LAS MIL Y UNA NOCHES
La colección de cuentos orientales titulada "Las Mil y Una noches", fué dada a conocer por vez primera a comienzos del siglo dieciocho,correspondiendo al arqueológo francés Antonio Galland el mérito de acercar a la curiosidad europea ese tesoro de maravillas exóticas.
En oriente ya tenian entonces "Las Mil y Una noches" una tradición de siglos. Unos dicen que su origen se halla en una obra del siglo ocho titulada "Mil cuentos". Otros aseguran que se trata de una recopilación de historias persas de los siglos nueve y diez, en las que aparecen Scheherazada, Simbad el Marino y otros muchos personajes de Las Mil y Una Noches.
No faltan tampoco los que dicen que la famosa compilación fué hecha en Siria, de cuentos escritos en árabe vulgar, y hasta hay quienes creen que su verdadero se halla en colecciones de narraciones sánscritas.
Si nos hemos de atener a las opiniones más autorizadas tenemos que aceptar que el proceso constitutivo se inicia en algunos cuentos indo-persas de mediados del siglo ocho que traduce y adapta al Arabe un poeta de la corte de Harún al Raschid.
Por adulación de cortesano o por obligación de funcionario oficial el traductor y adaptador incluyó entre los héroes de sus cuentos al propio Sultán, a su esposa Sobeida, a sus visires, favoritos y eunucos principales, con lo cual la obra adquirió nuevo aspecto y empezó a tomar el carácter eminentemente árabe que tiene.
A las adiciones que reciben las narraciones en Bagdad, se agregan otras en el Cairo. Si Bagdad era la Corte de Harún al Raschid, El Cairo era el centro espiritual del Islamismo y desde alli, llevadas por las caravanas, se extendieron por todo el mundo árabe.
Hacia el siglo quince Las Mil y Una Noches alcanzan su forma actual después de recibir influencias de otras literaturas orientales, especialmente de la hebrea.
Esto nada quiere decir en contra de la originalidad de la obra y la del pueblo árabe al darle forma. Forma maravillosa porque, deslumbrado por la contemplación de las civilizaciones de Bizancio, de Persia y de la India, el árabe, pueblo pobre, dejó correr su ardiente fantasia como el volcán deja correr la lava que, en su impetu incontenible, va formando figuras magnificas, extrañas, estupendamente hermosas o estupendamente horribles.
El resultado de es desbordamiento de imaginación del pueblo de Mahoma fué la creación de un mundo en el que todos, grandes y chicos,letrados e ignorantes, ricos y pobres, han hallado, hallan y hallarán distracción, atracción, alas para soñar y base para filosofar. ¡Maravilloso mundo el de Aladino, de Ali Babá, de Simbad el Marino, de los genios, altos como montañas, de los palacios que brotan de la tierra solo con que un muchacho frote con sus manos una lámpara de cobre, de las montañas de imán, de las cuevas llenas de perlas y diamantes, de los árboles que cantan, de las princesas, hermosas como la luna!
Toda esa multitud inquieta, gesticulante, locuaz, apasionada; todas esas empresas de amor, de ensueño, de picardia o de guerra; toda esa geografia arbitraria; todo lo que llena las páginas de Las Mil y Una Noches, forma una de las obras maestras de la ficción humana,con la que el pueblo árabe, su verdadero autor, ha adquirido universal renombre.
La originalidad de los temas, la novedad de los ambientes, la simpatia de los personajes se impusieron y Scheherazada y sus gentes fueron y siguen siendo motivos de inspiración para pintores,poetas, músicos y escritores, de tal modo que puede asegurarse que no hay obra que gane en popularidad a Las Mil y Una Noches.
Cosa poco extraña en paises de cultura hispano árabe.
Sabido es el poderoso influjo que siete siglos de dominación musulmana ejercieron en la Peninsula Ibérica. Tan grande fué, que los cristianos, incluso los reyes a veces, se dejaron vencer por él y muchos, de los más ilustres contribuyeron deliberadamente a difundir la cultura del invasor, como Alfonso el Sabio, que mandó traducir el Corán, entre otras obras y fundó escuelas, en que enseñaban, a la vez, maestros cristianos, moros y judios. Cosa semejante se hizo en Portugal, y es indudable que a esa influencia se debe el hecho de que en la obra cumbre de la literatura lusitana, Os Lusiadas, se hallen claras reminiscencias de cuentos o leyendas árabes, como se hallan, también, en La Divina Comedia.
¿Qué es, en definitiva, lo que palpita en las páginas maravillosas? ¿El alma del Oriente? Es el alma del Oriente, pero es también el corazón de la mujer. Si el alfanje del verdugo decapitase a la débil Scheherazada desapareceria el principal encanto de Las Mil y Una Noches. Lo que nos cautiva es su gracia, que la hace supervivir y vencer.
