Roberto Pineda
La construcción de una estrategia de los sectores populares para
lograr la hegemonía cultural sobre la sociedad salvadoreña exige el
conocimiento de uno de sus principales aparatos de dominación
ideológica, la Universidad de El Salvador en particular, y el sistema
universitario, en general.
Introducción
La construcción de una estrategia de los
sectores populares para lograr la hegemonía cultural sobre la sociedad
salvadoreña exige el conocimiento de uno de sus principales aparatos de
dominación ideológica, la Universidad de El Salvador en particular, y el
sistema universitario, en general. A continuación abordamos este
urgente problema estratégico de la conducción revolucionaria a partir de
algunos elementos teóricos, históricos, y de observaciones sobre la
situación universitaria actual y sus desafíos.
La edificación del nuevo sujeto
revolucionario en El Salvador que reanude o continúe el proceso de lucha
por la construcción o/y toma del poder en este nuevo siglo, necesita
contar con un resuelto contingente universitario, formado por
estudiantes y docentes fundamentalmente, por lo que el trabajo político
en la UES y con las diversas universidades privadas adquiere una
importancia estratégica. Abandonar la UES es abandonar uno de los
pilares de la revolución democrática antiimperialista.
Este nuevo sujeto revolucionario para
esta nueva época tiene como eje básico, como núcleo principal, a los
sectores asalariados del campo y la ciudad, los trabajadores manuales e
intelectuales, empleados privados y públicos, que incluyen a amplios
sectores profesionales, que han sido proletarizados por el modelo
neoliberal.
Pero además incluye a los sectores del
comercio informal; universitarios y estudiantes de secundaria; sectores
religiosos católicos y evangélicos; sectores progresistas del ejercito;
trabajadores del arte y la cultura; campesinos y cooperativistas,
sectores de la diáspora; desempleados, indígenas, mujeres y jóvenes.
1.La educación como instrumento de socialización y de control
La Universidad de El Salvador nace junto
con su némesis, el Estado salvadoreño en 1841, como expresión de la
consolidación del control recién adquirido por las nuevas clases
dominantes de criollos liberales. Y desde entonces ambas instituciones
mantienen una relación de unidad y antagonismo ya que mientras el Estado
ha jugado generalmente un papel represivo, la Universidad en diversos
momentos históricos ha jugado un indiscutible rol subversivo,
contestatario.
Y este rol subversivo ha sido posible a
partir de que la misma naturaleza compleja y contradictoria de la
institución, la cual por una parte, representa los intereses económicos,
políticos e ideológicos de las clases dominantes, de sus relaciones de
producción, pero por la otra refleja al mismo tiempo el papel subversivo
de la ciencia, de las fuerzas productivas, y de su identificación y
acompañamiento de los sectores populares.
Esta situación se manifiesta principal y
fundamentalmente como un agudo conflicto ideológico, y la Universidad
en nuestros países latinoamericanos y caribeños, se convierte en una
peculiar palestra ideológica en la cual se debaten las diferentes
visiones filosóficas, entran en pugna los diferentes proyectos
históricos y se enfrentan las variadas estrategias políticas que se
disputan el rumbo del mundo y de la sociedad salvadoreña.
La Universidad como parte fundamental
del sistema educativo cumple en toda sociedad con claros objetivos
políticos. Así fue en la Grecia esclavista, en la Alemania feudal o en
la Venecia renacentista. La naturaleza, funciones y el marco educativo
responden a intereses de clase, a intereses y objetivos políticos
(Gutiérrez 1984)
La visión educativa responde a los
intereses de las clases dominantes, a la ideología de los grupos de
poder, a los designios de sectores económicamente poderosos o de
partidos en el poder. La educación cumple un importante papel como
instrumento de socialización y a la vez de control social. Es por esto
que cuando una sociedad entra en crisis, la educación entra en crisis.
La clase que posee los medios de
producción posee también los medios educativos, controla la cultura, y
controla los instrumentos de reproducción ideológica, y entre estos
ocupa una posición privilegiada el área educativa, ya que es mediante la
educación que se garantiza una socialización orientada a defensa del
sistema vigente y el control social.
Como agudamente lo señala Gutiérrez
“educar es socializar para una sociedad concreta e ideológicamente
definida.”(Gutiérrez 1984) Y agrega que “la socialización (pautas,
valores y formas de vida) y el control social son funciones políticas y
son reflejo de la ideología y de las demandas socioeconómicas de
determinada sociedad.”
Desde la Reforma de Córdoba en 1918, la
Universidad y en particular el movimiento estudiantil latinoamericano y
caribeño, ha acompañado y a veces dirigido las grandes batallas por la
justicia, la democracia y la independencia. Y muchas veces incluso con
la participación de sus docentes, trabajadores y autoridades. En nuestro
caso los Rectores Sarbelio Navarrete, Napoleón Rodríguez Ruiz, Fabio
Castillo, Rafael Menjívar, Félix Ulloa, Miguel Ángel Parada y Luis
Argueta representan claros ejemplos de compromiso popular.
Y esto no obstante que la principal
tarea de la Universidad, es la de cohesionar el sistema capitalista,
justificarlo, hacerlo digerible, formar los científicos y técnicos que
necesitan las clases dominantes para su funcionamiento, en nuestro caso,
del sistema de capitalismo dependiente, vigente ya por casi doscientos
años. La Universidad forma parte por su original naturaleza, tanto de
las relaciones de producción como de las fuerzas productivas de la
sociedad salvadoreña.
Es la formadora de los cuadros
administradores de las haciendas, ingenios, beneficios, bancos, de las
fabricas maquileras y hoteles, etc., de los abogados que sostienen el
aparato estatal y justifican jurídicamente la inalterabilidad de la
propiedad privada. Pero al mismo tiempo es la formadora de importantes
fuerzas sociales revolucionarias como lo es el estudiantado. Existe un
cruce de camino entre proceso social y proceso universitario. La
revolución pasa por la universidad.
La Universidad cumple una misión
ideológica altamente conservadora ya que es la trasmisora de la herencia
cultural acumulada, entre esta la vinculada a la tradición liberal y
los viejos valores de la democracia burguesa pero al mismo tiempo
desempeña una misión renovadora al promover mediante la investigación la
búsqueda de nuevas verdades y paradigmas, que vendrán desplazar a los
vigentes (Kuhn 2006) En sus recintos amurallados se desarrolla la
contradicción infinita entre la verdad y el error, entre ciencia e
ideología, entre lo viejo que se niega a morir y lo nuevo que pugna por
surgir.
En el plano político esta contradicción
se manifiesta en el enfrentamiento entre la comunidad universitaria, que
se nutre de sectores populares y los gobiernos derechistas,
conservadores, neoliberales, que responden ahora a las exigencias de la
globalización imperialista y sus beneficiarios, las corporaciones
transnacionales.
Las ideas derechistas, liberales,
socialdemócratas, democristianas y marxistas entre otras, coexisten y
luchan al interior del campus universitario. El imperialismo por su
parte, desde hace muchos años impulsa la tesis del desarrollismo,
alegando que el atraso existente en El Salvador y América Latina es el
resultado de bajos niveles educativos y poco desarrollo científico
tecnológico.
La infiltración cultural del
imperialismo es una constante que no puede ser evadida en cualquier
diseño de política universitaria. Su fundamentación filosófica es el
pragmatismo: lo verdadero es lo útil. Mientras que los sectores
progresistas plantean que la educación está vinculada a la liberación y
que la conciencia política surge con el estudio de las ciencias sociales
y el marxismo.
El desenlace de esta lucha dentro de la
Universidad está determinado por la capacidad de cada una de estas
fuerzas de imponer su visión y arrastrar tras de sus posiciones a la
mayoría de sectores universitarios. En nuestra experiencia, liberales y
conservadores, izquierda y derecha, han disputado a lo largo de la
historia ya de 170 años, la conducción universitaria, el rumbo de la
UES. Y el actual momento refleja esta disputa.
La Universidad es una palestra, un
escenario privilegiado de la lucha de clases. En su seno coexisten los
representantes de las diversas clases, los cuales desarrollan desde las
aulas, desde las organizaciones estudiantiles y magisteriales e incluso,
desde la administración universitaria, una a veces sorda y otras veces
abierta, lucha ideológica en diversos terrenos como el de ser conciencia
crítica de la sociedad, enfrentar a gobiernos autoritarios mediante la
autonomía e impulsar la divulgación del marxismo.
