Dagoberto Gutiérrez
Ha sido construida una nueva sociedad y un nuevo ser humano, entre uno y otro hay una relación intensa y tensa, porque la sociedad es de mercado total y el ser humano es un consumidor perfecto, solitario, incomunicado, aislado e incierto, se trata de una persona vulnerable y débil.
En todo este proceso hay que puntualizar que han sido destruidas la familia y la educación como proceso formador de seres humanos libres y al mismo tiempo se ha convertido al Estado en simple instrumento de mercado, esto quiere decir que la persona carece de respaldos estatales y también de apoyos sociales.
Este es un panorama desolador que expresa la instalación de un capitalismo desalmado, vinculado a las transnacionales, a quienes no les importa ni el país ni sus gentes y entiende todo como un mercado en el que hay que vender de todo, sin comprar mucho al país y sin cuidar sus bienes naturales o sociales.
La familia fue diezmada por la emigración que llegó a convertirse en política de Estado, de las oligarquías en el poder para reducir la presión social en el país, de tal manera que el padre, la madre y los hijos se distribuyeron indistintamente entre las comunidades del país y en diferentes lugares de los Estados Unidos y de otros países.
Tenemos ya todo dispuesto para que el ser humano resuelva, por su cuenta, lo relacionado con su seguridad y su pertenencia, recordemos que se trata de un ser humano aislado y vulnerable prácticamente abandonado a su suerte.
En los Estados Unidos aparecen los primeros grupos juveniles salvadoreños que enfrentados a otras minorías como la mexicana y la puertorriqueña y que sin ser reconocidos por la sociedad estadounidense, dispusieron asegurar su identidad agrupándose de manera paralela a la sociedad que no los reconocía. Estos grupos pasaron después a tener su propio territorio en las ciudades y luego a pelear por ellos con otros grupos hasta que llegaron a chocar con la policía estadounidense.
Varios de estos jóvenes fueron regresados a El salvador que era un país que no conocían en muchos casos; pero que tampoco los reconocía como tales, se trataba de una sociedad donde no tenían ningún lugar y no pertenecían a nada y no tenían apoyo de nada ni de nadie, eran simplemente deportados y delincuentes.
Estos grupos entran en contacto bastante rápidamente con jóvenes locales también abandonados y aislados como ellos, que no reconocían ni a la sociedad con sus reglas y sus juegos, ni esta sociedad los reconocía a ellos. Estas son las reglas de una sociedad de mercado total donde solo juega el consumidor. El encuentro y el acuerdo resultaron inevitables, seguros y completos. Todo estaba listo para que las bandas empezaran a aparecer en la problemática social del país, banda fue la palabra inicialmente usada, después aparece la figura de maras mientras el gobierno identificaba este problema como delincuencia y a los jóvenes como delincuentes. Mientras esto transcurría el Estado abandonaba el tema social y abandonaba a los seres humanos, mientras en las comunidades no existía ni salud, ni educación, ni trabajo, ni dignidad, ni presente, ni futuro, ni pasado; así las cosas todo estaba preparado para que estos grupos iniciales se convirtieran en organización permanente, en crecimiento y con fuerza.
El Estado seguía y sigue pesando el fenómeno o en todo caso, manejándolo como un problema de delincuencia cuando en realidad se trata de un fenómeno cuya complejidad estamos empezando a deshilvanar.
Recordemos que cuando la guerra civil terminó, se anunció el advenimiento de la paz para todos los seres humanos que viven en este país y esta que era y es una verdad que no es verdadera (algo así como las teorías tolemaicas sobre la tierra y el sol) y solo basta recordar que si la guerra es la continuación de la política por otros medio, la política es la continuación de la guerra por otros caminos, de tal modo que cuando se habla del fin de la guerra y se anunció la paz se ocultó que en realidad la guerra continuaba, porque los acuerdos de paz resolvieron la guerra pero no abordaron el conflicto.
Entre conflicto y guerra hay una relación de continente y contenido, el conflicto es el gran continente, económico político histórico, social y cultural y la guerra es un contenido que viene del conflicto por la relación de todos estos factores antagónicos, hablamos de conflictos no resueltos ni abordados que llevan, finalmente, a una crisis más aguda que es llamada guerra. La guerra es un factor permanente en la historia humana y la paz es una excepción situada entre una y otra guerra y mucho más, cuando el conflicto no es ni abordado, ni registrado, ni resuelto.
Los acuerdos de paz del país pusieron a este en manos de una poliarquía feroz, y de las transnacionales con todo dispuesto para que el conflicto agudizado produjera, a breve plazo una guerra que siendo diferente a la guerra civil, la que se resolvió con los acuerdos de paz, es, sin embargo, una Guerra Social. Explicaremos esto más despacio.
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