Caracas, 30 Mar. AVN .- Un sentido homenaje rindieron los estudiantes y
trabajadores de diversos sectores en Uruguay al presidente venezolano
Hugo Chávez Frías, durante la gira que realiza el mandatario.
En el acto que se realizó en el auditorio Salvador Allende de la
Universidad de la República, en Montevideo, capital de Uruguay,
representantes de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU),
estudiantes en general y voceros de diversas agrupaciones sindicales
tomaron la palabra para rendir honores a quien califican como el
“comandante de la paz” y defensor de la soberanía de los pueblos de las
fuerzas imperiales.
Gabriel Bermúdez, secretario de relaciones internacionales de la FEU,
comparó el trabajo que realiza el presidente Chávez con la labor
política realizada por Víctor Licandro, uno de los fundadores del Frente
Amplio uruguayo y que cambió la política en Uruguay, dominada entonces
por dos partidos tradicionales que no interpretaban a la ciudadanía.
Bermúdez señaló que este miércoles 30 de marzo falleció Licandro, a los
93 años, pero que en líderes como Chávez “la lucha contra el
imperialismo y el innegable amor por el pueblo”, seguirán vivos.
Juan Castillo, representante de los trabajadores de la universidad, tomó
la palabra para expresar su solidaridad con los pueblos del mundo que
están siendo atacados por el imperialismo.
“Estamos viviendo momentos particulares del mundo, estamos asistiendo a
una paradoja tan grande para que en nombre de la paz se esté
bombardeando a un pueblo, y esto nos genera mucho dolor, estamos en
contra de esa alianza para matar gente y para intentar apoderarse de la
soberanía y del petroleo”, dijo Castillo.
Lamentó que Haití esté pasando por una crisis social como la actual,
“originada por el imperialismo y que sólo con el apoyo de Venezuela y de
la hermana patria socialista de Cuba y que tanto le ha dado al mundo y
tan mal le han pagado”.
Ramón Martínez, director de la cooperativa Uruyen, saludó al presidente
Chávez y lo instó a continuar apoyando a los trabajadores y apoyarlos en
sus reivindicaciones.
“Yo represento a la clase trabajadora, a las empresas recuperadas por
los trabajadores”, dijo Martínez refiriéndose a la labor que realiza
frente a la empresa autogestionada.
Recordó que hace un tiempo estuvo en Venezuela, donde participó en un
evento con empresas recuperadas por los trabajadores, y señaló que es
uno de los países que más apoyo ha dado para que los trabajadores dejen
de ser explotados y asuman las riendas del progreso.
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Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
Fraternalmente, Trovador
jueves, 31 de marzo de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
Alirio Montoya:" Los partidos políticos niegan el papel protagónico de la gente"
En la entrevista habla del papel
de los partidos políticos y sus desilusiones en su militancia,
especialmente en los últimos meses, piensa que es posible que a
través del Movimiento por la Democracia Participativa (MDP) se pueda
avanzar revolucionariamente hacia la construcción de otro país y dejar
atrás esta grave crisis que padece este Estado representativo liberal.
¿Cómo ven en el oriente del país el nacimiento del Movimiento por la Democracia Participativa?
Carlos, en primer lugar quisiera agradecerte por la oportunidad de externar lo que pienso del Movimiento por la Democracia Participativa y otros temas coyunturales mediante una entrevista de esta naturaleza. Ya me han entrevistado en canales televisivos locales. Y en medios electrónicos me entrevistó por primera vez la analista político Lucía Berbeo, una venezolana con quien mantengo una fluida comunicación; ahora, debo agradecerte porque eres el primero en hacerlo en El Salvador. Vamos a tu pregunta. En los círculos donde me muevo y me relaciono con muchas personas, el Movimiento por la Democracia Participativa (MDP) es visto como un buen proyecto popular, ya que el sistema de partidos políticos en El Salvador ha caído en un descomunal descrédito y en un marasmo ideológico sin precedente alguno en la historia política del país. Los partidos políticos en nuestro país, sin excepción alguna, son verticalistas y no responden a los intereses de la gente, sino, a los intereses de las cúpulas partidarias y de otros sectores cercanos a las mismas.
Carlos, en primer lugar quisiera agradecerte por la oportunidad de externar lo que pienso del Movimiento por la Democracia Participativa y otros temas coyunturales mediante una entrevista de esta naturaleza. Ya me han entrevistado en canales televisivos locales. Y en medios electrónicos me entrevistó por primera vez la analista político Lucía Berbeo, una venezolana con quien mantengo una fluida comunicación; ahora, debo agradecerte porque eres el primero en hacerlo en El Salvador. Vamos a tu pregunta. En los círculos donde me muevo y me relaciono con muchas personas, el Movimiento por la Democracia Participativa (MDP) es visto como un buen proyecto popular, ya que el sistema de partidos políticos en El Salvador ha caído en un descomunal descrédito y en un marasmo ideológico sin precedente alguno en la historia política del país. Los partidos políticos en nuestro país, sin excepción alguna, son verticalistas y no responden a los intereses de la gente, sino, a los intereses de las cúpulas partidarias y de otros sectores cercanos a las mismas.
Entonces, en esa lógica, el MDP viene a
ser como una especie de esperanza para la población. Y cuando te digo
“en los círculos donde me muevo y me relaciono”, me estoy refiriendo a
los espacios donde se genera el debate de ideas, como en los diversos
colectivos, en las universidades e incluso en algunas iglesias. Hay que
dar a conocer el MDP en los mercados, calles, en las plazas y parques,
porque ahí también está la gente sedienta de esa información. Ansiosa
también por encontrar dónde ser escuchada y externar lo que piensan; por
el hecho que los partidos se agencian la patente del pensamiento de
derecha o de izquierda, y creen que la gente no sabe nada. Pero la
sabiduría está en la gente. En ese sentido, veo que el MDP vendrá a
satisfacer las inquietudes de la gente en estos tiempos grises en medio
de una crisis económica, política, social y medioambiental.
Los partidos políticos en la actualidad cada vez más niegan el papel de las personas en la política ¿cuál es tu experiencia sobre esto?
En efecto, casi siempre han negado el papel protagónico de las personas, pero con más intensidad en estos últimos tiempos, de ahí el por qué están en crisis de credibilidad. Yo milité en el FMLN y puedo dar fe de ello; pero quisiera englobar en esta problemática a todos los partidos políticos en general. Y lo hago de la siguiente manera. Yo estudié leyes en la Universidad de El Salvador; es algo inaudito porque hice dos tesis para poderme graduar, no por haber reprobado la primera, si no por un litigio cargado de impericia y argucia por parte de las autoridades académicas de ese tiempo. Me tocó hacer dos tesis, la última fue sobre Derechos Humanos. Me hicieron una especie de juicio al estilo de la Santa Inquisición. Pero no quiero entrar en detalles. Mi primera tesis, la cual puede ser consultada, se llama “El ejercicio del sufragio en la democratización de la sociedad salvadoreña” (L-76). En ella hay varios capítulos que abordan la democracia, sufragismo y el sistema de partidos políticos. En el trabajo de campo tuvimos que analizar el comportamiento de los tres partidos mayoritarios de esa época; ARENA, FMLN y PCN. Corría el año 2002.
Los partidos políticos en la actualidad cada vez más niegan el papel de las personas en la política ¿cuál es tu experiencia sobre esto?
En efecto, casi siempre han negado el papel protagónico de las personas, pero con más intensidad en estos últimos tiempos, de ahí el por qué están en crisis de credibilidad. Yo milité en el FMLN y puedo dar fe de ello; pero quisiera englobar en esta problemática a todos los partidos políticos en general. Y lo hago de la siguiente manera. Yo estudié leyes en la Universidad de El Salvador; es algo inaudito porque hice dos tesis para poderme graduar, no por haber reprobado la primera, si no por un litigio cargado de impericia y argucia por parte de las autoridades académicas de ese tiempo. Me tocó hacer dos tesis, la última fue sobre Derechos Humanos. Me hicieron una especie de juicio al estilo de la Santa Inquisición. Pero no quiero entrar en detalles. Mi primera tesis, la cual puede ser consultada, se llama “El ejercicio del sufragio en la democratización de la sociedad salvadoreña” (L-76). En ella hay varios capítulos que abordan la democracia, sufragismo y el sistema de partidos políticos. En el trabajo de campo tuvimos que analizar el comportamiento de los tres partidos mayoritarios de esa época; ARENA, FMLN y PCN. Corría el año 2002.
Lo que se logro percibir es que en todos
los partidos impera el utilitarismo, pero no del que habla John Stuart
Mill, sino de un utilitarismo de lo más vil. A mí me tocó observar el
comportamiento del PCN, a mis otros dos compañeros los restantes
partidos mayoritarios -Arena y FMNLN- . En las conclusiones de los tres
logramos observar que había una enorme coincidencia: ganguerismo,
arribismo y oportunismo. A fuerza de ser sincero, el que difería entre
ARENA y PCN era el FMLN por eso de las “elecciones internas”, la equidad
de género y juventud. Pero de ahí todos eran iguales en sus
comportamientos que caracterizan de manera muy peculiar a las
formaciones políticas dentro del sistema. Ahora todos son totalmente
iguales.
Ya hablando de mi experiencia muy
personal te puedo decir que estuve en ciertos cargos por ahí, pero el
partido se fue llenando de personas arribistas, se descuidó el partido;
creo que lo hicieron para crecer, pero crecer cuantitativamente y no
cualitativamente. Fueron cayendo cada vez más en lo electorero. La
persona pasó a un segundo plano, todo gira en torno a las votaciones. Tú
vales para los partidos políticos si tienes tu Documento Único de
Identidad, la persona humana es reducida a un simple número de DUI. Es
algo reprobable y repugnante que no valga la persona humana, sino su
DUI. No hay escuelas serias de formación política; han abandonado el
lenguaje marxista, no se habla de lucha de clases, del imperialismo y su
accionar de sometimiento a los pueblos pobres del mundo. En
definitiva, un partido más del sistema. ¿Qué partido político dentro
del sistema representa los interese de la clase obrera? Ninguno, así de
simple.