La Universidad cumple la tarea de formar
profesionalmente a los cuadros administrativos, técnicos y políticos de
una sociedad dividida en clases y además la de justificar
ideológicamente esta división, por medio de promover funciones,
conductas, creencias y valores en defensa del sistema establecido.
(Gutiérrez 1984).
A lo largo de la historia
latinoamericana y caribeña, la misma situación social de capas medias
permeadas por altos niveles de proletarización, empuja a miles de
universitarios al campo de la revolución. Y esta no es más que una de
las muchas contradicciones que anidan en los claustros universitarios.
Los científicos y técnicos se ven obligados a romper sus burbujas
autistas y son lanzados violentamente a formar parte del cada vez más
selecto ejército de los empleados asalariados.
Por otra parte, la lucha ideológica
exige dar respuesta desde las posiciones del marxismo a dos posiciones
extremas existentes en el campo de los sectores de izquierda. Existe una
posición idealista, que considera que mediante reformas curriculares la
universidad puede transformarse incluso sin que cambie la sociedad en
la cual está inmersa. Y en el otro extremo hay una posición mecanicista,
que considera que no tiene sentido realizar ningún cambio al interior
de la Universidad mientras no se cambie a la sociedad. Los unos alegan
que lo esencial es la educación y desde el academicismo rechazan la
lucha política, mientras los otros sobrevaloran lo político y desde el
activismo social desprecian lo académico.
Ambas posiciones son equivocadas,
derrotistas y aislacionistas. La primera conduce a romper los vínculos
con los sectores populares, como ocurre en la UES en la actualidad. La
segunda, ha estado presente muchas veces y conducen a romper los
vínculos con los sectores progresistas, democráticos, al interior de la
Universidad.
Lo adecuado es trabajar en dos bandas:
en la del vínculo con el movimiento popular y en la del vínculo con la
del movimiento académico. Esa es la experiencia de la Unidad
Universitaria (AGEUS, ADUES y CCTU) en la década de los ochenta del
siglo pasado. La Unidad Universitaria fue la fuerza que impulsó la
Reforma Universitaria, de su seno surgió el Movimiento de Reforma
Universitaria, MRU, y al mismo tiempo pertenecía a la UNTS y al CPDN. En
esa época era claro que estos esfuerzos se orientaban a la búsqueda de
un cambio revolucionario de la sociedad y a tomar el Poder del estado
para ponerlo al servicio de las mayorías populares. La Comunidad
Universitaria estaba cohesionada alrededor de la lucha por la
revolución.
La Reforma Universitaria es una tarea
estratégica para revitalizar las funciones tradicionales de docencia,
investigación y proyección social, conocida antes y quizás con mayor
precisión como extensión universitaria. Cada una de estas funciones es
vinculante, sin investigación la docencia se vuelve dogmatica, y sin
proyección la docencia se vuelve irrelevante. Y la Reforma Universitaria
va unida a la lucha por conquistar y fortalecer el co-gobierno, la
gratuidad (no al cobro de cuotas estudiantiles), libertad de cátedra,
autonomía, presupuesto justo, y elevar su papel como conciencia crítica
de nuestra sociedad.
El movimiento estudiantil junto con el
movimiento docente debe garantizar la existencia de autoridades
progresistas, con fuerte vínculos con la Comunidad Universitaria, con
fuertes relaciones con el Movimiento Popular, que puedan asumir la
responsabilidad de impulsar y conducir la Reforma Universitaria, como
tarea estratégica, como tarea de honor al servicio de los sectores
populares. Es en la Reforma Universitaria que se realiza el cruce entre
ciencia y política.
2. El papel histórico de la Universidad de El Salvador
Desde su nacimiento la Universidad de El
Salvador ha estado vinculada la vida política del país, para sostener
el sistema o para tratar de derrocarlo, de subvertirlo. En diversos
momentos de la historia nacional ha jugado un destacado papel como
fuente de cuadros para el movimiento revolucionario y en abierta
oposición a las dictaduras civiles o militares. A continuación
mencionaremos brevemente algunos de estos aportes en el contexto de
diversos momentos históricos.
En 1913, el Br. Sarbelio Navarrete
presenta su tesis para obtener el título de Doctor en Derecho. Es el
primer trabajo de investigación que hace uso de las herramientas
teóricas del marxismo. Trata sobre El Estado centroamericano. Pero a
esta altura todavía las ideas del marxismo estaban separadas del
movimiento obrero, aunque se vivía el periodo de las primeras
organizaciones obreras (1904-1919). (Navarrete 1977)
En 1918, bajo el gobierno de Carlos Meléndez, nace el semanario Opinión Estudiantil,
que desde sus encendidas páginas y por más de ochenta años animó el
anhelo de liberación del pueblo salvadoreño. En sus primeras épocas
aparecen como redactores Inocente Rivas Hidalgo, Rafael Angulo
Alvarenga, Alfonso Rochac, Raúl Gamero, Maximiliano Patricio Brannon,
Miguel Ángel Alcaine (Duran 1975) y posteriormente los estudiantes José
Luís Barrientos, Carlos Menéndez Castro, Ernesto Argueta, Oliverio
Cromwell Valle, entre otros. (Castellanos 2007)
En 1919 los estudiantes universitarios
encabezan una masiva protesta contra la pretensión de la compañía
inglesa propietaria del tranvía de San Salvador, por elevar el pasaje de
este. Los estudiantes de medicina usaban el tranvía para trasladarse
desde el antiguo edificio de la UES (costado poniente de Catedral) al
Hospital Rosales para realizar sus prácticas. La lucha fue conducida por
la Federación de Estudiantes Universitarios, dirigida por Julio
Francisco Castillo, antecedente histórico de AGEUS. La acción incluyó la
quema de uno de los carros del tranvía. (Duran 1975)
En 1920 bajo el gobierno de Jorge
Meléndez se realiza en el Parque Libertad un acto en solidaridad con los
estudiantes guatemaltecos. El gobierno captura y encarcela a los
organizadores, entre estos a José Luís Barrientos y Agustín Farabundo
Martí. (Arias Gómez 1972)
En 1927, autorizada por el gobierno de
Pío Romero Bosque (Castellanos 2007) nace la gloriosa Asociación General
de Estudiantes Universitarios Salvadoreños, AGEUS, que durante
setenta años jugó un destacado papel en la agitación y educación
popular, en la organización Y como instrumento de lucha del pueblo
salvadoreño. Asimismo el 23 de marzo se concede la autonomía
universitaria (Duran 1975)
En 1931, a pocos días del golpe de estado del General Maximiliano Martínez, el 9 de diciembre, surge el periódico La Estrella Roja,
“órgano del grupo marxista de la Universidad de El Salvador y del grupo
de revolución universitaria.” Sus directores, Alfonso Luna y Mario
zapata, serían fusilados junto con Farabundo Martí, el 1 de febrero del
siguiente año, luego del fracaso de la insurrección indígena popular de
enero de 1932. (López Vallecillos 1987)
El golpe de estado del general Martínez y
la posterior masacre de enero de 1932 establecieron una férrea y larga
dictadura unipersonalista. Administraron la UES durante este periodo los
rectores Enrique Córdoba, Emilio Cáceres, Héctor David Castro, Reyes
Arrietta Rossi y Sarbelio Navarrete. Todos pro dictadura martinista a
excepción de Navarrete.
De 1936 a 1936 fue rector de la UES el
Dr. Sarbelio Navarrete, respetado demócrata y estudioso del marxismo,
que se enfrentó de manera elegante al dictador de las aguas azules. En
la inauguración de año lectivo 1934 dictó una conferencia titulada “La
Universidad y la cultura.” (Navarrete 1977) En 1939 el general Martínez
suspende la autonomía universitaria. El rector Navarrete renunció en
señal de protesta y los estudiantes se fueron a la huelga. (Parkman
2003)
En 1942 surge el Comité Estudiantil
Universitario, dirigido por el Br. Reynaldo Galindo Pohl, que luego en
1943 se integra al Comité Nacional del Frente Juvenil Antifascista, como
una de las expresiones de lucha contra la dictadura martinista.
(Parkman 2003)
En 1944 el estudiantado universitario
reasume su papel como destacamento de avanzada del movimiento popular,
impulsando junto con otros sectores democráticos la sorprendente y
creativa Huelga General de Brazos Caídos, la cual paraliza el país y
logra el derrocamiento del general Martínez. Entre los más insignes
dirigentes estudiantiles de esta época destacan Reynaldo Galindo Pohl
(presidente de AGEUS), Raúl Castellanos Figueroa, Jorge Bustamante y
otros.
