Dagoberto Gutiérrez
Este documento estuvo perdido durante 113 años, y ya veremos las razones. Son 18 artículos y el primero revela una distancia confrontativa entre los intereses del pueblo independentista y los firmantes del documento que buscaban culminar su maniobra. El texto es excesivamente perverso, franco y cínico y nos muestra todo lo antipopular que se escondió en la reunión de Guatemala en esos días de septiembre.
Normalmente se entiende que una independencia de una colonia, presupone un trapiche popular y es el pueblo el artífice de la libertad; sin embargo, en esta reunión del palacio nacional de Guatemala, se trató de evitar la participación de este pueblo para que éste no frustrara una independencia palaciega y de mentiritas que se cocinaba a fuego lento. Por eso es que el texto dice que hay que declarar la independencia antes de que el pueblo la haga de hecho porque esto tendría consecuencias funestas.
A partir de este primer numeral, el acta pasa a organizar lo que era más importante para los conspiradores; es decir, la asamblea de marzo de 1822, en donde se definiría lo relacionado con la independencia. Llama la atención la minuciosidad con que el autor del texto va abordando, paso a paso, lo relacionado con el procedimiento electoral. Esto revela que esto era justamente lo importante porque lo realmente importante era la anexión a Nueva España (México) y no el montaje de ninguna asamblea independentista. Pero, para guardar las apariencias, el redactor del texto detalla sobre el cuerpo electoral, convocatorias y otros aspectos.
Hay que notar el interés en la población de origen africano, porque muestra que por lo menos en ese momento, este sector resultaba importante para las votaciones que interesaban al redactor.
Los numerales 8 y 9 son los que muestran y demuestran que no se trató de ningún acto independentista ni de ninguna gesta de ese tipo, porque en el número 8 se resuelve que el gobierno continúe siendo dirigido y controlado y manejado por el mismo brigadier, Gabino Gainza, el mismo que recientemente había sido nombrado como jefe de la Capitanía General por los reyes de España. Pues bien, en una demostración elocuente de que no había pasado nada y que los mismos seguían mandando, y que los mismos seguían siendo mandados, Gainza siguió siendo el que controlaba el poder.
Si alguien llama a esta independencia, tendrá que esforzarse mucho para demostrarlo.
De cara a los intereses de los conspiradores, esto resultó ser, sin embargo, un paso lógico, porque Gainza, siendo parte de la conspiración, no podía ni debía ser apartado de todo este negocio.
Por supuesto que esta maniobra no podía ocultarse, aunque ha permanecido oculta al escrutinio analítico, y el documento, como dijimos, se perdió durante 130 años. Y como vivimos un momento en donde la única certidumbre es la incertidumbre, los cofres polvorientos pueden ser abiertos.
Por si esto fuera poco, el texto dice que para ponerse a la altura de las circunstancias, se formará una comisión consultiva, y esto que parece una decisión sabia para equilibrar las cosas, porque Gainza tendría que consultar con esa comisión, resultaba que ésta comisión consultiva tendría que consultar a Gainza todas las cosas importantes.
Los conspiradores necesitaban asegurar el control del poder y ganar tiempo para culminar su anexión a México. En esto, contaba con la resistencia de los criollos de San Salvador. Estos últimos, que eran poco independentistas, llegaron hasta ofrecer la provincia al gobierno de los Estados Unidos.
El documento pasa a asegurar el orden y encarga de esto a la Iglesia católica de Guatemala, que aparece como aliada privilegiada del poder imperial; por eso le reconocen sus propiedades y sus rangos.
La asamblea de 1822 no llegó a realizarse y la actividad predominante fue la organización del acuerdo regional para la anexión a México. Cuando ésta se logra en febrero de 1822, sepulta a cualquier asamblea independentista.
Toda esta reflexión resulta necesaria para aproximarnos a la comprensión de los Estados que surgieron en cada una de las provincias que integraron la Capitanía General de Guatemala. En estos episodios se degollaba la posibilidad del nacimiento de Centroamérica y en su lugar se construía el poder para la creación de 5 pequeños e insignificantes Estados.
La discusión, el estudio y reflexión sobre estos terribles acontecimientos resulta necesario en estos momentos de crisis porque la historia ha de servir para alumbrar tanto los caminos del pasado como los senderos tortuosos del presente.
Acta de independencia de 1821
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