Troyano - José Luis Murillo (RESISTENCIA DIGITAL)
Cada
vez me llega más spam sobre facebook y otras redes sociales. Al igual
que el negocio de los blogs ha triunfado y ha machacado la posibilidad
de una internet más abierta, libre y participativa al tomar su control
los grandes grupos económicos que potencian las herramientas para
’prosumidores’ y ’prosumidoras’, estoy convencido (hay demasiados
intereses económicos, ideológicos y políticos detrás) de que esta nueva
vuelta de tuerca todavía mucho más rentable y controladora, las redes
sociales, se va a imponer y nos va a alejar cada vez más de ese sueño y
de las posibilidades transformadoras de internet en esta sociedad
digital que no "de la información" o "del conocimiento" (mitos del
negocio digital).
Por eso, para abordar el
tema de las redes sociales de forma reflexiva y crítica, me parece
interesante, además de recordar que algunas de esas redes como Facebook
tienen de socios a las "tradicionales" multinacionales como Microsoft en
su desesperado intento de ponerse al día en los nuevos negocios de la
sociedad digital, leer la traducción que hacen en la Revista Arcadia de
parte del artículo publicado por Tom Hodgkinson en "The Guardian" y que
titulan La verdad sobre Facebook:
"[...]
Facebook es un proyecto muy bien financiado, y los capitalistas detrás
de esta exitosísima red social pertenecen a Silicon Valley, y conciben
el mundo desde una clara postura ideológica. Facebook, al igual que su
predecesor PayPal, es un experimento social de perfil neoconservador. En
Facebook, uno es libre para ser quien quiera ser, siempre y cuando a
uno no le importe ser bombardeado por la publicad de las grandes marcas
del mundo.
Aunque el proyecto fue concebido por
Mark Zuckerberg, la cara real detrás de Facebook es Peter Thiel,
inversor de capital de riesgo y filósofo futurista. Solo hay tres
miembros en la junta de Facebook: Thiel, Zuckerberg y un tercer
inversionista llamado Jim Beyer. Thiel invirtió 500.000 dólares en
Facebook cuando los tres creadores fueron a visitarlo en San Francsico
en junio de 2004. Hoy es dueño del 7%, que equivale a más de un billón
de dólares.
Thiel es visto en Silicon Valley
como un genio. Es el cofundador y presidente del sistema de pago en
línea PayPal. También dirige un fondo de cobertura llamado Clarium
Capital Fund y uno de capital de riesgo llamado Founders Fund. La
revista Bloomberg Markets lo llamó hace poco “uno de los más exitosos
inversionistas de capital de riesgo en el país”. Es también un vigoroso
activista del neoconservadurismo. Se graduó en Filosofía en Stanford y
es coautor del libro El mito de la diversidad, un ataque minucioso al
multiculturalismo y al liberalismo. Durante sus años en la universidad,
fundó un periódico de derecha llamado The Stanford Review. Es también
miembro de TheVanguard.org, un grupo de presión neoconvervador basado en
internet y creado para atacar MoveOn.Org, un grupo de presión liberal.
Su filosofía la resume el propio website: “Vanguard.org es una comunidad
en línea de norteamericanos que creen en los valores conservadores, en
el libre mercado y en limitar la interferencia del Estado”. Describe su
política como reaganista-tatcherista. El mensaje del director dice: “Hoy
les enseñaremos una lección que nunca olvidarán a MoveOn, a Hillary y a
la prensa liberal”.
Su postura política es
clara. Pero, ¿y su filosofía? Básicamente, es esta: Desde el siglo xvii,
algunos pensadores iluminados están alejandose de la vieja noción de la
vida ligada a la naturaleza (cita la famosa definición de Thomas Hobbes
de la vida como “desagradable, brutal y corta”), para acercarse hacia
un nuevo mundo virtual en el que habremos conquistado la naturaleza. El
valor ahora solo existe en las cosas imaginarias. Thiel dice que PayPal
fue motivado por esta creencia: que puedes encontrar valor no en objetos
manufacturados, sino en las relaciones entre los seres humanos. PayPal
fue una manera de mover dinero alrededor del globo sin restricciones,
saltándose todos los controles de divisas”. Facebook es otro experimento
ultracapitalista: ¿Se puede hacer dinero con las amistades? ¿Puedes
crear comunidades libres de fronteras y venderles Coca-Cola? Facebook no
fabrica absolutamente nada. Es un simple mediador de relaciones que ya
existían.