Pero la primavera democrática dura poco.
En octubre de ese año ocurre un golpe de estado y se reinicia la
dictadura. En diciembre, estudiantes universitarios junto con militares
patriotas cruzan la frontera desde Guatemala para recuperar la
democracia, pero son derrotados en los Llanos del Espino, Ahuachapán.
En diciembre de 1948 tiene lugar un
golpe de estado y se establece una Junta de Gobierno con participación
de algunos dirigentes estudiantiles que habían participado en el
derrocamiento del General Martínez en mayo de 1944. Entre estos
sobresalía Reynaldo Galindo Pohl. AGEUS convocó a una gran celebración
de este “triunfo” de 1948. El presidente de AGEUS era el Br. René Fortín
Magaña. Opinión Estudiantil publicó una edición enorme en la imprenta
nacional, que fue distribuida por la Fuerza Aérea por todo el país.
(Handal 2011)
Se inicia en diciembre der 1948 un nuevo
periodo de la dictadura, que incluyó los gobiernos de Osorio y Lemus.
En la UES administran durante este periodo los rectores Carlos A.
Llerena, José Vicente Vilanova, Antonio Perla y Romero Fortin Magaña.
Los tres primeros defensores de la dictadura militar, el ultimo un
demócrata.
En 1950 el movimiento estudiantil se
plantea por vez primera la necesidad de una Reforma Universitaria y
entra en conflicto con el rector Carlos Llerena hasta lograr su
destitución.
(Handal 2011, Valle 1993)Y logra que en
la nueva Constitución se establezca la autonomía universitaria. En 1951
se aprueban la Ley y el Estatuto orgánico de la UES, que establece la
representación proporcional estudiantil, se logra el co-gobierno.
En 1952 surge Acción Estudiantil Universitaria,
AEU, como el primer esfuerzo del PCS después de 1932 por difundir
abiertamente las ideas revolucionarias y enfrentar a diversas tendencias
derechistas existentes en el Alma Mater, tales como Acción Católica
Universitaria, ACUS.(Arias Gómez 1999)
En 1954 la AEU se fortalece con la
dirección política del dirigente comunista Jorge Arias Gómez. Fue
precisamente la AEU la que logró llevar a la plana de redacción del
semanario Opinión Estudiantil a Roque Dalton. (Arias Gómez 1999) En 1956
es electo presidente de AGEUS la propuesta de AEU, el Br. Raúl
Valiente.
En octubre de 1959 el dictador de turno
ordena la agresión militar contra la UES, penetra, golpean y capturan a
las autoridades universitarias. Y esto desencadena un movimiento popular
de protesta que culmina con el derrocamiento del tirano militar de
apellido Lemus. El Rector es el Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, que es
golpeado y enfrenta valientemente la embestida militar.
El presidente de AGEUS en 1959 era
Aníbal Escobar (Medicina). El presidente de AGEUS en 1960 era el Br. Ivo
Príamo Alvarenga. A nivel de secundaria, el presidente de la Federación
de Estudiantes de Enseñanza Media, FEEM, creada en 1960 era Alfonso
“Chiquitín” García. El presidente de AGEUS en 1961 fue Rodolfo Antonio
Gómez.
El 25 de enero de 1961 inicia una nueva
fase de la dictadura militar, esta vez bajo la sombra del partido PCN,
el cual gobierna por cuatro periodos con los militares Rivera, Sánchez
Hernández, Molina y Romero. La UES durante este periodo es administrada
por siete rectores: Napoleón Rodríguez Ruiz, Fabio Castillo, Ángel
Gochez Marín, José María Méndez, Rafael Menjívar, Juan Allwood Paredes, y
Carlos Alfaro Castillo. Los cuatro primeros defensores de la autonomía y
los dos últimos defensores de la dictadura militar.
Los sectores estudiantiles de izquierda
se aglutinan en esta etapa en la Federación Estudiantil Universitaria
Revolucionaria, FEUR, conducida por Antonio Handal (Arquitectura) y
Salvador Moncada (Medicina) y apoyan este proceso de reformas
universitarias y luego de lucha política electoral. En cada facultad el
FEUR tenía su referente, por ejemplo FURIA en Ingeniería. Los
trabajadores estaban organizados en el Sindicato de Trabajadores
Universitarios Salvadoreños, STUS, dirigido por Américo Duran.
A principios de 1962 la entonces decana
de la Facultad de Medicina, Dra. María Isabel Rodríguez presentó ante el
CSU un proyecto de reestructuración universitaria, que contaría con el
apoyo de la AID, orientado a violentar la autonomía universitaria, el
cual fue ampliamente rechazado. (Valle 1993) En julio de este año el CSU
rechazó este proyecto pro-imperialista. Muchos años después en el 2005 y
ya como Rectora, repitió esta experiencia de propuesta privatizadora y
rechazo generalizado.
A mediados de 1962 AGEUS designó a un
comité para presentar candidatos a Rector y decanos de la UES así como
para construir un planteamiento de Reforma Universitaria. Lo integraban
por Derecho Salvador Navarrete, Albino Tinetti, e Ivo Príamo Alvarenga;
por Economía Antonio Osegueda, por Medicina Miguel Ángel Sáenz Varela; y
Víctor Valle por Ingeniería. A este Comité pro Reforma Universitaria se
unía los dirigentes del PCS, Roberto Castellanos Calvo y Schafik
Handal.
El 17 de diciembre de 1962 AGEUS realizó
una demostración por el centro capitalino que concluyó en el parque
Libertad. El propósito era presentar su candidato para las elecciones
presidenciales en las que competiría con el candidato del PCN, Cnel.
Julio Rivera. El candidato apareció en una de las carrozas, era un burro
con un letrero, que decía: “Este burro es coronel. Este coronel es
burro.”Y seguido por una manta que indicaba: “salvadoreños, por el bien
del país, NO VOTES.” (Valle 1993)
En 1963 ya bajo el gobierno de Rivera,
es electo Rector de la UES el Dr. Fabio Castillo Figueroa y conduce un
original y sistemático proceso de Reforma Universitaria que permite
colocarla como una de las universidades con mayor prestigio académico a
nivel latinoamericano.
Como parte de este proceso, en abril de
1963 el CSU nombra una Comisión de Reforma Universitaria, integrada por
el Rector Castillo, el decano de Humanidades, Alejandro Dagoberto
Marroquín; Mario Flores Macal, Alfonso Trejos y los representantes de
AGEUS, Víctor Valle y Albino Tinetti. En septiembre presentaron al CSU
una propuesta sobre el tema.
En julio de 1964 el rector Castillo
junto con su joven secretario, Guillermo Manuel Ungo realizan una gira
por Europa y el Medio Oriente. Visitan la Universidad Lomonosov en
Moscú, URSS y esto despierta la ira de la derecha oligárquica, lo que
provoca incluso un debate televisivo entre el Rector Castillo y el
entonces ministro del Interior, Cnel. Fidel Sánchez Hernández.
Asimismo fue la excusa para que un grupo
de docentes derechistas de Ingeniería trataran de separar esta facultad
de la UES, lo que origina una peculiar crisis universitaria, en la cual
el movimiento estudiantil revolucionario, conducido por el FEUR logró
derrotar estas pretensiones. En 1966 era presidente de AGEUS Salvador
Menéndez Linarez.
En 1967 Fabio Castillo abandona la
Rectoría para encabezar la candidatura opositora con el partido PAR
Nueva Línea, la cual por primera vez luego de 1932, planteó abiertamente
la necesidad de una reforma agraria. Handal, el hermano menor de
Schafik, era presidente en 1967 de AGEUS.
En 1968 los estudiantes universitarios
junto con el movimiento sindical encabezan la solidaridad con la primera
huelga de maestros organizada por Andes 21 de junio. Asume la
presidencia de AGEUS Oscar “El Chele”Dada (Economía).
En 1969 era presidente de AGEUS Rolando
Elías Julián Belloso (Medicina).El vicepresidente era Humberto Mendoza.
Ese año en julio la AGEUS no pudo librarse del chovinismo generalizado
inyectado por la derecha en contra de Honduras y por medio de Opinión
Estudiantil, “llamó a filas.”
