Saludos y bienvenida: Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida... Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos. Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos. Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más... A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado. Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia... Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos? Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista. No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente. Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo. Fraternalmente, Trovador

miércoles, 7 de agosto de 2013

La democracia salvadoreña y la lucha de clases



Dagoberto Gutierrez

La democracia ha sido una de las principales banderas ideológicas que el imperialismo y el capitalismo mundial, incluido el dependiente capitalismo salvadoreño, han enarbolado por siglos, apoyados hoy más que antes por el control que ejercen los oligopolios mediáticos de la desinformación. Junto a este concepto, los sectores hegemónicos, globalizados y transnacionalizados han integrado otros valores como libertad, independencia, patria, justicia y soberanía, con el objetivo de promover, exaltar e imponer su visión del mundo. Y cuando hablamos de imponer nos referimos a que lo han hecho y lo hacen por medios ideológicos o militares, incluso con la combinación de ambos.

En el caso salvadoreño los grandes medios comerciales han tratado, tratan y muchas veces han impuesto una imagen distorsionada del salvadoreño y la salvadoreña, sus valores e incluso sus aspiraciones. Ahora, también no es menos cierto que esos mismos conceptos, por supuesto que con contenidos opuestos y enfrentados, han sido históricas banderas de lucha de los sectores populares y los movimientos sociales.

Los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, el poder judicial, el Presidente de la República, Aliados por la Democracia, FUSADES, ANEP, sindicatos, comunidades y organizaciones populares, organizaciones no gubernamentales, organismos nacionales e internacionales, otras entidades académicas, medios comerciales de noticias, medios de comunicación, entre otras expresiones, en la actual coyuntura política del país, mantienen posiciones contrarias y muchas veces antagónicas, utilizando los mismos principios y valores: la democracia, libertad, independencia, patria, justicia y soberanía

Entonces hay que preguntarse ¿a qué democracia se refieren los poderes fácticos y cuál democracia demandan y exigen los sectores populares? La respuesta a esta interrogante es básica para aclarar supuestas coincidencias en el actual debate nacional, ya que puede parecer que en ocasiones se habla de lo mismo, pero la discusión conduce inevitablemente a escenarios y soluciones diferentes, elementalmente muy diferentes. La democracia, la justicia y la libertad no son conceptos huecos o vacíos; son definiciones que deben interpretarse desde una perspectiva de clase, y de lucha de clases, porque cuando la oligarquía y la burguesía hablan de democracia y defienden la democracia, están defendiendo la democracia representativa burguesa. Los que de manera ingenua o casi siempre mal intencionados han expresado públicamente que se deben buscar soluciones a los conflictos del país pensando en el “bien común”, en el “bien de la nación” y en el despojo de toda ideología, manipulan estos conceptos a partir de intereses de clases, de intereses partidarios de las clases sociales en ellos representados, y son en los que han provocado la actual situación de cuasi caos institucional en el que navega el país y la acefalía de la Corte de Cuentas y del cargo de Procurador de defensa de los Derechos Humanos.

Consideramos que hoy más que nunca se necesita poner sobre la mesa y con claridad, las posturas ideológicas de las fuerzas sociales y políticas que intervienen en el debate y en la dinámica institucional del país. A los problemas nacionales se les debe dar tratamiento desde una opción ideológica definida, que no necesariamente pasa por una posición partidaria y que debe conducir a una verdadera democracia participativa ¿Se trata de regresar al pasado para desempolvar la consigna de pobres contra ricos? Da la impresión que vamos hacia esa única salida, porque hoy las condiciones objetivas de pobreza, exclusión y marginalidad se han agudizado de manera acelerada, la brecha entre quienes tienen más y quienes tienen menos o nada, se ha ensanchado y continua ampliándose, sólo que ahora las y los pobres, tienen celulares, iPod, tablets y pueden acudir a modernos centros comerciales, aunque no compren nada o compren poco, o se endeuden en sus tarjetas de crédito, en una especie de nuevo espejismo surrealista, cargado del mensaje mediático de las “oportunidades para todos”.