Pero yo continué en el partido consciente de su accionar, esperando que las cosas cambiaran. Hacíamos con otros compañeros nuestros propios grupos de reflexión y llegábamos a la triste conclusión de que eso ya no tenía remedio. Pero participé por última vez en elecciones internas el año pasado; habíamos diseñado un buen plan de trabajo para el municipio de Santa Rosa de Lima, aunque no vivo allí pero sí me crecí en esa querida ciudad; luego aparecieron ciertas cosas que no vienen al caso mencionarlas. Yo había tenido contacto con la Tendencia Revolucionaria (TR) desde el año 2007. hice contactos con varios militantes de la TR y me sentía mejor porque se genera el debate, el recreamiento del pensamiento y accionar revolucionario. Yo fui muy claro con mis ex compañeros del FMLN; les dije que si andaba en el FMLN era por el proyecto local, pero que me atraía mucho la TR y el planteamiento claro de Dagoberto Gutiérrez, incluso llevamos a Dagoberto en el 2009 a Santa Rosa de Lima. Ellos lo saben muy bien y no me pueden repeler lo que estoy externando porque es cierto. Ahora eso sí, seguimos siendo muy buenos amigos. Porque yo no voy a caer en la perversidad de los partidos políticos cuando implícitamente llevan a confrontar a los militantes y correligionarios de sus respectivos partidos. Imagínate Carlos que antes yo era enemigo de un tío solamente porque era arenero. Y ese axioma permanece todavía en los partidos políticos. Hice mi carta de renuncia este 24 de marzo, en memoria de nuestro mártir Monseñor Óscar Arnulfo Romero.
En tu blog haces un llamado a debatir en torno al papel de las y los militantes de izquierda. ¿Cuál debiera ser el enfoque de las ideas a debatir?
El tema de la caduca Democracia
Representativa y la manera de irnos empapando de lo que es la Democracia
Participativa como opción para la toma de decisiones de la gente. Hay
que continuar leyendo y estudiando a Marx y a los marxistas, el tema
medioambiental en estos tiempos es de rigor porque la crisis del sistema
capitalista no se puede ver desvinculada del deterioro del
medioambiente. Ahora, lo primordial es definir claramente quién lleva la
vanguardia en esta coyuntura. La vanguardia del pensamiento
revolucionario y la lucha por las reivindicaciones de la clase obrera es
de determinar quién las llevará en esta coyuntura. Hay que partir de
eso.Cómo aglutinar un movimiento social en ausencia de un partido
político que represente los intereses de las y los trabajadores, de los
estudiantes, pequeños comerciantes, de los desempleados. En tales
condiciones creo que el MDP puede jugar un papel bastante protagónico
porque tiene los Comités de Participación Popular (CPP). En estos CPP la
gente va participar porque la persona humana debe jugar un papel
protagónico, no debe simplemente elegir, sino que debe decidir. Eso es
lo que sucedió en Venezuela cuando Hugo Chávez creó el Movimiento V
República, en Ecuador con el Movimiento Ciudadano de Rafael Correa y,
por supuesto el Movimiento al Socialismo de Evo Morales, que es en sí el
que más me atrae. Este último es el modelo que más motiva porque tiene
un mayor respaldo de la población, tanto en cuanto es el pueblo quien
decide su presente y futuro.
Ese es el horizonte que deben tener claro los militantes de izquierda. Esto pasa por la creación de una Nueva Izquierda para la construcción de un Nuevo Estado participativo. Eso es lo que le veo de atractivo y acertado en el MDP.
Crees que es necesario iniciar un debate sobre el papel de los partidos políticos en la actual coyuntura y su papel anti popular. ¿Cuáles serian las premisas de esa discusión?
Como ya te he mencionado, los partidos políticos no tienen credibilidad; que si van a cambiar, eso no lo sé, lo dudo. Pero en este momento lo que impera es el verticalismo y eso es dañino para la incipiente democracia salvadoreña. Lo que se debe tener a la base es la participación directa de la gente en los partidos políticos. Deben ser sus afiliados o militantes quienes en verdad decidan; pero ocurre todo lo contrario, imponen candidatos antipopulares sin consultarle a sus afiliados, militantes, correligionarios o simpatizantes según sea el caso.
Después los obligan a trabajar por ellos
en las campañas políticas: pidiendo el voto, pinta y pega, perifoneo,
defensa del voto el día de la elección. Pero una vez que ésta pasa se
vuelven a desconectar de la gente. Ese es el gran problema.
Y ya que mencionas mi Blog, alguien me
señaló que yo primero era un crítico del FMLN, luego un apologista y
después nuevamente un crítico. Muy buena observación. Pero si lees muy
diligentemente en ciertos periódicos escritos de El Salvador, y en
portales de izquierda nacional e internacional, podrás observar que yo
siempre hice el llamado a que el partido se conectara nuevamente con la
gente, y que este gobierno se desconectara del Norte y buscara
urgentemente el Sur. Eso ahí está escrito, siempre he sido un crítico.
Incluso llegué a escribir, aunque de forma sátira, que el presidente
Mauricio Funes era uno de los mejores presidentes del país en toda la
historia, pero haciendo siempre énfasis en mi descontento con sus
políticas neoliberales avaladas por la dirigencia efemelenista. Y es que
el presidente Funes dijo en su campaña y toma de posesión que su
referente era Barack Obama y así lo hizo, lo demostró con su venida,
gastando millones de dólares en propaganda; eso lo ha denunciado
públicamente el propio Salvador Arias. En consecuencia, la militancia
efemelenista no debe reclamarle nada; aunque hay un camarada que me dice
que Óscar Osorio fue más progresista que este gobierno, no sé si lo
dijo en serio o de manera irónica. Hay que revisar la historia para
tener nuestra propia apreciación de esa observación.
Para terminar, es necesario educar a la
gente bajo el esquema de la democracia participativa, no desechando
naturalmente las ideas de Marx, Lenin y Trotsky, porque aun siguen
vigentes. Hay que leer mucho y escuchar a Dagoberto Gutiérrez, a James
Petras, Samir Amin, István Métszáros y Wim Dierckxsens, pero sobre todo a
la gente, ahí está la sabiduría popular.
Llegamos cada vez a una disyuntiva en la cabeza de la gente: la participación o la representación, son dos figuras muy complejas de comprender, pero no excluyentes, pero a tu juicio ¿cuál es el problema de nuestra tierna democracia frente a esas dos categorías políticas?
En primer lugar hay que educar a la gente. Es de hacerles ver, aunque ellos ya lo saben pero no lo saben expresar con un léxico político, que la democracia representativa ya ha caducado. Es tiempo de transitar a la democracia participativa. Por supuesto que a los partidos políticos no les interesa la democracia participativa y menos algunos mecanismos como el referéndum revocatorio; imagínate a cuánto diputado se le revocara su mandato. Ahora bien, el asunto no es tan sencillo. La Constitución de la República en su artículo 85 nos dice que el Gobierno es democrático, republicano y representativo. La discusión jurídica sería si esa norma es pétrea.
Llegamos cada vez a una disyuntiva en la cabeza de la gente: la participación o la representación, son dos figuras muy complejas de comprender, pero no excluyentes, pero a tu juicio ¿cuál es el problema de nuestra tierna democracia frente a esas dos categorías políticas?
En primer lugar hay que educar a la gente. Es de hacerles ver, aunque ellos ya lo saben pero no lo saben expresar con un léxico político, que la democracia representativa ya ha caducado. Es tiempo de transitar a la democracia participativa. Por supuesto que a los partidos políticos no les interesa la democracia participativa y menos algunos mecanismos como el referéndum revocatorio; imagínate a cuánto diputado se le revocara su mandato. Ahora bien, el asunto no es tan sencillo. La Constitución de la República en su artículo 85 nos dice que el Gobierno es democrático, republicano y representativo. La discusión jurídica sería si esa norma es pétrea.
En la cabeza política de la gente, hay
claridad que los partidos políticos lo único que buscan son sus votos
para el día de las elecciones. Pero el mandato que les da la gente, el
cual es imperativo, los diputados, el presidente y algunos alcaldes, se
desvinculan de ese mandato. Ese es el gran problema de la democracia
representativa y la explicación de su crisis e inviabilidad.
Pero el Código Municipal te abre la posibilidad de la participación ciudadana mediante la consulta popular. A esa herramienta es de sacarle el mayor provecho por el momento, aunque los alcaldes responden a intereses de grupos y a su dirigencia; esa sería una desventaja. Por ello es que he de insistir que es a través de los movimientos sociales como el MDP donde la gente debe manifestarse ante las instituciones correspondientes. En esa lógica mi amigo y compañero Fidel Nieto dice que el MDP es el que ha de canalizar las necesidades de la gente, facilitar la participación de la gente en las elecciones a través de ese grandioso movimiento. Eso es lo único que ofrece el MDP; así lo dice.
Vemos un traslape muy complejo en la ideología de los partidos políticos en la actualidad, por un lado un ARENA que tiene hasta discursos de izquierda y un FMLN que maneja discursos de ultraderecha y cito un ejemplo: El presidente veta el decreto de las listas abiertas bloqueadas que presentó la Asamblea Legislativa. ARENA no votó porque no cumple a cabalidad con la sentencia de la Corte Suprema, sin embargo, el FMLN es el promotor y gestor de ese decreto. Dos papeles contrarios ¿cómo entiendes este entrecruce ideológico, o renuncias de esos partidos que en su momento fueron antagónicos y que ahora levantan banderas distintas? ¿Podemos hablar de renuncias ideológicas o simple pragmatismo?
Pero el Código Municipal te abre la posibilidad de la participación ciudadana mediante la consulta popular. A esa herramienta es de sacarle el mayor provecho por el momento, aunque los alcaldes responden a intereses de grupos y a su dirigencia; esa sería una desventaja. Por ello es que he de insistir que es a través de los movimientos sociales como el MDP donde la gente debe manifestarse ante las instituciones correspondientes. En esa lógica mi amigo y compañero Fidel Nieto dice que el MDP es el que ha de canalizar las necesidades de la gente, facilitar la participación de la gente en las elecciones a través de ese grandioso movimiento. Eso es lo único que ofrece el MDP; así lo dice.
Vemos un traslape muy complejo en la ideología de los partidos políticos en la actualidad, por un lado un ARENA que tiene hasta discursos de izquierda y un FMLN que maneja discursos de ultraderecha y cito un ejemplo: El presidente veta el decreto de las listas abiertas bloqueadas que presentó la Asamblea Legislativa. ARENA no votó porque no cumple a cabalidad con la sentencia de la Corte Suprema, sin embargo, el FMLN es el promotor y gestor de ese decreto. Dos papeles contrarios ¿cómo entiendes este entrecruce ideológico, o renuncias de esos partidos que en su momento fueron antagónicos y que ahora levantan banderas distintas? ¿Podemos hablar de renuncias ideológicas o simple pragmatismo?