El mentor filosófico de Thiel es René
Girard, de Stanford, quien propone la teoría de que el comportamiento
humano funciona por deseo mimético. Girard alega que la gente es
esencialmente borrega y se copia una a otra sin mucha reflexión. La
teoría parece ser correcta en los mundos virtuales de Thiel: el objeto
de deseo es irrelevante. Todo lo que se necesita saber es que los seres
humanos tienden a moverse en manadas. De ahí las burbujas financieras. Y
de ahí la enorme popularidad de Facebook. Girard es un asiduo invitado a
las tertulias intelectuales de Thiel. Pero en ellas nunca se habla de
conceptos como el arte, la belleza, el amor, el placer o la verdad.
Inernet es muy seductor para neocons como Thiel porque promete un tipo
de libertad en las relaciones humanas y en los negocios, libertad de las
leyes de los países. Internet abre un mundo de expansión del libre
mercado y laissez faire. A Thiel también le encantan los paraísos
fiscales y dice que 40% del dinero del mundo está entre Vanuatu, las
Islas Caimán, Mónaco y Barbados. Si en el pasado la vida era
desagradable, bruta y corta, en el futuro, Thiel quiere alargarla. Por
eso ha invertido en una compañía que explora teconologías para extender
la vida. Ha donado 3.5 millones de libras al gerontólogo británico
Aubrey de Grey, quien busca la clave de la inmortaldiad. También está en
el consejo del Singularity Institute for Artificial Intelligence. En su
fantástico website se lee: “Singularity busca la creación tecnológica
de una inteligencia superior a la humana”. Thiel admite que quiere
reemplazar el mundo real, que llama “naturaleza” por un mundo virtual.
Es en este contexto que debemos ver Facebook. Facebook es un experimento
deliberado de manipulación global. Y Thiel es un brillante genio en el
panteón neoconservador, con una curiosa inclinación hacia las fantasías
tecno-utópicas.
El tercer miembro de la junta
de Facebook es Jim Breyer. Socio de Accel Partners, invirtió 12,7
millones de dólares en Facebook en abril de 2005 y está en la junta de
gigantes como Walmart y Marvel. Fue presidente del National Venture
Capital Association (nvca).
La más reciente
inyección de capital a Facebook –27,5 millones de dólares– fue liderada
por Greylock Venture Capital. Uno de los socios de Greylock es Howard
Cox, también ex presidente de nvca), y miembro de junta de In-Q-Tel. ¿Y
qué es In-Q-Tel? Pues nada menos que el ala de inversión en capital de
riesgo de la cia. Creada en 1999, su misión es la de “identificar y
asociarse con compañías que estén desarrollando nuevas teconologías para
ayudar a proveer soluciones a la Agencia Central de Inteligencia”.
Aún
si no compran la idea de que Facebook es un híbrido, extensión de un
programa imperialista cruzado con una herramienta masiva de recolección
de información, no se puede negar que, como negocio, es absolutamente
genial. A sus dueños, les basta con sentarse a ver cómo millones de
adictos a Facebook ofrecen de forma voluntaria información sobre su
identidad, fotografías y listas de sus objetos de consumo favoritos.
Esta gigantesca base de datos es vendida a los anunciantes, como dice
Zuckerberg, “para tratar de ayudar a la gente a compartir información
con sus amigos sobre las cosas que hacen en la red”. El pasado 6 de
noviembre Facebook anunció que 12 marcas globales –Coca-Cola,
Blockbuster, Verizon, Sony Pictures y Conde Nast, entre ellas– se habían
unido a Facebook. “Compartir” es la palabra de Facebook para
“publicitar”. Admita en Facebook que le gustó una película y apenas
salga una película similar, puede estar seguro de que le enviarán un
aviso.
Lea la política de privacidad de
Facebook y se dará cuenta de que prácticamente no existe. Facebook
parece más un regimen totalitario virtual, ideológicamente motivado, con
una población que crece unos dos millones de personas por semana y que
ya ha superado los 60 millones. Thiel y sus socios han creado su propio
país. Un país de consumidores. Puede que Facebook sea un experimento
genial, pero tal vez usted no quiera formar parte de un proyecto cuyo
fin es crear una república virtual global, donde usted y sus relaciones
con sus amigos son convertidos en bienes que se venden a las grandes
marcas globales."
Si ya tienes una cuenta de
Facebook y te planteas abandonarlo, te recuerdo que no lo tienes fácil
pues no hay un enlace directo para hacerlo desde tu cuenta. Para ello
puede ayudarte este enlace: borrarse de facebook:
http://www.facebook.com/help/contact.php?show_form=delete_account, e
incluso así lo que hayas subido se lo queda Facebook y no se elimina tu
cuenta hasta pasados 14 días... por lo menos.
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