Las empresas transnacionales y sus aliados locales no solo no han renunciado a la explotación indiscriminada de la fuerza de trabajo; sino que la han profundizado y son los mismos intereses comerciales y financieros los que con su desenfrenada codicia y búsqueda de ganancia a toda costa, están generando peligrosos impactos sociales, culturales y ambientales que ponen en riesgo la vida de los y las salvadoreñas y la de las siguientes generaciones. No olvidemos que El  Salvador es líder de la triste categoría de los más desiguales y vulnerables a nivel planetario.

¿Qué ha cambiado estructuralmente que nos indique que la lucha de clases ya perdió vigencia? Nada, en realidad se ha agudizado, aunque se muestra de una manera particular, cuando los bloques partidarios en disputa, dicen haber renunciado y despreciado al aspecto ideológico de la lucha y en el juego de la democracia representativa burguesa, olvidan la lucha de clases. Solo esto nospuede explicar que el PES, CN, GANA y Unidos por El Salvador (históricos o nuevos instrumentos de explotación-opresión) tengan como principal aliado al FMLN, que en el pasado fuera prácticamente un ejército insurgente de liberación, o que en votaciones matutinas, vespertinas o nocturnas, se consumen y aprueben leyes aplaudidas por el Imperialismo del norte y sus aliados de Europa Occidental.

La lucha por una verdadera democracia, por una democracia participativa y por esa opción preferencial por los pobres que inspiraba a Monseñor Romero, debe ser la guía de los movimientos populares y sociales y es imperativo volver a los orígenes de la teoría de la lucha de clases; hoy más que nunca la historia y los marcos filosóficos e ideológicos que han dado sustentado y dado referencia a las reivindicaciones populares impulsadas desde hace más de 150 años,deben ser retomadas y concretadas en la lucha social.

Todo pasa por el amplio debate y por una renovación conceptual teórica, práctica y metodológica de la dinámica de la lucha social  y  popular. El hombre y la mujer piensan como viven, no se puede estar viviendo en una gran casa, o tener varias residencias y poseer los grandes medios de transporte, o comprar manzanas de tierras y a la vez predicar y pretender que se lucha por una sociedad más justa, incluyente y democrática. En El Salvador, salvo respetables excepciones, lo anterior es la regla. Un viejo luchador y teórico de la izquierda latinoamericana y mundial dijo una vez que solo se puede predicar con el ejemplo, a ese paradigma del ejemplo nos sumamos.

Jueces y política



José M. Tojeira

Toda actividad social e institucional tiene sustratos y repercusiones políticas. Y el accionar de la judicatura con frecuencia se ve influido, motivado o condicionado por factores políticos, creando muchas veces graves injusticias. Cuando se promulgó la ley de amnistía, por poner un ejemplo, se aplicó sin tener en cuenta el artículo 244 de la Constitución ni los acuerdos internacionales de perseguir crímenes de lesa humanidad. Se actuó así poniendo criterios políticos por encima de ordenamientos legales y constitucionales.

 En tiempo de la administración Saca el entonces Presidente de la Corte Suprema acudió a Chalatenango para ser testigo de una farsa gubernamental en la que se simulaba el cumplimiento de la obligatoria petición de perdón por la desaparición de las hermanitas Serrano. Esa presencia del Presidente de la Corte no sólo fue un acto político, sino un acto de corrupción. Pues llegar como testigo del cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando el acto era una farsa, no se puede catalogar más que como un acto corrupto. Y más cuando quien lo realiza, a sabiendas de su falsedad, es un Presidente de la cúpula judicial.

Es evidente que esta politización corrupta y prevaricadora es intolerable en un sistema democrático sano. Pero en El Salvador nuestra democracia padece todavía demasiadas enfermedades, aun que se vayan dando algunos avances parciales. Algunos de estos avances se han dado sin duda a través de la Sala de lo Constitucional. Sin embargo continúan entre nosotros tendencias que tratan de impedir avances de muy diversas maneras. La propia Sala de lo Constitucional debería ser consciente no sólo de aquellos intentos directos de frenarlos, que han sido numerosos, sino de otros esfuerzos más sutiles de corromper su modo de actuar. Un ejemplo de este esfuerzo por corromper la actividad de la Sala lo expresa bien el amparo contra el nombramiento de Salomón Padilla como presidente de la Corte Suprema.