Bueno, como dice Dagoberto: esta
pregunta es la “almendra” de esta entrevista; es una pregunta muy
compleja, pero lo bueno es que tiene una respuesta, o a lo mejor varias
respuestas por su misma complejidad en y para sí. José Saramago, en su
novela “El hombre duplicado” cita el “Libro de los contrarios”; el cual
dice que “el caos es un orden por descifrar”. Es decir que, tal cual
está a la vista la coyuntura política parece un caos, pero en el fondo
hay un orden. Hay que partir del reconocimiento que son los dos partidos
mayoritarios dentro de este sistema. Su acción y reacción como tales
es normal. Dice Dagoberto Gutiérrez que “el FMLN es la izquierda de la
derecha”, yo lo voy a retar públicamente para debatir eso, porque yo
pienso que el FMLN es la derecha de la izquierda. Y en ese debate
dialéctico saldrá sin la menor duda una conclusión dialéctica. Pero, por
qué digo que es normal el comportamiento de ARENA y el FMLN. Es
similar a lo que pasa en la partidocracia española. Quien daba la
batalla en las calles antes de abril del 2004 era el PSOE con José Luis
Rodríguez Zapatero a la cabeza junto al secretario de la UGT, Cándido
Méndez; y veíamos al presidente Aznar junto a Mariano Rajoy, secretario
general del PP defendiendo las políticas neoliberales del gobierno
español. Después que Zapatero y el PSOE ganan, quien da la batalla en
las calles de Madrid es Mariano Rajoy con el PP; y el gobierno de
Zapatero justifica los despidos y la situación crítica de los parados, y
el secretario de la UGT sale secundando al presidente Zapatero. No
esperemos ver a Alfredo Cristiani encabezando una marcha popular; eso
sería inaudito. La calle en nuestro país se la deben de tomar los
verdaderos revolucionarios de izquierda. Siguiendo con el caso español;
al querer surgir la Izquierda Anticapitalista, es el gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero el que trata de bloquear de muchas maneras a
esta formación de corte estrictamente de izquierda.
Ahora, en el caso de El Salvador, ARENA,
FMLN y los demás partidos políticos de derechas se coludieron en la
Asamblea Legislativa para adelantarse al fallo de la Honorable Sala de
lo Constitucional en el mes de agosto del año pasado, y a finales de
este año, se vuelve a coludir el FMLN con los partidos de derechas para
unas reformas al Código Electoral en lo tocante a las listas abiertas y
bloqueadas; a eso se le llamó como el madrugonaso de fin de año. Luego
ARENA cambia de postura y el FMLN patalea porque el presidente Funes
ha vetado el Decreto que aprobó el FMLN, GANA, PCN y PDC. Roberto
Lorenzana, secretario de comunicaciones del FMLN acaba de decir en
ContraPunto que la resolución de la Sala y el veto del presidente Funes,
puede meter en un lío al Estado como tal porque puede darse el caso de
que no haya elecciones para diputados; además, la Comisión Política
del FMLN publicita un comunicado en la Prensa Gráfica pronunciándose en
contra del veto y Decreto 635 porque “arriesga el cumplimiento de los
tiempos electorales, ya que su superación amenaza la realización de las
elecciones legislativas del 2012”. Aparte que dice que es la presión
de la derecha la que obligó al presidente Funes a vetar dicho Decreto.
Buen chantaje; esto último es guerra psicológica, porque pretenden
sembrar en la mente de la gente que el que está a favor del veto del
presidente Funes es de derecha, mira que simple, ellos tienen el
barómetro o marxómetro para decidir quién es de derecha o de izquierda.
Por su parte Lorenzana se cobija para
semejante afirmación en el artículo 85 de la Constitución de la
República, en la parte donde dice: El sistema político es pluralista y
se expresa por medio de los partidos políticos, que son el único
instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del
Gobierno”. Ese es un pobre argumento, porque ese artículo de la
Constitución fue creado con dedicación contra el FMLN histórico de la
década de 1980; es decir, les estaba diciendo el legislador, que si
querían llegar al Ejecutivo, subrayo, al Ejecutivo, era únicamente a
través de un partido político; en otras palabras, entren al sistema si
quieren llegar al Órgano Ejecutivo.
Frente a tal disposición constitucional,
el señor Lorenzana hace una interpretación exegética y
anti-histórica, tanto en cuanto lo que el legislador trató de impedir es
que en el período de 1982 y 1983, cuando se presentó la posibilidad de
llegar al gobierno mediante acciones armadas de grupos
insurreccionales, en este caso aquel glorioso FMLN. En consecuencia, se
estipuló en ese texto constitucional la exclusividad de los partidos
políticos como los únicos instrumentos legales para la representación
del pueblo dentro del gobierno. Pero cuando se hace alusión al
“gobierno” se refiere al Órgano Ejecutivo. En el Diario Co Latino
escribí un artículo en donde admiraba y aplaudía la resolución de la
Honorable Sala de lo Constitucional sobre este punto.
Ahora bien, para mí no hay un entrecruce ideológico, primeramente porque pienso que el FMLN está en la deriva ideológicamente hablando, la cúpula es de una ignota prosapia discursiva; ARENA es de ultraderecha y nos sometió a 20 años amargos de neoliberalismo, y el nuevo gobierno sigue en la misma línea; eso debe quedarnos claro. El FMLN es de derechas, de derecha social le llaman algunos. ¿Que si es pragmatismo? Habría que leer con la requerida precisión a William James para saber lo que es en sí el pragmatismo. Yo considero que lejos de ser pragmatismo, esto tiene que ver más con el maquiavelismo, lo cual, eso de que “el fin justifica los medios” contiende con la Ética Marxista en el caso del FMLN y con la Ética Aristotélica que debería practicar ARENA. Lo que habría de preguntarse es ¿Por qué el presidente Funes veta ese decreto? ¿Por qué ARENA celebra veto? ¿Por qué el FMLN no tiene el mínimo recato en decir que es la derecha a la que le conviene ese veto? A favor de ese veto estamos miles de revolucionarios de izquierda. Los partidos políticos deben cumplir al pie de la letra la resolución de la Sala, porque el artículo 78 de la Constitución es bastante categórico, dice que el voto será libre, directo, igualitario y secreto. No hay nada que discutir. Deben cumplir esa resolución por el bien del país; y no deben ponerle tantas trabas a las candidaturas no partidarias. Eso es algo reprobable, es un despropósito.
El gobierno de Funes es un gobierno de derechas, llevado por un gobierno que asumía ser de izquierda. ¿Cómo entender esta disyuntiva? Crees que este gobierno hará avanzar el proceso revolucionario o es un gobierno de contención de la lucha popular?
El PSOE en España y el PT en Brasil se definen como socialistas. Una cosa es definirse estatutariamente pero otra cosa son los hechos, la praxis de transformación social es la que verdaderamente te define si eres socialista o no.
Este gobierno no está pensando en un
proyecto popular revolucionario, es un gobierno neoliberal. Su accionar
lo delata. Pero es de hacer una diferenciación muy importante: una cosa
es la militancia y otra la dirigencia del FMLN. Yo si estoy seguro que
hay muchos militantes dentro de ese partido que son verdaderos
revolucionarios y que se han llevado una gran desilusión, el asunto es
que callan; pero ese es un problema muy de ellos. La vanguardia del
proceso revolucionario lo hará la gente en las calles mediante los
diferentes movimientos sociales. El MDP es una herramienta del pueblo
para la lucha por las reivindicaciones de la clase obrera salvadoreña.
Pienso que se debe trazar la meta de aglutinar a más personas de
izquierda en este movimiento. Será un proceso lento y arduo porque los
partidos políticos piensan que ellos tienen patentado el pensamiento
revolucionario y que fuera de ellos no pueden existir militantes de la
izquierda revolucionaria; además los grandes medios de comunicación les
conceden espacios. Pero ese es un mal cálculo pensar que ellos son la
vanguardia de las luchas populares. En Bolivia el MAS nació al igual que
el MDP, aparte que el movimiento no está concentrado en lo electoral.
Lo que necesitamos es unidad en la acción por parte de todos los
movimientos sociales.
Para culminar cómo ves el camino, un gobierno de derechas, que sitió su más grande apoyo con la venida del Presidente de Etados Unidos Barack Obama, que justo no vino a hacer nada más que a imponer su agenda y por otro lado un partido FMLN que demostrado está ya, que puede sorprender con cualquier postura de ultraderecha sin el mínimo pudor. ¿cómo queda la lucha revolucionaria entonces? ¿quiénes son las y los llamados a emprender la empresa por un nuevo país, por un nuevo Estado?
Para culminar cómo ves el camino, un gobierno de derechas, que sitió su más grande apoyo con la venida del Presidente de Etados Unidos Barack Obama, que justo no vino a hacer nada más que a imponer su agenda y por otro lado un partido FMLN que demostrado está ya, que puede sorprender con cualquier postura de ultraderecha sin el mínimo pudor. ¿cómo queda la lucha revolucionaria entonces? ¿quiénes son las y los llamados a emprender la empresa por un nuevo país, por un nuevo Estado?
Bueno, de eso creo que ya he hablado un poco. Es tarea de los genuinos revolucionarios de izquierda los llamados a la construcción de un nuevo Estado, pero eso pasa naturalmente por la consolidación de una Nueva Izquierda como la concibe la TR. Respecto a la visita que nos hizo el presidente de los Estados Unidos, del imperialismo yanqui; se pudo ver a un FMLN que guardó un silencio sepulcral. Pero todo el gabinete social que es del FMLN estuvo trabajando en actos protocolares. James Petras por eso los calificó como un partido “pro-imperio”. Ahora están metidos en un gran problema con su militancia. Pero lo que puede venir a calmar esa trágica decepción de la militancia es la -posible- visita que hará al país el presidente Hugo Chávez. Saldrán por ahí un par de discursos anti-imperialistas y consignas marxistas, pero al irse Chávez todo seguirá igual o peor.
Ahora bien, los llamados a emprender
este nuevo proyecto de izquierda a favor de la gente son los militantes
que en verdad son revolucionarios. Encontraremos muchos de ellos en la
izquierda revolucionaria no partidaria, en las universidades, en los
mercados, en las iglesias, en las calles o quizás algunos dentro de un
partido político. Todos ellos serán bienvenidos; porque sería una
tragedia que apareciera una contención en contra de las luchas
populares. Puede darse un momento estacionario de la gente de izquierda
y, en el peor de los casos un proceso regresivo de todas las pocas
conquistas hasta ahora alcanzadas. Por eso es labor de todo
revolucionario manifestarse en contra de todas aquellas medidas
neoliberales que está implantando éste gobierno. Solamente con la venida
de Obama se gastaron miles y miles de dólares que hubiesen servido
para los más pobres. El Dr. Salvador Arias denunció ese despilfarro de
dinero, el Dr. Arias es un militante del FMLN, pero se necesitan al
menos unos quinientos militantes de ese calibre. Aunque pienso que fuera
de esos partidos sistémicos hay muchas personas muy progresistas y de
izquierda que sin duda alguna se sumarán a esta valiosa causa por la
construcción de un nuevo Estado participativo.
