Gunnar Bjornson
Las bases izquierdistas de la unión neocon de Hillary
La convención nacional demócrata ha terminado en los EEUU y la campaña electoral incrementó su iniquidad. La familia de Donald Trump es objetivo cada vez más de los medios liberales. Después de que el New York Post publicase fotos desnuda de Melania Trump desde la década de 1990, ¿no sería ninguna sorpresa que esto fuera el siguiente paso de la campaña de Clinton? ¿Qué parte de la vida privada de su contendiente sería objetivo? Al mismo tiempo, los lazos personales con el teórico izquierdista Saul Alinsky, son desmentidos como propaganda.
Hillary Clinton es ahora la candidata oficial del partido demócrata para la presidencia de EEUU. Su nominación estuvo rodeada de escándalos: Las filtraciones de la CND mostraron que el liderazgo del partido demócrata la había elegido mucho antes de las primarias, que usaron todos los métodos para promover a Clinton sobre Sanders. De hecho, él indudablemente no tuvo oportunidad de ganar desde el principio. Con el sistema amañado de los superdelegados, la voz del pueblo no fue realmente importante para el “establishment”. Aquello fue demostrado por la elección de Hillary para Vicepresidente, el senador Tim Kaine, un bien conocido lobista pro-banca, que aceptó unos 160.000 dólares en regalos mientras era gobernador, y vice gobernador de Virginia y ha recibido enormes donaciones de grandes bancos. Tanto Clinton como Kaine, a diferencia de Trump o Sanders, son partidarios del North American Free Trade Agreement (NAFTA) y apoyaron Asociación Trans-pacífico. Sobre la mitad de los demócratas, que votaron a Sanders y así rechazaron los grandes negocios en la política y el denominado “comercio libre”, fueron ignorados a propósito. En términos de relaciones internacionales, la papeleta Clinton-Kaine es el mejor ejemplo de la caída de los EEUU como emblema de democracia e imperio de la ley. También es un ejemplo del triunfo del denominado “marxismo cultural” sobre la vieja agenda izquierdista. Los temas, que unen a Sanders y Clinton (inmigración, derechos para homosexuales, y abortos) se volvieron más importantes para Sanders que los empleos de los trabajadores americanos y la lucha contra el gobierno de las corporaciones y los bancos.
Belicistas
Clinton así como su homólogo Kaine votaron por cada invasión americana en cada uno de los posibles rincones de la Tierra. Según los expertos, hoy ella es la cabeza del “partido de la guerra” en las élites americanas. Ella inició la sangrienta primavera árabe, que condujo a guerras civiles, millones de víctimas y el surgimiento del ISIS. Ella bombardeó libia y creó una zona de guerra islamista en África. Ella y el presidente Obama jugaron con fuego, realizando la nueva y gran estrategia post-modernista de EEUU, basada en el concepto del caos controlado del diplomático de EEUU, Steven R. Mann. Los EEUU abandonaron los intentos de construir órdenes estables y sistemas estables en el mundo, solo está exportando tendencias caóticas. Mientras que bajo George R. Bush intentaron organizar la vida política y social en los países ocupados de Afganistán e Irak, Obama y Clinton no se preocuparon de los países, donde ellos desencadenaron la cadena de la destrucción. Sorpresivamente, la caótica política exterior americana bajo la secretaria de Estado Clinton, se pareció a la idea de Alinsky: La destrucción total, creación de inestabilidad, y la subversión de los órdenes sociales para usarlos en la promoción de su propia agenda para traer los cambios necesarios.
Algunos expertos temen que Hillary esté preparada para iniciar una guerra nuclear con Rusia, para salvar la hegemonía de la plutocracia global para la que ella trabaja. Paul Craig Roberts, el analista económico y político de EEUU nos dijo que:
"Hillary es una belicista y ella es una herramienta de los neoconservadores que están comprometidos para prevenir que Rusia crezca. De hecho, están comprometidos para destruir Rusia. Los neoconservadores, tienen su objetivo en destruir a Rusia, de hecho, en destruir su política exterior independiente. Tiene que ser un estado vasallo como Alemania, Francia, e Inglaterra."
Unión de los antiguos izquierdistas
Los neoconservadores respaldaron a Clinton hace años, así traicionando al partido republicano y girando hacia los demócratas. Robert Kagan y William Kristol viraron agresivamente en defensa de Clinton. Esto significa que, si ella gana, ella combinará las peores tendencias y rasgos belicistas de las administraciones Bill Clinton, Barack Obama y George Bush jr., uniendo a todos los elementos intervencionistas.
De manera interesante, los neocon, que son de hecho antiguos trotskistas –activistas ultraizquierdistas, globalistas, anti-rusos y anti-tradicionales- que afloraron en la década de los 1960 como demócratas, y en la década de 1980 como republicanos, y hoy una vez más son Demócratas, apoyados por el antiguo gurú del radicalismo izquierdista, Saúl Alinsky, el predecesor de las teorías de las revoluciones coloreadas, que soñó con aplastar todas las normas sociales en los EEUU. Es bien conocido, que la entonces primera dama y después secretaria de estado escribió sus tesis de master sobre Alinsky, que no se hizo pública, por la escuela, basada en un requerimiento de la Casa blanca bajo la administración de Bill Clinton.
