EL ORTIBA - WIKIPEDIA
La
denominación "cumbia villera" surge para identificar un tipo de música
cuyos autores, intérpretes y personajes de sus letras pertenecen o
pertenecieron al mundo de poblamientos carenciados, históricamente
conocidos con la cruda y contundente denominación "villas miserias", y
actualmente llamados barrios o villas de emergencia.
Que las villas
hayan dejado de ser miserables para pasar a ser carenciadas o
emergentes, indica el grado de negación de la sociedad y sus referentes
políticos y culturales para no mirar lo que siempre estuvo ahí.
Musicalmente la cumbia villera se nutre de la clásica cumbia colombiana y
de otros ritmos, conocidos en la Argentina como "tropicales", siendo el
producto final un nuevo género, fácilmente identificable y empaquetable
para el consumo. Comenzó a escucharse a mediados de los años 90 a
través de grupos como Amar Azul y Ráfaga, entre otros.
Pablo Lescano,
músico que nació y creció en una villa y a quien se señala como
iniciador de la cumbia villera, tuvo entonces una idea básica y
perfecta: si la cumbia es el género más escuchado en la villa, ¿por qué
no describir lo que se vive dentro de ella? Así compuso letras
descarnadas y directas con el conocimiento que otorga ser parte del
contexto. Su idea fue todo un éxito y cuenta en su haber con la creación
de varios grupos musicales. La cumbia villera ha trascendido las
fronteras y actualmente se baila y escucha en numerosos países,
especialmente los limítrofes.
Sus raíces
musicales son varías, pero más firmemente de la cumbia peruana de la
cual retoma el uso de la guitarra eléctrica, de la cumbia colombiana
tomando de allí el sonido del acordeón. En la Argentina el acordeón
diatónico, (casi) exclusivamente se usa para tocar el ritmo folclórico
argentino "chamamé"; en la cumbia, en lugar del diatónico se utiliza el
acordeón de teclado y pistones. También dentro de su composición, toma
algunos sonidos de la cumbia sonidera mexicana que apareció en el país
norteño alrededor de 1994 por lo que se crea una fusión única, aunada a
sus letras poseedoras de lenguaje bastante crudo y vulgar, propio de la
juventud marginal o lumpen que van desde letras de amor, hasta historias
de vida, muchas veces con alusión a la bebida, drogas, delincuencia
(siendo el lunfardismo argentino "chorro" -ladrón-, la palabra más
socorrida en el género), sexo promiscuo y los bailes, así por ejemplo se
tiene el tema de la agrupación argentina llamada "El empuje" cuyo tema,
"Toma la mema" en que hace alusión a las relaciones sexuales, tanto
anales como orales (menciona el estribillo "nena a tu cola le falta
crema, a tu boca una mamadera"...), lo que provocó que este estilo sea
menospreciado, y aún como se mencionó, por las inclusiones de temas
delincuenciales, el rechazo fue sobre todo por los medios de
comunicación y los sectores altos de la sociedad argentina, más tarde
por la de otros países, aunque algunos otros países la escuchan por el
ritmo musical pero no por sus líricas que son localismos argentinos
inentendibles en países extranjeros, pasando sin ningún prejuicio, así,
ha sufrido las mismas estigmatizaciones de otros géneros musicales en el
pasado que tratan las mismas temáticas en inglés como el Punk (anarquía
social), el rap (delincuencia juvenil) y el hip hop a finales de los 70
que también fueron relegadas y marginadas.
El
movimiento de la cumbia villera ha creado controversias de todo tipo en
la sociedad argentina tanto a nivel musical debido a que se considera
que se desvirtúa el sentido de la cumbia tradicional por sus nuevas
líricas y sonido, a pesar de su popularidad en los medios de
comunicación, donde quizás hasta se sobrepone al rock "tradicional" del
país, como también así en el ámbito social donde muchos aseguran ha
impulsado la delincuencia1 y por otra parte algunos que le apoyan.
Las
grabaciones de cumbia villera han llegado a diversos países del sur del
continente y México. Se ha llegado a difundir en países como: Uruguay,
Chile, Paraguay, Colombia, Ecuador, Bolivia, México, y Perú.
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