Alirio, ha sido un verdadero
placer hablar contigo y esperemos ver avanzar la lucha verdaderamente
revolucionaria en los próximos días, meses y años, feliz retorno a las
cálidas tierras del oriente de nuestro país y esperamos seguirnos viendo
frecuentemente en la lucha que ya iniciamos por un nuevo Estado.
martes, 29 de marzo de 2011
La Comuna de París, el primer gobierno obrero
Por Leónidas Ceruti
La Comuna de París es uno de los grandes
acontecimientos revolucionarios protagonizados por la clase obrera. El
18 de marzo de 1871, los trabajadores franceses tomaron el poder en sus
manos, y por primera vez se dio un hecho tan trascendente como fue el de
arrebatar el poder a la burguesía y destinarse a construir una nueva
sociedad. De los cambios revolucionarios y el papel de las mujeres hasta
los combates, los fusilados y los deportados. ¿Qué enseñanzas dejó La
Comuna? Por Leónidas Ceruti.
Los cambios revolucionarios
La Comuna de París es uno de los grandes acontecimientos
revolucionarios protagonizados por la clase obrera. El 18 de marzo de
1871, los trabajadores franceses tomaron el poder en sus manos, y por
primera vez se dio un hecho tan trascendente como fue el de arrebatar el
poder a la burguesía y destinarse a construir una nueva sociedad.
En un manifiesto expresaron “Los proletarios de París,
en medio de los fracasos y las traiciones de las clases dominantes, se
han dado cuenta de que ha llegado el momento de salvar la situación,
tomando en sus manos la dirección de los asuntos públicos. Han
comprendido que es un deber imperioso y su derecho indiscutible hacerse
dueñas de su propio destino tomando el poder”.
Derrocaron el poder establecido, formaron sus propios
órganos de gobierno y reemplazaron al estado burgués capitalista. “Eso
no lo perdonaron los asustados burgueses, que vieron en la Comuna la
posibilidad de perder todos sus privilegios económicos y explica la
genocida represión sufrida por los comuneros”.
París, fue una ciudad sitiada y una “barricada”, donde
surgió el primer gobierno obrero que duró tres meses. Todo aconteció
luego de la rendición del ejército francés en la guerra franco-prusiana,
que fue vivida por parte de los trabajadores como una traición de la
burguesía, y comenzaron a exigir cambios revolucionarios y se apoderaron
de las armas de los arsenales y organizaron la resistencia.
Se realizaron elecciones libres en la ciudad y se
proclamó oficialmente la Comuna de París, invitando al resto de las
ciudades a hacer lo mismo. Su llamamiento no tuvo respuesta ante la
falta de comunicaciones. En esas elecciones fueron elegidos toda clase
de personas con ideales anarquistas, blanquistas, proudonistas,
socialistas de la I Internacional, e incluso hubo representantes de los
barrios burgueses que luego huyeron.
El principal organismo fue el Consejo de la Comuna,
coordinado por una Comisión Ejecutiva, con poderes legislativos y
ejecutivos. Así mismo se crearon las Comisiones de Ejército, Salud
Pública, Trabajo, Justicia, que aplicaban la política correspondiente a
su actividad, aunque siempre respondía ante el Consejo. También se
reorganizo la Justicia, la cual pasó a ser gratuita, y los magistrados
se elegían por votación.
Los comuneros disolvieron al Ejército regular,
sustituyéndolo por la Guardia Nacional democrática, es decir por todo el
pueblo en armas. Otra decisión, muy sorprendente, fue el respeto de la
propiedad privada de los que se quedaron, expropiándose sólo a los que
huyeron, los grandes propietarios. Y lo llamativo fue que nunca llegaran
a utilizar los depósitos del Banco de Francia.
A pesar del cerco militar, la Comuna invirtió
rápidamente en la ejecución de trabajos públicos, con la creación de
correos y de un sistema sanitario, que garantizara la salud del pueblo y
de las tropas de la Guardia Nacional. Se impulsó que se instalaran
cooperativas en los talleres abandonados por sus patrones. Los pequeños
industriales fueron respetados aunque en un nuevo marco de relaciones
laborale, en la que los trabajadores tenían garantizados sus derechos.
Se prohibió el trabajo nocturno y adoptaron políticas de higiene.
Los alquileres empezaron a estar controlados por la
municipalidad, fijándose un tope máximo. Los miembros del gobierno se
pusieron un sueldo igual al sueldo medio de los trabajadores, teniendo
prohibido la acumulación y aprovechamiento propio de sus cargos.
La educación pasó a ser laica, gratuita y obligatoria.
Los programas de estudios fueron confeccionados por los propios
profesores. Se creó una escuela de Formación Profesional en donde los
obreros daban clases prácticas a los alumnos. Se abrieron guarderías
para cuidar a los hijos de las trabajadoras. También en el plano
educativo se destacó la Asociación Republicana de Escuelas con el
propósito de crear en las universidades un estímulo basado en el
conocimiento científico. En el mundo del arte y cultural aparecieron una
gran cantidad de asociaciones para la promoción del teatro y las
bibliotecas.
Hubo libertad de prensa, de reunión y asociación. Se
decretó que las detenciones deberían ser por orden judicial, y los
prisioneros tenían todos sus derechos garantizados, incluso el castigo
era fuerte para los casos de detenciones injustas. La libertad de
asociación hizo aparecer a muchos grupos y “clubs” de todas las
ideologías, las cuales se podían expresar libremente. Ese clima de
libertad hizo que los enemigos de la Comuna se movieran libremente por
la ciudad, provocando muchas veces actos de sabotaje. Solamente al
final, cuando la situación empeoró, se detuvieron a varios saboteadores y
aún así durante esos tres meses no murieron más de cien personas, que
fueron saboteadores, espías y un Obispo, datos totalmente
insignificantes comparados con la represión posterior.
El Consejo General de la Comuna, apoyado en las fuerzas
populares, concentró en sí todos los poderes civiles y militares. Sus
integrantes dividieron su tiempo entre la organización de la lucha
armada y la de la vida cotidiana, del abastecimiento, del trabajo en la
capital. Entre las medidas urgentes que fueron tomadas se destacaron la
moratoria sobre los alquileres, las viviendas vacantes fueron
requisadas, la pena de muerte fue decidida contra los traficantes y un
decreto decidió la separación de la Iglesia del Estado.
Mujeres en las barricadas, fábricas, y masacradas
Un capitulo aparte fue el papel de las mujeres,
participando de todas las actividades realizadas en esos meses, y
principalmente cuando la lucha armada se dio en las barricadas, por eso
fueron fusiladas junto a sus hijos.
Pero, de todas las luchas revolucionarias en las que las
mujeres tuvieron participación, sobresalen las de la Comuna de Paris,
tanto por su contenido político como por su número e intensidad.
En 1871, pese a la participación de las mujeres en las
jornadas revolucionarias durante casi un siglo de lucha de clases, los
trabajadores sufrían precarias condiciones de vida y las trabajadoras
sufrían una doble explotación y discriminación: como mujeres y como
trabajadoras, careciendo además del derecho al voto, permitido a los
hombres. Un ejemplo de las discriminaciones a las que estaban sometidas
las mujeres aparece en el Código Civil francés. Éste, modelo de código
civil burgués, y seguido en distintos países, fue uno de los documentos
más reaccionarios en lo que respecta a la cuestión de la mujer. La
despojaba de todo y cualquier derecho, sometiéndola enteramente al padre
o al marido, no reconocía la unión de hecho y sólo reconocía a los
hijos del casamiento oficial.
Para muchas mujeres, la Comuna se presentó no sólo como
una posibilidad de conquistar una República social, sino de conquistar
una República social con igualdad de derechos para las mujeres.
El 18 de marzo de 1871 fueron las mujeres las primeras
en dar la alarma y revelar la intención de las tropas al mando del
gobierno de la burguesía de retirar los cañones de las colinas de
Montmartre y desarmar París. Las mujeres se pusieron delante de las
tropas gubernamentales e impidieron con sus cuerpos que los cañones
fueran retirados, e incitaron la reacción del proletariado y de la
Guardia Nacional a la defensa de París.
En concreto, trabajaron en las fábricas de armas y
municiones, hicieron uniformes y dotaron de personal a los hospitales
improvisados, además de ayudar a construir barricadas. A muchas se las
destinó a los batallones de la Guardia Nacional como “cantineras”, donde
se encargaban de proporcionar alimentos y bebida a los soldados de las
barricadas, además de los primeros auxilios básicos. En teoría, eran
cuatro las “cantineras” destinadas a cada batallón, pero en la práctica
solían ser muchas más. Por otra parte, abundantes datos muestran que
muchas mujeres recogieron las armas de hombres muertos o heridos y
lucharon con gran determinación y valentía.
También hubo un batallón compuesto por 120 mujeres de la
Guardia Nacional que luchó con coraje en las barricadas durante la
última semana de la Comuna. Obligadas a retirarse de la barricada de la
Place Blanche, se trasladaron a la Place Pigalle y continuaron la pelea.
Algunas escaparon al Boulevard Magenta, donde todas murieron en la
lucha final.
Las actividades desarrolladas por las mujeres englobaban
una serie de funciones, destacándose aquellas destinadas a la
asistencia a los heridos y enfermos, a la educación en general y el
abastecimiento. Aunque no existió la organización de movimientos
feministas como los conocemos hoy y no fue elaborado un programa sólo
con reivindicaciones especificas, las revolucionarias crearon
cooperativas de trabajadores y sindicatos específicos para las mujeres.
Participaron activamente de clubes políticos,
reivindicando la igualdad de derechos, como por ejemplo el Club de los
Proletarios y el Club de los Librepensadores. Crearon organizaciones
propias como el Comité de Mujeres para la Vigilancia, el Club de la
Revolución Social, el Club de la Revolución y, la que consiguió
destacarse de las otras, la Unión de Mujeres para la Defensa de París y
la Ayuda a los Heridos, fundada por miembros de la Internacional,
influidos por las ideas de Marx.
Se publicaron periódicos destinados a las mujeres: Le
Journal des Citoyennes de la Comuna (Periódico de los Ciudadanos de la
Comuna) y La Sociale (La Sociedad).
Entre las mujeres en este período, la más conocida fue
la activista socialista Louise Michel, fundadora de la Unión de Mujeres
para la Defensa de París de apoyo a los Heridos y miembro de la I
Internacional.