En 1970 asume la presidencia de AGEUS el
militante comunista Br. Jorge Federico Baires (Humanidades). En la
vicepresidencia el Br. Francisco Jovel (Areas Comunes).Otros miembros
fueron por Derecho Luis Alberto Hernández, por Química Gloria Leticia
Jerez.
En 1971 asume la rectoría de la UES el
Dr. Rafael Menjívar y como vicerrector el Dr. José Napoleón Rodríguez
Ruiz. Su equipo de apoyo estaba integrado por el vicerrector José
Napoleón Rodríguez Ruiz, el secretario general Miguel Ángel Sáenz
Varela, y el secretario de asuntos académicos Eduardo Badia Serra.
Dos días antes de la intervención
militar, el 17 de julio, este equipo de trabajo del nuevo Rector
presenta su propuesta programática: Diagnostico Global de la Universidad
de El Salvador. Ese año se desarrolla la huelga de Áreas Comunes,
dirigida por el Br. Francisco Jovel.
El 19 de julio de 1972 el recién
inaugurado presidente Arturo Armando Molina interviene militarmente la
Universidad con el apoyo de profesionales derechistas aglutinados en la
FEPRO. Esto viene a cerrar el primer ciclo de autoridades progresistas
iniciado en 1959.
El presidente de AGEUS desde 1971 y al
momento de la intervención en 1972 era Manuel Rivera (Humanidades). Y
fueron miembros del Comité Ejecutivo por Áreas Comunes el Br. Joaquín
Villalobos, por la Residencia Estudiantil, Humberto Mendoza, por
Economía Sebastián Vaquerano y Felipe Peña, por Agronomía Jorge
Villacorta, por Química Gloria Leticia Jerez, y por Derecho Luis Alberto
Hernández.
Este año de 1972 cae combatiendo en
Guatemala en las filas de las FAR el estudiante universitario
salvadoreño Adán Díaz Salazar (Mijango 2012). Salazar cumplía una misión
internacionalista por parte de la Organización Revolucionaria de los
Trabajadores, ORT.
Asume la rectoría en 1973 representando
los intereses de la dictadura militar, el Dr. Juan Allwood Paredes. El
año siguiente entrega la administración al Dr. Carlos Alfaro Castillo,
quien establece una gestión represiva desde el CAPUES que despierta la
oposición y lucha estudiantil. En 1973 el Consejo Estudiantil
Provisional, dirigido por el entonces Br. Dagoberto Gutiérrez encabeza
la lucha por la reapertura de la UES, lo cual se logra en 1974.
A nivel de secundaria, en julio de 1973
se reestructura la Asociación de Estudiantes de Secundaria, AES, que
había surgido dos años antes al calor de la segunda huelga de ANDES 21
de Junio. En esa época era la única organización de estudiantes de
secundaria. Rafael Aguiñada Deras (INSFRAMEN) dejó la presidencia, la
cual fue ocupada por Rogelio Cáceres (INSFRAMEN) que fue elegido en
ausencia. Otros miembros electos fueron Tito Bazán (del INSFRAMEN y en
organización) Dinora Aguiñada (del Central de Señoritas y en Finanzas),
Agustín Najarro (INSFRAMEN) Roberto Pineda (NLC y en Conflictos)
Vladimira Landaverde (NLC). El siguiente año AES impulsaría una exitosa
campaña en contra del aumento al pasaje público de 10 a 15 centavos. Con
estas jornadas AES creció y alcanzó presencia en los principales
institutos nacionales del país. A finales de 1974 surgen nuevas
organizaciones estudiantiles, el FRELM y el MERS.
Al regresar al campus universitario en
1974 las distintas expresiones políticas de la izquierda desarrollan una
interesante polémica ideológica sobre los principales problemas de la
teoría revolucionaria. Se estudiaba mucho la teoría revolucionaria, el
marxismo y además se reproducían sus textos básicos. Asimismo decenas y
quizás centenares de estudiantes se incorporan a la lucha
revolucionaria. Es un momento de flujo. Se crean frentes estudiantiles
representando a los diferentes partidos de izquierda, en ese momento en
su mayoría organizaciones político-militares.
El PCS crea el FAU, dirigido por Manuel
Franco y luego por Carlos Ruiz. Las FPL el UR-19, dirigido por Medardo
González y Atilio Montalvo. La RN el FUERZA, dirigido por Carlos Arias y
Oscar Fernández. Surge la Liga para la Liberación, dirigida por Manuel
Castillo y Francisco Jovel, que luego se convertirán en el PRTC. Y
finalmente el ERP decide en 1978 formar las Ligas Populares
Universitarias. Y cada uno de estos frentes estudiantiles estaba
vinculado a coaliciones populares. El FAU al partido UDN. El UR-19 al
BPR, FUERZA al FAPU, las LPU a las LP-28 y las LL al MLP.
En noviembre de 1974 el núcleo
universitario de las FPL forman UR-19 (Rojas 1988) y el núcleo de
secundaria se separa de AES; y forman el Movimiento de Estudiantes
Revolucionarios de Secundaria, MERS, con influencia inicial en los
institutos de Santa Tecla y San Sebastián. Por esta época el ERP crea el
Frente de Estudiantes Revolucionarios Luis Moreno, FRELM. Y unos años
después las Ligas Populares de Secundaria. Luego las RN crean la
Asociación Revolucionaria de Estudiantes de Secundaria, ARDES, y el
PRTC, crea la Brigada Revolucionaria de Estudiantes de Secundaria, BRES.
El FAU gana las elecciones para AGEUS de
1974, asume como presidente el Br. Manuel Franco. En 1975 se forma la
coalición Alianza Revolucionaria, integrada por el UR-19 y FUERZA, que
se enfrentan al FAU. Medardo Gonzales de la AR derrota a Antonio
Martínez, del FAU y asume como presidente de AGEUS. El vicepresidente
provenía de FUERZA, Eliseo Ortiz. Es la época de la dispersión orgánica e
ideológica de la izquierda salvadoreña, que incluyó un intenso debate
sobre la vía de la revolución salvadoreña.
El 30 de julio de 1975 una demostración
estudiantil sale de la UES para protestar contra la intervención días
antes, el 25 de julio, del Centro Universitario de Occidente. La razón
fue que la Sociedad de Estudiantes del Centro Universitario de
Occidente, SECUO, dirigida por Salvador Cárcamo, del FAU, estaba
organizando un desfile bufo en el marco de las fiestas patronales.
A la altura del edificio del ISSS fue
brutalmente reprimida la manifestación estudiantil por órdenes del
gobierno del Coronel Arturo Armando Molina. Se realizan capturas y el
asesinato de varios estudiantes universitarios. Esta masacre despierta
una fuerte ola de repudio popular y de marchas. El 1 de agosto las
organizaciones estudiantiles se toman Catedral e inicia una inolvidable y
significativa jornada de lucha popular. El 30 de julio pasa a ser la
más significativa efemérides universitaria, por encima del 16 de
febrero, fecha de la fundación de la UES.
En septiembre de 1976 el gobierno de
Molina aumenta su presión sobre la UES estableciendo el Consejo de
Administración Provisional, CAPUES, que establece un régimen represivo
interno que violenta la autonomía universitaria. El movimiento
estudiantil es golpeado pero no destruido y rápidamente se adapta a la
nueva situación.
Un año después, en septiembre de 1977,
el rector Alfaro Castillo es ajusticiado por una de las organizaciones
político-militares. En diciembre de 1978, el gobierno del general Romero
se ve obligado por la protesta estudiantil a disolver el CAPUES y crea
un Consejo Directivo Provisional de la UES, CDP.
En junio de 1979 se realizaron
elecciones para un nuevo Consejo Ejecutivo de AGEUS, las cuales fueron
boicoteadas por la mayoría de frentes estudiantiles, FAU, FUERZA, LL y
únicamente participo el UR-19. Obtuvo la presidencia de AGEUS, el Br.
Oscar Bonilla. Y es esta AGEUS la que se incorpora al proceso de unidad
popular que surge en diciembre de ese año y que marcaría la siguiente
fase histórica. El 23 de noviembre convocada por AGEUS, AEU y CPT se
realiza una marcha hacia el Ministerio de Hacienda para exigir el
reintegro al presupuesto universitario lo correspondiente a las
subvenciones de septiembre y octubre.
Durante el largo periodo de la Guerra Popular Revolucionaria (1980-1992)
la UES asumió su papel como conciencia crítica de la sociedad y además
como uno de los pilares más sólidos del movimiento y la lucha popular.