En efecto, se está tratando, a través de un amparo, de declarar inconstitucional el nombramiento del actual Presidente de la Corte desde unos argumentos muy poco sólidos. Se argumenta que Salomón Padilla es miembro del FMLN y que por tanto carece de independencia ante el partido gobernante. En realidad, ser miembro de un partido político no le hace automáticamente a uno más o menos independiente. Puede ser objeto de recusación o de excusa propia cuando los temas que se traten tengan vínculos especiales con el partido al que se pertenece. En la Corte Suprema de Estados Unidos ha habido demócratas y republicanos y su pertenencia y tendencia partidaria no ha sido nunca objeto de recusación.

En El Salvador los jueces corruptos no suelen ser miembros connotados de partidos políticos, al menos en los últimos años. Un magistrado de la Corte Suprema, hace muy pocos años, se daba el lujo de publicar sus poesías, por cierto de muy baja calidad literaria, en la editorial de la Corte Suprema y con fondos de la misma Corte. Quien es capaz de usar recursos públicos de esa manera resulta más sospechoso que un miembro de un partido político.

La actuación de los magistrados de la Corte Suprema que usando fraudulentamente la ley en su propio beneficio renunciaron hace unos cuatro años a su cargo en la Corte pocos días antes del término de su mandato, para recibir así una jugosa prestación para jueces que renuncian voluntariamente, hay que catalogarla taxativamente como un acto de corrupción. Y en esa colada se fue también el entonces Presidente de la Corte Suprema, que renunció exactamente un día antes para lograr unos dólares más. ¿Fue el único acto de corrupción que cometieron? No sabemos, pero el amor manifiesto al dinero ajeno (dinero público) no es el mejor elemento para medir la honestidad de los jueces.

Utilizar los amparos constitucionales con argumentos retorcidos, suponiendo automáticamente la parcialidad de quien tiene o ha tenido una adscripción partidaria es exagerado e ineficaz. De alguna manera se están privilegiando concepciones ideológicas sobre otros análisis de calidad personal, intelectual, capacidad jurídica, etc. Al final los partidos políticos pueden poner en el cargo a un inútil, con tal de que no sea miembro de un partido político. Y eso con frecuencia es más descorazonador. Los más peligrosos no son los miembros de los partidos, sino los inútiles, los incapaces de dar sentencias con libertad, los que utilizan los resquicios legales para actuar arbitrariamente, los que  se aprovechan de la baja calidad jurídica del país para cometer fraudes de ley sin que nadie se lo reclame o dar paladinamente sentencias injustas.

Y de jueces de esa calaña tenemos demasiados ejemplos en el país. No es lo más prudente resolver favorablemente  amparos que tienen un claro trasfondo político y que introducen una dinámica en algún modo perversa dentro del espíritu democrático.
Ideología política tenemos todos, incluidos los actuales miembros de la Sala de lo Constitucional. Lo fundamental es saber estar por encima de la propia ideología, independientemente de que se pertenezca a un partido político o no.

Si llevamos al extremo esta especie de furor contra los partidos tendríamos que declarar inconstitucional el modo de nombrar a los miembros del Tribunal Supremo Electoral, seleccionados hasta el presente, casi por ley, entre los miembros de los distintos partidos. Y en un campo en el que irremediablemente se convierten en jueces y parte. Y prolongando el argumento “ad absurdum”, incluso declarar inconstitucional el modo de nombrar jueces de la Corte Suprema, puesto que son elegidos por políticos que generalmente tienen muy en cuenta las simpatías ideológicas de aquellos a quienes eligen. Es necesario tener un poco de sensatez, especialmente en estas épocas

¿LA TREGUA SE HA ROTO? Carta del Padre Antonio Rodríguez



Mi Gente Informa - Padre Antonio Rodríguez

San Salvador 7 de agosto de 2013.


 1.- Tres décadas, tres políticas, tres fracasos.

Del año 80 al 92 el país fue incapaz de analizar las consecuencias de las deportaciones de jóvenes y otras problemáticas que viajaban a nuestro país junto con ellas, algunas de estas problemáticas fueron masivas en los años de la guerra y otras lo fueron después de la guerra. En estos años, por no haber construido una política para todos aquellos que fueron deportados, fuimos incapaces de gestionar todas las situaciones y conflictos que viajaban a El Salvador y dinamizar la vida de aquellos salvadoreños y salvadoreñas. La peor política fue la ausencia de la misma “política de atención a deportados-as”.