Algunas fuentes hacen referencia a las incendiarias,
“les pétroleuses”, que prendieron fuego a edificios públicos durante la
Semana Sangrienta al final de la Comuna. Estas historias parecen ser
fruto del alarmismo antifeminista de inspiración gubernamental, y la
mayoría de los corresponsales extranjeros presentes no las creían. No
obstante, las tropas gubernamentales ejecutaron de manera sumaria a
cientos de mujeres, e incluso se las apaleó hasta morir, porque eran
sospechosas de ser pétroleuses. Con todo, a pesar del hecho de que más
tarde se acusó a muchas más mujeres de ser incendiarias, los consejos de
guerra no hallaron a ninguna culpable de ese delito. Sin embargo, hay
pruebas que indican que, durante los últimos días, las mujeres
aguantaron más tiempo tras las barricadas que los hombres. En total, se
sometió a 1.051 mujeres a consejos de guerra, realizados entre agosto de
1871 y enero de 1873: a ocho se las sentenció a muerte, a nueve a
trabajos forzados y a 36 a su deportación a colonias penitenciarias.
La Comuna de Paris y la destacada participación femenina
en actividades consideradas hasta entonces como masculinas, reafirma la
fuerza revolucionaria de la mujer, ya perfilada a partir de la
revolución de 1789, que se transformó en una oleada mundial
indestructible.
Combates, fusilados y deportados
Ante el temor que el fenómeno de la Comuna se extendiera
al resto de Europa, los triunfadores alemanes le devolvieron al
gobierno francés derrotado en el campo militar todas las tropas que
mantenía detenidas, para que pudieran ser utilizadas en la represión a
los comuneros. Así el 21 de Mayo de 1871 un ejército de 180.000 hombres
se lanzó a la conquista de París. La defensa se organizó con cientos de
barricadas, en las que lucharon tanto hombres como mujeres. El combate
fue desigual ante el poderío militar del ejército regular, sin embargo
los comuneros defendieron barrio por barrio, calle por calle y casa por
casa. Pelearon y dieron sus vidas por el primer gobierno obrero. La
batalla duró una semana, hasta el día que cayo la última barricada.
Como era de esperar la represión fue brutal. Se calcula
que unos 30.000 obreros y simpatizantes de la Comuna fueron fusilados, a
los que habría que sumar unas 40.000 personas enviadas a las colonias
para realizar trabajos forzosos, en donde gran parte murió. Esa
represión casi consiguió eliminar el movimiento obrero en Francia, y los
vencedores disfrutando de su victoria llegaron a afirmar que: “El
socialismo ha sido eliminado por un largo tiempo”. Algunos comuneros
consiguieron escapar y varios de ellos llegaron a la Argentina, y muchos
a Rosario, donde continuaron difundiendo los ideales socialistas y
anarquistas, participando en la formación de las primeras organizaciones
obreras del país.
Las enseñanzas de La Comuna
A pesar de la derrota, las acciones de los obreros
parisinos dejaron muchas enseñanzas y llevaron a Marx a reflexionar que
era “la forma al fin descubierta, para la emancipación económica de los
trabajadores” y ante los comuneros que “tomaban el cielo por asalto”,
vio en aquel movimiento revolucionario una experiencia más importante
que cientos de programas. “La Comuna ha demostrado sobre todo que la
clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal
existente y ponerla en marcha para sus propios fines.” Y fue muy claro:
la clase obrera debe destruir, romper la máquina estatal y no limitarse
simplemente a apoderarse de ella, agregando en una carta a un amigo: “Si
te fijas en el último capítulo de mi 18 Brumario, verás que expongo
como próxima tentativa de la revolución francesa, no hacer pasar de unas
manos a otras la máquina burocrático-militar, como venía sucediendo
hasta ahora, sino demolerla. Y esta es justamente la condición previa de
toda verdadera revolución popular en el continente”.
Marx, señalaba la tarea posterior: sustituir la máquina
del estado, una vez destruida, por la organización del proletariado como
clase dominante, por la conquista de la democracia. Y afirmo con
claridad “La Comuna convirtió en una realidad ese tópico de todas las
revoluciones burguesas que es un gobierno barato, al destruir las dos
grandes fuentes de gastos: el ejército permanente y la burocracia del
estado. La Comuna no había de ser un cuerpo parlamentario, sino un
organismo activo, ejecutivo y legislativo al mismo tiempo...”. Decidir
una vez cada cierto número de años que miembros de la clase dominante
han de oprimir y aplastar al pueblo en el parlamento: he aquí la
verdadera esencia del parlamentarismo burgués. La salida del
parlamentarismo no está naturalmente en abolir las instituciones
representativas y la elegibilidad, sino en transformar las instituciones
representativas de lugares de charlatanería en organismos activos. En
Marx no hay utopismo, no inventa ni saca de su fantasía una nueva
sociedad, sino que estudió cómo nace la nueva sociedad de la vieja.
Y anunció: “El París obrero, con su Comuna, será
celebrado como heraldo glorioso de una sociedad nueva. Sus mártires
reposan en el gran corazón de la clase obrera. En cuanto a sus
exterminadores, la historia ya los ha condenado a una picota eterna, de
la cual no los liberarán todas las plegarias de sus sacerdotes”.
Fuente original: Anred
(VIDEO) Vea "Dossier" con Walter Martínez (28.03.11)
Los sucesos internacionales y noticias de resonancia mundial en "pleno
desarrollo" analizados por el periodista y corresponsal de guerra,
Walter Martínez, a través de la señal del canal de todos los
venezolanos, Venezolana de televisión.
“Dossier”, único en su estilo en la televisión venezolana, es una herramienta necesaria, que brinda información de actualidad, en un lenguaje directo y de fácil comprensión.
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lunes, 28 de marzo de 2011
LA IZQUIERDA DEL CAPITALISMO
Marcos Roitman Rosenmann (La Jornada)
No cabe duda, la obligación de adjetivar las conductas de los partidos socialdemócratas y progresistas como pertenecientes a la izquierda trae consigo ejercicios teórico-ideológicos propios de un malabarismo intelectual. Es común hablar de la existencia de una "izquierda institucional", sobre todo cuando nos referimos a organizaciones políticas cuyas bases doctrinales no cuestionan el capitalismo, factor suficiente para negarles el calificativo de izquierdas. No debemos olvidar que la socialdemocracia y los llamados reformistas no compartían las premisas del capitalismo. La estrategia cuestionada era la forma de enfrentarlo, la transición al socialismo.
El dilema se expresaba dualmente: reforma o revolución. Ahora, el problema es otro. Quienes se autodefinen pertenecientes a la "izquierda institucional" comparten y aceptan las reglas del juego de la economía de mercado. El hacerlo trae consigo consecuencias inmediatas. Su decisión conlleva avalar el proceso de concentración y centralización del capital como mecanismo para la creación de riqueza. Por consiguiente, dentro de sus programas desaparece la crítica de fondo a las relaciones sociales de explotación sobre las cuales, el capitalismo, construye y ejerce el poder político. Los militantes de esta nueva izquierda institucional, parecen sentirse cómodos navegando en las aguas del capital. Eso sí, para justificar el abandono de la lucha anticapitalista, la izquierda institucional y la socialdemocracia utilizan argumentos maniqueos y pedestres.
Su lógica consiste en negar la lucha de clases y la división social del trabajo basada en la propiedad privada de los medios de producción. De su lenguaje han desaparecido, por arte de magia, los capitalistas y con ello la dualidad explotados-explotadores. Asumen, sin cuestionar, una visión del mundo donde el imperialismo y los intereses depredadores de las trasnacionales se esfuman en pro de la ideología de la globalización. Sin explicación coherente enfatizan el sentido armónico de la globalización, promoviendo una gestión de la crisis con rostro humano. Según ellos, todos somos responsables y debemos compartir costos. Así sugieren un pacto estratégico entre trabajadores y empresarios, considerándolos parte de un mismo equipo con las mismas metas.
De esta manera, nadie quedaría excluido de los beneficios de un trabajo solidario. Ni ganadores ni perdedores. Si actuamos con tino, nadie se verá perjudicado. Es el dilema del prisionero extrapolado ante las relaciones sociales de explotación. Si se coopera se consiguen los objetivos, todos obtienen beneficios. Los trabajadores mantienen su empleo, aunque sea en peores condiciones, y los empresarios, ya nunca más capitalistas, verán aumentar sus ganancias y con ello invertirán, incrementándose el producto interno bruto. Un verdadero pacto de caballeros. Puestos en esta lógica, el quid del capitalismo cambia de eje, no se encontraría en las relaciones de explotación. Su sitio se ubicaría, a partir de ahora, en la fuerza autorregulada de la economía de mercado para satisfacer las necesidades de los consumidores.
Para la nueva "izquierda institucional" y la socialdemocracia, el capitalismo debe redefinirse como un sistema político destinado a generalizar los beneficios de la economía de mercado. Con ello, lo importante es consumir, no importa qué, cómo y cuándo. Se trata de garantizar el acceso al mercado y formar parte de un ejército de consumidores diferenciados por la calidad y la cantidad de los productos que adquiere. Unos comerán angulas, caviar, beberán champagne, conducirán Lambordinis, Mercedes Benz , irán de vacaciones en yates y viajarán en primera clase; otros, en cambio, deberán conformarse con sucedáneos, imaginarse unas vacaciones virtuales, utilizar el transporte público, consumir gaseosas o tomar agua no contaminada, en el mejor de los casos.
Pero tampoco se olvidan de los menos agraciados, quienes sobreviven con menos de un dólar al día o simplemente no tienen ni eso. Para este sector social les aplican el criterio de políticas para pobres. Podrán comer, tendrán un trabajo precario, y se verán avocados a la miseria, la exclusión y la marginalidad. Pero siempre tendrán una opción de salir adelante, en sí son capital humano y ese es su máximo activo. El mercado está siempre atento para recibirlos con las manos abiertas.
En otro orden de cosas, la "izquierda institucional" traslada el debate de la ciudadanía plena y la centralidad de la política a la esfera de la eficiencia y la racionalidad económica para lograr un mejor funcionamiento del mercado. No tienen empacho en señalar que están actuando en beneficio de todos y en favor del progreso de la humanidad. Muy a su pesar, sólo les queda constatar la pérdida de los derechos laborales, sindicales y políticos en beneficio de la comunidad del mercado. Cómplices del secuestro de la democracia, se manifiestan en pro de los tratados de libre mercado, las trasnacionales y los grandes capitalistas.
Asimilados a los postulados del capitalismo se han transformados en sus cancerberos. Adoptan la función del policía bueno. Mientras critican las maneras políticas de la derecha neoliberal y conservadora, ellos encarnan, dicen, el bien común y la moral pública. Pero ambos son la cara y cruz de una misma moneda y comparten un mismo objeto, doblegar la voluntad de las clases populares. Para ellos no hay alternativa al sistema, es mejor someterse y vivir de acuerdo a las leyes del mercado. Luchar contra el capitalismo es un suicidio, porque éste siempre gana.
