Anécdota del movimiento social popular, los años previos al conflicto armado
Por Armando Salazar
SAN SALVADOR
- Mujeres campesinas con sandalias de hule y hombres con botas de hule
seguían exigiendo mejores salarios y tierras para trabajar.
En la memoria se recuerda que fue antes que los guardias naciopatronales, encubiertos de Escuadrones de la Muerte, asesinaran al padre Rutilio Grande en marzo del 77.
La
organización de FECCAS-UTC se expandía como incendio en los valles de
los paupérrimos y en los sobre-explotados caseríos cañeros de
Aguilares-El Paisnal hasta la zona occidental. Siempre fueron las mismas
exigencias desde las cabañas de bahareque con piso de tierra y de las
humazones con luz de candil.
En
uno de esos días, la lucha campesina asomó a Quezaltepeque. FECCAS-UTC
había organizado una marcha de exigencia en esa cabecera municipal. Al
frente iba parte de la Dirección Nacional campesina. Allí estaba
Apolinario Serrano, Polín, Secretario General; Numas Escobar,
responsable de formación política; y, Marciano Meléndez, Chanito,
responsable de seguridad de FECCAS-UTC.
En toda la zona rural centro-norte del país empezaba a hacer ebullición la conciencia y la protesta del pobretariado.
Pero
en la marcha, los policías municipales de Quezaltepeque capturaron a
varios campesinos y los llevaron brutalmente a las bartolinas de la
Alcaldía. Allí los encerraron en el recién construido edificio de tres
plantas en la época de “conciliación nacional”.
Cuando
las capturas sucedieron, los manifestantes de la pequeña marcha se
ahuevaron un poco. Hubo desparpajo y dispersión, y fue entonces que Polín
agarró el megáfono y empezó a arengar y a arengar. Y la gente se
levantó y se metieron al edificio a liberar a los compañeros, recuerda Quique.
Neto recuerda las palabras tajantes de Polín por el alto-parlante: “No nos vamos a ir de aquí hasta que no liberen a nuestros compañeros presos”.
Entonces
Polín organiza a toda la gente que ya estaba. Es decir, se había
desmovilizado un poquito la gente. Polín la reúne y les dice que no nos
vamos de acá hasta que liberen a los campesinos, a los compañeros, que
habían sido capturados. Y se hace un mitin frente a la Alcaldía… y los
policías del otro lado. Entonces se decide delegar a un par de
compañeros como mediadores y entonces hay un intercambio. Y se fueron
hacia dentro de la Alcaldía… y no se logra obtener ningún resultado.
Entonces
allí es donde alguien me dijo que esa fue la primera operación
propiamente de las Milicias Populares. Allí nacieron como las milicias
de autodefensa... Y se decide que la gente iba a irrumpir. Allí estaba
Numas, estaba Ticha (Patricia Puertas), Félix, Chanito y Tamba Aragón.
Ellos eran los que estaban allí en ese momentito. La gente se fue hacia
la Alcaldía… e irrumpió. Hubieron unos balazos adentro y la gente tuvo
que retrasarse. Entonces, siempre estando frente a la Alcaldía, se
decide entrar con armas…
De repente vi… ¿y de dónde salieron los cuetes hijosdeputa? Para mí era una experiencia nuevísima… impresionante, recuerda Neto.
Numas sacó un gran cuetón y estaba como apostado, porque ya habían
vergazos. Como parapetados, así estábamos. Entonces Chanito dice: vos
vas a entrar acá… puta decía yo ¿Y qué pasa aquí? Y de repente entraron…
Se
oían los pijazos allá dentro… pom, pom, pom… y gran desvergue. Los
compañeros llegaron y retrasaron a los policías a puros plomazos, entre
ellos Numas… ¡A pura verga! Entonces todos los policías se fueron hasta
el fondo de la Alcaldía, donde estaban los compañeros. Allí los toparon,
allí los soltaron.
Yo
no sé cuántos heridos o muertos hubieron allí, no me acuerdo, pero lo
que sí me recuerdo es que cuando salen con los compañeros presos y los
que entraron sucede un gran júbilo. Y entonces, la gente empieza a
zamparse, a irrumpir, espontáneo, pura espontaneidad. La gente entró a
la Alcaldía y subieron al tercer piso y de repente empiezan a lanzar
todo desde arriba…
Todo
fue allí muy espontáneo, muy espontáneo. Rápido, pero puso a prueba por
primera vez las autodefensas de las actividades populares, fue muy
significativo lo que sucedió allí, porque no fue algo planeado. Y allí
estaba Polín y Chanito, al frente de eso.
Si no me equivoco fue la primera vez que Polín ocupó aquella onda de “Libertad, libertad, libertad”, dice Quique. Y Neto confirmó: Allí surge esa consigna. Él fue el que empezó con eso y toda la gente empezó a responderle. Esa consigna allí nace.
De
esa actividad, en todos los colectivos del Bloque y de las FPL, se
informó y se evaluó. Era obligación hablar sobre esa experiencia porque
se produce prácticamente una acción insurreccional espontánea de la
gente por liberar a los compañeros capturados.
Felipe Ardillo, dice Julio Jacinto que le contó que resulta que toda
la gente ha agarrado, a pata, desde Quezaltepeque hasta Aguilares,
cañal adentro. O sea, la orden era que nadie se va en bus, por los
retenes militares en la calle. Todos nos vamos juntos, dijo Polín.
¿Imagináte vos ese vergo de gente volando pata desde Quezalte hasta
Aguilares?
Siendo
de la Dirección Ejecutiva Nacional de la Federación de Trabajadores del
Campo, FTC, Chanito, Marciano Meléndez, fue capturado y desaparecido en
febrero de 1979. A finales de abril de ese año capturan y desaparecen
también a Oscar López de la Unión de Pobladores de Tugurios, UPT, y a
Numas Escobar de la Dirección Nacional del BPR.
Los
tres siguen siendo parte de los miles de torturados y desaparecidos por
el gobierno militar del PCN. El BPR impulsó la fuerte jornada de “Mayo
Heroico” para liberarlos y la dictadura solo soltó a Facundo Guardado,
secretario general del BPR y a Ricardo Mena, secretario general del
FUR-30 de la UCA. A los otros tres dirigentes populares, nunca los
entregaron y hoy (2013) siguen en calidad de desaparecidos políticos en
El Salvador.
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