APOLOGÍA: Defender. Discurso o escrito en defensa y alabanza de personas o cosas. (Diccionario)
En
un país caricatura no es raro que en la pantalla chica se haga una de
ellas mostrando episodios vergonzosos de su historia, como los capítulos
que se presentan actualmente por un canal de t. v, en horario para
todas las edades.
El
serial trata subliminalmente de que: “hay que tener memoria histórica
de lo ocurrido” como pretexto para hacer la apología de un criminal y su
organización llamada en esa época: “Cartel de Medellín”, que asoló el
país.
Para
los millones de televidentes, el “Patrón del mal”, termina siendo un
buen hombre. Su conducta más que sus crímenes lo revelan como a una
persona exenta de droga, que no la consume sino que la exporta, ni
tampoco fuma ni siquiera cigarrillos, y sólo al principio se lo muestran
cometiendo un crimen.
El
desprevenido televidente sobre todos niños y jóvenes, que puedan estar
viéndola, y los adultos carentes de sentido crítico, o con poca
capacidad intelectual para entender el calao de esta producción,
absorben inocentemente las buenas imágenes del capo como son: la buena
relación del matón con su madre, la comprensión que tiene familiares y
amigos; las peripecias de amante, sus soluciones de vivienda, la
implementación de equipos de fútbol en barrios populares, el propósito
para alcanzar la política con el fin de remediar males sociales y su
liderazgo.
En
algunos capítulos se señala cómo la droga puede hacerle daño al
imperio, pero no a las personas y sale en clara alusión como personaje
un narco importante mafioso de la época luciendo pinta de guerrillero
con estrella roja en la bohina, diciendo frases como: “Combatimos al
imperio con droga.”
En
un gran tramo las cámaras de la programadora se orientan al descrédito
total del M-19, o y a sus dirigentes, organización revolucionaria al
cual a pesar de todos sus errores políticos fue capaz de inscribirse
dentro de un proceso de paz, logrando la puesta en marcha de la
Constitución del 91, que abrió importantes puertas para la construcción
de un nuevo país.
La
mirada sobre el M-19 y su participación en la toma del Palacio de
Justicia, es sin duda otro ataque contra el actual burgomaestre, quien
fuera antaño miembro de esta agrupación. Pero lo más descarriado que se
presenta es la acometida perversa contra Nicaragua sandinista,
mostrándola en esos años de comienzos de los noventa como transito
pagado del narcotráfico. Y lo más infame es sin duda lo referente a Cuba
el faro de la dignidad latinoamericana, donde si alguien desde adentro
intentó alguna vez introducirla en el negocio del narco, fueron
castigados por la justicia revolucionaria, ¿Qué hubiera sucedido si en
1959, no triunfa la revolución? Con seguridad Pablo Escobar la hubiera
convertido en una ruta y alhacena segura hacia Estados Unidos.
-
“A nadie le gusta más el dinero que a un izquierdista”- dice Escobar a
uno de sus secuaces después de que regresa de la isla enviado por él
para abrir la bodega caribeña. Pero lo que nunca mostrará el mal
intencionado serial, es que la revolución prefiere morir de inanición
por el bloqueo imperial, a traicionar sus principios.
Seguramente
en posteriores capítulos seguiremos advirtiendo imágenes solapadas
acerca de la existencia del criminal, y oyendo sobre la edificación de
un mundo narco, que quisieron y quieren no obstante imponer ahora otros.
La telenovela muestra eufemísticamente en toda su dimensión el modelo
de alguien que hizo el mal pero que no era tan malo. De este tamaño lo
quieren presentar.
El
personaje de telenovela les gana en fuerza escénica a las
representaciones de Galán o Lara Bonilla, que se diluyen en sus débiles
representaciones. Esta tragicomedia mal intencionada hace referencia
irónica a la revolución bolivariana, exponiendo al capo paisa, diciendo
frases del Libertador a su amante, que llama “Manuelita”.
¿Qué intereses se esconden detrás de la leyenda televisada del capo contra la izquierda colombiano? Pronto se sabrá.
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