Primer fracaso.


Del año 92 al año 2002, que fueron las años de la construcción despiadada del modelo económico de mercado, en donde saliendo de la década de Guerra Civil terminamos en una guerra del sistema económico de mercado, desmantelamos el poquito estado social ético para instalar el estado liberal; y además no hay ninguna política de atención a jóvenes en riesgo social en condiciones de empobrecimiento, víctimas del modelo económico de exclusión asumido por El Salvador en donde los niños, niñas, adolescentes y jóvenes no son sujetos de derechos ni hay políticas de inversión para el desarrollo de sus capacidades, sino solamente son objetos de gastos, quedando abandonados e invisibilizados, haciendo que perdamos un década en la que se expulsó a estos jóvenes de sus familias, para buscar otras familias.


Ante esto, el Estado renunció a construir una “Política de atención a niños/as y jóvenes en situación de riesgo social”. Segundo fracaso. Se comenzó a retroalimentar un modelo cultural pandilleril, enviado a nuestro país en la primera década. Esta década alimentó el fenómeno y no fuimos capaces de visualizar las dimensiones que tomaría el fenómeno; recuerden que en esta década los homicidios estaban por los 2 mil anuales, y la extorsión y otras problemáticas no eran un tema de importancia, hasta la tercera década y su fracaso que sería un flagelo para una parte de la población y un alivio para la otra parte, que la fuimos dejando desatendida y hundida en sus conflictos de exclusión y marginalidad, aunque los fines no justifiquen los medios ni en estas medidas ni en otras, como explicaremos en la década del mano durismo que no solo fue fracasada sino injustificada.


Del año 2002 al año 2012, la década del manodurismo nacional y regional, de los gobiernos de derechas centroamericanos con expresiones de marketing electorales regionales como “Mano Dura”, “Súper Mano Dura”, “Plan Escoba”, “ Alianza Azul”, “Plan Sarisa”, “Plan Quinientos”, “Cumbres Anti-pandillas”, “Plan Mérida”, entre otros. En el caso Salvadoreño, el año 2002 terminamos con 2 mil 346 homicidios al año, y el sistema penitenciario contabilizó este año 11 mil 451 privados/as de libertad. Con esta tendencia cerramos la década de política manodurista a finales del 2011 con 4 mil 374 homicidios y cerca de 25 mil 400 internos en los centros penales, situándonos en uno de los países más violentos del mundo y la región más violenta, con índices de más o menos 70 homicidios por cada 100 mil habitantes.


La política del Manodurismo y las voces que exigen su regreso son aquellas que hicieron de la violencia su lucro, otros hicieron su negocio electoral, otros crecer sus empresas de seguridad, y otros (como el Estado) el negocio de la corrupción en donde la extorsión nutrió a políticos, militares, custodios, jueces, fiscales y funerarias; y los pandilleros fueron los que menos se beneficiaron de este impuesto ilegal y delictivo del que muchos tienen manchadas sus manos, incluso el narco tráfico instalado y controlado en la clase política, empresarial y en parte del estado se benefician del discurso mediático pandilleril invisivilizándolo y opacándolo, queriendo fingir que este problema no existe, cuando hoy vemos detención de camiones de cerca de 16 millones de dólares y barriles por la misma cantidad, provenientes del Narco-tráfico, en donde no salen sus responsables con el mismo nivel de visibilidad que el fenómeno de pandillas.

¿Por qué esta estrategia de invisibilidad del Narco-Trafico es el mayor y más profundo problema de El Salvador?, ¿Qué nivel político y económico tienen los Narcos que son capaces de vivir en la impunidad y hacer que algunos funcionarios abanderes, fruto de su apoyo político, campañas mediáticas de detracción hacia la tregua y otros problemas para seguir en esta invisilidad y continuar con sus economías criminales?


Me sorprende muchísimo que esta década que duplicó los homicidios y que además se vio afectada por el fenómeno pandilleril de una década anterior con jóvenes en riesgo social a una estructura mucho más delictiva, no tuviera la magnitud de detractores y de comunicados de todo tipo (fiscales, políticos, académicos, religiosos) como lo tuvo el año y medio de tregua, en donde los resultados han sido parar una guerra enviada, desatendida y fortalecida en las tres décadas de tres políticas fracasadas.

