Dagoberto Gutiérrez
Hola, Santa,
Supimos que estabas enfermito del estómago por unas algas pasadas de tiempo que almorzaste en el mes de enero. Me imagino que a estas alturas ya estarás curado y que solo el reumatismo te asalta de vez en cuando. En todo caso, es conveniente que no te olvides de hacer ejercicio, y para eso, el territorio de la tundra donde permaneces buena parte del año, resulta óptimo para trotar y respirar ese aire maravilloso de los pinares. También es conveniente que le pongas atención a lo que ocurre con tus renos, porque has de saber que uno de ellos, precisamente el que se llama Rodolfo, que es bien amigo del otro, el que se llama Eustaquio, anda diciendo que ya está aburrido de andar llevando esos trineos llenos de armas, y que las cosas no son como antes, cuando los juguetes eran para niños y niñas y no amenazaban a nadie, sino solo eran útiles para jugar. Es bueno que le pongas atención a estas opiniones, no vaya a ser que una noche de estas te enfrentes a una especie de levantamiento.
La consulta que me hiciste hace 15 días sobre los problemas que tenés con el permafrost y con las dificultades para despejar y aterrizar en tus trineos se debe al calentamiento global, que está terminando con tus polos. Ojalá que te decidas a unirte al movimiento planetario que lucha contra las empresas responsables de ese calentamiento. En la última reunión que tuvimos te expliqué que solo se trata de que pongas en tu trineo una buena manta que diga: “Alto al calentamiento del planeta”.
Hemos sabido, como un rumor bastante extendido, que en tus fábricas hay malestar porque muchas armas estás fabricando y porque no visitás a las casas más pobres, y te está gustando mucho ir a las residencias más lujosas y notables, de gente muy rica; mientras, muchos niños y niñas te esperan en casas humildes.
Estimado Santa, tú sabes que este es un tema muy delicado, porque, como platicamos la última vez, y vos estuviste de acuerdo, el mundo lúdico es fundamental para desatar la imaginación, y ésta es clave para la inteligencia, es decir para la relación con la realidad. En tus estudios de psicología infantil sabes muy bien que los niños aprenden la realidad a través de los juegos y que cuando un niño está jugando, ahí hay una multitud. También sabés vos que es la fantasía lo que caracteriza a la niñez, y siendo ésta una imaginación exuberante, es lo que le permite a un niño concentrar toda la felicidad del mundo al jugar con un juguete sencillo, pero vinculado a una realidad que él empieza a entender a partir de su juego.
Claro, Santa, tal como me dijiste la vez pasada, cuando platicamos ahí por El Quebracho, el problema es el mercado, y te dije que me encantó tu opinión, porque, según vos, el mercado ha convertido a niños y niñas en consumidores, a través de lo que vos llamaste “erotización precoz”, y me explicaste que esta consiste en hacer de un niño, un adulto, a través de imponerle la dictadura de la moda, de tal manera que el color de los zapatillos le debe matizar con el color de la blusita, y el color del bolsón le debe pegar con el del pantaloncito, y aquí, bien me acuerdo de tu frase, se está matando la inocencia y la fantasía del niño, que deja de serlo, y pasa a ser un perfecto consumidor. En todo esto estamos de acuerdo, y yo solo te agregaría que en estas épocas de fin de año y de navidad, el mercado es una especie de monstruo que devora los ahorros de la gente, se come los aguinaldos, se traga los sueños, y le quita humanidad a las personas que caen en su trampa.
Ya has te estar enterado que han inventado un día en donde los almacenes dicen que rebajan los precios, y hay gente, Santa, que duerme en los andenes de los almacenes, en plena calle y en pleno anochecer, para entrar de los primeros a comprar, y a terminar los sueños convertidos en mercancías. Sería bueno que en estos días hagas un llamado sonoro y fuerte para superar ese consumismo y también, y esto va directamente con vos, para que los juguetes que distribuís fortalezcan la imaginación infantil, que desarrollen la fantasía, que enseñen a los niños a resolver problemas, que no sean tan caros, y que estén relacionados con los estudios de esos niños.
Me dirás que no tenés responsabilidad en todos esos temas que te he expuesto, pero lo cierto es que no podes permitir que usándote como te usan, tomándote una chibola, de esas cocas, y usando tu risa para respaldar marcas comerciales, vos no reacciones, y permitas tamaño maltrato; por eso es que deberías reaccionar y llamar a la defensa de una navidad, libre de la dictadura de ese mercado, volcada a la construcción de lo mejor de la especie humana. No creo que si haces esto, pierdas los contratos jugosos con estas empresas, pero si así fuera, bienvenido sea.
Me permito recordarte lo que hablamos al principio, es decir, la situación de tus talleres, y el malestar que ahí se está gestando, incluso, se está hablando de arbitraje, y vos sabés que me pueden buscar para ser árbitro y podés tener problemas. Todo esto se resuelve con la justicia y el bienestar de la gente. Con tus renos también ocurre lo mismo, y tenés que organizar de diferentes maneras las jornadas de trabajo y las rutas también. Algunos de ellos están pensando que El Salvador es un país que se llama Colonia Escalón o Santa Elena.
Es bueno que platiquemos todo esto y que me digás que es lo que querés que te regale para noche buena. No olvides que todos necesitamos que nos regales a todos un nuevo país para todos, y nosotros te daremos un corazón muy humano y muy palpitante. Así quedaremos en paz.
Abrigate bien, Santa.
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