Por Dick Emanuelsson
TEGUCIGALPA / 2011-10-29 / La mayoría del pueblo
colombiano no cree en la democracia representativa en este país manchado con
tanta sangre y por ende no votará mañana domingo. La guerrilla de las FARC
llama al pueblo a abstenerse y promete que hará todo lo posible para impedir a
los candidatos paramilitares que se postulen pese a ser autores de tantas
masacres. Permitir que esa gente acceda a puestos institucionales sería un acto
de complicidad con el crimen organizado. Esto deja bien marcada la diferencia
entre la democracia o gobierno del pueblo y la democracia tutelada, sometida,
genuflexa a los grandes intereses multinacionales.
Casi 31 millones de colombianos
eligen mañana domingo a 32 gobernadores, 1.103 alcaldes, a centenares de
concejales municipales y diputados departamentales, así como a miembros de
juntas administradoras locales (JAL).
En las elecciones
anteriores hasta los muertos “votaban” o mejor dicho, todo cambió cuando llegó
el jefe paramilitar a “visitar” a los fiscales de las mesas receptoras de voto,
preguntando por la lista del padrón electoral, lo cual de por sí representó un
amedrentamiento indudable.
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El guerrillero Manuel. FOTO: Dick E. |
MÚLTIPLES DECLARACIONES de los jefes paramilitares muestran que el
paramilitarismo, en alianza con caciques locales-regionales y nacionales,
estaban y están creando un estado mafioso. El presunto desarme o la
desmovilización falsa del paramilitarismo, bajo el gobierno de Uribe, fue
reemplazado por esos genocidas bajo un nuevo nombre; BACRIM. La meta es la
misma, cooptar el poder local y regional para que el crimen organizado y el
poder político sean intocables y permanezcan intactos. Los ocho años de mandato
de Uribe reforzaron el poder de la mafia colombiana, extendiéndolo hacia los
distintos departamentos.
Nada ha cambiado en el
fondo de ese Poder Fáctico. Cada tanto la administración de Santos envía un
narco para Estados Unidos. No se habla, como durante el régimen de Uribe, sobre
el paramilitarismo, ahora se cambio el término por el de “delincuencia común”,
cosa que los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales
rechazan rotundamente, ya que es clarísima la diferencia entre ambos términos.
Es en el marco de esa situación que una minoría del pueblo irá a las urnas
mañana para elegir autoridades locales.
SE HA ESPECULADO MUCHO en los medios y sectores políticos colombianos
sobre cual será la posición de la guerrilla. La insurgencia ha sido
estigmatizada por haberse involucrado en las luchas populares que en Colombia,
últimamente, se han intensificado en forma impresionante y no es para menos. No
debería sorpender a nadie que la guerrilla con sus milicianos, estén en la
misma pelea política, más bien debería considerarse algo lógico ya que la
guerrilla, en si misma, es un movimiento político-militar y así se ha declarado
desde su génesis. Estamos seguros que sin base social la guerrilla no sería
nada, y sin trabajo político tampoco habría acciones armadas.
El régimen de Santos
presiona militarmente cada día más, los propios analistas que responden al
aparato, así como los comentaristas aliados a ese poder nefasto como son las
Fuerzas Militares, están preocupados por la creciente desmoralización de sus
propias tropas.
Como dato puntual, podemos
asegurar que la guerrilla ha reestructurado su propio ejército popular y su
accionar para ser menos vulnerables frente a la tecnología militar de punta que
el Pentágono está suministrando a las Fuerzas Militares más poderosas y grandes
de America Latina. Es importante destacar que pese a su despliegue no han
logrado cumplir su cometido: el exterminio de la insurgencia.
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Las siete bases gringas en Colombia. |
La guerrilla no se
concentra en grandes campamentos y se mueve en unidades de seis guerrilleros
para evitar grandes pérdidas humanas en los bombardeos. También ha tomado
nuevas medidas de protección, para evitar que personas que entren a un
campamento no puedan hacerlo con algún “chip” introducido en su ropa y que
pueda ser rastreado por la aviación. Con esto decimos, que han ganado
experiencia, luego de sucedidos algunos errores, evitando en lo posible, que
vuelvan a cometerse.
EN LOS PARTES DE GUERRA publicados tanto en los medios colombianos como en
los propios partes de la guerrilla, los resultados fueron en varios casos
desastrosos para las FF.MM. colombianas que sólo en la semana pasada, pudo
contar y registrar más de 30-40 militares dados de baja por la guerrilla y
muchos más heridos en combates. En varias acciones la tropa oficial ha caído en
campo minado o en emboscadas al clásico estilo vietnamita.