Son 30 años de un profundo fracaso perverso de un sistema político ideológico nacional e internacional que se lucraron y les interesó un país violento, fragmentado y con su cohesión social-política y religiosa destruida para terminar imponiendo su doctrina de seguridad nacional y controlar nuestros recursos e instalar en la psique de la población el populismo punitivo, imponiendo el manodurismo como la única política de combate a la violencia reduciéndola de forma perversa a sus consecuencias y a las pandillas: “No hay violencia porque hay pandillas, hay pandillas porque hay violencia, y hay violencia porque hay conflictos y muchos niños y jóvenes salvadoreños que no queremos preguntarnos ¿qué genera conflictos en los jóvenes, en los niños, en …?

En esta época eran escasas las voces que anunciábamos el profundo fracaso y perversidad de estas décadas. Por qué aparecen hoy no críticos que serían buenos, sino detractores ideológicos perversos; quizá ya empiezan a sentir el dolor y la herida de perder no un ser querido, sino sus ganancias electorales que un día les dio y sus cuantías económicas a la industria de seguridad privada, servicios de seguridad empresas de alimentos a centros penales, venta de armas, drogas y más.

Disculpen que me detuviera en un cierto acercamiento descriptivo y analítico de esta década, pero fue la que duplicó los homicidios a niveles de 4 mil 400 homicidios anuales y terminó con cerca de 25 mil privados de libertad, y una cantidad de políticas y militares con visión punitiva llenos de ira y un sin fin de discursos y endurecimiento de leyes que no sirvieron sino para ser el uno de los países más violentos del mundo, terminando con la incorporación del ejército en tareas de seguridad pública e invisibilizando y desprestigiando constantemente el enfoque de la violencia desde un problema de derechos y abandonar el enfoque manodurista. A más derechos más paz.
La década de la política manodurista ha fracasado. Tercer Fracaso. Aunque para otros fue un éxito, por eso la añoran.

Resumen de las tres décadas, las tres políticas, los tres fracasos:


1.- del 1982-1992: Ausencia de una política para atender a los deportados/as. Década de la deportación del fenómeno pandilleril. Política de la ausencia de política.

2.- De 1992 al 2002. Ausencia de política de atención a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en riesgo social. Falta de políticas públicas de prevención secundaria y terciaria.

3.- Del 2002 al 2012. Política manodurista fracasada y ausencia de políticas que responda a la multi-causalidad y multi- sistémica con enfoque de derechos. Reducción de la violencia a pandillas y desaparece la pregunta por el conflicto.



2.-LA TREGUA ¿Se ha roto?


Muchos están esperando esta noticia para volver a reactivar sus negocios y continuar convirtiendo la violencia en un negocio, otros quieren seguir un modelo económico que no invierta en los niños/as y jóvenes y que el futuro de ellos sea la muerte prematura y lenta de hambre, exclusión y marginalidad sometiéndolo a las cunetas del modelo económico y apaleados por el mercado.
Otras potencias económicas quieren seguir imponiendo sus política de seguridad nacional, invertir en seguridad y exigir mayor control de territorio, para así controlar recursos, agua y minerales.
Otros quieren seguir invisibilizando el narco y el crimen instalado en narco-políticos y empresarios del sector trasportes y otros.

Otros las partidos políticos, en su negocio electoral por controlar el aparato del estado, utilizan y manosean el tema para dinamizar y potenciar la industrial electoral con un discurso punitivo, represivo, tan internalizado en nuestras vidas que aprendimos a golpes, y la cultura del castigo es tan aplaudida, por desgracia y con pocas capacidades para aprender y para corregir dialogando.