Durante este periodo se suceden varias juntas militares, el gobierno
democristiano de José Napoleón Duarte y el primer gobierno de ARENA, de
Alfredo Cristiani. La UES es administrada durante este periodo por Félix
Ulloa padre (asesinado en 1980), Miguel Ángel Parada, Luis Argueta
Antillón y Fabio Castillo. Es una época de fuerte presencia de la
izquierda en la conducción de la UES.
Fue en el Auditórium de Derecho de la
Universidad que se formó el 11 de enero de 1980 la Coordinadora
Revolucionaria de Masas, CRM. La participación de todos los frentes
políticos estudiantiles unificados fue impresionante. Es el momento de
mayor desarrollo organizativo y mayor influencia política de la
izquierda en la UES. La UES y los sectores populares marchaban hacia el
mismo objetivo: la liberación popular.
Del campus salieron y regresaron miles
de campesinos que participaron en la Gran Marcha del 22 de enero.
Cualquiera que visitara la UES hubiera visto esa mañana a improvisadas
tiendas de campaña y miles de campesinos al lado de grandes ollas de
café y de frijoles. ¡Esta es la U! ¡U…u..u…uuuuuuuuu! El ejército por su
parte, preocupado militarizó los alrededores del campus.
Ahí mismo en abril de ese año se formó
el Frente Democrático Revolucionario, FDR. La UES fue la cuna y la sede
del movimiento revolucionario y popular. 4 de 5 de integrantes de la
Comandancia General del FMLN se formaron en la UES. Handal del PCS,
Villalobos del ERP, Sancho de las RN y Jovel del PRTC. Es por esto que
luego de un paro nacional de dos días, 24 y 25 de junio, convocado por
el FDR, la derecha decide intervenir a la UES el 26 de junio de 1980.
Pretendían golpear y lo lograron. Y la U se mantuvo intervenida hasta
1984.
El 28 de octubre de 1980 es asesinado
por escuadrones de la muerte el rector Félix Ulloa, que se había
destacado por su voluntad de enfrentar la intervención militar del 26 de
junio, mediante la Universidad en el Exilio, o sea el alquiler de
locales particulares para reanudar la actividad académica fuera del
campus. El rector Ulloa tenía como equipo de apoyo a Ricardo Calderón
(secretario general) y Evaristo Hernández (secretario de planificación).
El 10 de enero de 1981 el FMLN realiza
su primera ofensiva general y ataca varios cuarteles de la dictadura.
Participan muchos estudiantes y docentes universitarios. No logra
predominar militarmente y se ve forzado a replegarse al norte y oriente
del país y a establecer campamentos guerrilleros. Con esta acción se
cierra una fase de auge de lucha de masas que había iniciado luego del
30 de julio de 1975 y que alcanzó altos niveles de masividad y
combatividad. El grueso del movimiento popular aglutinado en la CRM pasa
a la clandestinidad. La dictadura implementa una estrategia de
aniquilamiento. Una parte del movimiento estudiantil se integra a los
frentes guerrilleros y otra parte se va al exilio.
El 10 de febrero de 1981, todavía
asustada la dictadura por la ofensiva militar del FMLN de un mes antes,
asalta una reunión del Consejo Superior Universitario que sesionaba en
un colegio cercano a la UES, el Colegio Cristóbal Colon. Capturan a 50
personas incluyendo al Rector Dr. Miguel Ángel Parada, al Fiscal Dr.
Jorge Alberto Gómez Arias, y al secretario general, Lic. Ricardo
Calderón. En esta reunión toma cuerpo la idea de funcionar fuera del
campus, en locales alquilados, en lo que se llamó Universidad en el Exilio, la cual empezó a funcionar el 25 de enero de 1982 con el histórico lema de ¡La Universidad de El Salvador se niega a morir!
El 22 de mayo de 1984, la dictadura
contrainsurgente se ve forzada por la presión nacional e internacional a
permitir la reapertura de la UES y devolver el campus a sus
autoridades. Los militares entregaron una universidad destruida, con sus
bibliotecas y laboratorios saqueados. A nivel internacional el trabajo
de solidaridad estuvo dirigido desde Managua por los esposos Armando
Herrera y Norma Guirola.
Ya en julio de 1984 se realiza una histórica jornada bautizada como Piedra sobre piedra, el pueblo reconstruye la universidad.
Esta actividad estuvo organizada por las autoridades universitarias
junto con la Asociación de Educadores Universitarios, AEU, AGEUS y el
Comité Coordinador de Trabajadores Universitarios, CCTU, dirigido por
Salvador Ubau. Asimismo participan los reconstruidos gremios
estudiantiles AED, SECE, SECH, SEIAS, SEMEA y otros.
En enero de 1985 frente a la situación
de centenares de jóvenes que no pueden ingresar a estudiar, el
movimiento estudiantil conducido por AGEUS levanta la bandera del
ingreso masivo y realiza una exitosa toma del CSU para lograr esta
reivindicación, que hasta el día de hoy continua vigente. Asimismo el 20
de junio de este año se realiza la Primera Marcha por un Presupuesto
Justo, reivindicación que desde entonces sigue presente.
Este año es capturado el Br. Rufino
Quezada (Agronomía), presidente de AGEUS. El vicepresidente era Rodolfo
Rosales. Quezada posteriormente sería presidente de la AGU en dos
ocasiones y Rector de la UES. En diciembre de este año se realiza la
Primera Jornada Universitaria por la Paz, en la que los diversos
sectores universitarios se pronuncian por una salida política al
conflicto militar.
En julio de 1985 el Ejercito Secreto
Anticomunista amenaza a muerte a 11 universitarios: Rufino Quezada,
Jorge Gámez, conocido por su grupo artístico La Chinche; Manuel de Jesús
Benítez; Rodolfo Rosales; Narciso de la Cruz Mendoza, conocido como
Chicho y sus títeres; Miguel Ángel Joya; Rolando Abrego, Ana Julia
Orellana, Lic. Sara Nora de Daboud; Lic. Omar Castillo y Pablo de Jesús
Castro. (LPG 13 de julio de 1985)
En 1986 el movimiento estudiantil
levanta de nuevo la bandera de ingreso masivo y lucha por un presupuesto
justo. En febrero AGEUS participa en la fundación de la Unidad Nacional
de los Trabajadores Salvadoreños, UNTS, que se convierte rápidamente en
el referente unitario de los sectores populares. Se funda la Unidad
Universitaria, integrada por AGEUS, ADUES y CCTU y conducida
respectivamente por Vinicio Peñate, Roberto Ponce y Salvador Ubau. ADUES
era conducida por Ponce, Héctor Canjura y Luis Gálvez.
Surge el 30 de julio de este año un
nuevo actor político estudiantil, el Frente de Estudiantes
Universitarios Salvadoreños, FEUS, vinculado al FMLN, que realiza una
marcha interna para conmemorar la efemérides. El rector Parada es
obligado a renunciar por presión estudiantil y asume la conducción
provisional de la UES, el Lic. Luis Argueta Antillón.
El 10 de octubre la Ciudad Universitaria
fue parcialmente destruida por el terremoto que sufrió el país. Surge
la necesidad de impulsar la bandera de la reconstrucción, que se
convierte en un objetivo aglutinador y movilizador. Se lucha entonces
por un presupuesto justo y la reconstrucción. El 10 de noviembre de
1986, los estudiantes repudian la vista del presidente Duarte a la UES.
Destaca en la protesta Roberto Salinas y Dagoberto Aguirre. Duarte se ve
obligado a salir huyendo del campus.
En 1987 se realizan elecciones para un
nuevo Comité Ejecutivo de AGEUS. Se inscriben dos frentes estudiantiles,
el FEUS y la Unión Consecuente de Estudiantes Universitarios, UCEU,
vinculados a la fracción que en 1983 se separo de las FPL y formó el
Frente Clara Elizabeth Ramírez, o sea seguidores de Salvador Cayetano
Carpio. Al final se descalifica al UCEU y solo participa el FEUS en las
elecciones. Vinicio Peñate (CCHH) es electo Presidente de AGEUS junto
con Nelson Arévalo (Agr.) Hugo Flores (CCEE) Mayra Navarrete (RRII)
Bernardo Zamora; Eliseo Asencio (Occidente).
