En la historia del papado al período comprendido entre el nombramiento de Sergio III en 904 y la muerte de Juan XII en 964 se le denomina Saeculum Obscurum (la edad oscura) aunque es más conocido como Normas de las putas o Pornocracia tal como recogió en sus Anales Eclesiásticos el cardenal e historiador del siglo XVI Cesare Baronio. Durante este período los Papas estuvieron bajo la influencia de dos prostitutas: Teodora y Mazoria, madre e hija.
Tras la muerte de León V, apoyado por la familia Spoleto y por su primo Teofilacto, senador y magister militum de Roma, se elige nuevo Papa a Sergio III en 904. Como recompensa Teofilacto fue nombrado vestararius (el que controlaba las finanzas) y más tarde cónsul, y su esposa senatrix de Roma. Teodora, la esposa de éste, también apoyó al nuevo Papa… pero desde la cama, donde le ayudaba
a tomar las decisiones más importantes. Con 15 años, y siguiendo los
pasos de la madre, Mazoria también pasó por la cama del Papa con el que
llegó a tener un hijo, Juan. Tras la muerte de Sergio III, Teodora nombraría a los tres siguientes: Anastatius III (911-913), Lando (murió después de 6 meses) y a Juan X en 914. Dos años más tarde fallecía Teodora y Mazoria tomaba el relevo.
Además de Juan, Mazoria tuvo otro hijo, Alberico II, con su primer marido Alberico I de los Spoleto. Los discrepancias con Juan X llegaron al poco tiempo y utilizando el poder de su segundo marido, Guy de Toscana,
lo encarceló y falleció en extrañas circunstancias mientras estaba en
prisión. Igual que hizo su madre eligió a los tres siguientes Papas: León VI (durante siete meses en 928), Esteban VII (928-931) y a Juan XI (931-935) (el hijo que había tenido con Sergio III). Su hijo, otorgándole el poder absoluto, la nombró senatrix Patricia Romanorum.
Tras el fallecimiento de su segundo marido, Mazoria intentó seguir
ganando poder casándose con Hugo, rey de Italia, pero había un pequeño
gran problema… pequeño porque aunque necesitaba anular su matrimonio su
hijo era el Papa y gran porque su otro hijo, Alberico II, lideró la
oposición a aquella boda.
Alberico II asumió el título de príncipe y senador de los romanos
y gobernó Roma. El día de los esponsales de su madre con el rey Hugo
mandó apresarla y la encerró hasta su muerte en 936. El hijo asumió el
papel de la madre y continuó eligiendo Papas hasta que en 955 nombró a
su propio hijo, y por tanto nieto de Mazoria y bisnieto de Teodora, Juan XII que ocupará el trono de San Pedro hasta 964.
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