Otros quieren que se responsabilicen de la tregua el gobierno u otros, cuando la tregua es un pacto de no agresión entre las grandes pandillas del país que contó con la facilitación del Raul Mijango y Monseñor Colindres como personas que entendieron de las tres décadas y sus fracasos, a quienes el Señor Presidente y el Ministro de Justicia y Seguridad les facilitaron estos espacios de diálogos, que por la visión tan punitiva de la opinión pública nunca hubieran sido aprobada, sin embargo no todo lo que dicen las mayorías es bueno, existe la dictadura de las mayorías incluso en las democracias, pero que pudimos parar la guerra en la que nos sometieron en las tres décadas y en especial el manodurismo. Este esfuerzo es admirable y de reconocer sus bondades para seguir fortaleciendo el proceso.

Hoy podemos decir que la tregua no se puede romper porque nunca existió, aunque en nuestro lenguaje es una forma de hablar, pero la verdad es que nunca existió, lo que hoy tenemos es un proceso de reducción de la violencia y de la criminalidad en donde INTERPEACE está haciendo sus aportes desde su experiencia en procesos de diálogos en países en conflicto y pos-conflicto y en nuestro casa vivimos los dos momentos. Este proceso estratégico, que tiene como fundamento el DIÁLOGO como arquitectura de todo proceso de paz, ha generado una nueva dinámica en El Salvador que no podemos dejar de pasar y poner las bases para que a corto y largo plazo miremos el problemas de las violencias desde una trasformación de las fenómenos violentos en nuevos movimientos culturales de paz y procesos culturales de paz desde espacios de INCLUSIÓN Y DIÁLOGO, sin confundir estos espacios con negociación como algunos los bautizan de formas perversas.

Estos discursos y retóricas de los detractores del proceso estratégico de construcción de espacios de inclusión y diálogo han sido bombardeados por una lucha de ingenuidades e ingenuos, que por desgracia es una ingenuidad hegemónica, la misma que nos hizo vivir en las tres décadas de las tres políticas fracasadas que quieren imponernos en una cuarta década.

La tregua se rompió, hoy es un proceso de generación de espacios de Diálogo e Inclusión para responder a las preguntas ¿Cómo incluir a los excluidos?, ¿Cómo atender y reparar a las víctimas?

Estas preguntas son necesarias para no volver a las grandes barbaridades militares de la masacre del Mozote o Sumpul, que fueron más de mil personas asesinadas y quemadas, homicidios que gozan de impunidad y víctimas que se invisibilizaron. Hoy tenemos más de 30 mil privados de libertad enfrentando la justicia de esta nueva guerra social, sin gozar de la impunidad con la que gozan los responsables de la guerra y de la violencia del pasado.

Es por estas tres décadas con sus tres políticas, más toda la acumulación de fracaso en donde no somos capaces de hacernos la pregunta por el CONFLICTO y la generación y gestión de ideas que nos ayuden a dejar de preguntarnos por los efectos y afrontar el conflicto, que se hace necesario una propuesta.



PROPUESTA:

 
Comencemos a generar diálogos todos y todas, en todas las direcciones y en todos los niveles, y a poner las bases del PACTO nacional, económico, político, local e inter-eclesial por la paz, donde saquemos este problema de los tiempos electorales, coyunturales y mediáticos que se nutren con el dolor y la sangre.

3.- IDEAS PARA EL MOMENTO, PROCESO DE PAZ


No se trata de criminalizar la pobreza, como en ciertos espacios de pensamiento autoritario, estrategia que recurren las minorías reaccionarias y que se convierten en una discriminación que se monta sobre otras discriminaciones al culpar de los males sociales a quienes han sido excluidos de la sociedad. Una cosa es sostener que la marginación y la exclusión son causas de la violencia social y otra, significativamente diferente, afirmar que los marginados y los excluidos son los culpables de esa violencia .De hecho, estos últimos son las víctimas principales de esas dos calamidades. Víctimas de la exclusión y la pobreza, y víctimas de la violencia que, cuando no los enreda, los aplasta.


Y como dice Ciro Marayama, parafraseando a Marx, que la falta de oportunidades puede ser el cultivo -o cómo podríamos decir estas tres décadas de fracasos en El Salvador- son el cultivo de una especie de “ejercito delincuencial de reserva”; y retomando una cita de Eugene Buret, escrito allá en 1840: “Una vez que el hombre es aplastado por la miseria -que es la pobreza sentida moralmente-, poco a poco se deprime y se envilece; pierde, uno tras otro, todos los beneficios de la vida civilizada y adquiere los vicios del esclavo y del bárbaro.”
Es el tiempo de abandonar mi lugar desde el que hice o hacemos la lucha para construir nuestro lugar donde el diálogo, participativo y abierto, recobre y funde la institucionalidad necesaria para dinamizar el momento del proceso de pacificación del país en donde se analice, se aborden y se recojan los disensos, los cuestionamientos y comencemos a gestionar el conflicto nacional que ha generado tantas violencias, poniéndole nombre y rostro a la paz y dibujando el futuro.