Asimismo se realizan en 1987 elecciones
para la Rectoría ganándolas el candidato único de la Unidad
Universitaria, el Lic. Luís Argueta Antillón. El equipo que acompañó al
rector Antillón en su gestión estuvo integrado por Herbert Wilfredo
Barillas (Vicerrector), Mauricio Mejía (secretario general), Armando
Herrera (relaciones internacionales), Margoth Handal (asuntos
académicos) Roberto Pineda (comunicaciones). Carlos Canjura y Saúl
Ramírez, ocuparon la presidencia de la AGU durante este periodo.
En este periodo se inicia el tercer
esfuerzo por realizar en el marco de una Universidad sitiada por el
ejército y destruida por el terremoto de octubre de 1986, un proceso de
Reforma Universitaria, que tuvo como vanguardia académica la Facultad de
Odontología. Surge el Movimiento de Reforma Universitaria, MRU, para
respaldar este proceso. El rector Antillón teoriza sobre la Universidad
Popular, Democrática, Libre y Humanista en el Plan de desarrollo
1988/1992. (Antillón, 1988)
El 1 de septiembre la Policía de
Hacienda captura y desaparece a Salvador Ubau, militante universitario
del PCS y líder sindical. Se realizan múltiples actividades para lograr
su libertad pero no se pudo recuperar de las garras de la dictadura.
En 1988 el movimiento estudiantil hizo
aportes importantes al desarrollo de la estrategia militar del FMLN en
las ciudades y particularmente en san Salvador, a través del
fortalecimiento de una amplia red de comandos urbanos. En esta dirección
jugó un papel destacado la fundación del Frente de Estudiantes
Revolucionarios Salvadoreños, FERS 30 de Julio. El FERS se caracterizó
por un alto nivel de combatividad. Incluso integró en septiembre el
Movimiento Pan, Tierra, Trabajo y Libertad, MPTL.
El 13 de septiembre de 1988 las Fuerzas
Armadas reprimen una manifestación de la UES exigiendo un presupuesto
justo, que se realizaba en las inmediaciones del Ministerio de Hacienda y
son capturados 230 universitarios, que posteriormente serían liberados
como resultado de la protesta enérgica de la Comunidad Universitaria.
En 1989 estudiantes, docentes e incluso
autoridades universitarias participaron en la ofensiva militar que el 11
de noviembre impulsó el FMLN, la cual sirvió para darle un fuerte
impulso al proceso de salida política al conflicto, por medio del
dialogo y la negociación.
En 1990 ya en una nueva situación,
surgen nuevos organismos estudiantiles como el Comité Estudiantil pro
Reconstrucción, CEPRUES, el frente estudiantil Alternativa, el
Movimiento Democrático de Estudiantes “Generación 90.” El movimiento
estudiantil participa activamente en las actividades del CPDN. Este año
se realiza la públicamente inexplicable renuncia del Rector Lic. Luís
Argueta Antillon, y de varias autoridades universitarias, que fueron
electas con el apoyo de la Unidad Universitaria, lo que obliga a
convocar elecciones, las cuales vienen a dividir a los sectores de
izquierda, en particular al PCS y a las FPL.
Se enfrentan dos candidaturas, la del
Dr. Ernesto Selva Sutter, candidato del Foro Democrático Universitario,
FDU y el Dr. Benjamín López Guillen, por la Inter-Gremial. Gana Las
elecciones el Dr. López Guillen, quien concluye el periodo de Antillón.
Esta ruptura de las dos principales fuerzas políticas de izquierda en la
UES, luego de un periodo de altos niveles de coordinación iniciado en
1984, llevó al quiebre de la Unidad Universitaria y repercutió a nivel
docente, estudiantil, y de trabajadores.
En 1991 asume la Rectoría el Dr. Fabio
Castillo Figueroa, recién regresado de Costa Rica, país donde estuvo
exilado desde 1972. Se inicia un cuarto esfuerzo por realizar una
Reforma Universitaria contando con el prestigio académico del Dr.
Castillo y de sus colaboradores, entre estos Roberto Cañas. Durante esta
segunda gestión el rector Castillo logró su sueño de construir un nuevo
edificio para la Biblioteca Central.
Pero también fue durante esta
administración, en 1993 que en respuesta a la decisión del GOES desde
1984 de otorgar presupuesto exclusivamente para salarios y
funcionamiento, se toma la decisión de establecer una cuota
diferenciada, rompiendo así una tradición de universidad pública
gratuita, que otorgaba becas a muchos estudiantes e incluso hasta la
intervención militar de 1972 contaba con residencias estudiantiles.
AGEUS inicialmente se opuso a esta medida, pero luego decidió apoyarla.
Concluye su periodo el Dr. Castillo en
1995, ya en una nueva fase histórica, luego de los Acuerdos de Paz de
1992. Esta nueva fase histórica comprendió los gobiernos areneros de
Cristiani, Calderón Sol, Flores y Saca. La UES estuvo administrada por
los rectores Fabio Castillo, Benjamín López Guillen, María Isabel
Rodríguez y Rufino Quezada.
Este año de 1995 surge el frente
“Proyección Estudiantil” y se agudiza la dispersión orgánica e
ideológica del movimiento estudiantil, lo que conduce a la atomización,
rivalidades estériles y a diversos fenómenos de pérdida de la
perspectiva y ética revolucionaria. El presidente de AGEUS en este
momento era el Br. Gilberto Gutiérrez.
En agosto de 1996 se forma el Sindicato
de Empresa de trabajadores de la Universidad de El Salvador, SETUES; que
en diversos momentos ha levantado la bandera de las reivindicaciones
económicas para los empleados universitarios. En abril del 2007 el
SETUES cerró el campus universitario exigiendo mejoras salariales.
Los Acuerdos de Paz de enero de 1992
vinieron a modificar los papeles históricos de dos grandes
instituciones: de las Fuerzas Armadas que regresaron a los cuarteles y
de la UES que regreso al quehacer estrictamente académico. La dictadura
había terminado. Y los partidos políticos pasaron a ocupar el espacio
que por décadas habían desempeñado las Fuerzas Armadas en la defensa de
la dictadura, y la UES en la oposición política.
Fue un proceso traumático para ambas
instituciones, pero necesario para avanzar en el proceso de
democratización del país. Al Dr. Castillo le tocó vivir esa dolorosa
transición. Y con la transformación del FMLN de fuerza guerrillera a
partido político y su participación en elecciones, muchos cuadros
universitarios pasaron a ser funcionarios municipales o activistas
políticos. Y el Dr. Castillo a su vez experimentó diversas situaciones
de tirantez con diferentes sectores de la Comunidad Universitaria. La
unidad de la izquierda se había roto, adentro de la UES y también
afuera, en la sociedad, en 1994 surge el PD (ERP más RN) como primera
división en el FMLN.
Y lo más importante, fue que a mediados
de 1992 la dirección del FMLN decidió “conceder” la autonomía a todo el
movimiento social que lo había acompañado durante la guerra. Esto
impactó fuertemente en la UES ya que se pasó de una situación extrema en
la que un papel minúsculo bajado desde Guazapa decidía el accionar del
movimiento estudiantil y hasta de la UES a una situación en la que todo
estaba permitido y cada quien debía “pensar con cabeza propia.”
Inicia una época de reflujo del
movimiento estudiantil y docente. Y a esto se vincula una situación de
estancamiento académico y de estancamiento en la proyección política
nacional. La Universidad durante todo este periodo deja de ser
conciencia crítica de la sociedad salvadoreña y se encierra en sus
sombreados recintos.
En 1998 surge la Asociación Salvadoreña
de Académicos de la UES, ASAUES. El 30 de julio de ese año se realiza el
V Congreso Universitario, en el que se constituye el último Comité
Ejecutivo de AGEUS. El siguiente congreso que debía realizarse en el
2000 fue suspendido por serias acusaciones que realizaron dos gremios
contra dirigentes de AGEUS.
En 1999 la Asamblea legislativa aprueba
una nueva Ley Orgánica de la UES. Esto se realiza en el marco de un
proceso electoral para la Rectoría en el que participan 8 candidatos, la
mayoría de izquierda, que pagan con la derrota su manifiesta
incapacidad para unirse. El 29 de abril el movimiento estudiantil
realiza una marcha para la aprobación de esta ley. La nueva Ley Orgánica
establece que la próxima AGU estará integrada por 24 representantes del
sector docente, 24 de profesionales no docentes y 24 de los
estudiantes, un total de 72 asambleístas representando a 12 facultades.
