Es
notoria una mayor coordinación del movimiento popular en Colombia;
indígenas, campesinos, estudiantes, sindicalistas, trabajadores,
educadores y trabajadores de la cultura, entre muchos otros, juntan
esfuerzos alrededor de derroteros comunes
También se ven marchas estudiantiles, campesinas, de mineros, trabajadores petroleros, educadores, de usuarios del transporte masivo, que se manifiestan por condiciones dignas de vida y trabajo.
Según dirigentes sociales y políticos de izquierda, se asiste a un momento de auge de la lucha social en Colombia y de inconformidad por la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo y la agenda legislativa del actual Gobierno.
Para conocer más acerca de las dinámicas organizativas del movimiento social, sus políticas y la agenda de movilización, VOZ habló con Carlos Arturo García, integrante de la comisión operativa de la Coordinación de Organizaciones y Movimientos Sociales de Colombia, Comosocol.
–¿Cómo se llega al nivel organizativo y de coordinación que tienen las organizaciones sociales hoy en Colombia?
–Por iniciativa en su momento de la Gran Coalición Democrática, se convocó una reunión ampliada en febrero de 2011. Allí se hizo una valoración de la lucha social en Colombia. En los últimos años se ha asistido a tres momentos muy importantes: la Minga social y comunitaria en 2008; la Marcha Patriótica en 2010, en el contexto de la conmemoración del bicentenario y el Congreso de los Pueblos en 2010, que permitió mayor articulación del movimiento social y popular.
Estos tres escenarios generaron la articulación de la movilización. Por consiguiente, surgió la necesidad de elevar los niveles de articulación y coordinación del movimiento social, y se creó Comosocol, que ha articulado una agenda nacional de movilización con una importante respuesta porque logró coordinar y nuclear las experiencias de la lucha social en el país.
Unidad para avanzar
–¿Qué acciones iniciaron a desarrollar?
–Entre sus primeras tareas estuvo la defensa del Páramo de Santurbán, en la que se realizó una gran movilización con la asistencia de alrededor de 50 mil marchantes en Bucaramanga, y se logró frenar la explotación de oro.
Posteriormente hubo una serie de movilizaciones coordinadas por los maestros y el movimiento estudiantil universitario, que en abril rechazó la reforma a la Ley 30.
Luego se dio el Encuentro Nacional de Comunidades Campesinas, Indígenas y Afrodescendientes por la Tierra y la Paz de Colombia, que se realizó en Barrancabermeja; el evento puso en discusión en el ámbito nacional el tema de la solución política negociada del conflicto. Se articulará en las regiones a partir de las constituyentes regionales en la vía de construir una gran constituyente por la paz.
Después de estos encuentros y con base en la fortaleza de los procesos, se decide avanzar en la preparación de un paro cívico nacional.
–Son varias las condiciones que hacen que el movimiento sea muy heterogéneo, ¿qué puntos clave logran unirlos?
–El Comosocol está conformado por las diferentes plataformas que ponen en el escenario nacional la movilización y la protesta social. Convergen el Congreso de los Pueblos, la Marcha Patriótica, la Central Unitaria de Trabajadores, la Organización Colombiana de Pensionados, la Minga Indígena, la Comisión Colombia No Bases, el Polo Democrático Alternativo, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado y un sinnúmero de organizaciones que sienten la necesidad de unirse para coordinar.
Los ejes básicos de unión son la confrontación de las medidas adoptadas por el actual Gobierno en la agenda legislativa y el Plan Nacional de Desarrollo. Además, generar un espacio de discusión acerca de la violación y vulneración de los derechos fundamentales de los colombianos.
–Los colombianos asisten a una serie de estallidos sociales en diferentes municipios pero sin coordinación, ¿han discutido sobre esto?
–Desde el Comosocol hemos evaluado esas explosiones sociales espontáneas como muy importantes. Esa actitud espontánea obedece a situaciones de ahogo frente a la situación de calamidad que se vive por el efecto de la aplicación del neoliberalismo. El tema de servicios públicos, se anuncian más privatizaciones, y la gente entiende que eso significa incremento de las tarifas y venta del patrimonio público. Eso ha generado estas respuestas. Hemos dicho que hay que acercar a estos sectores para construir unidad, acumular, generar dinámicas de mayor debate, articulación y cohesión de una gran fuerza de cara al paro cívico nacional.
Plan de movilización
–¿Qué agenda de movilización y eventos de discusión tienen planeado desarrollar en lo que resta de 2011?
–Está el Congreso Nacional de Tierras Territorios y Soberanía, que se realizará en Cali del 30 de septiembre al 4 de octubre. Evento muy importante por ser un espacio de reflexión académica, debate de los sectores sociales y populares frente a temas como la tenencia de la tierra; el desalojo; la expulsión de las comunidades de sus parcelas, acciones aupadas por el Gobierno, los terratenientes, los megaproyectos liderados por transnacionales y correspondidos por la lógica del desarrollo del proyecto paramilitar en Colombia.
El encuentro terminará con una marcha itinerante desde Cali a Cajamarca, donde se sentará una voz de protesta frente al proyecto de explotación de oro en la mina La Colosa, que generaría un gran daño ecológico.
También está planteada una jornada nacional del 7 al 12 de octubre, para generar mayores espacios de compromiso y participación de quienes han desarrollado la lucha social en Colombia.
El 7 de octubre está el paro nacional estatal, para rechazar las políticas que este Gobierno implementa contra los trabajadores públicos.
El mismo día se dará la Marcha Mundial por el Trabajo Decente, coordinado por la CSI y donde la CUT, en coordinación con las otras centrales, saldrá a reivindicar los derechos fundamentales de los trabajadores.
Está la Caravana Internacional en solidaridad con los trabajadores petroleros en Puerto Gaitán, donde hay manifestaciones de los obreros y las comunidades.
También la jornada del 12 de octubre que se hará con derroteros de orden político: la paz y la soberanía; contra el Plan Nacional de Desarrollo y contra el capitalismo. La jornada busca un punto de encuentro entre las organizaciones sociales y las comunidades para hablar de las soluciones a problemas como los servicios públicos, la seguridad, la violación de derechos humanos. No será la marcha clásica, sino que en el caso de Bogotá se harán concentraciones en cinco puntos.
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