No hay por donde equivocarse, gracias a la izquierda institucional y la socialdemocracia, el capitalismo se reinventa y queda absuelto de ser un orden de violencia, deshumanizante, asentado en la desigualdad, la explotación y la injusticia social. Por consiguiente, es mejor llamar las cosas por su nombre y quitarle la máscara a esta nueva izquierda y sus aliados socialdemócratas. Es más apropiado llamarla izquierda del capitalismo, concepto apegado a sus prácticas y claudicaciones estratégicas de lucha anticapitalista. Por este motivo, démosle la bienvenida, poniendo al descubierto sus espurios intereses que consisten en mantener inalteradas las estructuras de explotación inherentes al modo de producción capitalista.
Tráfico de armas: ineficiencia bilateral
La Jornada
Son de sobra conocidos los reclamos de las autoridades mexicanas a
las del país vecino por el absoluto descontrol que impera en el comercio
de armamento en todo el territorio estadunidense y, en particular, en
los estados de su frontera sur. En efecto, cualquier persona que
acredite la ciudadanía estadunidense o su residencia legal en el país
vecino puede adquirir, sin restricción de ninguna clase y sin que
ninguna oficina pública guarde un registro, todas las armas de alto
calibre que desee.
Ciertamente, semejante ausencia de regulación es uno de los factores principales con que cuentan los grupos de la delincuencia organizada en México para hacerse de grandes arsenales con suma facilidad. Y, sin duda, resulta exasperante el doble discurso de Washington, que por una parte se dice amenazado por la violencia al sur de su frontera y, por la otra, la alimenta con exportaciones masivas de armamento.
Poco se sabía, en cambio, de la visión oficial estadunidense sobre la responsabilidad del gobierno calderonista ante el abasto de armas a los grupos criminales. De acuerdo con los documentos entregados por Wikileaks a La Jornada, el vecino del norte percibe una pasmosa falta de coordinación en materia de control de armamento entre las dependencias encargadas de combatir a la delincuencia –Secretaría de la Defensa Nacional, Procuraduría General de la República, Secretaría de Seguridad Pública federal–, así como un gran desorden dentro de cada una de ellas en el manejo de las armas confiscadas.
Otro hecho que se revela con nitidez en los cables referidos es que entre uno y otro gobiernos la
Washington posee un escandaloso margen de intromisión en las instituciones mexicanas encargadas de combatir a la delincuencia, pero lo emplea para descalificarlas; las autoridades nacionales, por su parte, abdican de atribuciones soberanas ante funcionarios estadunidenses y cuando solicitan actos específicos de colaboración, reciben el silencio por respuesta. Las autoridades de Estados Unidos perciben la legítima demanda mexicana de que se aplique un efectivo control de armas como
En suma, por lo que puede concluirse de la información reseñada, la
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
Con el telón de fondo de la operación Rápido y furioso, mediante
la cual el gobierno de Estados Unidos permitió el tráfico ilegal de
grandes cantidades de armamento a nuestro país, y en el contexto de los
angustiosos resultados de la
guerralanzada hace más de cuatro años por el gobierno calderonista contra la delincuencia organizada, resulta desolador comprobar que la
cooperaciónbilateral en uno de los escenarios fundamentales de la violencia creciente, el del tráfico de armas, es apenas algo más que un buen propósito, como lo dejan ver los informes que sobre este tema elaboraron, en el pasado reciente, diplomáticos de Estados Unidos asignados a México, y cuyos puntos fundamentales se dan a conocer en esta edición.
Ciertamente, semejante ausencia de regulación es uno de los factores principales con que cuentan los grupos de la delincuencia organizada en México para hacerse de grandes arsenales con suma facilidad. Y, sin duda, resulta exasperante el doble discurso de Washington, que por una parte se dice amenazado por la violencia al sur de su frontera y, por la otra, la alimenta con exportaciones masivas de armamento.
Poco se sabía, en cambio, de la visión oficial estadunidense sobre la responsabilidad del gobierno calderonista ante el abasto de armas a los grupos criminales. De acuerdo con los documentos entregados por Wikileaks a La Jornada, el vecino del norte percibe una pasmosa falta de coordinación en materia de control de armamento entre las dependencias encargadas de combatir a la delincuencia –Secretaría de la Defensa Nacional, Procuraduría General de la República, Secretaría de Seguridad Pública federal–, así como un gran desorden dentro de cada una de ellas en el manejo de las armas confiscadas.
coordinacióna la que se refieren los discursos oficiales en ambas orillas del río Bravo es, a pesar de un trío de programas muy poco eficaces, inexistente.
Washington posee un escandaloso margen de intromisión en las instituciones mexicanas encargadas de combatir a la delincuencia, pero lo emplea para descalificarlas; las autoridades nacionales, por su parte, abdican de atribuciones soberanas ante funcionarios estadunidenses y cuando solicitan actos específicos de colaboración, reciben el silencio por respuesta. Las autoridades de Estados Unidos perciben la legítima demanda mexicana de que se aplique un efectivo control de armas como
alegatos baratos de quienes critican la segunda enmienda(constitucional de Estados Unidos, que otorga a todos sus ciudadanos el derecho irrestricto a portar armas) y se irritan ante la poca pulcritud de sus homólogos mexicanos en materia criminalística.
En suma, por lo que puede concluirse de la información reseñada, la
guerradel gobierno federal contra la criminalidad se ha venido librando sin una colaboración efectiva en materia de control de armas entre la Casa Blanca y Los Pinos, y ello explica, en parte, el altísimo saldo trágico –30 y tantos mil muertos, descomposición institucional acelerada, pérdida del control territorial por las autoridades formales, desintegración social en extensas regiones, desarticulación económica creciente– de la estrategia implantada desde el comienzo de la actual administración y reforzada por medio de la Iniciativa Mérida. Ante ello, son inocultables las responsabilidades políticas de ambos gobiernos.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
Un comentario sobre la vigencia del marxismo y de la propiedad social

Darío L. Machado Rodríguez
Los
dos componentes del título de este artículo están estrechamente
vinculados por la finalidad práctica del pensamiento de Carlos Marx,
revelada en síntesis en la trascendente tesis 11 sobre Feuerbach, en la
que alude a la transformación entendida como práctica, como actividad
que incluye el pensamiento abstracto y la teoría y no como un “hacer”
desprendido de la racionalidad.
En efecto,
hablar de marxismo es hablar de la superación del modo de producción
capitalista, es hablar de revolución, de cambio y no solo de crítica del
capitalismo real. Por ello, hablar de marxismo con un sentido práctico
es también encarar el reto de superar la propiedad privada y la cultura
mercantil capitalista que ésta genera.
Creo
que es obligado reconocer que si bien la preocupación acerca del
marxismo o de los marxismos posteriores a Marx no es nueva, sí adquirió
mucha mayor notoriedad después del derrumbe del sistema socialista de
Europa del Este y de la confusión que cundió en todo el mundo
progresista.
Comparto la idea de los que
piensan que el fracaso del experimento socialista eurooriental nacido
con la revolución de Octubre de 1917, no fue solo un fracaso “de los
soviéticos” ni “del campo socialista”: fue, esencial e históricamente
hablando, un fracaso de toda la humanidad; fracasó aquel socialismo como
componente de la realidad mundial nacida de aquella revolución
primigenia y fue particularmente un fracaso mayor para la izquierda
consciente y radicalmente anticapitalista. Eso explica en parte por qué
muchos los asumimos con sus defectos y vimos en el antisovietismo una
posición contrarrevolucionaria y también por qué –aun reconociendo sus
deficiencias, errores, insuficiencias y excesos- no nos sentimos
reivindicados con el fracaso de la URSS, sino debilitados. Pero si bien
la vida ha comprobado con creces que no estamos “mejor” ahora, también
ha sacado a la superficie de modo dramático el costo social y político
de los errores y, simultáneamente, que ese fracaso no lo fue del
“marxismo” y menos aún “de la obra de Marx”, aunque lógicamente al
analizarlo nos remitimos inevitablemente al pensamiento fundador y su
producción posterior.
Ahora bien, ¿por qué nos
interesa debatir sobre el marxismo, cuando estamos en medio de tanta
incertidumbre y crisis en el planeta? Creo, en primer lugar, que es por
la convicción de que el marxismo tiene todavía mucho por hacer en este
mundo porque sigue sirviendo a los propósitos de la política
revolucionaria, la de hoy, la de un mundo cambiado y cambiante.
Un
primer asunto es precisamente éste: el marxismo posterior a Marx sólo
puede tomar su marxismo, el de Marx, en relación con un mundo cambiado y
cambiante, pero no escogiendo pedazos de este que consideremos “buenos”
porque en tal caso no podríamos hablar de “marxismo” sino de
interpretaciones parciales y descontextualizadas de un pensamiento, una
de cuyas principales virtudes, si no la principal, es su integralidad.
El otro aspecto es tener en cuenta el carácter abierto de este sistema
filosófico, por lo que un abordaje que imponga límites, terminaría
inevitablemente en posiciones dogmáticas que acabarían necesitando un
marxismómetro que revelase cuánto marxismo hay en un pensamiento, en un
enfoque, en un ensayo, etc. y claro está se necesitarían los
especialistas en marxismometría para hacer las mediciones y otorgar
calificaciones.
La esencia holística del
marxismo es el fundamento de su principal fortaleza teórica, es
intrínsecamente multi, trans e interdisciplinaria, exige ver la sociedad
desde las perspectivas económica, política, jurídica, cultural, ética,
estética, antropológica, etc., integralidad que no siempre ha sido
asumida por el sujeto de la construcción socialista con el rigor que
imprimió Marx a su estudio de la historia, a su crítica del capitalismo,
a su perspectiva del socialismo, lo que ha traído importantes desfases
en la vida cotidiana resultantes de la falta de articulación práctica de
las actividades socioeconómica, organizativa, jurídica normativa e
ideológica política; precisamente al análisis de este particular hemos
dedicado buena parte de los esfuerzos para estudiar los problemas de la
transición socialista (2) .
El marxismo
posterior a Marx, si lo consideramos como sistema integral, puede
enfocársele desde su característica de ser cosmovisión, teoría de la
historia, el ser guía para pensar una sociedad histórica y culturalmente
definida, una región, o una actividad humana, por ejemplo: la Economía,
el Derecho, la Ética, y verse también como ideología. Todos estos
enfoques, claro está, están interrelacionados.
El
marxismo, en tanto expresión teórica, totalizadora, es ciencia y como
tal está necesitada de incorporar constantemente los nuevos datos de la
realidad, de mantener su carácter abierto, de autocrítica y superación
ante los nuevos conocimientos, incluyendo aquellos que pueden determinar
cambios en su epistemología. La complejidad que hoy se reconoce en la
relación sujeto – objeto, que a mi modo de ver se exagera en ocasiones
hasta el extremo de diluirse uno en otro caotizando al conocimiento,
impone, sin embargo, un reto para la epistemología que no puede ser
obviado.