La AGU elige a las principales autoridades universitarias.
En las elecciones de 1999 compiten para
la Rectoría María Isabel Rodríguez (Medicina), Joaquín Vanegas
(Ingeniería), Rufino Quezada (Agronomía), René Madecadel Perla
(Derecho), Santiago Ruiz (Economía) y Luís Argueta Antillón (Economía).
En la planilla de este ultimo como candidato a vice-rector compitió el
exrector Fabio Castillo.
Logra imponerse como Rectora la Dra.
María Isabel Rodríguez. Y se reelige en el 2003 por otros cuatro años.
Durante la gestión de la Dra. Rodríguez se desarrollan diversos procesos
de privatización y el intento en mayo del 2006 de vincular a la UES a
un préstamo del BID, y de esta forma liquidar su autonomía, lo cual
desencadena un amplio movimiento de protesta de los diversos sectores
universitarios, en especial estudiantil y docente, que logran con
diversos cierres del campus derrotar esta pretensión. Surge el
Movimiento Amplio de la Universidad de El Salvador, MAUES, que aglutinó
este significativo esfuerzo antiprivatizador.
El 30 de julio de ese mismo año 1999, al
final del siglo, surge la Unión de Estudiantes Revolucionarios
Salvadoreños 30 de Julio, UERS-30. A partir del surgimiento del UERS-30
aparece una nueva generación de organizaciones estudiantiles que
incluyen a la Brigada Revolucionaria de Estudiantes Salvadoreños, BRES;
al Frente Universitario Roque Dalton, FURD; al Frente Estudiantil
Salvadoreño (FES) Jorge Arias Gómez; al Bloque de Acción Socialista de
estudiantes salvadoreños, BASES; Colectivo Rafael Menjívar; a una nueva
edición del Frente de Acción Universitaria, FAU vinculada al Bloque
Popular Juvenil, BPJ; la Unión de Jóvenes Revolucionarios Marxistas,
UJRM entre otros. A nivel de profesionales no docentes nace la
Asociación de Profesionales y Técnicos de la UES, APTUES. A nivel
docente el Movimiento por la Dignificación Docente, MDUES.
El 5 de julio de 2005 desde una marcha
de estudiantes universitarios, un joven provocador de nombre Belloso, de
la Brigada Limón, dispara con un fusil contra agentes de la PNC y
asesina a dos de estos. A partir de este hecho se genera una furiosa
campaña de la derecha contra el movimiento popular y en particular el
movimiento estudiantil, la cual logra detener el proceso de crecimiento
en que se encontraba. La provocación logró su propósito.
En agosto de 2005 el Movimiento por la
Dignificación Docente, MDUES; impulsa una exitosa lucha por lograr el
escalafón docente. Sectores del movimiento estudiantil adversan la
medida. Se ha roto la alianza estudiantil-docente. En 2006 surge el
Movimiento Amplio de la Universidad de El Salvador, MAUES, que aglutinó
el esfuerzo antiprivatizador de la UES.
En abril del 2007 el SETUES cerró el
campus universitario exigiendo mejoras salariales. El Ministerio de
trabajo decreto la huelga como ilegal. Este año 2007 es electo rector el
Ing. Rufino Quezada, que se destacó como presidente de la AGU en la
lucha contra el préstamo del BID. La izquierda parecía recuperar la
conducción de la UES. No obstante esto, en su gestión sobresale la
insólita acción de solicitar la intervención de la PNC para irrumpir en
el campus universitario, y desalojar a estudiantes que se lo habían
tomado para exigir su ingreso a la UES. Con esta acción se violentó
claramente la autonomía, y si le agregamos la decisión de cerrar
diversos locales de organizaciones estudiantiles, se volvió muy difícil
la posibilidad de una reelección, por la fuerte oposición estudiantil.
En el 2011, ya bajo el primer gobierno
de izquierda, presidido por Mauricio Funes y resultado de la coalición
entre el FMLN y diversas fuerzas progresistas, compitieron por la
rectoría seis formulas, dos menos que en la elección anterior. Entre
estas se encontraba el CPU, MOTUES y la segunda edición de Unidad
Universitaria, que pudieron unirse pero decidieron marchar separados.
Al final resultó electo el Ing. Mario
Nieto para el periodo 2011-2015. La izquierda fue derrotada como
resultado reiterado de su incapacidad para unificarse en un solo
programa y en un único candidato. Una lección que resulta difícil de ser
aprendida por la izquierda universitaria es la lección de la unidad.
En abril de 2012 surge como iniciativa
unitaria en el movimiento estudiantil, la Coordinadora Estudiantil
Salvadoreña, CES. Aglutina a la Asociación de Estudiantes de Derecho,
AED; UERS-30, el Movimiento de Transformación de la UES, el sector
estudiantil del MOTUES, el sector estudiantil de la Concertación para la
Participación Universitaria, CPU, Fuerza Estudiantil Salvadoreña, FES y
otras organizaciones. En julio de 2012 el MDUES reinicia sus
actividades.
3. La situación actual de la UES: una universidad en disputa
¿Sigue siendo la UES subversiva? La
realidad es que la UES atraviesa por una profunda crisis en sus diversos
componentes. En particular en el cumplimiento de su normativa interna
(Ley Orgánica UES) que ha sido violentada por fuerzas de derecha que han
logrado enquistarse en las principales órganos de dirección ejecutiva,
de nuestra Alma Mater.
La actual presencia de la derecha en la
UES es el resultado de la situación de debilidad en que se encuentra la
izquierda como resultado de su dispersión orgánica e ideológica. Las
fuerzas revolucionarias y democráticas se encuentran paralizadas y
relegadas. Esto ha permitido que la derecha adquiera importantes cuotas
de poder y oriente el accionar universitario silenciosa pero firmemente
hacia la privatización.
La actual crisis universitaria, de su
legislación y función académica, de su investigación y extensión,
pretende ser resuelta por la derecha mediante la privatización y el
acercamiento de las facultades a sus respectivos “nichos de mercado” del
capital oligárquico y últimamente con énfasis en las corporaciones
transnacionales. Se pretende poner la ciencia al servicio del mercado y
castrar su espíritu profundamente subversivo.
La crisis universitaria abarca ya medio
siglo y tiene causas internas y externas y se manifiesta como un
prolongado atraso administrativo, tecnológico, académico, en extensión e
investigación, así como en lo político. Entre las causas internas de la
crisis se encuentran las de la ausencia de un presupuesto justo para su
funcionamiento, una legislación impuesta que burocratiza su gestión
administrativa, intervenciones que han destruido su patrimonio, ausencia
de proyecto universitario, sectarismo, academicismo, atraso
administrativo y rezago político con respecto al proyecto histórico.
Entre las externas se encuentran la globalización educativa, así como
las múltiples agresiones militares y las capturas, desaparecimientos y
asesinatos de miembros de la Comunidad Universitaria.
La UES atraviesa una encrucijada
histórica. Los Acuerdos de Paz de enero de 1992 modificaron
profundamente el escenario político y los roles tradicionales de las
fuerzas e instituciones sociales. La Democracia Cristiana había sido ya
desplazada del gobierno y ARENA pasaba a ocupar el papel de partido de
gobierno. La Fuerza Armada a regañadientes abandonaba los ministerios y
regresaba a los cuarteles, después de largos sesenta años de ser el
pilar incuestionable de la dictadura militar.
Y la misma UES se encontraba en una
situación novedosa, en la que la dinámica nacional le relevaba de golpe,
por muerte súbita, de su tradicional papel de rectora de la oposición
política y quedaba en un angustiante vacío de pertinencia, del cual
todavía no se recupera. Ya este desplazamiento había iniciado en octubre
de 1980 con la creación de la poderosa alianza de fuerzas
político-militares conocida como FMLN, que vino a asumir la conducción
del proceso de lucha por la transformación de la sociedad y que influyó
decisivamente en la conducción de la UES durante el periodo de la guerra
popular revolucionaria.
La crisis de la UES del siglo XXI tiene
estos antecedentes. Y puede objetivamente tener dos salidas, resolverse
en dos vías: profundizar el proceso para convertirse en una universidad
al servicio de la oligarquía y del imperialismo o recuperar su histórica
naturaleza subversiva de una universidad al servicio de los sectores
populares. El desenlace de este conflicto estará determinado por la
capacidad organizativa y programática que alcancen cada una de las
fuerzas en pugna. Es una universidad en disputa en medio de una sociedad
en disputa.
