La Derecha Latinoamericana, actúa

Noel Manzanares Blanco

La ¿democrática? destitución de Fernando Lugo en Paraguay, es señal inequívoca./ Puede hacerse otro intento contra Evo Morales en Bolivia./ ¿Acaso la Alianza del Pacífico esconde la inocenCIA frente al ALBA y la CELAC?/ Wikileaks vuelve con sus luces

Todo indicaba que, cuando el mapa político de Nuestra América decía adiós a los sangrientos regímenes militaristas que asesinaron a miles y miles de personas a través de la tortura y desapariciones como manifestación del terrorismo de Estado, la asonada vs. la institucionalidad había ido al basurero de la Historia.

Sin embargo, hubo una alerta: me refiero a los atentados periódicos contra la Revolución Bolivariana en Venezuela, al esfuerzo recurrente por desestabilizar al Gobierno legítimo en Bolivia, a la reacción que sacó de la escena oficial a las fuerzas progresistas en Honduras y al fallido cuartelazo adverso a la Revolución Ciudadana en Ecuador.

Así, poco debe extrañar que hace apenas unos días 39 de los 43 senadores presentes en el legislativo paraguayo hayan entendido que Fernando Lugo ─elegido por voluntad popular a la presidencia del país sudamericano y reconocido por el concierto estatal del Sur del Río Bravo─ fuera “indigno” de ser el primer mandatario en Paraguay. Como respuesta inmediata, él manifestó:

Fernando Lugo no es el que recibe un golpe. Hoy no es Fernando Lugo el que es destituido, es la historia paraguaya, su democracia, la que ha sido herida profundamente. En la que han sido transgredidos todos los principios de la defensa de manera cobarde, de manera alevosa, y espero que sus ejecutores tengan presente la gravedad de sus hechos.

No obstante, como siempre he actuado en el marco de la ley, aunque ésta haya sido torcida por unas frágiles ramas al viento, me someto a la decisión del Congreso y estoy dispuesto a responder siempre con mis actos como ex mandatario nacional.

A propósito, circula un documento revelador de que la sentencia contra Lugo estaba pactada, lo que hace comprende mejor el porqué el juicio político que destituyó al Presidente de marras duró apenas minutos; al tiempo que un Cable estadounidense de 2009 exponía el plan para derrocar a Lugo, según Wikileaks.

Cuba condenó enérgicamente el Golpe de Estado parlamentario en Paraguay por medio de una nota que hace ver cómo esa acción antidemocrática se suma a la larga lista de atentados contra la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos, siempre realizados por las oligarquías con la autoría, la complicidad o la tolerancia del Gobierno de los Estados Unidos; aunque la Isla mantendrá su colaboración médica, estrictamente humanitaria, al servicio de la población de ese país y, por tanto, el Centro Oftalmológico de María Auxiliadora, que ha ayudado a recobrar o mejorar la visión a 18 mil paraguayos, continuará sus labores mientras sea necesario.

Obviamente, asumo como propia la condena del Gobierno de La Habana.

Paralelamente, la ministra de Comunicación de Bolivia, Amanda Dávila, advirtió sobre un posible escenario de golpe de Estado que se estaría configurando en contra del presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, incentivado por grupos políticos que aprovechan la reivindicación salarial de los policías. “Nos llama la atención que los policías estén metiendo armas en unidades policiales”, afirmó según trascendidos de prensa.

Entretanto, se desarrolla la Alianza del Pacífico conformada por Chile, Colombia, Perú y México, de acuerdo con una propuesta que se dio a conocer en Lima, capital del tercer país antes mencionado, el 28 de abril del 2011 como expresión de un proyecto de iniciativa del entonces presidente peruano Alan García Pérez ─vivo reflejo de los más profundos sentimientos antipopulares.

La intención de esta alianza es “alentar la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad” de las economías de sus naciones, a la vez que se comprometieron a “avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas” ─consta en Wikipedia/ La Enciclopedia Libre.