Veamos como empezó el asunto, este largo asunto de años que es la historia de Las Mil y Una Noches, la historia del rey Schariar y de su hermano el rey Schazamán.
Léese en historias muy antiguas, que un rey Sasanida, sabio y prudente, queriendo premiar, a la hora de su muerte, la bondad y la inteligencia de sus dos hijos, a quienes queria igualmente, dividió entre ellos su reino dándole el primogénito, llamado Schariar, el trono de Persia y al segundo, llamado Schazamán, el de Samarcánda.
Vivieron separados veinte años y al cabo de ellos sintió Schariar vivos deseos de que su hermano fuese a visitarle. Schazamán accedió gustoso, mandó preparar caballos, servidores y todo lo necesario para el largo viaje y se despidió de su esposa dispuesto a emprender la jornada.
Olvidósele uno de los regalos que a su hermano llavaba, volvió a buscarlo, y suponiendo que su esposa dormia y no queriendo despertarla, entró sin hacer ruido, hallándose con la sorpresa de que la reina, en vez de descansar, estaba en intimo coloquio con uno de sus esclavos al que habia admitido en su alcoba, pensando que el buen Schazamán estaba ya lejos, camino de Persia.
Degolló el rey a los traidores, emprendió entristecido el viaje y aunque le alegró encontrar a su hermano la alegria no era bastante para consolarlo. Y hasta la música y las danzas eran para él motivo de pesadumbre.
--¿Por qué estás triste, hermano mio?, le preguntaba Schariar...
¿No estás cómodo en mi casa? ¿O es que sientes la nostalgia de las caricias de tu esposa?
Schariar le organizaba cacerias pero Schazamán no queria ir a ellas.
Un dia accedió a ir a una, pero al final decidió volver a Palacio y abandonó a los alegres cazadores.
Y vió que la esposa de su hermano hacia lo que la suya habia hecho, rodeada de veinte esclavas blancas y veinte esclavos negros.
Schazamán se consoló con la ajena de su desgracia y cuando su hermano volvió lo encontró ya menos triste.
Pero, de confidencia en confidencia, llegó Schazamán a comunicar a Schariar lo que habia visto.
Entonces los dos decidieron alejarse juntos de aquellas maldades y prometieron no volver hasta que encontrasen a alguien más desgraciado que ellos.
Descansaban de las fatigas del viaje a la sombra de un árbol cuando observaron que el mar empezaba a agitarse y a formar una columna de humo de la que brotó un genio enorme, un gigante imponente que llevaba sobre la cabeza una gran caja de acero.
De la caja salió al punto una joven hermosisima, rubia como los rayos del sol y vestidas de ricas sedas.
--¡Siéntate, deliciosa criatura! le dijo el genio. Siéntate hermosa niña a la que rapté la noche misma de su boda. Deja que mi cabeza descanse un momento sobre tu regazo. Obedeció la joven y el genio se quedó dormido.
Al rato, la hermosa vió a Schariar y Schazamán, que observaban la escena ocultos en el ramaje de un árbol, y les llamó.
--¡Bajad, bajad de ahi! les dijo, por señas, para que el genio no se despertase... Y depositando suavemente en el suelo la cabeza de su dueño y carcelero entabló amistoso diálogo con los desconocidos a los que a poco pidió como recuerdo los anillos que llevaban...
--¿Para qué quieres nuestros anillos? ¿Qué piensas hacer con ellos?
Ella sacó entonces de su seno una sarta de sortijas en las que colocó las dos que acababa de pedir,y explicó:
--El dueño de cada uno de ellos ha sido mi amante. Con los vuestros son cien los que aqui tengo. Esto quiere decir que cien veces he burlado al genio malvado que ahi duerme sin que le haya servido de nada su precaución de tenerme encerrada en una caja de acero y la mayor parte del tiempo escondida en el fondo del mar. Y es que el genio ignoraba, como la mayor parte de los hombres, que no hay nada que pueda impedir a una mujer satisfacer su deseo.
Acabada la aventura, dijo Schariar a su hermano:
"Si esto le ocurre a un genio del mal, poderoso y feroz, realmente no podemos quejarnos nosotros de la traición de nuestras mujeres, a las que no encerramos en cajas ni ocultamos en el fondo del mar.
--¿Reconoces, pues, que hay alguien más desgraciado que nosotros?"
--Lo reconosco, y como recuerdo la condición que me has puesto al salir de palacio, acepto que volvamos...