El marxismo como ideología exige una
visión integral de la realidad social y convoca a una actitud
revolucionaria desde una perspectiva de regularidad que parte de
considerar la finitud inevitable del sistema socioeconómico capitalista y
del modo capitalista de vida como un resultado natural de la evolución
de la historia. Aquí se nos presenta una disyuntiva. No habría Carlos
Marx sin Hegel. La modernidad que se levantó sobre las bases del modo
capitalista de vida construyó su subjetividad, generó sus filósofos, la
filosofía clásica alemana no cerró con Feuerbach, cerró con Marx. Marx,
al pensar la crítica del capitalismo estaba criticando también a la
modernidad de entonces, a su modernidad, y al postular como inevitable
el postcapitalismo en forma de socialismo, también estaba postulando una
nueva modernidad o, si se quiere, una postmodernidad, obviamente de
signo y contenido muy diferente a la ya pasada moda “postmoderna” y dado
su fundamento filosófico hegeliano, ese cambio era visto en una
dialéctica de la negación que para nada evocaba una etapa desprendida de
la sociedad anterior, sino, como recordara en su Crítica al Programa de
Gotha, “con las manchas del parto”.
La
ideología marxista es un sistema de principios, teorías, ideas y valores
construido sobre la base del convencimiento y prueba del carácter
finito del modo de producción y de vida del capitalismo. Por esta razón
–en rigor- no toda ideología anticapitalista es necesariamente una
ideología marxista tal como Marx vio la historia, pero sí en muchísimos
puntos de contacto, no solo por este particular, sino por muchos otros,
porque una ideología política revolucionaria es siempre un sistema vivo
de ideas, valores, códigos, convicciones, actitudes, y el marxismo en
tanto ideología, solo puede existir realmente en una sociedad concreta,
histórica y culturalmente definida, solo puede existir, para decirlo con
palabras de Isabel Rauber, mestizado, de lo contrario estaríamos ante
una pura abstracción de escaso sentido práctico y la ideología, como
enseña Fidel, es conciencia y actitud de lucha. (3)
Las
preocupaciones e incertidumbre que muchos asumen respecto del futuro de
la humanidad llevan a estas personas que rechazan al capitalismo como
sistema, que sufren y reflejan sus contradicciones, a luchar contra
este, aun sin el convencimiento de que necesariamente está condenado a
desaparecer. Pero en tanto postura anticapitalista, esta posición va al
encuentro del marxismo y construye sus sentidos con fundamentos muchas
veces coincidentes con este, pero se detienen en el concepto de la
desaparición ineluctable del sistema, como necesidad histórica, como
regularidad.
Lo anterior nos lleva a otra
pregunta bien diferente: ¿qué tan importante es para la práctica que las
personas reconozcan como cierta tal regularidad? Cabe pensar incluso
que no esperar que el devenir histórico determine el cambio implica
asumir mayor responsabilidad por parte de ese sujeto anticapitalista,
que, por así decirlo, “se queda solo” sin la ayuda del demiurgo de la
necesidad histórica y por ello está probablemente en mejor capacidad de
prepararse para las incertidumbres, para pensar y reaccionar ante lo
casual, y asumir nuevas actitudes prácticas, algo que –dicho sea una vez
más- no tiene por qué no ser también una actitud positiva de quienes sí
reconocen esa regularidad.
Ni Marx ni Engels
tuvieron posibilidad de participar de una práctica de construcción
socialista, no pudieron, por tanto, continuar su labor teórica alrededor
de tal experiencia. Su legado se circunscribe al desarrollo de la
concepción materialista de la historia, el estudio a fondo del
capitalismo, el descubrimiento de sus contradicciones, de las lógicas
internas que generan las potencialidades para su necesaria superación,
pero no tenían ni podían tener idea de cómo en un país subdesarrollado y
bloqueado como Cuba, por ejemplo, podía organizarse la producción y
alcanzarse la eficiencia. Siendo como eran, científicos, se alejaban de
la especulación. Solo llegaron a plantear algunos criterios acerca de
cómo podría ser la distribución. Lenin participó en los primeros
intentos de organizar el funcionamiento socioeconómico del socialismo en
la antigua URSS, con las conocidas etapas de comunismo de guerra y la
NEP (4) , pero vivió poco tiempo después de iniciado este proceso, nos
legó su análisis del imperialismo e importantes trabajos acerca de la
NEP, pero tampoco él tuvo una práctica dilatada, suficiente, como para
sistematizar y generalizar algunas experiencias.
Si
reconocemos que el marxismo hay que verlo en relación con un mundo
cambiante y cambiado, a la pregunta ¿cuál marxismo? hay que anteponerle
la pregunta ¿cuál realidad?, ¿qué ha cambiado en el mundo? No podemos
aquí pretender el imposible de señalar siquiera todos los cambios
fundamentales, sino asomarnos al problema. Muchos entonces nos hacemos
preguntas como estas: ¿Cuál y cómo es hoy el sujeto del cambio
revolucionario?, ¿Cómo se construye el poder del cambio?, ¿Cómo se
expresa hoy la relación economía–sociedad?, ¿Cómo ver hoy el
determinismo económico “en última instancia”?
Acerca del papel del marxismo
El
marxismo tiene que dar cuenta hoy de las transformaciones que han
ocurrido y siguen ocurriendo en el mundo en lo tocante a la estructura
socioclasista. La contradicción capital–trabajo, obviamente vigente, se
interpretó muchas veces de modo reduccionista, colocando en el polo
capital a la burguesía y en el polo trabajo al obrero, la visión
mecanicista de esta oposición, llevó incluso a definir como
esencialmente “bueno” al obrero y esencialmente malo al “burgués”,
recordemos de nuestra práctica las planillas con la pregunta: “origen
social”.
El desarrollo del capitalismo ha
producido también cambios en los trabajadores, los cambios han llegado
al enfrentamiento de los obreros que pelean entre sí por mantener el
trabajo, la competencia ha calado hasta la médula a toda la sociedad, no
es que sea un fenómeno nuevo en la historia, los trabajadores mejor
remunerados hace años se distancian de su clase y también se han puesto
entre ellos zancadillas, pero el capitalismo tardío ha empleado, y
hábilmente, además de sus armas económicas, las extraeconómicas, las
armas de la ideología y ha terminado culpando al individuo de las
miserias del sistema y con muchos individuos aceptando las culpas y
reconociéndose “incapaces” y “perdedores”.
Mientras,
han surgido nuevos actores sociales no necesariamente directamente
vinculados -como tales actores- a la función económica del capital, al
metabolismo económico, a la producción de bienes y servicios bajo la
explotación capitalista, pero sí indirectamente y sufriendo las
contradicciones del sistema en su etapa de perversión y sus disímiles
vías de parasitar en la sociedad, y le han nacido al capitalismo tardío
nuevos enterradores cuyas vías de participación y empoderamiento ya no
vienen del modo decimonónico ni como fue en el pasado siglo. No puede
decirse que los obreros serán los enterradores, que son los únicos que
no tienen nada que perder sino sus cadenas, o que son los encargados por
el devenir de ocuparse de acabar con el capitalismo una vez que se
apropian de la ciencia del cambio. De igual manera es fundamental la
recuperación y relanzamiento de la experiencia y las tradiciones de
lucha de los trabajadores. Todo ello introduce muchísimas interrogantes y
desafíos acerca de la función de las organizaciones políticas, los
modos de articulación, las formas de lucha, las vías de empoderamiento,
etc.
Lo anterior conduce a otra reflexión
acerca de cómo considerar la construcción del poder para el cambio. Este
ya no puede verse sólo como atributo básico “de una clase con sus
aliados”. En las nuevas circunstancias históricas no pierde centralidad
el trabajo como polo opuesto e imprescindible del capital, pero sin
perderse o diluirse el concepto de clase en el presente la centralidad
se agranda y el capital que fue otrora el trasfondo y fundamento
económico de un modo de vida y de un cambio progresista, aparece hoy
como un gigantesco cuerpo parasitario que se relaciona de modo dañino
con la humanidad y con la naturaleza. En consecuencia, el desarrollo hoy
del marxismo plantea a la izquierda el estudio, seguimiento,
elucidación de las nuevas formas de construcción y ejercicio del poder
para el cambio, desarrollo y consolidación de un nuevo modo de vida.
Lo
dicho nos lleva de la mano a rever el tema recurrente del determinismo
económico. El determinismo económico de Marx se inscribía en la lógica
del desarrollo de las fuerzas productivas, ellas eran las generadoras
del cambio inevitable, pero ese ángulo hay que verlo detenidamente,
porque la influencia de los procesos económicos en la vida social tiene
características específicas y regulares, independientemente del grado y
nivel de su desarrollo. No albergamos dudas al afirmar que cuando hay
crisis en la actividad económica, esta se refleja en la sociedad en su
conjunto con fuerza que determina direcciones de la historia, tampoco
dudamos de la estrecha en insoluble relación de los procesos económicos
con los procesos sociales en general y nos dirigimos a estudiar los
eslabones mediadores cuando queremos elucidarla, pero también debemos
plantearnos ante los nuevos problemas que se presentan hoy ¿Qué
corresponde al marxismo como ideología política, como guía para la
acción superadora del capitalismo, como ciencia del cambio? ¿Debemos,
para decirlo en buen cubano, “seguir la rima”, enfocar la sociedad que
queremos construir sobre la base de competir con capitalismo para
“producir más” y “consumir más” porque de lo contrario no lo
derrotaríamos, o debemos plantearnos una crítica profunda y específica
en cada sociedad de la producción y el consumo que heredamos del
capitalismo y forjar un modo de vida, una cultura, auténticamente
nuevas, superiores? Digo esto, sin dejar de tener en cuenta las deudas
de consumo básico elementales que se heredan con el subdesarrollo o con
las injusticias y desigualdades del capitalismo en los propios países
desarrollados y que el emprendimiento por una nueva sociedad no puede
soslayar.
Uno de los temas más importantes, en
los que en la experiencia socialista mundial ha olvidado la
integralidad del pensamiento de Carlos Marx es el referido a las formas
de organizar la propiedad social.
Ha quedado
suficientemente claro que el capitalismo no es “el fin de la historia”,
ahora bien, si no es superado por algo –y valga la redundancia-
“superior”, acabará con la historia, que no es lo mismo, pero como dijo
el poeta, es igual.
En consecuencia, el
socialismo está hoy más que nunca a la orden del día. También ha quedado
claro que no habrá una única forma de existencia del socialismo, sino
tantas como condicionen las diferentes sociedades que emprendan tal
camino de transformación de la sociedad.