Pero el título La “Alianza del Pacífico”: un reimpulso liberal en América Latina  de Ignacio Kostzer, asegura que la aparición de ella viene a terminar con un período de “repliegue táctico” de la política exterior de los gobiernos liberales en el continente; al tener en cuenta que tras la caída del ALCA en la Cumbre de las Américas del año 2005, asistimos a un contexto regional donde la iniciativa política ha estado fundamentalmente del lado de los gobiernos del MERCOSUR (sobre todo Brasil y Argentina) y del ALBA (especialmente Venezuela y Ecuador).

Carece de casualidad, pues, el Comunicado de países del ALBA  que deja constancia de que sus miembros condenan y repudian categóricamente el golpe de Estado que se ejecutó el 22 de junio último, mediante el supuesto juicio político, sumarísimo, incumpliendo normas elementales del debido proceso y violentando el más básico derecho a la defensa del Presidente Constitucional de la República, Fernando Lugo, a quien se le dio apenas 2 horas para presentar su defensa.

En la ocasión, los integrantes de la Alianza Bolivariana significan que entre las insólitas acusaciones contra el Presidente Lugo se incluyeron temas tales como: haber firmado un Protocolo por la Democracia en MERCOSUR, haber permitido una reunión de jóvenes en una instalación militar y ser el responsable de la muerte de personas en un desalojo que ni siquiera fue solicitado por el gobierno, sino por la función judicial ─amén que el libelo acusatorio planteó que no era necesaria la presentación de pruebas de ninguna de las acusaciones.

Por mi parte, recordé ¿Qué distingue al ALBA como modelo integracionista? donde acoto cómo ante la crisis multilateral que afecta al mundo y agravó la contracción monetaria internacional, los estadistas de esta agrupación en su Cumbre en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, en el 2009, acordaron lo referido al Sistema Unitario [en lugar de Único] de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), que entró en vigor el primero de enero del año siguiente, estableciendo así un mecanismo financiero que le permitirá abandonar la dependencia del devaluado dólar estadounidense.

Asimismo, que en ese foro en Cochabamba se dejó establecidos los principios fundamentales que rigen el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), para desarrollar el comercio regional basado en la complementariedad, la solidaridad y la cooperación para “el vivir bien”, diametralmente opuesto a los efectos negativos que para México ha tenido su inserción en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá, pues se había disparado el nivel de pobreza en el país azteca, estimándose que alcanzaba a 54 millones de los 105 millones de habitantes de la Patria de Benito Juárez.

Igualmente, indiqué tres acuerdos cardinales del ALBA, a saber:

1) Extender de forma sistemática los servicios educativos en los países miembros hasta alcanzar la cobertura total, a fin de garantizar el acceso a la educación primaria universal y avanzar en el acceso a la educación secundaria.

2) Continuar el “Proyecto Grannacional ALBA Cultural” y el fortalecimiento de la “Empresa Grannacional Fondo Cultural del ALBA” para seguir defendiendo la identidad y diversidad cultural de nuestros pueblos y favoreciendo el desarrollo cultural, como herramienta básica del proceso de construcción de la unidad latinoamericana y caribeña.

3) Iniciar a principios del 2010 las negociaciones del Tratado de Comercio de los Pueblos, con el mandato de analizar, entre otros temas, el proceso de integración de la Alianza, el estatus de las relaciones bilaterales y de otro tipo de los países miembros.

Por demás, reconocí que el quehacer de la Alianza Bolivariana en el plano internacional constituye un esfuerzo/tributo de sus líderes en lo devenido Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que nació en Caracas los días 2 y 3 de diciembre pasado. Ello amparó mi rótulo Raíces Bolivarianas de la CELAC.

Así, he tratado de ilustrar, grosso modo, el porqué la Derecha Latinoamericana actúa como complemento a la posición histórica del Águila Imperial ante el empuje progresista y revolucionario en nuestra región.