Por: Juan Crisostomo de Zacatecoluca
El 22 de enero de 1980, fui para San Salvador, a participar en la gran marcha de la Coordinadora de Masas, éramos aproximadamente medio millón de personas zampadas en San Salvador.
A eso le tuvo gran miedo la burguesía.
Yo no sé, si fue un error haber exhibido las masas en las calles porque el enemigo sabía que había gente organizada, pero no sabía la gran cantidad, ni de dónde veníamos.
Imagínate de que la gente del Bloque íbamos desde el Parque Cuscatlán y llegábamos hasta el Estado Mayor, esto solo la gente del BPR. Además estaban el FAPU, y las LP-28, … ¡Era un cachimbo de gente!
Lo que quiero contar es que en este tipo de situaciones siempre han habido desmadres.
El 21 de enero, la Coordinadora de Masas nos reunimos en la Universidad Nacional, llegamos en tren desde nuestros lugares debido a que la AEAS iba a hacer un paro el propio día 22, entonces nos fuimos un día antes, o sea el 21.
Por más paros de transporte que hicieran no nos detendrían, toda la mara estaba animada, nos trepamos en el tren hacia San Salvador. Llegamos a la estación en San Salvador y nos fuimos a pie para la Universidad. En la noche, durante la reunión de la Coordinadora, para ver los detalles finales, se vio aquel estire y encoje, porque todos queríamos ir adelante, todos queríamos ser los primeros, estar al frente de la marcha,… Pues si, como nunca habíamos probado un desvergue bueno donde llegarían mucha gente de todo el país.
Después de tanta discusión se acordó que el FAPU encabezara la marcha, que fuera adelante… Muy sugestivos los compas del FAPU porque llevaban cosas que no deberían haber llevado, El FAPU llevaba una ametralladora, pero era una ametralladora hecha de cartón.
Nosotros los del BPR llevábamos una casita de cartón que unos cipotes iban empujando sobre unos roditos.
Si mal no recuerdo, los del Partido Comunista a través de la UDN, llevaban un pene, nombre vos, Puta!, Ya la riegan los compas, y en la consigna gritaban que allí llevaban huevos, y que… eso fue todo.
Regresando a lo de la reunión, recuerdo cuando dijeron: “Vaya pues, el FAPU va ir adelante”.
Marcha del FAPUDe acuerdo!, contestaron los FAPU, De acuerdo!, gritaron todos. El honor se le había otorgado al FAPU para que fuese a la cabeza de la manifestación, pero eso sí, ninguna de las organizaciones quería ir a la cola.
Al final los del BPR dijeron: “Nosotros estaremos donde se acuerde, “vaya pues”, dijeron los demás compas: “Ustedes van ir atrás”. “El Bloque le toca del parque Cuscatlán hacia atrás”, “Vaya ¡Vergón!”, dijo la gente, y se movieron rapidito para posicionarse a partir del Cuscatlán para atrás. A la hora de los pijazos, allí en el parque mataron a los que encabezaban la marcha, los compas del FAPU., 22 personas ametrallaron allí en el parque Cuscatlán.
Ya en la calle y en columnas, nosotros, los del Bloque, no nos podíamos mover, la marcha no avanzaba, las filas de gente no caminaban. Desde el parque Cuscatlán había gente hasta el reloj de Flores, había gente hasta la Universidad y hasta la colonia Santa Anita. San Salvador estaba saturado, era una autentica expresión organizada del Movimiento Popular, gente por todas partes ¡de barato había medio millón de personas!
El gobierno ametralló la marcha, esto se inicio en el Parque Cuscatlán, la dirección de la marcha orientó salir de regreso para la Universidad para protegernos de la represión, pero el gobierno llego a ametrallar los portones alrededor de la Universidad, matando dos compañeros, hubieron muertos y sucedieron cosas que no he escuchado en las anécdotas.
Al siguiente día la Universidad amaneció rodeada por los militares, se orientó que la gente entrara en las diferentes facultades. Los de San Vicente ocuparon la facultad de Derecho, Usulután ocupo otra, toda la gente que había llegado desde todos los rincones del país, todos se encontraban metidos y distribuidos en cada una de las facultades de la Universidad.
El ejército metido en la Universidad, había llegado hasta el cafetín de AGEUS. Adentro, los militares rafagueaban a la gente que se había refugiado en los diferentes locales. ¡Ustedes hubieran visto como corríamos de un lado para otro, las Milicias de Autodefensa con unas pistolitas defendiendo a las masas desarmada. Los helicópteros nos rodeaban por todas partes sobrevolando todo el terreno de la U y sembrando el terror.
Me recuerdo que la Universidad tenía parlantes… Y Marisol Galindo, y varios de los Pichintes, gritaban por los parlantes, pidiendo a la OEA, al Socorro Jurídico y a la ONU. , que llegaran a interceder porque los militares iban a matar a toda la gente.
La idea de los militares era masacrar a la gente, era un gran desmadre! ¿Saben quién tuvo valor de ir a ponerse de pecho allí?, MONSEÑOR ROMERO! Y esto nunca se ha dicho.
Monseñor Romero llegó al portón principal de la universidad y parándose firme frente a los militares les dijo: “Toda la gente va a salir”.
¡Y así fue, salimos! ¿Y saben que pasó después…? Salimos a la calle y nos tomamos los buses. Párese!, Dele para tal parte!, Dele para la otra!, dele para San Vicente, dele para Usulután,… solo así pudimos salir de San Salvador.
Eso no se escribió en la prensa, ni se dijo nada en la radio, ni tampoco oigo que alguien mencione en estos tiempos. Yo me recuerdo que algunos logramos salir de San Salvador pasadas las 2 de la tarde.
Te cuento que aquello fue muy singular porque cuando nos subímos a un bus y le dijimos al motorista dele para San Vicente, los mismos motoristas se solidarizaron y nos dijeron a cuales buses parar y ellos mismos ayudaron pitándoles a sus compañeros para que pararan y subieran a la gente. Así pudimos desalojar finalmente la ciudad capital; regresamos a nuestros lugares, unos aguevados y otros con la sangre encendida de rabia por todo lo que nos había pasado, la situación se estaba poniendo jodida, algunos estábamos quemados otros se terminaron de quemar pues en la retirada unos nos bajamos en Cañas, en la Cruz Verde, otros en la Cayetana,… O sea que en palabras derechas ya nos habíamos quemado todos.
Y mire, fue difícil para uno como cuadro político animar de nuevo a la gente, volver a reunir a la comunidad, volver a motivar “que miren compañeros que esto no es nada” … Pues sí, la verdad es que no era nada lo que nos había pasado, no era nada comparado con lo que pasó años después. Un problema que sentí yo fue que el enemigo ya nos había detectado, nos habían dado seguimiento… ya sabían de donde llego la gente. Ahora ya no hay movimientos como los de antes, quien sabe por qué? … bueno, yo si se pero esta será otra historia.
Después de los acuerdo de paz, y más actualmente, yo me encachimbé con esta gente que están en los puestos de las alcaldías y en la Asamblea Legislativa, se creen más rojos que la sangre de nuestros muertos, y algunos solo son puro cuento… No nos toca de otra hay que seguir en la lucha.
La gran marcha del 22 de enero de 1980 y Monseñor Romero | Por: Juan Crisóstomo de Zacatecoluca, La Paz, El Salvador. | Entrevista realizada para MarcialTeníaRazon.org | Domingo 11 de agosto de 2013. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario