Celio R. Amaya
miembro del colectivo TR-Toronto-Canada.
Es históricamente conocido que la Oligarquia Cafetalera Salvadorena tiene parte de sus orígenes en los sectores criollos que lucharon por la independencia de Espana. La conversión de estos criollos en cafetaleros tuvo como causa económica el fin de la demanda en Europa del anil como colorante natural a consecuencia de la creación de los colorantes químicos. Esta situación, los obligo a a sustituir el cultivo del anil por el cultivo y la exportación del café.
Como descendientes de los invasores españoles los criollos lograron disenar su Estado y apoderase de todos los gobiernos que sucedieron a la independencia de Espana desde 1821. Pero para iniciar el cultivo de café, los criollos necesitaban deshacerse del mayor obstáculo que les impedia iniciar la siembra: las tierras que ellos necesitaban para el cultivo estaban localizadas en la zona central y paracentral de El Salvador, y estas eran propiedad de las comunidades indígenas.
La ventaja de tener el gobierno a su servicio, les permitio a estos criollos latifundistas, despojar “legalmente” a los indígenas de sus tierras, alegando que eran necesarias para el desarrollo económico de el Salvador. Asi, el 2 de marzo de 1882, el Presidente Rafael Zaldivar (1880-1884), decreto la “ley de extinción de ejidos y tierras comunales indígenas.”
Las consecuencias económicas, sociales y politicas de esta usurpación, fueron devastadoras para los indígenas que por derecho de antigüedad eran dueños de estas tierras antes que los invasores españoles llegaran a en 1524.
Para la oligarquia cafetalera, controlar y disponer de los gobiernos en función de sus intereses económicos, le permitió no solo acrecentar su capital sino también le daba el poder suficiente para impedir, bloquear y hacer fracasar cualquier intento de reformas en favor de las grandes mayorias populares. A continuación veamos históricamente como todos los intentos de reformas realizados a favor de las grandes mayorias populares a partir de 1913 hasta 1989, fueron derrotados por la oligarquia cafetalera:
1.El Presidente de la Republica Dr. Manuel Enrique Araujo (1911-1915) decreto una reforma fiscal y un inscremento al impuesto por las exportaciones del café y también decreto leyes a favor del bienestar de los trabajadores. Araujo de hecho fue asesinado a causa de un brutal ataque a machetazos ejecutado en el parque Bolivar el 4 de febrero de 1913. Legalmente fue declarado mueto en el Hospital Rosales hasta el 9 de febrero de 1913.
2.El gobierno de Estados Unidos encabezado por el Presidente John F. Kennedy aprobó para su implementación en America Latina el plan “Alianza para el Progreso”. El objetivo era realizar principalmente reformas agrarias en la estructura de tenencia de la tierra, ya que el problema de los grandes latifundios concentrados en pocos dueños podrían generar nuevos estallidos sociales o revoluciones tal como había sucedido en Cuba en 1960. La oposición oligárquica y la dictadura militares imperante lograron derrotar este proyecto norteamericano.
3.En julio de 1976 el Presidente Cnel. Arturo Armando Molina (1972-1977) apoyado por militares reformistas de la Fuerza Armada (FAES), aprobó para su ejecución la ley del Primer Proyecto de Transformacion Agraria (PTA). Este era un proyecto piloto de contrainsurgencia destinado a impedir la creciente organización, movilización y radicalizacionde las ya existentes organizaciones campesinas influenciadas por las organizaciones revolucionarias armadas. La poderosa ofensiva organizada por la oligarquia a travez de la Asociacion Nacional de la Empresa (ANEP) encabezada por Carlos Calleja y Tomas Regalado (QEPD), y por los Frentes Agropecuarios de la región Oriental y Occidental (FARO) hicieron fracasar el proyecto. En septiembre de 1976 el Cnel. Molina acepto públicamente que la transformación agraria había sido bloqueado a causa de las presiones de la elite financiera.
4.El 15 de octubre de 1979, el Movimiento de la Juventud Militar surgido del interior de la FAES, realizaron un golpe de Estado que depuso al Presidente Gral. Carlos Humberto Romero. Este movimiento liderado por los Coroneles Adolfo Arnoldo Majano y Jaime Abdul Gutierrez, incluyo en su proclama la realización de una reforma agraria, una reforma fiscal, la nacionalización del comercio exterior y de la banca, y otras reformas de beneficio popular. Este intento de reformas también fue bloqueado por la oligarquia desplazando a todos los miembros progresistas de la Juventud Militar y colocando en la conduccion de la Junta de Gobierno a militares y elementos civiles de derecha afines a sus intereses económicos.
5.El 1 de julio de 1984 asumio como Presidente de la Republica el democristiano (PDC) Ing. Jose Napoleon Duarte. Duarte llego a la presidencia con todo el apoyo del gobierno de Estados Unidos presidido por el ultraderechista Ronald Reagan (1981-1989). El proyecto de Duarte, era ejecutar a plenitud las reformas que no pudo realizar el Movimiento de la Juventud Militar: reforma agraria, reforma fiscal, y la nacionalización del comercio exterior y los bancos. Otra vez la oligarquia cafetalera a travez de su partido ARENA insertado en la Corte Suprema de Justicia declaro inconstitucional la reforma fiscal propuesta por Duarte.
El contexto en que Bukele asumirá la presidencia el 1 de Junio, ha experimentado algunos cambios desde que la oligarquia cafetatalera derroto el ultimo intento reformista que encabezo el presidente Duarte. Uno de los mas notables es que la “oligarquia cafetalera” en términos de su inversion de capital, dejo de ser tal y ha pasado a ser simplemente la “oligarquia tradicional”. Con la caída de la Union Sovietica, la Organización Internacional del Café (OIC) liberalizo el precio del café, lo cual impacto desfavorablemente a los exportadores salvadorenos.