El
proceso político de transformación socialista abarca no solo el ámbito
de la economía, sino también el de la ética, el derecho, la
organización, la cultura. Si el capitalismo es el predominio del
egoísmo, el socialismo es el predominio de la solidaridad, si el
capitalismo es el predominio de la explotación, el socialismo lo es de
la justicia, si el capitalismo es el predominio de la competencia, el
socialismo lo es de la colaboración, si el capitalismo es el predominio
de la irracionalidad, el consumismo y el lujo, el socialismo lo es de la
racionalidad, el consumo saludable y el bienestar general, si el
capitalismo es el predominio del mercado, en el socialismo debe
predominar el plan, si el capitalismo es el predominio de la propiedad
privada, el socialismo es el predominio de la propiedad social.
Cuando
una sociedad ha acumulado suficiente fuerza, organización e
inteligencia y emprende el camino socialista desde el predominio de la
propiedad privada, podrá avanzar progresivamente en su socialización.
Donde ya –como es en la realidad cubana- predomina la propiedad social y
hay casi medio siglo de hábitos y experiencias acumulados en su
organización, administración y funcionamiento, estoy convencido que lo
sensato no es retroceder privatizando masivamente la pequeña y mediana
empresa bajo el supuesto de que es el único modo de asegurar el estímulo
a la tan necesaria eficiencia.
Pensar así,
sería dejar de lado la integralidad que caracteriza al marxismo. Téngase
en cuenta que siendo Cuba un país subdesarrollado, la pequeña y mediana
empresa abarcan una parte importante del contingente de trabajadores
que asegura la producción nacional. Pasar esa propiedad a manos
privadas, además de plantear un complejo dilema ético, jurídico y
político generado por las preguntas: ¿a manos de quién van a pasar? ¿Por
qué? ¿cómo quedarían después de eso las políticas sociales?, etc.;
significaría, en el hipotético caso de que así fuere, que cientos de
miles de trabajadores y sus familias pasarían, por decisión de la propia
voluntad socialista, al bando del mercado, el individualismo y la
competencia mercantil, recreándose el motor reproductor de valores
capitalistas y la base socioeconómica de rearticulación de una ideología
capitalista dependiente, superada en lo fundamental por el proceso
revolucionario de 1959. Es una falacia pensar que el problema tiene
solución estratégica en los impuestos que controlarían esa propiedad
privada.
Pero la única forma de existir la
propiedad social en el socialismo, no es la de su administración
estatal, verticalista y centralizada, y el hecho de aceptarla como
fundamento de la construcción económica socialista no significa que con
ello deja de existir automáticamente la ley del valor. No solo porque
esta predomina en el mundo real y obliga a una sociedad subdesarrollada y
de economía abierta, necesitada del comercio internacional a subordinar
su metabolismo socioeconómico en buena medida a esa ley, sino –y en mi
criterio básicamente- porque en la propia sociedad cubana, luego de
medio siglo de transformaciones socialistas no ha sido eliminada –ni lo
podrá ser por largo tiempo- la psicología de intercambio de equivalentes
que han generado en la especie humana siglos y milenios de práctica
mercantil.
También es fundamental -en mi
criterio- tener en cuenta que la economía cubana no tiene otro modo de
procurar la eficiencia si no asume conscientemente la necesidad de ser
una economía mixta, en la que predomine la propiedad social, pero en la
que se conjuguen diferentes tipos y formas de propiedad: privada, mixta,
cooperativa, la propiedad social administrada por el Estado o con la
modalidad de asociación, etc. y articular toda su armazón social
económica, jurídica, política, ideológica, ética, sobre la base de esta
realidad.
La existencia de la propiedad
privada puede asumirse excepcionalmente también en empresas grandes o
medianas y pautarse por un tiempo determinado siempre según la
conveniencia social y ser más amplia en la pequeña propiedad (como lo es
hoy la de la tierra de los pequeños agricultores o la de los
cuentapropistas). (5)
En resumen, entre los
conceptos vigentes del pensamiento de Marx está el de la superación de
la propiedad privada (sobre lo cual Engels en “Principios del comunismo”
afirmó que sería un proceso gradual) como base de la superación del
capitalismo por el socialismo. Pero la propiedad social en el socialismo
no será eficiente si no adopta las formas que pauta la realidad social,
si no se organiza de manera tal que los colectivos laborales estén
adecuadamente estimulados material y moralmente para trabajar con
eficiencia y eficacia, para generar iniciativas, para propiciar la
creatividad. Ello requiere una diversidad de formas de organización del
trabajo y los salarios que ponga en manos de los colectivos muchas
funciones que hoy están en estructuras que no se relacionan directamente
con los procesos productivos y que, por tanto, no pueden tener la
necesaria sensibilidad para adoptar las mejores decisiones.
Cada
forma organizativa, empresa, unidad de producción, de servicios, etc.
si es eficiente estará organizada de manera específica, diferente en la
medida correspondiente de todas las demás incluso de aquellas que hacen
una producción similar de bienes o de servicios; de forma adecuada a su
tecnología, vías de realización comercial de la producción, condiciones
socioeconómicas y geográficas en la que están sus instalaciones y se
realiza su trabajo, etc.
El socialismo es un
proyecto consciente de transformación de la realidad en el que
corresponde tener participación a la sociedad en su conjunto, algo
impensable sin un sistema de ideas compartido básicamente por la
mayorías, que sustente la conjugación de los esfuerzos sociales en
dirección a dejar atrás el modo capitalista de producción y de vida y
forjar uno nuevo, superior, sistema de ideas, ideología, cuyas líneas
maestras constituyan la orientación fundamental de los cambios. La
ideología de la transformación revolucionaria de la sociedad cubana se
nutre de las experiencias de su construcción, de los aportes de la
sociedad en su conjunto, de los avances en la economía política y de la
teoría general del socialismo en Cuba, cuya tarea principal será
entonces la de contribuir a la estructuración sistémica del metabolismo
socioeconómico de la sociedad en transición socialista, enigma cuyas
respuestas no encontraremos en los clásicos.
Darío
L. Machado Rodríguez es licenciado en Ciencias Políticas, Dr. En
Ciencias Filosóficas, miembro del Consejo Editorial de la Revista Cuba
Socialista.
Notas:
1) Eliminada por el autor
2)
Puede consultarse: Darío L. Machado Rodríguez, “¿Es posible construir
el socialismo en Cuba?”, Editora Política, La Habana, 2004 y “La persona
y el programa del socialismo en Cuba”, Editorial Vadell y Hnos.,
Caracas, 2010.
3) La ideología de la revolución cubana es
resultado también del mestizaje y encarna las líneas maestras de un
proyecto de socialidad, lo que constituye una fortaleza del propio
proceso, incluye objetivos, finalidades, ideales y también sueños que
mañana pueden ser realidad si hay la conciencia que oriente los
esfuerzos por convertirlos en verdad en el futuro. Lo anterior
evidentemente no ha sido entendido o no es compartido por Julio César
Guanche, quien en su ensayo „La verdad no se ensaya. Revolución,
ideología y política en Cuba“, publicado por la página de Rebelión en
Internet, escribe en la página 7: “La cuestión de las mayúsculas define
lo esencial: de quién es la Revolución, ¿del sujeto o de «la
ideología»?, ¿del ciudadano o de la «naturaleza»? La mayúscula hace que
la ideología funcione como la racionalización de la política, como
metajustificación del comportamiento de «La Revolución». «En tanto
instrumento de transformación consciente de la sociedad, la ideología de
la Revolución Cubana desempeña un papel decisivo en la correcta
solución de los problemas sociales, orienta sus acciones ante la
realidad cambiante». He aquí un sueño que produce monstruos: la
ideología haciendo las veces de programa infalible de gobierno.” (Ver:
http://www.rebelion.org/, Libros Libres)
No es necesario
referirse a su interpretación de las mayúsculas, pero es imprescindible
aclarar que lo que cita de mi libro “Cuba. Ideología Revolucionaria.”
está fuera de contexto, a continuación transcribo un tramo mayor del
texto que rodea a su cita, aunque el referente más amplio es lógicamente
el propio libro:
La ideología de la Revolución Cubana no es
un resultado acabado, se enriquece y transforma al calor del propio
proceso de desarrollo social, y es deber de sus portadores preservarla
de derrotas. En su vínculo indisoluble con el proceso social cubano, a
la ideología de la Revolución Cubana le es inherente el constante
enriquecimiento y transformación, el desarrollo.
Al proceso
de creación de ideas y valores ideológicos, al desarrollo de la
ideología del proceso revolucionario cubano contribuyen no solo los
ideólogos, los cuadros, militantes, científicos, trabajadores de la
esfera espiritual, sino también la opinión pública, las masas, los
individuos, los grupos sociales.
Como dijimos, esta puede
verse como resultado y como proceso. En tanto instrumento de
transformación consciente de la sociedad, la ideología de la Revolución
Cubana desempeña un papel decisivo en la correcta solución de los
problemas sociales, orienta sus acciones ante la realidad cambiante. En
el proceso de afrontar con soluciones nuevas los nuevos problemas es
donde se enriquece y desarrolla la propia ideología.
Otra
característica es la complejidad creciente de la actividad ideológica
consciente. Está condicionada por el desarrollo científico-técnico, el
desarrollo cultural general, e ideológico, en particular de las masas,
por complejidades específicas de cada etapa y coyuntura, y por el
desarrollo de los métodos y medios de la actividad ideológica. (Ver
Darío L. Machado Rodríguez, “Cuba. Ideología Revolucionaria”, Editora
Política, La Habana, 2000, pp. 178-179.).
Su valoración
acerca de que ello es „un sueño que produce monstruos: la ideología
haciendo las veces de programa infalible de gobierno.“ es cuando menos
difícil de entender. Espero, sí, que su escrito sirva para invitar a la
lectura de mi libro, que ciertamente hoy escribiría de otro modo en más
de un aspecto, pero sin renunciar al papel de la ideología de la
revolución cubana, a sus valores, sus principios, sus ideales y su
ética, como instrumento decisivo en la orientación del proceso
revolucionario cubano y no estrecha y forzadamente „haciendo las veces
de programa infalible de gobierno“.
4) Nueva Política
Económica, “NEP“ por sus siglas en ruso ( Nóvaia Ekonomícheskaia
Política) . Política económica, impulsada por V.I.Lenin y el Partido
Comunista a partir de 1921, en sustitución del comunismo de guerra y su
fundamento: el sistema de contingentación. La NEP basada en las
relaciones monetario-mercantiles perseguía impulsar la producción, en
particular la agrícola.
5) Ver capítulo Propiedad social y mercado
en la sociedad cubana actual, en Darío L. Machado Rodríguez, “¿Es
posible construir el socialismo en Cuba?”, Editora Política, La Habana,
2004, pp.119 – 143.
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Trovas del Trovador
Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.
Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?
Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.
Fraternalmente, Trovador
Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.
Saludos y bienvenida:
Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.
Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.
Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...
A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.
Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...
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Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.
No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
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