Pues El Salvador es el espacio de paz y para la paz si desde ya comenzarnos a reconocernos todos como violentos y empezar a desarmarnos todos de la violencia internalizada por los modelos de aprendizajes desde los que nos educaron. Comenzar a preguntarnos juntos ¿Cómo hablar de la paz en un mundo de muerte? ¿Cómo hablar de paz en un mundo de lobos? ¿Cómo hablar de paz en un mundo de guerras, de armamento, de pobreza, exclusión y de ingenios bélicos?, ¿cómo hablar de reconciliación en un sistema de bloques?, ¿cómo ser Abeles en un mundo de Caínes?, ¿cómo ser pacifico en un mundo violento?
Estas preguntas nos ayudan a salir del simplismo o el infantilismo, como la ligereza con las que hablamos y tratamos las violencias y los conflictos que la originan como los efectos de las dos.


4.- DESAFIO: INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PAZ

Quiero terminar esta carta con algunas ideas que son urgentes ante el momento del proceso de pacificación y así ser agradecidos con el momento favorable que vivimos, el cual requiere de un Estado que sea responsable e institucionalice y asuma la responsabilidad que durante décadas asumió de forma fracasada. No podemos equivocarnos y solo si somos capaces de ir mas allá de intereses personalistas, ideologistas, populistas y dejamos de manosear la violencia para usarla y asumimos una responsabilidad y declararnos en sesión abierta y permanente, en una mesa nacional de actores y sectores para construir un PACTO NACIONAL INCLUYENTE POR LA PAZ.

Liderar un proceso nacional y regional en donde se caracterice el fenómeno de maras y pandillas como un conflicto Social Especial e Internacional y trabajar en conjunto para que el abordaje del conflicto nos lleve a la Negociación Socio Política de este conflicto.

Que se diseñe el MINISTERIO DE CULTURA DE PAZ, en donde se organicen con dos vice-ministerios: el Viceministerio de Prevención y el Viceministerio de Rehabilitación y Reinserción. El Viceministerio de Prevención ayudaría desde una política y sistema nacional de prevención, para desarrollar un modelo nacional en donde el sistema educativo y otras instancias coordinen dicha estrategia. El Viceministerio de Reinserción y Rehabilitación podría dinamizarse con cuatro coordinaciones que responden a la problemática terciaria, como es la coordinación psico-social –espiritual, la de educación, la de empleo y la de emprendedurismo y cohesión social, en donde actores se coordinen para hacer sinergias y afronten la problemática de forma sistémica y holística con un enfoque de derechos.
Urge posicionar y dotar de derechos humanos mejorando en una profunda trasformación el sistema penal nacional. Es una situación inhumana en las condiciones de hacinamiento en que se encuentran las personas. Reforma del sistema penal y sus condiciones.

Construir el fondo económico para la Paz, que dote de recursos el Ministerio de Cultura de Paz y otras acciones de generación de condiciones para la paz.

Una reforma policial y sus condiciones. La mentalidad punitiva y el desgaste policial de las décadas manoduristas, las prácticas perversas de irrespeto sistemático a los derechos humanos y el irrespeto al debido proceso ha deteriorado la dimensión humana y profesional de la corporación policial, además de la poca capacidad de auto cuido y el impacto de la violencia en sus personas ha generado un deterioro de la salud mental que los ha introducido en círculos de odio y de ira que hace que ellos mismos sigan siendo y reproduciendo la vida de los victimarios. Urge la atención y la reforma de la corporación policial y una recuperación de su Salud mental.

Y por último, el abandono de la fiscalía de negociar con delincuentes a través de la figura del “CRITERIADO”, y ofrecer la oportunidad de criterio a delincuentes con 3 y 10 homicidios y darles la libertad por un proceso de negociación con fiscales a través de información por delitos.