El ferviente globalismo, una política exterior belicista y política interior liberal son rastros inherentes de Clinton influenciada por Alinsky y los neocon. ¿Es una simple coincidencia? Observando las ideas de ambos grupos podemos encontrar un rastro común: Fundamentos filosóficos y dogmatismo ultra-liberal. Ambos de hecho están interconectados. Es el mismo rastro, contra el que el antepasado del conservadurismo inglés, Edmund Burke, toma en sus reflexiones sobre la revolución en Francia: La dominación de reglas y derechos abstractos sobre los concretos, conectados a una sociedad específica con su historia y tradición específicas. Esto, que él apuntó proféticamente, conduce a un agresivo proselitismo combinado con militarismo. Su descripción de la Francia post-revolucionaria, suena tal como se describe la moderna EEUU y la doctrina de política exterior de los neoconservadores o Hillary Clinton:
“Todo está referido a la producción de la fuerza; después, todo está confiado al uso de esta. Es militar en su principio, en su máximo, en su espíritu, y en todos sus movimientos. El estado tiene dominio y conquista por sus objetos exclusivos: Dominio sobre las mentes por proselitismo, sobre los cuerpos por las armas.
Francia no está extendiendo un imperio extranjero sobre otras naciones: Es una secta que apunta a un imperio universal, y empieza con la conquista de Francia…”.
Citando a Paul Gottfried, podemos decir, que Hillary y sus nuevos aliados están conducidos por la furia revolucionaria izquierdista, la idea de revolución permanente y cambio. Francis Fukuyama justamente describió esta filosofía izquierdista voluntarista, que ignora todas las tradiciones y específicamente cualquier norma social, alabando en su lugar a los dogmas abstractos y de pura voluntad:
“Ellos… creyeron que la historia puede ser acelerada con la aplicación justa de poder y voluntad. El leninismo fue una tragedia en su versión bolchevique, y ha regresado como farsa practicada por los Estados Unidos…”.
Así, sus posiciones belicistas no están basadas en cálculos racionales de intereses americanos, sino en dogmatismo liberal globalista, cuando los EEUU sirven solamente como medio para realizar sus ideas.
La mentira para la utopía
Alinsky como Lenin y Trotsky se adhirieron a la filosofía de “el objetivo justifica los medios”. En su “reglas para radicales”, el famoso libro, donde el alaba a lucifer y otros revolucionarios declara: “La tercera regla de la ética de los medios y objetivos es que en la guerra, el objetivo justifica casi cualquier medio”. Esta es la base de la filosofía de Hillary, donde la dimensión moral no está presente como tal. Recuerden sus alianzas con islamistas durante la primavera árabe, el colapso en oriente medio fue causado por su política, su reacción a la matanza de ciudadanos americanos en Benghazi. Todo fue hecho para llevar la democracia a oriente medio y liquidar regímenes autoritarios, para prolongar la dominación americana. Los resultados son bastante opuestos. El pragmatismo maquiaveliano es un medio para lograr un fin utópico. ¿O bien ella mienta desde el principio y la destrucción fue su objetivo principal, como lo fue para Alinsky?
También, los discípulos de Alinsky y los neocons están unidos en la táctica de la mentira deliberada, alabadas tanto por Saul Alinsky como por el mentor neoconservador Leo Strauss. El primero enseñó sobre la necesidad de mentir y distorsionar todas las normas para cambiar el orden social, el segundo enseñó sobre la “mentira noble”, la necesidad de engañar al pueblo como deber de los políticos si quieren controlar la sociedad.
Un rastro izquierdista más, que une al pensamiento político de organizador de comunidad de Alinsky y el “conservador” Leo Strauss, es el papel de los hombres de estado e intelectuales en la sociedad. Ambos estaban convencidos de la naturaleza subversiva de los intelectuales. Alinsky lo elogió, Strauss enfatizó que deberían ser contenidos, declarando que un intelectual real no puede creer en el mito de la sociedad, la percepción común de la religión y las normas sociales. Así distorsionó la filosofía platónica que pretendía llevar adelante. Donde Platón instaba a una comprensión más profunda de la tradición griega, los mitos y su orden sagrado, Strauss estableció una actitud nihilista hacia la tradición e instaba a una mentira deliberada y reglas por la gente que realmente no creen en nada excepto sus propios deseos y exclusividad. Esta es una comprensión exclusivamente izquierdista de la naturaleza del pensamiento en sus fundamentos (el papel crítico del pensamiento), que es común tanto para Strauss como para Alinsky y los filósofos de la escuela de Frankfurt, que crearon el fenómeno del marxismo cultural.
Amanecer Rojo
De este modo, tanto Hillary como los Neocon tienen bases filosóficas comunes: el globalismo izquierdista. Tomando en cuenta estas similitudes filosóficas podemos entender profundamente la naturaleza de la unión de Clinton-Neconservadores así como su abuso de la “mentira noble”. No es accidental sino que está enraizado en la esencia de su pensamiento. Si ellos no pueden mentir, entonces no pueden hacer guerras ni promover cambios de regímenes. Sus ideas, estilo de pensamiento y acción les conducen lógicamente a este final. Hace mucho que la idea de la llegada de los rojos al poder en América fue la peor pesadilla de los ciudadanos corrientes de EEUU. Ahora, sobre la mitad de ellos están preparados para votar por la gente, cuya posición política está basada en ideología izquierdista.
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