La construcción de una alternativa desde
la izquierda que busque recuperar el papel subversivo de la UES en este
siglo XXI necesita cuidarse de variadas y peligrosas tentaciones como
son las de ver exclusivamente a la UES y no a las universidades
privadas, observar la visión universitaria o su ausencia solo al FMLN y
no de ARENA; ver solo al movimiento popular y no a la ANEP, solo a los
docentes y no a los estudiantes, solo a las autoridades y no a la
comunidad universitaria, solo los éxitos y no las derrotas, solo el
pasado y no el futuro, solo a la UES y no a la sociedad, solo a la UES y
no al gobierno, solo a la UES y no a los partidos políticos. Armar las
piezas de este rompecabezas es parte de apoderarse de la iniciativa
estratégica.
En este complejo escenario surgen como
desafíos de conducción para el movimiento estudiantil y docente la
necesidad de elaborar una plataforma de lucha que logre impactar y
movilizar a la comunidad universitaria. Como elementos esenciales esta
plataforma debe incluir la lucha por la autonomía y rechazar el actual proceso de privatización, Que ya esta avanzado.
La Reforma Universitaria, en particular la simplificación de procesos burocráticos para agilizar la actividad académica. La lucha por un presupuesto justo,
que permita enfrentar y resolver el eterno problema de nuevo ingreso. Y
recuperar el vínculo de solidaridad con el movimiento popular y la
tarea de ser conciencia crítica de nuestra sociedad. Alrededor de
estas cuatro banderas podemos establecer alianzas y desplegar la
iniciativa de nuestras divididas y disminuidas fuerzas.
Debe de Reivindicarse la lucha por una
universidad pública, con altos niveles académicos y científicos, en la
medida que responda a los intereses populares y no se convierta en un
nuevo instrumento de opresión y diversionismo ideológico. Luchar por una
universidad antiimperialista, libre, popular y democrática. Existe una
relación dialéctica en la cual la lucha por un presupuesto justo (más
infraestructura, laboratorios y bibliotecas) forma parte y fortalece la
lucha por la reforma universitaria,
Perspectivas
El desenlace de la crisis universitaria
va estar vinculado a la voluntad de las fuerzas políticas y sociales por
impulsar procesos que se orienten a luchar por la unidad de la
izquierda en la UES. Es un proceso que ya está en marcha. La CES,
MOTUES, CPU-MRU y MDUES reflejan este proceso.
El 19 de junio la Concertación para la Participación Universitaria divulgó un pronunciamiento con el sugestivo título de OCHO MESES DE GOBIERNO UNIVERSITARIO ¿PARA QUE? Explica
el CPU que después de 100 días de gestión “como observadores críticos
del actual gobierno universitario presidido por el Ing. Mario Lovo y el MIUES, la concertación CPU,
considera conveniente señalar la siguiente problemática.” Y abordan
aspectos académicos, de proyección social, administrativos y
jurídico-políticos. Y hacen un planteamiento de lucha.
En el plano académico valoran que “no
hay señales de cambios de políticas curriculares centrales para las
facultades y se mantienen las mismas metodologías obsoletas donde el
docente es el piloto del aprendizaje, centralizado y bancario, dejando a
un lado el proceso enseñanza- aprendizaje docente estudiantil como una
unidad dialéctica que realiza la síntesis por medio de la participación y
el debate del conocimiento científico.”
En el plano de la proyección social,
consideran que “no se ha relanzado el trabajo de proyección social
identificando propuestas a mediano y largo plazo que expresen la
relación universidad-pueblo (en las comunidades y sectores sociales). Y
la pertinencia social de la UES como universidad pública no se refleja
en armonía con las necesidades de la sociedad y con las condiciones de
su progreso.
En el plano administrativo son de la
opinión que existe “desorden del sistema de seguridad, inseguro, con
asaltos a pleno día, vigilancia a desgano. Saneamiento ambiental,
deficiente en la recolección de basuras, limpieza a medias de plazas,
Zonas Verdes desprotegidas. Ordenamiento Territorial, el parqueo
vehicular un caos en las horas tempranas y nocturnas, ruido estridentes
en los mercados móviles, señales defectuosas. No se ha llevado a cabo un
proceso de ingeniería administrativa y se mantiene un aparato
cuantitativamente elevado olvidándose que la universidad su objetivo
principal es producir conocimiento Científico y enseñanza con
pertinencia social.”
En el plano jurídico-político consideran
que “no se ha elegido el Vicerrector administrativo y con argucias
leguleyas y de correlaciones amañadas en el parlamento universitario
(AGU y CSU) pretenden gobernar con un personaje que ha sido derrotado en
todas las ocasiones de carácter abierto y lo mantienen “interinamente”
de Vicerrector administrativo, violando flagrantemente institucionalidad
de la UES.”
“Frente a esta problemática – subrayan
los del CPU- y con la responsabilidad que nos caracteriza hacemos un
llamamiento a la comunidad universitaria a integrarnos organizadamente
desde la perspectiva del principio político de la Unidad en la acción,
donde participan estudiantes, trabajadores académicos y administrativos
a lucha por los siguientes objetivos:1.Rescatar la institucionalidad de
los órganos de Gobierno de la UES y en particular de la Asamblea
General Universitaria manipulada actualmente por una minoría de
universitario corruptos y deshonestos que negocian votos, puestos de
trabajo por sus voto. 2.Crear condiciones a corto plazo para la
conformación de la Asociación General de Estudiantes Universitarios AGEUS
como el gremio legítimo y representativo de los estudiantes de la
UES.3.Constituir el Congreso Universitario desde la comunidad
universitaria para una reforma universitaria.”
El 28 de julio el Movimiento por la
Dignificación Docente de la UES, MDUES se pronunció públicamente ante la
crisis universitaria. Explican que “en años pasados desarrollo
importantes luchas a favor de la autonomía universitaria, como fue la
derrota de los planes privatizadores impulsados por el BID- Dra. María
Isabel Rodríguez, y otros éxitos relacionados con reivindicaciones
académicas y laborales, ante la gravedad de la actual crisis que vive la
UES se ve en la necesidad de reanudar sus actividades.”
Señalan que están comprometidos a
“emprender acciones que contribuyan a rescatar nuestros derechos como
universitarios, que están siendo pisoteados por grupos enquistados en
organismos de gobierno, que pretenden colocar al Alma Mater al servicio
de los intereses de la derecha y la oligarquía de este país y terminar
con la gloriosa tradición de una Universidad al servicio de nuestro
pueblo y su liberación.”
“Es significativo
-afirman- que emprendamos esta lucha en el marco del 40 aniversario de
la toma militar realizada por el presidente Arturo Armando Molina el 19
de julio de 1972. La derecha siempre ha soñado con aplastar el papel
liberador y popular de la UES y en esa época intervinieron militarmente
para acallar la voz de nuestra Alma Mater. Hoy la intervención de la
ANEP y de ARENA es más sutil, la realizan a través de la ruptura del
orden legal universitario y mediante la promoción de “beneficiosas”
relaciones con corporaciones transnacionales.”
Denuncian que “la
estrategia de la derecha pretende privatizar y convertir a la UES en una
universidad inofensiva e irrelevante en el actual proceso de
transformaciones que vive nuestro país o en una Universidad claramente
alineada con las fuerzas oligárquicas como se puso de manifiesto con el
reciente comunicado de la Facultad de Ciencias y Humanidades apoyando a
la ANEP y a FUSADES, elaborado por un exiguo grupo al margen de la
comunidad académica de dicha facultad.”
Agregan que estos
sectores de derecha “pretenden mediante maniobras dilatorias y compra de
voluntades usurpar el cargo de la Vice-rectoría Administrativa con un
personaje claramente identificado con INQUIFAR, que ha perdido ya en dos
oportunidades y pretende mantenerse de facto.”
Enfatizan que “la derecha ha podido avanzar en la UES aprovechándose de la dispersión orgánica de los sectores progresistas, particularmente docentes y estudiantes.
Es por esto que desde el espíritu combativo de los héroes y mártires
del 19 de julio de 1972 y del 30 de julio de 1975 hacemos un llamado a
la Comunidad Universitaria a recuperar nuestra Universidad y a luchar
por un presupuesto justo, por una reforma universitaria integral y la
defensa de nuestra autonomía.”
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