Es decir, pese a la
impresionante tarea de inteligencia de las FF.MM., la guerrilla ha recuperado
gran parte de la capacidad militar que tenía entre los años 2007-2008, cuando
podía movilizar grandes contingentes de tropas, con 500-600 guerrilleros. Hoy
cambió su modalidad dados los avances de la aviación sustentada por los gringos
y esto lo hacen utilizando nuevas prácticas, evitando ser presas fáciles de los
intereses movilizados contra la organización popular en armas.
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En "fila india" guerrilleros del Bloque Sur de las FARC-EP. Foto: Dick E. |
Desde su posición de fuerza
es que la guerrilla se pronuncia públicamente sobre las elecciones de mañana y
lo hace a través de un comunicado publicado ayer mismo, casi en las vísperas de
esa contienda electorera.
En ese comunicado la
guerrilla critica a la Registraduría Nacional del Estado Civil. Según
las FARC, la entidad encarna a “la oligarquía que mal gobierna al país” por
cuanto “es uno de sus mayores exponentes” dado “el clientelismo, fraudes,
trapisondas, manipulación y engaño a través de los medios de comunicación,
compra de votos, traslado de votantes, utilización de cédulas falsas y de
personas fallecidas”. Todo ello fácilmente comprobable, porque sabemos que en
Colombia jamás las elecciones fueron verdaderos actos democráticos.
IRONÍA SOBRE LOS COLOMBIANOS más corruptos, es decir los congresistas. Tengamos
en cuenta que una considerable parte de ellos están detrás de las rejas,
sentenciados por la
Corte Suprema de Justicia en casos de “Para-política”. Fueron
esos casos que por más que se haya pretendido silenciar, la evidencia los dejó
al desnudo. Cómplices emblemáticos de haber sido los mismos patronos o capos
del para-militarismo, que fuera utilizado como fuerza asesina local o regional
en las campañas electorales anteriores. Y nada indica que no actuarían de la
misma manera en esta campaña que culmina mañana
“Un
´honorable´ senador y gran elector, lo resumió para la posteridad en letras de
piedra: “Una sola alcaldía es mejor negocio que el narcotráfico”. Eso da idea
del tamaño de la corrupción en Colombia. (…) Ellos mismos y sus jefes
empotrados dentro del aparato del Estado, pretenden endosarle a la guerrilla
revolucionaria el saboteo al acto “democrático”, desviando el foco de la
atención y engañando de esta forma a la opinión”, dicen las FARC-EP con
claridad sarcástica.
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La guerrillera Marlene. FOTO: D.E. |
ANTE ESA GRAVE SITUACIÓN LA GUERRILLA llama a la población a abstenerse en las
elecciones, por no brindar garantía el estado, mucho menos instituciones
honestas. En vez de aceptar billetes por un voto comprado por el terrateniente,
el ganadero o los industriales, las FARC-EP convocan a las masas populares a
reforzar e intensificar la lucha político-social:
“Coherentes
con estos razonamientos y consecuentes con nuestros planteamientos a lo largo
de esta larga jornada por la democratización y liberación de nuestra patria,
llamamos al pueblo colombiano a la abstención. A persistir en la movilización
de masas por la defensa de sus reivindicaciones y de sus derechos e incrementar
la lucha por el cambio de las costumbres políticas en nuestro país”.
Las FARC-EP hacen una
importante distinción en su llamamiento al pueblo. Exigen que no repriman a la
izquierda legal en la contienda electoral, una izquierda que ha pagado una
terrible cuota de sangre por ejercer el derecho constitucional a ir a las
urnas, enterrando miles de los mejores cuadros del pueblo en la guerra sucia no
declarada de una oligarquía asesina en Colombia:
“Y
llamamos a aquellos que han decidido participar, a no votar por los
representantes de los partidos de la oligarquía, enemigos del pueblo y
verdaderos responsables de la violencia, corrupción e injusticias que azotan a
Colombia. (…) De nuestra parte respetaremos la voluntad ciudadana de votar por
quien se desee”.
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Una de miles de vìctimas por el paramilitarismo. |
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ESTO MARCA UNA DIFERENCIACION ENTRE los candidatos que no son paramilitares o
servidores del Poder Fáctico local, que muchas veces se mueven en los mismos
senderos de la mafia o el crimen organizado. Las FARC-EP aseguran que harán
todo lo posible para impedir la elección de representantes paramilitares:
“Impediremos
sí, la presencia de candidatos reconocidos del paramilitarismo en nuestras
áreas de influencia y nos opondremos por todos los medios a que cualquier
candidato nos utilice en sus campañas, o para apoyar candidatos de los partidos
del oficialismo, a la vez que contribuiremos a la creación de mecanismos de
control popular que fiscalicen la gestión de los elegidos, de forma
permanente”.
