiste en las costumbres y en el propósito del ánimo, nada da ni quita haber nacido en una patria oscura e ignorada o de una madre fea y pequeña. Porque lo natural es que la virtud, como planta fuerte y robusta, arraigue en todo terreno, si prende en una buena indole y en un ánimo inclinado al trabajo; de donde se sigue que si nosotros dejamos de pensar y conducirnos como corresponde, eso deberá justamente atribuirse no a la pequeñez de la patria sino a nosotros mismos."
Asi, con esta elevación y sentido universalista, hablaba para la posteridad el hombre que se quedó siempre en la oscura Queronea, en el corazón de Beocia, sólo para qufe su patria no perdiera la importancia que le daba su presencia.
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