Cuando llegaron los dos reyes a la capital de Persia, Schariar ordenó que se presentase ante él su esposa y todas las esclavas que tenia a su servicio. Y sin hacer caso de sus ruegos y lágrimas, mandó al verdugo que alli mismo les cortase la cabeza a todas, empezando por la adúltera. Y cumplida asi su venganza y convencido de que no existia mujer cuya fidelidad pudiese acreditarse, dió orden de que cada noche, a partir de entonces, le fuese presentada una joven virgen,que seria degollada al amanecer del dia siguiente.
Durante tres años se cumplió al pie de la letra esta bárbara ley del desilucionado monarca. Todas las regiones de su reino se cubrieron de dolor y de espanto porque a todas ellas llegaban los emisarios del rey en busca de mujeres que habian de ser sacrificadas, hasta que el Visir un dia, no encontrando ya presas que ofrecer, llegó a su casa apesadumbrado.
El visir tenia dos hijas hemosas, llenas de perfecciones, de gracia y encanto. La mayor se llamaba Scheherazada y la menor Dinarzada. Y la mayor habia leido mucho, conocia la historia antigua, las obras de los poetas, sabia muchas costumbres y leyendas de pueblos exóticos y era muy agradable oirla hablar.
--¿Por qué estás asi, padre mio? ¿qué te aflige? --le dijo--. Consuélate. No hay nada que dure siempre. Ningún mal deja de tener remedio.
El visir explicó entonces a su hija la causa de su temor, que era la que el Rey le castigase por no poder seguir satisfaciendo sus bárbaros deseos.
--¡Por Alá, padre mio! No te aflijas por eso. Llévame a mi al palacio del Rey.
Consintió el padre, aunque muy temeroso, y cuando ya Scheherazada se habia descubierto el rostro ante el Sultán, Schariar quedó sorprendido al ver que las lágrimas rodaban por sus mejillas.
--¿Cómo? Tu padre me habia dicho que venias voluntariamente a ser mi esposa... ¿por qué lloras, entonces?
--Lloro,señor, porque quisiera que mi hermana estuviera cerca de mi esta noche, para darle al amanecer, mi último adiós...
Accedió el Rey y Dinarzada fué instalada en la cámara vecina a la alcoba real.
Al amanecer --conforme a lo que las dos hermanas habian previamente convenido--Dinarzada le pidió a su hermana que le contase una historia...
--De buena gana, siempre que nuestro amado rey me lo permita... Schariar concedió el permiso, porque ya a aquella hora no podia dormir y Scheherazada comenzó...
--...Pues, señor... ¡Oh rey afortunado...! Esto era un mercader, que era dueño de grandes riquezas y que tenia negocios comerciales en distintas localidades...
Pero al llegar a un punto de la narración,precisamente cuando el mercader se encaminaba a un bosque en que un cruel genio le esperaba para degollarlo con su alfanje, mientras Dinarzada, celebraba el ingenio del cuento,Scheherazada dijo:
--Mucho más interezante es lo que sigue, como podrás ver la próxima noche, si nuestro muy amado rey me deja vivir hasta entonces..
Schariar, cautivado --no se sabe bien si por la narración o por la narradora-- dejó el final el final del cuento para la noche siguiente y cuando llegó al Consejo y el Visir, lleno de ansiedad, le miró, esperando la noticia fatal de la muerte de su hija, le dirigió una mirada sonriente y amistosa, que le dejó sumido en la mayor confusión y esperanza.
Llegó la segunda noche, y la tercera, y mil y una noches en las que Schegerazada contó la historia del anciano y la gacela, y la de la mujer asesinada y las tres manzanas, y la del jorobado, el sastre, el judio y el cristiano; y las de los siete hermanos del barbero, y las de los siete viajes de Simbad el Marino, y la del caballo de ébano y el durmiente despierto, y la de Ali Babá y los Cuarenta ladrones, y la de Aladino y la lámpara maravillosa, y la del muchacho testarudo y su hermana la de los pies pequeños...
Y cuando pasaron mil noches, a la mil una, Scheherazada que debia ya tener alguna confianza con el Sultán, le planteó una cuestión inesperada:
--"Durante mil noches y una te he contado cuentos. ¿Estás contento? Y mientras Schariar contestaba, Dinarzada se deslizó con ligerez y volvió acompañada de una nodriza que conducia tres niños, uno en brazos y los otros gateando junto a su falda porque apenas sabian andar.
Y todo acabó como en los cuentos de hadas o como en las peliculas. Fueron felices y jamás hubo iluminaciones más espléndidas para celebrarlo, ni banquetes más abundantes, ni alegria más entusiasta.
Schariar fue un rey modelo de virtudes y Scherazada la reina más gererosa y buena.
A pesar de todo, "la pusieron en solfa".
Pero el que la puso fué Rimski Korzkov y, como era uno de los más geniales intérpretes del alma de oriente, hizo de la figura de Scheherazada, ya de por si inmortal, uno de los más maravillosos poemas musicales de todos los tiempos...
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