En continuación reproducimos el comunicado
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FUERZAS ARMADAS
REVOLUCIONARIAS
DE COLOMBIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO
FARC – EP
e aproxima el 30 de octubre y con él la fecha de los comicios electorales
en los que se elegirán “representantes” a los cuerpos colegiados de Asambleas
Departamentales y Concejos Municipales, Alcaldes y Gobernadores. Se presume que
en dichas elecciones, el pueblo elige a sus gobernantes y que estos gobernaran
en nombre y por voluntad de los gobernados.
Aparentemente, estos comicios son un acontecimiento democrático en el que
se “renuevan” las instituciones y se eligen los “representantes” del pueblo.
Pero, vale la pena preguntarse: ¿realmente esto sí es así?
¿Será que esos “representantes”, sí representan al pueblo colombiano,
como suele decirse?
¿Será que el alcalde sí es el representante de los intereses de toda la
municipalidad y el Gobernador quien representa a todos sus gobernados?
En nuestra opinión y en la de muchos otros colombianos, esto no pasa de
ser uno más de los mitos estatales con los que se trata de ocultar una verdad
de a puño: que la “democracia representativa” es el gobierno de la clase
dominante y de la clase en el poder.
Por lo menos en Colombia nadie podrá negar, en primer lugar, que las
elecciones son tramposas y que sus resultados son espurios, en segundo lugar,
que la mal llamada “representación”, excluye al pueblo del gobierno de la
nación, y, en tercer lugar, que la gestión pública queda siempre en manos de
los testaferros políticos, de las mafias del narcotráfico, de las mafias de la
corrupción, de las mafias de los contratistas, de las mafias paramilitares, o
de las mafias que defienden intereses de multinacionales extranjeras y, otra
vez, de las clases dominantes.
Nuestro pueblo no puede seguir dejándose engañar más. Con muy pocas y
honrosas excepciones de representantes de partidos y movimientos de izquierda,
la verdad es que la totalidad de los representantes de la coalición gobernante,
no son portadores de ideas ni de programas que beneficien la nación, solo
aspiran a lograr posiciones. Son electoreros, empresas electorales y nada más.
Participan en las elecciones con el fin de obtener una curul o un puesto
público para enriquecerse, o para servir a intereses de los enemigos del
pueblo. Ya un “honorable” senador y gran elector, lo resumió para la posteridad
en letras de piedra: “Una sola alcaldía es mejor negocio que el narcotráfico”.
Eso da idea del tamaño de la corrupción en Colombia.
Dentro de las muchas instituciones podridas que en Colombia sirven de
sostén a este régimen tan injusto de las mafias y de la oligarquía que mal
gobierna al país, la
Registraduría es uno de sus mayores exponentes: clientelismo,
fraudes, trapisondas, manipulación y engaño a través de los medios de
comunicación, compra de votos, traslado de votantes, utilización de cédulas
falsas y de personas fallecidas, violencia de la fuerza pública y participación
abierta del paramilitarismo, (incluyendo la participación desvergonzada de sus
jefes desde las cárceles), etc., así como la ausencia de garantías para
adelantar una real oposición al régimen político y al establecimiento, son los
componentes que al final determinan los resultados, y no la voluntad popular.
Toda esta podredumbre, per sé y de ahora, ilegitima los resultados,
cualquiera que ellos sean, y es esta realidad, de la que son cómplices la
mayoría de los dirigentes y partidos políticos participantes, los verdaderos
saboteadores del proceso eleccionario, pese a lo cual, ellos mismos y sus jefes
empotrados dentro del aparato del Estado, pretenden endosarle a la guerrilla
revolucionaria el saboteo a las mismas, desviando el foco de la atención y
engañando de esta forma a la opinión.
Coherentes con estos razonamientos y consecuentes con nuestros
planteamientos a lo largo de esta larga jornada por la democratización y liberación
de nuestra patria llamamos al pueblo colombiano a la abstención. A persistir en
la movilización de masas por la defensa de sus reivindicaciones y de sus
derechos e incrementar la lucha por el cambio de las costumbres políticas en
nuestro país.
Y llamamos a aquellos que han decidido participar, a no votar por los
representantes de los partidos de la oligarquía, enemigos del pueblo y
verdaderos responsables de la violencia, corrupción e injusticias que azotan a
Colombia.
De nuestra parte respetaremos la voluntad ciudadana de votar por quien se
desee.
Impediremos sí, la presencia de candidatos reconocidos del
paramilitarismo en nuestras áreas de influencia y nos opondremos por todos los
medios a que cualquier candidato nos utilice en sus campañas, o para apoyar
candidatos de los partidos del oficialismo, a la vez que contribuiremos a la
creación de mecanismos de control popular que fiscalicen la gestión de los
elegidos, de forma permanente.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR
Montañas de Colombia, Octubre de 2011
¡CONTRA EL
IMPERIALISMO – POR LA PATRIA
¡
¡CONTRA LA OLIGARQÍA – POR EL
PUEBLO!
¡HASTA LA VICTORIA– SOMOS FARC-EP!