Su cultivo, dejo de ser rentable, lo que agregado a la instalación de las transnacionales financieras como parte del proyecto neoliberal, desplazaron a los oligarcas cafetaleros como único bloque hegemonico económico en la economía salvadoreña. El haber sido removidos, en absoluto significo el fin de su poderío económico y político.
Ellos, continúan estando presente y continúan influyendo políticamente a travez de su instrumento el partido ARENA insertándose en instituciones claves como la corte suprema de justicia en donde con la colaboración del FMLN en la asamblea legislativa, se han aduenado ilegalmente de la sala de lo constitucional.
Adicional a esto, esta “oligarquia tradicional,” políticamente siguen arrastrando hasta hoy, desde 1882, su pensamiento “troglodita” de considerar a El Salvador como su feudo colonial.
Por los hechos y declaraciones que hasta hoy se conocen de Bukele, es valido suponer que parte de los objetivos de su futuro gobierno será la modernización del relativamente atrazado capitalismo que impera el El Salvador con la intención de introducir reformas económicas, políticas y sociales que conlleven a la creación de un nuevo modelo de acumulación de capital acorde con el modelo neoliberal.
Lograr este objetivo, pasa por la realización inmediata de implementar con urgencia una nueva redistribución del presupuesto nacional que empiece a paliar las mas sentidas necesidades y demandas de las grandes mayorias populares que justamente le dieron el triunfo a Bukele, esperanzados en las promesas de cambios.
Para las grandes mayorias populares y para las clases medias precarizadas y empobrecidas el hecho de que Bukele se haya reunido con la ultraconservadora fundación “Heritage” y también con la Asociacion Nacional de la Empresa Privada (ANEP), ha generado alguna confusión en términos de considerar que Bukele ya se comprometio con los sectores de la elite financiera salvadoreña.
De hecho, esta hipótesis del compromiso, no seria extraña si tomamos en cuenta que Bukele y sus emisarios nunca han manifestado que el plan Cuzcatlan es de corte revolucionario radical que incluye realizar reformas estructurales profundas. Tampoco seria extraño algún tipo de compromiso con algunos grupos oligárquicos también modernizantes que ya se han comenzado a manifestar al interior del resquebrajado partido ARENA y que se expresan en la disputa Calleja-Siman.
El hecho de que Bukele declare que no es “de derecha ni de izquierda” le da un margen para aplicar su “pragmatismo politico” y también le permite decir que todo su accionar girara en torno a los intereses de El Salvador y justificar asi cualquier alianza con quien el considere conveniente, incluyendo oligarcas modernizantes.
Aparte de las reformas en cada uno de los ministerios que tengan que ver con el bienestar social, tres reformas son claves para las grandes mayorias populares: la reforma fiscal, la reforma de pensiones y el ajuste del salario mínimo para los trabajadores. Estas, serán la prueba de fuego para Bukele a partir del 1 de junio y también serán la vara con las que el pueblo medira sus compromisos de la campana electoral.
Porque? Bukele sabe que al tratar de implementar las tres reformas mencionadas se estará enfrentando a los trogloditas de la “Oligarquia Tradicional”, o sea a los que el certeramente llama “los mismos de siempre.” También sabe, por lo que la historia nos ensena, que ya sea para “persuadir o disuadir” a estos señores de pensamiento feudal no bastara conque Estados Unidos lo apoye, sino que le será necesario realizar alianzas con otros sectores sociales.
Pero Bukele, no solo esta enfrentando a la oligarquia tradicional-ARENA, sino también al FMLN. Ambos ya iniciaron su guerra contra el pueblo. En su afán de quebrar las medidas de bienestar social, el FMLN ya inicio, antes del 1 de junio, el drenaje financiero del gobierno y dejar asi a Bukele sin recursos, y además, también pretenden aprobar una ley mordaza para detener y ocultar todas las denuncias de corrupción en las redes sociales, en función de su ilusión de recuperarse electoralmente el 2021.
En la medida que estos dos partidos accionan para quebrar el proyecto de Nueva Ideas, de hecho hacen también su enemigo al pueblo al afectarlo directamente con sus decretos. Asi deben entenderlo las grandes mayorias que sabiamente derrotaron el 3 de febrero pasado a al FMLN-ARENA.
En estos momentos, al Movimiento Popular y Social su nivel de organización y movilización le es insuficiente para influir decisivamente en el desarrollo de los acontemientos políticos. Mientras no se logre una una correlación favorable, la única esperanza es continuar desarrollando su nivel de organización y movilización, y paralelamente elaborar su propia plataforma política, económica y social para no depender de lo Bukele y Nuevas Ideas hagan o dejen de hacer.
La actual alianza y apoyo a Bukele, el pueblo debe definirla como necesaria en la medida en que cumpla con sus compromisos de bienestar social y las otras reformas prometidas.
Apoyar y evaluar de manera critica las acciones de Bukele a partir del 1 de junio, es de vital importancia para que las grandes mayorias populares empiecen a salir de su mas grande crisis económica, social y política causada por el bipartidismo ARENA-FMLN durante los últimos treinta anos.
Solo asi, a partir de los hechos, el pueblo tendrá claridad si Bukele se someterá a los “mismos de siempre” o se define favor de las eternamente excluidas grandes mayorias populares. Por el bien del pueblo salvadoreno, ojala la historia no vuelva a repetirse.
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