Señor presidente de la Republica, Mauricio Funes, creo que cuando te dicen que asumas la responsabilidad se entiende que te animan a construir en este último año, para dejarnos el camino que usted comenzó y ningún otro presidente quiso, las bases de un proceso de pacificación el cual no le ha sido fácil, pero que al final nos regaló las bases y las estrategias para iniciarlo, espero que ahora le den su apoyo aquellos que le exigen responsabilidad e institucionalización.

Por último quiero reconocer el esfuerzo de Raul Mijango y Monseñor Colindres y de otros que se atrevieron a poner sal en la herida histórica y dolorosa que aunque todavía hay mucho dolor, luto y barbarie, pero esos es lo que nos motiva a seguir adelante.

PADRE ANTONIO RODRIGUEZ LOPEZ-TERCERO
6 DE AGOSTO DE 2013
SOLEMNIDAD DEL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO
Fuerza Histórica Latinoaméricana.

Fuerza Histórica Latinoamericana

Saludos y bienvenida:

Trovas del Trovador


Si se calla el cantor, calla la vida...inspirate,instruyete,organizate,lucha,rebelate.



Saludos y bienvenida:


Inevitablemente, cada individuo hace parte de su vida y de su historia aquellos acontecimientos que marcaron un recuerdo bueno o malo en la efemérides y en su vida...
Recordar por ejemplo aquellas cobardes masacres de la década del 70 en El Salvador (Chinamequita,Tres Calles,Santa Barbara,30 de Julio,entre muchas otras y seguro estoy es una experiencia que se repite a lo largo y ancho de Americalatina), masacres que conmocionaron a la nación y sacudieron la conciencia de muchos.

Esas masacres aceleraron el enfrentamiento entre ricos y pobres, entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales, Toda aquella década fué de constante actividad politico-social y su principal escenario eran las calles, para las celebraciones del efemérides nacional de cualquier indole, se desarrollaba una manifestación de dolor, muy significativa y emótiva, muchas, con los restos de los asesinados y el reclamo del retorno o aparecimiento con vida de los capturados y desaparecidos.

Muchos jóvenes,a partir de aquellas cobardes acciónes por parte del Estado, radicalizamos nuestra pocisión y optamos por la lucha armada como única solución a la crisis que cada dia se profundizaba más y más...

A partir de aquella década, la protesta se hizo afrenta digna contra la dictadura militar, salir a protestar era recuperar,rectificar y sanear digna y valientemente, todo aquello que en anteriores décadas de terror, las clases dominantes habian institucionalizado.

Con aquellas jornadas de lucha, no solo denunciamos y condenamos a los eternos enemigos del pueblo, sino que hicimos sentir el grito de guerra de todos aquellos que sacrificada pero dignamente y hasta entonces, habian escrito la historia,nuestra heróica historia...

Que hubiera sido de nosotros, si Monseñor Romero hubiera pensado más en su tiempo, el dinero y su sombrero copa ancha junto con su pulcra sotana,por no arriesgar el pellejo a costa de convertirse en "La voz de los sin voz" y en el santo de los desposeidos?

Que seria de nosotros?, si Roque Dalton, sabiendo que podria incluso, morir a manos de sus propios "camaradas", no hubiera arriesgado la canción hecha palabra y herramienta de lucha, para gritarle sus verdades a los poderosos y sus criticas mordaces a los ultraizquierdistas y al Partido Comunista.

No seriamos dignos, de llamarnos salvadoreños si Farabundo Marti, no hubiera dispuesto ir a enlodar sus botas a "Las Segovias" junto a Sandino el General de hombres libres, como su lugarteniente.
Si Miguelito Marmol, no se hubiera levantado con las ganas que lo hizo después de haber sido acribillado frente al pelotón de fusilamiento, para seguir arriesgando el pellejo reclutando, concientizando, organizando, y manteniendo vivo el grito de guerra de "Viva el Socorro Rojo Internacional", que inconclusamente y con toda valentia intentó Farabundo.

Fraternalmente, Trovador


UN DÍA COMO HOY, 12 de febrero de 1973, los principales periódicos de El Salvador difundieron fotos de la muerte de los compañeros José Dima...